Mira al final de la reseña escrita varios videos de la vida del Che
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martes, 10 de junio de 2008
Artículos, discursos y conferencias
Nota editorial [de la edición de 1977]
Con la publicación de este volumen, la Editorial de Ciencias Sociales del Ministerio de Cultura prosigue el trabajo de recopilación de
escritos y discursos del comandante Ernesto Che Guevara, cuya publicación se inició en 1972. Como se recordará, en ocasión del
quinto aniversario de la caída en combate de Che, al frente de su aguerrido y glorioso ejército internacionalista, fueron publicados los
tres primeros volúmenes de esta colección, dedicados, respectivamente, a escritos militares de carácter teórico, relatos y documentos
relacionados con la guerra de liberación en Cuba y documentos de la lucha revolucionaria en Bolivia.
Con este cuarto volumen se inicia la publicación de los textos relacionados con la construcción del socialismo en Cuba en todos sus
aspectos -ideológico, político, económico, social y cultural-, temas de la historia de las luchas revolucionarias en nuestro país y
materiales relativos a la proyección internacional de la Revolución Cubana.
La gran cantidad de textos localizados e incluidos en esta recopilación, muchos de ellos prácticamente desconocidos, ha obligado a
extender la cantidad de volúmenes de esta colección. En efecto, de seis tomos programados inicialmente, contará de hecho con nueve
volúmenes. De esta forma, el lector tendrá a su disposición la colección más completa publicada hasta la fecha de textos del Che, cuyo
pensamiento encierra valores ideológicos, políticos e históricos de fundamental importancia para todo revolucionario.
Los volúmenes 4 a 8 de esta colección agrupan en riguroso orden cronológico todos los textos del comandante Guevara relacionados
fundamentalmente con la problemática interna de la Revolución Cubana o con la historia de nuestro país. El tomo 9 y final incluye los
textos relacionados con temas internacionales, así como una selección de cartas personales sobre las más variadas materias.
La Editorial de Ciencias Sociales quiere dejar constancia de la valiosa cooperación prestada para la realización de este trabajo por la
Comisión para Perpetuar la Memoria del Comandante Ernesto Guevara, del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Artículos, discursos y conferencias 1959
Lo que aprendimos y lo que enseñamos
1° de enero de 1959
En el mes de diciembre, mes del Segundo Aniversario del desembarco del «Granma», conviene dar una mirada retrospectiva a los años
de lucha armada y a la larga lucha revolucionaria cuyo fermento inicial lo da el 10 de Marzo, con la asonada batistiana, y su campanazo
primero el 26 de Julio en 1953, con la trágica batalla del Moncada.
Largo ha sido el camino y lleno de penurias y contradicciones. Es que en el curso de todo proceso revolucionario, cuando éste es
dirigido honestamente y no frenado desde puestos de responsabilidad, hay una serie de interacciones recíprocas entre los dirigentes y
la masa revolucionaria. El Movimiento 26 de Julio, ha sufrido también la acción de esta ley histórica. Del grupo de jóvenes entusiastas
que asaltaron el Cuartel Moncada en la madrugada del 26 de Julio de 1953, a los actuales directores del movimiento, siendo muchos de
ellos los mismos, hay un abismo. Los cinco años de lucha frontal, dos de los cuales son de una franca guerra, han moldeado el espíritu
revolucionario de todos nosotros en los choques cotidianos con la realidad y con la sabiduría instintiva del pueblo.
Efectivamente, nuestro contacto con las masas campesinas nos ha enseñado la gran injusticia que entraña el actual régimen de
propiedad agraria, nos convencieron de la justicia de un cambio fundamental de ese régimen de propiedad; nos ilustraron en la práctica
diaria sobre la capacidad de abnegación del campesinado cubano, sobre su nobleza y lealtad sin límites. Pero nosotros enseñamos
también; enseñamos a perder el miedo a la represión enemiga, enseñamos la superioridad de las armas populares sobre el batallón
mercenario, enseñamos, en fin, la nunca suficientemente repetida máxima popular: «la unión hace la fuerza».
Y el campesino alertado de su fuerza impuso al Movimiento, su vanguardia combativa, el planteamiento de reivindicaciones que fueron
haciéndose más conscientemente audaces hasta plasmarse en la Ley n° 3 de Reforma Agraria de la Sierra Maestra recientemente
emitida.
Esa Ley es hoy nuestro orgullo, nuestro pendón de combate, nuestra razón de ser como organización revolucionaria. Pero no siempre
fueron así nuestras exposiciones sociales; cercados en nuestro reducto de la Sierra, sin conexiones vitales con la masa del pueblo,
alguna vez creímos que podíamos imponer la razón de nuestras armas con más fuerza de convicción que la razón de nuestras ideas. Por
eso tuvimos nuestro 9 de Abril, fecha de triste recordación que representa en lo social lo que la Alegría de Pío, nuestra única derrota
en el campo bélico, significó en el desarrollo de la lucha armada.
De la Alegría de Pío extrajimos la enseñanza revolucionaria necesaria para no perder una sola batalla más; del 9 de Abril hemos
aprendido también que la estrategia de la lucha de masas responde a leyes definidas que no se pueden burlar ni torcer. La lección está
claramente aprendida. Al trabajo de las masas campesinas, a las que hemos unido sin distinción de banderas en la lucha por la posesión
de la tierra, agregamos hoy la exposición de reivindicaciones obreras que unen a la masa proletaria bajo una sola bandera de lucha, el
Frente Obrero Nacional Unificado (F.O.N.U.), con una sola meta táctica cercana: la huelga general revolucionaria.
No significa esto el uso de tácticas demagógicas como expresión de habilidad política; no investigamos el sentimiento de las masas
como una simple curiosidad científica, respondemos a su llamado, porque nosotros, vanguardia combativa de los obreros y campesinos
que derraman su sangre en las sierras y llanos de Cuba, no somos elementos aislados de la masa popular, somos parte misma del
pueblo. Nuestra función directiva no nos aísla, nos obliga.
Pero nuestra condición de Movimiento de todas las clases de Cuba, nos hace luchar también por los profesionales y comerciantes en
pequeño que aspiran a vivir en un marco de leyes decorosas; por el industrial cubano, cuyo esfuerzo engrandece a la Nación creando
fuentes de trabajo, por todo hombre de bien que quiere ver a Cuba sin su luto diario de estas jornadas de dolor.
Hoy, más que nunca, el Movimiento 26 de Julio, ligado a los más altos intereses de la nación cubana, da su batalla, sin desplantes pero
sin claudicaciones, por los obreros y campesinos, por los profesionales y pequeños comerciantes, por los industriales nacionales, por
la democracia y la libertad, por el derecho de ser hijos libres de un pueblo libre porque el pan de cada día sea la medida exacta de
nuestro esfuerzo cotidiano.
En este segundo aniversario, cambiamos la formulación de nuestro juramento. Ya no seremos «libres o mártires»: seremos libres,
libres por la acción de todo el pueblo de Cuba que está rompiendo cadena tras cadena con la sangre y el sufrimiento de sus mejores
hijos.
[Patria. Organo oficial del Ejército Rebelde «26 de Julio», Las Villas, año I, n° 2, 1° de enero de 1959.]
Artículos, discursos y conferencias 1959
Proyecciones sociales del Ejército Rebelde
27 de enero de 1959
En la noche de hoy se impone la evocación martiana, como ha dicho oportunamente quien me ha presentado ante ustedes, y creo que al
hablar de la proyección social del Ejército Rebelde, nos estamos refiriendo concretamente al sueño que Martí hubiese realizado.
Y como ésta es una noche de recuerdo, antes de entrar de lleno en el tema, en su significación histórica, haremos una breve reseña de
lo que ha sido y es este Movimiento.
No puedo iniciar mis palabras desde el momento en que fue atacado el Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Quiero referirme
solamente a la parte que me corresponde por mi actuación en la serie de sucesos que dieron por resultado el triunfo de la Revolución
el primero de enero pasado.
Comencemos, pues, esta historia como yo la empecé en México.
Para todos nosotros es muy importante conocer el pensamiento actual de quienes componen nuestro Ejército Rebelde: el pensamiento
de aquel grupo que se embarcó en la aventura del Granma y la evolución de ese pensamiento nacido en la entraña del Movimiento 26 de
Julio; y sus cambios sucesivos a través de las etapas de la Revolución, para llegar a la enseñanza final de este último capítulo con que la
parte insurreccional ha terminado.
Les decía que trabé conocimiento con los primeros miembros del 26 de Julio en México. Era muy diferente la proyección social que
tenían aquellos hombres antes de la etapa del Granma, antes que se produjera la primera escisión en el 26 de Julio, cuando estaba en él
todo el núcleo sobreviviente del ataque al Cuartel Moncada. Recuerdo que en una discusión íntima, en una casa en México, exponía la
necesidad de ofrecer al pueblo de Cuba un programa revolucionario; y uno de los asaltantes del Moncada -que afortunadamente se
separó del 26 de Julio- me contestó con unas frases que siempre recuerdo, diciéndome: «La cosa es muy sencilla. Nosotros lo que
tenemos que hacer es dar un golpe. Batista dio un golpe y tomó el poder en un día, hay que dar otro para sacarlo de él. Batista le ha
hecho a los americanos cien concesiones, vamos a darles nosotros ciento una.» La cosa era tomar el poder. Yo le argumentaba que
teníamos que dar ese golpe basados en principios, que lo importante era saber lo que íbamos a hacer en el poder. Esa era la idea de un
miembro de la primera etapa del 26 de julio, que como yo les dije, por fortuna para nosotros, él y quienes mantenían ese criterio se
fueron de nuestro movimiento revolucionario y tomaron otro camino.
Desde ese momento se fue perfilando el grupo que vendría más tarde en el Granma, formado con muchas dificultades, pues sufrimos la
persecución continua de las autoridades mexicanas, que llegaron a poner en peligro el éxito de la expedición. Una serie de factores
internos, como individuos que al principio parecían querer ir a la aventura y después, con un pretexto u otro, se iban separando de ella,
fue limitando la cantidad de expedicionarios. Al final quedaron los 82 hombres que tomamos en Granma. Lo demás es bien conocido
del pueblo cubano.
Lo que a mí me interesa y lo que creo importante es el pensamiento social que teníamos los sobrevivientes de la Alegría de Pío. Este
es el primero y el único desastre que las armas rebeldes tuvimos en el transcurso de la insurrección. Unos quince hombres destruidos
físicamente y hasta moralmente, nos juntamos y sólo pudimos seguir adelante por la enorme confianza que tuvo en esos momentos
decisivos Fidel Castro, por su recia figura de caudillo revolucionario y su fe inquebrantable en el pueblo. Nosotros éramos un grupo de
extracción civil que estábamos pegados pero no injertados en la Sierra Maestra. Andábamos de bohío en bohío; cierto que no
tocábamos nada que no nos perteneciera, incluso no comíamos nada que no pudiéramos pagar y muchas veces pasamos hambre por este
principio. éramos un grupo al que se veía con tolerancia pero que no estaba integrado; y así pasó mucho tiempo... Fueron varios meses
de vida errante en los picos más altos de la Sierra Maestra, dando golpes esporádicos y volviendo a hacer alto. Ibamos de uno a otro
picacho, en donde no había agua y en donde vivir era extraordinariamente difícil.
Poco a poco en el campesino se fue operando un cambio hacia nosotros, impulsado por la acción de las fuerzas represivas de Batista,
que se dedicaban a asesinar y a destruir las casas y que eran hostiles en todas las formas a quienes, aunque fuera ocasionalmente, habían
tenido el más mínimo contacto con nuestro Ejército Rebelde, y ese cambio se tradujo en la incorporación a nuestras guerrillas del
sombrero de yarey, y así nuestro ejército de civiles se fue convirtiendo en un ejército campesino. Simultáneamente a la incorporación
de los campesinos (de los guajiros) a la lucha armada por sus reivindicaciones de libertad y de justicia social, surgió la gran palabra
mágica que fue movilizando a las masas oprimidas de Cuba en la lucha por la posesión de la tierra: por la Reforma Agraria. Ya estaba
así definido el primer gran planteamiento social que sería después la bandera y la divisa predominante de nuestro movimiento, aunque
atravesamos una etapa de mucha intranquilidad debido a las preocupaciones naturales relacionadas con la política y la conducta de
nuestro gran vecino del Norte. En esos momentos era más importante para nosotros la presencia de un periodista extranjero,
preferiblemente norteamericano, que una victoria militar. Era más importante que la incorporación a la lucha de los campesinos que
venían a traer a la Revolución sus ideales y su fe, el que hubiera combatientes norteamericanos que sirvieran para la exportación de
nuestra propaganda revolucionaria.
Por ese tiempo en Santiago de Cuba sucedió un acontecimiento muy trágico, el asesinato de nuestro compañero Frank País, que marcó
un viraje en toda la estructura del movimiento revolucionario. Respondiendo al impacto emocional que produce la muerte de Frank
País, el pueblo de Santiago de Cuba se echó a la calle espontáneamente, produciéndose el primer conato de huelga general política, que
aunque no tuvo dirección, paralizó totalmente a Oriente, repercutiendo en parecida forma en Camagüey y Las Villas. La dictadura
liquidó este movimiento surgido sin preparación y sin control revolucionario. Este fenómeno popular sirvió para que nos diésemos
cuenta que era necesario incorporar a la lucha por la liberación de Cuba al factor social de los trabajadores e inmediatamente
comenzaron las labores clandestinas en los centros obreros para preparar una huelga general que ayudara al Ejército Rebelde a
conquistar el poder.
Fue ese el inicio de una campaña de organizaciones clandestinas llevada a cabo con una mentalidad insurreccional, pero quienes
alentaron estos movimientos no conocían realmente la significación y la táctica de la lucha de masas. Se las llevó por caminos
completamente equivocados al no crearse el espíritu revolucionario ni la unidad de los combatientes y tratar de dirigir la huelga desde
arriba sin vínculos efectivos en la base de los huelguistas.
Las victorias del Ejército Rebelde y los esforzados trabajos clandestinos agitaron el país creando un estado de efervescencia tan grande
que provocó la declaración de una huelga general el 9 de abril pasado, la que fracasó precisamente por errores de organización, entre
ellos principalmente la falta de contactos entre las masas obreras y la dirección, y su equivocada actitud. Pero la experiencia fue
aprovechada y surgió una lucha ideológica en el seno del Movimiento 26 de Julio que provocó un cambio radical en el enfoque de la
realidad del país y en sus sectores de acción. El 26 de Julio salió fortalecido de la fracasada huelga y la experiencia enseñó a sus
dirigentes una verdad preciosa que era -y que es- que la Revolución no pertenecía a tal o a cual grupo sino que debía ser la obra del
pueblo cubano entero; y a esa finalidad se canalizaron todas las energías de los militantes de nuestro Movimiento, tanto en el Llano
como en la Sierra.
En esta época precisamente empezaron en el Ejército Rebelde los primeros pasos para darle una teoría y una doctrina a la Revolución,
dándose demostraciones palpables de que el movimiento insurreccional había crecido y, por tanto, había llegado a su madurez política.
Habíamos pasado de la etapa experimental a la constructiva, de los ensayos a los hechos definidos. Inmediatamente se iniciaron las
obras de «las pequeñas industrias» en la Sierra Maestra. Sucedió un cambio que nuestros antepasados habían visto hace muchos años:
pasamos de la vida nómada a la vida sedentaria; creamos centros de producción de acuerdo con nuestras necesidades más perentorias.
Así fundamos nuestra fábrica de zapatos, nuestra fábrica de armas, nuestro taller en el que reconstruíamos las bombas que la tiranía nos
arrojaba para devolvérselas a los propios soldados de Batista en forma de minas terrestres.
Los hombres y las mujeres del Ejército Rebelde no olvidaron nunca su misión fundamental en la Sierra Maestra ni en otros lugares, que
era la del mejoramiento del campesino, su incorporación a la lucha por la tierra y su contribución llevada a cabo por medio de escuelas
que los maestros improvisados tenían en los lugares más inasequibles de esa región de Oriente. Se hizo allí el primer ensayo de reparto
de tierras con un reglamento agrario redactado fundamentalmente por el doctor Humberto Sorí Marín, por Fidel Castro y en el cual
tuve el honor de colaborar. Se dieron revolucionariamente las tierras a los campesinos, se ocuparon grandes fincas de servidores de la
dictadura, distribuyéndose, y todas las tierras del Estado se comenzaron a dar en posesión a los campesinos de esa zona. Había llegado
el momento en que nos identificaban plenamente como un movimiento campesino ligado estrechamente a la tierra y con la Reforma
Agraria como bandera.
Más tarde recogimos las consecuencias de la fracasada huelga del 9 de abril, pues la represión bárbara de Batista se hizo sentir a fines
de mayo, provocando en todos nuestros cuadros de lucha un decaimiento muy serio que pudo ser de consecuencias catastróficas para
nuestra causa. La dictadura preparó su más fiera ofensiva. Alrededor del 25 de mayo del año pasado, diez mil soldados bien equipados
atacaron nuestras posiciones centralizando su ofensiva sobre la columna número 1, que dirigía personalmente nuestro Comandante en
Jefe Fidel Castro. El Ejército Rebelde ocupaba un área muy pequeña y casi es increíble que a ese grueso de diez mil soldados le
opusiéramos solamente trescientos fusiles de la libertad, pues eran los únicos que había en la Sierra Maestra en ese momento. La
dirección táctica adecuada de esa campaña dio por resultado que sobre el 30 de julio finalizara la ofensiva de Batista, pasando los
rebeldes de la defensiva a la ofensiva y capturamos más de 600 armas nuevas, más del doble de los fusiles con que habíamos iniciado
esta acción y le hicimos al enemigo más de mil bajas entre muertos, heridos, desertores y prisioneros.
El Ejército Rebelde salió de esta campaña preparado para iniciar una ofensiva sobre el llano, ofensiva de carácter táctico y psicológico
porque nuestro armamento no podía competir en calidad y menos aún en cantidad con el de la dictadura. Esta fue una guerra en la que
contamos siempre con ese aliado imponderable de tan extraordinario valor que es el pueblo. Nuestras columnas podían burlar
continuamente al enemigo y situarse en las mejores posiciones, no sólo gracias a las ventajas tácticas y a la moral de nuestros
milicianos, sino en un grado muy importante a la gran ayuda de los campesinos. El campesino era el colaborador invisible que hacía
todo lo que el rebelde no podía hacer; nos suministraba las informaciones, vigilaba al enemigo, descubría sus puntos débiles, traía
rápidamente los mensajes urgentes, espiaba en las mismas filas del ejército batistiano. Y esto no se debía a ningún milagro, sino a que
ya habíamos iniciado con energía nuestra política de reivindicaciones agropecuarias. Ante la amargura del ataque y del cerco de hambre
con que rodearon la Sierra Maestra, de todos los terratenientes de las zonas limítrofes, diez mil reses subieron a las montañas; y no
sólo fueron para abastecer al Ejército Rebelde, sino que se distribuyeron entre los campesinos y, por primera vez los guajiros de la
Sierra, en esa región que está particularmente depauperada, tuvieron su bienestar; por primera vez los niños campesinos tomaron leche
y comieron carne de res. Y por primera vez, también, recibieron los beneficios de la educación, porque la Revolución trae en sus
manos la escuela. Así todos los campesinos llegaron a una conclusión beneficiosa para nuestro régimen.
Del otro lado, la dictadura les daba sistemáticamente el incendio de las casas, el desalojo de la tierra y la muerte; y no sólo la muerte
desde la tierra, sino también la muerte desde el cielo con las bombas de napalm que los democráticos vecinos del Norte dieron
graciosamente a Batista para aterrorizar las poblaciones civiles, esas bombas que pesan 500 kilos y cuando caen abarcan en su área de
destrucción más de cien metros. Una bomba de napalm arrojada sobre un cafetal significa la destrucción de esa riqueza -con los años
de labor acumulados en ella- en un área de cien metros y se necesitan cinco o seis años para reponer lo que en un minuto es destruido.
En este tiempo se abrió la marcha sobre Las Villas. Es importante señalarlo, no por el hecho de ser actor de ella, sino porque al llegar a
Las Villas nos encontramos con un panorama políticosocial nuevo de la Revolución.
Llegamos a Las Villas con la bandera del 26 de Julio, en donde ya luchaban contra la dictadura el Directorio Revolucionario, grupos del
Segundo Frente del Escambray, grupos del Partido Socialista Popular y pequeñas agrupaciones de la Organización Auténtica. Había que
realizar una tarea política importante y entonces más que nunca se vio que la unidad era un factor preponderante de la lucha
revolucionaria. El 26 de Julio con el Ejército Rebelde al frente tuvo que gestionar la unidad de los distintos elementos que estaban
disgustados y que se encontraron como único aglutinante la obra de la Sierra Maestra. Primero hubo que planear esa unidad, que no
debía hacerse sólo entre los grupos combatientes sino también entre las organizaciones del Llano. Tuvimos que hacer la labor
importantísima de clasificar todas las secciones obreras que había en la provincia. Fue una tarea realizada frente a muchos opositores
aun dentro de las filas de nuestro movimiento que todavía padecía la enfermedad del sectarismo.
Acabábamos de llegar a Las Villas y nuestro primer acto de gobierno -antes de establecer la primera escuela- fue dictar un bando
revolucionario estableciendo la Reforma Agraria, en el que se disponía, entre otras cosas, que los dueños de pequeñas parcelas de
tierra dejaran de pagar su renta hasta que la Revolución decidiera en cada caso. De hecho avanzábamos con la Reforma Agraria como
punta de lanza del Ejército Rebelde. Y no era una maniobra demagógica, sino simplemente que en el transcurso de un año y ocho meses
de Revolución, la compenetración entre los dirigentes y las masas campesinas había sido tan grande que muchas veces ésta incitaba a la
Revolución a hacer lo que en un momento no se pensaba. No fue invento nuestro, fue conminación de los campesinos. A ellos los
convencimos de que con las armas en la mano, con una organización, y perdiendo el miedo al enemigo la victoria era segura. Y el
campesino, que tenía en sus entrañas razones poderosas para hacerlo, impuso la Reforma Agraria a la Revolución, impuso la
confiscación del ganado vacuno y todas las medidas de carácter social que se tomaron en la Sierra Maestra.
En la Sierra Maestra se dictó la Ley número 3, en los días de la farsa electoral del 3 de noviembre, que establecía una verdadera
Reforma Agraria, y aunque no era completa tenía disposiciones muy positivas: repartía las tierras del Estado, la de los servidores de la
dictadura y las de quienes las poseyeran con títulos de propiedad adquiridos mediante maniobras dolosas, como los geófagos que se
han engullido miles de caballerías en los deslindes; otorgaba la propiedad a todos los pequeños colonos de no más de dos caballerías
que pagaran renta. Todo gratuitamente. El principio era muy revolucionario. La Reforma Agraria beneficiará a más de doscientas mil
familias. Pero no está completa la revolución agraria con la Ley número 3. Para ello es necesario dictar reglas contra el latifundio
como preceptúa la Constitución. Hay que definir exactamente el concepto de latifundio que caracteriza nuestra estructura agraria y es
fuente indiscutible del atasco del país y de todos los males para las grandes mayorías campesinas y aún no ha sido tocado.
Será la obra de las masas campesinas organizadas imponer la ley que proscriba el latifundio, como compelieron al Ejército Rebelde a
dictar el principio de la Reforma Agraria contenido en la Ley número 3. Hay otro aspecto que debe tenerse en cuenta. La Constitución
establece que toda expropiación de tierra debe de pagarse con dinero antes de hacerse la misma. Si la Reforma Agraria se acomete de
acuerdo con ese precepto quizá sea un poco lenta y onerosa. También es necesaria la acción colectiva de los campesinos que se han
ganado el derecho a la libertad desde el triunfo de la Revolución, para exigir democráticamente la derogación del mismo y poder ir
derechamente a una verdadera y amplia Reforma Agraria.
Estamos ya en las proyecciones sociales del Ejército Rebelde, tenemos una democracia armada. Cuando planeamos la Reforma Agraria
y acatamos las demandas de las nuevas leyes revolucionarias que la complementan y que la harán viable e inmediata, estamos pensando
en la justicia social que significa la redistribución de la tierra y también en la creación de un mercado interno extenso y en la
diversificación de los cultivos, dos objetivos cardinales inseparables del gobierno revolucionario que no pueden ser pospuestos porque
el interés popular está implícito en ellos.
Todas las actividades económicas son conexas. Tenemos que incrementar la industrialización del país, sin ignorar los muchos
problemas que su proceso lleva aparejados. Pero una política de fomento industrial exige ciertas medidas arancelarias que protejan la
industria naciente y un mercado interno capaz de absorber las nuevas mercaderías. Ese mercado no lo podemos aumentar más que
dando acceso a él a las grandes masas campesinas, a los guajiros que no tienen poder adquisitivo pero sí necesidades que cubrir y que
no pueden comprar hoy.
No se nos escapa que estamos empeñados en la persecución de fines que demandan una enorme responsabilidad por nuestra parte, y
que no son los únicos. Debemos esperar la reacción contra ellos de parte de quien domina en más del 75% nuestro intercambio
comercial y nuestro mercado. Frente a ese peligro tenemos que prepararnos con la aplicación de contramedidas, entre las que se
destaca el Arancel y la multiplicación de los mercados exteriores. Necesitamos crear una flota mercante cubana para transportar el
azúcar, el tabaco y otras mercaderías, porque la tenencia de ella influirá muy favorablemente en el tipo de los fletes, de cuya
cooperación depende en alto grado el progreso de los países subdesarrollados como Cuba.
Si vamos al desenvolvimiento de un programa de industrialización, ¿qué es lo más importante para lograrlo? Pues las materias primas
que la Constitución sabiamente defendía y que están entregadas a consorcios extranjeros por la acción e la dictadura de Batista.
Tenemos que ir al rescate de nuestro subsuelo, de nuestros minerales. Otro elemento de la industrialización es la electricidad. Hay que
contar con ella. Vamos a asegurar que la energía eléctrica esté en manos cubanas. Debemos también nacionalizar la Compañía de
Teléfonos, por el mal servicio que presta y lo caro que lo cobra.
¿Con qué resortes contamos para que un programa como el expuesto se lleve a cabo? Tenemos el Ejército Rebelde y éste debe ser
nuestro primer instrumento de lucha, el arma más positiva y más vigorosa y destruir todo lo que queda del ejército del batistato. Y
entiéndase bien que esta liquidación no se hace por venganza no sólo por espíritu de justicia, sino por la necesidad de asegurar que
todas esas conquistas del pueblo puedan lograrse en el plazo más mínimo.
Nosotros derrotamos un ejército numéricamente muy superior con el concurso del pueblo, con una táctica adecuada, con una moral
revolucionaria. Pero ahora tenemos que afrontar la realidad de que nuestro ejército no está aún capacitado para las nuevas
responsabilidades adquiridas, como defender íntegramente el territorio cubano. Tenemos que ir rápidamente a la reestructuración del
Ejército Rebelde, porque al paso hicimos un cuerpo armado de campesinos y de obreros, analfabetos muchos de ellos, incultos y sin
preparación técnica. Tenemos que capacitar este ejército para las altas tareas que tienen que arrostrar sus miembros y capacitarlos
técnica y culturalmente.
El Ejército Rebelde es la vanguardia del pueblo cubano y al referirnos a su progreso técnico y cultural tenemos que saber el significado
de estas cosas en un sentido moderno. Ya hemos comenzado simbólicamente su educación con un recital presidido casi
exclusivamente por el espíritu y las enseñanzas de José Martí.
La recuperación nacional tiene que destruir muchos privilegios y por ello tenemos que estar apercibidos para defender la nación de sus
enemigos declarados o embozados. En ese sentido el nuevo ejército tiene que adaptarse a la nueva modalidad que ha surgido de esta
guerra de liberación, pues sabemos que si somos agredidos por una pequeña isla, lo seríamos con el apoyo de una potencia que es casi
un continente; tendríamos que soportar en nuestro suelo una agresión de proporción inmensa. Y por esa razón debemos prevenirnos y
preparar nuestra avanzada con un espíritu y una estrategia guerrilleras, al efecto de que nuestras defensas no se desintegren al primer
embate y mantengan su unidad central. Todo el pueblo cubano deberá convertirse en un ejército guerrillero, pues el Ejército Rebelde es
un cuerpo en crecimiento cuya capacidad sólo está limitada por el número de seis millones de cubanos de la república. Cada cubano ha
de aprender a manejar las armas y cuándo deberá usarlas en su defensa.
A grandes rasgos he expuesto la proyección social del Ejército Rebelde después de la victoria y su papel impulsando al gobierno a
hacer patentes las aspiraciones revolucionarias.
Hay algo más interesante que decir para acabar esta charla. El ejemplo que nuestra revolución ha significado para la América Latina y
las enseñanzas que implican haber destruido todas las teorías de salón: hemos demostrado que un grupo pequeño de hombres decididos
apoyados por el pueblo y sin miedo a morir si fuera necesario puede llegar a imponerse a un ejército regular disciplinado y derrotarlo
definitivamente. Esa es la enseñanza fundamental. Hay otra que deben de recoger nuestros hermanos de América, situados
económicamente en la misma categoría agraria que nosotros y es que hay que hacer revoluciones agrarias, luchar en los campos, en las
montañas y de aquí llevar la revolución a las ciudades, no pretender hacerla en éstas sin contenido social integral.
Ahora, ante las experiencias que hemos tenido, se plantea cuál será nuestro futuro, que está ligado íntimamente al de todos los países
subdesarrollados de la América Latina. La Revolución no está limitada a la nación cubana pues ha tocado la conciencia de América y ha
alertado gravemente a los enemigos de nuestros pueblos. Por eso hemos advertido claramente que cualquier intento de agresión sería
rechazado con las armas en la mano. El ejemplo de Cuba ha provocado más efervescencia en toda la América Latina y en los países
oprimidos. la Revolución ha puesto en capilla a los tiranos latinoamericanos, porque éstos son enemigos de los regímenes populares
igual que las empresas monopolistas extranjeras. Como somos un país pequeño necesitamos el apoyo de todos los pueblos
democráticos y especialmente de la América Latina.
Artículos, discursos y conferencias
Nota editorial [de la edición de 1977]
Con la publicación de este volumen, la Editorial de Ciencias Sociales del Ministerio de Cultura prosigue el trabajo de recopilación de
escritos y discursos del comandante Ernesto Che Guevara, cuya publicación se inició en 1972. Como se recordará, en ocasión del
quinto aniversario de la caída en combate de Che, al frente de su aguerrido y glorioso ejército internacionalista, fueron publicados los
tres primeros volúmenes de esta colección, dedicados, respectivamente, a escritos militares de carácter teórico, relatos y documentos
relacionados con la guerra de liberación en Cuba y documentos de la lucha revolucionaria en Bolivia.
Con este cuarto volumen se inicia la publicación de los textos relacionados con la construcción del socialismo en Cuba en todos sus
aspectos -ideológico, político, económico, social y cultural-, temas de la historia de las luchas revolucionarias en nuestro país y
materiales relativos a la proyección internacional de la Revolución Cubana.
La gran cantidad de textos localizados e incluidos en esta recopilación, muchos de ellos prácticamente desconocidos, ha obligado a
extender la cantidad de volúmenes de esta colección. En efecto, de seis tomos programados inicialmente, contará de hecho con nueve
volúmenes. De esta forma, el lector tendrá a su disposición la colección más completa publicada hasta la fecha de textos del Che, cuyo
pensamiento encierra valores ideológicos, políticos e históricos de fundamental importancia para todo revolucionario.
Los volúmenes 4 a 8 de esta colección agrupan en riguroso orden cronológico todos los textos del comandante Guevara relacionados
fundamentalmente con la problemática interna de la Revolución Cubana o con la historia de nuestro país. El tomo 9 y final incluye los
textos relacionados con temas internacionales, así como una selección de cartas personales sobre las más variadas materias.
La Editorial de Ciencias Sociales quiere dejar constancia de la valiosa cooperación prestada para la realización de este trabajo por la
Comisión para Perpetuar la Memoria del Comandante Ernesto Guevara, del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Artículos, discursos y conferencias 1959
Lo que aprendimos y lo que enseñamos
1° de enero de 1959
En el mes de diciembre, mes del Segundo Aniversario del desembarco del «Granma», conviene dar una mirada retrospectiva a los años
de lucha armada y a la larga lucha revolucionaria cuyo fermento inicial lo da el 10 de Marzo, con la asonada batistiana, y su campanazo
primero el 26 de Julio en 1953, con la trágica batalla del Moncada.
Largo ha sido el camino y lleno de penurias y contradicciones. Es que en el curso de todo proceso revolucionario, cuando éste es
dirigido honestamente y no frenado desde puestos de responsabilidad, hay una serie de interacciones recíprocas entre los dirigentes y
la masa revolucionaria. El Movimiento 26 de Julio, ha sufrido también la acción de esta ley histórica. Del grupo de jóvenes entusiastas
que asaltaron el Cuartel Moncada en la madrugada del 26 de Julio de 1953, a los actuales directores del movimiento, siendo muchos de
ellos los mismos, hay un abismo. Los cinco años de lucha frontal, dos de los cuales son de una franca guerra, han moldeado el espíritu
revolucionario de todos nosotros en los choques cotidianos con la realidad y con la sabiduría instintiva del pueblo.
Efectivamente, nuestro contacto con las masas campesinas nos ha enseñado la gran injusticia que entraña el actual régimen de
propiedad agraria, nos convencieron de la justicia de un cambio fundamental de ese régimen de propiedad; nos ilustraron en la práctica
diaria sobre la capacidad de abnegación del campesinado cubano, sobre su nobleza y lealtad sin límites. Pero nosotros enseñamos
también; enseñamos a perder el miedo a la represión enemiga, enseñamos la superioridad de las armas populares sobre el batallón
mercenario, enseñamos, en fin, la nunca suficientemente repetida máxima popular: «la unión hace la fuerza».
Y el campesino alertado de su fuerza impuso al Movimiento, su vanguardia combativa, el planteamiento de reivindicaciones que fueron
haciéndose más conscientemente audaces hasta plasmarse en la Ley n° 3 de Reforma Agraria de la Sierra Maestra recientemente
emitida.
Esa Ley es hoy nuestro orgullo, nuestro pendón de combate, nuestra razón de ser como organización revolucionaria. Pero no siempre
fueron así nuestras exposiciones sociales; cercados en nuestro reducto de la Sierra, sin conexiones vitales con la masa del pueblo,
alguna vez creímos que podíamos imponer la razón de nuestras armas con más fuerza de convicción que la razón de nuestras ideas. Por
eso tuvimos nuestro 9 de Abril, fecha de triste recordación que representa en lo social lo que la Alegría de Pío, nuestra única derrota
en el campo bélico, significó en el desarrollo de la lucha armada.
De la Alegría de Pío extrajimos la enseñanza revolucionaria necesaria para no perder una sola batalla más; del 9 de Abril hemos
aprendido también que la estrategia de la lucha de masas responde a leyes definidas que no se pueden burlar ni torcer. La lección está
claramente aprendida. Al trabajo de las masas campesinas, a las que hemos unido sin distinción de banderas en la lucha por la posesión
de la tierra, agregamos hoy la exposición de reivindicaciones obreras que unen a la masa proletaria bajo una sola bandera de lucha, el
Frente Obrero Nacional Unificado (F.O.N.U.), con una sola meta táctica cercana: la huelga general revolucionaria.
No significa esto el uso de tácticas demagógicas como expresión de habilidad política; no investigamos el sentimiento de las masas
como una simple curiosidad científica, respondemos a su llamado, porque nosotros, vanguardia combativa de los obreros y campesinos
que derraman su sangre en las sierras y llanos de Cuba, no somos elementos aislados de la masa popular, somos parte misma del
pueblo. Nuestra función directiva no nos aísla, nos obliga.
Pero nuestra condición de Movimiento de todas las clases de Cuba, nos hace luchar también por los profesionales y comerciantes en
pequeño que aspiran a vivir en un marco de leyes decorosas; por el industrial cubano, cuyo esfuerzo engrandece a la Nación creando
fuentes de trabajo, por todo hombre de bien que quiere ver a Cuba sin su luto diario de estas jornadas de dolor.
Hoy, más que nunca, el Movimiento 26 de Julio, ligado a los más altos intereses de la nación cubana, da su batalla, sin desplantes pero
sin claudicaciones, por los obreros y campesinos, por los profesionales y pequeños comerciantes, por los industriales nacionales, por
la democracia y la libertad, por el derecho de ser hijos libres de un pueblo libre porque el pan de cada día sea la medida exacta de
nuestro esfuerzo cotidiano.
En este segundo aniversario, cambiamos la formulación de nuestro juramento. Ya no seremos «libres o mártires»: seremos libres,
libres por la acción de todo el pueblo de Cuba que está rompiendo cadena tras cadena con la sangre y el sufrimiento de sus mejores
hijos.
[Patria. Organo oficial del Ejército Rebelde «26 de Julio», Las Villas, año I, n° 2, 1° de enero de 1959.]
Artículos, discursos y conferencias 1959
Proyecciones sociales del Ejército Rebelde
27 de enero de 1959
En la noche de hoy se impone la evocación martiana, como ha dicho oportunamente quien me ha presentado ante ustedes, y creo que al
hablar de la proyección social del Ejército Rebelde, nos estamos refiriendo concretamente al sueño que Martí hubiese realizado.
Y como ésta es una noche de recuerdo, antes de entrar de lleno en el tema, en su significación histórica, haremos una breve reseña de
lo que ha sido y es este Movimiento.
No puedo iniciar mis palabras desde el momento en que fue atacado el Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Quiero referirme
solamente a la parte que me corresponde por mi actuación en la serie de sucesos que dieron por resultado el triunfo de la Revolución
el primero de enero pasado.
Comencemos, pues, esta historia como yo la empecé en México.
Para todos nosotros es muy importante conocer el pensamiento actual de quienes componen nuestro Ejército Rebelde: el pensamiento
de aquel grupo que se embarcó en la aventura del Granma y la evolución de ese pensamiento nacido en la entraña del Movimiento 26 de
Julio; y sus cambios sucesivos a través de las etapas de la Revolución, para llegar a la enseñanza final de este último capítulo con que la
parte insurreccional ha terminado.
Les decía que trabé conocimiento con los primeros miembros del 26 de Julio en México. Era muy diferente la proyección social que
tenían aquellos hombres antes de la etapa del Granma, antes que se produjera la primera escisión en el 26 de Julio, cuando estaba en él
todo el núcleo sobreviviente del ataque al Cuartel Moncada. Recuerdo que en una discusión íntima, en una casa en México, exponía la
necesidad de ofrecer al pueblo de Cuba un programa revolucionario; y uno de los asaltantes del Moncada -que afortunadamente se
separó del 26 de Julio- me contestó con unas frases que siempre recuerdo, diciéndome: «La cosa es muy sencilla. Nosotros lo que
tenemos que hacer es dar un golpe. Batista dio un golpe y tomó el poder en un día, hay que dar otro para sacarlo de él. Batista le ha
hecho a los americanos cien concesiones, vamos a darles nosotros ciento una.» La cosa era tomar el poder. Yo le argumentaba que
teníamos que dar ese golpe basados en principios, que lo importante era saber lo que íbamos a hacer en el poder. Esa era la idea de un
miembro de la primera etapa del 26 de julio, que como yo les dije, por fortuna para nosotros, él y quienes mantenían ese criterio se
fueron de nuestro movimiento revolucionario y tomaron otro camino.
Desde ese momento se fue perfilando el grupo que vendría más tarde en el Granma, formado con muchas dificultades, pues sufrimos la
persecución continua de las autoridades mexicanas, que llegaron a poner en peligro el éxito de la expedición. Una serie de factores
internos, como individuos que al principio parecían querer ir a la aventura y después, con un pretexto u otro, se iban separando de ella,
fue limitando la cantidad de expedicionarios. Al final quedaron los 82 hombres que tomamos en Granma. Lo demás es bien conocido
del pueblo cubano.
Lo que a mí me interesa y lo que creo importante es el pensamiento social que teníamos los sobrevivientes de la Alegría de Pío. Este
es el primero y el único desastre que las armas rebeldes tuvimos en el transcurso de la insurrección. Unos quince hombres destruidos
físicamente y hasta moralmente, nos juntamos y sólo pudimos seguir adelante por la enorme confianza que tuvo en esos momentos
decisivos Fidel Castro, por su recia figura de caudillo revolucionario y su fe inquebrantable en el pueblo. Nosotros éramos un grupo de
extracción civil que estábamos pegados pero no injertados en la Sierra Maestra. Andábamos de bohío en bohío; cierto que no
tocábamos nada que no nos perteneciera, incluso no comíamos nada que no pudiéramos pagar y muchas veces pasamos hambre por este
principio. éramos un grupo al que se veía con tolerancia pero que no estaba integrado; y así pasó mucho tiempo... Fueron varios meses
de vida errante en los picos más altos de la Sierra Maestra, dando golpes esporádicos y volviendo a hacer alto. Ibamos de uno a otro
picacho, en donde no había agua y en donde vivir era extraordinariamente difícil.
Poco a poco en el campesino se fue operando un cambio hacia nosotros, impulsado por la acción de las fuerzas represivas de Batista,
que se dedicaban a asesinar y a destruir las casas y que eran hostiles en todas las formas a quienes, aunque fuera ocasionalmente, habían
tenido el más mínimo contacto con nuestro Ejército Rebelde, y ese cambio se tradujo en la incorporación a nuestras guerrillas del
sombrero de yarey, y así nuestro ejército de civiles se fue convirtiendo en un ejército campesino. Simultáneamente a la incorporación
de los campesinos (de los guajiros) a la lucha armada por sus reivindicaciones de libertad y de justicia social, surgió la gran palabra
mágica que fue movilizando a las masas oprimidas de Cuba en la lucha por la posesión de la tierra: por la Reforma Agraria. Ya estaba
así definido el primer gran planteamiento social que sería después la bandera y la divisa predominante de nuestro movimiento, aunque
atravesamos una etapa de mucha intranquilidad debido a las preocupaciones naturales relacionadas con la política y la conducta de
nuestro gran vecino del Norte. En esos momentos era más importante para nosotros la presencia de un periodista extranjero,
preferiblemente norteamericano, que una victoria militar. Era más importante que la incorporación a la lucha de los campesinos que
venían a traer a la Revolución sus ideales y su fe, el que hubiera combatientes norteamericanos que sirvieran para la exportación de
nuestra propaganda revolucionaria.
Por ese tiempo en Santiago de Cuba sucedió un acontecimiento muy trágico, el asesinato de nuestro compañero Frank País, que marcó
un viraje en toda la estructura del movimiento revolucionario. Respondiendo al impacto emocional que produce la muerte de Frank
País, el pueblo de Santiago de Cuba se echó a la calle espontáneamente, produciéndose el primer conato de huelga general política, que
aunque no tuvo dirección, paralizó totalmente a Oriente, repercutiendo en parecida forma en Camagüey y Las Villas. La dictadura
liquidó este movimiento surgido sin preparación y sin control revolucionario. Este fenómeno popular sirvió para que nos diésemos
cuenta que era necesario incorporar a la lucha por la liberación de Cuba al factor social de los trabajadores e inmediatamente
comenzaron las labores clandestinas en los centros obreros para preparar una huelga general que ayudara al Ejército Rebelde a
conquistar el poder.
Fue ese el inicio de una campaña de organizaciones clandestinas llevada a cabo con una mentalidad insurreccional, pero quienes
alentaron estos movimientos no conocían realmente la significación y la táctica de la lucha de masas. Se las llevó por caminos
completamente equivocados al no crearse el espíritu revolucionario ni la unidad de los combatientes y tratar de dirigir la huelga desde
arriba sin vínculos efectivos en la base de los huelguistas.
Las victorias del Ejército Rebelde y los esforzados trabajos clandestinos agitaron el país creando un estado de efervescencia tan grande
que provocó la declaración de una huelga general el 9 de abril pasado, la que fracasó precisamente por errores de organización, entre
ellos principalmente la falta de contactos entre las masas obreras y la dirección, y su equivocada actitud. Pero la experiencia fue
aprovechada y surgió una lucha ideológica en el seno del Movimiento 26 de Julio que provocó un cambio radical en el enfoque de la
realidad del país y en sus sectores de acción. El 26 de Julio salió fortalecido de la fracasada huelga y la experiencia enseñó a sus
dirigentes una verdad preciosa que era -y que es- que la Revolución no pertenecía a tal o a cual grupo sino que debía ser la obra del
pueblo cubano entero; y a esa finalidad se canalizaron todas las energías de los militantes de nuestro Movimiento, tanto en el Llano
como en la Sierra.
En esta época precisamente empezaron en el Ejército Rebelde los primeros pasos para darle una teoría y una doctrina a la Revolución,
dándose demostraciones palpables de que el movimiento insurreccional había crecido y, por tanto, había llegado a su madurez política.
Habíamos pasado de la etapa experimental a la constructiva, de los ensayos a los hechos definidos. Inmediatamente se iniciaron las
obras de «las pequeñas industrias» en la Sierra Maestra. Sucedió un cambio que nuestros antepasados habían visto hace muchos años:
pasamos de la vida nómada a la vida sedentaria; creamos centros de producción de acuerdo con nuestras necesidades más perentorias.
Así fundamos nuestra fábrica de zapatos, nuestra fábrica de armas, nuestro taller en el que reconstruíamos las bombas que la tiranía nos
arrojaba para devolvérselas a los propios soldados de Batista en forma de minas terrestres.
Los hombres y las mujeres del Ejército Rebelde no olvidaron nunca su misión fundamental en la Sierra Maestra ni en otros lugares, que
era la del mejoramiento del campesino, su incorporación a la lucha por la tierra y su contribución llevada a cabo por medio de escuelas
que los maestros improvisados tenían en los lugares más inasequibles de esa región de Oriente. Se hizo allí el primer ensayo de reparto
de tierras con un reglamento agrario redactado fundamentalmente por el doctor Humberto Sorí Marín, por Fidel Castro y en el cual
tuve el honor de colaborar. Se dieron revolucionariamente las tierras a los campesinos, se ocuparon grandes fincas de servidores de la
dictadura, distribuyéndose, y todas las tierras del Estado se comenzaron a dar en posesión a los campesinos de esa zona. Había llegado
el momento en que nos identificaban plenamente como un movimiento campesino ligado estrechamente a la tierra y con la Reforma
Agraria como bandera.
Más tarde recogimos las consecuencias de la fracasada huelga del 9 de abril, pues la represión bárbara de Batista se hizo sentir a fines
de mayo, provocando en todos nuestros cuadros de lucha un decaimiento muy serio que pudo ser de consecuencias catastróficas para
nuestra causa. La dictadura preparó su más fiera ofensiva. Alrededor del 25 de mayo del año pasado, diez mil soldados bien equipados
atacaron nuestras posiciones centralizando su ofensiva sobre la columna número 1, que dirigía personalmente nuestro Comandante en
Jefe Fidel Castro. El Ejército Rebelde ocupaba un área muy pequeña y casi es increíble que a ese grueso de diez mil soldados le
opusiéramos solamente trescientos fusiles de la libertad, pues eran los únicos que había en la Sierra Maestra en ese momento. La
dirección táctica adecuada de esa campaña dio por resultado que sobre el 30 de julio finalizara la ofensiva de Batista, pasando los
rebeldes de la defensiva a la ofensiva y capturamos más de 600 armas nuevas, más del doble de los fusiles con que habíamos iniciado
esta acción y le hicimos al enemigo más de mil bajas entre muertos, heridos, desertores y prisioneros.
El Ejército Rebelde salió de esta campaña preparado para iniciar una ofensiva sobre el llano, ofensiva de carácter táctico y psicológico
porque nuestro armamento no podía competir en calidad y menos aún en cantidad con el de la dictadura. Esta fue una guerra en la que
contamos siempre con ese aliado imponderable de tan extraordinario valor que es el pueblo. Nuestras columnas podían burlar
continuamente al enemigo y situarse en las mejores posiciones, no sólo gracias a las ventajas tácticas y a la moral de nuestros
milicianos, sino en un grado muy importante a la gran ayuda de los campesinos. El campesino era el colaborador invisible que hacía
todo lo que el rebelde no podía hacer; nos suministraba las informaciones, vigilaba al enemigo, descubría sus puntos débiles, traía
rápidamente los mensajes urgentes, espiaba en las mismas filas del ejército batistiano. Y esto no se debía a ningún milagro, sino a que
ya habíamos iniciado con energía nuestra política de reivindicaciones agropecuarias. Ante la amargura del ataque y del cerco de hambre
con que rodearon la Sierra Maestra, de todos los terratenientes de las zonas limítrofes, diez mil reses subieron a las montañas; y no
sólo fueron para abastecer al Ejército Rebelde, sino que se distribuyeron entre los campesinos y, por primera vez los guajiros de la
Sierra, en esa región que está particularmente depauperada, tuvieron su bienestar; por primera vez los niños campesinos tomaron leche
y comieron carne de res. Y por primera vez, también, recibieron los beneficios de la educación, porque la Revolución trae en sus
manos la escuela. Así todos los campesinos llegaron a una conclusión beneficiosa para nuestro régimen.
Del otro lado, la dictadura les daba sistemáticamente el incendio de las casas, el desalojo de la tierra y la muerte; y no sólo la muerte
desde la tierra, sino también la muerte desde el cielo con las bombas de napalm que los democráticos vecinos del Norte dieron
graciosamente a Batista para aterrorizar las poblaciones civiles, esas bombas que pesan 500 kilos y cuando caen abarcan en su área de
destrucción más de cien metros. Una bomba de napalm arrojada sobre un cafetal significa la destrucción de esa riqueza -con los años
de labor acumulados en ella- en un área de cien metros y se necesitan cinco o seis años para reponer lo que en un minuto es destruido.
En este tiempo se abrió la marcha sobre Las Villas. Es importante señalarlo, no por el hecho de ser actor de ella, sino porque al llegar a
Las Villas nos encontramos con un panorama políticosocial nuevo de la Revolución.
Llegamos a Las Villas con la bandera del 26 de Julio, en donde ya luchaban contra la dictadura el Directorio Revolucionario, grupos del
Segundo Frente del Escambray, grupos del Partido Socialista Popular y pequeñas agrupaciones de la Organización Auténtica. Había que
realizar una tarea política importante y entonces más que nunca se vio que la unidad era un factor preponderante de la lucha
revolucionaria. El 26 de Julio con el Ejército Rebelde al frente tuvo que gestionar la unidad de los distintos elementos que estaban
disgustados y que se encontraron como único aglutinante la obra de la Sierra Maestra. Primero hubo que planear esa unidad, que no
debía hacerse sólo entre los grupos combatientes sino también entre las organizaciones del Llano. Tuvimos que hacer la labor
importantísima de clasificar todas las secciones obreras que había en la provincia. Fue una tarea realizada frente a muchos opositores
aun dentro de las filas de nuestro movimiento que todavía padecía la enfermedad del sectarismo.
Acabábamos de llegar a Las Villas y nuestro primer acto de gobierno -antes de establecer la primera escuela- fue dictar un bando
revolucionario estableciendo la Reforma Agraria, en el que se disponía, entre otras cosas, que los dueños de pequeñas parcelas de
tierra dejaran de pagar su renta hasta que la Revolución decidiera en cada caso. De hecho avanzábamos con la Reforma Agraria como
punta de lanza del Ejército Rebelde. Y no era una maniobra demagógica, sino simplemente que en el transcurso de un año y ocho meses
de Revolución, la compenetración entre los dirigentes y las masas campesinas había sido tan grande que muchas veces ésta incitaba a la
Revolución a hacer lo que en un momento no se pensaba. No fue invento nuestro, fue conminación de los campesinos. A ellos los
convencimos de que con las armas en la mano, con una organización, y perdiendo el miedo al enemigo la victoria era segura. Y el
campesino, que tenía en sus entrañas razones poderosas para hacerlo, impuso la Reforma Agraria a la Revolución, impuso la
confiscación del ganado vacuno y todas las medidas de carácter social que se tomaron en la Sierra Maestra.
En la Sierra Maestra se dictó la Ley número 3, en los días de la farsa electoral del 3 de noviembre, que establecía una verdadera
Reforma Agraria, y aunque no era completa tenía disposiciones muy positivas: repartía las tierras del Estado, la de los servidores de la
dictadura y las de quienes las poseyeran con títulos de propiedad adquiridos mediante maniobras dolosas, como los geófagos que se
han engullido miles de caballerías en los deslindes; otorgaba la propiedad a todos los pequeños colonos de no más de dos caballerías
que pagaran renta. Todo gratuitamente. El principio era muy revolucionario. La Reforma Agraria beneficiará a más de doscientas mil
familias. Pero no está completa la revolución agraria con la Ley número 3. Para ello es necesario dictar reglas contra el latifundio
como preceptúa la Constitución. Hay que definir exactamente el concepto de latifundio que caracteriza nuestra estructura agraria y es
fuente indiscutible del atasco del país y de todos los males para las grandes mayorías campesinas y aún no ha sido tocado.
Será la obra de las masas campesinas organizadas imponer la ley que proscriba el latifundio, como compelieron al Ejército Rebelde a
dictar el principio de la Reforma Agraria contenido en la Ley número 3. Hay otro aspecto que debe tenerse en cuenta. La Constitución
establece que toda expropiación de tierra debe de pagarse con dinero antes de hacerse la misma. Si la Reforma Agraria se acomete de
acuerdo con ese precepto quizá sea un poco lenta y onerosa. También es necesaria la acción colectiva de los campesinos que se han
ganado el derecho a la libertad desde el triunfo de la Revolución, para exigir democráticamente la derogación del mismo y poder ir
derechamente a una verdadera y amplia Reforma Agraria.
Estamos ya en las proyecciones sociales del Ejército Rebelde, tenemos una democracia armada. Cuando planeamos la Reforma Agraria
y acatamos las demandas de las nuevas leyes revolucionarias que la complementan y que la harán viable e inmediata, estamos pensando
en la justicia social que significa la redistribución de la tierra y también en la creación de un mercado interno extenso y en la
diversificación de los cultivos, dos objetivos cardinales inseparables del gobierno revolucionario que no pueden ser pospuestos porque
el interés popular está implícito en ellos.
Todas las actividades económicas son conexas. Tenemos que incrementar la industrialización del país, sin ignorar los muchos
problemas que su proceso lleva aparejados. Pero una política de fomento industrial exige ciertas medidas arancelarias que protejan la
industria naciente y un mercado interno capaz de absorber las nuevas mercaderías. Ese mercado no lo podemos aumentar más que
dando acceso a él a las grandes masas campesinas, a los guajiros que no tienen poder adquisitivo pero sí necesidades que cubrir y que
no pueden comprar hoy.
No se nos escapa que estamos empeñados en la persecución de fines que demandan una enorme responsabilidad por nuestra parte, y
que no son los únicos. Debemos esperar la reacción contra ellos de parte de quien domina en más del 75% nuestro intercambio
comercial y nuestro mercado. Frente a ese peligro tenemos que prepararnos con la aplicación de contramedidas, entre las que se
destaca el Arancel y la multiplicación de los mercados exteriores. Necesitamos crear una flota mercante cubana para transportar el
azúcar, el tabaco y otras mercaderías, porque la tenencia de ella influirá muy favorablemente en el tipo de los fletes, de cuya
cooperación depende en alto grado el progreso de los países subdesarrollados como Cuba.
Si vamos al desenvolvimiento de un programa de industrialización, ¿qué es lo más importante para lograrlo? Pues las materias primas
que la Constitución sabiamente defendía y que están entregadas a consorcios extranjeros por la acción e la dictadura de Batista.
Tenemos que ir al rescate de nuestro subsuelo, de nuestros minerales. Otro elemento de la industrialización es la electricidad. Hay que
contar con ella. Vamos a asegurar que la energía eléctrica esté en manos cubanas. Debemos también nacionalizar la Compañía de
Teléfonos, por el mal servicio que presta y lo caro que lo cobra.
¿Con qué resortes contamos para que un programa como el expuesto se lleve a cabo? Tenemos el Ejército Rebelde y éste debe ser
nuestro primer instrumento de lucha, el arma más positiva y más vigorosa y destruir todo lo que queda del ejército del batistato. Y
entiéndase bien que esta liquidación no se hace por venganza no sólo por espíritu de justicia, sino por la necesidad de asegurar que
todas esas conquistas del pueblo puedan lograrse en el plazo más mínimo.
Nosotros derrotamos un ejército numéricamente muy superior con el concurso del pueblo, con una táctica adecuada, con una moral
revolucionaria. Pero ahora tenemos que afrontar la realidad de que nuestro ejército no está aún capacitado para las nuevas
responsabilidades adquiridas, como defender íntegramente el territorio cubano. Tenemos que ir rápidamente a la reestructuración del
Ejército Rebelde, porque al paso hicimos un cuerpo armado de campesinos y de obreros, analfabetos muchos de ellos, incultos y sin
preparación técnica. Tenemos que capacitar este ejército para las altas tareas que tienen que arrostrar sus miembros y capacitarlos
técnica y culturalmente.
El Ejército Rebelde es la vanguardia del pueblo cubano y al referirnos a su progreso técnico y cultural tenemos que saber el significado
de estas cosas en un sentido moderno. Ya hemos comenzado simbólicamente su educación con un recital presidido casi
exclusivamente por el espíritu y las enseñanzas de José Martí.
La recuperación nacional tiene que destruir muchos privilegios y por ello tenemos que estar apercibidos para defender la nación de sus
enemigos declarados o embozados. En ese sentido el nuevo ejército tiene que adaptarse a la nueva modalidad que ha surgido de esta
guerra de liberación, pues sabemos que si somos agredidos por una pequeña isla, lo seríamos con el apoyo de una potencia que es casi
un continente; tendríamos que soportar en nuestro suelo una agresión de proporción inmensa. Y por esa razón debemos prevenirnos y
preparar nuestra avanzada con un espíritu y una estrategia guerrilleras, al efecto de que nuestras defensas no se desintegren al primer
embate y mantengan su unidad central. Todo el pueblo cubano deberá convertirse en un ejército guerrillero, pues el Ejército Rebelde es
un cuerpo en crecimiento cuya capacidad sólo está limitada por el número de seis millones de cubanos de la república. Cada cubano ha
de aprender a manejar las armas y cuándo deberá usarlas en su defensa.
A grandes rasgos he expuesto la proyección social del Ejército Rebelde después de la victoria y su papel impulsando al gobierno a
hacer patentes las aspiraciones revolucionarias.
Hay algo más interesante que decir para acabar esta charla. El ejemplo que nuestra revolución ha significado para la América Latina y
las enseñanzas que implican haber destruido todas las teorías de salón: hemos demostrado que un grupo pequeño de hombres decididos
apoyados por el pueblo y sin miedo a morir si fuera necesario puede llegar a imponerse a un ejército regular disciplinado y derrotarlo
definitivamente. Esa es la enseñanza fundamental. Hay otra que deben de recoger nuestros hermanos de América, situados
económicamente en la misma categoría agraria que nosotros y es que hay que hacer revoluciones agrarias, luchar en los campos, en las
montañas y de aquí llevar la revolución a las ciudades, no pretender hacerla en éstas sin contenido social integral.
Ahora, ante las experiencias que hemos tenido, se plantea cuál será nuestro futuro, que está ligado íntimamente al de todos los países
subdesarrollados de la América Latina. La Revolución no está limitada a la nación cubana pues ha tocado la conciencia de América y ha
alertado gravemente a los enemigos de nuestros pueblos. Por eso hemos advertido claramente que cualquier intento de agresión sería
rechazado con las armas en la mano. El ejemplo de Cuba ha provocado más efervescencia en toda la América Latina y en los países
oprimidos. la Revolución ha puesto en capilla a los tiranos latinoamericanos, porque éstos son enemigos de los regímenes populares
igual que las empresas monopolistas extranjeras. Como somos un país pequeño necesitamos el apoyo de todos los pueblos
democráticos y especialmente de la América Latina.
Artículos, discursos y conferencias
Artículos, discursos y conferencias 1960
Discurso en la conmemoración
del natalicio de José Martí
28 de enero de 1960
Queridos compañeros: niños y adolescentes de hoy, hombres y mujeres de mañana; héroes de mañana, si es necesario, en los rigores
de la lucha armada: héroes, si no, en la construcción pacífica de nuestra nación soberana:
Hoy es un día muy especial, un día que llama a la conversación íntima entre nosotros, los que de alguna manera hemos contribuido con
un esfuerzo directo a la Revolución, y todos ustedes.
Hoy se cumple un nuevo aniversario del Natalicio de José Martí, y antes de entrar en el tema quiero prevenirles una cosa: he escuchado
hace unos momentos: ¡Viva el Che Guevara!, pero a ninguno de ustedes se le ocurrió hoy gritar: ¡Viva Martí!... y eso no está bien...
(Aplausos y gritos de: «¡Viva Martí!»)
Y no está bien por muchas razones. Porque antes que naciera el Che Guevara y todos los hombres que hoy lucharon, que dirigieron
como él dirigió; antes que naciera todo este impulso libertador del pueblo cubano, Martí había nacido, había sufrido y había muerto en
aras del ideal que hoy estamos realizando.
Más aún, Martí fue el mentor directo de nuestra Revolución, el hombre a cuya palabra había que recurrir siempre para dar la
interpretación justa de los fenómenos históricos que estábamos viviendo y el hombre cuya palabra y cuyo ejemplo había que recordar
cada vez que se quisiera decir o hacer algo trascendente en esta Patria... porque José Martí es mucho más que cubano: es americano;
pertenece a todos los veinte países de nuestro continente y su voz se escucha y se respeta no sólo aquí en Cuba sino en toda América.
Cúmplenos a nosotros el haber tenido el honor de hacer vivas las palabras de José Martí en su Patria, en el lugar donde nació. Pero hay
muchas formas de honrar a Martí. Se puede honrarlo cumpliendo religiosamente con las festividades que indican cada año la fecha de
su nacimiento, o con el recordatorio del nefasto 19 de mayo de 1895. Se puede honrar a Martí citando sus frases, frases bonitas, frases
perfectas, y además, y sobre todo, frases justas. Pero se puede y se debe honrar a Martí en la forma en que él querría que se le hiciera,
cuando decía a pleno pulmón: «La mejor manera de decir, es hacer.»
Por eso nosotros tratamos de honrarlo haciendo lo que él quiso hacer y lo que las circunstancias políticas y las balas de la colonia se lo
impidieron.
Y no todos, ni muchos -y quizás ninguno- pueda ser Martí, pero todos podemos tomar el ejemplo de Martí y tratar de seguir su camino
en la medida de nuestros esfuerzos. Tratar de comprenderlo y de revivirlo por nuestra acción y nuestra conducta de hoy, porque aquella
Guerra de Independencia, aquella larga guerra de liberación, ha tenido su réplica hoy y ha tenido cantidad de héroes modestos,
escondidos, fuera de las páginas de la historia, y que, sin embargo, han cumplido con absoluta cabalidad los preceptos y los mandatos
del Apóstol.
Yo quiero presentarles hoy a un muchacho que quizás muchos de ustedes conozcan ya, y hacer una pequeña historia de aquellos días
difíciles de la Sierra.
¿Ustedes lo conocen o no lo conocen? (Aplausos.) Es el comandante Joel Iglesias, del Ejército Rebelde y el jefe de la Asociación de
Jóvenes Rebeldes. (Aplausos.)
Ahora les voy a explicar por qué razones está en ese puesto y por qué lo presento con orgullo en un día como hoy.
El comandante Joel Iglesias tiene 17 años. (Aplausos.) Cuando llegó a la Sierra tenía 15 años. (Aplausos.) Y cuando me lo presentaron
no lo quise admitir porque era muy niño. En aquel momento había un saco de peines de ametralladora -la ametralladora que usaba en
aquella época- y nadie lo quería cargar. Se le puso como tarea y como prueba el que llevara ese saco por las empinadas lomas de la
Sierra Maestra. El hecho de que esté hoy aquí indica que lo pudo llevar bien. (Aplausos.)
Pero hay mucho más que eso. Ustedes no habrán tenido tiempo, por el poco espacio que caminó, de ver que cojea de una pierna;
ustedes no han podido ver, no han podido oír tampoco, porque no los ha saludado, que tiene la voz ronca y que no se le escucha bien.
Ustedes no han podido ver que tiene en su cuerpo 10 cicatrices de balas enemigas (aplausos) y que esa ronquera que tiene, esa cojera
gloriosa, son los recuerdos de las balas enemigas, pues siempre estuvo en primer lugar en el combate y en los puestos de mayor
responsabilidad.
Yo recuerdo que había un soldado -que después también fue comandante- que murió hace poco por una equivocación trágica.
Ese comandante se llamaba Cristino Naranjo. Tenía cerca de cuarenta años, y el teniente que lo mandaba era el teniente Joel Iglesias, de
quince años. Cristino le hablaba de tú a Joel, y Joel, que lo mandaba, le hablaba de usted, Sin embargo, Cristino Naranjo nunca dejó de
obedecer una orden, porque en nuestro Ejército Rebelde, siguiendo las orientaciones de Martí, no nos importaban ni los años, ni el
pasado, ni la trayectoria política, ni la religión, ni la ideología anterior de un combatiente. Nos importaban los hechos en ese momento
y su devoción a la causa revolucionaria.
Nosotros sabíamos también, por Martí, que no importaba el número de armas en la mano, sino el número de estrellas en la frente. Y
Joel Iglesias, ya en aquella época, era de los que tenían muchas estrellas en la frente, no esa sola que hoy tiene como comandante del
Ejército. (Aplausos.)
Por eso quería presentárselo en un día como hoy, para que supieran que el Ejército Rebelde se preocupa de la juventud, y de darle a esa
juventud que hoy asoma a la vida, lo mejor de sus hombres, lo mejor de sus ejemplos combatientes y de sus ejemplos de trabajo.
Porque creemos que así se honra a Martí.
Quisiera decirles a ustedes muchas cosas como esta hoy. Quisiera explicarles, para que me entiendan, para que lo sientan en lo más
hondo de sus corazones, el porqué de esta lucha, de la que pasamos con las armas en la mano, de la que hoy sostenemos contra los
poderes imperiales, y de la que quizás tengamos todavía que sostener mañana en el campo económico, o aún en el campo armado.
De todas las frases de Martí, hay una que creo que define como ninguna ese espíritu de Apóstol. Es aquella que dice: «Todo hombre
verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre.» (Aplausos.)
Eso era, y es, el Ejército Rebelde y la Revolución cubana. Un Ejército y una Revolución que sienten en conjunto y en cada uno de sus
miembros, la afrenta que significa el bofetón dado a cualquier mejilla de hombre en cualquier lugar de la tierra.
Es una Revolución hecha para el pueblo y mediante el esfuerzo del pueblo, que nació de abajo, que se nutrió de obreros y de
campesinos, que exigió el sacrificio de obreros y de campesinos en todos los campos y en todas las ciudades de la Isla. Pero que ha
sabido también recordarlos en el momento del triunfo.
«CON LOS POBRES DE LA TIERRA QUIERO YO MI SUERTE ECHAR», decía Martí,... y así mismo, interpretando sus palabras, lo
hicimos nosotros.
Hemos venido puestos por el pueblo y dispuestos a seguir aquí hasta que el pueblo lo quiera, a destruir todas las injusticias y a
implantar un nuevo orden social.
No le tenemos miedo a palabras, ni a acusaciones, como no tuvo miedo Martí. Aquella vez que en un primero de Mayo, creo que de
1872, en que varios héroes de la clase obrera norteamericana rendían su vida por defenderla y por defender los derechos del pueblo,
Martí señalaba con valentía y emoción esa fecha, y marcaba el rostro de quien había vulnerado los derechos humanos, llevando al
patíbulo a los defensores de la clase obrera. Y ese primero de Mayo que Martí apuntó en aquella época, es el mismo que la clase obrera
del mundo entero, salvo los Estados Unidos, que tienen miedo de recordar esa fecha, recuerdan todos los años en todos los pueblos, y
en todas las capitales del mundo, y Martí fue el primero en señalarlo, como siempre era el primero en señalar las injusticias. Como se
levantó junto con los primeros patriotas y como sufrió la cárcel a los quince años; y como toda su vida no fue nada más que una vida
destinada al sacrificio, pensando en el sacrificio y sabiendo que el sacrificio de él era necesario para la realidad futura, para esta
realidad revolucionaria que todos ustedes viven hoy.
Martí nos enseñó esto a nosotros también. Nos enseñó que un revolucionario y un gobernante no pueden tener ni goces ni vida privada,
que debe destinarlo todo a su pueblo, al pueblo que lo eligió, y lo manda a una posición de responsabilidad y de combate.
Y también cuando nos dedicamos todas las horas posibles del día y de la noche a trabajar por nuestro pueblo, pensamos en Martí y
sentimos que estamos haciendo vivo el recuerdo del Apóstol... (Aplausos.)
Si de esta conversación entre ustedes y nosotros quedara algo, si no se esfumara, como se van las palabras, me gustaría que todos
ustedes en el día de hoy... pensaran en Martí. Pensaran como en un ser vivo, no como un dios ni como una cosa muerta; como algo que
está presente en cada manifestación de la vida cubana, como está presente en cada manifestación de la vida cubana la voz, el aire, los
gestos de nuestro gran y nunca bien llorado compañero Camilo Cienfuegos. (Aplausos.) Porque a los héroes, compañeros, a los héroes
del pueblo, no se les puede separar del pueblo, no se les puede convertir en estatuas, en algo que está fuera de la vida de ese pueblo para
el cual la dieron, El héroe popular debe ser una cosa viva y presente en cada momento de la historia de un pueblo.
Así como ustedes recuerdan a nuestro Camilo, así deben recordar a Martí, al Martí que habla y que piensa hoy, con el lenguaje de hoy,
porque eso tienen de grande los grandes pensadores y revolucionarios: su lenguaje no envejece. Las palabras de Martí de hoy no son de
museo, están incorporadas a nuestra lucha y son nuestro emblema, son nuestra bandera de combate.
Esa es mi recomendación final, que se acerquen a Martí sin pena, sin pensar que se acercan a un dios, sino a un hombre más grande que
los demás hombres, más sabio y más sacrificado que los demás hombres, y pensar que lo reviven un poco cada vez que piensan en él y
lo reviven mucho cada vez que actúan como él quería que actuaran.
Recuerden ustedes que de todos los amores de Martí, su amor más grande estaba en la niñez y en la juventud, que a ellas dedicó sus
páginas más tiernas y más sentidas y muchos años de su vida combatiendo.
Para acabar, les pido que me despidan como empezaron, pero al revés: con un Viva Martí, ¡que está vivo!
(Todo el público en pie grita: ¡Viva Martí! y se producen grandes ovaciones.)
[Comisión para perpetuar la memoria del comandante Che Guevara.]
Artículos, discursos y conferencias 1960
Discurso en el Banco Nacional
29 de enero de 1960
Antes de hablar del tema esencial para el que he sido invitado, deseo expresar en conjunto mi saludo y mi deseo de relaciones
armónicas y de compañerismo con los integrantes de las instituciones económicas vinculadas con el Banco Nacional. A muchos no he
podido visitar por falta de tiempo. Pero todo eso es adjetivo, porque lo que importa es trabajar unidos para el bien de Cuba.
Entrando en el tema, voy a referirme al 4% no como número, no como un porcentaje, sino como un símbolo. Ese 4% de ustedes y de
otros empleados y trabajadores que ya lo han ofrecido, es el símbolo de identificación absoluta del Gobierno y las clases productoras;
es el vínculo entre los gobernantes y su pueblo. No es el caso referirnos a su importancia económica, que la tiene, sino machacar sobre
la importancia de su simbolismo. Y es eso muy importante porque estamos en la época que los viejos conceptos se están destruyendo.
Hemos tenido una economía floreciente, en términos económicos. Cuba logró un producto: el azúcar, que fue el centro de nuestra
riqueza. La desarrollaron quienes pretendieron ser nuestros amigos y después se convirtieron en nuestros explotadores. Se hizo una
economía de una sola mercancía de alta productividad y que competía fácilmente en el mercado extranjero pero todo lo demás quedó
en cero.
Sabemos cómo los gobernantes impuestos o mediatizados por los intereses ajenos a Cuba impusieron tratados. Mientras se hablara de
azúcar, parecía que no había peligro alguno para la economía cubana, y sin embargo la entrada de otros productos procedentes de
afuera, impedían todo desarrollo económico. Solamente la privilegiada posición geográfica de Cuba, su clima envidiable y otros
factores le permitieron seguir viviendo, mientras que poco a poco los intereses azucareros no sólo dominaban en el país, sino que eran
una prolongación de Wall Street en Cuba.
Los usurpadores se dedicaron no sólo a comprar azúcar, sino también a asegurarse la materia prima en forma de cañas de
administración. Fue entonces que surgió la ambición latifundista y se dieron a la tarea de coger las tierras, los ingenios y todo cuanto
pudieron, mientras el que la cultivaba tenía que buscar sustento en las montañas o echarse por los caminos.
La belleza de La Habana -evidentemente una de las ciudades más ricas y más bellas de América-, se hizo con el sudor y la sangre de los
campesinos cubanos. Ya en el proceso de la Revolución, la presión del campesino sobre la tierra empezaba a dar sus frutos y el primer
bosquejo de Reforma Agraria se hizo en el año 1957. A finales del año 1958, se estableció por el Decreto n° 3 de la Sierra Maestra, la
Reforma Agraria, que reconocía a todos los trabajadores agrícolas que tuvieran menos de dos caballerías, el derecho a su posesión
gratuita. Después, ustedes conocen la historia de nuestra Reforma Agraria, su promulgación en la Sierra Maestra y las luchas y ataques
que hemos debido sostener por mantener intactos los postulados de esta ley y por llevarla a cabo. Se pensó muchas veces y mucha
gente pensó que la Reforma Agraria era simplemente una palabra más en el vocabulario de la demagogia politiquera. Solamente cuando
los hechos demostraron hasta la saciedad que esta era una Reforma Agraria que se iba a hacer, fue cuando la reacción fue organizando
sus baterías y centrándola en una campaña de propaganda que solamente tiene en América el precedente de la Guatemala democrática
de Jacobo Arbenz. Y si me refiero aquí a la Reforma Agraria con tanta insistencia, no es sólo porque sea la niña mimada de la
Revolución, o porque sea el único tema del que pueda hablar; es porque la Reforma Agraria es la base de todos los acontecimientos que
se han sucedido después y de todos los que se sucederán. En la Reforma Agraria están planteados los términos de la lucha por la
liberación del país y también se plantean los grandes dilemas que esta Revolución ha puesto sobre el tapete.
No hemos ido a averiguar, como quieren todos los técnicos de todos los bancos y de todas las instituciones financieras o
internacionales de nuestra América, cómo financiar nuestra Reforma Agraria, si no después de hacerla. El primer paso es tomar la
tierra; ¿cómo? eso lo dirá el pueblo; el pueblo en armas conquistó su derecho a gobernarse y él, que es mayoría y es fuerza armada,
determinara cómo se hará la Reforma Agraria y como se financiará.
Podrá parecerles a ustedes muy extraño que quien como yo tengo el deber aquí, como Presidente de Banco, del Banco Nacional nada
menos, de defender todos los antiguos derechos establecidos, venga a romper lanzas contra la propiedad; pero es que nuestra
Revolución debe ser entendida así tal como es; nuestra Revolución va contra el antiguo derecho de propiedad; lo va a romper y lo va a
aniquilar, porque nuestra Revolución es por sobre todas las cosas antifeudal y antilatifundista, y debe romper primero estas relaciones
sociales, para después llegar a la segunda etapa, que es la etapa industrial.
Creo que la primera parte de la batalla se ha ganado. Podrá todavía alguno protestar con más o menos vehemencia, por lo que llama el
despojo de la tierra, pero la tierra ya pertenece al campesino. Que tenga el título o no lo tenga, que se le haya dado un bono o no al
antiguo propietario eso es lo que tiene menos importancia. El Gobierno Revolucionario ya ha reconocido el derecho a los antiguos
propietarios a obtener una retribución por estas tierras y ha reconocido el derecho a los campesinos a tener la tierra. Los campesinos
nos creen, saben que la tierra es de ellos, aunque no tengan el título firmado por el Presidente del Instituto Nacional de la Reforma
Agraria, y los antiguos poseedores de la tierra podrán creernos o no, pero son minoría.
Frente al mandato imperativo de la masa, nuestro deber revolucionario no podrá flaquear un minuto ni detenerse en ningún formalismo.
Ahora al hacer esta Reforma Agraria, que fue antifeudal y antilatifundista -porque no siempre el latifundio significa feudalismo-,
tuvimos el primero y muy serio de los choques contra los capitales extranjeros que se habían adueñado del territorio nacional. Primero
se habló de precio justo; no se especificó si precio justo era el precio que habían pagado por estas tierras; es decir, darle un balazo al
campesino que la tenía antes, por ejemplo. Ese precio podríamos pagarlo, no nos costaba mucho hacerlo; pero queríamos llegar a una
fórmula más tranquilizadora para todos. Utilizamos el sistema de considerar el amillaramiento y allí se crisparon los antiguos
poseedores. Todos los episodios de las notas que han ido y han venido, son historia de estos días y no es necesario repetirlas. Lo
importante es que la Reforma Agraria sigue adelante, que los campesinos han tomado la tierra, que a las viejas relaciones sociales
suceden estas nuevas relaciones revolucionarias y que iniciamos el camino de la industrialización.
Y aquí se nos plantea un nuevo interrogante y una fase distinta del único problema de nuestra liberación nacional. Primero, teníamos
que plantearnos el dilema de nuestra actuación siguiente: Seguimos siendo un abastecedor de materias muy buscadas en los mercados
internacionales, es decir, seguimos siendo exportadores, buscadores de divisas, o nos convertimos en productores de las materias
primas y de los productos manufacturados que necesitamos para nuestro consumo interno; es decir, nos convertimos en sustituidores
de divisas. Hemos elegido este segundo camino, porque nos da mucha más garantía en nuestro desarrollo y además, porque
estratégicamente está mucho mejor defendido el país que se basta a sí mismo.
En el campo agrario, hemos iniciado las grandes campañas nacionales para autoabastecernos de arroz, algodón, aceites vegetales y
productos lácteos, como primera parte de nuestra batalla agrícola e industrial.
En el campo industrial puro, se han iniciado ya los estudios serios para crear las grandes fuentes productoras de materia prima para una
industria nacional; se han estudiado las posibilidades de crear la siderurgia y la metalúrgica nacional, utilizando de una vez los grandes
yacimientos que se sabe que existen, pero que no han sido ubicados, sobre todo en la provincia de Oriente.
En el campo de los combustibles, tras de liberar nuestro subsuelo mediante la Ley del Petróleo, estamos trabajando activamente para
establecer por medio del Instituto Nacional del Petróleo -de reciente formación-, nuestra propia fuente de recursos en combustible
ayudados en alguna medida con la producción de alcohol de las mieles finales que sirve como carburante.
En el campo de la industrialización de la caña, también estamos trabajando activamente para transformar nuestra única fuente de
ingreso, que es el azúcar, en una fuente múltiple sin abandonar su base; es decir, para aprovechar bagazos, para aprovechar toda una rama
importantísima de la química orgánica moderna, que ha dado en llamarse sucroquímica y que ofrece perspectivas magníficas; además,
nuestro papel de bagazo ya se vende en el mercado y tiene toda su producción distribuida entre los diversos periódicos del país.
Estamos trabajando activamente en la tarea de crear nuevos productos que sustituyen importación también en esta rama.
En la importantísima rama de toda la industria ligera estamos trabajando en un plan de organización, de planificación de toda ella y de
orientación de la inversión privada.
Ya se han hecho estudios definitivos sobre la industria textil, que nos llevará en 5 años a autoabastecernos de este vital producto.
Está estudiándose la ley para crear la Comisión Nacional de Energía Eléctrica, que se encargue de una organización en todo el
territorio nacional de la red eléctrica y de la fuente de producción de energía eléctrica, necesarias para un desarrollo industrial que
aspiramos sea uno de los más fuertes del mundo en este momento.
Ya hemos citado las principales fuentes de producción agropecuarias; este es pues el cuadro de los grandes rumbos que tomará la
industrialización del país en los próximos años.
No podría hablarles concretamente de la fecha de iniciación y terminación de los planes, del costo final de los mismos y de los medios
de financiamiento. La Revolución no ha avanzando en forma pareja en todas sus fases y mientras ha llevado la Reforma Agraria hasta
sus últimos extremos, hay muchos organismos y muchas estructuras económicas del país que necesariamente tendrán que liquidarse
para poder llevar a buen fin nuestra tarea de desarrollo.
Cuando se haya realizado el nuevo ordenamiento económico que demanda el país en estos momentos, podré venir ante ustedes, o podrá
hacerlo quien esté encargado de ello, a explicar aquí y ante el pueblo entero de Cuba, las características finales de nuestro plan de
industrialización. Sin embargo, hemos aprendido la gran lección de la Reforma Agraria: primero hay que empezar a hacer y después
pensar cómo seguir haciendo. No vamos a sentarnos y hacer un alto en el camino para pensar cuáles serán nuestros próximos pasos.
Vamos a pensar caminando, vamos a aprender creando y también, por qué no decirlo, equivocándonos. Estoy seguro que muchas veces
nos encontraremos con que estamos fuera de la senda, pero eso no será sino en contados momentos y podremos tomar el buen camino
con una mayor dosis de experiencia. Todos nosotros, y el pueblo con nosotros, considera que esta fórmula es mucho más beneficiosa
para el país que la de sentarse a pensar planes maravillosos mientras el tiempo transcurre. Por eso, si hoy me preguntaran, si alguno
tuviera la ocurrencia de pararse y preguntarme: bueno, ¿y en qué va a invertir el Gobierno este 4 % de nuestros salarios que nosotros
damos? Yo tendría que decirle simplemente que no sé, y todavía más irreverentemente, podría decirle que no me importa tampoco. Se
va a emplear en el desarrollo industrial del país. No sabemos siquiera, porque no hay estadísticas, cual será el monto exacto del 4% de
salarios dado por todos los obreros del país, porque no sabemos exactamente cuántos obreros, cuántos trabajadores de todo tipo hay en
el país; no sabemos exactamente cuantos desocupados hay, y, en números redondos, de nuestro país sabemos muy poco.
Todas las estadísticas están en proceso de cambio, en proceso de adaptación, para reflejar la verdad de este momento de Cuba. Creo
que es algo en lo cual no tengo que insistir mucho, porque todos ustedes han estado en estrecho contacto con las cifras y saben que,
fuera de alguna de aquí de La Habana, todas las demás no se pueden considerar. Saben, por ejemplo, que los contrabandos que se
realizaban por el puerto de La Habana eran fabulosos y que hoy no tenemos base ninguna de comparación para hacer un cálculo aunque
sea aproximado. Por eso no puedo venir a ofrecerles una imagen exacta de lo que se va a hacer con este 4%, lo único -no como
presidente del Banco, pero sí como revolucionario-, que les puedo asegurar es que todo el dinero que consigamos por el aporte
voluntario de los factores de producción del país, se va a dedicar a inversiones reproductivas que signifiquen más salarios y mayor
bienestar para nuestro país.
Y queda como final de este esquema de la historia de nuestro desarrollo económico en este año, un punto algo distante del tema central
que nos ocupa. El problema de la agresión extranjera. El problema de la agresión económica extranjera que también ustedes conocen
por estar en estrecho contacto con todos los bancos y todos los agentes comerciales extranjeros que operan dentro y fuera del país.
Saben ustedes bien que los créditos se están restringiendo y que se están preparando las condiciones para tratar de producir una crisis
económica en el país, tanto por medio del sabotaje de la producción, como por medio del sabotaje de las materias primas que vienen de
fuera -algunas tan importantes como el petróleo-, como por el crédito.
Y es por eso que este 4 % vuelve a adquirir su importancia capital. Porque es, como decía al iniciar, la reafirmación de la voluntad total
del pueblo de centralizar sus esfuerzos para convertirnos rápidamente en un país que se autoabastezca dentro de las posibilidades de
esta vida moderna; para convertirnos en un país, cuya agresión económica por parte de una potencia extranjera signifique más en
detrimento de esa potencia extranjera que del nuestro propio; para darnos la potencia suficiente para que nuestra capacidad de
represalia sea sentida y para darnos nuestros márgenes económicos suficientes para poder soportar una agresión continuada, sin que se
llegue a un estado de claudicación del pueblo cubano. Porque estamos en un momento crítico, estamos quizás en el borde donde acaban
las palabras y empiezan los hechos.
Tras la cortina de ataques calumniosos y de quejas hipócritas, se prepara una de las más grandes agresiones contra un pueblo que lucha
por su liberación; y si por un solo momento nos paramos en nuestro camino para meditar en la forma de defendernos, estamos
vencidos.
Nuestra única respuesta debe ser la respuesta revolucionaria que se dio el 26 de octubre: contra avionetas que violen el territorio
nacional, la Ley de Minas y la Ley del Petróleo; contra nuevas agresiones, nuevas leyes; contra más amenazas, más aportes del ahorro
popular para industrializarnos más rápidamente y conseguir esa potencia que buscamos; la potencia pacífica que no permita sobresalir
en América como nación productora y trabajadora o la potencia guerrera que nos permita defender nuestro territorio y mantener
nuestro sitial de vanguardia de la libertad de América.
Este era el pequeño mensaje que quería traerles junto con mi saludo y mi pedido de perdón, porque esta charla ha sido mucho más
encendida que la que el puesto que ocupo hacía suponer; les pido una vez más perdón, pero todavía soy mucho más guerrillero que
Presidente de Banco.
[Comisión para perpetuar la memoria del comandante Ernesto Guevara.]
Artículos, discursos y conferencias 1960
Discurso a los trabajadores del industria textil
7 de febrero de 1960
Mis queridos compañeros:
Debo pedir disculpas, en primer lugar, porque no podré asistir a la terminación de este acto, debido a que también tengo un
compromiso previo con el señor Anastas Mikoyan, en cuya casa tendré el honor de almorzar hoy en compañía de algunos Ministros del
Gobierno. (Aplausos.)
Con respecto a lo que nos ocupa ahora, quiero decirles que están tratando por todos los medios de impedir la zafra. Yo sé que eso es
imposible, y ya hoy hice mi «zafra particular»: más de cien mil pesos directamente de la Federación Textil y de otras federaciones
nacionales y provinciales, vienen a contribuir el gran fondo que ha creado el pueblo para la defensa de su país. Hubiera querido que el
señor Mikoyan viera también esta parte del acto, que viera que nuestro pueblo no se limita solamente a marchar o a empuñar el fusil,
que en cada momento de su vida piensa en la defensa de la Revolución y acorde a los grandes principios que nos han regido, se impone
el sacrificio de quitar parte de sus haberes para contribuir a todas las grandes campañas de nuestro Gobierno Revolucionario.
Esa es la base de nuestro triunfo. Nuestro triunfo no será el triunfo de personalidades aisladas, no puede ser siquiera el triunfo de Fidel
Castro, siendo como es el líder indiscutido de todos nosotros. (Aplausos.) Nuestro triunfo es el triunfo del pueblo entero, y quisiera
yo decirle al señor Mikoyan que si todavía no podemos tirar «Sputniks» a la luna, podemos expander nuestra idea revolucionaria hasta
la luna misma, y mostrar nuestro entusiasmo... (aplausos) y mostrar nuestro entusiasmo constructivo a la cara del mundo.
Hubiera querido que al ilustre huésped no se le obsequiara con maniobras militares, sino simplemente con muestras de nuestra arte y
de nuestra cultura populares. El momento lo ha impedido; debemos prepararnos para cumplir nuestra Revolución pacíficamente o para
defenderla con las armas en la mano. Pensamos que el primero de enero había acabado la historia del fusil aquí en Cuba;
desgraciadamente, debemos seguir empuñándolo para defender lo que conquistamos ese primero de enero, y todas nuestras conquistas
revolucionarias hasta hoy, y las que vendrán, porque una Revolución no se puede parar. En el momento en que se para, retrocede; y
nosotros debemos seguir adelante para profundizarla más, para hacerla más vigorosa y para mantener ante los ojos de América y del
mundo este ejemplo luminoso que es nuestra Revolución de hoy.
Todos los pueblos que han pasado por etapas parecidas en todos los países de Europa y del Asia, nos miran como a hermanos menores
y pujantes que marchamos en el camino absoluto de la liberación; nos miran con simpatía en la República Arabe Unida, en la India...
(aplausos) en Indonesia, en Yugoeslavia, en la Unión Soviética... (aplausos) y nos miran también con simpatía y con renovadas
esperanzas en cada uno de los pueblos asiáticos y africanos que no han logrado todavía su liberación, y en nuestras veinte repúblicas
hermanas, que aunque algunas de ellas están hoy en un plano de evolución económica más adelantado que el nuestro, ninguna ha llegado
a nuestro grado de madurez política y revolucionaria. Podemos decir con orgullo, con todo el sano orgullo, que estamos a la cabeza de
América, que somos hoy... (aplausos) el país que está trazando las grandes pautas de nuestra liberación.
No luchamos solamente contra los poderes coloniales, no luchamos solamente contra nuestros latifundistas de aquí, contra nuestros
criminales de guerra; no luchamos solamente contra las satrapías americanas, como la de Trujillo o la de Somoza: luchamos también
contra la desvergüenza y la traición de falsos gobernantes de América, que se escudan tras una careta democrática para echarle
zancadillas a la Revolución cubana. Pero somos tan fuertes que podremos contra todos ellos, y podremos porque a la unidad absoluta
del pueblo de Cuba se une la unidad y la solidaridad de todos nuestros hermanos de América y de todos los pueblos del mundo que
saben lo que es el sufrimiento y la opresión colonial. Por eso estamos en un momento luminoso. Angustioso quizás, de lucha y de
trabajo, cuyo fin no se ve en un futuro inmediato, pero debemos tener siempre la misma fe que hoy han demostrado ustedes. Y esa fe se
demuestra con los hechos, no sólo con las palabras; se demuestra con los aportes voluntarios, con las milicias obreras, de campesinos
y de estudiantes y se demuestra también con el trabajo fecundo y organizado.
Queremos, sí, esta vez, poder decir sin falsas hipocresías que el Gobierno Revolucionario no tiene un solo problema con sus obreros o
campesinos; que cada vez que se le puede dar una nueva conquista salarial o social, se le dará inmediatamente; y cada vez que se deba
exigir un sacrificio, se podrá contar con la gran masa de compañeros obreros y campesinos. (Aplausos.)
Artículos, discursos y conferencias
Artículos, discursos y conferencias 1961
Comparecencia televisada acerca de la firma
de acuerdos con los países socialistas
6 de enero de 1961
Primero tengo que saludar a los oyentes de toda Cuba, después de un tiempo de ausencia de la vida pública, y anunciarles que el motivo
de esta comparecencia es explicar claramente, dentro de la brevedad de una intervención de este tipo, la magnitud de los acuerdos
firmados en los países socialistas, fundamentalmente con la Unión Soviética, y con la República Popular China; y, además, establecer
exactamente cuál fue la intervención de cada cual en esta negociación, que pudo parecer larga pues estuvimos dos meses, –en la Unión
Soviética estuvimos, en el curso de esos dos meses, durante tres oportunidades diferentes–, y pudo parecer todo el resultado final
como la coronación de unas largas, difíciles negociaciones en las cuales la Delegación cubana salió triunfante, imponiendo las ya
conocidas medidas económicas, de compromisos de compra por parte de la Unión Soviética y de los países socialistas, de cuatro
millones de toneladas a cuatro centavos la libra, es decir, un precio sustancialmente más alto que el que actualmente rige en el mercado
mundial, en cualquiera de las dos Bolsas que están operando a diferentes niveles, o sea, la de Nueva York o la de Londres.
En realidad, no hubo tal cosa. El viaje y las conversaciones en la Unión Soviética, desde el primer momento fueron llevadas con
extraordinaria facilidad, debido al espíritu con que los gobernantes de los países socialistas supieron analizar la petición cubana.
Nosotros, evidentemente, no podíamos pedir al mundo socialista que hiciera el esfuerzo de comprarnos esa cantidad de azúcar y que la
comprara a ese precio y basar esa petición en motivos económicos, porque realmente no hay ninguna razón, dentro de los términos del
comercio mundial, para que se realizara esta compra. Ella se produce, sencillamente, como un planteamiento político.
Cuba está frente a una agresión económica a fondo del imperialismo norteamericano, y todavía es un país de monocultivo. Cuba tiene
que contar, para desarrollarse y para realizar su comercio exterior, con el azúcar. O vende su azúcar, o sufre quebrantos muy grandes en
el comercio exterior. Y, además, la vende a un determinado precio, o lo que se produce es una efectiva descapitalización del país, pues
el principal producto hay que venderlo muy por debajo de su precio de costo.
En estos términos políticos fue planteada la petición cubana, hecha directamente por el Gobierno y firmada por el Primer Ministro,
Fidel Castro, y fue recibida con extraordinaria simpatía y comprensión por los países socialistas. En el primer momento, se convocó
una reunión en Moscú a resueltas de la cual se firmó un Convenio multilateral de pagos. Fue, quizá, un caso único. Mientras nosotros
nos reuníamos, se estaban reuniendo los delegados de ochenta y un países del mundo, de los partidos comunistas de los ochenta y un
países que tiene el partido, para resolver una serie de problemas importantes que llevaron la atención de personalidades tan relevantes
en el mundo socialista como Liu Shao-Chi, y como Jruschov.
Sin embargo, tuvieron tiempo para convocar a una reunión que fue prácticamente, a nivel de Ministros de Comercio Exterior –una
categoría que nosotros no tenemos todavía; ellos dividen su comercio en Comercio Interior y Exterior–. Varios de los Ministros de
Comercio Exterior y otras figuras representativas, se trasladaron a Moscú para tener conversaciones con nosotros, y simplemente el
único tema de discusión era la cantidad de azúcar que cada país podía absorber, para ayudar a Cuba.
La Unión Soviética se compromete a comprar 2 millones 700 mil toneladas de azúcar, en el caso de que los Estados Unidos no nos
compren –lo que parece muy probable–; China compra un millón de toneladas de azúcar, y los demás países socialistas, se
comprometen a comprar 300 mil toneladas. Esos son los países de Europa. Además, como compras adicionales, la República
Democrática Popular de Vietnam cinco mil toneladas; y, como una compra simbólica, para expresar el apoyo monolítico de todo el
bloque socialista a nuestro Gobierno, la República Popular de Mongolia compra mil toneladas de azúcar.
La Misión, que durante una parte del recorrido presidí yo y que actualmente está presidida por el sub-secretario de Relaciones
Exteriores, Rodríguez Llombart, recorrerá todos los países del bloque socialista. Actualmente está en Bulgaria; falta la visita
solamente a Rumania y a Albania. Y llevó como misión suplementaria la de firmar los protocolos de comercio para el año 1961 y para
años posteriores, con todos los países de ese bloque.
Era una tarea sumamente difícil; una tarea difícil, porque nosotros hemos tenido que cambiar la estructura de nuestro comercio en muy
pocos meses. De ser este país aún a finales del año 1959, es decir, hace exactamente un año, un país de estructura totalmente colonial,
con un sistema de comercio interior y exterior dominado totalmente por los grandes importadores dependientes de los capitales
monopolistas, ha pasado a ser en el curso de diez meses, hasta octubre, en que ya se cierra definitivamente el ciclo, un país donde el
Estado ejerce el monopolio absoluto del comercio exterior, y, además, una gran parte del comercio interior.
Este cambio, necesariamente, trae aparejadas violentas conmociones y dificultades muy grandes. Recibimos felicitaciones sinceras de
los países socialistas, no por haber llevado todos nuestros pedidos enormes, eso era imposible, sino por habernos equivocado poco,
dada la magnitud del trabajo. Pudimos, sin embargo, llevar un esquema de las necesidades fundamentales de nuestro país para este año
1961, y afrontamos allí una nueva dificultad. Esta dificultad es que los países socialistas se rigen, en primer lugar, por patrones
métricos, del sistema decimal, y aquí nosotros seguíamos, naturalmente, la práctica colonial de pesar todo en libras, de medirlo en
yardas, o millas, en fin, de realizar todos nuestros sistemas de medidas, de presiones, de los distintos instrumentos, de las cañerías, las
bocas de las bombas, en fin, todo el instrumental industrial que se precisa, era de un tipo diferente. Incluso, en la electricidad, en los
países socialistas es de cincuenta ciclos por segundo; aquí la electricidad es sesenta ciclos por segundo. Hay que adaptar todas las
máquinas a ese ciclaje diferente.
Y todo esto en países con una planificación altamente desarrollada, donde ya tienen previstas las principales producciones para el año
1961; y algunos países, como Checoslovaquia, tienen ya estructurado su plan de desarrollo para 1980. Es decir, que tenían que cambiar,
fundamentalmente tenían que adaptar su comercio exterior a las necesidades de Cuba en muchos artículos que eran fundamentales para
Cuba, que había que suministrárselos, porque si no a Cuba se le detenía su desarrollo, y había que suministrarlos en un determinado
tiempo, y adaptarse a las necesidades cubanas.
Es realmente un caso insólito en estos últimos tiempos, y en los anales del comercio exterior, que todo un bloque de países tenga que
cambiar hasta su tipo de producción para ayudar a un país como el nuestro, tan pequeño territorialmente y en habitantes, tan desvalido
frente al poderío norteamericano.
Sin embargo, encontramos la mejor disposición en todos lo países visitados. Se pudo realizar, en este corto espacio de tiempo, en los
dos meses en que estuve personalmente –y todavía seguimos trabajando–, realmente un trabajo extraordinario. Además, pudimos ver la
insospechada capacidad que tiene Cuba de expandir su comercio exterior en el área socialista, sobre todo en los países asiáticos, y
fundamentalmente en China, donde nuestro producto principal, el azúcar, puede ser absorbido totalmente por ese país, y todavía mucho
más de nuestra producción, si tuviera la posibilidad de trasladarlo, ya que hay la posibilidad de intercambiar productos.
Por ejemplo, China es un país que en este momento tiene un consumo de menos de dos kilos de azúcar por habitante por año. En Cuba,
la cifra es alrededor de 40, y en los países industrializados del mundo es entre 30 y 40 kilos por habitante. Pero a China subir el
consumo un kilo por habitante por año, le significa en estos momentos entre 650 mil y 700 mil toneladas. Es decir, que para China
subir su consumo a 10 kilos, que es bajo todavía, de azúcar, por habitante y por año, consumiría la cosecha de Cuba de siete millones de
toneladas, es decir, consumiría la cosecha actual de seis millones holgadamente, porque serían cerca de siete millones de toneladas.
Simplemente, nosotros podríamos desarrollar nuestro comercio de azúcar intercambiándolo por otros productos con China. La Unión
Soviética es el primer productor de azúcar del mundo en estos momentos; superó a Cuba, precisamente, hace dos años, y ha pasado a
ser el primer productor. Tenía un amplísimo plan de desarrollo industrial del azúcar, para ponerse también en esta materia a la misma
altura que los demás países industriales del mundo, y alcanzar y sobrepasar posteriormente a los Estados Unidos.
Actualmente el consumo de la Unión Soviética es más bajo que el de Estados Unidos en el azúcar, pero piensan alcanzarlo en unos
cuantos años. Nuestra capacidad de venta también es grande, pero precisa todavía, en estos países, conversaciones muy largas para
poder adecuar nuestras economías y poder hacer lo que los norteamericanos llaman complementar las economías, que en realidad
significaba, en la jerga de ellos, absorber todas las riquezas de los países coloniales, pero que significa, en un plano de igualdad, puede
significar el desarrollo armónico de países como el nuestro. El Convenio multilateral de pagos que se firmó, permite a Cuba jugar un
poquito con su capacidad de vender azúcar y comprar materiales industriales y materiales de importación de todo tipo, dentro del área
de los países socialistas europeos, y éstos compensan entre sí esas cantidades; se resuelve todo con ese Convenio multilateral. Es
decir, que, por ejemplo, nosotros les vendemos dos millones setecientas mil toneladas de azúcar a la Unión Soviética y nos queda un
saldo favorable con la Unión Soviética; podemos comprarle a Hungría una cantidad, digamos, de un millón de pesos, y esa cantidad
constituye un saldo negativo para nosotros. Pero Hungría y la Unión Soviética arreglan sus cuentas de tal forma que lo que le sobra a la
Unión Soviética se lo pasa a Hungría, y en esa forma establecemos una paridad entre todos los países del área socialista de Europa, y
Cuba. En ese Convenio intervinieron todos los países socialistas de Europa y, además, la República de Mongolia, del Asia.
Además de eso llevamos ya un Acuerdo para el consumo total del crédito de cien millones de pesos que nos había otorgado la Unión
Soviética en ocasión de la visita del viceprimer ministro Mikoyán a Cuba. Ustedes saben que todos los problemas industriales no son
sencillos; hay que hacer estudios y negociaciones posteriores para poder, definitivamente, realizar los contratos.
Ya han sido firmados los contratos que consumen los cien millones de pesos del primero de esos créditos, y están en marcha los
estudios para instalar la siderúrgica, cuyo lugar exacto no se ha determinado, todavía, depende de la localización de nuestras riquezas
minerales, pero tendrá que estar, muy probablemente, entre Oriente y Las Villas.
Además, firmamos también un Protocolo para que la Unión Soviética se encargara de hacer la prospección geológica de nuestro país, y
descubrirnos, en un tiempo muy corto, las riquezas minerales fundamentales. Tenemos riquezas muy grandes: el cobre, el níquel,
también el manganeso que vamos a desarrollar; además, otras menores como cromo y algunos minerales de menor importancia.
Ya están técnicos de los países socialistas estudiando nuestras minas y trabajando en ellas para desarrollarlas. El plan de inversiones en
minería en este año 61 es de 27 millones de pesos. Es un plan muy ambicioso, y nos permitirá en pocos años aprovechar las riquezas en
cobre, en níquel, en manganeso.
Con respecto al níquel hay una cuestión todavía más importante: todo el mundo sabe que la Nicaro estuvo semiparalizada, y que la Moa,
directamente, está paralizada. ¿Cómo fue el sistema por el cual la Moa la pudieron ellos dejar paralizada al irse, los norteamericanos?
Pues muy sencillo, la Moa constituye el setenta por ciento de la producción del producto final que es el níquel metálico, el otro treinta
por ciento, es decir, el producto final, se hacía en los Estados Unidos y se traían de los Estados Unidos todos los materiales, los
materiales necesarios para la producción del níquel.
De esta forma estábamos presos en una red imposible de cortar en otros tiempos que no fueran los tiempos revolucionarios; incluso,
ahora, nosotros resolvimos simplemente que era preferible que la Moa no produjera a tener que soportar todas las presiones y todos
los chantajes que se nos hacían alrededor de esta mina y de su correspondiente plan. Los soviéticos mandaron técnicos y se
comprometen a ponerla a funcionar en poco tiempo. Eso va a significar un ingreso de divisas muy grande para el país, pero además de
eso se comprometen en adecuar el sistema de producción de tal forma, que en el país, en el curso de algunos años se produzca
totalmente el níquel, y nosotros seamos entonces productores del níquel metálico, que es uno de los minerales fundamentales en la
industria moderna para el desarrollo de la química. Toda la química actualmente, además de todos los tipos de vehículos especiales,
cuentan con el níquel como un componente esencial, prácticamente.
Además, la Nicaro se desarrollará también hasta sus posibilidades máximas. Todo esto trayendo las materias de la Unión Soviética
fundamentalmente, y de Checoslovaquia también, y contando con la asistencia técnica de soviéticos y checos.
También firmamos en la Unión Soviética Protocolos de menor importancia, algunas fábricas, una fábrica de limas y una fábrica de
repuestos que en el monto no tienen importancia, pero que son estratégicamente fundamentales para el país. Porque nosotros tenemos
que producir aquí nuestro propio repuesto, por una causa muy sencilla: porque los países socialistas que están dispuestos
constantemente a brindarnos toda su ayuda no tienen el tipo de repuesto que corresponde a la maquinaria norteamericana, que es la que
nosotros tenemos en su gran mayoría en el país. De tal forma tenemos un programa para ir desarrollando plantas que produzcan
repuestos específicos. Esta que viene de la Unión Soviética será para la reposición industrial en general; habrá otra para la reposición
de piezas de ómnibus, piezas de automóviles, &c. Además, la Unión Soviética nos instalará una refinería completa, con una capacidad
de un millón de toneladas anuales aproximadamente, también en un lugar a fijarse, y se compromete a hacer la búsqueda necesaria para
nuestro petróleo, que hasta ahora ha sido infructuosa la búsqueda; hemos logrado pequeñas cantidades en algunas áreas como en la de
Jatibonico, otra cerca de La Habana, pero son cantidades que no llegan a uno por ciento de nuestro consumo nacional.
Tenemos esperanzas de que los nuevos trabajos del Instituto Cubano del Petróleo y los trabajos de los técnicos soviéticos nos permitan
conseguir cantidades considerables de petróleo.
En Checoslovaquia, que fue el primer país visitado, firmamos, como cosa importante, un aumento del crédito de veinte millones de
pesos que se había dado en un primer momento, en ocasión de la visita del Ministro Kracji, del Comercio Exterior, a cuarenta millones
y, además, se dispuso que esos cuarenta millones de pesos estuvieran destinados a la construcción de toda la primera etapa de los
talleres para la construcción de vehículos, como tractores, camiones, motores en general, motocicletas y, posteriormente ampliar esas
líneas también a ómnibus y a automóviles.
Este complejo industrial, que será uno de los importantes de Cuba, muy probablemente, podemos ya decirlo, aunque no es una
seguridad absoluta, muy probablemente estará instalado en Santiago de Cuba.
Además, hemos firmado con Checoslovaquia protocolos para comprar una gran cantidad de plantas pequeñas, plantas que ya han
empezado a venir. En Santiago de Cuba se está construyendo ya una de tornillos, que está acabada la construcción de mampostería, y en
todo el país empezarán a surgir durante este año 61 las plantas compradas en los países socialistas. Actualmente ya hay más de cien
plantas cuyos contratos se han firmado en firme para establecerlas durante el quinquenio 61-65, y hay otro número igual o mayor de
plantas que están en discusión para ser adquiridas también durante el curso del quinquenio.
Nuestra generación de corriente eléctrica, que es fundamental, para la industria, será aumentada de un sesenta por ciento la capacidad
instalada, en aproximadamente un ciento por ciento del suministro durante el quinquenio, también con compras fundamentalmente de la
Unión Soviética y Checoslovaquia. Es para nosotros sumamente importante el desarrollo de la energía eléctrica; sin energía eléctrica
en los momentos actuales no se puede desarrollar una industria.
Esto trae aparejado problemas también, porque nosotros tenemos que producir energía eléctrica a partir de petróleo. No se puede
producir a partir de agua energía eléctrica, porque nuestras corrientes son pequeñas. De tal forma tenemos que asegurar nuestro
suministro de petróleo, y aun cuando estamos buscándolo, también ya tenemos asegurado el suministro con la Unión Soviética, y
vamos a firmar en algún tiempo protocolos que aseguran la venta del petróleo a Cuba durante varios años, de forma de tener asegurado
nuestro abastecimiento. Y además, tenemos asegurada la venta con esto de una cantidad considerable de azúcar que es el pago que
nosotros damos por ese petróleo.
Con los otros países de Europa, con la Alemania Oriental, el otro país de Europa visitado, también fue grande la cosecha de plantas
industriales que se lograron. Se logró, además, un crédito en principio, la promesa de un crédito de diez millones de pesos, que será
firmado en La Habana con la representación comercial que la República Popular de Alemania mantiene aquí en Cuba.
Es muy significativo este préstamo, porque Alemania no solamente está pasando por un período muy difícil, puesto que Alemania
Occidental que era su principal cliente en el área occidental ha resuelto no comprarle nada este año 61, ha denunciado el tratado que
tenía ya desde hace varios años, y Alemania se ve en la necesidad de guardarse ya una serie de materias que solamente las consume la
otra parte de Alemania que no tiene otro mercado en el mundo, y que ya está programada su producción. A pesar de eso resolvieron
también darnos un crédito pequeño, pero que demuestra la disposición de Alemania también a ayudarnos. Además, ellos son
productores fuertes de azúcar y exportadores de azúcar, sin embargo, nos compraron sesenta mil toneladas a cuatro centavos, y
públicamente anunciaron que esas toneladas de azúcar las guardarán en sus depósitos, es decir, no entrarán para nada en el mercado
mundial.
Por supuesto, la Unión Soviética está en la misma disposición, y todo el azúcar que no consume este año la guardará para años
posteriores, además de incrementar mucho el consumo dentro del país.
La República Popular China no tiene esos problemas, porque tiene gran carencia de azúcar. El millón de toneladas que hemos firmado,
y el acuerdo por cien millones de pesos se cumplirá fácilmente.
Es bueno puntualizar el extraordinario grado de desarrollo que ha alcanzado China, que es increíble para todos los que conocen la
historia de los países atrasados del mundo, y cómo habían dos países que eran el símbolo del hambre, el símbolo de la miseria y el
oprobio colonial, que eran China y la India.
En el viaje que nosotros realizamos durante el año antes pasado, el 59, tuvimos oportunidad de visitar la India. Evidentemente es un
gobierno popular, un gobierno que ha tomado una serie de medidas para mejorar el nivel de vida de su población, pero todavía se ve un
hambre espantosa, miseria inmensa, un grado de explotación terrible y, sobre todo, se nota que la estructura actual es incapaz de dar lo
que ansía toda esa masa de seres humanos que están verdaderamente famélicos.
En China todo el mundo recuerda que era hace poco el paraíso de los traficantes de opio; hace relativamente muy pocos años era el país
donde se vendían las mujeres, donde, incluso, los campesinos mataban a sus mujeres hembras, exactamente igual como hacen los
campesinos con las hembras que nacen de un animalito, de un perro o de un gato. Así se hacía en China hasta hace pocos años. Incluso
llegaban a cosas tan terribles como comerse los seres humanos.
Para el que conoce todas esas antiguas realidades de China, es realmente extraordinario ver lo que pasa ahora. China tiene más de
seiscientos cincuenta millones de habitantes. Ellos no saben bien la cantidad exacta de sus habitantes; les pasa como a nosotros, pero
nosotros no sabemos porque todavía no hemos podido hacer el censo, y antes se habían encargado de que no supiéramos bien, de que
no tuviéramos censo, de nada. A ellos no, para ellos el problema es que son demasiados, un país muy grande, y todavía no tienen
suficientes medios de comunicación. Pueden calcularse alrededor de seiscientos setenta millones de habitantes.
Naturalmente, no se va a pretender decir que el nivel de vida de China alcanza al de los países desarrollados del mundo capitalista, pero
no se ve absolutamente ninguno de los síntomas de miseria que se ve en otros países del Asia que hemos tenido oportunidad de
recorrer; incluso mucho más desarrollados, como el mismo Japón. Y se ve a todo el mundo comiendo, todo el mundo vestido –vestido
uniformemente, es cierto, pero todo el mundo correctamente vestido–, todo el mundo con trabajo, y un espíritu extraordinario.
Verdaderamente, China es uno de esos países donde uno encuentra que la Revolución cubana no es un hecho único y que es un hecho
normal en la historia de los pueblos encontrar esa efervescencia que uno encuentra en Cuba. China está viviendo esa parte de su historia
revolucionaria similar a la cubana; todo el mundo está entusiasmado, todo el mundo trabaja horas extras, todo el mundo tiene interés en
la producción, en aumentar la productividad, en ir mejorándose en todos los sentidos. No hay trabajador, prácticamente, que no esté
con un libro bajo el brazo, estudiando alguna materia técnica; se está luchando contra el analfabetismo, pero muy vigorosamente, y en
pocos años se dominará; en fin...
Yo sé que hace un tiempo, hace como unos cuatro o cinco meses, el compañero Núñez Jiménez hizo un viaje por los países socialistas;
vino una comparecencia, empezó a decir lo que había visto por allá; y después la gente le puso «Alicia en el País de las Maravillas».
Realmente, yo puedo decir que como he recorrido más aún, he recorrido todo el continente socialista, a mi me pueden decir «Alicia en
el Continente de las Maravillas». (Risas.) Pero uno debe decir realmente lo que ve, y ser honesto; y las realizaciones de los países
socialistas, de los que ya han alcanzado un alto grado de desarrollo o de los que todavía están en procesos muy similares al de Cuba,
son extraordinarias. No puede haber comparación ninguna, en sus sistemas de vida, en sus sistemas de desarrollo, con los de los países
capitalistas; y, sobre todo, no hay comparación ninguna entre la forma en que la gente ve un hecho como nuestra Revolución en esos
países y en cualquier país capitalista del mundo. El entusiasmo es extraordinario en todos ellos.
Quizás la Unión Soviética sea donde se pueda palpar más. Han pasado cuarenta y tres años de Revolución, todo el mundo tiene un
altísimo grado de cultura política; y es realmente emocionante ver cómo personas desconocidas lo conocían a uno –dos o tres de los
que llevábamos algo de barba–, inmediatamente empezaban a dar vivas a la Revolución cubana, empezaban a hacer afirmaciones de su
solidaridad. Y al llegar a cualquier acto o cualquier espectáculo, las demostraciones fervientes de todos los asistentes eran cosas que
entusiasmaban, realmente.
Nosotros fuimos invitados el día del informe del viceprimer ministro de la Unión Soviética, Koslov, un informe anual que se hace.
Nosotros entramos primero, y al reconocernos el público: un aplauso enorme; después se nos invitó a subir al Presidium, y al
nombrarse a Cuba por parte del informante hubo una ovación que duró varios minutos, que fue la más entusiasta de todo el informe, aun
cuando se trataba de problemas fundamentales en la Unión Soviética, problemas que estaban directamente en relación con el pueblo
soviético y con el porvenir del pueblo soviético y del mundo; lo que más entusiasmó fue el nombre de Cuba.
Además, tuvieron extraordinaria gentileza –algo que yo, personalmente, no olvidaré nunca– de invitarme, como Jefe de la Delegación
Cubana, a estar en el Presidium del desfile del 7 de Noviembre, un lugar donde solamente estaban presentes los Jefes de Estado de los
países socialistas y los miembros del Presidium del Soviet Supremo, es decir un total de veinte o veinticinco personas. Y allí, al
reconocernos la gente –porque eso es lo extraordinario que en ese país se conozca tanto la Revolución cubana– eran atronadores los
gritos vivando a Cuba. Quizás ese sea uno de los momentos más emocionantes de nuestro viaje; allí, y también en China, y en Corea, el
ver el entusiasmo con que la gente ve a la Revolución cubana, la capacidad de sacrificio que tiene ese pueblo es consciente para
ayudarnos a nosotros.
En China, naturalmente, ocurrió un hecho parecido. También tuvimos que hablar en varias reuniones importantes, y se le dio mucha
trascendencia a la visita de la Delegación cubana, que era la primer delegación económica oficial. Además, en China nos dieron un
crédito de sesenta millones de pesos, o de dólares, que no llevan interés, y para ser devueltos durante los quince años siguientes a la
ejecución del préstamo.
Además, tuvimos algunas conversaciones con altos dirigentes socialistas, que nos demostraron la forma en que esta ayuda –porque no
se puede catalogar de otra forma– ha sido dada a Cuba.
Con el primer ministro, Chou En-Lai, tuvimos una discusión, porque se firmó un Comunicado Conjunto; en ese Comunicado Conjunto,
la Delegación cubana puso, en un párrafo: «la ayuda desinteresada de los países socialistas». Eso provocó una larga discusión casi
filosófica, porque ellos se negaron absolutamente a admitir la palabra «desinteresada». Ellos dijeron que de ninguna manera, que ellos
daban un ayuda, pero una ayuda interesada; y que era una ayuda interesada, aun cuando no tuviera intereses monetarios, porque Cuba era
en este momento uno de los países que estaban en la vanguardia de la lucha contra el imperialismo y el imperialismo es enemigo
común de todos los pueblos, que el ayudar a Cuba era el interés de todos los países socialistas. Ni que decir que la frase «ayuda
desinteresada» quedó cambiada por «ayuda» solamente.
Además, nos explicaron que todos esos préstamos tienen que hacerse bajo la forma de préstamo, porque es lo que indica el Derecho
Internacional, el respeto entre dos países soberanos, pero que Cuba no tenía obligación de pagarlo si no hasta el momento en que
pudiera pagarlo, que si se veía precisada a no pagarlo no tenía importancia ninguna. (Aplausos prolongados.)
Esa es la forma en que los países socialistas recibieron nuestras peticiones, peticiones que, por supuesto, si las hubiéramos hecho en
los Estados Unidos, en tiempos normales, no digamos ahora, hubieran provocado la carcajada de todos los gobernantes y de todos los
comerciantes del país.
Eso, y el espíritu de humanidad de esos pueblos, es algo que realmente convence de que definitivamente no podemos contar como
Gobiernos amigos sino, en primer lugar, con esos países del mundo. Y, además, la fuerza, la tasa de desarrollo económico tan grande,
la pujanza que demuestran, el desarrollo de todas las fuerzas del pueblo, nos hacen a nosotros estar convencidos de que el porvenir es
definitivamente de todos los países que luchan, como ellos, por la paz del mundo y por la justicia, distribuida entre todos los seres
humanos.
Esto no quiere decir, de ninguna manera, que lo que se haya visto es nada más que maravillas. Naturalmente que hay cosas que para un
cubano, viviendo en el siglo veinte, con todas las comodidades con que el imperialismo nos ha acostumbrado a rodearnos en las
ciudades, podrían parecer como faltas de civilización incluso; son países que tienen que emplear hasta el último centavo de su
producción en su desarrollo.
Nosotros aquí teníamos que plantear algunos problemas que nos daban algo de vergüenza, realmente; porque, por ejemplo,
planteábamos el problema de que el pueblo cubano necesitaba materias primas para hacer desodorantes, y en esos países no entendían
eso, porque son países que desarrollan toda su producción para el bienestar general del pueblo, y que tienen todavía que superar atrasos
enormes, y quieren alcanzar a los países más desarrollados del mundo capitalista en la producción de los artículos fundamentales; no se
pueden ocupar de esas cosas. En nuestro país sí... yo sé que por aquí siempre hay problemas por la «Gillette», y por el desodorante, y
por otros artículos de consumo de este tipo, que suelen faltar porque, naturalmente, nosotros también tenemos que ocuparnos ya de
cosas más importantes. Al fin y al cabo, el jabón y esas cosas no se comen, y primero tenemos que asegurar la comida de la gente; la
comida, porque estamos en guerra.
Estamos en una guerra económica, y casi casi en una guerra que no es económica ya; contra un poder enorme, apoyados también por un
poder enorme, pero nosotros tenemos que desempeñar nuestro papel, nosotros no somos espectadores en esta lucha entre dos grandes
colosos, alrededor de Cuba, nosotros somos una parte importantísima de esa lucha. Y nosotros tenemos que mantener la unidad de
nuestro pueblo, el espíritu de nuestro pueblo, la capacidad de sacrificio de nuestro pueblo, desarrollarla mucho más; porque todavía
aquí, verdaderamente, cuando uno conoce la historia de todos esos países, aquí no se ha pasado, afortunadamente, no se ha pasado nada.
Uno habla de veinte mil muertos, pero allá se habla de veinte millones de muertos; y es realmente extraordinario también ver cómo
esos países, que han tenido veinte millones de muertos –que no es una palabra, ni es un cifra, son veinte millones de personas que faltan
de sus casas, a las que todavía se recuerda, que fueron perdidas en la última guerra, hace quince años– sin embargo, en ese país que
quiere tan profundamente la paz, como la Unión Soviética, que está saturado de la idea de la paz y del convencimiento de que por
medios pacíficos llega a todas las metas que se ha propuesto. Sin embargo, está dispuestos a arriesgarlo todo en una guerra de
características atómicas, de destrucción inimaginable, donde la cifra de muertos puede superarse muchísimo, simplemente por
mantener un principio y defender a Cuba.
Eso lo hemos visto en todos los países, pero, naturalmente, siempre los países grandes, los que tienen que llevar el peso de la guerra,
una guerra de esa magnitud, son en los que uno puede medir realmente la importancia que tenemos en este momento, y lo que nosotros
tenemos que desarrollar para ser dignos de esa confianza.
De los países socialistas que visitamos personalmente, Corea es uno de los más extraordinarios. Quizás es el que nos ha impresionara
más de todos ellos.
Artículos, discursos y conferencias
Artículos, discursos y conferencias 1964
Discurso en la Asamblea de Emulación
del Ministerio de Industrias
22 de octubre de 1964
Compañeros:
Cuando discutíamos sobre el lugar en que debía realizarse este acto, los compañeros habían tenido la idea de que se hiciera en el
Palacio de los Deportes. Yo me opuse porque pensé que era un local muy grande y que, además, la movilización excesiva podría traer
complicaciones en el transporte y otra serie de problemas. Sin embargo, la serie de gente que ha quedado afuera hoy, y el lleno total
del teatro, nos indican que vamos a tener que buscar un escenario mayor a fin de año.
Además, cuando discutíamos también sobre el acto, planteé que fuera un acto cerrado entre los obreros de las distintas ramas del
Ministerio de Industrias, por dos razones: la primera, porque creo que no es lícito y de buenos emulantes el que un acto del Ministerio
de Industrias, con la participación además del Secretario de la CTC, sea radiado, sea del dominio público; la segunda, porque quería
tener un pequeño intercambio de opiniones sobre algunos puntos con los compañeros, y eso es muy difícil hacerlo cuando sale al
exterior la transmisión. Sin embargo, en estos momentos -no sé por qué emisora- sale a todo el país, por Radio Rebelde, de manera que
tendremos que limitar una de las partes que me interesaba más, que era la discusión con ustedes de algunos puntos.
Bueno, vamos a tratar de hacer una conversación ordenada, corta, para evitar también que algunos oyentes corten la radio, o la cambien
de estación, cosa que no es agradable aun cuando uno no se dé cuenta desde aquí, ¿no?
Yo quisiera saber si ustedes son capaces de subir aquí al estrado, a la tribuna, un obrero de cada una de las Empresas; uno sólo por
Empresa, cualquiera, y en orden; uno, y en orden, para tener un pequeño intercambio. Se me paran por ahí; vayan diciendo de dónde son
para que no haya muchos de la misma Empresa, porque Artes Gráficas ha dado un golpe de Estado y ha llenado esto casi. Vayan
subiendo en orden, de distintas Empresas; uno de cada Empresa, ¿eh?
Bien: vamos a esperar que llegue uno de cada Empresa; mientras les voy a decir algunas cositas. Quería referirme a uno de los puntos
más importantes para nosotros.
Quería decirles una cosa: ustedes saben que el año pasado en la Emulación Nacional la Empresa ganadora fue una Empresa industrial
del Ministerio de la Construcción. Nosotros estuvimos chequeando ahora la relación entre esta emulación que nosotros hacemos y la
emulación nacional socialista que es la que realmente vale.
Nosotros aquí para esta emulación hemos apuntado los puntos más importantes, las tareas más graves para el Ministerio, y sobre ellas
se estableció un puntaje, mejor o peor, siempre hay problemas, siempre el que no gana se queja de que el puntaje está mal hecho, mal
distribuido pero un puntaje que ha dado una serie de resultados.
Como ustedes saben, la Empresa de Artes Gráficas ocupó el primer lugar ampliamente. Espérense, que ahí está la cosa. Estábamos
buscando en los resultados del mes de septiembre, es decir, ya el Tercer Chequeo de la Emulación Socialista -de la Emulación
Socialista, la que vale- y la Empresa de Artes Gráficas no figura entre el grupo de las primeras. Es decir, que hay una diferencia entre
uno y otro que hay que superar; y no sólo la Empresa de Artes Gráficas, sino todas las Empresas.
Porque los puntos que se califican en la Emulación Socialista son casi todos los puntos que se califican aquí: producción, calidad,
ahorro, ausentismo, capacitación, trabajo voluntario, trabajadores emulando; todos forman parte de importantes aspectos del trabajo en
nuestro país. Las Empresas tienen que vigilar este aspecto porque tenemos que demostrar si es verdad lo que muchas veces hemos
dicho; que nuestro Ministerio es de vanguardia, que estamos adelante en la organización, que tenemos una serie de iniciativas; sin
embargo, cuando se trata de chequear la emulación sucede que no es así y hay otras Empresas que ganan, y ganan en buena lid.
Entonces, hay que chequear esos puntos.
Y precisamente, yo quería tener aquí una conversación con una serie de compañeros de las distintas Empresas, para ver, realmente qué
es lo que saben de los frentes de trabajo, y que me expliquen qué quieren decir algunas palabritas que el locutor no podía descifrar
cuando estaba leyendo hace un rato, porque no está versado en la materia, y están con abreviaturas aquí; entonces, a ver si los
trabajadores realmente lo saben.
Quería hacerles ver una cosa peligrosa para nosotros. La Empresa que ganó la Emulación Socialista, la otra, hasta el chequeo de
septiembre, es la Metalurgia no Ferrosa, y en el puntaje de esta Emulación nuestra ocupa el lugar 19, hay 18 por delante; de manera que
hay diferencias grandes en el puntaje que hay que estudiar y amarrar para que se note el avance no solamente en nuestras tareas, sino en
todas las tareas planteadas por la Revolución.
Quería también señalar, los aspectos positivos y negativos hasta el momento; como aspectos positivos, el avance de una serie de
Empresas.
Cervezas y Maltas ocupaban, en su Viceministerio, en el primer trimestre, es decir, no en el primer trimestre, sino hasta la emulación
de mayo, el lugar 16 y ahora ocupan el tercero; Envases Metálicos ocupaba el lugar 19 y ahora el cuarto; Recuperación de Materias
Primas ocupaba el lugar 22 y ahora el quinto; y en el Viceministerio de Industrias Básicas, el Níquel ocupaba el 16, y se llevó un
guanajo, y ahora el cuarto, un avance muy notable; Petróleo estaba en el séptimo y ahora está en el segundo.
Entre las cosas negativas, en el Viceministerio de Industria Ligera, Jabonería y Perfumería -que fue la Empresa ganadora por nuestro
Ministerio el año pasado- del segundo lugar pasó al once; Fibras Duras, que estaba en el 11, pasó al 26; y Harina, que estaba en el 13
pasó al 25. Ahora, la falta de pan no se refleja aquí, eso es otra cosa aparte; no le vayan a cargar la culpa de la falta de pan. En Industrias
Básicas, Equipos Agrícolas en el primer trimestre estaba en el octavo lugar y pasó al 14.
Además, quería decirles una cosa: nosotros estamos tratando de luchar, de emular por ser en todos los aspectos los mejores. También
se han creado emulaciones entre organismos y, por ejemplo, en la emulación entre la rama alimenticia nuestra y la del INRA, ha
habido... En términos generales, considerando todas las Empresas, ganamos nosotros por un pequeño margen, pero considerando las
emulaciones individuales entre Empresas y los distintos frentes de trabajo, nosotros perdimos muchas Empresas y muchos frentes de
trabajo. De manera que ahí hay que tomar medidas también, porque no es que nosotros vayamos despacio, sino que todo el mundo va
ligero y aquí nadie puede dormir.
Ahora vamos a ver si hacemos este interrogatorio pequeño. A ver: ¿hay alguien de Automotriz ahí?... Bueno, suba uno, suba uno. ¿No
hay nadie de Automotriz? Bueno, ¿de Metalurgia Ferrosa hay alguno?, ¿no Ferrosa? (Una persona le dice: «Mire, ahí hay uno de la
Ferrosa.») ¿De la Ferrosa eres tú? Bueno, explícame qué quiere decir esto de disciplina financiera. Porque ustedes están emulando,
tienen que conocer toda una serie de puntos aquí, en los cuales se han sacado una buena puntuación, qué es, y los obreros tienen que
saber qué es eso de disciplina financiera.
(El compañero comienza a contestar, pero no se oye.)
Espérense, no importa que no se oiga, no empiece aquí el choteo criollo, que estamos preguntando para ver una cosa que anda mal, y es
que hay que conocer lo que quiere decir cada palabra; pues, si no uno dice ganador de tal frente, de tal otro frente, los obreros se paran,
se arma mucho ruido, se sabe que son ganadores de un frente, y no saben qué cosa es lo que han ganado. Entonces ahí hay una falla.
La disciplina financiera es uno de los aspectos más importantes de la gestión de las empresas de las fábricas. Y consiste en todo lo que
se refiere a la gestión en cuanto a las finanzas, tenerlo al día, por ejemplo los pagos y los cobros, todos los problemas con los
contratos, por ejemplo, un arbitraje que haya que hacer por un producto malo que llega; todas esas cosas constituyen la disciplina
financiera, los controles, bueno, aquí está Control de Inventario como un punto especial.
Todas esas cosas hay que saberlas, y hay que saber la importancia que tienen, cómo nosotros tenemos que estar cuidando ese dinero,
que es el dinero de la nación.
Yo les voy a preguntar una serie de cosas a los compañeros que no las van a saber, pero no importa, no se pongan tristes por eso. El
problema es que hay que tener la conciencia de que estas cosas no se saben y aprenderlas y saberlas y saber lo que significa no sólo la
palabra, sino el contenido de las palabras.
Entonces vamos a ver: ¿quién levantó la mano? ¿por ahí? ¿Tú levantaste la mano? ¿Tú sabías lo que era disciplina financiera? Bueno, a
ver explícame ¿qué son los fondos básicos entonces? ¿De qué Empresa eres tú? ... Vamos a ver ... (Hay uno que levanta la mano), ¡ya
te va a tocar otra pregunta si sabes ésta! De oficina no -¿aquí hay de oficina?- trabajadores de producción solamente.
Bueno, ustedes ven que esas cosas son importantes. Hay que saber qué son los fondos básicos, la importancia que tienen todo el
análisis de la gestión de la Empresa, una correcta contabilización de los fondos básicos. Porque en todo esto está incluido la
depreciación, es decir, la parte del fondo básico que se va incorporando al producto y que produce el desgaste, y hay que hacer normas
de depreciación; cosas muy complicadas. Porque ya tenemos que salir de la etapa en que nosotros solamente nos ocupábamos de la
producción, pero tenemos que salir todos juntos; no que la emulación sea ganada por la eficiencia de las oficinas de las Empresas
solamente, sino que sea un movimiento de todos los trabajadores.
¡Ah!, pero ahí uno levantó la mano y se fue; era de oficina.
Vamos a ver esa compañera que era muy entusiasta, de la Madera. ¿No?
Un compañero. El de la madera soy yo.
Comandante Guevara. ¡Ah!, tú eres de la Madera.
Vamos a ver, ¿tú me puedes explicar lo que es una inversión?
Un compañero. ¿Inversión?
Comandante Guevara. Inversión, sí.
Un compañero. Inversión viene de la palabra invertir.
Comandante Guevara. El, que dice que inversión viene de la palabra invertir, hasta ahí va bien. (Risas.)
(La respuesta del compañero no se oye.)
Bueno, contestó regular, regular; tiene cierta idea, pero no todos los gastos son inversiones. El hablaba de los gastos. No, por ejemplo,
un gasto para una materia prima para producir, eso no es una inversión, en un edificio sí, en una máquina sí, ¿comprenden?
¿Pero qué es lo importante, por qué hay que saber todas estas cosas? Porque la inversión, compañeros, es una parte del consumo del
pueblo que no va directamente al pueblo, sino que se transforma en una maquinaria, en un edificio, en algo que va después a crear
nuevas riquezas, pero después en el futuro, hoy no. Entonces, la inversión de hoy es también la que quita, digamos, el pan, las cosas de
consumo de hoy. Y por eso hay que meditar mucho sobre una inversión, si es correcta o no, porque nosotros no podemos invertir si no
es quitando de los bienes que producimos, transformando los bienes que producimos para el consumo directo en otra forma, que van a
servir para un consumo a largo plazo, o en otros casos van a servir para el bienestar de la población, como puede ser un hospital -por
ejemplo-, o una escuela. Pero todo eso el Gobierno tiene que estudiarlo y tiene que balancearlo, para que no vaya a haber demasiadas
escuelas, por ejemplo, y demasiado poca comida, o vestidos, cosas de consumo; y también al revés; que por dar demasiado consumo
nos quedemos sin ir haciendo inversiones en escuelas, o en hospitales, o en las fábricas.
Por eso, yo quería simplemente mostrarles una cosa: que los conceptos que están detrás de esto tienen una representación, y que esos
conceptos hay que manejarlos en lo que quieren decir, porque entonces es cuando se sienten. Cuando se sabe bien que cuando uno está
tratando una maquinaria, está tratando un bien que produce para el pueblo, pero que además ha costado sacrificios al pueblo,
independientemente de que en ese momento no se pueda establecer quién es el que con su sudor ha creado ese bien; eso se reparte
después, es el esfuerzo de toda la sociedad.
Pero cada vez que se deja de hacer un esfuerzo y cada vez que se deja de cumplir una tarea en un punto, eso se refleja sobre toda la
sociedad, y se refleja después sobre el mismo que deja de cumplir sus tarea, o sobre sus hijos, o sobre su familia.
Esos son los conceptos que nosotros tenemos que tener; que la industria no es simplemente el hecho de pararse frente a una
maquinaria, o estar en una oficina, o estar en un proceso cualquiera, cumplir las horas, vigilarlo; hay que estar pensando constantemente
en que hay que ir superando todos los problemas que nosotros tenemos.
Nosotros heredamos una industria muy mala por un lado, artesanal completamente, y una industria bastante desarrollada por otro. Y esa
industria desarrollada, con maquinarias de alta tecnología capitalista, era manejada por dirigentes entrenados, por técnicos
especializados, y muchos de ellos se han ido, en los sectores de la dirigencia casi todos, en los sectores técnicos desgraciadamente
muchos. Los hemos dejado ir nosotros, porque consideramos que un técnico que está en contra de la Revolución es peligroso por lo
menos; que si se quiere ir, es mejor dejarlo ir y no convertirlo en un desesperado si no es capaz de entender una sociedad nueva que se
está creando. Pero los técnicos que quedaron, los administradores y directores y todos nosotros que tuvimos que improvisarnos,
somos gente que tiene muchas debilidades; tenemos que estar conscientes de esas debilidades y superarlas todos los días con la
capacitación, con el estudio directo de los procesos.
Y la gran fuente de donde tienen que salir nuestros administradores, nuestros directores, nuestros técnicos, es la clase obrera.
Entonces, los obreros tienen que estar más conscientes de cuáles son los problemas de la industria en todo su conjunto; no solamente
el problema de la producción, o el problema del ausentismo. Pero aun el problema del ausentismo, vamos a ver.
¿De qué empresa eres tú compañero?
Un compañero. De Fibras Duras.
Comandante Guevara. Fibras Duras. ¿Qué ausentismo hay en tu empresa?
Un compañero. ¿En la empresa? ... Ocho.
Comandante Guevara. ¿Ocho?... ¿Tanto? ¿Y eso es bueno o malo?
Un compañero. Eso es malo.
Comandante Guevara. ¿Cuánto sería aceptable?
Un compañero. Un dos.
Comandante Guevara. ¿Quién tiene un dos en las empresas de ustedes? ... A ver. ¿Cuál es la suya?
Un compañero. Los Gráficos, 2,30.
Comandante Guevara. ¿Envases Metálicos cuánto? ... ¿Tú cuánto tienes?
Un compañero. El Plástico, dos.
Comandante Guevara. ¿Dos nada más el Plástico?
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Ustedes han visto una cosa: que no saben bien. Y el compañero, por ejemplo, tiene divergencia con el Director
de la Empresa. El dice que un ocho y el Director de la Empresa dice que 3,48. En este caso el Director de la Empresa debe tener razón;
si no supiera esas cosas, a él sí que no se las podemos admitir.
Pero ustedes ven cómo estas cosas tienen que manejarlas. Siempre va a existir algo de ausentismo; además hay distintos tipos de
ausentismo; además, cuando el ausentismo, o -digamos- las ausencias aumentan por accidentes, hay que ver por qué, qué pasa con esos
accidentes, por qué se producen, quién es el culpable, si es la falta de seguridad intrínseca de la fábrica, o si es la falta de atención de
los trabajadores, o la falta de atención de la administración de esa fábrica a determinadas condiciones malas que se crean. Todas esas
cosas hay que analizarlas. Por eso hay que participar activamente en la conducción de la fábrica.
Voy a hacer una o dos pregunticas más nada más, no quiero ponerme pesado.
Vamos a ver quién tiene cara de saber... Bueno, compañera, ¿tú no me contestaste, no? La compañera de Textil. Bueno ¿qué cosa es el
Control de Inventario?
Una compañera. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Dice que sabe que produce mucho, pero no sabe bien lo que es Control de Inventario. Ahí está el problema,
¿ven?, que hay que producir mucho y hay que saber qué es el Control de Inventario, porque precisamente allí es donde está la base de la
disciplina tecnológica, en que se tengan bien controlados ... ¿Qué son los inventarios? La cantidad de materias primas que hay, la
cantidad de productos en proceso, la cantidad de productos terminados. Productos en proceso son esos productos que están en el
medio del camino en toda la línea de producción; de cada uno de ellos hay que tener un inventario para saber si no se amontona mucha
materia prima o falta materia prima; y de cada materia prima hay que saber si hay mucha o poca; de los productos terminados, para saber
si hay demasiados productos terminados, o si está correcto. Y todo eso hay que aprenderlo, todas esas cosas.
Eso es lo que yo quería hacer con ustedes aquí en círculo cerrado, porque naturalmente es un poco aburrido afuera, a lo mejor aquí
también, pero aquí es un poquito más vivo por lo menos, y uno se da cuenta de que le fallan muchas cosas, de que todavía falta mucho
por aprender.
Bueno, la última pregunta que voy a hacer.
Una compañera. ¿Y cómo se aprende eso?
Comandante Guevara. ¿Eso?, eso hay que aprenderlo en cada lugar. Por ejemplo, al dirigente sindical le pregunta y le hace un examen
de paso a ver si él sabe; si no, se lo pregunta al administrador y le hace otro examen a ver si él sabe también.
Y los responsable de emulación tienen que saber esas cosas. Todos, todos tienen que saber; el dirigente obrero tiene que saber; el
administrador, por supuesto que tiene que saber; el de la emulación tiene que saber. Todos tienen que saber esas cosas y explicarlas.
Porque miren, a ustedes que están emulando y ustedes, por ejemplo, estoy seguro que si a ustedes les dijeran que en la A ganó
Metalúrgica Ferrosa, en la B ganó Electricidad, sería casi igual porque a ustedes lo mismo les da que le nombre A, B, C, que los
distintos frentes de trabajo. Porque hay un concepto, más o menos, de lo que es, porque no hay un concepto real, claro, de qué y sobre
todo de por qué hay que insistir en esto. Eso es lo importante.
Y en eso, pues, está mucho mejor la emulación socialista, porque son cosas más claras: Producción, Calidad, Ahorro, Ausentismo,
Capacitación, Trabajo Voluntario, Trabajadores Emulando; esas son cosas más simples.
Nosotros tratamos de dar un paso de avance porque nos interesa, porque tenemos que ir más lejos, pero, hay que saber.
Bueno, la última pregunta.
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. ¿Y cómo te paraste ahí? ¿De dónde eres tú? ¿Del plástico? Bueno, eso después me lo tratas, eso es una tiñosa
aparte, es una tiñosa que después tenemos que ver.
Buen, ¿dónde está el de Artes Gráficas? ¡Ah! El de Artes Gráficas. Vamos a ver una cosa. Fíjate lo que dice en las tareas a cumplir la
Empresa: «Concluir con la aplicación del nomenclador, la tarea de control de inventario, no permitiendo que esta decaiga en ninguna
fábrica.» ¿Qué quiere decir eso?
Un compañero. No oí bien. ¿Cómo es la pregunta?
Comandante Guevara. ¿No oyó? «Concluir con la aplicación del nomenclador, la tarea de control de inventario, no permitiendo que
esta decaiga en ninguna fábrica.» No, no le soplen, ¿a ver?
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Bueno. Entonces, miren: la Empresa de Artes Gráficas se apresuró a poner aquí en un periódico «extra, última
hora», dice que es lo mejor, pone las tareas a cumplir, pero no se ocupa de explicarles a sus trabajadores bien qué quiere decir cada
cosa. Hay que trabajar en eso también.
La Emulación prende bien cuando cada uno sabe qué es lo que significa cada cosa, prende mucho mejor.
Bueno, la última pregunta. Siempre los estoy amenazando con la última.
Un compañero. Comandante...
Comandante Guevara. Bueno, ¿qué es lo que tu vas a preguntar?
Un compañero. En el centro de trabajo donde yo trabajo, no hay ausentismo.
Comandante Guevara. ¿No hay ausentismo? ¿De dónde eres tú?
Un compañero. De la Unidad 207 de la Harina, Taller de Mantenimiento.
Comandante Guevara. ¿Cuánta gente trabaja ahí?
Un compañero. Trabajamos 49 compañeros, todos estamos organizados correctamente.
Comandante Guevara. ¿Y no hay nada de ausentismo, cero?
Un compañero. Nada, nada, cero.
Comandante Guevara. Yo te aplaudo, pero lo dudo ¿eh?
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. óyeme una cosa: y en la Empresa, ¿cuál es el índice de ausentismo?
Un compañero. ¿En la Empresa?
Comandante Guevara. Sí. ¿Qué índice de ausentismo hay en general? En la Empresa en total, es decir, todo.
Un compañero. Bueno, habrá un cinco, un seis, un siete.
Comandante Guevara. O un ocho, o un cuatro, o un dos.
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Sí, yo sé; yo sé que tú me hablaste de tu taller, claro. Y yo lo que quería era mostrarles que estas cosas hay que
saberlas, además, preocuparse en general; y en los lugares donde hagan un buen trabajo, ir a difundirlo a otros lados. Yo voy a hablar un
poquito más largo de eso, no va a ser muy largo.
Bueno, ahora sí es la última pregunta.
Un compañero. Si me permite, yo quiero hacerle una pregunta. Ya que se habla de producción, y nosotros estamos en el sistema
emulativo, yo quería hacerle una pregunta para yo estar firme, más o menos, porque yo soy el orientador de aquí. Yo quería que usted
nos explicara, más o menos, aquí a todos los compañeros, sobre el diploma que se les da a los obreros por las 240 horas. Entonces hay
compañeros que en los lugares donde estamos no tenemos el tiempo suficiente para hacer las 240 horas. Así que yo quería saber si
nosotros, los que no tenemos el tiempo ese, si las horas nos valen nada más que por el Centro de Trabajo, o si podemos ir por una
organización, por un Seccional o por un Distrito, o por el Partido, a una Granja...
Comandante Guevara. El dice que en su centro de trabajo no puede, no hay oportunidad de hacer las 240 horas de trabajo voluntario, y
preguntaba si era posible inscribirse en otro centro a través del Seccional, o a través del Sindicato, o del Partido, o en otros organismos
para hacer las 240 horas.
Nosotros tenemos todas unas instrucciones dadas sobre eso. Incluso a la gente que fue a cortar caña, que estuvo un tiempo allá, se le
contó, en determinados casos, las horas. Además, el trabajo voluntario es una cosa que hay que desarrollarla al máximo -también voy a
hablar de eso, un poquito-, pero no hay que hacerse tampoco un especialista en trabajo voluntario nada más. El trabajo voluntario es
parte de esa tarea de educación, de que hemos hablado, de los compañeros. En los lugares donde no se pueda hacer no hay que
inventarlo. Si cerca se puede hacer, se hace. Se puede ir al corte de caña, a la limpia de caña -como vamos nosotros- a una gran cantidad
de trabajos que se pueden organizar dentro de la rama del Ministerio, o dentro de la Empresa, o dentro de la rama, o dentro del
Viceministerio. Y de esa manera se compensa en los lugares donde falta, por alguna causa, un poco de trabajo, con los lugares donde
hay compañeros que quieren trabajar y no pueden. Esa es la forma en que se ha estado haciendo; y eso hay que consultarlo ahí en la
Unidad o en la Empresa, que ellos tienen que resolver ese problema.
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Bueno, el compañero fue al que yo le leí lo del nomenclador, para ver si me lo explicaba, y él dice que no sabe,
y que se lo explique.
Entonces, este nomenclador es una lista completa que se hace de todos los productos, o de todos los semiproductos también, o
materias primas que la Empresa tiene; es una lista que se hace con un orden numérico, alfabético, y que entonces por esa lista se va
controlando después, en unas tarjetas, cada una de las materias primas que hay. Por ejemplo, si tú vas al almacén de tu unidad, tú vas a
ver un estante y si está bien organizado está cualquier materia prima y tiene una tarjeta que tiene un número. Entonces el nomenclador
es quien se encarga de que todos los productos del mismo tipo tengan el mismo nombre y el mismo número en las unidades, de manera
que es mucho más fácil controlar, hacer el control después de todo aquello. Porque muchas veces la materia prima, incluso con la
costumbre, se va nombrando distinto en distintos lugares y hay que tener una denominación común para todas ellas. Esa es la función
que cumple.
Bueno la última pregunta. (El público le dice algo.)
Bueno, es una pregunta: levanten la mano todos los compañeros que están estudiando ahora. (Los compañeros del público levantan la
mano.) ¿Qué les pasa a ustedes dos que no estudian?
Un compañero. Yo llego muy tarde a mi casa, yo vivo muy lejos de donde trabajo.
Comandante Guevara. ¿Y tu compañero?
Un compañero. Estoy estudiando en la fábrica.
Comandante Guevara. Ah, estás estudiando, bien. Hay un compañero de los aquí presentes que no estudia y explicó que tiene
problema, vive muy lejos y llega muy tarde a su casa, y además aquí otro... ¿por qué tú no estudias?
Un compañero. No, yo sí estudio.
Comandante Guevara. Uno aporta aquí que el transporte es muy malo. Está mejorando el transporte un poco, ya hay bastantes
Leylands y todo eso (Exclamaciones del público.) Bueno, bueno, está bien.
Bueno, entonces ya acabamos este pequeño interrogatorio. Yo hubiera querido preguntarles unas cositas más pero mejor vamos a
seguir con dos o tres puntos que me interesa tocar nada más. Así que los compañeros se pueden retirar y muchas gracias por la atención
dispensada.
Bien; ya habíamos hablado de un tema de los que tenía para hoy. Silencio, escúchenme un poquito, es poca cosa, es una descarguita
corta y ya. Bueno: habíamos hablado de la emulación y de las dos emulaciones más, también, todas importantes siempre que sirvan para
movilizar, siempre que tengan un contenido, siempre que los compañeros trabajadores en la producción comprendan bien qué es lo que
quiere decir. Hemos detectado que aquí hay una falla en nuestra emulación y hay que corregirla.
Quería hablarles de este punto de la capacitación. Ahí es donde está el futuro nuestro. En la capacitación nuestra y de nuestros hijos
está la posibilidad de adquirir en el futuro una capacidad técnica que nos permita figurar entre los países desarrollados del mundo. Pero
muchos de nuestros hijos todavía son muy pequeños y, mientras, somos nosotros los que tenemos la obligación de salir de nuestro
estado de semiignorancia y todos los días ir agregando algo nuevo.
La batalla por el sexto grado es una batalla muy importante a la cual le tenemos que dar todo el trabajo, toda la atención necesaria. Y
aquí una vez lo dijimos que el sexto grado será, en una época que esperamos de un futuro muy cercano, el sexto grado será el
analfabetismo de Cuba, es decir, quien tenga sólo sexto grado podrá considerarse analfabeto. A eso tenemos que aspirar. Es decir que
sexto grado no es nada más que un momento del estudio.
Hay que buscar todas las formas posibles de que la gente estudie, sin que la producción caiga ni un gramo ni un peso en valores; con
esas condiciones.
Entre todas las distintas iniciativas, a nosotros nos llegó una muy interesante de los compañeros de Envases Metálicos, de la unidad
número 1, incluso me nombraron a mí ahí miembro voluntario del batallón del sexto grado. Todavía no he ido, pero voy a ir por allí.
Entonces, el sistema que tienen los compañeros es que trabajan -aquellos que ya han llegado a sexto grado-, una hora en otro turno para
que los compañeros que no han llegado a sexto grado puedan estudiar.
En esta forma se identifican dos cosas; primero hay un trabajador que recibe un beneficio directo de otro compañero trabajador; una
hora de su trabajo que le da para que estudie; después, se realiza el trabajo voluntario, el compañero que da la hora recibe también el
beneficio de la sociedad.
Esta es una de las iniciativas más bonitas que nosotros hemos visto y no es nada más que una de las tantas que pueden existir cuando
todo el mundo piensa en el problema, lo considera como un problema suyo y busca las formas de resolverlo.
La capacitación, la lucha por alcanzar el sexto grado como una etapa, ésa es una lucha nuestra, de todos. Entonces hay que ir buscando
también soluciones en cada lugar para que más rápidamente se avance y se llegue a la meta que estamos buscando...
Quería decirles, además, que también es importante el trabajo voluntario. Ya lo hemos repetido, no se trata de que se convierta a la
gente en especialistas del trabajo voluntario, se trata de esa parte del trabajo que cada uno da a la sociedad sin ninguna retribución,
como una parte de su esfuerzo que se difunde entre todos, que llega a una millonésima parte devuelta después al propio individuo, pero
que va creando la nueva conciencia, y no debemos olvidar nunca ese aspecto.
Nosotros en el Ministerio de Industrias estamos al iniciar ahora un plan piloto, este año es piloto, en el cual se van a probar una serie
de iniciativas. El plan se llama, más o menos, de integración al trabajo y en determinados niveles del Ministerio, en el caso de la
producción, es decir, en las fábricas, del administrador hacia arriba, o sea, administrador, directores de empresas y después de los
directores -de nuestro Ministerio- hacia arriba, será obligatorio, es decir, será parte del trabajo del funcionario, estar un mes en un
puesto inferior, de inferior jerarquía.
¿Para qué? para que cada uno que tiene la responsabilidad de dirigir y de ordenar determinadas cosas pueda ver, ya como dirigido,
cuáles son los problemas que se crean, las contradicciones, las faltas de coordinación que se crean en los lugares que están bajo su
propio nivel de dirección.
Por ejemplo, un viceministro que está dando órdenes constantes: «haga esto, lo demás allá, las empresas...», tiene agitado a todo el
mundo. Naturalmente, a los viceministros los agito yo pero ellos tienen que echar la agitación a su nivel. Entonces: ir a una empresa
por ejemplo, y empezar a recibir del viceministro remplazante, el director de rama en nivel superior, todas las agitaciones y ver cómo
se siente, cuáles son reales, cuáles se pueden cumplir, cuáles no, cuáles crean muchos problemas a la empresa, cuáles la empresa no las
cumple por fallas organizativas; corregir las fallas que se puedan corregir, y aprender de esa manera. Y así también los directores de
empresa, como administradores de fábricas, o como jefes de uno de los departamentos de la fábrica.
Y naturalmente, esto que es obligatorio también nosotros tratamos de insistir para que se llegue más abajo y para que una parte, al
menos, de las vacaciones, una semana aunque sea, los funcionarios estén en contacto directo con la producción, sepan lo que es la
producción, lo que es producir, los problemas que hay, todos los problemas que vive nuestro pueblo, o una parte por lo menos ya
mucho más considerable. Para que no se establezcan capas, estructuras, niveles diferentes, que vayan creando una burocracia insensible
a los problemas que tiene el pueblo, sino que constantemente vayan intercambiándose experiencias.
Pasajes de la guerra revolucionaria
Pasajes de la guerra revolucionaria
A Fidel Castro (sobre la invasión)
Fidel te escribo desde pleno llano, sin aviones, con relativamente pocos mosquitos y sin comer por la libre sólo debido al rápido tren
de marcha que llevo. Te haré un corto relato: salimos por la noche del 31 con 4 caballos, pues era imposible salir en camiones debido a
que a Magadan le cogieron toda la gasolina y se temía una emboscada en Jibacoa. Pasamos sin novedad por ese punto, que estaba
abandonado por los guardias, pero no pudimos seguir más de un par de leguas, durmiendo en un cayito de monte de aquel lado de la
carretera. Recomiendo establecer un pelotón permanente en Jibacoa que permitiría el abastecimiento desde esta zona, hasta ahora
bastante controlada. El primero de septiembre pasamos la carretera y tomamos tres carros que se descomponían con una frecuencia
aterradora, llegando hasta una estancia llamada Cayo Redondo, donde pasamos el día con el huracán acercándose. Los guardias llegaron
cerca, en número de 40, pero se retiraron sin combatir. Seguimos con los camiones, ayudados por 4 tractores, pero fue imposible y
debimos renunciar a ellos para el día siguiente, 2 de septiembre, día en que seguimos a pie con unos cuantos caballos llegando a las
orillas del Cauto, que no se pudo pasar por la noche debido a una extraordinaria crecida. Pasamos de día empleando 8 horas en hacerlo
y esta noche salimos de casa del Coronel para seguir la ruta estudiada. Estamos sin caballos pero podemos conseguir más en el camino
y pienso llegar con todo el mundo montado a la zona de operaciones asignada. No se puede hacer cálculos exactos sobre el tiempo que
tardaré debido a múltiples inconvenientes que van surgiendo por los caminos endemoniados. Trataré de seguir informándote en el
camino para ir creándote correos eficientes y dándote informes de la gente que hay. De esta zona recomiendo solamente a dos hasta
ahora: Pepín Magadan, que tiene sus defectos pero es de una efectividad asombrosa, al que se puede encargar de conseguir mercancías
y dinero, y Concepción Rivero, que es un hombre serio, por lo que se ve.
Por ahora nada más, un gran abrazo al lejano mundo que apenas se dibuja en el horizonte, desde aquí.
Septiembre 8/58, 1:50 am
Después de agotadoras jornadas nocturnas, te escribo al fin desde Camagüey y sin perspectivas inmediatas de acelerar la marcha que
lleva un promedio de 3-4 leguas diarias, con la tropa montada a medias y sin monturas. Camilo está en las inmediaciones y lo esperaba
aquí, en la arrocera Bartles, pero no llegó. El Llano es formidable; no hay tantos mosquitos, no se ha visto ni un casquito y los aviones
parecen inofensivas palomas; Radio Rebelde es escuchada con muchas dificultades a través de Venezuela.
Todo indica que los guardias no quieren guerra y nosotros tampoco; te confieso que le tengo miedo a una retirada con 150 inexpertos
reclutas en estas zonas desconocidas, pero una guerrilla armada de 30 hombres puede hacer maravillas en la zona y revolucionarla. Yo
de paso dejé las bases de un sindicato arrocero en Leonero y hablé del impuesto pero se me tiraron al suelo. No es que haya claudicado
frente a la patronal pero me parece que la cuota es excesiva, les dije que eso se podría conversar y lo dejé para el próximo que caiga.
Un tipo con conciencia social puede hacer maravillas en esta zona y hay bastante monte para esconderse. De mis planes futuros no te
puedo decir nada, en cuanto a camino se refiere, porque yo mismo no lo sé; depende más bien de circunstancias especiales y aleatorias,
como ahora que estamos esperando unos camiones para ver si nos libramos de los caballos, perfectos para los tiempos anaviónicos de
Maceo, pero muy visibles desde el aire. Si no fuera por la caballería podríamos caminar de día tranquilamente. El fango y el agua están
por la libre y los fidelazos que he tenido que tirar para llegar con los obuses en buen estado son de película; hemos tenido que atravesar
varios arroyos a nado con un trabajo bárbaro, pero la tropa se porta bien aunque ya la escuadra de castigo está funcionando a todo tren y
promete ser la más nutrida de la columna. El próximo informe irá por vías mecanizadas, si es posible de la ciudad de Camagüey. Nada
más que la reiteración del fraterno abrazo a los de la «Sierra», que ya no se ve.
Septiembre 13/58, 9:50 pm
Después de algunas accidentadas jornadas te escribo todavía en pleno Camagüey, a punto hoy de cruzar la parte más peligrosa o una de
las dos más peligrosas del recorrido. Camilo ya cruzó anteanoche con bastantes dificultades técnicas pero sin problemas militares.
Desde el último informe que te rendí pasaron algunas cosas desagradables pues, debido al fallo de los prácticos caímos en una
emboscada en la finca de Remigio Fernández, en la Federal, muriendo Marcos Borrero, el que fuera capitán; redujimos a los guardias
que eran ocho, haciéndoles tres muertos y cuatro prisioneros que conservamos con nosotros hasta encontrar la oportunidad de
soltarlos; uno escapó y dio el pitazo. Llegaron unos 60 guardias y, por consejo de Camilo que estaba cerca, nos retiramos sin combatir
casi, pero perdimos otro hombre, Dalcio Gutiérrez, de la Sierra. Herman fue herido en una pierna, levemente, y Enriquito Acevedo de
cierta gravedad en ambos brazos. Se distinguieron el mismo Acevedo, el capitán Angel Frías y el teniente Roberto Rodríguez
Vaquerito. Posteriormente, trataron nuevamente de avanzar y sorprendimos un camión pero con sólo cuatro hombres nuestros en la
emboscada, haciéndole dos bajas por lo menos. Nos retiramos a la Federal y rápidamente nos fuimos, sacando a Enrique para su
curación, al día siguiente ametrallaron los B-26. Camilo pudo seguir más aprisa y nosotros estamos esperando el resultado de unos
camiones que mandé coger.
Por aquí están pasando cosas muy raras que indican la conveniencia inmediata de que venga un jefe de experiencia y «bicho» a estos
contornos. No debe de ninguna manera tener más de 30 hombres armados, pero puede colectar aquí lo que le parezca en todos sentidos.
Conviene trabajar la zona de las Naboas donde hay muy buen clima debido a los despojos del central Francisco. Hay monte firme hasta
Santa Cruz, desde Santa Beatriz, bueno para ese número de hombres. Deben atender lo que hace la dirección en Camagüey pues están
haciendo promesas de incorporación a todo el mundo y nos vemos asaltados por cuadrillas de desarmados pidiendo ingreso. Averigüé
el asunto del loco y efectivamente el hombre tenía una psicosis de guerra terrible.
Hay muchos problemas más que quisiera plantearte, pero el tiempo no me alcanza, pues debo salir ya. Dicen que hay mucho guardia en
el camino pero cuando este informe llegue sabrás por otros rumbos.
Marcha sobre Las Villas
Día 13 de septiembre. La noche de este día te envié el último informe anunciando los peligros a que estábamos expuestos. Los
contactos con el Movimiento 26 de Julio habían asegurado la llegada de los prácticos, cosa que no sucedió. Viendo esta situación,
resolví de todas maneras seguir con un práctico improvisado. El resultado final fue que nos metió al amanecer en una posta de Cuatro
Compañeros. Las precauciones aconsejables no se habían podido tomar íntegramente y, aunque no tuvimos bajas, se creó un estado de
confusión. Desconociendo totalmente la zona ordenamos marchar hacia un monte que se veía en la media luz del alba, pero para llegar a
él había que cruzar una línea sobre la cual los guardias avanzaron en dos direcciones diferentes. Hubo que entablar combate para
permitir el paso de los compañeros más retrasados. Allí fue herido el capitán Silva, quien ha continuado con estoicismo ejemplar al
frente de sus hombres a pesar de haber sufrido la fractura de la región articular del hombro derecho. Tuvimos que seguir combatiendo
sobre la línea férrea en una extensión de no más de 200 metros, conteniendo el avance del enemigo, pues nos faltaban hombres. Esa
situación duró dos horas y media, hasta que a las 9 y 30 de la mañana di orden de retirada, habiendo perdido al compañero Juan, al que
una bomba de 100 libras le destrozó la pierna derecha; tuvimos otros heridos pero a resultas del bombardeo y ametrallamiento
efectuado por dos B-26, dos C-47 y dos avionetas a ras del monte y durante 45 minutos.
En días subsiguientes fue haciéndose la reagrupación de la gente, constatando por último que diez hombres dispersados estaban en la
columna de Camilo y solamente desaparecido uno apodado Morenito cuyo nombre y apellido incluiré al final. Sin permitirnos un solo
día de descanso fuimos pasando sucesivamente por Remedios, una arrocera, Cadenas, algunos cayos de menor importancia, Laguna de
Guano. Todo esto sin práctico, recogiendo a veces algún campesino y funcionando a brújula otras. La conciencia social del
campesinado camagüeyano en las zonas ganaderas es mínima y debimos arrostrar las consecuencias de numerosos chivatazos.
20 de septiembre. Escuchamos este día por el radio informe de Tabernilla sobre la columna destrozada del Che Guevara. Sucedió que
en una de las mochilas encontraron la libreta donde estaba apuntado el nombre, la dirección, las armas, balas y pertrechos de toda la
columna, miembro por miembro. Además, un miembro de esta columna, que es miembro también del PSP, dejó su mochila con
documentos de esa organización. Cruzamos en días sucesivos el río de San Pedro, y el Durán o Altamira, llegando hasta un lugar
denominado El Chicharrón. Allí desertó un individuo incorporado en Camagüey y poco después en el cruce de una línea peligrosa se
perdió José Pérez, incorporado a la columna antes de marchar de Oriente, el que sospecho desertó con su fusil.
Cruzamos un terraplén de cierto peligro y nos internamos en la zona arrocera donde están las grandes fincas de los hermanos Aguilera.
No teníamos prácticos e íbamos tras las huellas esporádicas del compañero Camilo. Desde el día 20 caminamos casi
ininterrumpidamente entre cenagales. Hubimos de abandonar los pocos caballos que llevábamos más de una vez; la mazamorra empezó
a hacer estragos entre la tropa.
29 de septiembre. Habíamos dejado atrás la última arrocera Aguilera y entrado en terrenos del central Baraguá, cuando nos
encontramos con que el ejército tenía bloqueada totalmente la línea que había que cruzar. Nos descubrieron en la marcha y de la
retaguardia se repelió a los guardias con un par de tiros. Pensando que los tiros provenían de los guardias emboscados en la línea,
siguiendo su inveterada costumbre, ordené esperar la noche, pensando que podríamos pasar. Cuando me enteré de la escaramuza, es
decir, que el enemigo tenía pleno conocimiento de nuestra posición, ya era tarde para intentar el paso, pues era una noche oscura y
lluviosa y no teníamos reconocimiento alguno de la posición enemiga, muy reforzada. Hubo que retroceder a brújula, permaneciendo
en la zona cenagosa y de monte ralo para despistar a los aviones que, efectivamente, volcaron su ataque sobre un monte frondoso a
cierta distancia de nuestra posición. Los exploradores encabezados por el teniente Acevedo descubrieron un paso en la extremidad de
la línea enemiga, pues descuidaron una laguna por la que creyeron imposible el tránsito. Por esa laguna cenagosa, tratando de
amortiguar en lo posible el ruido de 140 hombres chapaleando fango caminamos cerca de 2 kilómetros hasta cruzar la línea a cerca de
100 metros de la última posta de la que escuchábamos su conversación. El chapaleo, imposible de evitar totalmente, y la luna clara me
hacen pensar con visos de certeza que el enemigo se dio cuenta de nuestra presencia, pero el bajo nivel combativo que en todo
momento han demostrado los soldados de la dictadura los hicieron sordos a todo rumor sospechoso.
Caminamos toda la noche entre cenagales de agua marina, y parte del día siguiente. Una cuarta parte de la tropa estaba sin zapatos o con
ellos en malas condiciones.
3 de octubre. En un cayo cercano al central Baraguá, fue capturado el carnicero de ese central a cuya familia se le notificó que no le
pasaría nada, pero que debía permanecer con nosotros como práctico, un par de días. Parece que la mujer quería cambiar de marido y
mandó un chivatazo, flor de resultas del cual tuvimos la visita de los B-26 con su cargamento acostumbrado; no hubo novedad, pero
debimos caminar toda la noche en una laguna llena de unas matas con hojas filosas que lastimaron los pies de algunos descalzos. La
moral de la tropa iba sufriendo los impactos del hambre y la mazamorra. No podíamos descansar nunca pues los guardias seguían tras
nuestro rastro con la ayuda principalísima de los aviones. En cada campesino veíamos el presunto chivato, en una situación psíquica
similar a los primeros tiempos de la Sierra Maestra. No pudimos establecer contacto con la organización del 26 de Julio, pues un par
de supuestos miembros se negaron a la hora en que pedí ayuda, y sólo la recibí, monetaria, nylons, algunos zapatos, medicinas, comida
y guías, de parte de los miembros del PSP, que me dijeron haber solicitado ayuda de los organismos del Movimiento, recibiendo la
contestación siguiente que debe tomarse con beneficio de inventario, pues no me consta: «Si el Che, manda un papel escrito, nosotros
le ayudamos; si no, que se joda el Che.»
7 de octubre. Hacemos contacto con tres prácticos del Escambray, que traen un rosario de quejas por la actuación de Gutiérrez
Menoyo, informándome que Bordón había sido tomado preso y había existido una situación que llegó a estar cerca de una batalla
campal entre los grupos. Me pareció que había muchos trapos sucios que sacar al sol en toda esta cuestión y mandé a uno de ellos
ordenándole a Bordón que avanzara a mi encuentro. Este día, para tratar de limpiar la escoria de la columna, ordené el licenciamiento
de todo el que lo solicitara; siete aprovecharon la oportunidad y doy sus nombres para la historia negativa de esta revolución: Victor
Sarduy, Juan Noguera, Ernesto Magaña, Rigoberto Solís, Oscar Macías, Teodoro Reyes y Rigoberto Alarcón. Un día antes se había
extraviado y sospecho que desertó Pardillo, del pelotón de Joel.
A partir de este momento la aviación siguió matemáticamente nuestros pasos, bombardeando el monte que habíamos dejado el día
anterior, mientras salían a cortarnos el paso por el río Jatibonico. En uno de esos bombardeos estalló en el aire un Jet de
retropropulsión cuya noticia habrás oído por el radio. El día 10 de octubre nos alcanzó la aviación ametrallando el monte en que
estábamos. Fueron las avionetas y no hubo víctimas. La vanguardia tomó al día siguiente un batey que comunicaba con una arrocera
próxima y nos enteramos que el ejército conocía nuestra situación por las conversaciones telefónicas que interceptamos. «Las ratas»
estaban perfectamente localizadas (aunque, previendo esto, hicimos abandono del monte y nos encerramos en una casa rodeada de
potreros donde permanecimos todo el día sin movernos). Según los informes recogidos de las conversaciones del ejército, éstos no
nos creían capaces de caminar las dos leguas que nos separaban del Jatibonico. Por supuesto, las hicimos esa noche, cruzamos el río a
nado, aunque mojando casi todo el armamento e hicimos una legua más hasta llegar al refugio seguro de un monte. El paso del
Jatibonico fue como el símbolo de un pasaje de las tinieblas a la luz. Ramiro dice que fue como un conmutador eléctrico que
encendiera la luz y es una imagen exacta. Pero desde el día anterior azulaban las sierras a lo lejos y hasta el más remiso lomero sentía
unas ansias terribles de llegar.
Caminamos luego una jornada agotadora entre fangales, cruzamos arroceras y cañaverales, cruzamos el río Zaza, que debe ser uno de
los más anchos de Cuba, cruzamos el último cordón de guardias en la carretera de Trinidad a Sancti Spíritus, el día 15 por la noche, y
comenzó nuestra fatigosa tarea política.
He oído el desastre de Vega, evidentemente, es producto de la impericia, a Ramiro no le hubiera pasado eso; pero déjenos un tiempo y
demostraremos que su presencia aquí es positiva para la Revolución.
Sierra del Escambray, octubre 23 de 1958
[en Carlos Franqui, Libro de los doce, México 1966.]
Pasajes de la guerra revolucionaria
Un pecado de la revolución
Las revoluciones, transformaciones sociales radicales y aceleradas, hechas de las circunstancias; no siempre, o casi nunca, o quizás
nunca, maduradas y previstas científicamente en sus detalles; hechas de las pasiones, de la improvisación de hombres en su lucha por
las reivindicaciones sociales, no son nunca perfectas. La nuestra tampoco lo fue. Cometió errores y algunos de esos errores se pagan
caros. Hoy se nos muestra la evidencia de otro, que no ha tenido repercusión, pero que demuestra cómo es muy cierto el lenguaje
popular cuando expresa una vez que «la cabra tira al monte» y otra, que «Dios los hace y ellos se juntan».
Cuando las tropas de la invasión, doloridas, con los pies llagados, ensangrentados y ulcerados por las afecciones provocadas por los
hongos, manteniendo indemne solamente la fe, después de cuarenta y cinco días de camino llegaron a las estribaciones del Escambray,
fueron alcanzadas por una carta insólita. Era firmada por el comandante Carrera y en ella se prevenía a la columna del Ejército
Revolucionario por mi comandada, que no podía subir al Escambray sin aclarar bien a qué iba y que, antes de subir, debía detenerme
para explicárselo. ¡Detenernos en las zonas de llanos, en las condiciones en que íbamos, y amenazados de cerco todos los días, del cual
podíamos escapar sólo por nuestra rapidez de movimiento! Esa fue la esencia de una larga e insolente carta. Seguimos adelante,
extrañados, lastimados porque no esperábamos eso de quienes se decían nuestros compañeros de lucha, pero decididos a solucionar
cualquier problema cumpliendo las órdenes expresas del Comandante en Jefe Fidel Castro ordenando claramente trabajar para lograr la
unidad de todos los combatientes. Llegamos al Escambray y acampamos cerca del pico denominado Del Obispo, que se ve de la ciudad
de Sancti Spíritus y tiene una cruz en su cima. Allí pudimos establecer nuestro primer campamento e inmediatamente indagamos por
una casa donde debía esperarnos uno de los artículos más preciados del guerrillero: los zapatos. No había zapatos; se los habían llevado
las fuerzas del Segundo Frente del Escambray, a pesar de que habían sido logrados por la organización del 26 de Julio. Todo amenazaba
tormenta; sin embargo, logramos mantenernos serenos, conversar con algún capitán, del que luego nos enteramos que había asesinado
cuatro combatientes del pueblo que quisieron ir a ocupar su lugar en las filas revolucionarias del 26 de Julio abandonando el Segundo
Frente, y tuvimos una entrevista, inamistosa pero no borrascosa, con el comandante Carrera. Este había ingerido ya la mitad de una
botella de licor, que era también aproximadamente la mitad de su cuota diaria. Personalmente no fue tan grosero y agresivo como en su
misiva de días anteriores, pero se adivinaba un enemigo.
Después conocimos al comandante Peña, famoso en la región por sus correrías detrás de las vacas de los campesinos, que nos prohibió
enfáticamente atacar Güinía de Miranda porque el pueblo pertenecía a su zona; al argumentarle que la zona era de todos, que había que
luchar y que nosotros teníamos más y mejores armas y más experiencia, nos dijo simplemente que nuestra bazooka era balanceada por
200 escopetas y que 200 escopetas hacían el mismo agujero que una bazooka. Terminante. Güinía de Miranda estaba destinada a ser
tomada por el Segundo Frente y no podíamos atacar. Naturalmente que no hicimos caso; pero sabíamos que estábamos frente a
peligrosos «aliados».
Tras de muchas depredaciones, muy largas de contar, donde nuestra paciencia fue puesta a prueba infinitas veces y donde aguantamos
más de lo debido, según la justa crítica del compañero Fidel, se llegó a un «statu quo» donde se nos permitía hacer la Reforma Agraria
en toda la zona perteneciente al Segundo Frente siempre y cuando se les permitiera a ellos cobrar tributos. ¡Cobrar tributos, la palabra
de orden!
La historia es larga. Nosotros ocupamos en una lucha sangrienta y continua las principales ciudades del país y contamos con buenos
aliados en el Directorio Revolucionario, cuyos hombres, en menor número y también de menor experiencia, hicieron todo lo posible
por coadyuvar a nuestro éxito común. El primero de enero el mando revolucionario exigía que todas las tropas combatientes se
pusieran bajo mis órdenes en Santa Clara. El Segundo Frente Nacional del Escambray, por boca de su jefe Gutiérrez Menoyo,
inmediatamente se ponía a mis órdenes. No había problema alguno. Dimos entonces la instrucción de que nos esperaran porque
teníamos que arreglar los asuntos civiles de la primera gran ciudad conquistada.
En aquellos días era difícil controlar las cosas y cuando caímos en cuenta el Segundo Frente, detrás de Camilo Cienfuegos, había
entrado «heroicamente» en La Habana. Pensamos que podía ser alguna maniobra para tratar de hacerse fuertes, de tomar algo, de
impulsar alguna cosa. Ya lo conocíamos, pero cada día los conocimos más. Ellos tomaron efectivamente las posiciones estratégicas
más importantes, para su mentalidad... A los pocos días llegaba la primera cuenta del Hotel Capri, firmaba Fleitas; $15.000 en comida y
bebida para un reducido número de aprovechados.
Cuando llegó la hora de los grados, casi un centenar de capitanes y un buen número de comandantes aspiraban a las canonjías estatales,
además de un gran y «selecto» núcleo de hombres presentados por los inseparables Menoyo y Fleitas, que aspiraban a toda una serie de
cargos en el aparato estatal. No eran cargos extremadamente remunerados; todos tenían una característica: eran los puestos donde se
robaba en la administración prerrevolucionaria. Los inspectores de Hacienda, los recaudadores de impuestos, todos los lugares donde
el dinero caminaba y pasaba por sus ávidos dedos, eran el fruto de sus aspiraciones. Esa era una parte del Ejército Rebelde con la que
debíamos convivir.
Desde los primeros días se plantearon divergencias serías que culminaran a veces en cambios de palabras violentos; pero siempre
nuestra aparente cordura revolucionaria primaba y cedíamos en bien de la unidad. Manteníamos el principio. No permitíamos robar ni
dábamos puestos claves a quienes sabíamos aspirantes a traidores; pero no los eliminábamos, contemporizábamos, todo en beneficio
de una unidad que no estaba totalmente comprendida. Ese fue un pecado de la Revolución.
El mismo pecado que hizo pagarle suculentos sueldos a los Barquín, a los Felipe Pazos, a las Teté Casuso y a tantos y tantos botelleros
internos y externos que la Revolución mantenía eludiendo el conflicto, tratando de comprar su silencio con un tácito entendimiento
entre un sueldo que era ya una botella y un gobierno que ellos esperaban el momento para traicionar. Pero el enemigo tiene más dinero
y más medios de sobornar a la gente. Al fin y al cabo, ¿qué podíamos ofrecer a un Fleitas o a un Menoyo sino un puesto de trabajo y de
sacrificio?
Ellos, que vivieron del cuento de una lucha que no hicieron, embaucando a la gente, buscando puestos, tratando siempre de acercarse a
los lugares donde el dinero estaba a flor de tierra, «empujando» en todos los gabinetes ministeriales, despreciados por todos los
revolucionarios puros, pero admitidos, aunque a regañadientes, eran un insulto a nuestra conciencia de revolucionarios.
Constantemente con su presencia nos mostraban nuestro pecado; el pecado de la transigencia frente a la falta de espíritu
revolucionario, frente al traidor en potencia o de hecho, frente al débil de espíritu, al cobarde, al ladrón, al «comevaca».
Nuestra conciencia se ha limpiado porque se han ido todos juntos, los que Dios hizo, en unos barquitos, hacia Miami. Muchas gracias,
«comevacas» del Segundo Frente. Muchas gracias por aliviarnos de la presencia execrable de los comandantes de dedo, de los
capitanes de mentirijilla, de los héroes que desconocen el rigor de las campañas, pero no el abrigo fácil de las casas campesinas.
Muchas gracias por darnos esta lección, por demostrarnos que no se puede comprar conciencias con la dádiva revolucionaria, que es
exigua y exigente para con todos, por demostrarnos que tenemos que ser inflexibles frente al error, la debilidad, el dolor, la mala fe de
cualquiera y levantarnos y denunciar y castigar en cualquier lugar en que asome algún vicio que vaya contra los altos postulados de la
Revolución.
Que el ejemplo del Segundo Frente, que el ejemplo de nuestro querido y buen amigo, el ex ladrón Prío, nos llame a la realidad. Que no
nos cueste llamarle ladrón al ladrón, porque nosotros mismos, en honor a lo que bautizamos cómodamente como «táctica
revolucionaria» le llamamos «ex Presidente» al ladrón, en tiempos en que el «ex Presidente» no nos llamaba como ahora, «comunistas
despreciables», sino salvadores de Cuba.
El ladrón es ladrón y se morirá ladrón. Por lo menos, el ladrón de altura; no el que en algunos países, desesperado, tiene que quitar una
migaja para dar de comer a sus hijos. éste, el que roba para lograr mujeres y drogas o licores, para lograr la satisfacción de los bajos
instintos que lo animan, será ladrón toda su vida.
Allí están juntos los que golpean nuestra conciencia, los Felipe Pazos, que venden su honestidad como una alta moneda para ponerla al
frente de las «serias» instituciones; los Rufo López o Justo Carrillos, que dan su saltico para acomodarse a la situación y buscar un
peldaño más; los Miró Cardona, optimistas eternos; los ladrones irremediables, complicados en asesinatos del pueblo, los
«comevacas» cuyas «hazañas» se produjeron entre la masa campesina que asesinaron en la zona del Escambray, sembrando un terror
más grande que el de los propios guardias. Ellos son nuestra conciencia. Ellos nos dicen nuestro pecado, un pecado de la Revolución,
el que no debe repetirse, el de la enseñanza que debemos aprender.
La conducta revolucionaria es espejo de la fe revolucionaria y cuando alguien que se dice revolucionario no se conduce como tal, no
puede ser más que un desfachatado. Estréchense en los mismos brazos, Venturas y Tony Varona que tanto pelean entre sí, Príos y
Batistas, Gutiérrez Menoyo y Sánchez Mosqueras; asesinos que mataban para satisfacer algún deseo inmediato, en nombre de su
codicia y asesinos que mataban para saciar una codicia, en nombre de la libertad; ladrones y vendedores de honradez, oportunistas de
toda laya, candidatos a la presidencia... bonito conjunto.
¡Cuánto nos han enseñado! Muchas gracias.
[Verde Olivo, 12 de febrero de 1961.]
Pasajes de la guerra revolucionaria
Lidia y Clodomira
Conocí a Lidia, apenas a unos seis meses de iniciada la gesta revolucionaria. Estaba recién estrenado como comandante de la Cuarta
Columna y bajábamos, en una incursión relámpago, a buscar víveres al pueblecito de San Pablo de Yao, cerca de Bayamo, en las
estribaciones de la Sierra Maestra. Una de las primeras casas de la población pertenecía a una familia de panaderos. Lidia, mujer de
unos cuarenta y cinco años, era uno de los dueños de la panadería. Desde el primer momento, ella, cuyo único hijo había pertenecido a
nuestra columna, se unió entusiastamente y con una devoción ejemplar a los trabajos de la Revolución.
Cuando evoco su nombre, hay algo más que una apreciación cariñosa hacia la revolucionaria sin tacha, pues tenía ella una devoción
particular por mi persona que la conducía a trabajar preferentemente a mis órdenes, cualquiera que fuera el frente de operaciones al
cual yo fuera asignado. Incontables son los hechos en que Lidia intervino en calidad de mensajera especial, mía o del Movimiento.
Llevó a Santiago de Cuba y a La Habana los más comprometedores papeles, todas las comunicaciones de nuestra columna, los números
del periódico El Cubano Libre; traía también el papel, traía medicinas, traía, en fin, lo que fuera necesario, y todas las veces que fuera
necesario.
Su audacia sin límites hacía que los mensajeros varones eludieran su compañía. Recuerdo siempre las apreciaciones, entre
administrativas y ofuscadas, de uno de ellos que me decía: «Esa mujer tiene más... que Maceo, pero nos va a hundir a todos; las cosas
que hace son de loco, este momento no es de juego.» Lidia, sin embargo, seguía cruzando una y otra vez las líneas enemigas.
Me trasladaron a la zona de la Mina del Frío, en las Vegas de Jibacoa, y allí fue ella dejando el campamento auxiliar del cual había sido
jefa, durante un tiempo, y a los hombres a los que mandó gallardamente y, hasta un poco, tiránicamente, provocando cierto resquemor
entre los cubanos no acostumbrados a estar bajo el mando de una mujer. Ese puesto era el más avanzado de la Revolución, situado en un
lugar denominado la Cueva, entre Yao y Bayamo. Hube de quitarle el mando porque era una posición demasiado peligrosa y, después de
localizada, eran muchas las veces que los muchachos tenían que salir a punta de bala de ese lugar. Traté de quitarla definitivamente de
allí pero sólo lo conseguí cuando me siguió al nuevo frente de combate.
Entre las anécdotas demostrativas del carácter de Lidia recuerdo ahora el día en que murió un gran combatiente imberbe de apellido
Geilín, de Cárdenas. Este muchacho integraba nuestra avanzada en el campamento cuando Lidia estaba allí. Al ella ir hacia el mismo,
retornando de una misión, vio a los guardias que avanzaban sigilosamente sobre el puesto, respondiendo sin duda a algún «chivatazo».
La reacción de Lidia fue inmediata; sacó su pequeño revólver 32 para dar la alarma con un par de tiros al aire; manos amigas se lo
impidieron a tiempo, pues les hubiera costado la vida a todos; sin embargo, los soldados avanzaron y sorprendieron la posta del
campamento. Guillermo Geilín se defendió bravamente hasta que, herido dos veces, sabiendo lo que le pasaría después si caía vivo en
manos de los esbirros, se suicidó. Los soldados llegaron, quemaron lo que había quemable y se fueron. Al día siguiente encontré a
Lidia. Su gesto indicaba la más grande desesperación por la muerte del pequeño combatiente y también la indignación contra la persona
que le había impedido dar la alarma. A mí me mataban, decía, pero se hubiera salvado el muchacho; yo, ya soy vieja, él no tenía 20 años.
Ese era el tema central de sus conversaciones. A veces parecía que había un poco de alarde en su continuo desprecio verbal por la
muerte, sin embargo, todos los trabajos encomendados eran cumplidos a perfección.
Ella conocía como me gustaban los cachorros y siempre estuvo prometiéndome traer uno de La Habana sin poder cumplir su promesa.
En los días de la gran ofensiva del ejército, llevó Lidia, a cabalidad, su misión. Entró y salió de la Sierra, trajo y llevó documentos
importantísimos, estableciendo nuestras conexiones con el mundo exterior. La acompañaba otra combatiente de su estirpe, de quien no
recuerdo más que el nombre, como casi todo el Ejército Rebelde que la conoce y la venera: Clodomira. Lidia y Clodomira ya se habían
hecho inseparables compañeras de peligro, iban y venían juntas de un lado a otro.
Había ordenado a Lidia que, apenas llegada a Las Villas, después de la invasión, se pusiera en contacto conmigo, pues debía ser el
principal medio de comunicación con La Habana y con la Comandancia General de la Sierra Maestra. Llegué, y a poco encontramos su
carta en la cual me anunciaba que me tenía un cachorro listo para regalármelo y que me lo traería en el próximo viaje. Ese fue el viaje
que Lidia y Clodomira nunca realizaron.
La guerra de guerrillas
A Camilo
Este trabajo pretende colocarse bajo la advocación de Camilo Cienfuegos, quien debía leerlo y corregirlo pero cuyo destino le ha
impedido esa tarea. Todas estas líneas y las que siguen pueden considerarse como un homenaje del Ejército Rebelde a su gran Capitán,
al más grande jefe de guerrillas que dio esta revolución, al revolucionario sin tacha y al amigo fraterno.
Camilo fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador
abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa. Creo que él hubiera aprobado
este manual donde se sintetizan nuestras experiencias guerrilleras, porque son el producto de la vida misma, pero él le dio a la armazón
de letras aquí expuesta la vitalidad esencial de su temperamento, de su inteligencia y de su audacia, que sólo se logran en tan exacta
medida en ciertos personajes de la Historia.
Pero no hay que ver a Camilo como un héroe aislado realizando hazañas maravillosas al solo impulso de su genio, sino como una parte
misma del pueblo que lo formó, como forma sus héroes, sus mártires o sus conductores en la selección inmensa de la lucha, con la
rigidez de las condiciones bajo las cuales se efectuó.
No sé si Camilo conocía la máxima de Dantón sobre los movimientos revolucionarios, «audacia, audacia y más audacia»; de todas
maneras, la practicó con su acción, dándole además el condimento de las otras condiciones necesarias al guerrillero: el análisis preciso
y rápido de la situación y la meditación anticipada sobre los problemas a resolver en el futuro.
Aunque estas líneas, que sirven de homenaje personal y de todo un pueblo a nuestro héroe, no tienen el objeto de hacer su biografía o
de relatar sus anécdotas, Camilo era hombre de ellas, de mil anécdotas, las creaba a su paso con naturalidad. Es que unía a su
desenvoltura y a su aprecio por el pueblo, su personalidad; eso que a veces se olvida y se desconoce, eso que imprimía el sello de
Camilo a todo lo que le pertenecía: el distintivo precioso que tan pocos hombres alcanzan de dejar marcado lo suyo en cada acción. Ya
lo dijo Fidel: no tenía la cultura de los libros, tenía la inteligencia natural del pueblo, que lo había elegido entre miles para ponerlo en
el lugar privilegiado a donde llegó, con golpes de audacia, con tesón, con inteligencia y devoción sin pares.
Camilo practicaba la lealtad como una religión; era devoto de ella; tanto de la lealtad personal hacia Fidel, que encarna como nadie la
voluntad del pueblo, como la de ese mismo pueblo; pueblo y Fidel marchan unidos y así marchaban las devociones del guerrillero
invicto.
¿Quién lo mató?
Podríamos mejor preguntarnos: ¿quién liquidó su ser físico? porque la vida de los hombres como él tiene su más allá en el pueblo; no
acaba mientras éste no lo ordene.
Lo mató el enemigo, lo mató porque quería su muerte, lo mató porque no hay aviones seguros, porque los pilotos no pueden adquirir
toda la experiencia necesaria, porque, sobrecargado de trabajo, quería estar en pocas horas en La Habana... y lo mató su carácter.
Camilo, no medía el peligro, lo utilizaba como una diversión, jugaba con él, lo toreaba, lo atraía y lo manejaba; en su mentalidad de
guerrillero no podía una nube detener o torcer una línea trazada.
Fue allí, cuando todo un pueblo lo conocía, lo admiraba y lo quería; pudo haber sido antes y su historia sería la simple de un capitán
guerrillero. Habrá muchos Camilos, dijo Fidel; y hubo Camilos, puedo agregar, Camilos que acabaron su vida antes de completar el
ciclo magnífico que él ha cerrado para entrar en la Historia, Camilo y los otros Camilos (los que no llegaron y los que vendrán), son el
índice de las fuerzas del pueblo, son la expresión más alta de lo que puede llegar a dar una nación, en pie de guerra para la defensa de
sus ideales más puros y con la fe puesta en la consecución de sus metas más nobles.
No vamos a encasillarlo, para aprisionarlo en moldes, es decir matarlo. Dejémoslo así, en líneas generales, sin ponerle ribetes precisos
a su ideología socio-económica que no estaba perfectamente definida; recalquemos sí, que no ha habido en esta guerra de liberación un
soldado comparable a Camilo. Revolucionario cabal, hombre del pueblo, artífice de esta revolución que hizo la nación cubana para sí,
no podía pasar por su cabeza la más leve sombra del cansancio o de la decepción. Camilo, el guerrillero, es objeto permanente de
evocación cotidiana, es el que hizo esto o aquello, «una cosa de Camilo», el que puso su señal precisa e indeleble a la Revolución
cubana, el que está presente en los otros que no llegaron y en aquellos que están por venir.
En su renuevo continuo e inmortal, Camilo es la imagen del pueblo.
Diario en Bolivia
Fidel Castro
Diario en Bolivia
Una introducción necesaria (1968)
Era costumbre del Che en su vida guerrillera anotar cuidadosamente en un Diario personal sus observaciones de cada día. En las largas
marchas por terrenos abruptos y difíciles, en medio de los bosques húmedos, cuando las filas de los hombres, siempre encorvados por
el peso de las mochilas, las municiones y las armas, se detenían un instante a descansar, o la columna recibía la orden de alto para
acampar al final de la fatigosa jornada, se veía al Che -como cariñosamente lo bautizaron desde el principio los cubanos- extraer una
pequeña libreta y con su letra menuda y casi ilegible de médico, escribir sus notas.
Lo que pudo conservar de esos apuntes le sirvió luego para escribir sus magníficas narraciones históricas de la guerra revolucionaria en
Cuba, llenas de contenido revolucionario, pedagógico y humano.
Esta vez, gracias a aquel invariable hábito suyo de ir anotando los principales hechos de cada día, podemos disponer de una información
pormenorizada, rigurosamente exacta e inapreciable de aquellos heroicos meses finales de su vida en Bolivia.
Esas anotaciones, no escritas propiamente para la publicación, le servían como instrumento de trabajo para la evaluación constante de
los hechos, las situaciones y los hombres, a la vez que daban cauce a las expresiones de su espíritu profundamente observador,
analítico, y muchas veces matizado de fino humorismo. Están sobriamente redactadas y poseen ininterrumpida coherencia desde el
principio hasta el fin.
Téngase en cuenta que fueron escritas en los ratos escasísimos de descanso, en medio de épico y sobrehumano esfuerzo físico y de sus
agotadoras obligaciones como jefe de un destacamento guerrillero en la difícil etapa de los comienzos de una lucha de esta naturaleza,
que se desenvolvía en condiciones materiales increíblemente duras, lo que revela una vez más su estilo de trabajo y su voluntad de
hierro.
En este Diario, al analizar en detalle los incidentes de cada día, se hacen constar faltas, críticas y recriminaciones que son propias e
inevitables en el desarrollo de una guerrilla revolucionaria.
En el seno de un destacamento guerrillero esas críticas se tienen que producir incesantemente, sobre todo en la etapa en que está
constituido sólo por un pequeño núcleo, enfrentados a condiciones materiales sumamente adversas y a un enemigo infinitamente
superior en número, cuando el menor descuido o la más insignificante falta pueden resultar fatales y el jefe debe ser exhaustivamente
exigente, a la vez que utilizar cada hecho o episodio, por insignificante que parezca, para educar a los combatientes y futuros cuadros de
los nuevos destacamentos guerrilleros.
El proceso de formación de la guerrilla es un incesante llamado a la conciencia y al honor de cada hombre. El Che sabía tocar las fibras
más sensibles de los revolucionarios. Cuando Marcos, reiteradamente amonestado por el Che, fue advertido de que podía ser expulsado
deshonrosamente de la guerrilla respondió: «¡Antes fusilado!» Más adelante dio su vida heroicamente. Similar fue el comportamiento
de todos los hombres en los que puso su confianza y a los cuales se vio en la necesidad de amonestar por alguna u otra causa en el
transcurso de la lucha. Jefe fraternal y humano sabía también ser exigente y en ocasiones severo; pero lo era en primer lugar y en
mayor grado que con los demás, consigo mismo. Che basaba la disciplina en la conciencia moral del guerrillero y en la fuerza tremenda
de su propio ejemplo.
El Diario contiene también numerosas referencias a Debray y evidencian la enorme preocupación que suscitó en el Che el arresto y
encarcelamiento del escritor revolucionario a quien había encomendado una misión en Europa, aunque en el fondo habría deseado que
aquél permaneciera en la guerrilla. Por eso manifiesta cierta inconformidad, y en ocasiones algunas dudas, sobre su comportamiento.
Che no tuvo posibilidad de conocer la odisea vivida por Debray en las garras de los cuerpos represivos y la actividad firme y valerosa
mantenida por éste ante sus captores y torturadores.
Destacó, sin embargo, la enorme importancia política del proceso, y, el 3 de octubre, seis días antes de su muerte, en medio de
amargos y tensos sucesos, consigna: «Se escuchó una entrevista de Debray muy valiente frente a un estudiante provocador», siendo ésta
su última referencia al escritor.
Como en este Diario la Revolución cubana y sus relaciones con el movimiento guerrillero aparecen reiteradamente señaladas, algunos
pudieran interpretar que su publicación por nuestra parte constituye un acto de provocación que dará argumentos a los enemigos de la
Revolución y a los imperialistas yanquis y sus aliados, los oligarcas de América Latina, para redoblar sus planes de bloqueo,
aislamiento y agresión a Cuba.
A los que así juzgan los hechos, es bueno recordarles que el imperialismo yanqui no ha necesitado nunca de pretextos para perpetrar
sus fechorías en cualquier lugar del mundo y que sus esfuerzos para aplastar la Revolución cubana se iniciaron desde la primera ley
revolucionaria promulgada en nuestro país, por el obvio y conocido hecho de que ese imperialismo es el gendarme de la reacción
mundial, promotor sistemático de la contrarrevolución y protector de las estructuras sociales más retrógradas e inhumanas que
subsisten en el mundo.
La solidaridad con el movimiento revolucionario puede ser tomada como pretexto, pero nunca será la causa de las agresiones yanquis.
Negar la solidaridad para negar el pretexto es ridícula política de avestruz que nada tiene que ver con el carácter internacionalista de las
revoluciones sociales contemporáneas. Dejar de solidarizarse con el movimiento revolucionario no es negarle un pretexto sino
solidarizarse de hecho con el imperialismo yanqui y su política de dominio y esclavización del mundo.
Cuba es un pequeño país de economía subdesarrollada, como todos los que fueron durante siglos dominados y explotados por el
colonialismo y el imperialismo, situada sólo a 90 millas de las costas de Estados Unidos, con una base naval yanqui en su propio
territorio, que se enfrenta a numerosos obstáculos por llevar a cabo su desarrollo económico-social. Grandes peligros se han cernido
sobre nuestra Patria desde el triunfo de la Revolución, pero no por ello conseguirá el imperialismo doblegarla, sin que deban
importarnos las dificultades que una línea revolucionaria consecuente pueda conllevar.
Desde el punto de vista revolucionario la publicación del Diario del Che en Bolivia no admite alternativa. El Diario del Che quedó en
poder de Barrientos, que de inmediato entregó copia a la CIA, al Pentágono y al gobierno de Estados Unidos. Periodistas allegados a la
CIA tuvieron acceso al documento en la propia Bolivia y sacaron copias fotostáticas del mismo, aunque con el compromiso de
abstenerse, por el momento, de publicarlo.
El gobierno de Barrientos y los más altos jefes militares tienen sobradas razones para no publicar el Diario, donde se puede constatar
la inmensa incapacidad de su ejército y las incontables derrotas que sufrieron en manos de un puñado de guerrilleros decididos que en
unas pocas semanas le arrebató en combate cerca de doscientas armas.
Che describe además a Barrientos y su régimen en los términos a que es acreedor con palabras que no podrán borrarse de la historia.
Por otro lado, el imperialismo tenía también sus razones: Che y su ejemplo extraordinario cobran fuerza cada vez mayor en el mundo.
Sus ideas, su retrato, su nombre, son banderas de lucha contra las injusticias entre los oprimidos y los explotados y suscitan interés
apasionado entre los estudiantes y los intelectuales de todo el mundo.
En los propios Estados Unidos el movimiento negro y los estudiantes progresistas, que son cada vez más numerosos, han convertido en
algo suyo la figura del Che. En las manifestaciones más combativas por los derechos civiles y contra la agresión a Viet Nam, sus
retratos son esgrimidos como emblemas de lucha. Pocas veces en la historia, o tal vez nunca, una figura, un nombre, un ejemplo, se han
universalizado con tal celeridad y apasionante fuerza. Es que el Che encarna en su forma más pura y desinteresada el espíritu
internacionalista que caracteriza al mundo de hoy y cada vez más al de mañana.
De un continente oprimido ayer por las potencias coloniales, explotado hoy y mantenido en el retraso y en el subdesarrollo más inicuo
por el imperialismo yanqui, surge esa singular figura que se convierte en aliento universal de lucha revolucionaria hasta en las propias
metrópolis imperialistas y colonialistas.
Los imperialistas yanquis temen la fuerza de ese ejemplo y todo lo que pueda contribuir a divulgarlo. Es el valor intrínseco del Diario,
expresión viva de una personalidad extraordinaria, lección guerrillera escrita al calor y la tensión de cada día, pólvora inflamable,
demostración real de que el hombre latinoamericano no es impotente frente a los esclavizadores de pueblos y sus ejércitos
mercenarios, lo que les ha impedido hasta hoy darlo a la publicidad.
Pudieran estar también interesados en que en este Diario no se conociera nunca los pseudorrevolucionarios, oportunistas y charlatanes
de toda laya, que autoconceptuándose marxistas, comunistas y otros títulos por el estilo, no han vacilado en calificar al Che de
equivocado, aventurero, y cuando más benignamente, idealista, cuya muerte es el canto de cisne de la lucha armada revolucionaria en
América Latina. «¡Si el Che -exclaman-, máximo exponente de esas ideas y experimentado guerrillero, fue muerto en las guerrillas y su
movimiento no liberó a Bolivia, eso demuestra cuán equivocado estaba...!» ¡Cuántos de estos miserables se habrán alegrado de la
muerte del Che, sin sonrojarse siquiera de pensar que sus posiciones y razonamientos coinciden por entero con los de los oligarcas
más reaccionarios y el imperialismo!
De este modo se justifican a sí mismos, o justifican a dirigentes traidores que en determinado momento no vacilaron en jugar a la lucha
armada con el verdadero propósito -según se pudo ver luego- de destruir a los destacamentos guerrilleros, frenar la acción
revolucionaria e imponer sus vergonzosas y ridículas componendas políticas, porque eran absolutamente incapaces de ninguna otra
línea; o a los que no quieren combatir, ni combatirán jamás, por el pueblo y su liberación y han caricaturizado las ideas revolucionarias
haciendo de ellas opio dogmático sin contenido ni mensaje a las masas, y convertido las organizaciones de lucha del pueblo en
instrumentos de conciliación con los explotadores internos y externos, y propugnadoras de políticas que no tienen nada que ver con los
intereses reales de los pueblos explotados en este continente.
Che contemplaba su muerte como algo natural y probable en el proceso y se esforzó en recalcar, muy especialmente en sus últimos
documentos, que esa eventualidad no impediría la marcha inevitable de la revolución en América Latina. En su mensaje a la
Tricontinental reiteró ese pensamiento: «Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo... En cualquier lugar que nos
sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ese, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se
tienda para empuñar nuestras armas.»
Se consideró a sí mismo soldado de esa revolución, sin preocuparle en absoluto sobrevivir a ella. Los que ven en el desenlace de su
lucha en Bolivia el fracaso de sus ideas, con el mismo simplismo pudieran negar la validez de las ideas y las luchas de todos los grandes
precursores y pensadores revolucionarios, incluidos los fundadores del marxismo, que no pudieron culminar la obra y contemplar en
vida los frutos de sus nobles esfuerzos.
En Cuba, ni la muerte en combate de Martí y de Maceo, a las que siguió más tarde la intervención yanqui cuando finalizaba la Guerra de
Independencia, frustrando en lo inmediato el objetivo de sus luchas, ni la de brillantes propugnadores de la revolución socialista como
Julio Antonio Mella, asesinado por agentes al servicio del imperialismo, pudieron impedir a la larga el triunfo de un proceso que
comenzó hace cien años, y nadie en absoluto podría poner en duda la profunda justeza de la causa y la línea de lucha de aquellos
próceres, ni la vigencia de sus ideas esenciales que inspiraron siempre a los revolucionarios cubanos.
En el Diario del Che se pueden apreciar cuán reales eran sus posibilidades de éxito y cuán extraordinario el poder catalizador de la
guerrilla, como él consigna en sus apuntes. En cierta ocasión, ante los evidentes síntomas de debilidad y rápido deterioro del régimen
boliviano, expresó: «El gobierno se desintegra rápidamente, lástima no tener cien hombres más en este momento.»
Che conocía por su experiencia en Cuba cuántas veces nuestro pequeño destacamento guerrillero estuvo a punto de ser exterminado.
Pudo ocurrir así en dependencia casi absoluta de los azares e imponderables de la guerra, mas, tal eventualidad, ¿habría dado a nadie el
derecho a considerar errónea nuestra línea y tomarla además como ejemplo para desalentar a la revolución e inculcar en los pueblos la
impotencia? ¡Muchas veces en la historia los procesos revolucionarios estuvieron precedidos de episodios adversos! Nosotros en
Cuba, ¿no tuvimos acaso la experiencia del Moncada apenas seis años antes del triunfo definitivo de la lucha armada del pueblo?
Para muchos, entre el 26 de julio de 1953, ataque al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba, y el 2 de diciembre de 1956, desembarco
del «Granma», la lucha revolucionaria en Cuba frente a un ejército moderno y bien armado carecía de toda perspectiva y la acción de un
puñado de luchadores era vista como quimera de idealistas e ilusos «que estaban profundamente equivocados». La derrota aplastante y
la dispersión total del inexperto destacamento guerrillero el 5 de diciembre de 1956 pareció confirmar por entero los pesimistas
augurios... Pero, sólo 25 meses después, los restos de aquella guerrilla habían desarrollado ya la fuerza y experiencia necesarias para
aniquilar aquel ejército.
Para no luchar habrá siempre sobrados pretextos en todas las épocas y en todas las circunstancias, pero será el único camino de no
obtener jamás la libertad. El Che no sobrevivió a sus ideas, pero supo fecundarlas con su sangre. Con toda seguridad sus críticos
pseudorrevolucionarios, con su cobardía política y su eterna falta de acción, sobrevivirán a la evidencia de su propia estupidez.
Es notable, como se verá en el Diario, que uno de esos especímenes revolucionarios que ya van siendo típicos en América Latina,
Mario Monje, esgrimiendo el título de Secretario del Partido Comunista de Bolivia, pretendió discutirle al Che la jefatura política y
militar del movimiento. Y puesto que alegó, además, el propósito de renunciar previamente para ello a su cargo partidista, a su juicio,
por lo visto, le bastaba el título de haberlo sido para reclamar tal prerrogativa.
Mario Monje, por supuesto, no tenía ninguna experiencia guerrillera ni había librado jamás un combate, sin que por otro lado su
autoconceptuación de comunista lo obligase siquiera a prescindir del grosero y mundano chovinismo que ya habían logrado superar los
próceres que lucharon por la primera independencia.
Con semejante concepto de lo que debe ser la lucha antiimperialista en este continente, tales «jefes comunistas» no han rebasado
siquiera el nivel internacionalista de las tribus aborígenes que sojuzgaron los colonizadores europeos en la época de la conquista.
Así, el jefe del Partido Comunista de un país que se llama Bolivia, y su capital histórica, Sucre, en honor de sus primeros libertadores
que eran venezolanos uno y otro, que tuvo la posibilidad de contar para la definitiva liberación de su pueblo con la cooperación del
talento político, organizador y militar de un verdadero titán revolucionario, cuya causa por demás no se limitaba a las fronteras
estrechas, artificiales e incluso injustas de ese país, no hizo otra cosa que entrar en vergonzosos, ridículos e inmerecidos reclamos de
mando.
Bolivia, por no tener salida al mar necesita más que ningún otro país, para su propia liberación, sin tener que exponerse a un atroz
bloqueo, del triunfo revolucionario de los vecinos. Che era, además, por su prestigio enorme, su capacidad y su experiencia, el hombre
que habría podido acelerar ese proceso.
Che había establecido relaciones con dirigentes y militantes del Partido Comunista boliviano, desde antes de producirse en el mismo la
escisión, recabando de ellos la ayuda para el movimiento revolucionario en América del Sur. Algunos de esos militantes, autorizados
por el Partido, trabajaron con él durante años en diversas tareas. Al producirse la escisión en dicho Partido, se creó una situación
especial puesto que varios militantes de los que habían estado trabajando con él quedaron ubicados en uno u otro grupo. Pero Che no
concebía la lucha en Bolivia como un hecho aislado sino como parte de un movimiento revolucionario de liberación que no tardaría en
extenderse a otros países de América del Sur. Era su propósito organizar un movimiento sin espíritu sectario, para que a él se
incorporasen todos los que quisieran luchar por la liberación de Bolivia y demás pueblos sojuzgados por el imperialismo en América
Latina. Pero en la fase inicial de preparación de la base guerrillera venía dependiendo fundamentalmente de la ayuda de un grupo de
valiosos y discretos colaboradores que al producirse la escisión habían permanecido en el Partido de Monje. Fue por deferencia con
ellos que invitó, en primer término, a éste, a visitar su campamento, aunque ciertamente no experimentaba hacia él ninguna simpatía.
Después invitó a Moisés Guevara, líder minero y político que se había separado de aquel Partido para cooperar en la formación de otra
organización, y que luego también se había marginado de ella inconforme con Oscar Zamora, otro Monje que hacía algún tiempo se
había comprometido con el Che a trabajar en la organización de la lucha armada guerrillera en Bolivia, rehuyendo después los
compromisos y cruzándose cobardemente de brazos a la hora de la acción, para convertirse con posterioridad a su muerte en uno de sus
más venenosos críticos, en nombre del «marxismo-leninismo». Moisés Guevara se unió sin vacilación al Che, como le había ofrecido
desde mucho antes de que éste llegara a Bolivia, le brindó su apoyo y entregó su vida heroicamente a la causa revolucionaria.
Otro tanto hizo el grupo de guerrilleros bolivianos que había permanecido hasta entonces en la organización de Monje. Dirigidos por
Inti y Coco Peredo, que después demostraron ser valerosos y destacados combatientes, se apartaron de aquél y respaldaron
decididamente al Che. Pero Monje, no satisfecho del resultado, se dedicó a sabotear el movimiento, interceptando en La Paz a
militantes comunistas bien entrenados que iban a unirse a las guerrillas. Estos hechos demuestran cómo existen en las filas
revolucionarias hombres bien dotados de todas las condiciones necesarias para lucha, cuyo desarrollo es criminalmente frustrado por
dirigentes incapaces, charlatanes y maniobreros.
Che fue hombre al que nunca le interesaron personalmente cargos, mandos ni honores pero estaba firmemente convencido de que en la
lucha revolucionaria guerrillera -fundamental forma de acción para la liberación de los pueblos de América Latina, partiendo de la
situación económica, política y social de casi todos los países latinoamericanos- el mando militar y político de la guerrilla debía estar
unificado y que la lucha sólo podía ser dirigida desde la guerrilla y no desde cómodas y burocráticas oficinas urbanas. Y en este punto
no estaba dispuesto a transigir, ni a entregarle a un inexperto seso-hueco de estrechas miras chovinistas el mando de un núcleo
guerrillero destinado a desenvolver en su ulterior desarrollo una lucha de amplia dimensión en América del Sur. Che consideraba que
ese chovinismo, que muchas veces infecta a los propios elementos revolucionarios de los diversos países de América Latina, debía ser
combatido como un sentimiento reaccionario ridículo y estéril. «Que se desarrolle un verdadero internacionalismo proletario -dijo en
su mensaje a la Tricontinental-... la bandera bajo la que se luche sea la causa sagrada de la redención de la humanidad, de tal modo que
morir bajo las enseñas de Viet Nam, de Venezuela, de Guatemala, de Laos, de Guinea, de Colombia, de Bolivia..., para citar sólo los
escenarios actuales de la lucha armada, sea igualmente gloriosa y deseable para un americano, un asiático, un africano, y aun, un
europeo. Cada gota de sangre derramada en un territorio bajo cuya bandera no se ha nacido, es experiencia que recoge quien sobrevive
para aplicarla luego a la lucha por la liberación de su lugar de origen. Y cada pueblo que se libere es una fase de la batalla por la
liberación del propio pueblo que se ha ganado.»
Che pensaba igualmente que en el destacamento guerrillero participasen combatientes de distintos países latinoamericanos y que la
guerrilla en Bolivia fuese escuela de revolucionarios que harían su aprendizaje en los combates. A su lado quiso tener para ayudarlo en
esa tarea, junto a los bolivianos, un pequeño núcleo de guerrilleros con experiencia, que habían sido casi todos compañeros suyos en la
Sierra Maestra, durante la lucha revolucionaria en Cuba, cuya capacidad, valor y espíritu de sacrificio conocía. De esos hombres
ninguno vaciló en responder a su solicitud, ninguno lo abandonó y ninguno se rindió.
Che actuó en su campaña de Bolivia con el tesón, la maestría, el estoicismo y la ejemplar actitud que eran proverbiales en él. Puede
decirse que impregnado de la importancia de la misión que se había asignado a si mismo, procedió en todo instante con un espíritu de
responsabilidad irreprochable. En aquellas ocasiones en que la guerrilla cometía algún descuido, se apresuraba en advertirlo y
enmendarlo, consignándolo en su Diario.
Factores adversos se combinaron increíblemente en su contra. La separación -que debía ser por unos breves días- de una parte de la
guerrilla, donde se encontraba un grupo valioso de hombres, algunos de ellos enfermos o convalecientes, al perderse el contacto entre
ambos en un terreno sumamente accidentado, se prolongó durante interminables meses, que ocuparon el esfuerzo de Che en su
búsqueda. En ese período el asma -una dolencia que solía dominar fácilmente con sencillos medicamentos, pero que faltando éstos se
convertía para él en un terrible enemigo- lo atacó despiadadamente, deviniendo esto en un problema serio por el hecho de que las
medicinas que previsoramente había acumulado para la guerrilla fueron descubiertas y ocupadas por el enemigo. Este hecho, unido al
aniquilamiento a fines de agosto de la parte de la guerrilla con la que había perdido el contacto, fueron factores que gravitaron
considerablemente en el desarrollo de los acontecimientos. Pero Che, con voluntad de acero, se sobrepuso al malestar físico y en
ningún instante su acción aminoró, ni decayó su ánimo.
Fueron numerosos sus contactos con los campesinos bolivianos. El carácter de éstos, sumamente desconfiados y cautelosos, no podía
sorprender al Che, que conocía perfectamente bien su mentalidad por haberlos tratado en otras ocasiones, y sabía que para ganarlos a su
causa se requería una labor prolongada, ardua y paciente, pero no albergaba ninguna duda de que a la larga lo obtendría.
Si se sigue con cuidado el hilo de los acontecimientos se verá que aun cuando el número de hombres con que contaba en el mes de
septiembre, algunas semanas antes de su muerte, era muy reducido, todavía la guerrilla mantenía su capacidad de desarrollo y algunos
cuadros bolivianos, como los hermanos Inti y Coco Peredo, se iban ya destacando con magníficas perspectivas de jefes. Fue la
emboscada de Higueras, única acción exitosa del ejército contra el destacamento que mandaba el Che, matándole la vanguardia e
hiriéndole varios hombres más en pleno día, cuando se trasladaban a una zona campesina de mayor desarrollo político -objetivo éste
que no aparece consignado en el Diario, pero que se sabe por los sobrevivientes-, lo que les creó una situación insuperable. Ese avance
de día por la misma ruta que venían siguiendo durante varias jornadas en inevitablemente amplio contacto con los moradores de aquella
zona que cruzaban por primera vez, y la obvia certeza de que el ejército debería interceptarlos en algún punto, era sin duda peligroso.
Pero el Che, plenamente consciente de esto, decidió correr el riesgo para ayudar al médico que venía en muy mal estado físico.
El día anterior a la emboscada, escribe: «Llegamos a Pujio, pero allí había gente que nos había visto abajo el día anterior, vale decir:
estamos siendo previstos por Radio Bemba...» «El caminar en mulo se hace peligroso, pero trato que el médico vaya lo mejor posible
pues viene muy débil.»
Al día siguiente escribió: «A las 13 salió la vanguardia para tratar de llegar a Jagüey y allí tomar una decisión sobre las mulas y el
médico.» Es decir, buscaba una solución para el enfermo, a fin de abandonar aquella ruta y tomar las precauciones necesarias. Pero
aquella misma tarde, antes de que la vanguardia llegara a Jagüey se produjo la fatal emboscada que llevó al destacamento a una situación
insostenible.
Días después, cercado en la quebrada del Yuro, libró su último combate.
Impresiona profundamente la proeza realizada por este puñado de revolucionarios. La sola lucha contra la naturaleza hostil en que
desenvolvían su acción constituye una insuperable página de heroísmo. Nunca en la historia un número tan reducido de hombres
emprendió una tarea tan gigantesca. La fe y la convicción absoluta en que la inmensa capacidad revolucionaria de los pueblos de
América Latina podía ser despertada, la confianza en sí mismo y la decisión con que se entregaron a ese objetivo, nos da la justa
dimensión de estos hombres.
Che dijo un día a los guerrilleros en Bolivia: «Este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el escalón
más alto de la especie humana, pero también nos permite graduarnos de hombres; los que no puedan alcanzar ninguno de estos dos
estadíos deben decirlo y dejar la lucha.»
Los que con él lucharon hasta el final se hicieron acreedores a estos honrosos calificativos. Ellos simbolizan el tipo de revolucionarios
y de hombres a quienes la historia en esta hora convoca para una tarea verdaderamente dura y difícil: la transformación revolucionaria
de América Latina.
El enemigo que enfrentaron los próceres de la primera lucha por la independencia, era un poder colonial decadente. Los
revolucionarios de hoy tienen por enemigo al baluarte más poderoso del campo imperialista, equipado con la técnica y la industria más
moderna. Ese enemigo no sólo organizó y equipó de nuevo un ejército en Bolivia, donde el pueblo había destruido la anterior fuerza
militar represiva y le brindó inmediatamente el auxilio de sus armas y asistentes militares para la lucha contra la guerrilla, sino que
brinda su aporte militar y técnico en la misma medida a todas las fuerzas represivas de este continente. Y cuando no bastan esas
medidas, interviene directamente con sus tropas, como hizo en Santo Domingo.
Para luchar contra ese enemigo se requiere el tipo de revolucionarios y de hombres de que habló el Che. Sin ese tipo de
revolucionarios y de hombres, dispuestos a hacer lo que ellos hicieron; sin el ánimo de enfrentarse a enormes obstáculos que ellos
tuvieron; sin la decisión de morir que a ellos los acompañó en todo instante; sin la convicción profunda de la justicia de su causa y la fe
inconmovible en la fuerza invencible de los pueblos que ellos albergaron, frente a un poder, como el imperialismo yanqui, cuyos
recursos militares, técnicos y económicos, se hacen sentir en todo el mundo, la liberación de los pueblos de este continente no sería
alcanzada.
El propio pueblo norteamericano, que empieza a tomar conciencia de que la monstruosa superestructura política que rige su país no es
ya hace mucho rato la idílica república burguesa que sus fundadores establecieron hace casi doscientos años, está sufriendo en un grado
cada vez más alto la barbarie moral de un sistema irracional, enajenante, deshumanizado y brutal, que cobra en el pueblo
norteamericano cada vez más víctimas de sus guerras agresivas, sus crímenes políticos, sus aberraciones raciales, su mezquina
jerarquización del ser humano y el repugnante derroche de recursos económicos, científicos y humanos de su desmesurado aparato
militar, reaccionario y represivo, en medio de un mundo en sus tres cuartas partes subdesarrollado y hambriento.
Pero sólo la transformación revolucionaria de América Latina permitiría al pueblo de Estados Unidos ajustar sus propias cuentas con
ese mismo imperialismo, a la vez que en la misma medida la lucha creciente del pueblo norteamericano contra la política imperialista
podría convertirlo en aliado decisivo del movimiento revolucionario en América Latina.
Y si esta parte del hemisferio no sufre una profunda transformación revolucionaria, la enorme diferencia y desequilibrio que se
produjo a principios de este siglo entre la pujante nación que se industrializaba rápidamente, al mismo paso que marchaba por la propia
ley de su dinámica social y económica hacia cumbres imperiales, y el haz de países débiles y estancados, sometidos a la coyunda de
oligarquías feudales y sus ejércitos reaccionarios, en el balcanizado resto del continente americano, será apenas un pálido reflejo no ya
del enorme desnivel actual en la economía, en la ciencia y en la técnica, sino del espantoso desequilibrio que, a pasos cada vez más
acelerados, en veinte años más, la superestructura imperialista impondrá a los pueblos de América Latina.
Por ese camino estamos llamados a ser cada vez más pobres, más débiles, más dependientes y más esclavos de ese imperialismo. Esta
sombría perspectiva afecta en grado igual a los pueblos subdesarrollados de áfrica y Asia.
Si las naciones industrializadas e instruidas de Europa, con su Mercado Común y sus instituciones científicas supranacionales, se
inquietan ante las posibilidades de quedarse rezagadas y contemplan con temor la perspectiva de convertirse en colonias económicas
del imperialismo yanqui, ¿qué le depara el futuro a los pueblos de América Latina?
Si frente al cuadro de esta situación real e incuestionable, que decisivamente afecta el destino de nuestros pueblos, algún liberal o
reformista burgués, o pseudorrevolucionario charlatán, incapaz de la acción, tiene una respuesta que no sea una profunda y urgente
transformación revolucionaria que pueda hacer acopio de todas las fuerzas morales, materiales y humanas de esta parte del mundo y
lanzarlas hacia adelante, para recuperar el atraso económico y científico técnico de siglos, cada vez mayor, con el mundo
industrializado, del que somos tributarios y lo seremos cada vez más, y en especial de Estados Unidos; y además de la fórmula, el
camino mágico de llevarla a cabo, diferente a la concebida por Che, que barra oligarquías, déspotas, politicastros, es decir: criados, y a
monopolios yanquis, es decir: amos, y lo haga con toda la urgencia que las circunstancias requieren, que levante entonces la mano para
impugnar al Che.
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Noviembre 1966
Noviembre 7
Hoy comienza una nueva etapa. Por la noche llegamos a la finca. El viaje fue bastante bueno. Luego de entrar, convenientemente
disfrazados, por Cochabamba, Pachungo [aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Pachungo o Pacho] y yo hicimos los
contactos y viajamos en jeep, en dos días y dos vehículos.
Al llegar cerca de la finca detuvimos las máquinas y una sola llegó a ella para no atraer las sospechas de un propietario cercano, que
murmura sobre la posibilidad de que nuestra empresa esté dedicada a la fabricación de cocaína. Como dato curioso, el inefable Tumaini
[aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Tumaini o Tuma] es indicado como el químico del grupo. Al seguir hacia la finca,
en el segundo viaje, Bigotes [aparecerá indistintamente como Bigotes, el Loro o Jorge], que acababa de enterarse de mi identidad, casi
se va por un barranco, dejando el jeep varado en el borde del precipicio. Caminamos algo así como 20 kilómetros, llegando a la finca,
donde hay tres trabajadores del partido, pasada la media noche.
Bigotes se mostró dispuesto a colaborar con nosotros, haga lo que haga el partido, pero se muestra leal a Monje [aparecerá
indistintamente como Estanislao, el Negro, Mario o Monje; no debe confundirse con el guerrillero el Negro, del grupo de Joaquín,
que aparece más adelante] a quien respeta y parece querer. Según él, Rodolfo está en la misma disposición y otro tanto sucede con el
Coco, pero hay que tratar de que el partido se decida a luchar. Le pedí que no informara al partido hasta la llegada de Monje, que está de
viaje para Bulgaria y que nos ayudara, accedió a ambas cosas.
Noviembre 8
Pasamos el día en la manigua, a escasos 100 metros de la casa y junto al arroyo. Nos dieron su batida una especie de yaguasas muy
molestas aunque no pican. Las especies que hay, hasta ahora, son: la yaguasa, el jején, el mariguí, el mosquito y la garrapata.
Bigote sacó su jeep con ayuda de Argañaraz y quedó en comprarle algunas cosas, como puercos y gallinas.
Pensaba escribir informando las peripecias, pero lo dejé para la próxima semana, en que esperamos recibir al segundo grupo.
Noviembre 9
Día sin novedades. Con Tumaini, hicimos una exploración siguiendo el curso del río Ñacahuasu (un arroyo en realidad), pero no
llegamos a su nacimiento. Corre encajonado y la región, aparentemente es poco frecuentada. Con una disciplina conveniente se puede
estar allí mucho tiempo.
Por la tarde, una lluvia fuerte nos sacó de la manigua hacia la casa. Me saqué 6 garrapatas del cuerpo.
Noviembre 10
Pachungo y Pombo salieron de exploración; con uno de los compañeros bolivianos, Serafín. Llegaron algo más lejos que nosotros y
encontraron la bifurcación del arroyo, una quebradita que parece estar buena. Al regreso se quedaron haraganeando en la casa y el
chofer de Argañaraz, que venía a traer los hombres con unas compras que le habían hecho, los vio. Tremenda bronca eché y decidimos
trasladarnos mañana a la manigua, donde haremos campamento perenne. Tumaini se dejará ver porque ya lo conocen y figurará como un
empleado más de la finca. Esto se deteriora rápidamente; hay que ver si nos permiten traer, aunque sea a nuestros hombres. Con ellos
estaré tranquilo.
Noviembre 11
Día sin novedad pasado en un nuevo campamento, al otro lado de la casa, donde dormimos.
La plaga está infernal y obliga a resguardarse en la hamaca con mosquitero (que sólo yo tengo).
Tumaini fue a visitar a Argañaraz y le compraron algunas cosas: gallinas, pavos. Parece que todavía no hay grandes sospechas por su
parte.
Noviembre 12
Día sin novedad alguna. Hicimos una breve exploración para preparar el terreno destinado a campamento cuando lleguen los 6 del
segundo grupo. La zona elegida está a unos 100 metros del principio de la tumba, sobre un montículo y cerca hay una hondonada en la
que se pueden hacer cuevas para guardar comida y otros objetos. A estas alturas debe estar llegando el primero de los tres grupos de a
dos en que se divide la partida. A fines de la semana que empieza deben llegar a la finca. Mi pelo está creciendo, aunque muy ralo y las
canas se vuelven rubias y comienzan a desaparecer; me nace la barba. Dentro de un par de meses volveré a ser yo.
Noviembre 13
Domingo. Algunos cazadores pasan por nuestra vivienda; peones de Argañaraz. Son hombres de monte, jóvenes y solteros; ideales para
ser reclutados y que le tienen un odio concentrado a su patrón. Informaron que a 8 leguas, por el río hay casas y que éste tiene algunas
quebradas con agua. No hay otra novedad.
Noviembre 14
Una semana de campamento. Pachungo luce algo inadaptado y triste, pero debe recuperarse. Hoy comenzamos una excavación para
hacer un túnel y meter en él todo lo que pueda ser comprometedor; lo disimularemos con un enrejado de palos y defenderemos de la
humedad lo más posible. Ya está hecho el pozo de metro y medio y comenzado el túnel.
Noviembre 15
Seguimos en la tarea del túnel; por la mañana Pombo y Pachungo, por la tarde Tumaini y yo. A las 6, cuando dejamos el trabajo, ya había
alcanzado los 2 metros de hondo el túnel. Mañana pensamos acabarlo y meter todas las cosas comprometedoras en él. Por la noche una
lluvia me obligó a huir de mi hamaca, que se moja, pues el nylon es chico. No hubo otra novedad.
Noviembre 16
El túnel quedó terminado y camuflado; solo falta disimular el camino; trasladaremos las cosas a nuestra casita y mañana la
guardaremos, tapando la boca con un enrejado de palos y barro. El esquema de este túnel que lleva el No. 1 está en el documento I. Lo
demás sin novedad; desde mañana podemos razonablemente esperar novedades de la Paz.
Noviembre 17
El túnel está ocupado con los artículos que pudieran ser comprometedores para los de la casa y algo de comida en lata y ha quedado
bastante disimulado.
No hubo novedad alguna desde La Paz. Los muchachos de la casa hablaron con Argañaraz, a quien compraron algunas cosas y éste les
volvió a insistir en su participación en la fábrica de cocaína.
Noviembre 18
Sin novedad de la Paz. Pachungo y Pombo volvieron a explorar el arroyo pero no están muy convencidos de que sea el campamento
indicado. El lunes lo exploraremos con Tumaini. Argañaraz vino a arreglar el camino para sacar piedras del río y estuvo un buen rato en
ese trabajo. Al parecer, no sospecha de nuestra presencia aquí. Todo transcurre monótonamente; los mosquitos y las garrapatas están
empezando a crear llagas molestas en las picaduras infectadas. El frío se hace sentir un poco en la madrugada.
Noviembre 19
Sin novedad de la Paz. Sin novedad aquí; pasamos recluidos por ser sábado, día en que se mueven los cazadores.
Noviembre 20
A medio día llegaron Marcos y Rolando. Ahora somos seis. Enseguida se procedió al anecdotario del viaje. Tardaron tanto porque el
aviso les llegó hace una semana. Son los que viajaron más rápido por la vía de Sao Paolo. Hasta la semana que viene no es de esperar la
llegada de los otros cuatro.
Vino con ellos Rodolfo, que me hizo muy buena impresión. Al parecer, está más decidido que Bigote a romper con todo. Papi
[aparecerá indistintamente como Papi, Ricardo o Chinchu] le informó de mi presencia, así como al Coco, violando las instrucciones;
al parecer es un caso de celos de autoridad. Escribí a Manila [Manila: Cuba] con algunas recomendaciones (documentos I y II) y Papi
contestando sus preguntas. Rodolfo retornó en la madrugada.
Noviembre 21
Primer día del grupo ampliado. Llovió bastante y el traslado a nuestro nuevo punto nos costó una buena mojadura. Ya estamos
instalados. La carpa resultó ser una lona de camión que se moja, pero protege algo. Nosotros tenemos nuestra hamaca con nylon. Han
llegado algunas armas más; Marcos tiene un Garand, a Rolando se le dará un M-1 del depósito. Jorge se quedó con nosotros, pero en la
casa; allí dirigirá trabajos encaminados a mejorar la finca. A Rodolfo le pedí un agrónomo de confianza. Trataremos de que esto dure lo
más posible.
Noviembre 22
Tuma, Jorge y yo hicimos recorrido por el río (Ñacahuasu) para inspeccionar el arroyo descubierto. Con la lluvia del día anterior el río
estaba desconocido y nos costó bastante trabajo llegar al punto deseado. Este es un hilito de agua que tiene bien cerrada la
desembocadura, convenientemente preparada se puede utilizar para un campamento permanente. Volvimos a las 9 y pico de la noche.
Aquí sin novedad.
Noviembre 23
Inauguramos un observatorio que domina la casita de la finca para estar prevenidos en caso de alguna inspección o visita molesta. Como
dos salen de exploración, a los restantes les tocan tres horas de guardia. Pombo y Marcos exploraron el firme de nuestro campamento
hasta el arroyo que todavía está crecido.
Noviembre 24
Pacho y Rolando salieron para hacer una exploración en el arroyo; deben volver mañana.
Por la noche, dos peones de Argañaraz llegaron «de paseo» en una visita insólita. No había nada extraño, pero faltaban Antonio
[aparecerá indistintamente como Antonio u Olo], que estaba con los exploradores y Tuma, que oficialmente pertenece a la casa.
Pretexto: cacería. Cumpleaños de Aliucha.
Noviembre 25
Desde el observatorio informaron que había venido un jeep con 2 o tres tripulantes. Resultaron ser de un servicio de lucha contra el
paludismo; se fueron inmediatamente que sacaron muestras de sangre, Pacho y Rolando llegaron por la noche, muy tarde. Encontraron
el arroyo del mapa y lo exploraron, además siguieron por el curso principal del río hasta encontrar campos abandonados.
Noviembre 26
Por ser sábado, todos quedamos acantonados. Pedí a Jorge que hiciera una exploración a caballo por el cauce del río para ver hasta
dónde llegaba; el caballo no estaba y salió a pie a pedir uno a Don Remberto (20 a 25 Kms.). A la noche no había regresado. Sin
novedad de la Paz.
Noviembre 27
Jorge seguía sin aparecer. Di orden de hacer posta toda la noche pero a las 9 llegó el primer jeep de La Paz. Con el Coco venían
Joaquín [aparecerá indistintamente como Joaquín o Vilo] y Urbano y un boliviano a quedarse: Ernesto, estudiante de medicina. Viró el
Coco y trajo a Ricardo con Braulio y Miguel y otro boliviano, Inti, también a quedarse. Ahora somos 12 alzados y Jorge que funge de
dueño; Coco y Rodolfo se encargarán de los contactos. Ricardo trajo una noticia incómoda: El Chino está en Bolivia y quiere mandar
20 hombres y verme. Esto trae inconvenientes porque internacionalizaremos la lucha antes de contar con Estanislao. Quedamos en que
le enviaría a Santa Cruz y allí lo recogerá Coco trayéndolo aquí. Coco salió por la madrugada con Ricardo que tomaría el otro jeep para
seguir a la Paz. Coco debe pasar por lo de Remberto para averiguar de Jorge. En conversación preliminar con el Inti, éste opina que
Estanislao no se alzará, pero parece decidido a cortar amarras.
Noviembre 28
Por la mañana no había aparecido Jorge y el Coco tampoco había regresado. Después llegaron y todo lo que pasó es que se había
quedado en lo de Remberto.
Un poco irresponsable. Por la tarde convoqué al grupo boliviano para plantearle el pedido peruano de enviar 20 hombres y todos
estuvieron de acuerdo en que los mandaran, pero después de empezar acciones.
Noviembre 29
Salimos a hacer el catastro del río y explorar el arroyo que será nuestro próximo campamento. Tumaini, Urbano, Inti y yo formamos el
grupo. El arroyo es muy seguro pero muy lóbrego. Trataremos de buscar en otro que está a una hora. Tumaini se cayó y aparentemente
sufrió una fractura en el tarso. Llegamos al campamento por la noche, luego de hacer la medición del río. Aquí sin novedad; Coco salió
a Santa Cruz para esperar al Chino.
Noviembre 30
Marcos, Pacho, Miguel y Pombo salieron con la instrucción de explorar un arroyo más lejano; deben estar dos días fuera. Llovió
bastante. En la casa, sin novedad.
Análisis del mes
Todo ha salido bastante bien: mi llegada sin inconvenientes; la mitad de la gente está aquí también sin inconvenientes, aunque se
demoraron algo; los principales colaboradores de Ricardo se alzan contra viento y marea. El panorama se perfila bueno en esta región
apartada donde todo indica que podremos pasarnos prácticamente el tiempo que estimemos conveniente. Los planes son: esperar el
resto de la gente, aumentar el número de bolivianos por lo menos hasta 20 y comenzar a operar. Falta averiguar la reacción de Monje y
cómo se comportará la gente de Guevara.
Diario en Bolivia
Diciembre 1966
Diciembre 1
Pasa el día sin novedad. Por la noche llegan Marcos y sus compañeros quienes han hecho un recorrido mayor del especificado,
correteando lomas. A las dos de la mañana me informan que llegó Coco con un compañero; lo dejo para mañana.
Diciembre 2
Temprano llega el Chino, muy efusivo. Nos pasamos el día charlando. Lo sustancial: irá a Cuba e informará personalmente de la
situación, dentro de dos meses podrán incorporarse 5 peruanos, es decir, cuando hayamos comenzado a actuar; por ahora vendrán dos,
un técnico en radio y un médico que estarán algún tiempo con nosotros. Pidió armas y accedí a darle una Bz, algunos mausers, y
granadas y comprar M-1 para ellos. También decidí darles apoyo para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar las armas
para una región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca. Me contó de sus cuitas en el Perú, incluso un audaz plan para liberar a
Calixto que me parece un poco fantasioso. Cree que algunos sobrevivientes de la guerrilla están actuando en la zona, pero no lo saben a
ciencia cierta, pues no pudieron llegar hasta la zona.
Lo demás de la conversación fue anecdótico. Se despidió con el mismo entusiasmo partiendo para la Paz; lleva fotos nuestras. Coco
tiene instrucciones de preparar contactos con Sánchez (a quien veré posteriormente) y de contactar al jefe de informaciones de la
presidencia, que se ha brindado para darlas pues es cuñado de Inti. La red todavía está en pañales.
Diciembre 3
Sin novedad. No hay exploración por ser sábado. Los tres peones de la finca salen para Lagunillas para hacer mandados.
Diciembre 4
Sin novedad. Todo el mundo quieto debido al domingo. Doy una charla sobre nuestra actitud hacia los bolivianos que vendrán y hacia la
guerra.
Diciembre 5
Sin novedad. Pensábamos salir pero el día fue de agua completo. Hubo una pequeña alarma motivada por unos tiros del Loro sin avisar.
Diciembre 6
Salimos a comenzar la segunda cueva en el primer arroyo. Somos Apolinar [aparecerá indistintamente como Apolinar o Polo], Inti,
Urbano, Miguel y yo.
Miguel viene a reemplazar a Tuma que no está repuesto de su caída. Apolinar ha planteado que se incorpora a la guerrilla pero quiere ir
a arreglar asuntos particulares a la Paz; se le contesta que sí, pero que debía esperar un poco. Cerca de las 11 llegamos al arroyo,
hicimos un trillo disimulado y exploramos para buscar un lugar adecuado para la cueva, pero todo es piedra y el arroyo, luego de
secarse, sigue su cauce entre derriscos de piedra pura. Dejamos la exploración para mañana. Inti y Urbano salieron a tratar de cazar
venados, pues la comida es muy escasa y tenemos que aguantar hasta el viernes con ella.
Diciembre 7
Miguel y Apolinar localizaron un lugar propicio y se dedicaron a hacer el túnel; las herramientas son ineficientes. Inti y Urbano
volvieron sin lograr nada, pero al anochecer Urbano cazó una pava con el M-1, como ya teníamos comida, la dejamos para el desayuno
de mañana. Hoy se cumple, en realidad, el primer mes de nuestra estancia aquí, pero, por razones de comodidad, daré las síntesis todos
los fines de mes.
Diciembre 8
Con Inti fuimos hasta un firme que corona el arroyo. Miguel y Urbano continuaron el pozo. Por la tarde, Apolinar reemplazó a Miguel.
Al anochecer, llegaron Marcos, Pombo y Pacho, éste muy atrasado y cansado. Marcos me pidió que lo sacara de la vanguardia si no
mejoraba. Marqué el camino de la cueva que está en el esquema II. Les dejé las tareas más importantes para hacer durante su estadía.
Miguel se quedará con ellas y nosotros regresaremos mañana.
Diciembre 9
Regresamos lentamente por la mañana, llegando cerca de las 12. Pacho recibió la orden de quedarse cuando el grupo regrese. Tratamos
de hacer contacto con el campamento 2 pero no se pudo. No hubo otra novedad.
Diciembre 10
El día pasó sin novedad, salvo la primera horneada de pan hecho en la casa. Conversé con Jorge e Inti sobre algunas tareas urgentes. No
hubo novedad de la Paz.
Diciembre 11
El día transcurrió sin novedad, pero a la noche apareció Coco con Papi. Traía a Alejandro y Arturo y a un boliviano, Carlos. El otro jeep
se quedó, como es habitual, en el camino. Luego trajeron al médico, Moro [aparecerá indistintamente en lo adelante como Moro,
Morogoro, Muganga o el Médico] y Benigno y a dos bolivianos; ambos «cambas» [camba: oriundo de la región oriental de Bolivia] de
la finca de Caranavi. Transcurrió la noche en los habituales comentarios de viaje y sobre la ausencia de Antonio y Félix [aparecerá
indistintamente como Félix o el Rubio], que ya debían estar aquí. Se discutió con Papi, resolviéndose que todavía tiene que hacer dos
viajes para traer a Renán [aparecerá indistintamente como Renán o Iván] y Tania. Se liquidarán las casas y los depósitos, dándosele
$1.000 de ayuda a Sánchez. Este se quedará con la camioneta y venderemos un jeep a Tania, quedándonos con el otro. Falta por hacer un
viaje de armas y le di orden de que cargara todo en un jeep para no insistir en el trasbordo que puede ser descubierto más rápido. El
Chino salió para Cuba, aparentemente muy entusiasmado y piensa volver por aquí cuando esté de regreso. Coco se quedó aquí para ir a
buscar alimentos a Camiri y Papi salió para La Paz. Sucedió un incidente peligroso: el vallegrandino, cazador, descubrió una pisada
hecha por nosotros, vio las huellas, aparentemente vio a alguno y encontró un guante perdido por Pombo. Eso cambia nuestros planes y
debemos ser muy cuidadosos.
El vallegrandino saldrá mañana con Antonio para mostrarle dónde puso sus armadillas contra las antas [anta: tapir americano]. Inti me
manifestó sus reservas contra el estudiante, Carlos, que, al llegar, ya planteó la discusión de la participación cubana y antes había
manifestado que no se alzaba sin la participación del partido. Rodolfo le mandó porque dijo que todo se debía a una mala interpretación.
Diciembre 12
Le hablé a todo el grupo, «leyéndole la cartilla» sobre la realidad de la guerra. Hice hincapié en la unicidad del mando y en la disciplina
y advertí a los bolivianos sobre la responsabilidad que tenían al violar la disciplina de su partido para adoptar otra línea. Hice los
nombramientos que recayeron en: Joaquín, como segundo jefe militar; Rolando e Inti, como comisarios; Alejandro, como jefe de
operaciones; Pombo, de servicios; Inti, finanzas; Ñato, abastecimientos y armamentos; por ahora, Moro de servicios médicos.
Rolando y Braulio salieron para avisar al grupo que se quedara quieto allí, esperando que el vallegrandino pusiera sus trampas o hiciera
la exploración con Antonio. A la noche volvieron; la trampa no está muy lejos. Emborracharon al vallegrandino que se fue por la noche,
muy contento con una botella de singani en el cuerpo. Coco volvió de Caranavi donde compró los comestibles necesarios pero fue
visto por algunos de Lagunillas que se asombraron de la cantidad.
Más tarde llegó Marcos con Pombo. El primero sufrió una herida sobre el arco superciliar al cortar un palo; le dieron dos puntos.
Diciembre 13
Salieron Joaquín, Carlos, y el médico para unirse a Rolando y Braulio. Pombo los acompañaba con la misión de volver hoy mismo.
Mandé tapar el camino y hacer otro que, de ése, desembocara en el río, con tan buen éxito que Pombo, Miguel y Pacho se perdieron al
regresar y siguieron por él.
Se habló con Apolinar que irá unos días a su casa en Viacha, dándole dinero para su familia y recomendándole hermetismo absoluto.
Coco se despidió al anochecer, pero a las 3 horas se dio la alarma porque se escucharon silbidos y ruidos y la perra ladró; resultó él
mismo, perdido en el monte.
Diciembre 14
Día sin novedad. El vallegrandino pasó por la casa a ver la trampa, porque la había armado ayer, contra lo que dijo antes. Se le indicó a
Antonio el camino abierto en el monte para que lleve al vallegrandino por él, para evitar sospechas.
Diciembre 15
Sin novedad. Se tomaron las previsiones para salir (8 hombres) a instalarnos definitivamente en el campamento 2.
Diciembre 16
Salimos, por la mañana, Pombo, Urbano, Tuma, Alejandro, Moro, Arturo, Inti y yo para quedarnos; fuertemente cargados. El recorrido
se hizo en 3 horas.
Rolando quedó con nosotros y volvieron Joaquín, Braulio, Carlos y el Médico. Carlos se ha mostrado como un buen caminador y buen
trabajador. Moro y Tuma descubrieron una cueva del río con pescados bastante grandes y cogieron 17 lo que da para una buena comida;
Moro se hirió en la mano con un bagre [bagre: pescado fluvial característico de la zona, tiene bigotes]. Se buscó el lugar para hacer la
cueva secundaria, ya que la primaria quedó acabada y se suspendieron las actividades hasta mañana. El mismo Moro e Inti trataron de
cazar el anta y salieron para pasar la noche en acecho.
Diciembre 17
Moro e Inti sólo cazaron una pava. Nosotros, Tuma, Rolando y yo, nos dedicamos a hacer la cueva secundaria que puede quedar lista
mañana. Arturo y Pombo exploraron un lugar para emplazar el radio y luego se dedicaron a arreglar el camino de entrada que está
bastante malo. Por la noche comenzó a llover y lo hizo continuadamente hasta la mañana.
Diciembre 18
El día siguió de agua pero se continuó la cueva, a la que le falta poco para alcanzar los 2.5 requeridos. Inspeccionamos una loma para
instalar la planta de radio. Parece bastante buena pero las pruebas lo dirán.
Diciembre 19
También el día fue lluvioso y no invitaba a la caminata, pero cerca de las 11 llegaron Braulio y el Ñato con noticias de que el río daba
paso aunque estaba hondo. Al salir nosotros, nos encontramos con Marcos y su vanguardia que llegaban a instalarse. Se quedará al
mando y se le ordenó enviar de 3 a 5 hombres según las posibilidades. En poco más de 3 horas hicimos la caminata.
Por la noche, a las 12, llegaban Ricardo y Coco, trayendo a Antonio y el Rubio (no consiguieron pasaje el jueves pasado) y a Apolinar,
que viene a incorporarse definitivamente. Además, llegó Iván, para tratar toda una serie de asuntos.
Prácticamente, quedó la noche en claro.
Diciembre 20
Se procedió a discutir varios puntos y se estaba ordenando todo, cuando apareció el grupo del campamento II dirigidos por Alejandro,
con la noticia de que había en el camino cerca del campamento, un venado muerto de un tiro, con una cinta en la pata. Joaquín había
pasado una hora antes por el lugar y no había comentado nada. Se supuso que el vallegrandino lo había llevado hasta allí y por alguna
razón desconocida lo arrojó, huyendo. Se puso una guardia por la parte trasera y se mandaron dos hombres para que cogieran al cazador
si aparecía. Al rato vino la noticia de que el venado estaba muerto desde tiempo atrás agusanado y después Joaquín, de vuelta,
confirmaba que lo había visto. Coco y el Loro trajeron al vallegrandino para que viera al animalito y éste dictaminó que era un animal
herido por él varios días atrás. Allí quedó concluso el incidente.
Se resolvió apurar los contactos con el hombre de información que Coco ha descuidado y hablar con Megía para que sirviera de
contacto entre Iván y el de información. éste mantendrá relaciones con Megía, Sánchez, Tania y el del partido, que no ha sido
nombrado. Existe la posibilidad de que sea uno de Villamontes, pero falta concretar. Se recibe un telegrama de Manila indicando que
Monje viene por el sur.
Inventaron un sistema de contacto, pero no me satisface porque indica una clara suspicacia hacia Monje por parte de sus propios
compañeros.
A la una de la madrugada informarán de la Paz si ya se fue a buscar a Monje.
Iván tiene posibilidades de hacer negocios pero el pasaporte chueco no se lo permite; la próxima etapa es mejorar el documento y debe
escribir a Manila para que lo apuren con los amigos.
Tania vendrá en la próxima para recibir instrucciones; probablemente la mande a Bs. As.
En definitiva, se resuelve que Ricardo, Iván y Coco salgan en avión desde Camiri y el jeep se quede aquí. Cuando vuelvan, hablarán por
teléfono a Lagunillas e informarán que están allí; Jorge irá por la noche para requerir noticias y los buscará si hay algo positivo. A la
una no se pudo captar nada desde la Paz. Por la madrugada salieron para Camiri.
Diciembre 21
El Loro no me había dejado los planos que hizo el explorador de modo que me quedé sin saber el tipo de camino que hay hasta Yaqui.
Salimos por la mañana haciendo el camino sin contratiempos. Se tratará de tener todo aquí para el 24, día en que hay fiesta programada.
Nos cruzamos con Pacho, Miguel, Benigno y el Camba que iban a cargar la planta. A las 5 de la tarde, Pacho y el Camba volvieron sin
traer la planta, que dejaron escondida en el monte, por lo pesada que era. Mañana saldrán 5 hombres desde aquí para traerla. Se acabó la
cueva de las mercancías; mañana comenzaremos la del radio.
Diciembre 22
Comenzamos la cueva del radista. Al principio con mucho éxito en tierra floja, pero pronto encontramos una laja durísima que no nos
dejó avanzar.
Trajeron la planta, que es bastante pesada, pero no se ha probado por falta de gasolina. El Loro anunció que no mandaba mapas porque el
informe era verbal y vendría mañana a darlo.
Diciembre 23
Salimos con Pombo y Alejandro a explorar el firme de la izquierda. Tendremos que abrirlo pero da la impresión de que se puede
caminar cómodamente por él. Joaquín llegó con dos compañeros, anunciando que el Loro no venía porque se le había escapado un
puerco y salió a buscarlo.
No hay nada del recorrido del lagunillero.
Por la tarde llegó el puerco, bastante grande pero faltan las bebidas. El Loro es incapaz hasta de conseguir estas cosas, luce muy
desorganizado.
Diciembre 24
Día dedicado a noche buena. Hubo gente que dio dos viajes y llegó tarde pero al final nos reunimos todos y la pasamos bien, con
algunos pasaditos. El Loro explicó que el viaje del lagunillero no había resultado fructífero y sólo logró el pequeño resultado del
apunte, muy impreciso.
Diciembre 25
Retorno al trabajo, no hubo viajes al campamento de arrancada. Este ha quedado bautizado C26 por una proposición del médico
boliviano. Marcos, Benigno y el Camba salieron a hacer el camino por el firme de nuestra derecha, volvieron por la tarde con la noticia
de que avistaron una especie de pampa pelada a dos horas de camino; mañana llegarán a ella. El Camba volvió con fiebre. Miguel y
Pacho hicieron unos caminos de distracción por la banda izquierda y una senda de acceso a la cueva del radio. Inti, Antonio, Tuma y yo
continuamos la cueva del radio, que está muy difícil porque es pura piedra. La retaguardia se encargó de hacer su campamento y buscar
una atalaya que domine ambos extremos del río de acceso; el lugar está muy bueno.
Diciembre 26
Inti y Carlos salieron para explorar hasta el punto denominado Yaki en el mapa; es un viaje calculado en dos días. Rolando, Alejandro y
Pombo siguieron en la cueva que está durísima. Pacho y yo salimos a inspeccionar los caminos hechos por Miguel, no vale la pena
seguir el del firme. El camino de acceso a la cueva está bastante bien y difícil de encontrar. Se mataron dos víboras y ayer otra; parece
que hay bastantes. Tuma, Arturo, el Rubio y Antonio salieron a cazar y Braulio y el Ñato a quedarse de posta en el otro campamento.
Vinieron con la noticia de que el Loro se había volcado y la nota explicatoria en que anuncia la llegada de Monje. Marcos, Miguel y
Benigno salieron a desarrollar el camino del firme, pero no regresaron en toda la noche.
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Noviembre 1966
Noviembre 7
Hoy comienza una nueva etapa. Por la noche llegamos a la finca. El viaje fue bastante bueno. Luego de entrar, convenientemente
disfrazados, por Cochabamba, Pachungo [aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Pachungo o Pacho] y yo hicimos los
contactos y viajamos en jeep, en dos días y dos vehículos.
Al llegar cerca de la finca detuvimos las máquinas y una sola llegó a ella para no atraer las sospechas de un propietario cercano, que
murmura sobre la posibilidad de que nuestra empresa esté dedicada a la fabricación de cocaína. Como dato curioso, el inefable Tumaini
[aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Tumaini o Tuma] es indicado como el químico del grupo. Al seguir hacia la finca,
en el segundo viaje, Bigotes [aparecerá indistintamente como Bigotes, el Loro o Jorge], que acababa de enterarse de mi identidad, casi
se va por un barranco, dejando el jeep varado en el borde del precipicio. Caminamos algo así como 20 kilómetros, llegando a la finca,
donde hay tres trabajadores del partido, pasada la media noche.
Bigotes se mostró dispuesto a colaborar con nosotros, haga lo que haga el partido, pero se muestra leal a Monje [aparecerá
indistintamente como Estanislao, el Negro, Mario o Monje; no debe confundirse con el guerrillero el Negro, del grupo de Joaquín,
que aparece más adelante] a quien respeta y parece querer. Según él, Rodolfo está en la misma disposición y otro tanto sucede con el
Coco, pero hay que tratar de que el partido se decida a luchar. Le pedí que no informara al partido hasta la llegada de Monje, que está de
viaje para Bulgaria y que nos ayudara, accedió a ambas cosas.
Noviembre 8
Pasamos el día en la manigua, a escasos 100 metros de la casa y junto al arroyo. Nos dieron su batida una especie de yaguasas muy
molestas aunque no pican. Las especies que hay, hasta ahora, son: la yaguasa, el jején, el mariguí, el mosquito y la garrapata.
Bigote sacó su jeep con ayuda de Argañaraz y quedó en comprarle algunas cosas, como puercos y gallinas.
Pensaba escribir informando las peripecias, pero lo dejé para la próxima semana, en que esperamos recibir al segundo grupo.
Noviembre 9
Día sin novedades. Con Tumaini, hicimos una exploración siguiendo el curso del río Ñacahuasu (un arroyo en realidad), pero no
llegamos a su nacimiento. Corre encajonado y la región, aparentemente es poco frecuentada. Con una disciplina conveniente se puede
estar allí mucho tiempo.
Por la tarde, una lluvia fuerte nos sacó de la manigua hacia la casa. Me saqué 6 garrapatas del cuerpo.
Noviembre 10
Pachungo y Pombo salieron de exploración; con uno de los compañeros bolivianos, Serafín. Llegaron algo más lejos que nosotros y
encontraron la bifurcación del arroyo, una quebradita que parece estar buena. Al regreso se quedaron haraganeando en la casa y el
chofer de Argañaraz, que venía a traer los hombres con unas compras que le habían hecho, los vio. Tremenda bronca eché y decidimos
trasladarnos mañana a la manigua, donde haremos campamento perenne. Tumaini se dejará ver porque ya lo conocen y figurará como un
empleado más de la finca. Esto se deteriora rápidamente; hay que ver si nos permiten traer, aunque sea a nuestros hombres. Con ellos
estaré tranquilo.
Noviembre 11
Día sin novedad pasado en un nuevo campamento, al otro lado de la casa, donde dormimos.
La plaga está infernal y obliga a resguardarse en la hamaca con mosquitero (que sólo yo tengo).
Tumaini fue a visitar a Argañaraz y le compraron algunas cosas: gallinas, pavos. Parece que todavía no hay grandes sospechas por su
parte.
Noviembre 12
Día sin novedad alguna. Hicimos una breve exploración para preparar el terreno destinado a campamento cuando lleguen los 6 del
segundo grupo. La zona elegida está a unos 100 metros del principio de la tumba, sobre un montículo y cerca hay una hondonada en la
que se pueden hacer cuevas para guardar comida y otros objetos. A estas alturas debe estar llegando el primero de los tres grupos de a
dos en que se divide la partida. A fines de la semana que empieza deben llegar a la finca. Mi pelo está creciendo, aunque muy ralo y las
canas se vuelven rubias y comienzan a desaparecer; me nace la barba. Dentro de un par de meses volveré a ser yo.
Noviembre 13
Domingo. Algunos cazadores pasan por nuestra vivienda; peones de Argañaraz. Son hombres de monte, jóvenes y solteros; ideales para
ser reclutados y que le tienen un odio concentrado a su patrón. Informaron que a 8 leguas, por el río hay casas y que éste tiene algunas
quebradas con agua. No hay otra novedad.
Noviembre 14
Una semana de campamento. Pachungo luce algo inadaptado y triste, pero debe recuperarse. Hoy comenzamos una excavación para
hacer un túnel y meter en él todo lo que pueda ser comprometedor; lo disimularemos con un enrejado de palos y defenderemos de la
humedad lo más posible. Ya está hecho el pozo de metro y medio y comenzado el túnel.
Noviembre 15
Seguimos en la tarea del túnel; por la mañana Pombo y Pachungo, por la tarde Tumaini y yo. A las 6, cuando dejamos el trabajo, ya había
alcanzado los 2 metros de hondo el túnel. Mañana pensamos acabarlo y meter todas las cosas comprometedoras en él. Por la noche una
lluvia me obligó a huir de mi hamaca, que se moja, pues el nylon es chico. No hubo otra novedad.
Noviembre 16
El túnel quedó terminado y camuflado; solo falta disimular el camino; trasladaremos las cosas a nuestra casita y mañana la
guardaremos, tapando la boca con un enrejado de palos y barro. El esquema de este túnel que lleva el No. 1 está en el documento I. Lo
demás sin novedad; desde mañana podemos razonablemente esperar novedades de la Paz.
Noviembre 17
El túnel está ocupado con los artículos que pudieran ser comprometedores para los de la casa y algo de comida en lata y ha quedado
bastante disimulado.
No hubo novedad alguna desde La Paz. Los muchachos de la casa hablaron con Argañaraz, a quien compraron algunas cosas y éste les
volvió a insistir en su participación en la fábrica de cocaína.
Noviembre 18
Sin novedad de la Paz. Pachungo y Pombo volvieron a explorar el arroyo pero no están muy convencidos de que sea el campamento
indicado. El lunes lo exploraremos con Tumaini. Argañaraz vino a arreglar el camino para sacar piedras del río y estuvo un buen rato en
ese trabajo. Al parecer, no sospecha de nuestra presencia aquí. Todo transcurre monótonamente; los mosquitos y las garrapatas están
empezando a crear llagas molestas en las picaduras infectadas. El frío se hace sentir un poco en la madrugada.
Noviembre 19
Sin novedad de la Paz. Sin novedad aquí; pasamos recluidos por ser sábado, día en que se mueven los cazadores.
Noviembre 20
A medio día llegaron Marcos y Rolando. Ahora somos seis. Enseguida se procedió al anecdotario del viaje. Tardaron tanto porque el
aviso les llegó hace una semana. Son los que viajaron más rápido por la vía de Sao Paolo. Hasta la semana que viene no es de esperar la
llegada de los otros cuatro.
Vino con ellos Rodolfo, que me hizo muy buena impresión. Al parecer, está más decidido que Bigote a romper con todo. Papi
[aparecerá indistintamente como Papi, Ricardo o Chinchu] le informó de mi presencia, así como al Coco, violando las instrucciones;
al parecer es un caso de celos de autoridad. Escribí a Manila [Manila: Cuba] con algunas recomendaciones (documentos I y II) y Papi
contestando sus preguntas. Rodolfo retornó en la madrugada.
Noviembre 21
Primer día del grupo ampliado. Llovió bastante y el traslado a nuestro nuevo punto nos costó una buena mojadura. Ya estamos
instalados. La carpa resultó ser una lona de camión que se moja, pero protege algo. Nosotros tenemos nuestra hamaca con nylon. Han
llegado algunas armas más; Marcos tiene un Garand, a Rolando se le dará un M-1 del depósito. Jorge se quedó con nosotros, pero en la
casa; allí dirigirá trabajos encaminados a mejorar la finca. A Rodolfo le pedí un agrónomo de confianza. Trataremos de que esto dure lo
más posible.
Noviembre 22
Tuma, Jorge y yo hicimos recorrido por el río (Ñacahuasu) para inspeccionar el arroyo descubierto. Con la lluvia del día anterior el río
estaba desconocido y nos costó bastante trabajo llegar al punto deseado. Este es un hilito de agua que tiene bien cerrada la
desembocadura, convenientemente preparada se puede utilizar para un campamento permanente. Volvimos a las 9 y pico de la noche.
Aquí sin novedad.
Noviembre 23
Inauguramos un observatorio que domina la casita de la finca para estar prevenidos en caso de alguna inspección o visita molesta. Como
dos salen de exploración, a los restantes les tocan tres horas de guardia. Pombo y Marcos exploraron el firme de nuestro campamento
hasta el arroyo que todavía está crecido.
Noviembre 24
Pacho y Rolando salieron para hacer una exploración en el arroyo; deben volver mañana.
Por la noche, dos peones de Argañaraz llegaron «de paseo» en una visita insólita. No había nada extraño, pero faltaban Antonio
[aparecerá indistintamente como Antonio u Olo], que estaba con los exploradores y Tuma, que oficialmente pertenece a la casa.
Pretexto: cacería. Cumpleaños de Aliucha.
Noviembre 25
Desde el observatorio informaron que había venido un jeep con 2 o tres tripulantes. Resultaron ser de un servicio de lucha contra el
paludismo; se fueron inmediatamente que sacaron muestras de sangre, Pacho y Rolando llegaron por la noche, muy tarde. Encontraron
el arroyo del mapa y lo exploraron, además siguieron por el curso principal del río hasta encontrar campos abandonados.
Noviembre 26
Por ser sábado, todos quedamos acantonados. Pedí a Jorge que hiciera una exploración a caballo por el cauce del río para ver hasta
dónde llegaba; el caballo no estaba y salió a pie a pedir uno a Don Remberto (20 a 25 Kms.). A la noche no había regresado. Sin
novedad de la Paz.
Noviembre 27
Jorge seguía sin aparecer. Di orden de hacer posta toda la noche pero a las 9 llegó el primer jeep de La Paz. Con el Coco venían
Joaquín [aparecerá indistintamente como Joaquín o Vilo] y Urbano y un boliviano a quedarse: Ernesto, estudiante de medicina. Viró el
Coco y trajo a Ricardo con Braulio y Miguel y otro boliviano, Inti, también a quedarse. Ahora somos 12 alzados y Jorge que funge de
dueño; Coco y Rodolfo se encargarán de los contactos. Ricardo trajo una noticia incómoda: El Chino está en Bolivia y quiere mandar
20 hombres y verme. Esto trae inconvenientes porque internacionalizaremos la lucha antes de contar con Estanislao. Quedamos en que
le enviaría a Santa Cruz y allí lo recogerá Coco trayéndolo aquí. Coco salió por la madrugada con Ricardo que tomaría el otro jeep para
seguir a la Paz. Coco debe pasar por lo de Remberto para averiguar de Jorge. En conversación preliminar con el Inti, éste opina que
Estanislao no se alzará, pero parece decidido a cortar amarras.
Noviembre 28
Por la mañana no había aparecido Jorge y el Coco tampoco había regresado. Después llegaron y todo lo que pasó es que se había
quedado en lo de Remberto.
Un poco irresponsable. Por la tarde convoqué al grupo boliviano para plantearle el pedido peruano de enviar 20 hombres y todos
estuvieron de acuerdo en que los mandaran, pero después de empezar acciones.
Noviembre 29
Salimos a hacer el catastro del río y explorar el arroyo que será nuestro próximo campamento. Tumaini, Urbano, Inti y yo formamos el
grupo. El arroyo es muy seguro pero muy lóbrego. Trataremos de buscar en otro que está a una hora. Tumaini se cayó y aparentemente
sufrió una fractura en el tarso. Llegamos al campamento por la noche, luego de hacer la medición del río. Aquí sin novedad; Coco salió
a Santa Cruz para esperar al Chino.
Noviembre 30
Marcos, Pacho, Miguel y Pombo salieron con la instrucción de explorar un arroyo más lejano; deben estar dos días fuera. Llovió
bastante. En la casa, sin novedad.
Análisis del mes
Todo ha salido bastante bien: mi llegada sin inconvenientes; la mitad de la gente está aquí también sin inconvenientes, aunque se
demoraron algo; los principales colaboradores de Ricardo se alzan contra viento y marea. El panorama se perfila bueno en esta región
apartada donde todo indica que podremos pasarnos prácticamente el tiempo que estimemos conveniente. Los planes son: esperar el
resto de la gente, aumentar el número de bolivianos por lo menos hasta 20 y comenzar a operar. Falta averiguar la reacción de Monje y
cómo se comportará la gente de Guevara.
Diario en Bolivia
Diciembre 1966
Diciembre 1
Pasa el día sin novedad. Por la noche llegan Marcos y sus compañeros quienes han hecho un recorrido mayor del especificado,
correteando lomas. A las dos de la mañana me informan que llegó Coco con un compañero; lo dejo para mañana.
Diciembre 2
Temprano llega el Chino, muy efusivo. Nos pasamos el día charlando. Lo sustancial: irá a Cuba e informará personalmente de la
situación, dentro de dos meses podrán incorporarse 5 peruanos, es decir, cuando hayamos comenzado a actuar; por ahora vendrán dos,
un técnico en radio y un médico que estarán algún tiempo con nosotros. Pidió armas y accedí a darle una Bz, algunos mausers, y
granadas y comprar M-1 para ellos. También decidí darles apoyo para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar las armas
para una región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca. Me contó de sus cuitas en el Perú, incluso un audaz plan para liberar a
Calixto que me parece un poco fantasioso. Cree que algunos sobrevivientes de la guerrilla están actuando en la zona, pero no lo saben a
ciencia cierta, pues no pudieron llegar hasta la zona.
Lo demás de la conversación fue anecdótico. Se despidió con el mismo entusiasmo partiendo para la Paz; lleva fotos nuestras. Coco
tiene instrucciones de preparar contactos con Sánchez (a quien veré posteriormente) y de contactar al jefe de informaciones de la
presidencia, que se ha brindado para darlas pues es cuñado de Inti. La red todavía está en pañales.
Diciembre 3
Sin novedad. No hay exploración por ser sábado. Los tres peones de la finca salen para Lagunillas para hacer mandados.
Diciembre 4
Sin novedad. Todo el mundo quieto debido al domingo. Doy una charla sobre nuestra actitud hacia los bolivianos que vendrán y hacia la
guerra.
Diciembre 5
Sin novedad. Pensábamos salir pero el día fue de agua completo. Hubo una pequeña alarma motivada por unos tiros del Loro sin avisar.
Diciembre 6
Salimos a comenzar la segunda cueva en el primer arroyo. Somos Apolinar [aparecerá indistintamente como Apolinar o Polo], Inti,
Urbano, Miguel y yo.
Miguel viene a reemplazar a Tuma que no está repuesto de su caída. Apolinar ha planteado que se incorpora a la guerrilla pero quiere ir
a arreglar asuntos particulares a la Paz; se le contesta que sí, pero que debía esperar un poco. Cerca de las 11 llegamos al arroyo,
hicimos un trillo disimulado y exploramos para buscar un lugar adecuado para la cueva, pero todo es piedra y el arroyo, luego de
secarse, sigue su cauce entre derriscos de piedra pura. Dejamos la exploración para mañana. Inti y Urbano salieron a tratar de cazar
venados, pues la comida es muy escasa y tenemos que aguantar hasta el viernes con ella.
Diciembre 7
Miguel y Apolinar localizaron un lugar propicio y se dedicaron a hacer el túnel; las herramientas son ineficientes. Inti y Urbano
volvieron sin lograr nada, pero al anochecer Urbano cazó una pava con el M-1, como ya teníamos comida, la dejamos para el desayuno
de mañana. Hoy se cumple, en realidad, el primer mes de nuestra estancia aquí, pero, por razones de comodidad, daré las síntesis todos
los fines de mes.
Diciembre 8
Con Inti fuimos hasta un firme que corona el arroyo. Miguel y Urbano continuaron el pozo. Por la tarde, Apolinar reemplazó a Miguel.
Al anochecer, llegaron Marcos, Pombo y Pacho, éste muy atrasado y cansado. Marcos me pidió que lo sacara de la vanguardia si no
mejoraba. Marqué el camino de la cueva que está en el esquema II. Les dejé las tareas más importantes para hacer durante su estadía.
Miguel se quedará con ellas y nosotros regresaremos mañana.
Diciembre 9
Regresamos lentamente por la mañana, llegando cerca de las 12. Pacho recibió la orden de quedarse cuando el grupo regrese. Tratamos
de hacer contacto con el campamento 2 pero no se pudo. No hubo otra novedad.
Diciembre 10
El día pasó sin novedad, salvo la primera horneada de pan hecho en la casa. Conversé con Jorge e Inti sobre algunas tareas urgentes. No
hubo novedad de la Paz.
Diciembre 11
El día transcurrió sin novedad, pero a la noche apareció Coco con Papi. Traía a Alejandro y Arturo y a un boliviano, Carlos. El otro jeep
se quedó, como es habitual, en el camino. Luego trajeron al médico, Moro [aparecerá indistintamente en lo adelante como Moro,
Morogoro, Muganga o el Médico] y Benigno y a dos bolivianos; ambos «cambas» [camba: oriundo de la región oriental de Bolivia] de
la finca de Caranavi. Transcurrió la noche en los habituales comentarios de viaje y sobre la ausencia de Antonio y Félix [aparecerá
indistintamente como Félix o el Rubio], que ya debían estar aquí. Se discutió con Papi, resolviéndose que todavía tiene que hacer dos
viajes para traer a Renán [aparecerá indistintamente como Renán o Iván] y Tania. Se liquidarán las casas y los depósitos, dándosele
$1.000 de ayuda a Sánchez. Este se quedará con la camioneta y venderemos un jeep a Tania, quedándonos con el otro. Falta por hacer un
viaje de armas y le di orden de que cargara todo en un jeep para no insistir en el trasbordo que puede ser descubierto más rápido. El
Chino salió para Cuba, aparentemente muy entusiasmado y piensa volver por aquí cuando esté de regreso. Coco se quedó aquí para ir a
buscar alimentos a Camiri y Papi salió para La Paz. Sucedió un incidente peligroso: el vallegrandino, cazador, descubrió una pisada
hecha por nosotros, vio las huellas, aparentemente vio a alguno y encontró un guante perdido por Pombo. Eso cambia nuestros planes y
debemos ser muy cuidadosos.
El vallegrandino saldrá mañana con Antonio para mostrarle dónde puso sus armadillas contra las antas [anta: tapir americano]. Inti me
manifestó sus reservas contra el estudiante, Carlos, que, al llegar, ya planteó la discusión de la participación cubana y antes había
manifestado que no se alzaba sin la participación del partido. Rodolfo le mandó porque dijo que todo se debía a una mala interpretación.
Diciembre 12
Le hablé a todo el grupo, «leyéndole la cartilla» sobre la realidad de la guerra. Hice hincapié en la unicidad del mando y en la disciplina
y advertí a los bolivianos sobre la responsabilidad que tenían al violar la disciplina de su partido para adoptar otra línea. Hice los
nombramientos que recayeron en: Joaquín, como segundo jefe militar; Rolando e Inti, como comisarios; Alejandro, como jefe de
operaciones; Pombo, de servicios; Inti, finanzas; Ñato, abastecimientos y armamentos; por ahora, Moro de servicios médicos.
Rolando y Braulio salieron para avisar al grupo que se quedara quieto allí, esperando que el vallegrandino pusiera sus trampas o hiciera
la exploración con Antonio. A la noche volvieron; la trampa no está muy lejos. Emborracharon al vallegrandino que se fue por la noche,
muy contento con una botella de singani en el cuerpo. Coco volvió de Caranavi donde compró los comestibles necesarios pero fue
visto por algunos de Lagunillas que se asombraron de la cantidad.
Más tarde llegó Marcos con Pombo. El primero sufrió una herida sobre el arco superciliar al cortar un palo; le dieron dos puntos.
Diciembre 13
Salieron Joaquín, Carlos, y el médico para unirse a Rolando y Braulio. Pombo los acompañaba con la misión de volver hoy mismo.
Mandé tapar el camino y hacer otro que, de ése, desembocara en el río, con tan buen éxito que Pombo, Miguel y Pacho se perdieron al
regresar y siguieron por él.
Se habló con Apolinar que irá unos días a su casa en Viacha, dándole dinero para su familia y recomendándole hermetismo absoluto.
Coco se despidió al anochecer, pero a las 3 horas se dio la alarma porque se escucharon silbidos y ruidos y la perra ladró; resultó él
mismo, perdido en el monte.
Diciembre 14
Día sin novedad. El vallegrandino pasó por la casa a ver la trampa, porque la había armado ayer, contra lo que dijo antes. Se le indicó a
Antonio el camino abierto en el monte para que lleve al vallegrandino por él, para evitar sospechas.
Diciembre 15
Sin novedad. Se tomaron las previsiones para salir (8 hombres) a instalarnos definitivamente en el campamento 2.
Diciembre 16
Salimos, por la mañana, Pombo, Urbano, Tuma, Alejandro, Moro, Arturo, Inti y yo para quedarnos; fuertemente cargados. El recorrido
se hizo en 3 horas.
Rolando quedó con nosotros y volvieron Joaquín, Braulio, Carlos y el Médico. Carlos se ha mostrado como un buen caminador y buen
trabajador. Moro y Tuma descubrieron una cueva del río con pescados bastante grandes y cogieron 17 lo que da para una buena comida;
Moro se hirió en la mano con un bagre [bagre: pescado fluvial característico de la zona, tiene bigotes]. Se buscó el lugar para hacer la
cueva secundaria, ya que la primaria quedó acabada y se suspendieron las actividades hasta mañana. El mismo Moro e Inti trataron de
cazar el anta y salieron para pasar la noche en acecho.
Diciembre 17
Moro e Inti sólo cazaron una pava. Nosotros, Tuma, Rolando y yo, nos dedicamos a hacer la cueva secundaria que puede quedar lista
mañana. Arturo y Pombo exploraron un lugar para emplazar el radio y luego se dedicaron a arreglar el camino de entrada que está
bastante malo. Por la noche comenzó a llover y lo hizo continuadamente hasta la mañana.
Diciembre 18
El día siguió de agua pero se continuó la cueva, a la que le falta poco para alcanzar los 2.5 requeridos. Inspeccionamos una loma para
instalar la planta de radio. Parece bastante buena pero las pruebas lo dirán.
Diciembre 19
También el día fue lluvioso y no invitaba a la caminata, pero cerca de las 11 llegaron Braulio y el Ñato con noticias de que el río daba
paso aunque estaba hondo. Al salir nosotros, nos encontramos con Marcos y su vanguardia que llegaban a instalarse. Se quedará al
mando y se le ordenó enviar de 3 a 5 hombres según las posibilidades. En poco más de 3 horas hicimos la caminata.
Por la noche, a las 12, llegaban Ricardo y Coco, trayendo a Antonio y el Rubio (no consiguieron pasaje el jueves pasado) y a Apolinar,
que viene a incorporarse definitivamente. Además, llegó Iván, para tratar toda una serie de asuntos.
Prácticamente, quedó la noche en claro.
Diciembre 20
Se procedió a discutir varios puntos y se estaba ordenando todo, cuando apareció el grupo del campamento II dirigidos por Alejandro,
con la noticia de que había en el camino cerca del campamento, un venado muerto de un tiro, con una cinta en la pata. Joaquín había
pasado una hora antes por el lugar y no había comentado nada. Se supuso que el vallegrandino lo había llevado hasta allí y por alguna
razón desconocida lo arrojó, huyendo. Se puso una guardia por la parte trasera y se mandaron dos hombres para que cogieran al cazador
si aparecía. Al rato vino la noticia de que el venado estaba muerto desde tiempo atrás agusanado y después Joaquín, de vuelta,
confirmaba que lo había visto. Coco y el Loro trajeron al vallegrandino para que viera al animalito y éste dictaminó que era un animal
herido por él varios días atrás. Allí quedó concluso el incidente.
Se resolvió apurar los contactos con el hombre de información que Coco ha descuidado y hablar con Megía para que sirviera de
contacto entre Iván y el de información. éste mantendrá relaciones con Megía, Sánchez, Tania y el del partido, que no ha sido
nombrado. Existe la posibilidad de que sea uno de Villamontes, pero falta concretar. Se recibe un telegrama de Manila indicando que
Monje viene por el sur.
Inventaron un sistema de contacto, pero no me satisface porque indica una clara suspicacia hacia Monje por parte de sus propios
compañeros.
A la una de la madrugada informarán de la Paz si ya se fue a buscar a Monje.
Iván tiene posibilidades de hacer negocios pero el pasaporte chueco no se lo permite; la próxima etapa es mejorar el documento y debe
escribir a Manila para que lo apuren con los amigos.
Tania vendrá en la próxima para recibir instrucciones; probablemente la mande a Bs. As.
En definitiva, se resuelve que Ricardo, Iván y Coco salgan en avión desde Camiri y el jeep se quede aquí. Cuando vuelvan, hablarán por
teléfono a Lagunillas e informarán que están allí; Jorge irá por la noche para requerir noticias y los buscará si hay algo positivo. A la
una no se pudo captar nada desde la Paz. Por la madrugada salieron para Camiri.
Diciembre 21
El Loro no me había dejado los planos que hizo el explorador de modo que me quedé sin saber el tipo de camino que hay hasta Yaqui.
Salimos por la mañana haciendo el camino sin contratiempos. Se tratará de tener todo aquí para el 24, día en que hay fiesta programada.
Nos cruzamos con Pacho, Miguel, Benigno y el Camba que iban a cargar la planta. A las 5 de la tarde, Pacho y el Camba volvieron sin
traer la planta, que dejaron escondida en el monte, por lo pesada que era. Mañana saldrán 5 hombres desde aquí para traerla. Se acabó la
cueva de las mercancías; mañana comenzaremos la del radio.
Diciembre 22
Comenzamos la cueva del radista. Al principio con mucho éxito en tierra floja, pero pronto encontramos una laja durísima que no nos
dejó avanzar.
Trajeron la planta, que es bastante pesada, pero no se ha probado por falta de gasolina. El Loro anunció que no mandaba mapas porque el
informe era verbal y vendría mañana a darlo.
Diciembre 23
Salimos con Pombo y Alejandro a explorar el firme de la izquierda. Tendremos que abrirlo pero da la impresión de que se puede
caminar cómodamente por él. Joaquín llegó con dos compañeros, anunciando que el Loro no venía porque se le había escapado un
puerco y salió a buscarlo.
No hay nada del recorrido del lagunillero.
Por la tarde llegó el puerco, bastante grande pero faltan las bebidas. El Loro es incapaz hasta de conseguir estas cosas, luce muy
desorganizado.
Diciembre 24
Día dedicado a noche buena. Hubo gente que dio dos viajes y llegó tarde pero al final nos reunimos todos y la pasamos bien, con
algunos pasaditos. El Loro explicó que el viaje del lagunillero no había resultado fructífero y sólo logró el pequeño resultado del
apunte, muy impreciso.
Diciembre 25
Retorno al trabajo, no hubo viajes al campamento de arrancada. Este ha quedado bautizado C26 por una proposición del médico
boliviano. Marcos, Benigno y el Camba salieron a hacer el camino por el firme de nuestra derecha, volvieron por la tarde con la noticia
de que avistaron una especie de pampa pelada a dos horas de camino; mañana llegarán a ella. El Camba volvió con fiebre. Miguel y
Pacho hicieron unos caminos de distracción por la banda izquierda y una senda de acceso a la cueva del radio. Inti, Antonio, Tuma y yo
continuamos la cueva del radio, que está muy difícil porque es pura piedra. La retaguardia se encargó de hacer su campamento y buscar
una atalaya que domine ambos extremos del río de acceso; el lugar está muy bueno.
Diciembre 26
Inti y Carlos salieron para explorar hasta el punto denominado Yaki en el mapa; es un viaje calculado en dos días. Rolando, Alejandro y
Pombo siguieron en la cueva que está durísima. Pacho y yo salimos a inspeccionar los caminos hechos por Miguel, no vale la pena
seguir el del firme. El camino de acceso a la cueva está bastante bien y difícil de encontrar. Se mataron dos víboras y ayer otra; parece
que hay bastantes. Tuma, Arturo, el Rubio y Antonio salieron a cazar y Braulio y el Ñato a quedarse de posta en el otro campamento.
Vinieron con la noticia de que el Loro se había volcado y la nota explicatoria en que anuncia la llegada de Monje. Marcos, Miguel y
Benigno salieron a desarrollar el camino del firme, pero no regresaron en toda la noche.
Diciembre 27
Salimos con Tuma para tratar de encontrar a Marcos; caminamos 2.30 horas hasta llegar al nacimiento de una quebrada que bajaba del
lado izquierdo, dirección oeste; seguimos las huellas por allí bajando
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Noviembre 1966
Noviembre 7
Hoy comienza una nueva etapa. Por la noche llegamos a la finca. El viaje fue bastante bueno. Luego de entrar, convenientemente
disfrazados, por Cochabamba, Pachungo [aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Pachungo o Pacho] y yo hicimos los
contactos y viajamos en jeep, en dos días y dos vehículos.
Al llegar cerca de la finca detuvimos las máquinas y una sola llegó a ella para no atraer las sospechas de un propietario cercano, que
murmura sobre la posibilidad de que nuestra empresa esté dedicada a la fabricación de cocaína. Como dato curioso, el inefable Tumaini
[aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Tumaini o Tuma] es indicado como el químico del grupo. Al seguir hacia la finca,
en el segundo viaje, Bigotes [aparecerá indistintamente como Bigotes, el Loro o Jorge], que acababa de enterarse de mi identidad, casi
se va por un barranco, dejando el jeep varado en el borde del precipicio. Caminamos algo así como 20 kilómetros, llegando a la finca,
donde hay tres trabajadores del partido, pasada la media noche.
Bigotes se mostró dispuesto a colaborar con nosotros, haga lo que haga el partido, pero se muestra leal a Monje [aparecerá
indistintamente como Estanislao, el Negro, Mario o Monje; no debe confundirse con el guerrillero el Negro, del grupo de Joaquín,
que aparece más adelante] a quien respeta y parece querer. Según él, Rodolfo está en la misma disposición y otro tanto sucede con el
Coco, pero hay que tratar de que el partido se decida a luchar. Le pedí que no informara al partido hasta la llegada de Monje, que está de
viaje para Bulgaria y que nos ayudara, accedió a ambas cosas.
Noviembre 8
Pasamos el día en la manigua, a escasos 100 metros de la casa y junto al arroyo. Nos dieron su batida una especie de yaguasas muy
molestas aunque no pican. Las especies que hay, hasta ahora, son: la yaguasa, el jején, el mariguí, el mosquito y la garrapata.
Bigote sacó su jeep con ayuda de Argañaraz y quedó en comprarle algunas cosas, como puercos y gallinas.
Pensaba escribir informando las peripecias, pero lo dejé para la próxima semana, en que esperamos recibir al segundo grupo.
Noviembre 9
Día sin novedades. Con Tumaini, hicimos una exploración siguiendo el curso del río Ñacahuasu (un arroyo en realidad), pero no
llegamos a su nacimiento. Corre encajonado y la región, aparentemente es poco frecuentada. Con una disciplina conveniente se puede
estar allí mucho tiempo.
Por la tarde, una lluvia fuerte nos sacó de la manigua hacia la casa. Me saqué 6 garrapatas del cuerpo.
Noviembre 10
Pachungo y Pombo salieron de exploración; con uno de los compañeros bolivianos, Serafín. Llegaron algo más lejos que nosotros y
encontraron la bifurcación del arroyo, una quebradita que parece estar buena. Al regreso se quedaron haraganeando en la casa y el
chofer de Argañaraz, que venía a traer los hombres con unas compras que le habían hecho, los vio. Tremenda bronca eché y decidimos
trasladarnos mañana a la manigua, donde haremos campamento perenne. Tumaini se dejará ver porque ya lo conocen y figurará como un
empleado más de la finca. Esto se deteriora rápidamente; hay que ver si nos permiten traer, aunque sea a nuestros hombres. Con ellos
estaré tranquilo.
Noviembre 11
Día sin novedad pasado en un nuevo campamento, al otro lado de la casa, donde dormimos.
La plaga está infernal y obliga a resguardarse en la hamaca con mosquitero (que sólo yo tengo).
Tumaini fue a visitar a Argañaraz y le compraron algunas cosas: gallinas, pavos. Parece que todavía no hay grandes sospechas por su
parte.
Noviembre 12
Día sin novedad alguna. Hicimos una breve exploración para preparar el terreno destinado a campamento cuando lleguen los 6 del
segundo grupo. La zona elegida está a unos 100 metros del principio de la tumba, sobre un montículo y cerca hay una hondonada en la
que se pueden hacer cuevas para guardar comida y otros objetos. A estas alturas debe estar llegando el primero de los tres grupos de a
dos en que se divide la partida. A fines de la semana que empieza deben llegar a la finca. Mi pelo está creciendo, aunque muy ralo y las
canas se vuelven rubias y comienzan a desaparecer; me nace la barba. Dentro de un par de meses volveré a ser yo.
Noviembre 13
Domingo. Algunos cazadores pasan por nuestra vivienda; peones de Argañaraz. Son hombres de monte, jóvenes y solteros; ideales para
ser reclutados y que le tienen un odio concentrado a su patrón. Informaron que a 8 leguas, por el río hay casas y que éste tiene algunas
quebradas con agua. No hay otra novedad.
Noviembre 14
Una semana de campamento. Pachungo luce algo inadaptado y triste, pero debe recuperarse. Hoy comenzamos una excavación para
hacer un túnel y meter en él todo lo que pueda ser comprometedor; lo disimularemos con un enrejado de palos y defenderemos de la
humedad lo más posible. Ya está hecho el pozo de metro y medio y comenzado el túnel.
Noviembre 15
Seguimos en la tarea del túnel; por la mañana Pombo y Pachungo, por la tarde Tumaini y yo. A las 6, cuando dejamos el trabajo, ya había
alcanzado los 2 metros de hondo el túnel. Mañana pensamos acabarlo y meter todas las cosas comprometedoras en él. Por la noche una
lluvia me obligó a huir de mi hamaca, que se moja, pues el nylon es chico. No hubo otra novedad.
Noviembre 16
El túnel quedó terminado y camuflado; solo falta disimular el camino; trasladaremos las cosas a nuestra casita y mañana la
guardaremos, tapando la boca con un enrejado de palos y barro. El esquema de este túnel que lleva el No. 1 está en el documento I. Lo
demás sin novedad; desde mañana podemos razonablemente esperar novedades de la Paz.
Noviembre 17
El túnel está ocupado con los artículos que pudieran ser comprometedores para los de la casa y algo de comida en lata y ha quedado
bastante disimulado.
No hubo novedad alguna desde La Paz. Los muchachos de la casa hablaron con Argañaraz, a quien compraron algunas cosas y éste les
volvió a insistir en su participación en la fábrica de cocaína.
Noviembre 18
Sin novedad de la Paz. Pachungo y Pombo volvieron a explorar el arroyo pero no están muy convencidos de que sea el campamento
indicado. El lunes lo exploraremos con Tumaini. Argañaraz vino a arreglar el camino para sacar piedras del río y estuvo un buen rato en
ese trabajo. Al parecer, no sospecha de nuestra presencia aquí. Todo transcurre monótonamente; los mosquitos y las garrapatas están
empezando a crear llagas molestas en las picaduras infectadas. El frío se hace sentir un poco en la madrugada.
Noviembre 19
Sin novedad de la Paz. Sin novedad aquí; pasamos recluidos por ser sábado, día en que se mueven los cazadores.
Noviembre 20
A medio día llegaron Marcos y Rolando. Ahora somos seis. Enseguida se procedió al anecdotario del viaje. Tardaron tanto porque el
aviso les llegó hace una semana. Son los que viajaron más rápido por la vía de Sao Paolo. Hasta la semana que viene no es de esperar la
llegada de los otros cuatro.
Vino con ellos Rodolfo, que me hizo muy buena impresión. Al parecer, está más decidido que Bigote a romper con todo. Papi
[aparecerá indistintamente como Papi, Ricardo o Chinchu] le informó de mi presencia, así como al Coco, violando las instrucciones;
al parecer es un caso de celos de autoridad. Escribí a Manila [Manila: Cuba] con algunas recomendaciones (documentos I y II) y Papi
contestando sus preguntas. Rodolfo retornó en la madrugada.
Noviembre 21
Primer día del grupo ampliado. Llovió bastante y el traslado a nuestro nuevo punto nos costó una buena mojadura. Ya estamos
instalados. La carpa resultó ser una lona de camión que se moja, pero protege algo. Nosotros tenemos nuestra hamaca con nylon. Han
llegado algunas armas más; Marcos tiene un Garand, a Rolando se le dará un M-1 del depósito. Jorge se quedó con nosotros, pero en la
casa; allí dirigirá trabajos encaminados a mejorar la finca. A Rodolfo le pedí un agrónomo de confianza. Trataremos de que esto dure lo
más posible.
Noviembre 22
Tuma, Jorge y yo hicimos recorrido por el río (Ñacahuasu) para inspeccionar el arroyo descubierto. Con la lluvia del día anterior el río
estaba desconocido y nos costó bastante trabajo llegar al punto deseado. Este es un hilito de agua que tiene bien cerrada la
desembocadura, convenientemente preparada se puede utilizar para un campamento permanente. Volvimos a las 9 y pico de la noche.
Aquí sin novedad.
Noviembre 23
Inauguramos un observatorio que domina la casita de la finca para estar prevenidos en caso de alguna inspección o visita molesta. Como
dos salen de exploración, a los restantes les tocan tres horas de guardia. Pombo y Marcos exploraron el firme de nuestro campamento
hasta el arroyo que todavía está crecido.
Noviembre 24
Pacho y Rolando salieron para hacer una exploración en el arroyo; deben volver mañana.
Por la noche, dos peones de Argañaraz llegaron «de paseo» en una visita insólita. No había nada extraño, pero faltaban Antonio
[aparecerá indistintamente como Antonio u Olo], que estaba con los exploradores y Tuma, que oficialmente pertenece a la casa.
Pretexto: cacería. Cumpleaños de Aliucha.
Noviembre 25
Desde el observatorio informaron que había venido un jeep con 2 o tres tripulantes. Resultaron ser de un servicio de lucha contra el
paludismo; se fueron inmediatamente que sacaron muestras de sangre, Pacho y Rolando llegaron por la noche, muy tarde. Encontraron
el arroyo del mapa y lo exploraron, además siguieron por el curso principal del río hasta encontrar campos abandonados.
Noviembre 26
Por ser sábado, todos quedamos acantonados. Pedí a Jorge que hiciera una exploración a caballo por el cauce del río para ver hasta
dónde llegaba; el caballo no estaba y salió a pie a pedir uno a Don Remberto (20 a 25 Kms.). A la noche no había regresado. Sin
novedad de la Paz.
Noviembre 27
Jorge seguía sin aparecer. Di orden de hacer posta toda la noche pero a las 9 llegó el primer jeep de La Paz. Con el Coco venían
Joaquín [aparecerá indistintamente como Joaquín o Vilo] y Urbano y un boliviano a quedarse: Ernesto, estudiante de medicina. Viró el
Coco y trajo a Ricardo con Braulio y Miguel y otro boliviano, Inti, también a quedarse. Ahora somos 12 alzados y Jorge que funge de
dueño; Coco y Rodolfo se encargarán de los contactos. Ricardo trajo una noticia incómoda: El Chino está en Bolivia y quiere mandar
20 hombres y verme. Esto trae inconvenientes porque internacionalizaremos la lucha antes de contar con Estanislao. Quedamos en que
le enviaría a Santa Cruz y allí lo recogerá Coco trayéndolo aquí. Coco salió por la madrugada con Ricardo que tomaría el otro jeep para
seguir a la Paz. Coco debe pasar por lo de Remberto para averiguar de Jorge. En conversación preliminar con el Inti, éste opina que
Estanislao no se alzará, pero parece decidido a cortar amarras.
Noviembre 28
Por la mañana no había aparecido Jorge y el Coco tampoco había regresado. Después llegaron y todo lo que pasó es que se había
quedado en lo de Remberto.
Un poco irresponsable. Por la tarde convoqué al grupo boliviano para plantearle el pedido peruano de enviar 20 hombres y todos
estuvieron de acuerdo en que los mandaran, pero después de empezar acciones.
Noviembre 29
Salimos a hacer el catastro del río y explorar el arroyo que será nuestro próximo campamento. Tumaini, Urbano, Inti y yo formamos el
grupo. El arroyo es muy seguro pero muy lóbrego. Trataremos de buscar en otro que está a una hora. Tumaini se cayó y aparentemente
sufrió una fractura en el tarso. Llegamos al campamento por la noche, luego de hacer la medición del río. Aquí sin novedad; Coco salió
a Santa Cruz para esperar al Chino.
Noviembre 30
Marcos, Pacho, Miguel y Pombo salieron con la instrucción de explorar un arroyo más lejano; deben estar dos días fuera. Llovió
bastante. En la casa, sin novedad.
Análisis del mes
Todo ha salido bastante bien: mi llegada sin inconvenientes; la mitad de la gente está aquí también sin inconvenientes, aunque se
demoraron algo; los principales colaboradores de Ricardo se alzan contra viento y marea. El panorama se perfila bueno en esta región
apartada donde todo indica que podremos pasarnos prácticamente el tiempo que estimemos conveniente. Los planes son: esperar el
resto de la gente, aumentar el número de bolivianos por lo menos hasta 20 y comenzar a operar. Falta averiguar la reacción de Monje y
cómo se comportará la gente de Guevara.
Diario en Bolivia
Diciembre 1966
Diciembre 1
Pasa el día sin novedad. Por la noche llegan Marcos y sus compañeros quienes han hecho un recorrido mayor del especificado,
correteando lomas. A las dos de la mañana me informan que llegó Coco con un compañero; lo dejo para mañana.
Diciembre 2
Temprano llega el Chino, muy efusivo. Nos pasamos el día charlando. Lo sustancial: irá a Cuba e informará personalmente de la
situación, dentro de dos meses podrán incorporarse 5 peruanos, es decir, cuando hayamos comenzado a actuar; por ahora vendrán dos,
un técnico en radio y un médico que estarán algún tiempo con nosotros. Pidió armas y accedí a darle una Bz, algunos mausers, y
granadas y comprar M-1 para ellos. También decidí darles apoyo para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar las armas
para una región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca. Me contó de sus cuitas en el Perú, incluso un audaz plan para liberar a
Calixto que me parece un poco fantasioso. Cree que algunos sobrevivientes de la guerrilla están actuando en la zona, pero no lo saben a
ciencia cierta, pues no pudieron llegar hasta la zona.
Lo demás de la conversación fue anecdótico. Se despidió con el mismo entusiasmo partiendo para la Paz; lleva fotos nuestras. Coco
tiene instrucciones de preparar contactos con Sánchez (a quien veré posteriormente) y de contactar al jefe de informaciones de la
presidencia, que se ha brindado para darlas pues es cuñado de Inti. La red todavía está en pañales.
Diciembre 3
Sin novedad. No hay exploración por ser sábado. Los tres peones de la finca salen para Lagunillas para hacer mandados.
Diciembre 4
Sin novedad. Todo el mundo quieto debido al domingo. Doy una charla sobre nuestra actitud hacia los bolivianos que vendrán y hacia la
guerra.
Diciembre 5
Sin novedad. Pensábamos salir pero el día fue de agua completo. Hubo una pequeña alarma motivada por unos tiros del Loro sin avisar.
Diciembre 6
Salimos a comenzar la segunda cueva en el primer arroyo. Somos Apolinar [aparecerá indistintamente como Apolinar o Polo], Inti,
Urbano, Miguel y yo.
Miguel viene a reemplazar a Tuma que no está repuesto de su caída. Apolinar ha planteado que se incorpora a la guerrilla pero quiere ir
a arreglar asuntos particulares a la Paz; se le contesta que sí, pero que debía esperar un poco. Cerca de las 11 llegamos al arroyo,
hicimos un trillo disimulado y exploramos para buscar un lugar adecuado para la cueva, pero todo es piedra y el arroyo, luego de
secarse, sigue su cauce entre derriscos de piedra pura. Dejamos la exploración para mañana. Inti y Urbano salieron a tratar de cazar
venados, pues la comida es muy escasa y tenemos que aguantar hasta el viernes con ella.
Diciembre 7
Miguel y Apolinar localizaron un lugar propicio y se dedicaron a hacer el túnel; las herramientas son ineficientes. Inti y Urbano
volvieron sin lograr nada, pero al anochecer Urbano cazó una pava con el M-1, como ya teníamos comida, la dejamos para el desayuno
de mañana. Hoy se cumple, en realidad, el primer mes de nuestra estancia aquí, pero, por razones de comodidad, daré las síntesis todos
los fines de mes.
Diciembre 8
Con Inti fuimos hasta un firme que corona el arroyo. Miguel y Urbano continuaron el pozo. Por la tarde, Apolinar reemplazó a Miguel.
Al anochecer, llegaron Marcos, Pombo y Pacho, éste muy atrasado y cansado. Marcos me pidió que lo sacara de la vanguardia si no
mejoraba. Marqué el camino de la cueva que está en el esquema II. Les dejé las tareas más importantes para hacer durante su estadía.
Miguel se quedará con ellas y nosotros regresaremos mañana.
Diciembre 9
Regresamos lentamente por la mañana, llegando cerca de las 12. Pacho recibió la orden de quedarse cuando el grupo regrese. Tratamos
de hacer contacto con el campamento 2 pero no se pudo. No hubo otra novedad.
Diciembre 10
El día pasó sin novedad, salvo la primera horneada de pan hecho en la casa. Conversé con Jorge e Inti sobre algunas tareas urgentes. No
hubo novedad de la Paz.
Diciembre 11
El día transcurrió sin novedad, pero a la noche apareció Coco con Papi. Traía a Alejandro y Arturo y a un boliviano, Carlos. El otro jeep
se quedó, como es habitual, en el camino. Luego trajeron al médico, Moro [aparecerá indistintamente en lo adelante como Moro,
Morogoro, Muganga o el Médico] y Benigno y a dos bolivianos; ambos «cambas» [camba: oriundo de la región oriental de Bolivia] de
la finca de Caranavi. Transcurrió la noche en los habituales comentarios de viaje y sobre la ausencia de Antonio y Félix [aparecerá
indistintamente como Félix o el Rubio], que ya debían estar aquí. Se discutió con Papi, resolviéndose que todavía tiene que hacer dos
viajes para traer a Renán [aparecerá indistintamente como Renán o Iván] y Tania. Se liquidarán las casas y los depósitos, dándosele
$1.000 de ayuda a Sánchez. Este se quedará con la camioneta y venderemos un jeep a Tania, quedándonos con el otro. Falta por hacer un
viaje de armas y le di orden de que cargara todo en un jeep para no insistir en el trasbordo que puede ser descubierto más rápido. El
Chino salió para Cuba, aparentemente muy entusiasmado y piensa volver por aquí cuando esté de regreso. Coco se quedó aquí para ir a
buscar alimentos a Camiri y Papi salió para La Paz. Sucedió un incidente peligroso: el vallegrandino, cazador, descubrió una pisada
hecha por nosotros, vio las huellas, aparentemente vio a alguno y encontró un guante perdido por Pombo. Eso cambia nuestros planes y
debemos ser muy cuidadosos.
El vallegrandino saldrá mañana con Antonio para mostrarle dónde puso sus armadillas contra las antas [anta: tapir americano]. Inti me
manifestó sus reservas contra el estudiante, Carlos, que, al llegar, ya planteó la discusión de la participación cubana y antes había
manifestado que no se alzaba sin la participación del partido. Rodolfo le mandó porque dijo que todo se debía a una mala interpretación.
Diciembre 12
Le hablé a todo el grupo, «leyéndole la cartilla» sobre la realidad de la guerra. Hice hincapié en la unicidad del mando y en la disciplina
y advertí a los bolivianos sobre la responsabilidad que tenían al violar la disciplina de su partido para adoptar otra línea. Hice los
nombramientos que recayeron en: Joaquín, como segundo jefe militar; Rolando e Inti, como comisarios; Alejandro, como jefe de
operaciones; Pombo, de servicios; Inti, finanzas; Ñato, abastecimientos y armamentos; por ahora, Moro de servicios médicos.
Rolando y Braulio salieron para avisar al grupo que se quedara quieto allí, esperando que el vallegrandino pusiera sus trampas o hiciera
la exploración con Antonio. A la noche volvieron; la trampa no está muy lejos. Emborracharon al vallegrandino que se fue por la noche,
muy contento con una botella de singani en el cuerpo. Coco volvió de Caranavi donde compró los comestibles necesarios pero fue
visto por algunos de Lagunillas que se asombraron de la cantidad.
Más tarde llegó Marcos con Pombo. El primero sufrió una herida sobre el arco superciliar al cortar un palo; le dieron dos puntos.
Diciembre 13
Salieron Joaquín, Carlos, y el médico para unirse a Rolando y Braulio. Pombo los acompañaba con la misión de volver hoy mismo.
Mandé tapar el camino y hacer otro que, de ése, desembocara en el río, con tan buen éxito que Pombo, Miguel y Pacho se perdieron al
regresar y siguieron por él.
Se habló con Apolinar que irá unos días a su casa en Viacha, dándole dinero para su familia y recomendándole hermetismo absoluto.
Coco se despidió al anochecer, pero a las 3 horas se dio la alarma porque se escucharon silbidos y ruidos y la perra ladró; resultó él
mismo, perdido en el monte.
Diciembre 14
Día sin novedad. El vallegrandino pasó por la casa a ver la trampa, porque la había armado ayer, contra lo que dijo antes. Se le indicó a
Antonio el camino abierto en el monte para que lleve al vallegrandino por él, para evitar sospechas.
Diciembre 15
Sin novedad. Se tomaron las previsiones para salir (8 hombres) a instalarnos definitivamente en el campamento 2.
Diciembre 16
Salimos, por la mañana, Pombo, Urbano, Tuma, Alejandro, Moro, Arturo, Inti y yo para quedarnos; fuertemente cargados. El recorrido
se hizo en 3 horas.
Rolando quedó con nosotros y volvieron Joaquín, Braulio, Carlos y el Médico. Carlos se ha mostrado como un buen caminador y buen
trabajador. Moro y Tuma descubrieron una cueva del río con pescados bastante grandes y cogieron 17 lo que da para una buena comida;
Moro se hirió en la mano con un bagre [bagre: pescado fluvial característico de la zona, tiene bigotes]. Se buscó el lugar para hacer la
cueva secundaria, ya que la primaria quedó acabada y se suspendieron las actividades hasta mañana. El mismo Moro e Inti trataron de
cazar el anta y salieron para pasar la noche en acecho.
Diciembre 17
Moro e Inti sólo cazaron una pava. Nosotros, Tuma, Rolando y yo, nos dedicamos a hacer la cueva secundaria que puede quedar lista
mañana. Arturo y Pombo exploraron un lugar para emplazar el radio y luego se dedicaron a arreglar el camino de entrada que está
bastante malo. Por la noche comenzó a llover y lo hizo continuadamente hasta la mañana.
Diciembre 18
El día siguió de agua pero se continuó la cueva, a la que le falta poco para alcanzar los 2.5 requeridos. Inspeccionamos una loma para
instalar la planta de radio. Parece bastante buena pero las pruebas lo dirán.
Diciembre 19
También el día fue lluvioso y no invitaba a la caminata, pero cerca de las 11 llegaron Braulio y el Ñato con noticias de que el río daba
paso aunque estaba hondo. Al salir nosotros, nos encontramos con Marcos y su vanguardia que llegaban a instalarse. Se quedará al
mando y se le ordenó enviar de 3 a 5 hombres según las posibilidades. En poco más de 3 horas hicimos la caminata.
Por la noche, a las 12, llegaban Ricardo y Coco, trayendo a Antonio y el Rubio (no consiguieron pasaje el jueves pasado) y a Apolinar,
que viene a incorporarse definitivamente. Además, llegó Iván, para tratar toda una serie de asuntos.
Prácticamente, quedó la noche en claro.
Diciembre 20
Se procedió a discutir varios puntos y se estaba ordenando todo, cuando apareció el grupo del campamento II dirigidos por Alejandro,
con la noticia de que había en el camino cerca del campamento, un venado muerto de un tiro, con una cinta en la pata. Joaquín había
pasado una hora antes por el lugar y no había comentado nada. Se supuso que el vallegrandino lo había llevado hasta allí y por alguna
razón desconocida lo arrojó, huyendo. Se puso una guardia por la parte trasera y se mandaron dos hombres para que cogieran al cazador
si aparecía. Al rato vino la noticia de que el venado estaba muerto desde tiempo atrás agusanado y después Joaquín, de vuelta,
confirmaba que lo había visto. Coco y el Loro trajeron al vallegrandino para que viera al animalito y éste dictaminó que era un animal
herido por él varios días atrás. Allí quedó concluso el incidente.
Se resolvió apurar los contactos con el hombre de información que Coco ha descuidado y hablar con Megía para que sirviera de
contacto entre Iván y el de información. éste mantendrá relaciones con Megía, Sánchez, Tania y el del partido, que no ha sido
nombrado. Existe la posibilidad de que sea uno de Villamontes, pero falta concretar. Se recibe un telegrama de Manila indicando que
Monje viene por el sur.
Inventaron un sistema de contacto, pero no me satisface porque indica una clara suspicacia hacia Monje por parte de sus propios
compañeros.
A la una de la madrugada informarán de la Paz si ya se fue a buscar a Monje.
Iván tiene posibilidades de hacer negocios pero el pasaporte chueco no se lo permite; la próxima etapa es mejorar el documento y debe
escribir a Manila para que lo apuren con los amigos.
Tania vendrá en la próxima para recibir instrucciones; probablemente la mande a Bs. As.
En definitiva, se resuelve que Ricardo, Iván y Coco salgan en avión desde Camiri y el jeep se quede aquí. Cuando vuelvan, hablarán por
teléfono a Lagunillas e informarán que están allí; Jorge irá por la noche para requerir noticias y los buscará si hay algo positivo. A la
una no se pudo captar nada desde la Paz. Por la madrugada salieron para Camiri.
Diciembre 21
El Loro no me había dejado los planos que hizo el explorador de modo que me quedé sin saber el tipo de camino que hay hasta Yaqui.
Salimos por la mañana haciendo el camino sin contratiempos. Se tratará de tener todo aquí para el 24, día en que hay fiesta programada.
Nos cruzamos con Pacho, Miguel, Benigno y el Camba que iban a cargar la planta. A las 5 de la tarde, Pacho y el Camba volvieron sin
traer la planta, que dejaron escondida en el monte, por lo pesada que era. Mañana saldrán 5 hombres desde aquí para traerla. Se acabó la
cueva de las mercancías; mañana comenzaremos la del radio.
Diciembre 22
Comenzamos la cueva del radista. Al principio con mucho éxito en tierra floja, pero pronto encontramos una laja durísima que no nos
dejó avanzar.
Trajeron la planta, que es bastante pesada, pero no se ha probado por falta de gasolina. El Loro anunció que no mandaba mapas porque el
informe era verbal y vendría mañana a darlo.
Diciembre 23
Salimos con Pombo y Alejandro a explorar el firme de la izquierda. Tendremos que abrirlo pero da la impresión de que se puede
caminar cómodamente por él. Joaquín llegó con dos compañeros, anunciando que el Loro no venía porque se le había escapado un
puerco y salió a buscarlo.
No hay nada del recorrido del lagunillero.
Por la tarde llegó el puerco, bastante grande pero faltan las bebidas. El Loro es incapaz hasta de conseguir estas cosas, luce muy
desorganizado.
Diciembre 24
Día dedicado a noche buena. Hubo gente que dio dos viajes y llegó tarde pero al final nos reunimos todos y la pasamos bien, con
algunos pasaditos. El Loro explicó que el viaje del lagunillero no había resultado fructífero y sólo logró el pequeño resultado del
apunte, muy impreciso.
Diciembre 25
Retorno al trabajo, no hubo viajes al campamento de arrancada. Este ha quedado bautizado C26 por una proposición del médico
boliviano. Marcos, Benigno y el Camba salieron a hacer el camino por el firme de nuestra derecha, volvieron por la tarde con la noticia
de que avistaron una especie de pampa pelada a dos horas de camino; mañana llegarán a ella. El Camba volvió con fiebre. Miguel y
Pacho hicieron unos caminos de distracción por la banda izquierda y una senda de acceso a la cueva del radio. Inti, Antonio, Tuma y yo
continuamos la cueva del radio, que está muy difícil porque es pura piedra. La retaguardia se encargó de hacer su campamento y buscar
una atalaya que domine ambos extremos del río de acceso; el lugar está muy bueno.
Diciembre 26
Inti y Carlos salieron para explorar hasta el punto denominado Yaki en el mapa; es un viaje calculado en dos días. Rolando, Alejandro y
Pombo siguieron en la cueva que está durísima. Pacho y yo salimos a inspeccionar los caminos hechos por Miguel, no vale la pena
seguir el del firme. El camino de acceso a la cueva está bastante bien y difícil de encontrar. Se mataron dos víboras y ayer otra; parece
que hay bastantes. Tuma, Arturo, el Rubio y Antonio salieron a cazar y Braulio y el Ñato a quedarse de posta en el otro campamento.
Vinieron con la noticia de que el Loro se había volcado y la nota explicatoria en que anuncia la llegada de Monje. Marcos, Miguel y
Benigno salieron a desarrollar el camino del firme, pero no regresaron en toda la noche.
Diciembre 27
Salimos con Tuma para tratar de encontrar a Marcos; caminamos 2.30 horas hasta llegar al nacimiento de una quebrada que bajaba del
lado izquierdo, dirección oeste; seguimos las huellas por allí bajando
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Febrero 1967
Febrero 1
Se realizó la primera etapa. La gente llegó algo cansada, pero en general, se cumplió bien. Antonio y el Ñato subieron a convenir la
contraseña y arriaron con mi mochila y la de Moro que está convaleciente de la palúdica.
Se estableció un sistema de alarma dentro de una botella, bajo una mata cercana al camino.
En la retaguardia, Joaquín, se resistió del peso y se retrasó todo el grupo.
Febrero 2
Día trabajoso y lento. El Médico retrasa un poco la marcha pero el ritmo general es lento. A las 4 llegamos al último lugar con agua y
acampamos. La vanguardia recibió la orden de llegar al río (presumiblemente el Frías) pero tampoco llevaba un ritmo bueno. Llovió por
la noche.
Febrero 3
El día amaneció lluvioso, por lo que retardamos la salida hasta las 8. Cuando comenzábamos a caminar, llegó Aniceto con la soga para
ayudarnos en los pasos difíciles, y poco después se reiniciaba la lluvia. Llegamos al arroyo a las 10, empapados y se resolvió no seguir
en el día de hoy. El arroyo no puede ser el río Frías; simplemente, no está en el mapa.
Mañana, la vanguardia saldrá con Pacho en la punta y nos comunicaremos cada hora.
Febrero 4
Caminamos desde la mañana hasta las 4 de la tarde, con parada de 2 horas para tomar una sopa a mediodía. El camino fue siguiendo el
Ñacahuasu; relativamente bueno pero fatal para los zapatos pues ya hay varios compañeros casi descalzos.
La tropa está fatigada pero todos han respondido bastante bien. Yo estoy liberado de casi 15 libras y puedo caminar con soltura aunque
el dolor en los hombros se hace a ratos insoportable.
No se han encontrado señales recientes del paso de gente por el río pero debemos toparnos con zonas habitadas de un momento a otro,
según el mapa.
Febrero 5
Inesperadamente, luego de caminar 5 horas por la mañana (12-14 kms) nos avisaron de la vanguardia que habían encontrado animales
(resultó una yegua y su potrillo). Nos detuvimos ordenando una exploración para evitar el presunto lugar poblado. La discusión era si
estábamos en el Iripiti o en la confluencia con el Saladillo, marcada en el mapa. Pacho volvió con la noticia de que había un río grande
varias veces mayor que el Ñacahuasu y que no daba paso. Nos trasladamos allí y nos encontramos con el auténtico Río Grande crecido
además. Hay señales de vida pero un poco viejas y los caminos que se siguieron mueren en yerbazales donde no hay señales de tránsito.
Acampamos en un lugar malo, cerca del Ñacahuasu para aprovechar su agua y mañana haremos exploraciones de ambos lados del río
(este y oeste) para conocer los parajes y otro grupo tratará de cruzarlo.
Febrero 6
Día de calma y reposición de fuerzas. Joaquín sale con Walter y el Médico a explorar el Río Grande siguiendo su cauce; caminan 8
kilómetros sin encontrar vados y sólo un arroyo con agua salada. Marcos camina poco contra la corriente y no llega al Frías; lo
acompañan Aniceto y el Loro. Alejandro, Inti y Pacho tratan de atravesar el río a nado sin conseguirlo. Nosotros nos trasladamos cerca
de un kilómetro hacia atrás buscando mejor ubicación. Pombo está algo enfermo.
Mañana comenzaremos la balsa para intentar atravesarlo.
Febrero 7
Se hizo la balsa bajo la dirección de Marcos; quedó muy grande y poco maniobrable. A la 1.30 comenzamos a trasladarnos hacia el
lugar del cruce y a las 2.30 comenzó el mismo. En dos viajes cruzó la vanguardia y en el tercero la mitad de la gente del centro y mi
ropa, pero no mi mochila; cuando lo cruzaban de nuevo para trasladar el resto del centro, el Rubio calculó mal y el río se la llevó muy
abajo, no pudiendo recuperarla. Se deshizo y Joaquín comenzó otra que estuvo lista a las 9 de la noche, pero no fue necesario cruzar de
noche porque no llovió y el río siguió bajando. Del centro quedamos Tuma, Urbano, Inti, Alejandro y yo. Tuma y yo dormimos en el
suelo.
Febrero 8
A las 6.30 se inició el cruce del resto del centro. A las seis salió la punta de vanguardia, y cuando llegó al centro, salió toda. A las 8.30
salió el centro, cuando toda la retaguardia estaba en ese lado. Se les encargó escondieran la balsa y siguieran. El camino se hizo
accidentado y hubo que abrirse paso a machete. A las seis, sedientos y hambrientos, llegamos a un arroyo con una pequeña poza, donde
se decidió acampar. Muchas huellas de puerco. Braulio, Aniceto y Benigno fueron hasta el río, a unos tres kilómetros, y volvieron con
la noticia de que se han visto huellas de abarcas y de tres animales, uno de ellos herrado, todas recientes.
Febrero 9
Cuando habíamos caminado algo más de media hora, se me ocurrió dejar la senda que subía y seguir por el arroyal. Al poco rato
apareció un maizal. Mandé a Inti y Ricardo a explorar y todo se convirtió en un pandemónium. La marca que habíamos dejado para los
de detrás no fue vista por éstos y me creyeron perdido. Las comisiones iban y venían. La vanguardia había visto la casa y esperaban mi
llegada. Inti y Ricardo encontraron a unos muchachitos y fueron a la casa de un campesino joven, con seis hijos, que los recibió muy
bien y dio multitud de datos. En una segunda entrevista, Inti le dijo que era el jefe de las guerrillas y compró dos puercos. Nos
quedamos en el mismo lugar comiendo maíz y puerco. El ponche estuvo en la madrugada, pero lo dejamos para el día siguiente.
Febrero 10
Convertido en ayudante de Inti fui a hablar con los campesinos. Creo que la comedia no fue muy efectiva debido a la cortedad de aquél.
El campesino está dentro del tipo; incapaz de ayudarnos, pero incapaz de preveer los peligros que acarrea y por ello potencialmente
peligroso. Dio una serie de indicaciones sobre los campesinos pero no se pudo precisar por cierta inseguridad.
El Médico curó los hijos, engusanados y otro pateado por una yegua y nos despedimos.
La tarde y la noche la invertimos en preparar huminta [huminta: panecillo horneado preparado con harina de maíz tierno] (no está
buena). Por la noche hice algunas observaciones a todos los compañeros reunidos, sobre los 10 días siguientes. En principio, pienso
caminar 10 días más rumbo a Masicuri y hacer que todos los compañeros vean físicamente los soldados, luego trataremos de llegar por
el Frías para dejar otro camino explorado.
(El campesino se llama Rojas.)
Febrero 11
cumpleaños del viejo; 67.
Seguimos una senda claramente marcada por la orilla del río, hasta que se hizo poco transitable y a ratos se perdía, con la característica
de que por allí no había pasado nadie en mucho tiempo. Al medio día llegamos a un punto en que se cerraba totalmente junto a un río
grande, que, de pronto nos hizo surgir la duda sobre si sería o no el Masicuri. Hicimos alto en un arroyo, mientras Marcos y Miguel
iban de exploración río arriba, el Inti, con Carlos y Pedro lo hacían río abajo, tratando de localizar la desembocadura. Así fue y se
confirmó que éste es el Masicuri, cuyo primer vado parece estar más abajo y donde vieron de lejos a varios campesinos que cargaban
unos caballos. Probablemente hayan visto nuestras huellas, de ahora en adelante hay que extremar las precauciones. Estamos una o dos
leguas de Arenales, según los informes del campesino. h - 760.
Febrero 12
Los dos kilómetros hechos ayer por la vanguardia se caminaron rápidamente. A partir de ese momento las picadas se hicieron muy
lentamente. A las 4 de la tarde caímos en un camino real que lucía ser el buscado. En frente, del otro lado del río, nos quedaba una casa
que decidimos desechar y buscarnos otra de este lado que debía ser la de Montaño, un recomendado de Rojas. Inti y el Loro fueron
hasta allí pero no encontraron a nadie, aunque las características indicaban que ésa era.
A las 7.30 salimos en una marcha nocturna que sirvió para demostrar lo mucho que queda por aprender.
A las 10, aproximadamente, Inti y el Loro volvieron a ir a la casa trayendo noticias no muy buenas: el hombre estaba borracho y muy
poco acogedor; no tiene más que maíz. Se había emborrachado en la casa de Caballero, del otro lado del río, cuyo vado pasa por allí.
Decidimos quedarnos a dormir en un bosquecito cercano. Tenía un cansancio atroz, pues las humintas me habían caído mal y llevaba un
día sin comer.
Febrero 13
En la madrugada se desató una lluvia fuerte que duró toda la mañana, creciendo el río. Las noticias mejoraron: Montaño, es el hijo del
dueño, de unos 16 años. El padre no estaba y tardaría una semana en volver. Dio bastante información precisa hasta los bajos, para el
que falta una legua. Un pedazo de camino va por la margen izquierda, pero es pequeño. En esta banda sólo vive un hermano de Pérez, un
campesino medio cuya hija es novia de un miembro del ejército.
Nos trasladamos hasta un nuevo campamento, al lado del arroyo y de un maizal -Marcos y Miguel hicieron una trocha hasta el camino
real. h - 650 (tiempo tormentoso).
Febrero 14
Día de tranquilidad, pasado en el mismo campamento. El muchacho de la casa vino 3 veces, una de ellas a avisar que alguna gente había
cruzado del otro lado del río a buscar unos puercos, pero no pasó de allí. Se le pagó más por el destrozo hecho al maizal.
Todo el día se lo pasaron los macheteros chapeando, sin encontrar casa; calculan haber preparado unos 6 kilómetros que será la mitad
de la tarea de mañana.
Se descifra un largo mensaje de La Habana cuyo núcleo es la noticia de la entrevista con Kolle. Este dijo allá que no se le había
informado de la magnitud continental de la tarea, que en ese caso estarían dispuestos a colaborar en un plano cuyas características
pidieron discutir conmigo; vendrían el mismo Kolle, Simón Rodríguez y Ramírez. Se me informa además que Simón ha manifestado su
decisión de ayudarnos independientemente de lo que resuelva el partido.
Informan además, que el francés viajando con su pasaporte llega el 23 a la Paz y se alojará en casa de Pareja o Rhea. Falta un pedazo
indescifrable hasta ahora. Veremos cómo afrontamos esta nueva ofensiva conciliadora. Otras noticias: Merci apareció sin plata,
alegando robo, se sospecha malversación aunque no se descarta algo más grave. Lechín va a pedir dinero y entrenamiento.
Febrero 15 cumpleaños de Hildita (11).
Día de marcha tranquila. A las 10 de ]a mañana habíamos alcanzado el punto a donde llegaron los picadores. Luego todo fue marchando
lentamente. A las 5 de la tarde informaron haber encontrado un sembrado y a las 6 se confirmaba. Mandamos a Inti, Loro y Aniceto para
que hablaran con el campesino; éste resultó ser Miguel Pérez, hermano de Nicolás, un campesino rico, pero él es pobre y explotado
por el hermano, de modo que se mostró dispuesto a colaborar. No comimos debido a lo avanzado de la hora.
Febrero 16
Caminamos unos metros para ponernos a cubierto de la curiosidad del hermano y acampamos en un alto que da al río, 50 metros abajo.
La posición es buena en cuanto a estar cubierto de sorpresas, pero un poco incómoda. Comenzamos la tarea de preparar una buena
cantidad de comida para la travesía, que haremos cruzando la sierra hacia el Rosita.
Por la tarde, una lluvia violenta y pertinaz, que siguió sin pausas toda la noche, entorpeció nuestros planes, pero hizo crecer el río y nos
dejó nuevamente aislados. Se le prestará $1.000 al campesino para que compre y engorde puercos; tiene ambiciones capitalistas.
Febrero 17
La lluvia siguió toda la mañana, 18 horas de lluvia. Todo está mojado y el río muy crecido. Mandé a Marcos, con Miguel y Braulio a que
busque un camino para ir al Rosita. Volvió a la tarde luego de hacer 4 kilómetros de trocha. Informó que se levanta un firme pelado
similar a lo que llamamos la Pampa del Tigre. Inti se siente mal, producto del atracón. h - 720 (condiciones atmosféricas anormales).
Febrero 18
cumpleaños de Josefina (33).
Fracaso parcial. Caminamos lentamente siguiendo el ritmo de los macheteros, pero a las 2 éstos habían arribado al firme llano donde
no se precisa machete; nosotros nos demoramos algo más y a las 3 llegamos a una aguada donde acampamos, esperando cruzar el firme
por la mañana. Marcos y Tuma fueron de exploración, pero volvieron con muy malas noticias; toda la loma es cortada por farallones
cortados a pico, imposibles de bajar. No hay más remedio que retroceder. h - 980 m.
Febrero 19
Día perdido. Bajamos la loma hasta encontrar el arroyo e intentamos subir por él, pero fue imposible. Mandé a Miguel y Aniceto para
que subieran por el nuevo estribo y trataran de pasar al otro lado, sin resultado. Consumimos el día esperándolos y retornaron
anunciando que los farallones eran del mismo tipo: impasables. Mañana intentaremos subir por el último firme después del arroyo que
cae en dirección oeste (los otros lo hacen en dirección sur y allí se quiebra la loma). h - 760 m.
Febrero 20
Día de lenta marcha, pero accidentado; Miguel y Braulio salieron por el viejo camino para llegar al arroyito del maizal; y allí perdieron
el rumbo y volvieron al arroyo al anochecer. Al llegar al siguiente arroyo mandé a Rolando y Pombo a explorarlo hasta que se
encontraron con el farallón, pero no volvieron hasta las 3, por lo que seguimos por el camino que Marcos iba haciendo, dejando a
Pedro y el Rubio a esperarlos.
Llegamos a las 4.30 al arroyo del maíz, donde hicimos campamento. No volvieron los exploradores. h - 720 m.
Febrero 21
Lenta caminata arroyo arriba. Pombo y Rolando volvieron con la noticia de que el otro arroyo daba paso, pero Marcos exploró éste y
lucía lo mismo. A las 11 salimos, pero a las 13.30 nos encontramos con unos pozos de agua muy fría que no se podían vadear. Se
mandó a Loro a explorar y tardó mucho por lo que envié por la retaguardia a Braulio y Joaquín. Loro volvió con la noticia de que el
arroyo ensanchaba más arriba y era más practicable por lo que se resolvió seguir sin esperar los resultados de Joaquín. A las 6
acampamos cuando aquél traía la noticia de que se podía subir el firme y había bastante camino practicable. Inti está mal; «aventado»
por segunda vez en una semana. h - 860.
Febrero 22
Todo el día se invirtió en subir por firmes bastante difíciles y de mucha manigua. Tras un día agotador nos tomó la hora de acampar sin
coronar, mandé a Joaquín y Pedro para que trataran de hacerlo solos y volvieron a las 7 con la noticia de que faltaban por lo menos tres
horas de chaqueo. h - 1.180. Estamos en las cabezas del arroyo que desemboca en el Masicuri, pero con rumbo sur.
Febrero 23
Día negro para mí; lo hice a pulmón pues me sentía muy agotado. Por la mañana salieron Marcos, Braulio y Tuma para preparar el
camino, mientras nosotros esperábamos en el campamento. Allí desciframos un nuevo mensaje que anuncia el recibo del mío al buzón
francés. A las 12 salimos, con un sol que rajaba piedras y poco después me daba una especie de desmayo al coronar la loma más alta y a
partir de ese momento caminé a fuerza de determinación. La altura máxima de la zona está a 1.420 m.; de allí se domina una amplia
zona incluido el Río Grande, la desembocadura del Ñacahuasu y una parte de Rosita. La topografía es distinta de la que marca el mapa:
luego de una clara línea divisoria, se baja abruptamente a una especie de meseta arbolada de 8 a 10 kilómetros de ancho en cuyo
extremo corre el Rosita; luego se eleva otro macizo con alturas equivalentes a la de esta cadena y a lo lejos se ve el llano.
Decidimos bajar por un lugar practicable, aunque muy pendiente, para tomar un arroyo que conduce a Río Grande y de allí al Rosita.
Luce que no hay casas en la orilla, contra lo que marca el mapa. Acampamos a 900 m., luego de un camino infernal, sin agua y ya
anocheciendo.
En la madrugada anterior oí a Marcos mandando a la mierda a un cro. y por el día a otro. Hay que hablar con él.
Febrero 24
cumpleaños de Ernestico (2).
Día trabajoso y desganado. Se avanzó muy poco, sin agua, pues el arroyo que llevamos está seco. A las 12 se cambiaron los macheteros
por el agotamiento; a las 2 de la tarde llovía un poco y se cargaban las cantimploras; poco después encontramos una poceta y a las 5
acampábamos en un rellano, al lado del agua. Marcos y Urbano siguieron la exploración y Marcos volvió con la noticia de que el río
estaba a un par de kilómetros pero el camino por el arroyo era muy malo, pues se convertía en una ciénaga. h - 680 m.
Febrero 25
Día negro. Se avanzó muy poco, y, para colmo Marcos equivocó la ruta y se perdió la mañana; había salido con Miguel y el Loro. A las
12 comunicó esto y pidió relevo y la comunicación; fueron Braulio, Tuma y Pacho. A las 2 horas retornó Pacho diciendo que Marcos
lo había enviado porque ya no se escuchaba bien. A las 4.30 envié a Benigno para que avisara a Marcos que si a las 6 no encontraba el
río retornara; después de la salida de Benigno, Pacho me llamó para decirme que Marcos y el habían tenido una discusión y que Marcos
le había dado órdenes perentorias amenazándolo con un machete y dándole con el cabo en la cara; al volver Pacho y decirle que no
seguía más, lo volvió a amenazar con el machete, zarandeándolo y rompiéndole la ropa.
Ante la gravedad del hecho, llamé a Inti y Rolando, quienes confirmaron el mal clima que existía en la vanguardia par el carácter de
Marcos, pero también informaron de algunos desplantes de Pacho.
Febrero 26
Por la mañana tuve una explicación con Marcos y Pacho, de la que salí convencido de que existió por parte de Marcos la injuria y el
maltrato y, quizás, la amenaza con el machete, pero no el golpe; de parte de Pacho, contestaciones injuriosas y una tendencia a la
bravuconería innata en él, con algunos antecedentes aquí. Esperé que todo el mundo estuviera reunido y hablé entonces de lo que
significaba este esfuerzo por llegar al Rosita, explicando como este tipo de privaciones era una introducción a lo que sufriríamos y
explicando que, producto de la falta de adaptación, se producían incidentes vergonzosos, como éste, protagonizado entre dos cubanos;
critiqué a Marcos par sus actitudes y aclaré a Pacho que otro incidente como este provocaría su baja deshonrosa de la guerrilla. Pacho,
además de negarse a seguir con el comunicador, volvió sin avisarme nada del incidente, y luego, según todas las probabilidades me
mintió sobre los golpes de Marcos.
Le pedí a los bolivianos que el que se sintiera flojo no apelara a métodos torcidos, me lo dijera a mí y lo licenciábamos en paz.
Seguimos caminando, tratando de alcanzar el Río Grande, para seguir por él; lo logramos y se pudo seguir durante un poco más de 1
km., pero hubo que volver a subir pues el río no daba paso en un farallón. Benjamín se había quedado atrás, por dificultades en su
mochila y agotamiento físico; cuando llegó a nuestro lado le di órdenes de que siguiera y así lo hizo; caminó unos 50 ms. y perdió el
trillo de subida, poniéndose a buscarlo arriba de una laja; cuando le ordenaba a Urbano que le advirtiera la pérdida, hizo un movimiento
brusco y cayó al agua. No sabía nadar. La corriente era intensa y lo fue arrastrando mientras hizo pie; corrimos a tratar de auxiliarlo y,
cuando nos quitábamos la ropa desapareció en un remanso. Rolando nadó hacia allí y trató de bucear, pero la corriente lo arrastró lejos.
A los 5 minutos renunciamos a toda esperanza. Era un muchacho débil y absolutamente inhábil, pero con una gran voluntad de vencer; la
prueba fue más fuerte que él, el físico no lo acompañó y tenemos ahora nuestro bautismo de muerte a orillas del Río Grande, de una
manera absurda. Acampamos sin llegar al Rosita a las 5 de la tarde. Nos comimos la última ración de frijoles.
Febrero 27
Tras otro día fatigoso, marchando por !a ribera y subiendo farallas, llegamos al río Rosita. Este es más grande que el Ñacahuasu y
menor que el Masicuri, y tiene las aguas rojizas. Nos comimos la última ración de reserva y no se encontraron señales de vida próxima,
a pesar de lo cerca que estamos de lugares poblados y carreteras. h - 600.
Febrero 28
Día de semidescanso. Después del desayuno (té) di una corta charla, analizando la muerte de Benjamín y contando algunas anécdotas de
la Sierra Maestra. A continuación salieron las exploraciones, Miguel, Inti, y el Loro Rosita arriba, con la instrucción de caminar tres
horas y media, lo que yo creía fuera necesario para alcanzar el río Abaposito, pero no fue así por la falta de senda; no encontraron
señales de vida reciente. Joaquín y Pedro subieron a los montes de enfrente, pero no vieron nada ni encontraron senda alguna o restos
de ella. Alejandro y Rubio cruzaron el río pero no encontraron senda, aunque la exploración fue superficial. Marcos dirigió la
construcción de la balsa y se inició el cruce apenas terminada, en un recodo del río donde desemboca el Rosita. Pasaron las mochilas
de 5 hombres, pero pasó la de Miguel y quedó la de Benigno, mientras que sucedía al revés con ellos, y para colmo, Benigno dejó los
zapatos.
La balsa no pudo ser recuperada y la segunda no estaba terminada, de modo que suspendimos el cruce hasta mañana.
Análisis del mes
Aunque no tengo noticias de lo ocurrido en el campamento, todo marcha aproximadamente bien, con las debidas excepciones, fatales
en estos casos.
En lo externo, no hay noticias de los dos hombres que debían mandarme para completar el conjunto; el francés ya debe estar en la Paz y
cualquier día en el campamento; no tengo noticias de los argentinos ni del Chino; los mensajes se reciben bien en ambas direcciones; la
actitud del partido sigue siendo vacilante y doble, lo menos que se puede decir de ella, aunque queda una aclaración, que puede ser
definitiva, cuando hable con la nueva delegación.
La marcha se cumplió bastante bien, pero fue empañada por el accidente que costó la vida a Benjamín; la gente está débil todavía y no
todos los bolivianos resistirán. Los últimos días de hambre han mostrado una debilitación del entusiasmo, caída que se hace más
patente al quedar divididos.
De los cubanos, dos de los de poca experiencia, Pacho y el Rubio no han respondido todavía, Alejandro lo ha hecho a plenitud; de los
viejos, Marcos da continuos dolores de cabeza y Ricardo no está cumpliendo cabalmente. Los demás bien.
La próxima etapa será de combate y decisiva.
Diario en Bolivia
Marzo 1967
Marzo 1
A las 6 de la mañana comenzó a llover. Pospusimos el cruce hasta que pasara, pero la lluvia arreció y siguió hasta las 3 de la tarde, hora
en que llegó la crecida y no consideramos prudente intentar el cruce. Ahora está muy crecido y sin trazas de bajar pronto. Yo me
trasladé a una tapera [tapera: bohío abandonado o cabaña para uso provisional] abandonada para huirle al agua y allí hice el nuevo
campamento. Joaquín quedó en su mismo lugar. Por la noche me informó que Polo se había tomado su lata de leche y Eusebio la de
leche y las sardinas, por ahora, como sanción, no comerán cuando toquen esas cosas. Mal síntoma.
Marzo 2
El día amaneció lluvioso y la gente disparada, empezando por mí. El río más crecido aún. Se decide dejar el campamento apenas
escampe y seguir paralelo al río por el camino que trajimos. Salimos a las 12 e hicimos buena provisión de palmitos de corojo
[palmito de corojo: corazón del corojo]. A las 4.30 nos detuvimos, pues habíamos dejado nuestro camino en un intento por aprovechar
una vieja senda que se perdió. No se tiene noticias de la vanguardia.
Marzo 3
Empezamos con entusiasmo, caminando bien, pero las horas nos fueron moderando y hubo que enderezar el camino por el firme, pues
temí que se produjera algún accidente en la zona por donde cayó Benjamín. Tardamos cuatro horas en hacer el camino que nos tomó
menos de 1/2 hora por abajo. A las 6 llegamos a la orilla del arroyo donde hicimos campamento, pero como sólo teníamos dos
palmitos, Miguel y Urbano, luego Braulio fueron a buscar unos lejanos, volviendo a las 9 de la noche. Cerca de las 12 comimos; el
palmito y el corojo (totai en Bolivia) están salvando la situación. h - 600 m.
Marzo 4
Miguel y Urbano salieron por la mañana y estuvieron todo el día macheteando, retornando a las 6 de la tarde; avanzaron unos 5
kilómetros y ven un llano que debe permitir avanzar; pero no hay lugar para campamento, por lo que decidimos quedarnos aquí hasta
alargar el trillo. Los cazadores lograron dos monitos, una cotorra y una paloma, que fue nuestra comida junto con el palmito, abundante
en este arroyo.
El ánimo de la gente está bajo y el físico se deteriora día a día; yo tengo comienzo de edemas en las piernas.
Marzo 5
Joaquín y Braulio salieron de macheteros, con lluvia, pero ambos están flojos y no avanzaron mucho. Se colectaron 12 palmitos y se
cazaron algunos pajaritos, lo que permite guardar las latas un día más y hacer reserva de palmito para dos días.
Marzo 6
Día de caminata intermitente hasta las 5 de la tarde. Miguel, Urbano y Tuma son los macheteros. Se avanzó algo y se ven a lo lejos unos
firmes que parecen ser los del Ñacahuasu. Sólo se cazó un lorito entregado a la retaguardia. Hoy comemos palmito con carne. Nos
quedan tres comidas muy escasas. h - 600 m.
Marzo 7
4 meses. La gente está cada vez más desanimada, viendo llegar el fin de las provisiones, pero no del camino. Hoy avanzamos entre 4 y 5
kilómetros por la orilla del río y dimos al final con un trillo prometedor. La comida: 3 pajaritos y medio y el resto del palmito; a partir
de mañana, lata pelada, a un tercio por cabeza, durante dos días; luego la leche que es la despedida. Para Ñacahuasu deben faltar dos a 3
jornadas. h- 610 m.
Marzo 8
Días de poco camino, de sorpresa y tensiones. A las 10 de la mañana salimos del campamento sin esperar a Rolando que estaba
cazando. Caminamos sólo hora y media y nos encontramos con los macheteros y los cazadores (Urbano, Miguel, Tuma - Médico y
Chinchu, respectivamente) tenían un montón de loros pero se habían encontrado con que había una toma de agua y se detuvieron. Fui a
ver el lugar luego de ordenar un campamento y lució una estación de bombeo de petróleo. Inti y Ricardo se tiraron al agua; debían
simular ser cazadores. Se tiraron vestidos a pasar en dos etapas pero Inti tuvo dificultades y casi se ahoga; Ricardo lo auxilió y por fin
salieron a la orilla llamando la atención de todo el mundo. La contraseña si había peligro no se produjo y desaparecieron. Habían
iniciado el cruce a las 12 y a las 15.15 me retiré sin que dieran señales de vida. Pasó toda la tarde y no aparecieron. La última posta se
retiró a las 21 y no se habían dado nuevas señales.
Me preocupé mucho, dos valiosos compañeros estaban expuestos y no se sabía lo que había pasado. Se resolvió que Alejandro y
Rolando, los mejores nadadores, crucen mañana al aclarar.
Comimos mejor que otros días, a pesar de la falta de palmito por la abundancia de loros y dos monitos que mató Rolando.
Marzo 9
Temprano iniciamos la tarea del cruce, pero fue necesario hacer una balsa, lo que demoró bastante. La posta anunció que se veían
gentes semidesnudas del otro lado; eran las 8.30 y se suspendió el cruce. Se ha hecho un caminito que sale al otro lado pero a un claro
desde donde nos ven, por lo que hay que salir de mañanita aprovechando la niebla del río. Cerca de las 16, tras un desesperante
observatorio que para mí duró desde las 10.30, se tiraron al río los proveedores (Inti y Chinchu), saliendo muy abajo. Trajeron un
puerco, pan, arroz, azúcar, café, algunas latas, maíz sarazo, &c. Nos dimos un pequeño festín de café, pan y se autorizó a consumir la
lata de leche condensada hecha dulce que traíamos en reserva. Explicaron que habían salido cada hora para que los vieran pero
infructuosamente para nosotros. Marcos y su gente pasaron hace 3 días y parece que Marcos hizo de las suyas mostrando las armas.
Los ingenieros de yacimientos no saben bien cuánto hay al Ñacahuasu, pero suponen 5 días de camino; los víveres nos alcanzan si fuera
así. La bomba pertenece a una planta de bombeo que se está construyendo.
Marzo 10
Salimos a las 6.30 caminando 45 minutos hasta alcanzar a los macheteros. A las 8 comenzó a llover siguiendo hasta las 11. Caminamos,
efectivos, unas 3 horas acampando a las 5. Se ven unas lomas que podría ser el Ñacahuasu. Braulio salió a explorar y regresó con la
noticia de que hay una senda y el río sigue recto al oeste. h - 600.
Marzo 11
El día comenzó bajo buenos auspicios. Caminamos más de 1 hora por un camino perfecto, pero éste se perdió sin transición. Braulio
tomó el machete y siguió trabajosamente hasta encontrar una playa. Les dejamos tiempo a él y Urbano para que abrieran camino y
cuando íbamos a seguir, la creciente nos cortó el camino, fue cosa fulminante y el río creció cerca de un par de metros.
Quedamos aislados de los macheteros y constreñidos a hacer camino en el monte. A las 13.30 paramos y mandé a Miguel y Tuma con
el encargo de conectar con los vanguardistas y dar orden de regresar si no se lograba llegar al Ñacahuasu o a un lugar bueno.
A las 18 volvieron; habían caminado unos 3 kilómetros llegando a un farallón cortado
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Febrero 1967
Febrero 1
Se realizó la primera etapa. La gente llegó algo cansada, pero en general, se cumplió bien. Antonio y el Ñato subieron a convenir la
contraseña y arriaron con mi mochila y la de Moro que está convaleciente de la palúdica.
Se estableció un sistema de alarma dentro de una botella, bajo una mata cercana al camino.
En la retaguardia, Joaquín, se resistió del peso y se retrasó todo el grupo.
Febrero 2
Día trabajoso y lento. El Médico retrasa un poco la marcha pero el ritmo general es lento. A las 4 llegamos al último lugar con agua y
acampamos. La vanguardia recibió la orden de llegar al río (presumiblemente el Frías) pero tampoco llevaba un ritmo bueno. Llovió por
la noche.
Febrero 3
El día amaneció lluvioso, por lo que retardamos la salida hasta las 8. Cuando comenzábamos a caminar, llegó Aniceto con la soga para
ayudarnos en los pasos difíciles, y poco después se reiniciaba la lluvia. Llegamos al arroyo a las 10, empapados y se resolvió no seguir
en el día de hoy. El arroyo no puede ser el río Frías; simplemente, no está en el mapa.
Mañana, la vanguardia saldrá con Pacho en la punta y nos comunicaremos cada hora.
Febrero 4
Caminamos desde la mañana hasta las 4 de la tarde, con parada de 2 horas para tomar una sopa a mediodía. El camino fue siguiendo el
Ñacahuasu; relativamente bueno pero fatal para los zapatos pues ya hay varios compañeros casi descalzos.
La tropa está fatigada pero todos han respondido bastante bien. Yo estoy liberado de casi 15 libras y puedo caminar con soltura aunque
el dolor en los hombros se hace a ratos insoportable.
No se han encontrado señales recientes del paso de gente por el río pero debemos toparnos con zonas habitadas de un momento a otro,
según el mapa.
Febrero 5
Inesperadamente, luego de caminar 5 horas por la mañana (12-14 kms) nos avisaron de la vanguardia que habían encontrado animales
(resultó una yegua y su potrillo). Nos detuvimos ordenando una exploración para evitar el presunto lugar poblado. La discusión era si
estábamos en el Iripiti o en la confluencia con el Saladillo, marcada en el mapa. Pacho volvió con la noticia de que había un río grande
varias veces mayor que el Ñacahuasu y que no daba paso. Nos trasladamos allí y nos encontramos con el auténtico Río Grande crecido
además. Hay señales de vida pero un poco viejas y los caminos que se siguieron mueren en yerbazales donde no hay señales de tránsito.
Acampamos en un lugar malo, cerca del Ñacahuasu para aprovechar su agua y mañana haremos exploraciones de ambos lados del río
(este y oeste) para conocer los parajes y otro grupo tratará de cruzarlo.
Febrero 6
Día de calma y reposición de fuerzas. Joaquín sale con Walter y el Médico a explorar el Río Grande siguiendo su cauce; caminan 8
kilómetros sin encontrar vados y sólo un arroyo con agua salada. Marcos camina poco contra la corriente y no llega al Frías; lo
acompañan Aniceto y el Loro. Alejandro, Inti y Pacho tratan de atravesar el río a nado sin conseguirlo. Nosotros nos trasladamos cerca
de un kilómetro hacia atrás buscando mejor ubicación. Pombo está algo enfermo.
Mañana comenzaremos la balsa para intentar atravesarlo.
Febrero 7
Se hizo la balsa bajo la dirección de Marcos; quedó muy grande y poco maniobrable. A la 1.30 comenzamos a trasladarnos hacia el
lugar del cruce y a las 2.30 comenzó el mismo. En dos viajes cruzó la vanguardia y en el tercero la mitad de la gente del centro y mi
ropa, pero no mi mochila; cuando lo cruzaban de nuevo para trasladar el resto del centro, el Rubio calculó mal y el río se la llevó muy
abajo, no pudiendo recuperarla. Se deshizo y Joaquín comenzó otra que estuvo lista a las 9 de la noche, pero no fue necesario cruzar de
noche porque no llovió y el río siguió bajando. Del centro quedamos Tuma, Urbano, Inti, Alejandro y yo. Tuma y yo dormimos en el
suelo.
Febrero 8
A las 6.30 se inició el cruce del resto del centro. A las seis salió la punta de vanguardia, y cuando llegó al centro, salió toda. A las 8.30
salió el centro, cuando toda la retaguardia estaba en ese lado. Se les encargó escondieran la balsa y siguieran. El camino se hizo
accidentado y hubo que abrirse paso a machete. A las seis, sedientos y hambrientos, llegamos a un arroyo con una pequeña poza, donde
se decidió acampar. Muchas huellas de puerco. Braulio, Aniceto y Benigno fueron hasta el río, a unos tres kilómetros, y volvieron con
la noticia de que se han visto huellas de abarcas y de tres animales, uno de ellos herrado, todas recientes.
Febrero 9
Cuando habíamos caminado algo más de media hora, se me ocurrió dejar la senda que subía y seguir por el arroyal. Al poco rato
apareció un maizal. Mandé a Inti y Ricardo a explorar y todo se convirtió en un pandemónium. La marca que habíamos dejado para los
de detrás no fue vista por éstos y me creyeron perdido. Las comisiones iban y venían. La vanguardia había visto la casa y esperaban mi
llegada. Inti y Ricardo encontraron a unos muchachitos y fueron a la casa de un campesino joven, con seis hijos, que los recibió muy
bien y dio multitud de datos. En una segunda entrevista, Inti le dijo que era el jefe de las guerrillas y compró dos puercos. Nos
quedamos en el mismo lugar comiendo maíz y puerco. El ponche estuvo en la madrugada, pero lo dejamos para el día siguiente.
Febrero 10
Convertido en ayudante de Inti fui a hablar con los campesinos. Creo que la comedia no fue muy efectiva debido a la cortedad de aquél.
El campesino está dentro del tipo; incapaz de ayudarnos, pero incapaz de preveer los peligros que acarrea y por ello potencialmente
peligroso. Dio una serie de indicaciones sobre los campesinos pero no se pudo precisar por cierta inseguridad.
El Médico curó los hijos, engusanados y otro pateado por una yegua y nos despedimos.
La tarde y la noche la invertimos en preparar huminta [huminta: panecillo horneado preparado con harina de maíz tierno] (no está
buena). Por la noche hice algunas observaciones a todos los compañeros reunidos, sobre los 10 días siguientes. En principio, pienso
caminar 10 días más rumbo a Masicuri y hacer que todos los compañeros vean físicamente los soldados, luego trataremos de llegar por
el Frías para dejar otro camino explorado.
(El campesino se llama Rojas.)
Febrero 11
cumpleaños del viejo; 67.
Seguimos una senda claramente marcada por la orilla del río, hasta que se hizo poco transitable y a ratos se perdía, con la característica
de que por allí no había pasado nadie en mucho tiempo. Al medio día llegamos a un punto en que se cerraba totalmente junto a un río
grande, que, de pronto nos hizo surgir la duda sobre si sería o no el Masicuri. Hicimos alto en un arroyo, mientras Marcos y Miguel
iban de exploración río arriba, el Inti, con Carlos y Pedro lo hacían río abajo, tratando de localizar la desembocadura. Así fue y se
confirmó que éste es el Masicuri, cuyo primer vado parece estar más abajo y donde vieron de lejos a varios campesinos que cargaban
unos caballos. Probablemente hayan visto nuestras huellas, de ahora en adelante hay que extremar las precauciones. Estamos una o dos
leguas de Arenales, según los informes del campesino. h - 760.
Febrero 12
Los dos kilómetros hechos ayer por la vanguardia se caminaron rápidamente. A partir de ese momento las picadas se hicieron muy
lentamente. A las 4 de la tarde caímos en un camino real que lucía ser el buscado. En frente, del otro lado del río, nos quedaba una casa
que decidimos desechar y buscarnos otra de este lado que debía ser la de Montaño, un recomendado de Rojas. Inti y el Loro fueron
hasta allí pero no encontraron a nadie, aunque las características indicaban que ésa era.
A las 7.30 salimos en una marcha nocturna que sirvió para demostrar lo mucho que queda por aprender.
A las 10, aproximadamente, Inti y el Loro volvieron a ir a la casa trayendo noticias no muy buenas: el hombre estaba borracho y muy
poco acogedor; no tiene más que maíz. Se había emborrachado en la casa de Caballero, del otro lado del río, cuyo vado pasa por allí.
Decidimos quedarnos a dormir en un bosquecito cercano. Tenía un cansancio atroz, pues las humintas me habían caído mal y llevaba un
día sin comer.
Febrero 13
En la madrugada se desató una lluvia fuerte que duró toda la mañana, creciendo el río. Las noticias mejoraron: Montaño, es el hijo del
dueño, de unos 16 años. El padre no estaba y tardaría una semana en volver. Dio bastante información precisa hasta los bajos, para el
que falta una legua. Un pedazo de camino va por la margen izquierda, pero es pequeño. En esta banda sólo vive un hermano de Pérez, un
campesino medio cuya hija es novia de un miembro del ejército.
Nos trasladamos hasta un nuevo campamento, al lado del arroyo y de un maizal -Marcos y Miguel hicieron una trocha hasta el camino
real. h - 650 (tiempo tormentoso).
Febrero 14
Día de tranquilidad, pasado en el mismo campamento. El muchacho de la casa vino 3 veces, una de ellas a avisar que alguna gente había
cruzado del otro lado del río a buscar unos puercos, pero no pasó de allí. Se le pagó más por el destrozo hecho al maizal.
Todo el día se lo pasaron los macheteros chapeando, sin encontrar casa; calculan haber preparado unos 6 kilómetros que será la mitad
de la tarea de mañana.
Se descifra un largo mensaje de La Habana cuyo núcleo es la noticia de la entrevista con Kolle. Este dijo allá que no se le había
informado de la magnitud continental de la tarea, que en ese caso estarían dispuestos a colaborar en un plano cuyas características
pidieron discutir conmigo; vendrían el mismo Kolle, Simón Rodríguez y Ramírez. Se me informa además que Simón ha manifestado su
decisión de ayudarnos independientemente de lo que resuelva el partido.
Informan además, que el francés viajando con su pasaporte llega el 23 a la Paz y se alojará en casa de Pareja o Rhea. Falta un pedazo
indescifrable hasta ahora. Veremos cómo afrontamos esta nueva ofensiva conciliadora. Otras noticias: Merci apareció sin plata,
alegando robo, se sospecha malversación aunque no se descarta algo más grave. Lechín va a pedir dinero y entrenamiento.
Febrero 15 cumpleaños de Hildita (11).
Día de marcha tranquila. A las 10 de ]a mañana habíamos alcanzado el punto a donde llegaron los picadores. Luego todo fue marchando
lentamente. A las 5 de la tarde informaron haber encontrado un sembrado y a las 6 se confirmaba. Mandamos a Inti, Loro y Aniceto para
que hablaran con el campesino; éste resultó ser Miguel Pérez, hermano de Nicolás, un campesino rico, pero él es pobre y explotado
por el hermano, de modo que se mostró dispuesto a colaborar. No comimos debido a lo avanzado de la hora.
Febrero 16
Caminamos unos metros para ponernos a cubierto de la curiosidad del hermano y acampamos en un alto que da al río, 50 metros abajo.
La posición es buena en cuanto a estar cubierto de sorpresas, pero un poco incómoda. Comenzamos la tarea de preparar una buena
cantidad de comida para la travesía, que haremos cruzando la sierra hacia el Rosita.
Por la tarde, una lluvia violenta y pertinaz, que siguió sin pausas toda la noche, entorpeció nuestros planes, pero hizo crecer el río y nos
dejó nuevamente aislados. Se le prestará $1.000 al campesino para que compre y engorde puercos; tiene ambiciones capitalistas.
Febrero 17
La lluvia siguió toda la mañana, 18 horas de lluvia. Todo está mojado y el río muy crecido. Mandé a Marcos, con Miguel y Braulio a que
busque un camino para ir al Rosita. Volvió a la tarde luego de hacer 4 kilómetros de trocha. Informó que se levanta un firme pelado
similar a lo que llamamos la Pampa del Tigre. Inti se siente mal, producto del atracón. h - 720 (condiciones atmosféricas anormales).
Febrero 18
cumpleaños de Josefina (33).
Fracaso parcial. Caminamos lentamente siguiendo el ritmo de los macheteros, pero a las 2 éstos habían arribado al firme llano donde
no se precisa machete; nosotros nos demoramos algo más y a las 3 llegamos a una aguada donde acampamos, esperando cruzar el firme
por la mañana. Marcos y Tuma fueron de exploración, pero volvieron con muy malas noticias; toda la loma es cortada por farallones
cortados a pico, imposibles de bajar. No hay más remedio que retroceder. h - 980 m.
Febrero 19
Día perdido. Bajamos la loma hasta encontrar el arroyo e intentamos subir por él, pero fue imposible. Mandé a Miguel y Aniceto para
que subieran por el nuevo estribo y trataran de pasar al otro lado, sin resultado. Consumimos el día esperándolos y retornaron
anunciando que los farallones eran del mismo tipo: impasables. Mañana intentaremos subir por el último firme después del arroyo que
cae en dirección oeste (los otros lo hacen en dirección sur y allí se quiebra la loma). h - 760 m.
Febrero 20
Día de lenta marcha, pero accidentado; Miguel y Braulio salieron por el viejo camino para llegar al arroyito del maizal; y allí perdieron
el rumbo y volvieron al arroyo al anochecer. Al llegar al siguiente arroyo mandé a Rolando y Pombo a explorarlo hasta que se
encontraron con el farallón, pero no volvieron hasta las 3, por lo que seguimos por el camino que Marcos iba haciendo, dejando a
Pedro y el Rubio a esperarlos.
Llegamos a las 4.30 al arroyo del maíz, donde hicimos campamento. No volvieron los exploradores. h - 720 m.
Febrero 21
Lenta caminata arroyo arriba. Pombo y Rolando volvieron con la noticia de que el otro arroyo daba paso, pero Marcos exploró éste y
lucía lo mismo. A las 11 salimos, pero a las 13.30 nos encontramos con unos pozos de agua muy fría que no se podían vadear. Se
mandó a Loro a explorar y tardó mucho por lo que envié por la retaguardia a Braulio y Joaquín. Loro volvió con la noticia de que el
arroyo ensanchaba más arriba y era más practicable por lo que se resolvió seguir sin esperar los resultados de Joaquín. A las 6
acampamos cuando aquél traía la noticia de que se podía subir el firme y había bastante camino practicable. Inti está mal; «aventado»
por segunda vez en una semana. h - 860.
Febrero 22
Todo el día se invirtió en subir por firmes bastante difíciles y de mucha manigua. Tras un día agotador nos tomó la hora de acampar sin
coronar, mandé a Joaquín y Pedro para que trataran de hacerlo solos y volvieron a las 7 con la noticia de que faltaban por lo menos tres
horas de chaqueo. h - 1.180. Estamos en las cabezas del arroyo que desemboca en el Masicuri, pero con rumbo sur.
Febrero 23
Día negro para mí; lo hice a pulmón pues me sentía muy agotado. Por la mañana salieron Marcos, Braulio y Tuma para preparar el
camino, mientras nosotros esperábamos en el campamento. Allí desciframos un nuevo mensaje que anuncia el recibo del mío al buzón
francés. A las 12 salimos, con un sol que rajaba piedras y poco después me daba una especie de desmayo al coronar la loma más alta y a
partir de ese momento caminé a fuerza de determinación. La altura máxima de la zona está a 1.420 m.; de allí se domina una amplia
zona incluido el Río Grande, la desembocadura del Ñacahuasu y una parte de Rosita. La topografía es distinta de la que marca el mapa:
luego de una clara línea divisoria, se baja abruptamente a una especie de meseta arbolada de 8 a 10 kilómetros de ancho en cuyo
extremo corre el Rosita; luego se eleva otro macizo con alturas equivalentes a la de esta cadena y a lo lejos se ve el llano.
Decidimos bajar por un lugar practicable, aunque muy pendiente, para tomar un arroyo que conduce a Río Grande y de allí al Rosita.
Luce que no hay casas en la orilla, contra lo que marca el mapa. Acampamos a 900 m., luego de un camino infernal, sin agua y ya
anocheciendo.
En la madrugada anterior oí a Marcos mandando a la mierda a un cro. y por el día a otro. Hay que hablar con él.
Febrero 24
cumpleaños de Ernestico (2).
Día trabajoso y desganado. Se avanzó muy poco, sin agua, pues el arroyo que llevamos está seco. A las 12 se cambiaron los macheteros
por el agotamiento; a las 2 de la tarde llovía un poco y se cargaban las cantimploras; poco después encontramos una poceta y a las 5
acampábamos en un rellano, al lado del agua. Marcos y Urbano siguieron la exploración y Marcos volvió con la noticia de que el río
estaba a un par de kilómetros pero el camino por el arroyo era muy malo, pues se convertía en una ciénaga. h - 680 m.
Febrero 25
Día negro. Se avanzó muy poco, y, para colmo Marcos equivocó la ruta y se perdió la mañana; había salido con Miguel y el Loro. A las
12 comunicó esto y pidió relevo y la comunicación; fueron Braulio, Tuma y Pacho. A las 2 horas retornó Pacho diciendo que Marcos
lo había enviado porque ya no se escuchaba bien. A las 4.30 envié a Benigno para que avisara a Marcos que si a las 6 no encontraba el
río retornara; después de la salida de Benigno, Pacho me llamó para decirme que Marcos y el habían tenido una discusión y que Marcos
le había dado órdenes perentorias amenazándolo con un machete y dándole con el cabo en la cara; al volver Pacho y decirle que no
seguía más, lo volvió a amenazar con el machete, zarandeándolo y rompiéndole la ropa.
Ante la gravedad del hecho, llamé a Inti y Rolando, quienes confirmaron el mal clima que existía en la vanguardia par el carácter de
Marcos, pero también informaron de algunos desplantes de Pacho.
Febrero 26
Por la mañana tuve una explicación con Marcos y Pacho, de la que salí convencido de que existió por parte de Marcos la injuria y el
maltrato y, quizás, la amenaza con el machete, pero no el golpe; de parte de Pacho, contestaciones injuriosas y una tendencia a la
bravuconería innata en él, con algunos antecedentes aquí. Esperé que todo el mundo estuviera reunido y hablé entonces de lo que
significaba este esfuerzo por llegar al Rosita, explicando como este tipo de privaciones era una introducción a lo que sufriríamos y
explicando que, producto de la falta de adaptación, se producían incidentes vergonzosos, como éste, protagonizado entre dos cubanos;
critiqué a Marcos par sus actitudes y aclaré a Pacho que otro incidente como este provocaría su baja deshonrosa de la guerrilla. Pacho,
además de negarse a seguir con el comunicador, volvió sin avisarme nada del incidente, y luego, según todas las probabilidades me
mintió sobre los golpes de Marcos.
Le pedí a los bolivianos que el que se sintiera flojo no apelara a métodos torcidos, me lo dijera a mí y lo licenciábamos en paz.
Seguimos caminando, tratando de alcanzar el Río Grande, para seguir por él; lo logramos y se pudo seguir durante un poco más de 1
km., pero hubo que volver a subir pues el río no daba paso en un farallón. Benjamín se había quedado atrás, por dificultades en su
mochila y agotamiento físico; cuando llegó a nuestro lado le di órdenes de que siguiera y así lo hizo; caminó unos 50 ms. y perdió el
trillo de subida, poniéndose a buscarlo arriba de una laja; cuando le ordenaba a Urbano que le advirtiera la pérdida, hizo un movimiento
brusco y cayó al agua. No sabía nadar. La corriente era intensa y lo fue arrastrando mientras hizo pie; corrimos a tratar de auxiliarlo y,
cuando nos quitábamos la ropa desapareció en un remanso. Rolando nadó hacia allí y trató de bucear, pero la corriente lo arrastró lejos.
A los 5 minutos renunciamos a toda esperanza. Era un muchacho débil y absolutamente inhábil, pero con una gran voluntad de vencer; la
prueba fue más fuerte que él, el físico no lo acompañó y tenemos ahora nuestro bautismo de muerte a orillas del Río Grande, de una
manera absurda. Acampamos sin llegar al Rosita a las 5 de la tarde. Nos comimos la última ración de frijoles.
Febrero 27
Tras otro día fatigoso, marchando por !a ribera y subiendo farallas, llegamos al río Rosita. Este es más grande que el Ñacahuasu y
menor que el Masicuri, y tiene las aguas rojizas. Nos comimos la última ración de reserva y no se encontraron señales de vida próxima,
a pesar de lo cerca que estamos de lugares poblados y carreteras. h - 600.
Febrero 28
Día de semidescanso. Después del desayuno (té) di una corta charla, analizando la muerte de Benjamín y contando algunas anécdotas de
la Sierra Maestra. A continuación salieron las exploraciones, Miguel, Inti, y el Loro Rosita arriba, con la instrucción de caminar tres
horas y media, lo que yo creía fuera necesario para alcanzar el río Abaposito, pero no fue así por la falta de senda; no encontraron
señales de vida reciente. Joaquín y Pedro subieron a los montes de enfrente, pero no vieron nada ni encontraron senda alguna o restos
de ella. Alejandro y Rubio cruzaron el río pero no encontraron senda, aunque la exploración fue superficial. Marcos dirigió la
construcción de la balsa y se inició el cruce apenas terminada, en un recodo del río donde desemboca el Rosita. Pasaron las mochilas
de 5 hombres, pero pasó la de Miguel y quedó la de Benigno, mientras que sucedía al revés con ellos, y para colmo, Benigno dejó los
zapatos.
La balsa no pudo ser recuperada y la segunda no estaba terminada, de modo que suspendimos el cruce hasta mañana.
Análisis del mes
Aunque no tengo noticias de lo ocurrido en el campamento, todo marcha aproximadamente bien, con las debidas excepciones, fatales
en estos casos.
En lo externo, no hay noticias de los dos hombres que debían mandarme para completar el conjunto; el francés ya debe estar en la Paz y
cualquier día en el campamento; no tengo noticias de los argentinos ni del Chino; los mensajes se reciben bien en ambas direcciones; la
actitud del partido sigue siendo vacilante y doble, lo menos que se puede decir de ella, aunque queda una aclaración, que puede ser
definitiva, cuando hable con la nueva delegación.
La marcha se cumplió bastante bien, pero fue empañada por el accidente que costó la vida a Benjamín; la gente está débil todavía y no
todos los bolivianos resistirán. Los últimos días de hambre han mostrado una debilitación del entusiasmo, caída que se hace más
patente al quedar divididos.
De los cubanos, dos de los de poca experiencia, Pacho y el Rubio no han respondido todavía, Alejandro lo ha hecho a plenitud; de los
viejos, Marcos da continuos dolores de cabeza y Ricardo no está cumpliendo cabalmente. Los demás bien.
La próxima etapa será de combate y decisiva.
Diario en Bolivia
Marzo 1967
Marzo 1
A las 6 de la mañana comenzó a llover. Pospusimos el cruce hasta que pasara, pero la lluvia arreció y siguió hasta las 3 de la tarde, hora
en que llegó la crecida y no consideramos prudente intentar el cruce. Ahora está muy crecido y sin trazas de bajar pronto. Yo me
trasladé a una tapera [tapera: bohío abandonado o cabaña para uso provisional] abandonada para huirle al agua y allí hice el nuevo
campamento. Joaquín quedó en su mismo lugar. Por la noche me informó que Polo se había tomado su lata de leche y Eusebio la de
leche y las sardinas, por ahora, como sanción, no comerán cuando toquen esas cosas. Mal síntoma.
Marzo 2
El día amaneció lluvioso y la gente disparada, empezando por mí. El río más crecido aún. Se decide dejar el campamento apenas
escampe y seguir paralelo al río por el camino que trajimos. Salimos a las 12 e hicimos buena provisión de palmitos de corojo
[palmito de corojo: corazón del corojo]. A las 4.30 nos detuvimos, pues habíamos dejado nuestro camino en un intento por aprovechar
una vieja senda que se perdió. No se tiene noticias de la vanguardia.
Marzo 3
Empezamos con entusiasmo, caminando bien, pero las horas nos fueron moderando y hubo que enderezar el camino por el firme, pues
temí que se produjera algún accidente en la zona por donde cayó Benjamín. Tardamos cuatro horas en hacer el camino que nos tomó
menos de 1/2 hora por abajo. A las 6 llegamos a la orilla del arroyo donde hicimos campamento, pero como sólo teníamos dos
palmitos, Miguel y Urbano, luego Braulio fueron a buscar unos lejanos, volviendo a las 9 de la noche. Cerca de las 12 comimos; el
palmito y el corojo (totai en Bolivia) están salvando la situación. h - 600 m.
Marzo 4
Miguel y Urbano salieron por la mañana y estuvieron todo el día macheteando, retornando a las 6 de la tarde; avanzaron unos 5
kilómetros y ven un llano que debe permitir avanzar; pero no hay lugar para campamento, por lo que decidimos quedarnos aquí hasta
alargar el trillo. Los cazadores lograron dos monitos, una cotorra y una paloma, que fue nuestra comida junto con el palmito, abundante
en este arroyo.
El ánimo de la gente está bajo y el físico se deteriora día a día; yo tengo comienzo de edemas en las piernas.
Marzo 5
Joaquín y Braulio salieron de macheteros, con lluvia, pero ambos están flojos y no avanzaron mucho. Se colectaron 12 palmitos y se
cazaron algunos pajaritos, lo que permite guardar las latas un día más y hacer reserva de palmito para dos días.
Marzo 6
Día de caminata intermitente hasta las 5 de la tarde. Miguel, Urbano y Tuma son los macheteros. Se avanzó algo y se ven a lo lejos unos
firmes que parecen ser los del Ñacahuasu. Sólo se cazó un lorito entregado a la retaguardia. Hoy comemos palmito con carne. Nos
quedan tres comidas muy escasas. h - 600 m.
Marzo 7
4 meses. La gente está cada vez más desanimada, viendo llegar el fin de las provisiones, pero no del camino. Hoy avanzamos entre 4 y 5
kilómetros por la orilla del río y dimos al final con un trillo prometedor. La comida: 3 pajaritos y medio y el resto del palmito; a partir
de mañana, lata pelada, a un tercio por cabeza, durante dos días; luego la leche que es la despedida. Para Ñacahuasu deben faltar dos a 3
jornadas. h- 610 m.
Marzo 8
Días de poco camino, de sorpresa y tensiones. A las 10 de la mañana salimos del campamento sin esperar a Rolando que estaba
cazando. Caminamos sólo hora y media y nos encontramos con los macheteros y los cazadores (Urbano, Miguel, Tuma - Médico y
Chinchu, respectivamente) tenían un montón de loros pero se habían encontrado con que había una toma de agua y se detuvieron. Fui a
ver el lugar luego de ordenar un campamento y lució una estación de bombeo de petróleo. Inti y Ricardo se tiraron al agua; debían
simular ser cazadores. Se tiraron vestidos a pasar en dos etapas pero Inti tuvo dificultades y casi se ahoga; Ricardo lo auxilió y por fin
salieron a la orilla llamando la atención de todo el mundo. La contraseña si había peligro no se produjo y desaparecieron. Habían
iniciado el cruce a las 12 y a las 15.15 me retiré sin que dieran señales de vida. Pasó toda la tarde y no aparecieron. La última posta se
retiró a las 21 y no se habían dado nuevas señales.
Me preocupé mucho, dos valiosos compañeros estaban expuestos y no se sabía lo que había pasado. Se resolvió que Alejandro y
Rolando, los mejores nadadores, crucen mañana al aclarar.
Comimos mejor que otros días, a pesar de la falta de palmito por la abundancia de loros y dos monitos que mató Rolando.
Marzo 9
Temprano iniciamos la tarea del cruce, pero fue necesario hacer una balsa, lo que demoró bastante. La posta anunció que se veían
gentes semidesnudas del otro lado; eran las 8.30 y se suspendió el cruce. Se ha hecho un caminito que sale al otro lado pero a un claro
desde donde nos ven, por lo que hay que salir de mañanita aprovechando la niebla del río. Cerca de las 16, tras un desesperante
observatorio que para mí duró desde las 10.30, se tiraron al río los proveedores (Inti y Chinchu), saliendo muy abajo. Trajeron un
puerco, pan, arroz, azúcar, café, algunas latas, maíz sarazo, &c. Nos dimos un pequeño festín de café, pan y se autorizó a consumir la
lata de leche condensada hecha dulce que traíamos en reserva. Explicaron que habían salido cada hora para que los vieran pero
infructuosamente para nosotros. Marcos y su gente pasaron hace 3 días y parece que Marcos hizo de las suyas mostrando las armas.
Los ingenieros de yacimientos no saben bien cuánto hay al Ñacahuasu, pero suponen 5 días de camino; los víveres nos alcanzan si fuera
así. La bomba pertenece a una planta de bombeo que se está construyendo.
Marzo 10
Salimos a las 6.30 caminando 45 minutos hasta alcanzar a los macheteros. A las 8 comenzó a llover siguiendo hasta las 11. Caminamos,
efectivos, unas 3 horas acampando a las 5. Se ven unas lomas que podría ser el Ñacahuasu. Braulio salió a explorar y regresó con la
noticia de que hay una senda y el río sigue recto al oeste. h - 600.
Marzo 11
El día comenzó bajo buenos auspicios. Caminamos más de 1 hora por un camino perfecto, pero éste se perdió sin transición. Braulio
tomó el machete y siguió trabajosamente hasta encontrar una playa. Les dejamos tiempo a él y Urbano para que abrieran camino y
cuando íbamos a seguir, la creciente nos cortó el camino, fue cosa fulminante y el río creció cerca de un par de metros.
Quedamos aislados de los macheteros y constreñidos a hacer camino en el monte. A las 13.30 paramos y mandé a Miguel y Tuma con
el encargo de conectar con los vanguardistas y dar orden de regresar si no se lograba llegar al Ñacahuasu o a un lugar bueno.
A las 18 volvieron; habían caminado unos 3 kilómetros llegando a un farallón cortado
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Febrero 1967
Febrero 1
Se realizó la primera etapa. La gente llegó algo cansada, pero en general, se cumplió bien. Antonio y el Ñato subieron a convenir la
contraseña y arriaron con mi mochila y la de Moro que está convaleciente de la palúdica.
Se estableció un sistema de alarma dentro de una botella, bajo una mata cercana al camino.
En la retaguardia, Joaquín, se resistió del peso y se retrasó todo el grupo.
Febrero 2
Día trabajoso y lento. El Médico retrasa un poco la marcha pero el ritmo general es lento. A las 4 llegamos al último lugar con agua y
acampamos. La vanguardia recibió la orden de llegar al río (presumiblemente el Frías) pero tampoco llevaba un ritmo bueno. Llovió por
la noche.
Febrero 3
El día amaneció lluvioso, por lo que retardamos la salida hasta las 8. Cuando comenzábamos a caminar, llegó Aniceto con la soga para
ayudarnos en los pasos difíciles, y poco después se reiniciaba la lluvia. Llegamos al arroyo a las 10, empapados y se resolvió no seguir
en el día de hoy. El arroyo no puede ser el río Frías; simplemente, no está en el mapa.
Mañana, la vanguardia saldrá con Pacho en la punta y nos comunicaremos cada hora.
Febrero 4
Caminamos desde la mañana hasta las 4 de la tarde, con parada de 2 horas para tomar una sopa a mediodía. El camino fue siguiendo el
Ñacahuasu; relativamente bueno pero fatal para los zapatos pues ya hay varios compañeros casi descalzos.
La tropa está fatigada pero todos han respondido bastante bien. Yo estoy liberado de casi 15 libras y puedo caminar con soltura aunque
el dolor en los hombros se hace a ratos insoportable.
No se han encontrado señales recientes del paso de gente por el río pero debemos toparnos con zonas habitadas de un momento a otro,
según el mapa.
Febrero 5
Inesperadamente, luego de caminar 5 horas por la mañana (12-14 kms) nos avisaron de la vanguardia que habían encontrado animales
(resultó una yegua y su potrillo). Nos detuvimos ordenando una exploración para evitar el presunto lugar poblado. La discusión era si
estábamos en el Iripiti o en la confluencia con el Saladillo, marcada en el mapa. Pacho volvió con la noticia de que había un río grande
varias veces mayor que el Ñacahuasu y que no daba paso. Nos trasladamos allí y nos encontramos con el auténtico Río Grande crecido
además. Hay señales de vida pero un poco viejas y los caminos que se siguieron mueren en yerbazales donde no hay señales de tránsito.
Acampamos en un lugar malo, cerca del Ñacahuasu para aprovechar su agua y mañana haremos exploraciones de ambos lados del río
(este y oeste) para conocer los parajes y otro grupo tratará de cruzarlo.
Febrero 6
Día de calma y reposición de fuerzas. Joaquín sale con Walter y el Médico a explorar el Río Grande siguiendo su cauce; caminan 8
kilómetros sin encontrar vados y sólo un arroyo con agua salada. Marcos camina poco contra la corriente y no llega al Frías; lo
acompañan Aniceto y el Loro. Alejandro, Inti y Pacho tratan de atravesar el río a nado sin conseguirlo. Nosotros nos trasladamos cerca
de un kilómetro hacia atrás buscando mejor ubicación. Pombo está algo enfermo.
Mañana comenzaremos la balsa para intentar atravesarlo.
Febrero 7
Se hizo la balsa bajo la dirección de Marcos; quedó muy grande y poco maniobrable. A la 1.30 comenzamos a trasladarnos hacia el
lugar del cruce y a las 2.30 comenzó el mismo. En dos viajes cruzó la vanguardia y en el tercero la mitad de la gente del centro y mi
ropa, pero no mi mochila; cuando lo cruzaban de nuevo para trasladar el resto del centro, el Rubio calculó mal y el río se la llevó muy
abajo, no pudiendo recuperarla. Se deshizo y Joaquín comenzó otra que estuvo lista a las 9 de la noche, pero no fue necesario cruzar de
noche porque no llovió y el río siguió bajando. Del centro quedamos Tuma, Urbano, Inti, Alejandro y yo. Tuma y yo dormimos en el
suelo.
Febrero 8
A las 6.30 se inició el cruce del resto del centro. A las seis salió la punta de vanguardia, y cuando llegó al centro, salió toda. A las 8.30
salió el centro, cuando toda la retaguardia estaba en ese lado. Se les encargó escondieran la balsa y siguieran. El camino se hizo
accidentado y hubo que abrirse paso a machete. A las seis, sedientos y hambrientos, llegamos a un arroyo con una pequeña poza, donde
se decidió acampar. Muchas huellas de puerco. Braulio, Aniceto y Benigno fueron hasta el río, a unos tres kilómetros, y volvieron con
la noticia de que se han visto huellas de abarcas y de tres animales, uno de ellos herrado, todas recientes.
Febrero 9
Cuando habíamos caminado algo más de media hora, se me ocurrió dejar la senda que subía y seguir por el arroyal. Al poco rato
apareció un maizal. Mandé a Inti y Ricardo a explorar y todo se convirtió en un pandemónium. La marca que habíamos dejado para los
de detrás no fue vista por éstos y me creyeron perdido. Las comisiones iban y venían. La vanguardia había visto la casa y esperaban mi
llegada. Inti y Ricardo encontraron a unos muchachitos y fueron a la casa de un campesino joven, con seis hijos, que los recibió muy
bien y dio multitud de datos. En una segunda entrevista, Inti le dijo que era el jefe de las guerrillas y compró dos puercos. Nos
quedamos en el mismo lugar comiendo maíz y puerco. El ponche estuvo en la madrugada, pero lo dejamos para el día siguiente.
Febrero 10
Convertido en ayudante de Inti fui a hablar con los campesinos. Creo que la comedia no fue muy efectiva debido a la cortedad de aquél.
El campesino está dentro del tipo; incapaz de ayudarnos, pero incapaz de preveer los peligros que acarrea y por ello potencialmente
peligroso. Dio una serie de indicaciones sobre los campesinos pero no se pudo precisar por cierta inseguridad.
El Médico curó los hijos, engusanados y otro pateado por una yegua y nos despedimos.
La tarde y la noche la invertimos en preparar huminta [huminta: panecillo horneado preparado con harina de maíz tierno] (no está
buena). Por la noche hice algunas observaciones a todos los compañeros reunidos, sobre los 10 días siguientes. En principio, pienso
caminar 10 días más rumbo a Masicuri y hacer que todos los compañeros vean físicamente los soldados, luego trataremos de llegar por
el Frías para dejar otro camino explorado.
(El campesino se llama Rojas.)
Febrero 11
cumpleaños del viejo; 67.
Seguimos una senda claramente marcada por la orilla del río, hasta que se hizo poco transitable y a ratos se perdía, con la característica
de que por allí no había pasado nadie en mucho tiempo. Al medio día llegamos a un punto en que se cerraba totalmente junto a un río
grande, que, de pronto nos hizo surgir la duda sobre si sería o no el Masicuri. Hicimos alto en un arroyo, mientras Marcos y Miguel
iban de exploración río arriba, el Inti, con Carlos y Pedro lo hacían río abajo, tratando de localizar la desembocadura. Así fue y se
confirmó que éste es el Masicuri, cuyo primer vado parece estar más abajo y donde vieron de lejos a varios campesinos que cargaban
unos caballos. Probablemente hayan visto nuestras huellas, de ahora en adelante hay que extremar las precauciones. Estamos una o dos
leguas de Arenales, según los informes del campesino. h - 760.
Febrero 12
Los dos kilómetros hechos ayer por la vanguardia se caminaron rápidamente. A partir de ese momento las picadas se hicieron muy
lentamente. A las 4 de la tarde caímos en un camino real que lucía ser el buscado. En frente, del otro lado del río, nos quedaba una casa
que decidimos desechar y buscarnos otra de este lado que debía ser la de Montaño, un recomendado de Rojas. Inti y el Loro fueron
hasta allí pero no encontraron a nadie, aunque las características indicaban que ésa era.
A las 7.30 salimos en una marcha nocturna que sirvió para demostrar lo mucho que queda por aprender.
A las 10, aproximadamente, Inti y el Loro volvieron a ir a la casa trayendo noticias no muy buenas: el hombre estaba borracho y muy
poco acogedor; no tiene más que maíz. Se había emborrachado en la casa de Caballero, del otro lado del río, cuyo vado pasa por allí.
Decidimos quedarnos a dormir en un bosquecito cercano. Tenía un cansancio atroz, pues las humintas me habían caído mal y llevaba un
día sin comer.
Febrero 13
En la madrugada se desató una lluvia fuerte que duró toda la mañana, creciendo el río. Las noticias mejoraron: Montaño, es el hijo del
dueño, de unos 16 años. El padre no estaba y tardaría una semana en volver. Dio bastante información precisa hasta los bajos, para el
que falta una legua. Un pedazo de camino va por la margen izquierda, pero es pequeño. En esta banda sólo vive un hermano de Pérez, un
campesino medio cuya hija es novia de un miembro del ejército.
Nos trasladamos hasta un nuevo campamento, al lado del arroyo y de un maizal -Marcos y Miguel hicieron una trocha hasta el camino
real. h - 650 (tiempo tormentoso).
Febrero 14
Día de tranquilidad, pasado en el mismo campamento. El muchacho de la casa vino 3 veces, una de ellas a avisar que alguna gente había
cruzado del otro lado del río a buscar unos puercos, pero no pasó de allí. Se le pagó más por el destrozo hecho al maizal.
Todo el día se lo pasaron los macheteros chapeando, sin encontrar casa; calculan haber preparado unos 6 kilómetros que será la mitad
de la tarea de mañana.
Se descifra un largo mensaje de La Habana cuyo núcleo es la noticia de la entrevista con Kolle. Este dijo allá que no se le había
informado de la magnitud continental de la tarea, que en ese caso estarían dispuestos a colaborar en un plano cuyas características
pidieron discutir conmigo; vendrían el mismo Kolle, Simón Rodríguez y Ramírez. Se me informa además que Simón ha manifestado su
decisión de ayudarnos independientemente de lo que resuelva el partido.
Informan además, que el francés viajando con su pasaporte llega el 23 a la Paz y se alojará en casa de Pareja o Rhea. Falta un pedazo
indescifrable hasta ahora. Veremos cómo afrontamos esta nueva ofensiva conciliadora. Otras noticias: Merci apareció sin plata,
alegando robo, se sospecha malversación aunque no se descarta algo más grave. Lechín va a pedir dinero y entrenamiento.
Febrero 15 cumpleaños de Hildita (11).
Día de marcha tranquila. A las 10 de ]a mañana habíamos alcanzado el punto a donde llegaron los picadores. Luego todo fue marchando
lentamente. A las 5 de la tarde informaron haber encontrado un sembrado y a las 6 se confirmaba. Mandamos a Inti, Loro y Aniceto para
que hablaran con el campesino; éste resultó ser Miguel Pérez, hermano de Nicolás, un campesino rico, pero él es pobre y explotado
por el hermano, de modo que se mostró dispuesto a colaborar. No comimos debido a lo avanzado de la hora.
Febrero 16
Caminamos unos metros para ponernos a cubierto de la curiosidad del hermano y acampamos en un alto que da al río, 50 metros abajo.
La posición es buena en cuanto a estar cubierto de sorpresas, pero un poco incómoda. Comenzamos la tarea de preparar una buena
cantidad de comida para la travesía, que haremos cruzando la sierra hacia el Rosita.
Por la tarde, una lluvia violenta y pertinaz, que siguió sin pausas toda la noche, entorpeció nuestros planes, pero hizo crecer el río y nos
dejó nuevamente aislados. Se le prestará $1.000 al campesino para que compre y engorde puercos; tiene ambiciones capitalistas.
Febrero 17
La lluvia siguió toda la mañana, 18 horas de lluvia. Todo está mojado y el río muy crecido. Mandé a Marcos, con Miguel y Braulio a que
busque un camino para ir al Rosita. Volvió a la tarde luego de hacer 4 kilómetros de trocha. Informó que se levanta un firme pelado
similar a lo que llamamos la Pampa del Tigre. Inti se siente mal, producto del atracón. h - 720 (condiciones atmosféricas anormales).
Febrero 18
cumpleaños de Josefina (33).
Fracaso parcial. Caminamos lentamente siguiendo el ritmo de los macheteros, pero a las 2 éstos habían arribado al firme llano donde
no se precisa machete; nosotros nos demoramos algo más y a las 3 llegamos a una aguada donde acampamos, esperando cruzar el firme
por la mañana. Marcos y Tuma fueron de exploración, pero volvieron con muy malas noticias; toda la loma es cortada por farallones
cortados a pico, imposibles de bajar. No hay más remedio que retroceder. h - 980 m.
Febrero 19
Día perdido. Bajamos la loma hasta encontrar el arroyo e intentamos subir por él, pero fue imposible. Mandé a Miguel y Aniceto para
que subieran por el nuevo estribo y trataran de pasar al otro lado, sin resultado. Consumimos el día esperándolos y retornaron
anunciando que los farallones eran del mismo tipo: impasables. Mañana intentaremos subir por el último firme después del arroyo que
cae en dirección oeste (los otros lo hacen en dirección sur y allí se quiebra la loma). h - 760 m.
Febrero 20
Día de lenta marcha, pero accidentado; Miguel y Braulio salieron por el viejo camino para llegar al arroyito del maizal; y allí perdieron
el rumbo y volvieron al arroyo al anochecer. Al llegar al siguiente arroyo mandé a Rolando y Pombo a explorarlo hasta que se
encontraron con el farallón, pero no volvieron hasta las 3, por lo que seguimos por el camino que Marcos iba haciendo, dejando a
Pedro y el Rubio a esperarlos.
Llegamos a las 4.30 al arroyo del maíz, donde hicimos campamento. No volvieron los exploradores. h - 720 m.
Febrero 21
Lenta caminata arroyo arriba. Pombo y Rolando volvieron con la noticia de que el otro arroyo daba paso, pero Marcos exploró éste y
lucía lo mismo. A las 11 salimos, pero a las 13.30 nos encontramos con unos pozos de agua muy fría que no se podían vadear. Se
mandó a Loro a explorar y tardó mucho por lo que envié por la retaguardia a Braulio y Joaquín. Loro volvió con la noticia de que el
arroyo ensanchaba más arriba y era más practicable por lo que se resolvió seguir sin esperar los resultados de Joaquín. A las 6
acampamos cuando aquél traía la noticia de que se podía subir el firme y había bastante camino practicable. Inti está mal; «aventado»
por segunda vez en una semana. h - 860.
Febrero 22
Todo el día se invirtió en subir por firmes bastante difíciles y de mucha manigua. Tras un día agotador nos tomó la hora de acampar sin
coronar, mandé a Joaquín y Pedro para que trataran de hacerlo solos y volvieron a las 7 con la noticia de que faltaban por lo menos tres
horas de chaqueo. h - 1.180. Estamos en las cabezas del arroyo que desemboca en el Masicuri, pero con rumbo sur.
Febrero 23
Día negro para mí; lo hice a pulmón pues me sentía muy agotado. Por la mañana salieron Marcos, Braulio y Tuma para preparar el
camino, mientras nosotros esperábamos en el campamento. Allí desciframos un nuevo mensaje que anuncia el recibo del mío al buzón
francés. A las 12 salimos, con un sol que rajaba piedras y poco después me daba una especie de desmayo al coronar la loma más alta y a
partir de ese momento caminé a fuerza de determinación. La altura máxima de la zona está a 1.420 m.; de allí se domina una amplia
zona incluido el Río Grande, la desembocadura del Ñacahuasu y una parte de Rosita. La topografía es distinta de la que marca el mapa:
luego de una clara línea divisoria, se baja abruptamente a una especie de meseta arbolada de 8 a 10 kilómetros de ancho en cuyo
extremo corre el Rosita; luego se eleva otro macizo con alturas equivalentes a la de esta cadena y a lo lejos se ve el llano.
Decidimos bajar por un lugar practicable, aunque muy pendiente, para tomar un arroyo que conduce a Río Grande y de allí al Rosita.
Luce que no hay casas en la orilla, contra lo que marca el mapa. Acampamos a 900 m., luego de un camino infernal, sin agua y ya
anocheciendo.
En la madrugada anterior oí a Marcos mandando a la mierda a un cro. y por el día a otro. Hay que hablar con él.
Febrero 24
cumpleaños de Ernestico (2).
Día trabajoso y desganado. Se avanzó muy poco, sin agua, pues el arroyo que llevamos está seco. A las 12 se cambiaron los macheteros
por el agotamiento; a las 2 de la tarde llovía un poco y se cargaban las cantimploras; poco después encontramos una poceta y a las 5
acampábamos en un rellano, al lado del agua. Marcos y Urbano siguieron la exploración y Marcos volvió con la noticia de que el río
estaba a un par de kilómetros pero el camino por el arroyo era muy malo, pues se convertía en una ciénaga. h - 680 m.
Febrero 25
Día negro. Se avanzó muy poco, y, para colmo Marcos equivocó la ruta y se perdió la mañana; había salido con Miguel y el Loro. A las
12 comunicó esto y pidió relevo y la comunicación; fueron Braulio, Tuma y Pacho. A las 2 horas retornó Pacho diciendo que Marcos
lo había enviado porque ya no se escuchaba bien. A las 4.30 envié a Benigno para que avisara a Marcos que si a las 6 no encontraba el
río retornara; después de la salida de Benigno, Pacho me llamó para decirme que Marcos y el habían tenido una discusión y que Marcos
le había dado órdenes perentorias amenazándolo con un machete y dándole con el cabo en la cara; al volver Pacho y decirle que no
seguía más, lo volvió a amenazar con el machete, zarandeándolo y rompiéndole la ropa.
Ante la gravedad del hecho, llamé a Inti y Rolando, quienes confirmaron el mal clima que existía en la vanguardia par el carácter de
Marcos, pero también informaron de algunos desplantes de Pacho.
Febrero 26
Por la mañana tuve una explicación con Marcos y Pacho, de la que salí convencido de que existió por parte de Marcos la injuria y el
maltrato y, quizás, la amenaza con el machete, pero no el golpe; de parte de Pacho, contestaciones injuriosas y una tendencia a la
bravuconería innata en él, con algunos antecedentes aquí. Esperé que todo el mundo estuviera reunido y hablé entonces de lo que
significaba este esfuerzo por llegar al Rosita, explicando como este tipo de privaciones era una introducción a lo que sufriríamos y
explicando que, producto de la falta de adaptación, se producían incidentes vergonzosos, como éste, protagonizado entre dos cubanos;
critiqué a Marcos par sus actitudes y aclaré a Pacho que otro incidente como este provocaría su baja deshonrosa de la guerrilla. Pacho,
además de negarse a seguir con el comunicador, volvió sin avisarme nada del incidente, y luego, según todas las probabilidades me
mintió sobre los golpes de Marcos.
Le pedí a los bolivianos que el que se sintiera flojo no apelara a métodos torcidos, me lo dijera a mí y lo licenciábamos en paz.
Seguimos caminando, tratando de alcanzar el Río Grande, para seguir por él; lo logramos y se pudo seguir durante un poco más de 1
km., pero hubo que volver a subir pues el río no daba paso en un farallón. Benjamín se había quedado atrás, por dificultades en su
mochila y agotamiento físico; cuando llegó a nuestro lado le di órdenes de que siguiera y así lo hizo; caminó unos 50 ms. y perdió el
trillo de subida, poniéndose a buscarlo arriba de una laja; cuando le ordenaba a Urbano que le advirtiera la pérdida, hizo un movimiento
brusco y cayó al agua. No sabía nadar. La corriente era intensa y lo fue arrastrando mientras hizo pie; corrimos a tratar de auxiliarlo y,
cuando nos quitábamos la ropa desapareció en un remanso. Rolando nadó hacia allí y trató de bucear, pero la corriente lo arrastró lejos.
A los 5 minutos renunciamos a toda esperanza. Era un muchacho débil y absolutamente inhábil, pero con una gran voluntad de vencer; la
prueba fue más fuerte que él, el físico no lo acompañó y tenemos ahora nuestro bautismo de muerte a orillas del Río Grande, de una
manera absurda. Acampamos sin llegar al Rosita a las 5 de la tarde. Nos comimos la última ración de frijoles.
Febrero 27
Tras otro día fatigoso, marchando por !a ribera y subiendo farallas, llegamos al río Rosita. Este es más grande que el Ñacahuasu y
menor que el Masicuri, y tiene las aguas rojizas. Nos comimos la última ración de reserva y no se encontraron señales de vida próxima,
a pesar de lo cerca que estamos de lugares poblados y carreteras. h - 600.
Febrero 28
Día de semidescanso. Después del desayuno (té) di una corta charla, analizando la muerte de Benjamín y contando algunas anécdotas de
la Sierra Maestra. A continuación salieron las exploraciones, Miguel, Inti, y el Loro Rosita arriba, con la instrucción de caminar tres
horas y media, lo que yo creía fuera necesario para alcanzar el río Abaposito, pero no fue así por la falta de senda; no encontraron
señales de vida reciente. Joaquín y Pedro subieron a los montes de enfrente, pero no vieron nada ni encontraron senda alguna o restos
de ella. Alejandro y Rubio cruzaron el río pero no encontraron senda, aunque la exploración fue superficial. Marcos dirigió la
construcción de la balsa y se inició el cruce apenas terminada, en un recodo del río donde desemboca el Rosita. Pasaron las mochilas
de 5 hombres, pero pasó la de Miguel y quedó la de Benigno, mientras que sucedía al revés con ellos, y para colmo, Benigno dejó los
zapatos.
La balsa no pudo ser recuperada y la segunda no estaba terminada, de modo que suspendimos el cruce hasta mañana.
Análisis del mes
Aunque no tengo noticias de lo ocurrido en el campamento, todo marcha aproximadamente bien, con las debidas excepciones, fatales
en estos casos.
En lo externo, no hay noticias de los dos hombres que debían mandarme para completar el conjunto; el francés ya debe estar en la Paz y
cualquier día en el campamento; no tengo noticias de los argentinos ni del Chino; los mensajes se reciben bien en ambas direcciones; la
actitud del partido sigue siendo vacilante y doble, lo menos que se puede decir de ella, aunque queda una aclaración, que puede ser
definitiva, cuando hable con la nueva delegación.
La marcha se cumplió bastante bien, pero fue empañada por el accidente que costó la vida a Benjamín; la gente está débil todavía y no
todos los bolivianos resistirán. Los últimos días de hambre han mostrado una debilitación del entusiasmo, caída que se hace más
patente al quedar divididos.
De los cubanos, dos de los de poca experiencia, Pacho y el Rubio no han respondido todavía, Alejandro lo ha hecho a plenitud; de los
viejos, Marcos da continuos dolores de cabeza y Ricardo no está cumpliendo cabalmente. Los demás bien.
La próxima etapa será de combate y decisiva.
Diario en Bolivia
Marzo 1967
Marzo 1
A las 6 de la mañana comenzó a llover. Pospusimos el cruce hasta que pasara, pero la lluvia arreció y siguió hasta las 3 de la tarde, hora
en que llegó la crecida y no consideramos prudente intentar el cruce. Ahora está muy crecido y sin trazas de bajar pronto. Yo me
trasladé a una tapera [tapera: bohío abandonado o cabaña para uso provisional] abandonada para huirle al agua y allí hice el nuevo
campamento. Joaquín quedó en su mismo lugar. Por la noche me informó que Polo se había tomado su lata de leche y Eusebio la de
leche y las sardinas, por ahora, como sanción, no comerán cuando toquen esas cosas. Mal síntoma.
Marzo 2
El día amaneció lluvioso y la gente disparada, empezando por mí. El río más crecido aún. Se decide dejar el campamento apenas
escampe y seguir paralelo al río por el camino que trajimos. Salimos a las 12 e hicimos buena provisión de palmitos de corojo
[palmito de corojo: corazón del corojo]. A las 4.30 nos detuvimos, pues habíamos dejado nuestro camino en un intento por aprovechar
una vieja senda que se perdió. No se tiene noticias de la vanguardia.
Marzo 3
Empezamos con entusiasmo, caminando bien, pero las horas nos fueron moderando y hubo que enderezar el camino por el firme, pues
temí que se produjera algún accidente en la zona por donde cayó Benjamín. Tardamos cuatro horas en hacer el camino que nos tomó
menos de 1/2 hora por abajo. A las 6 llegamos a la orilla del arroyo donde hicimos campamento, pero como sólo teníamos dos
palmitos, Miguel y Urbano, luego Braulio fueron a buscar unos lejanos, volviendo a las 9 de la noche. Cerca de las 12 comimos; el
palmito y el corojo (totai en Bolivia) están salvando la situación. h - 600 m.
Marzo 4
Miguel y Urbano salieron por la mañana y estuvieron todo el día macheteando, retornando a las 6 de la tarde; avanzaron unos 5
kilómetros y ven un llano que debe permitir avanzar; pero no hay lugar para campamento, por lo que decidimos quedarnos aquí hasta
alargar el trillo. Los cazadores lograron dos monitos, una cotorra y una paloma, que fue nuestra comida junto con el palmito, abundante
en este arroyo.
El ánimo de la gente está bajo y el físico se deteriora día a día; yo tengo comienzo de edemas en las piernas.
Marzo 5
Joaquín y Braulio salieron de macheteros, con lluvia, pero ambos están flojos y no avanzaron mucho. Se colectaron 12 palmitos y se
cazaron algunos pajaritos, lo que permite guardar las latas un día más y hacer reserva de palmito para dos días.
Marzo 6
Día de caminata intermitente hasta las 5 de la tarde. Miguel, Urbano y Tuma son los macheteros. Se avanzó algo y se ven a lo lejos unos
firmes que parecen ser los del Ñacahuasu. Sólo se cazó un lorito entregado a la retaguardia. Hoy comemos palmito con carne. Nos
quedan tres comidas muy escasas. h - 600 m.
Marzo 7
4 meses. La gente está cada vez más desanimada, viendo llegar el fin de las provisiones, pero no del camino. Hoy avanzamos entre 4 y 5
kilómetros por la orilla del río y dimos al final con un trillo prometedor. La comida: 3 pajaritos y medio y el resto del palmito; a partir
de mañana, lata pelada, a un tercio por cabeza, durante dos días; luego la leche que es la despedida. Para Ñacahuasu deben faltar dos a 3
jornadas. h- 610 m.
Marzo 8
Días de poco camino, de sorpresa y tensiones. A las 10 de la mañana salimos del campamento sin esperar a Rolando que estaba
cazando. Caminamos sólo hora y media y nos encontramos con los macheteros y los cazadores (Urbano, Miguel, Tuma - Médico y
Chinchu, respectivamente) tenían un montón de loros pero se habían encontrado con que había una toma de agua y se detuvieron. Fui a
ver el lugar luego de ordenar un campamento y lució una estación de bombeo de petróleo. Inti y Ricardo se tiraron al agua; debían
simular ser cazadores. Se tiraron vestidos a pasar en dos etapas pero Inti tuvo dificultades y casi se ahoga; Ricardo lo auxilió y por fin
salieron a la orilla llamando la atención de todo el mundo. La contraseña si había peligro no se produjo y desaparecieron. Habían
iniciado el cruce a las 12 y a las 15.15 me retiré sin que dieran señales de vida. Pasó toda la tarde y no aparecieron. La última posta se
retiró a las 21 y no se habían dado nuevas señales.
Me preocupé mucho, dos valiosos compañeros estaban expuestos y no se sabía lo que había pasado. Se resolvió que Alejandro y
Rolando, los mejores nadadores, crucen mañana al aclarar.
Comimos mejor que otros días, a pesar de la falta de palmito por la abundancia de loros y dos monitos que mató Rolando.
Marzo 9
Temprano iniciamos la tarea del cruce, pero fue necesario hacer una balsa, lo que demoró bastante. La posta anunció que se veían
gentes semidesnudas del otro lado; eran las 8.30 y se suspendió el cruce. Se ha hecho un caminito que sale al otro lado pero a un claro
desde donde nos ven, por lo que hay que salir de mañanita aprovechando la niebla del río. Cerca de las 16, tras un desesperante
observatorio que para mí duró desde las 10.30, se tiraron al río los proveedores (Inti y Chinchu), saliendo muy abajo. Trajeron un
puerco, pan, arroz, azúcar, café, algunas latas, maíz sarazo, &c. Nos dimos un pequeño festín de café, pan y se autorizó a consumir la
lata de leche condensada hecha dulce que traíamos en reserva. Explicaron que habían salido cada hora para que los vieran pero
infructuosamente para nosotros. Marcos y su gente pasaron hace 3 días y parece que Marcos hizo de las suyas mostrando las armas.
Los ingenieros de yacimientos no saben bien cuánto hay al Ñacahuasu, pero suponen 5 días de camino; los víveres nos alcanzan si fuera
así. La bomba pertenece a una planta de bombeo que se está construyendo.
Marzo 10
Salimos a las 6.30 caminando 45 minutos hasta alcanzar a los macheteros. A las 8 comenzó a llover siguiendo hasta las 11. Caminamos,
efectivos, unas 3 horas acampando a las 5. Se ven unas lomas que podría ser el Ñacahuasu. Braulio salió a explorar y regresó con la
noticia de que hay una senda y el río sigue recto al oeste. h - 600.
Marzo 11
El día comenzó bajo buenos auspicios. Caminamos más de 1 hora por un camino perfecto, pero éste se perdió sin transición. Braulio
tomó el machete y siguió trabajosamente hasta encontrar una playa. Les dejamos tiempo a él y Urbano para que abrieran camino y
cuando íbamos a seguir, la creciente nos cortó el camino, fue cosa fulminante y el río creció cerca de un par de metros.
Quedamos aislados de los macheteros y constreñidos a hacer camino en el monte. A las 13.30 paramos y mandé a Miguel y Tuma con
el encargo de conectar con los vanguardistas y dar orden de regresar si no se lograba llegar al Ñacahuasu o a un lugar bueno.
A las 18 volvieron; habían caminado unos 3 kilómetros llegando a un farallón cortado
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Mayo 1967
Mayo 1
Celebramos la fecha abriendo picadas pero caminando muy poco; todavía no hemos llegado a la divisoria de las aguas.
En La habana habló Almeida, pasándome la mano a mí y las famosas guerrillas bolivianas. El discurso fue un poco largo pero bueno.
Nos queda comida aceptable para tres días; hoy el Ñato mató a un pajarito con la honda, entramos a la era del pájaro.
Mayo 2
Día de lento avance y confusión sobre la situación geográfica. Se caminó efectivamente dos horas, debido a la dificultad de la chapea.
Desde un alto pude precisar un punto cercano al Ñacahuasu que indica que estamos muy al norte, pero no hay rastros del Iquiri. Di
orden a Miguel y Benigno de chapear todo el día para tratar de llegar al Iquiri o, al menos, al agua. Ya que estamos sin ella. Queda
comida para 5 días, pero muy escasa.
Radio Habana sigue con su ofensiva de información sobre Bolivia, con noticias exageradas. h - alcanzada 1.760 ms., dormimos a 1.730.
Mayo 3
Después de un día de continuo chapeo, que arrojó una caminata útil de poco más de 2 horas, llegamos a un arroyo de bastante agua que
parece tener rumbo norte. Para mañana haremos simultáneamente la exploración a ver si tuerce el rumbo y continuaremos la chapea.
Nos queda comida para dos días solamente y escasa. Estamos a una altura de 1.080 metros, 200 sobre el nivel del Ñacahuasu. Se oye un
ruido lejano de motor cuya dirección es inidentificable.
Mayo 4
Por la mañana continuó el camino, mientras Coco y Aniceto exploraban el arroyo. Volvieron cerca de las 13 afirmando que el arroyo
giraba al este y sur, con lo que parecía ser el Iquiri. Ordené buscar los macheteros y seguir aguas abajo. Salimos a las 13.30 y a las 17
paramos, seguros ya de que el rumbo general era este-nordeste, por lo que no puede ser el Iquiri, a menos que cambie de rumbo. Los
macheteros, informaron que no habían encontrado agua y seguían viendo firmes; se resolvió seguir adelante con la impresión de que
vamos al Río Grande. Se cazó sólo un cacaré [cacaré: pajarito de monte, nombrado así porque denuncia la llegada de hombre o animal
con su cacareo] que se repartió a los macheteros, dado su diminuto tamaño; nos queda comida floja para dos días.
La radio dio la noticia del arresto del Loro, herido en una pierna, sus declaraciones son buenas hasta ahora. Según todo parece indicar,
no fue herido en la casa sino en otro lado, presumiblemente tratando de escapar. h - 980 m.
Mayo 5
Caminamos efectivamente 5 horas, unos 12-14 kilómetros llegando a un campamento hecho por Inti y Benigno. Estamos, pues en el
arroyo del Congrí, que no figura en el mapa, muy al norte de donde pensábamos. Esto plantea varias interrogantes: ¿Dónde está el
Iquiri?; ¿no sería aquél donde Benigno y Aniceto fueron sorprendidos?; ¿los agresores, no serían gente de Joaquín? Por ahora pensamos
dirigirnos al Oso, donde debe quedar desayuno para dos días y, de allí al campamento viejo. Hoy se mataron 2 pájaros grandes y un
cacaré, con lo que ahorramos la comida y seguimos con reservas para dos días: sopas en sobre y carne enlatada. Inti, Coco y el Médico
están emboscados para cazar. Se dio noticias de que Debray será juzgado por un tribunal militar en Camiri como presunto jefe u
organizador de las guerrillas; su madre llega mañana y hay bastante ruido en torno al asunto. Del Loro nada. h - 840 m.
Mayo 6
Los cálculos sobre la llegada al Oso resultaron fallidos, pues la distancia a la casita del arroyo resultó mayor de la prevista y el camino
estaba cerrado, por lo que hubo que abrir camino. Llegamos a la casita a las 16.30 tras de pasar alturas de 1.400 metros con la gente
desganada para caminar. Se comió la penúltima comida, muy pobre; sólo se cazó una perdiz que dimos al machetero (Benigno) y los
dos que le seguían en el orden de marcha.
Las noticias se centran en el caso Debray. h - 1.100 m.
Mayo 7
Llegamos temprano al Campamento del Oso y allí nos esperaban las 8 latas de leche, con lo que hicimos un desayuno reconfortante. Se
sacaron algunas cosas de la cueva cercana, entre ellas, un mauser para el Ñato, que será nuestro bazuquero, contando con 5 proyectiles
antitanque. Este viene mal, luego de un ataque de vómitos. Apenas llegados al campamento, salieron a explorar la finquita Benigno,
Urbano, León, Aniceto y Pablito. Nosotros nos comimos las últimas sopas y carne, pero tenemos provisión de manteca que había en la
cueva. Se vieron huellas de pies y hay algunos pequeños destrozos que indican que estuvieron por aquí soldados. A la madrugada
llegaron los exploradores con las manos vacías: los soldados están en la finquita y han tumbado el maíz. (Se cumplen 6 meses del
inicio oficial de la guerrilla, con mi llegada.) h - 880 m.
Mayo 8
Insistí desde temprano en que se hicieran los arreglos de las cuevas y se bajara la otra lata de manteca para ir rellenando botellas, pues
es todo lo que tenemos de comer. A eso de las 10.30 se oyeron disparos aislados en la emboscada; dos soldados desarmados venían
Ñacahuasu arriba, Pacho creyó que era una vanguardia y los hirió en una pierna y a sedal en el vientre. Se les dijo que se había disparado
porque no se pararon ante el alto, ellos, naturalmente, no oyeron nada. La emboscada estuvo mal coordinada y la actuación de Pacho no
fue buena; muy nervioso. Se mejoró enviando a Antonio y algunos más al lado derecho. Las declaraciones de los soldados establecen
que están situados cerca del Iquiri, pero en realidad mentían. A las 12 se capturaron dos que venían a toda carrera Ñacahuasu abajo,
declarando que venían rápido porque habían salido a cazar y al volver, por el Iquiri, se encontraron con que la compañía había
desaparecido y salieron en su búsqueda; también mentían; en realidad, estaban acampados en el llano de cazar y se escapaban a buscar
comida a nuestra finca porque el helicóptero no venía a abastecerlos. A los dos primeros se les capturaron cargas de maíz tostado y
crudo y 4 latas de cebolla, más azúcar y café; nos resolvieron el problema del día con auxilio de la manteca que comimos en grandes
cantidades; algunos se enfermaron.
Más tarde informó la posta de repetidas exploraciones de guardias que llegaban a la esquina del río y volvían. Todo el mundo estaba en
tensión cuando llegaron, al parecer 27 guardias. Habían visto algo raro y el grupo comandado por el subteniente Laredo avanzó; él
mismo inició el fuego y cayó muerto en el acto, junto con dos reclutas más. Ya caía la noche y los nuestros avanzaron capturando 6
soldados; el resto se retiró.
El resultado total arroja: 3 muertos y 10 prisioneros, dos de ellos heridos; 7 M-1 y 4 mausers, equipo personal, parque y un poco de
comida que nos sirvió junto con la manteca, para mitigar el hambre. Dormimos allí.
Mayo 9
Nos levantamos a las 4 (yo no dormí) y liberamos a los soldados, previa charla. Se les quitaron los zapatos, se les cambió la ropa y a los
mentirosos se les envió en calzoncillos. Partieron hacia la finquita llevando al herido. A las 6.30 completamos la retirada rumbo al
arroyo de los monos por el camino de la cueva, donde guardamos el botín. Sólo nos queda la manteca como alimento, me sentía
desfallecer y debí dormir 2 horas para poder seguir a paso lento y vacilante; la marcha en general se hizo así. Comimos sopa de
manteca en la primer aguada. La gente está débil y ya habemos varios con edema. Por la noche, el ejército dio el parte de la acción
nombrando a sus muertos y heridos, pero no a sus prisioneros y anuncia grandes combates con fuertes pérdidas por nuestra parte.
Mayo 10
Seguimos avanzando lentamente. Al llegar al campamento donde está la tumba del Rubio encontramos charqui que habíamos dejado en
mal estado y sebo; recogimos todo, no había señales de guardias. Cruzamos el Ñacahuazú con precaución e iniciamos el camino hacia
Pirirenda por una quebrada explorada por Miguel pero cuyo camino no está terminado. Paramos a las 17 y comimos el pedazo de
charqui y el sebo.
Mayo 11
La vanguardia salió primero; yo me quedé escuchando el noticiero. Al rato vino Urbano a avisar que Benigno había muerto un puerco de
tropa (pecarí) y pedían autorización para hacer fuego y pelarlo; decidimos quedarnos a comer el animal mientras Benigno, Urbano y
Miguel seguían haciendo la senda rumbo a la laguna. A las 14 horas reemprendimos la marcha, haciendo campamento a las 18. Miguel y
los otros siguieron adelante.
Debo hablar seriamente con Benigno y Urbano, pues el primero se comió una lata el día del combate y lo negó y Urbano se comió una
parte del charqui del campamento del Rubio.
Dieron la noticia del relevo del coronel Rocha, Jefe de la 4ª división que opera en la zona. h - 1.050 ms.
Mayo 12
Se caminó lentamente. Urbano y Benigno abrían la senda. A las 15 se vio la laguna a unos 5 kms. y poco después se encontró una senda
vieja. A la hora se dio con un tremendo maizal con zapallos, pero no hay agua. Se preparó joco asado y saltado con manteca y
desgranamos maíz; además se hizo maíz tostado. Los exploradores llegaron con la noticia de que habían caído a la casa de Chicho, el
mismo de la otra vez, que es nombrado como buen amigo en el diario del Tte. Henry Laredo; no estaba en la casa pero sí 4 peones y una
sirvienta; el marido de la cual vino a buscarla y quedó retenido. Se hizo un puerco grande con arroz y frituras, además de zapallo.
Pombo, Arturo, Willy y Darío quedaron custodiando las mochilas. Lo malo es que no hemos localizado el agua, fuera de la casa.
Nos retiramos a las 5.30, a paso lento y con casi todo el mundo enfermo. El dueño de casa no había llegado y se le dejó una nota
especificando los daños o gastos; a los peones y la sirvienta se les pagó $10 a cada uno por su trabajo. h - 950 m.
Mayo 13
Día de eruptos, pedos y vómitos y diarreas; un verdadero concierto de órgano. Permanecimos en una inmovilidad absoluta tratando de
asimilar el puerco. Tenemos dos latas de agua. Yo estuve muy mal hasta que vomité y me compuse. Por la noche comimos frituras de
maíz y zapallo asado, más los restos del festín anterior, los que estaban en condiciones de ello.
Todos los radios estuvieron dando con insistencia la noticia de que se había frustrado un desembarco cubano en Venezuela y el
gobierno de Leoni presentó dos hombres, con sus nombres y grados; no los conozco, pero todo indica que algo salió mal.
Mayo 14
Temprano, salimos con pocas ganas, para llegar a la laguna de Pirirenda por un sendero que encontraron Benigno y Camba en una
exploración. Antes de salir reuní a todo el mundo y les tiré una descarga sobre los problemas confrontados; fundamentalmente, el de la
comida, haciendo críticas a Benigno por comerse una lata y negarlo; Urbano, por comerse un charqui a escondidas y Aniceto por su
afán de colaborar en todo lo que sea comida y su renuencia a hacerlo cuando se trata de otra cosa. En el curso de la reunión se
escucharon ruidos de camiones acercándose. En un escondite cercano guardamos una cincuentena de jocos y dos quintales de maíz
desgranado para eventuales necesidades.
Cuando estábamos fuera del camino, ocupados en recoger frijoles, sonaron descargas cerca y, poco después, vimos la aviación
«bombardeándonos ferozmente», pero como a 2 ó 3 kms. de nuestras posiciones. Seguimos subiendo una lomita y apareció la laguna,
mientras los guardias continuaban su tiradera. Al anochecer nos acercamos a una casa cuyos ocupantes la habían abandonado poco
antes, la que estaba muy bien surtida y con agua. Comimos un sabroso fricasé de gallina con arroz, y permanecimos hasta las 4.00.
Mayo 15
Día sin novedad.
Mayo 16
Al comenzar la caminata, se me inició un cólico fortísimo con vómitos y diarrea. Me lo cortaron con demerol y perdí la noción de
todo mientras me llevaban en hamaca; cuando desperté estaba muy aliviado pero cagado como un niño de pecho. Me prestaron un
pantalón, pero sin agua, hiedo a mierda a una legua. Pasamos todo el día allí, yo adormilado. Coco y el Ñato hicieron una exploración
encontrando un camino que tiene rumbo sur-norte. Por la noche lo seguimos mientras hubo luna y luego descansamos. Se recibió el
mensaje No. 36, de donde se desprende el total aislamiento en que estamos.
Mayo 17
Proseguimos la marcha hasta las 13, hora en que llegamos a un aserradero con trazas de haber sido abandonado hace unos 3 días. Tenía
azúcar, maíz, manteca, harina y agua en turriles, al parecer, transportada desde lejos. Nos quedamos acampados aquí, mientras se hacían
exploraciones por los caminos que salen del campamento, los que mueren en el monte. Raúl presentó una tumoración en una rodilla
con intenso dolor que no lo deja caminar; se le aplicó un antibiótico fuerte y mañana se le hará una punción. Caminamos unos 15 kms. h
- 920 ms.
Mayo 18
Roberto - Juan Martín
Quedamos el día emboscados por si vienen los trabajadores o el ejército; sin novedad. Miguel salió con Pablito y encontró el agua a
unas dos horas del campamento por un camino transversal. Se le hizo la punción a Raúl, extrayéndole 50 c.c. de líquido purulento; se le
hace tratamiento general antiinfeccioso; no puede, prácticamente, dar un paso. Extraigo mi primera muela en esta guerrilla; víctima
propiciatoria: Camba; todo marchó bien. Comimos pan hecho en un pequeño hornito y, por la noche, un potaje bárbaro, que me puso al
parir.
Mayo 19
La vanguardia salió temprano ocupando posiciones en la emboscada del cruce de caminos, después salimos nosotros, reemplazando una
parte a la vanguardia mientras ésta retornaba a buscar a Raúl y lo llevaba hasta el cruce; la otra parte del centro siguió hasta la aguada a
dejar mochilas y retornó a buscar a Raúl, quien mejora lentamente. Antonio hizo una pequeña exploración arroyo abajo y encontró un
campamento abandonado de guardias; aquí también hay restos de ración seca. El Ñacahuasu no debe estar lejos y calculo que debemos
salir debajo del arroyo del Congrí. Llovió toda la noche, sorprendiendo a los expertos.
Tenemos comidas para diez días y en las inmediaciones hay zapallo y maíz. h - 780 m.
Mayo 20
Camilo
Día sin movimiento. Por la mañana se emboscó el centro y por la tarde la vanguardia, siempre al mando de Pombo, quien opina que es
muy mala la posición elegida por Miguel. éste exploró arroyo abajo, encontrando el Ñacahuasu a 2 horas de camino sin mochila. Se
escuchó nítido un disparo que no se sabe quién lo disparó; en las orillas del Ñacahuasu hay huellas de otro campamento militar de un
par de pelotones. Incidente con Luis por protestón que fue sancionado con la orden de no ir a la emboscada; parece que reaccionó bien.
En conferencia de prensa, Barrientos negó la condición de periodista de Debray y anunció que pedirá al congreso el restablecimiento
de la pena de muerte. Casi todos los periodistas, y todos los extranjeros, le preguntaron sobre Debray; se defendió con una pobreza de
recursos increíble. Es lo más incapaz que se puede pedir.
Mayo 21
Domingo. Sin movimiento. Se continuó con la emboscada, rotándola de 10 en 10, al medio día. Raúl mejora lentamente; se le hizo una
segunda punción extrayéndole unos 40 c.c. de líquido purulento. Ya no tiene fiebre pero está adolorido y no puede caminar casi; es mi
preocupación actual. Por la noche comimos opíparamente: potaje, harina, charqui aporreado y zapallo regado con mote [mote: maíz
seco sancochado en grano, sin sal].
Mayo 22
Como era de esperar, a medio día apareció el encargado del aserrío, Guzmán Robles, con el chofer, y un hijo en un jeep destartalado.
Al principio parecía una avanzada del ejército, para ver qué había, pero se fue abriendo y consintió en salir a Gutiérrez por la noche
dejando su hijo de rehén; debe volver mañana. La vanguardia permanecerá toda la noche emboscada y mañana esperaremos hasta las 15.
Luego será preciso retirarse pues la situación se tornaría peligrosa. Da la impresión de que el hombre no traicionará, pero no sabemos
de su habilidad para comprar sin levantar sospechas. Se le pagó todo el consumo que se hizo en el batey. Dio informes sobre la
situación en Tatarenda, Limón, Ipitá, donde no hay guardias, salvo un teniente en este último punto. En Tatarenda habla de oídos, pues
no ha estado allí.
Mayo 23
Día de tensión. El encargado no apareció en todo al día y, aunque no hubo actividad, resolvimos retirarnos por la noche con el rehén, un
muchachón de 17 años. Caminamos una hora por la senda, a la luz de la luna, durmiendo en el camino. Salimos con carga de comida
para unos 10 días.
Mayo 24
En dos horas llegamos al Ñacahuasu, que estaba libre. Salimos como a las 4 horas aguas abajo del arroyo del Congrí. Caminamos
lentamente soportando el paso lento y desganado de Ricardo y, hoy también de Moro. Llegamos al campamento que usamos el primer
día de caminata en el primer viaje. No dejamos huella ni se vieron recientes. La radio dio la noticia de que no habrá lugar al pedido de
Habeas corpus sobre Debray. Calculo que estamos a una o dos horas del Saladillo; al llegar a la cima decidiremos qué hacer.
Mayo 25
En hora y media llegamos al Saladillo, sin dejar huellas. Caminamos unas dos horas arroyo arriba, hasta donde nacen las aguas. Allí
comimos y seguimos a las 15.30, caminando otro par de horas hasta las 18 en que acampamos a 1.100 ms., sin coronar el firme
todavía. Después nos quedan, según el muchacho, un par de leguas hasta el chaco [chaco: terreno cultivado con frutos menores] del
abuelo o, según Benigno, un día entero de camino hasta la casa de Vargas, sobre el Río Grande. Mañana tomaremos la decisión.
Mayo 26
Tras dos horas de recorrido y pasar la cumbre de 1.200 ms., llegamos al chaco del tío abuelo del muchacho. Estaban trabajando dos
peones que debieron ser aprehendidos ya que caminaban en nuestra dirección; resultaron cuñados del viejo, casado con una hermana de
ellos. Sus edades: 16 y 20 años. Dieron la información de que el padre del muchacho hizo las compras pero fue detenido y confesó
todo. Hay 30 guardias en Ipita y patrullan el poblado. Nos comimos un puerco frito con zapallos en carbonada con manteca, pues no
había agua en la zona y se traslada en turril desde el propio Ipitá. Por la noche salimos rumbo al chaco que tienen los muchachos, a 8
kms., 4 hacia el propio Ipitá y 4 hacia el oeste. Llegamos al amanecer. h - 1.100 ms.
Mayo 27
Día de holganza y, un poco, de desesperación: De todas las maravillas prometidas, sólo tenían un poco de caña vieja y el trapiche estaba
inútil. Como era de esperar, el viejo dueño del chaco vino a medio día con su carretón con agua para los chanchos y vio algo raro
regresando donde estaba la retaguardia emboscada, la que lo apresó junto con un peón. Estuvieron presos hasta las 18 horas en que los
soltamos, conjuntamente con el menor de los hermanos; con encargo de que permanecieran hasta el lunes por ahí y no comentaran
nada. Caminamos dos horas, y dormimos en un maizal, ya orientados en el camino que nos llevará a Caraguatarenda.
Mayo 28
Domingo. Nos levantamos temprano y comenzamos a marchar; en hora y media estábamos en los límites de los chacos de
Caraguatarenda y se mandó a Benigno y Coco para explorar, pero fueron vistos por un campesino y lo apresaron. Al poco tiempo
teníamos una colonia prisionera, sin mayores signos de temor, hasta que una vieja comenzó a gritar junto con sus hijos, al darle el alto,
y ni Pacho ni Pablo se animaron a detenerla, huyendo hacia el poblado. Lo tomamos a las 14, apostándonos en ambas puntas del
poblado. Poco después caía un jeep de yacimientos; en total, cayeron dos jeeps y dos camiones, mitad y mitad particulares y de
yacimientos. Comimos algo; tomamos café y tras 50 broncas, salimos a las 19.30 rumbo a Ipitacito; allí violentamos una tienda y
sacamos $500 en mercancía, que dejamos a la custodia de dos campesinos, levantando un acta muy ceremoniosa. Seguimos nuestro
peregrinar, llegando a Itay donde nos recibieron muy bien en una casa en la que resultó estar la maestra dueña de la tienda de Ipitacito y
confrontamos los precios. Yo alterné y me parece que me conocieron; tenían un queso y un poco de pan y nos regalaron eso y café,
pero hay una nota falsa en el recibimiento. Seguimos rumbo a Espino, en la vía férrea a Santa Cruz, pero el camión, un Ford al que le
quitaron la tracción delantera, se quedó y nos tomó la mañana a tres leguas de Espino y el vehículo se fundió definitiva y totalmente a
dos de ese lugar. La vanguardia tomó el rancho y el jeep hizo 4 viajes hasta transportarnos a todos. h - 880 m.
Mayo 29
El caserío del Espino es relativamente nuevo, pues el viejo, fue arrasado por el aluvión del 58. Es una comunidad guaraní cuyos
integrantes, muy tímidos, hablan o simulan hablar, muy poco español. Cerca había gente de petróleo trabajando y heredamos otro
camión en el que podíamos embarcar todos, pero se malogró la oportunidad, pues Ricardo lo empantanó y no se pudo sacar. La
tranquilidad fue absoluta, como si estuviéramos en mundo aparte. Coco fue encargado de la información sobre los caminos y la trajo
deficiente y contradictoria, al punto que ya salíamos para hacer una jornada algo peligrosa pero que nos llevaría cerca del Río Grande,
cuando a último momento resulta que no y que debemos ir a Muchiri, lugar donde hay agua. Con todos los problemas de organización
existentes, salimos a las 3.30, el grupo de vanguardia en el jeep (6, 7 con Coco) y los demás a pie.
La radio nos trae la noticia de la fuga del Loro, que estaba en Camiri.
Mayo 30
De día llegamos a la línea del ferrocarril, encontrándonos con que no existía el camino señalado que nos debía llevar a Michuri.
Buscando, se encontró a 500 ms. del cruce un camino recto, petrolero y la vanguardia siguió por él en jeep. Cuando Antonio se
retiraba, un jovencito venía con una escopeta y un perro por la vía y al darle el alto huyó. Ante esa noticia, dejé a Antonio emboscado a
la entrada del camino y nosotros nos apartamos unos 500 ms. A las 11.45 apareció Miguel con la noticia de que había caminado 12
Kms. con rumbo este sin encontrar casa ni agua; sólo un camino que apartaba al norte. Le di orden de explorar con tres hombres en el
jeep ese camino hasta 10 kms. al norte y volver antes del anochecer. A las 15, cuando dormía plácidamente, me despertó un tiroteo de
la emboscada. Pronto llegaron las noticias: el ejército había avanzado y cayó en la trampa. 3 muertos y un herido parece ser el saldo.
Actuaron: Antonio, Arturo, Ñato, Luis, Willy y Raúl; este último flojo. Nos retiramos a pie caminando los 12 kms. hasta el cruce sin
encontrar a Miguel en este punto, tuvimos noticias de que el jeep se encangrejaba por falta de agua. A unos 3 kms. de allí lo
encontramos: orinamos todos en él y con una cantimplora de agua pudimos llegar al punto máximo alcanzado, donde esperaban Julio y
Pablo. A las 2, ya estaba todo el mundo reunido allí, alrededor de un fuego en el que asamos 3 pavos y freímos la carne de puerco.
Guardamos un animal para que tome agua en las aguadas, por las dudas.
Estamos bajando: desde 750 ms. llegamos ahora a 650 ms.
Mayo 31
El jeep seguía braveando con sus orines y alguna cantimplora de agua. Sucedieron dos hechos que cambiaron el ritmo: el camino con
rumbo norte se acabó, por lo que Miguel suspendió la marcha y uno de los grupos de seguridad detuvo en un camino lateral al
campesino Gregorio Vargas, que venía en su bicicleta a preparar unas trampas, su oficio. La actitud del hombre no era del todo clara
pero dio valiosas informaciones sobre las aguadas. Una de ellas nos quedaba atrás y mandé a un grupo a buscar agua y cocinar. Con él
como guía; cuando estaban llegando, avistaron dos camiones del ejército y se les hizo una emboscada apresurada, tumbando, al parecer,
dos hombres. El Ñato, al fallarle la primera bala de salva de su granada antitanque, le puso una de guerra y el aparato le explotó en las
narices, sin hacerle nada personalmente, pero destruyendo el trombón. Seguimos retirándonos, sin hostigamiento de la aviación,
caminando unos 15 kms. antes de encontrar la segunda aguada, ya de noche. El jeep dio sus últimos estertores por falta de gasolina y
recalentamiento. Pasamos la noche comiendo. El Ejército dio un comunicado reconociendo un subteniente y un soldado muertos en el
día de ayer y atribuyéndonos muertos «vistos». Para mañana, tengo la intención de cruzar la línea férrea, buscando las montañas. h - 620
m.
Resumen del mes
El punto negativo es la imposibilidad de hacer contacto con Joaquín, pese a nuestro peregrinar por las serranías. Hay indicios de que
éste se ha movido hacia el norte.
Desde el punto de vista militar, tres nuevos combates, causándoles bajas al Ejército y sin sufrir ninguna, además de las penetraciones en
Pirirenda y Caraguatarenda, indican el buen éxito. Los perros se han declarado incompetentes y son retirados de la circulación.
Las características más importantes son:
1°) Falta total de contacto con Manila, la Paz, y Joaquín, lo que nos reduce a los 25 hombres que constituyen el grupo.
2°) Falta completa de incorporación campesina, aunque nos van perdiendo el miedo y se logra la admiración de los campesinos. Es una
tarea lenta y paciente.
3°) El partido, a través de Kolle, ofrece su colaboración, al parecer, sin reservas.
4°) El clamoreo del caso Debray ha dado más beligerancia a nuestro movimiento que 10 combates victoriosos.
5°) La guerrilla va adquiriendo una moral prepotente y segura que, bien administrada, es una garantía de éxito.
6°) El Ejército sigue sin organizarse y su técnica no mejora substancialmente.
Noticia del mes: el apresamiento y fuga del Loro, que ahora deberá incorporarse o dirigirse a la Paz a hacer contacto.
El Ejército dio el parte de la detención de todos los campesinos que colaboraron con nosotros en la zona de Masicuri: ahora viene una
etapa en la que el terror sobre los campesinos se ejercerá desde ambas partes, aunque con calidades diferentes; nuestro triunfo
significará el cambio cualitativo necesario para su salto en el desarrollo.
Diario en Bolivia
Junio 1967
Junio 1
Envié la vanguardia a apostarse en el camino y hacer una exploración hasta el cruce del camino petrolero, a unos 3 kms. La aviación
comenzó a moverse por la zona, de acuerdo con la información de la radio en el sentido de que el mal tiempo había dificultado las
acciones los días anteriores y ahora las reiniciarían. Dieron un parte extraño sobre dos muertos y tres heridos, que no se sabe si son los
viejos o nuevos. Después de comer, a las 5, salimos rumbo a la vía. Fueron 7-8 kms. hechos sin novedad, caminamos 1 1/2 por la vía y
tomamos un callejón abandonado que nos debe llevar a un chaco 7 kms., pero ya estaba todo el mundo cansado y nos dormimos a mitad
del camino. En todo el trayecto, sólo se escuchó un tiro lejano. h - 880 m.
Junio 2
h - 800.
Se cumplieron los 7 kms. previstos por Gregorio y llegamos al chaco, allí cogimos un chancho robusto y lo matamos, pero en ese
momento aparecieron el vaquero de Braulio Robles, su hijo y dos peones, uno de los cuales resultó ser un «achacao» [achacao: en
Bolivia, hijo de la mujer, hijastro] del dueño, Symuní. En sus caballos transportamos los 3 kms. hasta el arroyo, al chancho
descuartizado y allí los retuvimos, mientras escondíamos a Gregorio, cuya desaparición se conocía. Casi al llegar al centro, pasó un
camión del ejército con dos soldaditos y unos turriles, un bocado fácil, pero era día de holgorio y puerco. Pasamos la noche cocinando
y a las 3.30 soltamos los cuatro guajiros, pagándole $10 a cada uno por su día. A las 4.30 se iba Gregorio, que esperó comida y
reenganche y recibió $100. El agua del arroyo es amarga.
Junio 3
Salimos a las 6.30 por la margen izquierda del arroyo caminando hasta las 12, hora en que se mandó a Benigno y Ricardo de
exploración al camino, encontrando un buen lugar para emboscada. A las 13 ocupamos posiciones, Ricardo y yo con un grupo cada uno
en el centro, Pombo en un extremo y Miguel, con toda la vanguardia en el punto ideal. A las 14.30 pasó un camión con chanchos que
dejamos pasar, a las 16.20 una camioneta con botellas vacías y a las 17 un camión del ejército, el mismo de ayer, con dos soldaditos
envueltos en frazada en la cama del vehículo. No tuve coraje para tirarles y no me funcionó el cerebro lo suficientemente rápido como
para detenerlo, lo dejamos pasar. A las 18 levantamos la emboscada y seguimos camino abajo hasta encontrar el arroyo de nuevo.
Apenas llegados pasaron 4 camiones en fila y luego 3 más al parecer sin ejército.
Junio 4
Seguimos caminando por la margen del arroyo, con la intención de hacer otra emboscada si las condiciones se presentaban, pero
apareció una senda que nos llevaba al oeste y la tomamos; luego siguió por un cauce seco y tomó rumbo al sur. A las 14.45 paramos a
hacer café y avena. En un charquito de agua fangosa, pero se demoró mucho y acampamos allí mismo. Por la noche se desató el surazo
con agua finita toda la noche.
Junio 5
Dejamos la senda y fuimos partiendo monte bajo el «chinchín» constante del surazo. Caminamos hasta las 17, efectivamente 2 1/4
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Mayo 1967
Mayo 1
Celebramos la fecha abriendo picadas pero caminando muy poco; todavía no hemos llegado a la divisoria de las aguas.
En La habana habló Almeida, pasándome la mano a mí y las famosas guerrillas bolivianas. El discurso fue un poco largo pero bueno.
Nos queda comida aceptable para tres días; hoy el Ñato mató a un pajarito con la honda, entramos a la era del pájaro.
Mayo 2
Día de lento avance y confusión sobre la situación geográfica. Se caminó efectivamente dos horas, debido a la dificultad de la chapea.
Desde un alto pude precisar un punto cercano al Ñacahuasu que indica que estamos muy al norte, pero no hay rastros del Iquiri. Di
orden a Miguel y Benigno de chapear todo el día para tratar de llegar al Iquiri o, al menos, al agua. Ya que estamos sin ella. Queda
comida para 5 días, pero muy escasa.
Radio Habana sigue con su ofensiva de información sobre Bolivia, con noticias exageradas. h - alcanzada 1.760 ms., dormimos a 1.730.
Mayo 3
Después de un día de continuo chapeo, que arrojó una caminata útil de poco más de 2 horas, llegamos a un arroyo de bastante agua que
parece tener rumbo norte. Para mañana haremos simultáneamente la exploración a ver si tuerce el rumbo y continuaremos la chapea.
Nos queda comida para dos días solamente y escasa. Estamos a una altura de 1.080 metros, 200 sobre el nivel del Ñacahuasu. Se oye un
ruido lejano de motor cuya dirección es inidentificable.
Mayo 4
Por la mañana continuó el camino, mientras Coco y Aniceto exploraban el arroyo. Volvieron cerca de las 13 afirmando que el arroyo
giraba al este y sur, con lo que parecía ser el Iquiri. Ordené buscar los macheteros y seguir aguas abajo. Salimos a las 13.30 y a las 17
paramos, seguros ya de que el rumbo general era este-nordeste, por lo que no puede ser el Iquiri, a menos que cambie de rumbo. Los
macheteros, informaron que no habían encontrado agua y seguían viendo firmes; se resolvió seguir adelante con la impresión de que
vamos al Río Grande. Se cazó sólo un cacaré [cacaré: pajarito de monte, nombrado así porque denuncia la llegada de hombre o animal
con su cacareo] que se repartió a los macheteros, dado su diminuto tamaño; nos queda comida floja para dos días.
La radio dio la noticia del arresto del Loro, herido en una pierna, sus declaraciones son buenas hasta ahora. Según todo parece indicar,
no fue herido en la casa sino en otro lado, presumiblemente tratando de escapar. h - 980 m.
Mayo 5
Caminamos efectivamente 5 horas, unos 12-14 kilómetros llegando a un campamento hecho por Inti y Benigno. Estamos, pues en el
arroyo del Congrí, que no figura en el mapa, muy al norte de donde pensábamos. Esto plantea varias interrogantes: ¿Dónde está el
Iquiri?; ¿no sería aquél donde Benigno y Aniceto fueron sorprendidos?; ¿los agresores, no serían gente de Joaquín? Por ahora pensamos
dirigirnos al Oso, donde debe quedar desayuno para dos días y, de allí al campamento viejo. Hoy se mataron 2 pájaros grandes y un
cacaré, con lo que ahorramos la comida y seguimos con reservas para dos días: sopas en sobre y carne enlatada. Inti, Coco y el Médico
están emboscados para cazar. Se dio noticias de que Debray será juzgado por un tribunal militar en Camiri como presunto jefe u
organizador de las guerrillas; su madre llega mañana y hay bastante ruido en torno al asunto. Del Loro nada. h - 840 m.
Mayo 6
Los cálculos sobre la llegada al Oso resultaron fallidos, pues la distancia a la casita del arroyo resultó mayor de la prevista y el camino
estaba cerrado, por lo que hubo que abrir camino. Llegamos a la casita a las 16.30 tras de pasar alturas de 1.400 metros con la gente
desganada para caminar. Se comió la penúltima comida, muy pobre; sólo se cazó una perdiz que dimos al machetero (Benigno) y los
dos que le seguían en el orden de marcha.
Las noticias se centran en el caso Debray. h - 1.100 m.
Mayo 7
Llegamos temprano al Campamento del Oso y allí nos esperaban las 8 latas de leche, con lo que hicimos un desayuno reconfortante. Se
sacaron algunas cosas de la cueva cercana, entre ellas, un mauser para el Ñato, que será nuestro bazuquero, contando con 5 proyectiles
antitanque. Este viene mal, luego de un ataque de vómitos. Apenas llegados al campamento, salieron a explorar la finquita Benigno,
Urbano, León, Aniceto y Pablito. Nosotros nos comimos las últimas sopas y carne, pero tenemos provisión de manteca que había en la
cueva. Se vieron huellas de pies y hay algunos pequeños destrozos que indican que estuvieron por aquí soldados. A la madrugada
llegaron los exploradores con las manos vacías: los soldados están en la finquita y han tumbado el maíz. (Se cumplen 6 meses del
inicio oficial de la guerrilla, con mi llegada.) h - 880 m.
Mayo 8
Insistí desde temprano en que se hicieran los arreglos de las cuevas y se bajara la otra lata de manteca para ir rellenando botellas, pues
es todo lo que tenemos de comer. A eso de las 10.30 se oyeron disparos aislados en la emboscada; dos soldados desarmados venían
Ñacahuasu arriba, Pacho creyó que era una vanguardia y los hirió en una pierna y a sedal en el vientre. Se les dijo que se había disparado
porque no se pararon ante el alto, ellos, naturalmente, no oyeron nada. La emboscada estuvo mal coordinada y la actuación de Pacho no
fue buena; muy nervioso. Se mejoró enviando a Antonio y algunos más al lado derecho. Las declaraciones de los soldados establecen
que están situados cerca del Iquiri, pero en realidad mentían. A las 12 se capturaron dos que venían a toda carrera Ñacahuasu abajo,
declarando que venían rápido porque habían salido a cazar y al volver, por el Iquiri, se encontraron con que la compañía había
desaparecido y salieron en su búsqueda; también mentían; en realidad, estaban acampados en el llano de cazar y se escapaban a buscar
comida a nuestra finca porque el helicóptero no venía a abastecerlos. A los dos primeros se les capturaron cargas de maíz tostado y
crudo y 4 latas de cebolla, más azúcar y café; nos resolvieron el problema del día con auxilio de la manteca que comimos en grandes
cantidades; algunos se enfermaron.
Más tarde informó la posta de repetidas exploraciones de guardias que llegaban a la esquina del río y volvían. Todo el mundo estaba en
tensión cuando llegaron, al parecer 27 guardias. Habían visto algo raro y el grupo comandado por el subteniente Laredo avanzó; él
mismo inició el fuego y cayó muerto en el acto, junto con dos reclutas más. Ya caía la noche y los nuestros avanzaron capturando 6
soldados; el resto se retiró.
El resultado total arroja: 3 muertos y 10 prisioneros, dos de ellos heridos; 7 M-1 y 4 mausers, equipo personal, parque y un poco de
comida que nos sirvió junto con la manteca, para mitigar el hambre. Dormimos allí.
Mayo 9
Nos levantamos a las 4 (yo no dormí) y liberamos a los soldados, previa charla. Se les quitaron los zapatos, se les cambió la ropa y a los
mentirosos se les envió en calzoncillos. Partieron hacia la finquita llevando al herido. A las 6.30 completamos la retirada rumbo al
arroyo de los monos por el camino de la cueva, donde guardamos el botín. Sólo nos queda la manteca como alimento, me sentía
desfallecer y debí dormir 2 horas para poder seguir a paso lento y vacilante; la marcha en general se hizo así. Comimos sopa de
manteca en la primer aguada. La gente está débil y ya habemos varios con edema. Por la noche, el ejército dio el parte de la acción
nombrando a sus muertos y heridos, pero no a sus prisioneros y anuncia grandes combates con fuertes pérdidas por nuestra parte.
Mayo 10
Seguimos avanzando lentamente. Al llegar al campamento donde está la tumba del Rubio encontramos charqui que habíamos dejado en
mal estado y sebo; recogimos todo, no había señales de guardias. Cruzamos el Ñacahuazú con precaución e iniciamos el camino hacia
Pirirenda por una quebrada explorada por Miguel pero cuyo camino no está terminado. Paramos a las 17 y comimos el pedazo de
charqui y el sebo.
Mayo 11
La vanguardia salió primero; yo me quedé escuchando el noticiero. Al rato vino Urbano a avisar que Benigno había muerto un puerco de
tropa (pecarí) y pedían autorización para hacer fuego y pelarlo; decidimos quedarnos a comer el animal mientras Benigno, Urbano y
Miguel seguían haciendo la senda rumbo a la laguna. A las 14 horas reemprendimos la marcha, haciendo campamento a las 18. Miguel y
los otros siguieron adelante.
Debo hablar seriamente con Benigno y Urbano, pues el primero se comió una lata el día del combate y lo negó y Urbano se comió una
parte del charqui del campamento del Rubio.
Dieron la noticia del relevo del coronel Rocha, Jefe de la 4ª división que opera en la zona. h - 1.050 ms.
Mayo 12
Se caminó lentamente. Urbano y Benigno abrían la senda. A las 15 se vio la laguna a unos 5 kms. y poco después se encontró una senda
vieja. A la hora se dio con un tremendo maizal con zapallos, pero no hay agua. Se preparó joco asado y saltado con manteca y
desgranamos maíz; además se hizo maíz tostado. Los exploradores llegaron con la noticia de que habían caído a la casa de Chicho, el
mismo de la otra vez, que es nombrado como buen amigo en el diario del Tte. Henry Laredo; no estaba en la casa pero sí 4 peones y una
sirvienta; el marido de la cual vino a buscarla y quedó retenido. Se hizo un puerco grande con arroz y frituras, además de zapallo.
Pombo, Arturo, Willy y Darío quedaron custodiando las mochilas. Lo malo es que no hemos localizado el agua, fuera de la casa.
Nos retiramos a las 5.30, a paso lento y con casi todo el mundo enfermo. El dueño de casa no había llegado y se le dejó una nota
especificando los daños o gastos; a los peones y la sirvienta se les pagó $10 a cada uno por su trabajo. h - 950 m.
Mayo 13
Día de eruptos, pedos y vómitos y diarreas; un verdadero concierto de órgano. Permanecimos en una inmovilidad absoluta tratando de
asimilar el puerco. Tenemos dos latas de agua. Yo estuve muy mal hasta que vomité y me compuse. Por la noche comimos frituras de
maíz y zapallo asado, más los restos del festín anterior, los que estaban en condiciones de ello.
Todos los radios estuvieron dando con insistencia la noticia de que se había frustrado un desembarco cubano en Venezuela y el
gobierno de Leoni presentó dos hombres, con sus nombres y grados; no los conozco, pero todo indica que algo salió mal.
Mayo 14
Temprano, salimos con pocas ganas, para llegar a la laguna de Pirirenda por un sendero que encontraron Benigno y Camba en una
exploración. Antes de salir reuní a todo el mundo y les tiré una descarga sobre los problemas confrontados; fundamentalmente, el de la
comida, haciendo críticas a Benigno por comerse una lata y negarlo; Urbano, por comerse un charqui a escondidas y Aniceto por su
afán de colaborar en todo lo que sea comida y su renuencia a hacerlo cuando se trata de otra cosa. En el curso de la reunión se
escucharon ruidos de camiones acercándose. En un escondite cercano guardamos una cincuentena de jocos y dos quintales de maíz
desgranado para eventuales necesidades.
Cuando estábamos fuera del camino, ocupados en recoger frijoles, sonaron descargas cerca y, poco después, vimos la aviación
«bombardeándonos ferozmente», pero como a 2 ó 3 kms. de nuestras posiciones. Seguimos subiendo una lomita y apareció la laguna,
mientras los guardias continuaban su tiradera. Al anochecer nos acercamos a una casa cuyos ocupantes la habían abandonado poco
antes, la que estaba muy bien surtida y con agua. Comimos un sabroso fricasé de gallina con arroz, y permanecimos hasta las 4.00.
Mayo 15
Día sin novedad.
Mayo 16
Al comenzar la caminata, se me inició un cólico fortísimo con vómitos y diarrea. Me lo cortaron con demerol y perdí la noción de
todo mientras me llevaban en hamaca; cuando desperté estaba muy aliviado pero cagado como un niño de pecho. Me prestaron un
pantalón, pero sin agua, hiedo a mierda a una legua. Pasamos todo el día allí, yo adormilado. Coco y el Ñato hicieron una exploración
encontrando un camino que tiene rumbo sur-norte. Por la noche lo seguimos mientras hubo luna y luego descansamos. Se recibió el
mensaje No. 36, de donde se desprende el total aislamiento en que estamos.
Mayo 17
Proseguimos la marcha hasta las 13, hora en que llegamos a un aserradero con trazas de haber sido abandonado hace unos 3 días. Tenía
azúcar, maíz, manteca, harina y agua en turriles, al parecer, transportada desde lejos. Nos quedamos acampados aquí, mientras se hacían
exploraciones por los caminos que salen del campamento, los que mueren en el monte. Raúl presentó una tumoración en una rodilla
con intenso dolor que no lo deja caminar; se le aplicó un antibiótico fuerte y mañana se le hará una punción. Caminamos unos 15 kms. h
- 920 ms.
Mayo 18
Roberto - Juan Martín
Quedamos el día emboscados por si vienen los trabajadores o el ejército; sin novedad. Miguel salió con Pablito y encontró el agua a
unas dos horas del campamento por un camino transversal. Se le hizo la punción a Raúl, extrayéndole 50 c.c. de líquido purulento; se le
hace tratamiento general antiinfeccioso; no puede, prácticamente, dar un paso. Extraigo mi primera muela en esta guerrilla; víctima
propiciatoria: Camba; todo marchó bien. Comimos pan hecho en un pequeño hornito y, por la noche, un potaje bárbaro, que me puso al
parir.
Mayo 19
La vanguardia salió temprano ocupando posiciones en la emboscada del cruce de caminos, después salimos nosotros, reemplazando una
parte a la vanguardia mientras ésta retornaba a buscar a Raúl y lo llevaba hasta el cruce; la otra parte del centro siguió hasta la aguada a
dejar mochilas y retornó a buscar a Raúl, quien mejora lentamente. Antonio hizo una pequeña exploración arroyo abajo y encontró un
campamento abandonado de guardias; aquí también hay restos de ración seca. El Ñacahuasu no debe estar lejos y calculo que debemos
salir debajo del arroyo del Congrí. Llovió toda la noche, sorprendiendo a los expertos.
Tenemos comidas para diez días y en las inmediaciones hay zapallo y maíz. h - 780 m.
Mayo 20
Camilo
Día sin movimiento. Por la mañana se emboscó el centro y por la tarde la vanguardia, siempre al mando de Pombo, quien opina que es
muy mala la posición elegida por Miguel. éste exploró arroyo abajo, encontrando el Ñacahuasu a 2 horas de camino sin mochila. Se
escuchó nítido un disparo que no se sabe quién lo disparó; en las orillas del Ñacahuasu hay huellas de otro campamento militar de un
par de pelotones. Incidente con Luis por protestón que fue sancionado con la orden de no ir a la emboscada; parece que reaccionó bien.
En conferencia de prensa, Barrientos negó la condición de periodista de Debray y anunció que pedirá al congreso el restablecimiento
de la pena de muerte. Casi todos los periodistas, y todos los extranjeros, le preguntaron sobre Debray; se defendió con una pobreza de
recursos increíble. Es lo más incapaz que se puede pedir.
Mayo 21
Domingo. Sin movimiento. Se continuó con la emboscada, rotándola de 10 en 10, al medio día. Raúl mejora lentamente; se le hizo una
segunda punción extrayéndole unos 40 c.c. de líquido purulento. Ya no tiene fiebre pero está adolorido y no puede caminar casi; es mi
preocupación actual. Por la noche comimos opíparamente: potaje, harina, charqui aporreado y zapallo regado con mote [mote: maíz
seco sancochado en grano, sin sal].
Mayo 22
Como era de esperar, a medio día apareció el encargado del aserrío, Guzmán Robles, con el chofer, y un hijo en un jeep destartalado.
Al principio parecía una avanzada del ejército, para ver qué había, pero se fue abriendo y consintió en salir a Gutiérrez por la noche
dejando su hijo de rehén; debe volver mañana. La vanguardia permanecerá toda la noche emboscada y mañana esperaremos hasta las 15.
Luego será preciso retirarse pues la situación se tornaría peligrosa. Da la impresión de que el hombre no traicionará, pero no sabemos
de su habilidad para comprar sin levantar sospechas. Se le pagó todo el consumo que se hizo en el batey. Dio informes sobre la
situación en Tatarenda, Limón, Ipitá, donde no hay guardias, salvo un teniente en este último punto. En Tatarenda habla de oídos, pues
no ha estado allí.
Mayo 23
Día de tensión. El encargado no apareció en todo al día y, aunque no hubo actividad, resolvimos retirarnos por la noche con el rehén, un
muchachón de 17 años. Caminamos una hora por la senda, a la luz de la luna, durmiendo en el camino. Salimos con carga de comida
para unos 10 días.
Mayo 24
En dos horas llegamos al Ñacahuasu, que estaba libre. Salimos como a las 4 horas aguas abajo del arroyo del Congrí. Caminamos
lentamente soportando el paso lento y desganado de Ricardo y, hoy también de Moro. Llegamos al campamento que usamos el primer
día de caminata en el primer viaje. No dejamos huella ni se vieron recientes. La radio dio la noticia de que no habrá lugar al pedido de
Habeas corpus sobre Debray. Calculo que estamos a una o dos horas del Saladillo; al llegar a la cima decidiremos qué hacer.
Mayo 25
En hora y media llegamos al Saladillo, sin dejar huellas. Caminamos unas dos horas arroyo arriba, hasta donde nacen las aguas. Allí
comimos y seguimos a las 15.30, caminando otro par de horas hasta las 18 en que acampamos a 1.100 ms., sin coronar el firme
todavía. Después nos quedan, según el muchacho, un par de leguas hasta el chaco [chaco: terreno cultivado con frutos menores] del
abuelo o, según Benigno, un día entero de camino hasta la casa de Vargas, sobre el Río Grande. Mañana tomaremos la decisión.
Mayo 26
Tras dos horas de recorrido y pasar la cumbre de 1.200 ms., llegamos al chaco del tío abuelo del muchacho. Estaban trabajando dos
peones que debieron ser aprehendidos ya que caminaban en nuestra dirección; resultaron cuñados del viejo, casado con una hermana de
ellos. Sus edades: 16 y 20 años. Dieron la información de que el padre del muchacho hizo las compras pero fue detenido y confesó
todo. Hay 30 guardias en Ipita y patrullan el poblado. Nos comimos un puerco frito con zapallos en carbonada con manteca, pues no
había agua en la zona y se traslada en turril desde el propio Ipitá. Por la noche salimos rumbo al chaco que tienen los muchachos, a 8
kms., 4 hacia el propio Ipitá y 4 hacia el oeste. Llegamos al amanecer. h - 1.100 ms.
Mayo 27
Día de holganza y, un poco, de desesperación: De todas las maravillas prometidas, sólo tenían un poco de caña vieja y el trapiche estaba
inútil. Como era de esperar, el viejo dueño del chaco vino a medio día con su carretón con agua para los chanchos y vio algo raro
regresando donde estaba la retaguardia emboscada, la que lo apresó junto con un peón. Estuvieron presos hasta las 18 horas en que los
soltamos, conjuntamente con el menor de los hermanos; con encargo de que permanecieran hasta el lunes por ahí y no comentaran
nada. Caminamos dos horas, y dormimos en un maizal, ya orientados en el camino que nos llevará a Caraguatarenda.
Mayo 28
Domingo. Nos levantamos temprano y comenzamos a marchar; en hora y media estábamos en los límites de los chacos de
Caraguatarenda y se mandó a Benigno y Coco para explorar, pero fueron vistos por un campesino y lo apresaron. Al poco tiempo
teníamos una colonia prisionera, sin mayores signos de temor, hasta que una vieja comenzó a gritar junto con sus hijos, al darle el alto,
y ni Pacho ni Pablo se animaron a detenerla, huyendo hacia el poblado. Lo tomamos a las 14, apostándonos en ambas puntas del
poblado. Poco después caía un jeep de yacimientos; en total, cayeron dos jeeps y dos camiones, mitad y mitad particulares y de
yacimientos. Comimos algo; tomamos café y tras 50 broncas, salimos a las 19.30 rumbo a Ipitacito; allí violentamos una tienda y
sacamos $500 en mercancía, que dejamos a la custodia de dos campesinos, levantando un acta muy ceremoniosa. Seguimos nuestro
peregrinar, llegando a Itay donde nos recibieron muy bien en una casa en la que resultó estar la maestra dueña de la tienda de Ipitacito y
confrontamos los precios. Yo alterné y me parece que me conocieron; tenían un queso y un poco de pan y nos regalaron eso y café,
pero hay una nota falsa en el recibimiento. Seguimos rumbo a Espino, en la vía férrea a Santa Cruz, pero el camión, un Ford al que le
quitaron la tracción delantera, se quedó y nos tomó la mañana a tres leguas de Espino y el vehículo se fundió definitiva y totalmente a
dos de ese lugar. La vanguardia tomó el rancho y el jeep hizo 4 viajes hasta transportarnos a todos. h - 880 m.
Mayo 29
El caserío del Espino es relativamente nuevo, pues el viejo, fue arrasado por el aluvión del 58. Es una comunidad guaraní cuyos
integrantes, muy tímidos, hablan o simulan hablar, muy poco español. Cerca había gente de petróleo trabajando y heredamos otro
camión en el que podíamos embarcar todos, pero se malogró la oportunidad, pues Ricardo lo empantanó y no se pudo sacar. La
tranquilidad fue absoluta, como si estuviéramos en mundo aparte. Coco fue encargado de la información sobre los caminos y la trajo
deficiente y contradictoria, al punto que ya salíamos para hacer una jornada algo peligrosa pero que nos llevaría cerca del Río Grande,
cuando a último momento resulta que no y que debemos ir a Muchiri, lugar donde hay agua. Con todos los problemas de organización
existentes, salimos a las 3.30, el grupo de vanguardia en el jeep (6, 7 con Coco) y los demás a pie.
La radio nos trae la noticia de la fuga del Loro, que estaba en Camiri.
Mayo 30
De día llegamos a la línea del ferrocarril, encontrándonos con que no existía el camino señalado que nos debía llevar a Michuri.
Buscando, se encontró a 500 ms. del cruce un camino recto, petrolero y la vanguardia siguió por él en jeep. Cuando Antonio se
retiraba, un jovencito venía con una escopeta y un perro por la vía y al darle el alto huyó. Ante esa noticia, dejé a Antonio emboscado a
la entrada del camino y nosotros nos apartamos unos 500 ms. A las 11.45 apareció Miguel con la noticia de que había caminado 12
Kms. con rumbo este sin encontrar casa ni agua; sólo un camino que apartaba al norte. Le di orden de explorar con tres hombres en el
jeep ese camino hasta 10 kms. al norte y volver antes del anochecer. A las 15, cuando dormía plácidamente, me despertó un tiroteo de
la emboscada. Pronto llegaron las noticias: el ejército había avanzado y cayó en la trampa. 3 muertos y un herido parece ser el saldo.
Actuaron: Antonio, Arturo, Ñato, Luis, Willy y Raúl; este último flojo. Nos retiramos a pie caminando los 12 kms. hasta el cruce sin
encontrar a Miguel en este punto, tuvimos noticias de que el jeep se encangrejaba por falta de agua. A unos 3 kms. de allí lo
encontramos: orinamos todos en él y con una cantimplora de agua pudimos llegar al punto máximo alcanzado, donde esperaban Julio y
Pablo. A las 2, ya estaba todo el mundo reunido allí, alrededor de un fuego en el que asamos 3 pavos y freímos la carne de puerco.
Guardamos un animal para que tome agua en las aguadas, por las dudas.
Estamos bajando: desde 750 ms. llegamos ahora a 650 ms.
Mayo 31
El jeep seguía braveando con sus orines y alguna cantimplora de agua. Sucedieron dos hechos que cambiaron el ritmo: el camino con
rumbo norte se acabó, por lo que Miguel suspendió la marcha y uno de los grupos de seguridad detuvo en un camino lateral al
campesino Gregorio Vargas, que venía en su bicicleta a preparar unas trampas, su oficio. La actitud del hombre no era del todo clara
pero dio valiosas informaciones sobre las aguadas. Una de ellas nos quedaba atrás y mandé a un grupo a buscar agua y cocinar. Con él
como guía; cuando estaban llegando, avistaron dos camiones del ejército y se les hizo una emboscada apresurada, tumbando, al parecer,
dos hombres. El Ñato, al fallarle la primera bala de salva de su granada antitanque, le puso una de guerra y el aparato le explotó en las
narices, sin hacerle nada personalmente, pero destruyendo el trombón. Seguimos retirándonos, sin hostigamiento de la aviación,
caminando unos 15 kms. antes de encontrar la segunda aguada, ya de noche. El jeep dio sus últimos estertores por falta de gasolina y
recalentamiento. Pasamos la noche comiendo. El Ejército dio un comunicado reconociendo un subteniente y un soldado muertos en el
día de ayer y atribuyéndonos muertos «vistos». Para mañana, tengo la intención de cruzar la línea férrea, buscando las montañas. h - 620
m.
Resumen del mes
El punto negativo es la imposibilidad de hacer contacto con Joaquín, pese a nuestro peregrinar por las serranías. Hay indicios de que
éste se ha movido hacia el norte.
Desde el punto de vista militar, tres nuevos combates, causándoles bajas al Ejército y sin sufrir ninguna, además de las penetraciones en
Pirirenda y Caraguatarenda, indican el buen éxito. Los perros se han declarado incompetentes y son retirados de la circulación.
Las características más importantes son:
1°) Falta total de contacto con Manila, la Paz, y Joaquín, lo que nos reduce a los 25 hombres que constituyen el grupo.
2°) Falta completa de incorporación campesina, aunque nos van perdiendo el miedo y se logra la admiración de los campesinos. Es una
tarea lenta y paciente.
3°) El partido, a través de Kolle, ofrece su colaboración, al parecer, sin reservas.
4°) El clamoreo del caso Debray ha dado más beligerancia a nuestro movimiento que 10 combates victoriosos.
5°) La guerrilla va adquiriendo una moral prepotente y segura que, bien administrada, es una garantía de éxito.
6°) El Ejército sigue sin organizarse y su técnica no mejora substancialmente.
Noticia del mes: el apresamiento y fuga del Loro, que ahora deberá incorporarse o dirigirse a la Paz a hacer contacto.
El Ejército dio el parte de la detención de todos los campesinos que colaboraron con nosotros en la zona de Masicuri: ahora viene una
etapa en la que el terror sobre los campesinos se ejercerá desde ambas partes, aunque con calidades diferentes; nuestro triunfo
significará el cambio cualitativo necesario para su salto en el desarrollo.
Diario en Bolivia
Junio 1967
Junio 1
Envié la vanguardia a apostarse en el camino y hacer una exploración hasta el cruce del camino petrolero, a unos 3 kms. La aviación
comenzó a moverse por la zona, de acuerdo con la información de la radio en el sentido de que el mal tiempo había dificultado las
acciones los días anteriores y ahora las reiniciarían. Dieron un parte extraño sobre dos muertos y tres heridos, que no se sabe si son los
viejos o nuevos. Después de comer, a las 5, salimos rumbo a la vía. Fueron 7-8 kms. hechos sin novedad, caminamos 1 1/2 por la vía y
tomamos un callejón abandonado que nos debe llevar a un chaco 7 kms., pero ya estaba todo el mundo cansado y nos dormimos a mitad
del camino. En todo el trayecto, sólo se escuchó un tiro lejano. h - 880 m.
Junio 2
h - 800.
Se cumplieron los 7 kms. previstos por Gregorio y llegamos al chaco, allí cogimos un chancho robusto y lo matamos, pero en ese
momento aparecieron el vaquero de Braulio Robles, su hijo y dos peones, uno de los cuales resultó ser un «achacao» [achacao: en
Bolivia, hijo de la mujer, hijastro] del dueño, Symuní. En sus caballos transportamos los 3 kms. hasta el arroyo, al chancho
descuartizado y allí los retuvimos, mientras escondíamos a Gregorio, cuya desaparición se conocía. Casi al llegar al centro, pasó un
camión del ejército con dos soldaditos y unos turriles, un bocado fácil, pero era día de holgorio y puerco. Pasamos la noche cocinando
y a las 3.30 soltamos los cuatro guajiros, pagándole $10 a cada uno por su día. A las 4.30 se iba Gregorio, que esperó comida y
reenganche y recibió $100. El agua del arroyo es amarga.
Junio 3
Salimos a las 6.30 por la margen izquierda del arroyo caminando hasta las 12, hora en que se mandó a Benigno y Ricardo de
exploración al camino, encontrando un buen lugar para emboscada. A las 13 ocupamos posiciones, Ricardo y yo con un grupo cada uno
en el centro, Pombo en un extremo y Miguel, con toda la vanguardia en el punto ideal. A las 14.30 pasó un camión con chanchos que
dejamos pasar, a las 16.20 una camioneta con botellas vacías y a las 17 un camión del ejército, el mismo de ayer, con dos soldaditos
envueltos en frazada en la cama del vehículo. No tuve coraje para tirarles y no me funcionó el cerebro lo suficientemente rápido como
para detenerlo, lo dejamos pasar. A las 18 levantamos la emboscada y seguimos camino abajo hasta encontrar el arroyo de nuevo.
Apenas llegados pasaron 4 camiones en fila y luego 3 más al parecer sin ejército.
Junio 4
Seguimos caminando por la margen del arroyo, con la intención de hacer otra emboscada si las condiciones se presentaban, pero
apareció una senda que nos llevaba al oeste y la tomamos; luego siguió por un cauce seco y tomó rumbo al sur. A las 14.45 paramos a
hacer café y avena. En un charquito de agua fangosa, pero se demoró mucho y acampamos allí mismo. Por la noche se desató el surazo
con agua finita toda la noche.
Junio 5
Dejamos la senda y fuimos partiendo monte bajo el «chinchín» constante del surazo.
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Agosto 1967
Agosto 1
Día tranquilo: Miguel y Camba iniciaron la senda pero avanzaron poco más de un kilómetro debido a las dificultades del terreno y la
vegetación. Matamos un potro bellaco que nos debe dar carne para 5-6 días. Se hicieron las trincheritas para tender una emboscada al
Ejército si viniera por aquí. La idea es dejarlos pasar si vinieran mañana o pasado y no descubrieran el campamento y meterles bala
después. h - 650 m.
Agosto 2
La senda parece haber avanzado bien gracias a Benigno y Pablo que la siguieron. Tardaron casi dos horas en llegar de vuelta al
campamento desde la punta del camino. No dan noticias nuestras por la radio, luego de anunciar el traslado del cadáver de un
«antisocial». El asma me sonó muy duro y ya agoté la última inyección antiasmática; no quedan sino tabletas para unos 10 días.
Agosto 3
Lo del camino resultó un fiasco; Miguel y Urbano tardaron 57 minutos en regresar hoy; se avanza muy lentamente. No hay noticias.
Pacho se recupera bien, yo, en cambio estoy mal; el día y la noche estuvieron duros para mí y no se vislumbra salida a corto plazo.
Probé la inyección endovenosa de novocaína sin resultado.
Agosto 4
La gente llegó a un cañón que toma rumbo suroeste y puede ser que desagüe en los arroyos que van al Río Grande. Para mañana irán dos
parejas a chapear y Miguel subirá por el nuestro a explorar lo que parecen ser chacos viejos. Mi asma mejoró algo.
Agosto 5
Benigno, Camba, Urbano y León se repartieron en parejas para avanzar más, pero fueron a dar a un arroyo que desagua en el Rosita y
hay seguido a campo traviesa. Miguel fue a explorar el chaco pero no lo encontró. Se acabó la carne de caballo; mañana trataremos de
pescar y pasado mañana sacrificaremos otro bicho. Mañana avanzaremos hasta la nueva aguada. Mi asma estuvo implacable; a pesar de
mi repugnancia a la separación, tendré que mandar un grupo por delante; Benigno y Julio se ofrecieron de voluntarios; falta examinar la
disposición del Ñato.
Agosto 6
Se hizo el traslado de campamento; desgraciadamente no eran 3 horas de camino sino una, lo que indica que todavía estamos lejos.
Benigno, Urbano, Camba y León siguieron macheteando, mientras Miguel y Aniceto salían a explorar el nuevo arroyo hasta su
confluencia con el Rosita. A la noche no había retornado por lo que se tomaron precauciones, máxime que yo había oído algo así como
un morterazo lejano. Inti, Chapaco y luego yo, dijimos algunas palabras referentes al día de hoy, de la Independencia Boliviana. h- 720.
Agosto 7
A las 11 de la mañana había dado por perdidos a Miguel y Aniceto, habiéndole ordenado a Benigno que avanzara con muchas
precauciones hasta la desembocadura en el Rosita e investigara un poco la dirección que tomaron, si es que habían llegado hasta allí.
Sin embargo a las 13 aparecieron los perdidos, que simplemente encontraron dificultades en el camino y se les hizo noche sin llegar al
Rosita. Fue un trago amargo el que me hizo pasar Miguel. Permanecimos en el mismo sitio pero los chapeadores encontraron otro
arroyo y hacia él nos trasladaremos mañana. Hoy murió Anselmo, el caballo viejo y ya no nos queda más que uno de carga; mi asma
sigue sin variantes, pero las medicinas se acaban. Mañana tomaré una decisión sobre el envío de un grupo al Ñacahuazu.
Hoy se cumplen 9 meses exactos de la constitución de la guerrilla con nuestra llegada. De los 6 primeros, dos están muertos, uno
desaparecido y dos heridos; yo con asma que no sé cómo cortarla.
Agosto 8
Caminamos algo así como una hora efectiva, que para mi fueron dos por el cansancio de la yegüita; en una de ésas, le metí un cuchillazo
en el cuello abriéndole una buena herida. El nuevo campamento debe ser el último con agua hasta la llegada al Rosita o al Río Grande;
los macheteros están a 40 minutos de aquí (2-3 kms.). Designé un grupo de 8 hombres para cumplir la siguiente misión: Salen mañana
de aquí caminando todo el día; al día siguiente, Camba retorna con las noticias de lo que hay; al otro día, retornan Pablito y Darío con
las noticias de ese día; los 5 restantes siguen hasta la casa de Vargas y allí retornan Coco y Aniceto con la noticia de cómo está la cosa;
Benigno, Julio y el Ñato siguen el Ñacahuazu para buscar medicinas mías. Deben ir con mucho cuidado para evitar emboscadas;
nosotros los seguiremos y los puntos de reunión son: la casa de Vargas o más arriba, según nuestra velocidad, el arroyo que está frente
a la cueva en el Río Grande, el Masicuru (Honorato) o el Ñacahuazu. Hay una noticia del ejército en el sentido de haber descubierto un
depósito de armas en uno de nuestros campamentos.
Por la noche reuní a todo el mundo haciéndole la siguiente descarga: Estamos en una situación difícil; el Pacho se recupera pero yo
soy una piltrafa humana y el episodio de la yegüita prueba que en algunos momentos he llegado a perder el control; eso se modificará
pero la situación debe pesar exactamente sobre todos y quien no se sienta capaz de sobrellevarla debe decirlo. Es uno de los momentos
en que hay que tomar decisiones grandes; este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el escalón más
alto de la especie humana, pero también nos permite graduarnos de hombres; los que no puedan alcanzar ninguno de estos dos estadíos
deben decirlo y dejar la lucha. Todos los cubanos y algunos bolivianos plantearon seguir hasta el final; Eustaquio hizo lo mismo pero
planteó una crítica a Muganga por llevar su mochila en el mulo y no cargar leña, lo que provocó una respuesta airada de éste; Julio
fustigó a Moro y a Pacho por parecidas circunstancias, y una nueva respuesta airada, esta vez de Pacho. Cerré la discusión diciendo que
aquí se debatían dos cosas de muy distinta jerarquía: una era si se estaba o no dispuesto a seguir; la otra era de pequeñas rencillas o
problemas internos de la guerrilla, lo que le quitaba grandeza a la decisión mayor. No me gustaba el planteamiento de Eustaquio y Julio
pero tampoco la respuesta de Moro y Pacho, en definitiva, tenemos que ser más revolucionarios y ser ejemplo.
Agosto 9
h - 780.
Salieron por la mañana los 8 exploradores. Los macheteros, Miguel, Urbano y León se alejaron 50 minutos más del campamento. Me
abrieron un ántrax en el talón, lo que me permite apoyar el pie, pero todavía muy dolorido y con fiebre. Pacho, muy bien.
Agosto 10
Antonio y Chapaco salieron de caza hacia atrás logrando una urina o guaso y una pava; exploraron el primer campamento donde no hay
novedad y trajeron una carga de naranjas. Comí dos y me dio asma inmediatamente, pero poca. A las 13.30 llegó Camba, uno de los 8
con las siguientes noticias: ayer durmieron sin agua y hoy siguieron hasta las 9 sin hallarla. Benigno ha reconocido el lugar y se tirará
hacia el Rosita para lograr agua, Pablo y Darío volverán en caso de llegar al agua.
Largo discurso de Fidel en que arremete contra los partidos tradicionales y, sobre todo, contra el venezolano; parece que la bronca
entre bastidores fue grande. Me volvieron a curar el pie; estoy mejorando, pero no estoy bien. Con todo, mañana debemos partir para
acercar más nuestra base a los macheteros que sólo avanzaron 35 minutos en el día.
Agosto 11
Los chapeadores avanzan muy lentamente. A las 16 llegaron Pablo y Darío con nota de Benigno en la que anuncia que está cerca del
Rosita y que calcula 3 días más a casa de Vargas. Pablito salió a las 8,15 de la aguada donde pernoctaron y a las 15 aproximadamente
topó con Miguel, de modo que falta harto para llegar. Parece que la pava me hace mal para el asma, pues me dio un poco y se la regalé a
Pacho. Cambiamos campamento para situarnos en un nuevo arroyo que desaparece a medio día y reaparece a media noche. Llovió y no
hace frío, mucho marigüi. h - 740 m.
Agosto 12
Día gris. Los macheteros avanzaron poco. Aquí no hubo novedad ni mucha comida; mañana sacrificaremos otro caballo que deberá
durar 6 días. Mi asma está estacionada a un nivel conveniente. Barrientos anunció el ocaso de los guerrilleros y volvió a amenazar con
una intervención en Cuba; fue tan estúpido como siempre.
La radio anunció un combate cerca de Monteagudo con el resultado de un muerto de parte nuestra: Antonio Fernández, de Tarata. Se
parece bastante al nombre real de Pedro, que es de Tarata.
Agosto 13
Miguel, Urbano, León y Camba salieron para acampar en la aguada descubierta por Benigno y avanzar desde allí. Llevan comida para 3
días, vale decir, trozos del caballo de Pacho, sacrificado hoy. Quedan 4 animales y todo parece indicar que habrá que sacrificar otro
antes de llegar a la comida. Si todo ha marchado bien, Coco y Aniceto deben llegar aquí mañana. Arturo cazó dos pavas que me fueron
adjudicadas en razón de que ya casi no queda maíz. El Chapaco está dando pruebas crecientes de desequilibrio, Pacho mejora a buen
ritmo y mi asma tiene tendencias a aumentar desde ayer; ahora tomo 3 tabletas al día. El pie está casi bien.
Agosto 14
Día negro. Fue gris en las actividades y no hubo ninguna novedad, pero a la noche el noticiero dio noticias de la toma de la cueva
adonde iban los enviados, con señales tan precisas que no es posible dudar. Ahora estoy condenado a padecer asma por un tiempo no
definible. También nos tomaron documentos de todo tipo y fotografías. Es el golpe más duro que nos hayan dado; alguien habló.
¿Quién?, es la incógnita.
Agosto 15
Temprano envié a Pablito con un mensaje a Miguel para que dispusiera dos hombres en busca de Benigno, siempre que Coco y Aniceto
no hubieran llegado, pero se topó con ellos por el camino y volvieron los tres. Miguel mandaba decir que se iba a quedar donde lo
sorprendiera la noche y que le mandara un poco de agua. Se envió a Darío, con la advertencia de que mañana temprano saldremos de
todas maneras, pero ahora se cruzó con León que venía a avisar que estaba completo el camino.
Una emisora de Santa Cruz informó, de pasada, de dos prisioneros hechos por el Ejército al grupo de Muyupampa que, ya no cabe duda,
es el de Joaquín y debe estar muy acosado, amén de que esos dos prisioneros hablaron. Hizo frío pero no pasé una noche mala; hay que
abrirme otro absceso en el mismo pie. Pacho está dado de alta.
Se anunció otro choque en Chuyuyako sin bajas para el ejército.
Agosto 16
Caminamos efectivamente 3.40 horas y una de descanso, por un camino relativamente bueno; la mula me sacó limpio de la montura al
pincharse con un palo pero no me hice nada; el pie mejora. Miguel, Urbano y Camba siguieron el macheteo y llegaron al Rosita. Hoy
era el día en que debían llegar a la cueva Benigno y sus compañeros y los aviones volaron varias veces por la zona. Puede deberse a
alguna huella que ellos hayan dejado cerca de Vargas o a una tropa que esté bajando por el Rosita o avanzando por el Río Grande. Por la
noche previne a la gente sobre el peligro del cruce y se tomaron previsiones para mañana. h - 600 m.
Agosto 17
Salimos temprano llegando al Rosita a las 9. Allí Coco creyó oír dos tiros y se dejó una emboscada, pero no hubo novedad. El resto del
camino fue lento por continuas pérdidas y malas interpretaciones, llegando al Río Grande a las 16.30 y acampando allí. Pensaba seguir
con la luna, pero la gente venía muy cansada. Nos queda carne de caballo para dos días, racionada; a mí, mote para uno. Habrá que
sacrificar otro animal, según todos los indicios. La radio anunció que presentará documentos y pruebas de las 4 cuevas del Ñacahuazu,
lo que indica que también cayó la de los monos. El asma me trató bastante bien, dadas las circunstancias. h - 640 m. (una cosa ilógica,
si se considera que ayer fueron 600).
Agosto 18
Salimos más temprano que de costumbre, pero hubo que pasar cuatro vados, uno de ellos poco profundo y hacer sendas en algunos
puntos. Por todo ello, llegamos a las 14 al arroyo y la gente quedó como muerta, descansando. No hubo más actividad. Hay nubes de
nibarigüises por la zona y sigue el frío por las noches. Inti me planteó que Camba quiere irse; según el, sus condiciones físicas no le
permiten seguir, además no ve perspectiva a la lucha. Naturalmente, es un caso típico de cobardía y es un saneamiento dejarlo ir, pero
ahora conoce nuestra ruta futura para tratar de unirnos a Joaquín y no puede salir. Mañana hablaré con él y con Chapaco. h - 680 m.
Agosto 19
Miguel, Coco, Inti y Aniceto salieron a explorar para tratar de encontrar el mejor camino a casa de Vargas donde parece haber un
destacamento, pero no hay nada nuevo y parece que debemos seguir la senda vieja. Arturo y Chapaco fueron a cazar y lograron una urina
y el mismo Arturo, estando de posta con Urbano cazó un anta, lo que puso en tensión al campamento pues fueron 7 tiros. El animal dará
carne para 4 días, uno la urina y hay una reserva de frijoles y sardinas; total, 6 días. Parece que el caballo blanco, el siguiente en la lista
tiene chance de salvarse. Hablé con Camba, manifestándole que no se podrá salir hasta que se defina nuestro próximo paso que es la
reunión con Joaquín. Chapaco manifestó que no se iría pues eso es una cobardía, pero que quiere una esperanza de poder salir dentro de
6 meses-1 año; se la di, habló una serie de cosas inconexas. No está bien.
Las noticias están llenas de Debray, de los otros acusados ni se habla. Ninguna noticia de Benigno; ya podría estar aquí.
Agosto 20
Los macheteros Miguel y Urbano, mis «obras públicas» Willy y Darío, avanzaron poco, por lo que resolvimos quedarnos otro día más
aquí mismo. Coco e Inti no cazaron nada, pero Chapaco cazó un mono y una urina. Yo comí urina y a la media noche me dio un fuerte
ataque de asma. El Médico sigue enfermo de un aparente lumbago con toma del estado general que lo convierte en un inválido. No hay
noticias de Benigno, a partir de este momento es de preocuparse.
La radio informa de la presencia de guerrilleros a 85 kilómetros de Sucre.
Agosto 21
Otro día más en el mismo lugar y otro día sin noticias de Benigno y sus compañeros. Se cazaron 5 monos: 4 Eustaquio como cazador y
1 Moro, al pasar cerca; éste sigue mal de su lumbago y se le puso una meperidina. Mi asma no funciona con la urina.
Agosto 22
Por fin nos movimos, pero antes hubo una alarma porque vieron un hombre que, al parecer, huía por la playa; resultó ser Urbano,
perdido. Le hice una anestesia regional al Médico y con eso pudo viajar, en la yegua, aunque llegó dolorido; parece un poco mejorado;
Pacho hizo el camino a pie. Hicimos campamento sobre la margen derecha y sólo falta un pedazo de macheteo para tener listo el
camino hasta casa de Vargas; nos queda carne de anta para mañana y pasado y a partir de mañana no se podrá cazar. No hay noticias de
Benigno, hace 10 días que se separaron de Coco. h - 580 m.
Agosto 23
El día fue muy trabajoso, pues hubo que bordear una faralla muy mala; el caballo blanco se negó a seguir y lo dejaron enterrado en el
fango, sin aprovecharle ni los huesos. Llegamos a una cabañita de cazadores con huellas de estar habitada recientemente, nos
emboscamos y al poco rato cayeron dos. Su coartada es que tienen 10 trampas puestas y salieron a revisarlas; según ellos, hay ejército
en casa de Vargas, en Tatarenda, Caraguatarenda, Ipitá, Yumon y hace un par de días hubo un encuentro en Caraguatarenda con un militar
herido. Puede ser Benigno empujado por el hambre o el cerco. Los hombres anunciaron que mañana vendría Ejército a pescar, vienen
en grupos de 15-20 hombres. Se distribuyó anta y algunos pescados que lograron con un cartucho, yo comí arroz, que me vino muy
bien; el Médico está algo mejor. Se anunció la postergación del juicio de Debray para setiembre. h - 580 m.
Agosto 24
La diana se dio a las 5.30 y nos encaminamos a la quebrada que pensábamos seguir. La vanguardia inició la marcha y había recorrido
algunos metros cuando aparecieron 3 campesinos por la otra banda, se llamó a Miguel con su gente y se emboscó todo el mundo,
apareciendo 8 soldados. Las instrucciones eran dejarlos cruzar el río por el vado que está enfrente y tirarles cuando estuvieran
llegando, pero los soldados no cruzaron; se limitaron a dar unas vueltas y pasaron junto a nuestros fusiles, sin que les tiráramos. Los
civiles presos, dicen no ser otra cosa que cazadores. Se envió a Miguel y Urbano con Camba y Darío y Hugo Guzmán, el cazador, para
que siguieran una senda que toma rumbo oeste, pero cuyo fin no se sabe cuál es. Nosotros permanecimos emboscados todo el día. Al
anochecer volvieron los macheteros con las trampas, un cóndor y un gato podrido, todo fue a parar adentro junto con el último pedazo
de anta; quedan los frijoles y lo que se cace. El Camba está llegando al último extremo de su degradación moral; ya tiembla ante el solo
anuncio de los guardias. El Médico sigue dolorido y administrándose talamonal; yo bastante bien pero con un hambre atroz. El Ejército
dio un parte comunicando haber logrado otra cueva y que hay dos heridos leves de su parte y «bajas de los guerrilleros». Radio Habana
da la noticia de un combate sin confirmar en Taparillas con un herido de parte del ejército.
Agosto 25
El día transcurre sin novedad. La diana se dio a las 5 y los macheteros salieron temprano; el Ejército, 7 hombres, llegó hasta algunos
pasos de nuestra posición pero no trataron de cruzar. Parecen estar llamando a los cazadores con sus tiros; mañana los atacaremos, si la
ocasión se presenta. La senda no avanzó lo suficiente pues Miguel mandó hacer una consulta con Urbano y éste la trasmitió mal y a una
hora en que no se podía hacer nada.
La radio anunció un combate en Monte Dorado, que parece ser la jurisdicción de Joaquín y la presencia de guerrilleros a 3 kms. de
Camiri.
Agosto 26
Todo salió mal: Vinieron los 7 hombres pero se repartieron, 5 río abajo y dos a cruzar, Antonio, que era responsable de la emboscada
tiró antes de tiempo y erró, permitiendo que los dos hombres salieran a la carrera a buscar refuerzos; los otros 5 se retiraron a la
carrera, a saltos, e Inti y Coco les cayeron atrás pero se parapetaron y los rechazaron. Mientras observaba la caza vi cómo le picaban las
balas cerca, por efecto de tiros de nuestro lado, salí corriendo y me encontré con que Eustaquio les estaba tirando, pues Antonio no le
había avisado nada. Tenía una furia tan grande que perdí el control y maltraté a Antonio.
Salimos con paso cansino, pues el Médico no da mucho, mientras el ejército, recuperado avanzaba por la isla de enfrente en número de
20-30; no valía la pena hacerle frente. Pueden tener hasta 2 heridos, máximo. Se distinguieron Coco e Inti por su decisión.
La cosa fue bien hasta que el Médico se agotó y comenzó a retrasar la marcha. A las 18.30 paramos sin haber alcanzado a Miguel, que
estaba no obstante, a escasos metros e hizo contacto con nosotros. Moro quedó en una quebrada sin poder subir el último tramo y
dormimos separados en 3 partes. No hay indicios de persecución. h - 900 m.
Agosto 27
El día transcurre en una desesperada búsqueda de salida, cuyo resultado no es claro todavía; estamos cerca del Río Grande y ya pasamos
Yumon, pero no hay nuevos vados, según noticias, de modo que se podría ir allí para seguir por el farallón de Miguel pero las mulas no
podrán hacerlo. Hay una posibilidad de cruzar una cadenita de montañas y seguir luego hacia Río Grande-Masicuri, pero sólo sabremos
mañana si es factible. Hemos cruzado altura de 1.300 ms., aproximadamente las alturas máximas de la zona y dormimos a 1.240 ms,
con bastante frío. Yo estoy muy bien, pero el Médico bastante mal y ya se acabó el agua, quedándole a él un poco.
La noticia buena, o el acontecimiento bueno, fue la aparición de Benigno, Ñato y Julio. Su odisea fue grande pues hay soldados en
Vargas y Yumon y casi chocan con ellos, luego siguieron una tropa que bajó por el Saladillo y subió por el Ñacahuasu y se encontraron
con que el arroyo del Congrí tiene 3 subidas hechas por los soldados. La cueva del Oso, adonde llegaron el día 18, es un campamento
antiguerrillero que tiene como 150 soldados, casi fueron sorprendidos allí pero lograron retornar sin ser vistos. Estuvieron en el chaco
del abuelo, donde consiguieron jocos, lo único que hay, pues está abandonado todo y pasaron nuevamente entre los soldados,
escuchando el tiroteo nuestro y quedándose a dormir cerca para seguir luego nuestras huellas hasta alcanzarnos. Según Benigno, el
Ñato se portó muy bien pero Julio se perdió 2 veces y le tenía un poco de miedo a los soldados. Benigno opina que alguna gente de
Joaquín anduvo por allí hace unos días.
Agosto 28
Día gris y algo angustioso. Mitigamos la sed con panes de caracoré [caracoré: higo chumbo], que es más bien un engañito a la garganta.
Miguel envió a Pablito solo con uno de los cazadores a buscar agua, y para más, con sólo un revolvito. A las 16.30 no había llegado y
envié a Coco y Aniceto a buscarlo; no regresaron en toda la noche. La retaguardia quedó en el lugar del descenso y no se pudo escuchar
radio; parece que hay un nuevo mensaje. Por fin, se sacrificó la yegüita, luego de acompañarnos dos penosos meses; hice todo lo
posible por salvarla, pero el hambre arreciaba y, por lo menos, ahora sólo se sufre sed. Parece que mañana tampoco llegaremos al agua.
La radio dio la información de un soldado herido en la zona de Tatarenda. La incógnita para mí es ésta: ¿Por qué, si son tan
escrupulosos en anunciar sus bajas, van a mentir en el resto de los partes?, y, si no mienten, ¿quiénes son los que les están haciendo
bajas en lugares tan apartados como Caraguatarenda y Taperillas? Salvo que Joaquín esté dividido en dos partes o existen nuevos focos
independientes. h - 1.200 m.
Agosto 29
Día pesado y bastante angustioso. Los macheteros avanzaron muy poco y en una oportunidad equivocaron la ruta creyendo ir hacia el
Masicuri. Hicimos campamento a 1.600 ms. de altura, en un lugar relativamente húmedo que tiene una cañita cuya pulpa mitiga la sed.
Algunos compañeros: Chapaco, Eustaquio, Chino, se están desmoronando por falta de agua. Mañana habrá que enderezar adonde ésta se
vea más cerca. Los muleros aguantan bastante bien.
Por la radio no hubo grandes noticias; lo más es el juicio de Debray que se prolonga de una semana a otra.
Agosto 30
Ya la situación se tornaba angustiosa; los macheteros sufrían desmayos, Miguel y Darío se tomaban los orines y otro tanto hacía el
Chino, con resultados nefastos de diarreas y calambres. Urbano, Benigno y Julio bajaron a un cañón y encontraron agua. Me avisaron
que los mulos no podían bajar, y decidí quedarme con el Ñato, pero Inti subió nuevamente con agua y quedamos los 3, comiendo yegua.
La radio quedó abajo de manera que no hubieron noticias. h - 1.200 m.
Agosto 31
Por la mañana salieron de exploración hacia abajo Aniceto y León, volviendo a las 16 horas con la noticia de que había paso para los
mulos del campamento del agua en adelante; lo feo estaba antes, pero yo lo vi y sí pueden pasar los animales, de modo que ordené a
Miguel que mañana nos haga un desvío en la última faralla y siga abriendo camino hacia adelante, que nosotros bajaremos las mulas.
Hay mensaje de Manila pero no se pudo copiar.
Resumen del mes
Fue, sin lugar a dudas, el mes más malo que hemos tenido en lo que va de guerra. La pérdida de todas las cuevas con sus documentos y
medicamentos fue un golpe duro, sobre todo psicológico. La pérdida de 2 hombres en las postrimerías del mes, y la subsiguiente
marcha a carne de caballo desmoralizó a la gente, planteándose el primer caso de abandono, el Camba, lo que no constituye sino una
ganancia neta, pero no en esta circunstancia. La falta de contacto con el exterior y con Joaquín y el hecho de que prisioneros hechos a
éste hayan hablado, también desmoralizó un poco a la tropa. Mi enfermedad sembró la incertidumbre en varios más y todo esto se
reflejó en nuestro único encuentro, en que debíamos haber causado varias bajas al enemigo y sólo le hicimos un herido. Por otra parte
la difícil marcha por las lomas sin agua, hizo salir a flote algunos rasgos negativos de la gente.
Las características más importantes:
1°) Seguimos sin contacto de ninguna especie y sin razonable esperanza de establecerlo en fecha próxima.
2°) Seguimos sin incorporación campesina, cosa lógica además si se tiene en cuenta el poco trato que hemos tenido con estos en los
últimos tiempos.
3°) Hay un decaimiento, espero que momentáneo, de la moral combativa.
4°) El ejército no aumenta su efectividad ni acometividad.
Estamos en un momento de baja de nuestra moral y de nuestra leyenda revolucionaria. Las tareas más urgentes siguen siendo las
mismas del mes pasado, a saber: Restablecer los contactos, incorporar combatientes, abastecernos de medicina y equipo.
Hay que considerar que despuntan cada vez más firmemente como cuadros revolucionarios y militares Inti y Coco.
Diario en Bolivia
Septiembre 1967
Septiembre 1
Temprano bajamos las mulas, tras algunas peripecias que incluyeron espectacular desbarranque del macho. El Médico no se halla
repuesto pero yo sí y camino perfectamente llevando a la mula. El camino se extendió más de lo pensado y sólo a las 18.15 caímos en
la cuenta de que estábamos en el arroyo de casa de Honorato. Miguel siguió a toda velocidad pero sólo llegó al camino real y ya era
completamente de noche: Benigno y Urbano avanzaron con precaución y no notaron nada anormal, por lo que tomó la casa que estaba
vacía, pero se había aumentado en varios barracones para el Ejército, a la sazón abandonadas. Encontramos harina, manteca, sal y chivos,
matando a dos, los que configuraron un festín junto con la harina, aunque la cocinada nos consumió toda la noche a la espectativa. Por
la madrugada nos retiramos dejando posta en la casita y en la entrada del camino. h - 740 m.
Septiembre 2
Temprano en la mañana nos retiramos hasta los chacos, dejando una emboscada en la casa, a cargo de Miguel y con Coco, Pablo y
Benigno. Del otro lado quedó una posta. A las 8 Coco vino a avisar que había pasado un arriero a buscar a Honorato; son 4 y se le
ordenó que hiciera pasar a los otros 3. Todo esto tardó, pues había una hora de nuestro punto a la casa. A las 13:30 sonaron varios
disparos y luego se supo que venía un campesino con un soldado y un caballo, Chino, que estaba de posta junto con Pombo y Eustaquio,
lanzó un grito: Un soldado, y palanqueó el fusil; el soldado le tiró y salió huyendo y Pombo tiró, matando el caballo. Mi bronca fue
espectacular, pues es ya el colmo de la incapacidad; el pobre Chino está anonadado. Liberamos a los 4, que en el interín habían pasado y
a los dos prisioneros nuestros enviando todo el mundo Masicuri arriba. A los arrieros se les compró un torete en $700 y a Hugo se le
dio $100 por su trabajo y $50 por algunas cosas que se le cogieron. El caballo muerto resultó ser uno que habían dejado en casa de
Honorato porque estaba baldado. Los arrieros contaron que la mujer de Honorato se había quejado del ejército por los golpes que le
habían propinado al marido y porque se comieron todo lo que tenía. Cuando los arrieros pasaron, hace 8 días, Honorato estaba en Valle
Grande reponiéndose de una mordedura de tigre. De todas maneras, alguien había en la casa, ya que se encontró fuego encendido
cuando llegamos. Debido al error del Chino, decidí salir por la noche con el mismo rumbo que los arrieros y tratar de llegar a la
primera casa, presumiendo que los soldados fueran pocos y hubieran seguido la retirada, pero salimos muy tarde y sólo cruzamos el
vado a las 3.45 hs. sin encontrar la casa y dormimos en una senda de vaca esperando el día.
La radio trajo una noticia fea sobre el aniquilamiento de un grupo de 10 hombres dirigidos por un cubano llamado Joaquín en la zona de
Camiri; sin embargo, la noticia la dio la voz de las Américas y las emisoras locales no han dicho nada.
Septiembre 3
Como corresponde al día domingo, hubo choque. Al amanecer buscamos Masicuri abajo hasta la desembocadura y luego subimos algo
por el Río Grande; a las 13 horas salieron Inti, Coco, Benigno, Pablito, Julio y León para tratar de llegar a la casa, si no estaba el
Ejército y comprar las mercancías que hagan más pasable nuestra vida. Primero el grupo capturó 2 peones quienes dijeron que no
estaba el dueño ni había soldados y que se podía conseguir bastantes víveres. Otras informaciones: ayer pasaron a galope 5 soldados sin
parar en la casa. Honorato pasó hace dos días para su casa con dos de sus hijos. Al llegar a la casa del latifundista, se encontraron con
que 40 soldados acababan de llegar, produciéndose un encuentro confuso en el que los nuestros mataron por lo menos un soldado, el
que traía un perro; los soldados reaccionaron y los rodearon, pero luego se retiraron ante los gritos; no se pudo coger ni un grano de
arroz. El avión voló por la zona y tiró unos cohetecitos, aparentemente por el Ñacahuazu. Otra información de los campesinos: por esta
zona no han visto guerrilleros y la primera información la tuvieron por los arrieros que pasaron ayer.
Otra vez la voz de los Estados Unidos dio un informe sobre combates con el Ejército y esta vez nombró a José Carrillo como único
sobreviviente de un grupo de 10 hombres. Como este Carrillo es Paco, uno de la resaca y el aniquilamiento se produjo en Masicuri,
todo parece indicar que es un
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Agosto 1967
Agosto 1
Día tranquilo: Miguel y Camba iniciaron la senda pero avanzaron poco más de un kilómetro debido a las dificultades del terreno y la
vegetación. Matamos un potro bellaco que nos debe dar carne para 5-6 días. Se hicieron las trincheritas para tender una emboscada al
Ejército si viniera por aquí. La idea es dejarlos pasar si vinieran mañana o pasado y no descubrieran el campamento y meterles bala
después. h - 650 m.
Agosto 2
La senda parece haber avanzado bien gracias a Benigno y Pablo que la siguieron. Tardaron casi dos horas en llegar de vuelta al
campamento desde la punta del camino. No dan noticias nuestras por la radio, luego de anunciar el traslado del cadáver de un
«antisocial». El asma me sonó muy duro y ya agoté la última inyección antiasmática; no quedan sino tabletas para unos 10 días.
Agosto 3
Lo del camino resultó un fiasco; Miguel y Urbano tardaron 57 minutos en regresar hoy; se avanza muy lentamente. No hay noticias.
Pacho se recupera bien, yo, en cambio estoy mal; el día y la noche estuvieron duros para mí y no se vislumbra salida a corto plazo.
Probé la inyección endovenosa de novocaína sin resultado.
Agosto 4
La gente llegó a un cañón que toma rumbo suroeste y puede ser que desagüe en los arroyos que van al Río Grande. Para mañana irán dos
parejas a chapear y Miguel subirá por el nuestro a explorar lo que parecen ser chacos viejos. Mi asma mejoró algo.
Agosto 5
Benigno, Camba, Urbano y León se repartieron en parejas para avanzar más, pero fueron a dar a un arroyo que desagua en el Rosita y
hay seguido a campo traviesa. Miguel fue a explorar el chaco pero no lo encontró. Se acabó la carne de caballo; mañana trataremos de
pescar y pasado mañana sacrificaremos otro bicho. Mañana avanzaremos hasta la nueva aguada. Mi asma estuvo implacable; a pesar de
mi repugnancia a la separación, tendré que mandar un grupo por delante; Benigno y Julio se ofrecieron de voluntarios; falta examinar la
disposición del Ñato.
Agosto 6
Se hizo el traslado de campamento; desgraciadamente no eran 3 horas de camino sino una, lo que indica que todavía estamos lejos.
Benigno, Urbano, Camba y León siguieron macheteando, mientras Miguel y Aniceto salían a explorar el nuevo arroyo hasta su
confluencia con el Rosita. A la noche no había retornado por lo que se tomaron precauciones, máxime que yo había oído algo así como
un morterazo lejano. Inti, Chapaco y luego yo, dijimos algunas palabras referentes al día de hoy, de la Independencia Boliviana. h- 720.
Agosto 7
A las 11 de la mañana había dado por perdidos a Miguel y Aniceto, habiéndole ordenado a Benigno que avanzara con muchas
precauciones hasta la desembocadura en el Rosita e investigara un poco la dirección que tomaron, si es que habían llegado hasta allí.
Sin embargo a las 13 aparecieron los perdidos, que simplemente encontraron dificultades en el camino y se les hizo noche sin llegar al
Rosita. Fue un trago amargo el que me hizo pasar Miguel. Permanecimos en el mismo sitio pero los chapeadores encontraron otro
arroyo y hacia él nos trasladaremos mañana. Hoy murió Anselmo, el caballo viejo y ya no nos queda más que uno de carga; mi asma
sigue sin variantes, pero las medicinas se acaban. Mañana tomaré una decisión sobre el envío de un grupo al Ñacahuazu.
Hoy se cumplen 9 meses exactos de la constitución de la guerrilla con nuestra llegada. De los 6 primeros, dos están muertos, uno
desaparecido y dos heridos; yo con asma que no sé cómo cortarla.
Agosto 8
Caminamos algo así como una hora efectiva, que para mi fueron dos por el cansancio de la yegüita; en una de ésas, le metí un cuchillazo
en el cuello abriéndole una buena herida. El nuevo campamento debe ser el último con agua hasta la llegada al Rosita o al Río Grande;
los macheteros están a 40 minutos de aquí (2-3 kms.). Designé un grupo de 8 hombres para cumplir la siguiente misión: Salen mañana
de aquí caminando todo el día; al día siguiente, Camba retorna con las noticias de lo que hay; al otro día, retornan Pablito y Darío con
las noticias de ese día; los 5 restantes siguen hasta la casa de Vargas y allí retornan Coco y Aniceto con la noticia de cómo está la cosa;
Benigno, Julio y el Ñato siguen el Ñacahuazu para buscar medicinas mías. Deben ir con mucho cuidado para evitar emboscadas;
nosotros los seguiremos y los puntos de reunión son: la casa de Vargas o más arriba, según nuestra velocidad, el arroyo que está frente
a la cueva en el Río Grande, el Masicuru (Honorato) o el Ñacahuazu. Hay una noticia del ejército en el sentido de haber descubierto un
depósito de armas en uno de nuestros campamentos.
Por la noche reuní a todo el mundo haciéndole la siguiente descarga: Estamos en una situación difícil; el Pacho se recupera pero yo
soy una piltrafa humana y el episodio de la yegüita prueba que en algunos momentos he llegado a perder el control; eso se modificará
pero la situación debe pesar exactamente sobre todos y quien no se sienta capaz de sobrellevarla debe decirlo. Es uno de los momentos
en que hay que tomar decisiones grandes; este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el escalón más
alto de la especie humana, pero también nos permite graduarnos de hombres; los que no puedan alcanzar ninguno de estos dos estadíos
deben decirlo y dejar la lucha. Todos los cubanos y algunos bolivianos plantearon seguir hasta el final; Eustaquio hizo lo mismo pero
planteó una crítica a Muganga por llevar su mochila en el mulo y no cargar leña, lo que provocó una respuesta airada de éste; Julio
fustigó a Moro y a Pacho por parecidas circunstancias, y una nueva respuesta airada, esta vez de Pacho. Cerré la discusión diciendo que
aquí se debatían dos cosas de muy distinta jerarquía: una era si se estaba o no dispuesto a seguir; la otra era de pequeñas rencillas o
problemas internos de la guerrilla, lo que le quitaba grandeza a la decisión mayor. No me gustaba el planteamiento de Eustaquio y Julio
pero tampoco la respuesta de Moro y Pacho, en definitiva, tenemos que ser más revolucionarios y ser ejemplo.
Agosto 9
h - 780.
Salieron por la mañana los 8 exploradores. Los macheteros, Miguel, Urbano y León se alejaron 50 minutos más del campamento. Me
abrieron un ántrax en el talón, lo que me permite apoyar el pie, pero todavía muy dolorido y con fiebre. Pacho, muy bien.
Agosto 10
Antonio y Chapaco salieron de caza hacia atrás logrando una urina o guaso y una pava; exploraron el primer campamento donde no hay
novedad y trajeron una carga de naranjas. Comí dos y me dio asma inmediatamente, pero poca. A las 13.30 llegó Camba, uno de los 8
con las siguientes noticias: ayer durmieron sin agua y hoy siguieron hasta las 9 sin hallarla. Benigno ha reconocido el lugar y se tirará
hacia el Rosita para lograr agua, Pablo y Darío volverán en caso de llegar al agua.
Largo discurso de Fidel en que arremete contra los partidos tradicionales y, sobre todo, contra el venezolano; parece que la bronca
entre bastidores fue grande. Me volvieron a curar el pie; estoy mejorando, pero no estoy bien. Con todo, mañana debemos partir para
acercar más nuestra base a los macheteros que sólo avanzaron 35 minutos en el día.
Agosto 11
Los chapeadores avanzan muy lentamente. A las 16 llegaron Pablo y Darío con nota de Benigno en la que anuncia que está cerca del
Rosita y que calcula 3 días más a casa de Vargas. Pablito salió a las 8,15 de la aguada donde pernoctaron y a las 15 aproximadamente
topó con Miguel, de modo que falta harto para llegar. Parece que la pava me hace mal para el asma, pues me dio un poco y se la regalé a
Pacho. Cambiamos campamento para situarnos en un nuevo arroyo que desaparece a medio día y reaparece a media noche. Llovió y no
hace frío, mucho marigüi. h - 740 m.
Agosto 12
Día gris. Los macheteros avanzaron poco. Aquí no hubo novedad ni mucha comida; mañana sacrificaremos otro caballo que deberá
durar 6 días. Mi asma está estacionada a un nivel conveniente. Barrientos anunció el ocaso de los guerrilleros y volvió a amenazar con
una intervención en Cuba; fue tan estúpido como siempre.
La radio anunció un combate cerca de Monteagudo con el resultado de un muerto de parte nuestra: Antonio Fernández, de Tarata. Se
parece bastante al nombre real de Pedro, que es de Tarata.
Agosto 13
Miguel, Urbano, León y Camba salieron para acampar en la aguada descubierta por Benigno y avanzar desde allí. Llevan comida para 3
días, vale decir, trozos del caballo de Pacho, sacrificado hoy. Quedan 4 animales y todo parece indicar que habrá que sacrificar otro
antes de llegar a la comida. Si todo ha marchado bien, Coco y Aniceto deben llegar aquí mañana. Arturo cazó dos pavas que me fueron
adjudicadas en razón de que ya casi no queda maíz. El Chapaco está dando pruebas crecientes de desequilibrio, Pacho mejora a buen
ritmo y mi asma tiene tendencias a aumentar desde ayer; ahora tomo 3 tabletas al día. El pie está casi bien.
Agosto 14
Día negro. Fue gris en las actividades y no hubo ninguna novedad, pero a la noche el noticiero dio noticias de la toma de la cueva
adonde iban los enviados, con señales tan precisas que no es posible dudar. Ahora estoy condenado a padecer asma por un tiempo no
definible. También nos tomaron documentos de todo tipo y fotografías. Es el golpe más duro que nos hayan dado; alguien habló.
¿Quién?, es la incógnita.
Agosto 15
Temprano envié a Pablito con un mensaje a Miguel para que dispusiera dos hombres en busca de Benigno, siempre que Coco y Aniceto
no hubieran llegado, pero se topó con ellos por el camino y volvieron los tres. Miguel mandaba decir que se iba a quedar donde lo
sorprendiera la noche y que le mandara un poco de agua. Se envió a Darío, con la advertencia de que mañana temprano saldremos de
todas maneras, pero ahora se cruzó con León que venía a avisar que estaba completo el camino.
Una emisora de Santa Cruz informó, de pasada, de dos prisioneros hechos por el Ejército al grupo de Muyupampa que, ya no cabe duda,
es el de Joaquín y debe estar muy acosado, amén de que esos dos prisioneros hablaron. Hizo frío pero no pasé una noche mala; hay que
abrirme otro absceso en el mismo pie. Pacho está dado de alta.
Se anunció otro choque en Chuyuyako sin bajas para el ejército.
Agosto 16
Caminamos efectivamente 3.40 horas y una de descanso, por un camino relativamente bueno; la mula me sacó limpio de la montura al
pincharse con un palo pero no me hice nada; el pie mejora. Miguel, Urbano y Camba siguieron el macheteo y llegaron al Rosita. Hoy
era el día en que debían llegar a la cueva Benigno y sus compañeros y los aviones volaron varias veces por la zona. Puede deberse a
alguna huella que ellos hayan dejado cerca de Vargas o a una tropa que esté bajando por el Rosita o avanzando por el Río Grande. Por la
noche previne a la gente sobre el peligro del cruce y se tomaron previsiones para mañana. h - 600 m.
Agosto 17
Salimos temprano llegando al Rosita a las 9. Allí Coco creyó oír dos tiros y se dejó una emboscada, pero no hubo novedad. El resto del
camino fue lento por continuas pérdidas y malas interpretaciones, llegando al Río Grande a las 16.30 y acampando allí. Pensaba seguir
con la luna, pero la gente venía muy cansada. Nos queda carne de caballo para dos días, racionada; a mí, mote para uno. Habrá que
sacrificar otro animal, según todos los indicios. La radio anunció que presentará documentos y pruebas de las 4 cuevas del Ñacahuazu,
lo que indica que también cayó la de los monos. El asma me trató bastante bien, dadas las circunstancias. h - 640 m. (una cosa ilógica,
si se considera que ayer fueron 600).
Agosto 18
Salimos más temprano que de costumbre, pero hubo que pasar cuatro vados, uno de ellos poco profundo y hacer sendas en algunos
puntos. Por todo ello, llegamos a las 14 al arroyo y la gente quedó como muerta, descansando. No hubo más actividad. Hay nubes de
nibarigüises por la zona y sigue el frío por las noches. Inti me planteó que Camba quiere irse; según el, sus condiciones físicas no le
permiten seguir, además no ve perspectiva a la lucha. Naturalmente, es un caso típico de cobardía y es un saneamiento dejarlo ir, pero
ahora conoce nuestra ruta futura para tratar de unirnos a Joaquín y no puede salir. Mañana hablaré con él y con Chapaco. h - 680 m.
Agosto 19
Miguel, Coco, Inti y Aniceto salieron a explorar para tratar de encontrar el mejor camino a casa de Vargas donde parece haber un
destacamento, pero no hay nada nuevo y parece que debemos seguir la senda vieja. Arturo y Chapaco fueron a cazar y lograron una urina
y el mismo Arturo, estando de posta con Urbano cazó un anta, lo que puso en tensión al campamento pues fueron 7 tiros. El animal dará
carne para 4 días, uno la urina y hay una reserva de frijoles y sardinas; total, 6 días. Parece que el caballo blanco, el siguiente en la lista
tiene chance de salvarse. Hablé con Camba, manifestándole que no se podrá salir hasta que se defina nuestro próximo paso que es la
reunión con Joaquín. Chapaco manifestó que no se iría pues eso es una cobardía, pero que quiere una esperanza de poder salir dentro de
6 meses-1 año; se la di, habló una serie de cosas inconexas. No está bien.
Las noticias están llenas de Debray, de los otros acusados ni se habla. Ninguna noticia de Benigno; ya podría estar aquí.
Agosto 20
Los macheteros Miguel y Urbano, mis «obras públicas» Willy y Darío, avanzaron poco, por lo que resolvimos quedarnos otro día más
aquí mismo. Coco e Inti no cazaron nada, pero Chapaco cazó un mono y una urina. Yo comí urina y a la media noche me dio un fuerte
ataque de asma. El Médico sigue enfermo de un aparente lumbago con toma del estado general que lo convierte en un inválido. No hay
noticias de Benigno, a partir de este momento es de preocuparse.
La radio informa de la presencia de guerrilleros a 85 kilómetros de Sucre.
Agosto 21
Otro día más en el mismo lugar y otro día sin noticias de Benigno y sus compañeros. Se cazaron 5 monos: 4 Eustaquio como cazador y
1 Moro, al pasar cerca; éste sigue mal de su lumbago y se le puso una meperidina. Mi asma no funciona con la urina.
Agosto 22
Por fin nos movimos, pero antes hubo una alarma porque vieron un hombre que, al parecer, huía por la playa; resultó ser Urbano,
perdido. Le hice una anestesia regional al Médico y con eso pudo viajar, en la yegua, aunque llegó dolorido; parece un poco mejorado;
Pacho hizo el camino a pie. Hicimos campamento sobre la margen derecha y sólo falta un pedazo de macheteo para tener listo el
camino hasta casa de Vargas; nos queda carne de anta para mañana y pasado y a partir de mañana no se podrá cazar. No hay noticias de
Benigno, hace 10 días que se separaron de Coco. h - 580 m.
Agosto 23
El día fue muy trabajoso, pues hubo que bordear una faralla muy mala; el caballo blanco se negó a seguir y lo dejaron enterrado en el
fango, sin aprovecharle ni los huesos. Llegamos a una cabañita de cazadores con huellas de estar habitada recientemente, nos
emboscamos y al poco rato cayeron dos. Su coartada es que tienen 10 trampas puestas y salieron a revisarlas; según ellos, hay ejército
en casa de Vargas, en Tatarenda, Caraguatarenda, Ipitá, Yumon y hace un par de días hubo un encuentro en Caraguatarenda con un militar
herido. Puede ser Benigno empujado por el hambre o el cerco. Los hombres anunciaron que mañana vendría Ejército a pescar, vienen
en grupos de 15-20 hombres. Se distribuyó anta y algunos pescados que lograron con un cartucho, yo comí arroz, que me vino muy
bien; el Médico está algo mejor. Se anunció la postergación del juicio de Debray para setiembre. h - 580 m.
Agosto 24
La diana se dio a las 5.30 y nos encaminamos a la quebrada que pensábamos seguir. La vanguardia inició la marcha y había recorrido
algunos metros cuando aparecieron 3 campesinos por la otra banda, se llamó a Miguel con su gente y se emboscó todo el mundo,
apareciendo 8 soldados. Las instrucciones eran dejarlos cruzar el río por el vado que está enfrente y tirarles cuando estuvieran
llegando, pero los soldados no cruzaron; se limitaron a dar unas vueltas y pasaron junto a nuestros fusiles, sin que les tiráramos. Los
civiles presos, dicen no ser otra cosa que cazadores. Se envió a Miguel y Urbano con Camba y Darío y Hugo Guzmán, el cazador, para
que siguieran una senda que toma rumbo oeste, pero cuyo fin no se sabe cuál es. Nosotros permanecimos emboscados todo el día. Al
anochecer volvieron los macheteros con las trampas, un cóndor y un gato podrido, todo fue a parar adentro junto con el último pedazo
de anta; quedan los frijoles y lo que se cace. El Camba está llegando al último extremo de su degradación moral; ya tiembla ante el solo
anuncio de los guardias. El Médico sigue dolorido y administrándose talamonal; yo bastante bien pero con un hambre atroz. El Ejército
dio un parte comunicando haber logrado otra cueva y que hay dos heridos leves de su parte y «bajas de los guerrilleros». Radio Habana
da la noticia de un combate sin confirmar en Taparillas con un herido de parte del ejército.
Agosto 25
El día transcurre sin novedad. La diana se dio a las 5 y los macheteros salieron temprano; el Ejército, 7 hombres, llegó hasta algunos
pasos de nuestra posición pero no trataron de cruzar. Parecen estar llamando a los cazadores con sus tiros; mañana los atacaremos, si la
ocasión se presenta. La senda no avanzó lo suficiente pues Miguel mandó hacer una consulta con Urbano y éste la trasmitió mal y a una
hora en que no se podía hacer nada.
La radio anunció un combate en Monte Dorado, que parece ser la jurisdicción de Joaquín y la presencia de guerrilleros a 3 kms. de
Camiri.
Agosto 26
Todo salió mal: Vinieron los 7 hombres pero se repartieron, 5 río abajo y dos a cruzar, Antonio, que era responsable de la emboscada
tiró antes de tiempo y erró, permitiendo que los dos hombres salieran a la carrera a buscar refuerzos; los otros 5 se retiraron a la
carrera, a saltos, e Inti y Coco les cayeron atrás pero se parapetaron y los rechazaron. Mientras observaba la caza vi cómo le picaban las
balas cerca, por efecto de tiros de nuestro lado, salí corriendo y me encontré con que Eustaquio les estaba tirando, pues Antonio no le
había avisado nada. Tenía una furia tan grande que perdí el control y maltraté a Antonio.
Salimos con paso cansino, pues el Médico no da mucho, mientras el ejército, recuperado avanzaba por la isla de enfrente en número de
20-30; no valía la pena hacerle frente. Pueden tener hasta 2 heridos, máximo. Se distinguieron Coco e Inti por su decisión.
La cosa fue bien hasta que el Médico se agotó y comenzó a retrasar la marcha. A las 18.30 paramos sin haber alcanzado a Miguel, que
estaba no obstante, a escasos metros e hizo contacto con nosotros. Moro quedó en una quebrada sin poder subir el último tramo y
dormimos separados en 3 partes. No hay indicios de persecución. h - 900 m.
Agosto 27
El día transcurre en una desesperada búsqueda de salida, cuyo resultado no es claro todavía; estamos cerca del Río Grande y ya pasamos
Yumon, pero no hay nuevos vados, según noticias, de modo que se podría ir allí para seguir por el farallón de Miguel pero las mulas no
podrán hacerlo. Hay una posibilidad de cruzar una cadenita de montañas y seguir luego hacia Río Grande-Masicuri, pero sólo sabremos
mañana si es factible. Hemos cruzado altura de 1.300 ms., aproximadamente las alturas máximas de la zona y dormimos a 1.240 ms,
con bastante frío. Yo estoy muy bien, pero el Médico bastante mal y ya se acabó el agua, quedándole a él un poco.
La noticia buena, o el acontecimiento bueno, fue la aparición de Benigno, Ñato y Julio. Su odisea fue grande pues hay soldados en
Vargas y Yumon y casi chocan con ellos, luego siguieron una tropa que bajó por el Saladillo y subió por el Ñacahuasu y se encontraron
con que el arroyo del Congrí tiene 3 subidas hechas por los soldados. La cueva del Oso, adonde llegaron el día 18, es un campamento
antiguerrillero que tiene como 150 soldados, casi fueron sorprendidos allí pero lograron retornar sin ser vistos. Estuvieron en el chaco
del abuelo, donde consiguieron jocos, lo único que hay, pues está abandonado todo y pasaron nuevamente entre los soldados,
escuchando el tiroteo nuestro y quedándose a dormir cerca para seguir luego nuestras huellas hasta alcanzarnos. Según Benigno, el
Ñato se portó muy bien pero Julio se perdió 2 veces y le tenía un poco de miedo a los soldados. Benigno opina que alguna gente de
Joaquín anduvo por allí hace unos días.
Agosto 28
Día gris y algo angustioso. Mitigamos la sed con panes de caracoré [caracoré: higo chumbo], que es más bien un engañito a la garganta.
Miguel envió a Pablito solo con uno de los cazadores a buscar agua, y para más, con sólo un revolvito. A las 16.30 no había llegado y
envié a Coco y Aniceto a buscarlo; no regresaron en toda la noche. La retaguardia quedó en el lugar del descenso y no se pudo escuchar
radio; parece que hay un nuevo mensaje. Por fin, se sacrificó la yegüita, luego de acompañarnos dos penosos meses; hice todo lo
posible por salvarla, pero el hambre arreciaba y, por lo menos, ahora sólo se sufre sed. Parece que mañana tampoco llegaremos al agua.
La radio dio la información de un soldado herido en la zona de Tatarenda. La incógnita para mí es ésta: ¿Por qué, si son tan
escrupulosos en anunciar sus bajas, van a mentir en el resto de los partes?, y, si no mienten, ¿quiénes son los que les están haciendo
bajas en lugares tan apartados como Caraguatarenda y Taperillas? Salvo que Joaquín esté dividido en dos partes o existen nuevos focos
independientes. h - 1.200 m.
Agosto 29
Día pesado y bastante angustioso. Los macheteros avanzaron muy poco y en una oportunidad equivocaron la ruta creyendo ir hacia el
Masicuri. Hicimos campamento a 1.600 ms. de altura, en un lugar relativamente húmedo que tiene una cañita cuya pulpa mitiga la sed.
Algunos compañeros: Chapaco, Eustaquio, Chino, se están desmoronando por falta de agua. Mañana habrá que enderezar adonde ésta se
vea más cerca. Los muleros aguantan bastante bien.
Por la radio no hubo grandes noticias; lo más es el juicio de Debray que se prolonga de una semana a otra.
Agosto 30
Ya la situación se tornaba angustiosa; los macheteros sufrían desmayos, Miguel y Darío se tomaban los orines y otro tanto hacía el
Chino, con resultados nefastos de diarreas y calambres. Urbano, Benigno y Julio bajaron a un cañón y encontraron agua. Me avisaron
que los mulos no podían bajar, y decidí quedarme con el Ñato, pero Inti subió nuevamente con agua y quedamos los 3, comiendo yegua.
La radio quedó abajo de manera que no hubieron noticias. h - 1.200 m.
Agosto 31
Por la mañana salieron de exploración hacia abajo Aniceto y León, volviendo a las 16 horas con la noticia de que había paso para los
mulos del campamento del agua en adelante; lo feo estaba antes, pero yo lo vi y sí pueden pasar los animales, de modo que ordené a
Miguel que mañana nos haga un desvío en la última faralla y siga abriendo camino hacia adelante, que nosotros bajaremos las mulas.
Hay mensaje de Manila pero no se pudo copiar.
Resumen del mes
Fue, sin lugar a dudas, el mes más malo que hemos tenido en lo que va de guerra. La pérdida de todas las cuevas con sus documentos y
medicamentos fue un golpe duro, sobre todo psicológico. La pérdida de 2 hombres en las postrimerías del mes, y la subsiguiente
marcha a carne de caballo desmoralizó a la gente, planteándose el primer caso de abandono, el Camba, lo que no constituye sino una
ganancia neta, pero no en esta circunstancia. La falta de contacto con el exterior y con Joaquín y el hecho de que prisioneros hechos a
éste hayan hablado, también desmoralizó un poco a la tropa. Mi enfermedad sembró la incertidumbre en varios más y todo esto se
reflejó en nuestro único encuentro, en que debíamos haber causado varias bajas al enemigo y sólo le hicimos un herido. Por otra parte
la difícil marcha por las lomas sin agua, hizo salir a flote algunos rasgos negativos de la gente.
Las características más importantes:
1°) Seguimos sin contacto de ninguna especie y sin razonable esperanza de establecerlo en fecha próxima.
2°) Seguimos sin incorporación campesina, cosa lógica además si se tiene en cuenta el poco trato que hemos tenido con estos en los
últimos tiempos.
3°) Hay un decaimiento, espero que momentáneo, de la moral combativa.
4°) El ejército no aumenta su efectividad ni acometividad.
Estamos en un momento de baja de nuestra moral y de nuestra leyenda revolucionaria. Las tareas más urgentes siguen siendo las
mismas del mes pasado, a saber: Restablecer los contactos, incorporar combatientes, abastecernos de medicina y equipo.
Hay que considerar que despuntan cada vez más firmemente como cuadros revolucionarios y militares Inti y Coco.
Diario en Bolivia
Septiembre 1967
Septiembre 1
Temprano bajamos las mulas, tras algunas peripecias que incluyeron espectacular desbarranque del macho. El Médico no se halla
repuesto pero yo sí y camino perfectamente llevando a la mula. El camino se extendió más de lo pensado y sólo a las 18.15 caímos en
la cuenta de que estábamos en el arroyo de casa de Honorato. Miguel siguió a toda velocidad pero sólo llegó al camino real y ya era
completamente de noche: Benigno y Urbano avanzaron con precaución y no notaron nada anormal, por lo que tomó la casa que estaba
vacía, pero se había aumentado en varios barracones para el Ejército, a la sazón abandonadas. Encontramos harina, manteca, sal y chivos,
matando a dos, los que configuraron un festín junto con la harina, aunque la cocinada nos consumió toda la noche a la espectativa. Por
la madrugada nos retiramos dejando posta en la casita y en la entrada del camino. h - 740 m.
Septiembre 2
Temprano en la mañana nos retiramos hasta los chacos, dejando una emboscada en la casa, a cargo de Miguel y con Coco, Pablo y
Benigno. Del otro lado quedó una posta. A las 8 Coco vino a avisar que había pasado un arriero a buscar a Honorato; son 4 y se le
ordenó que hiciera pasar a los otros 3. Todo esto tardó, pues había una hora de nuestro punto a la casa. A las 13:30 sonaron varios
disparos y luego se supo que venía un campesino con un soldado y un caballo, Chino, que estaba de posta junto con Pombo y Eustaquio,
lanzó un grito: Un soldado, y palanqueó el fusil; el soldado le tiró y salió huyendo y Pombo tiró, matando el caballo. Mi bronca fue
espectacular, pues es ya el colmo de la incapacidad; el pobre Chino está anonadado. Liberamos a los 4, que en el interín habían pasado y
a los dos prisioneros nuestros enviando todo el mundo Masicuri arriba. A los arrieros se les compró un torete en $700 y a Hugo se le
dio $100 por su trabajo y $50 por algunas cosas que se le cogieron. El caballo muerto resultó ser uno que habían dejado en casa de
Honorato porque estaba baldado. Los arrieros contaron que la mujer de Honorato se había quejado del ejército por los golpes que le
habían propinado al marido y porque se comieron todo lo que tenía. Cuando los arrieros pasaron, hace 8 días, Honorato estaba en Valle
Grande reponiéndose de una mordedura de tigre. De todas maneras, alguien había en la casa, ya que se encontró fuego encendido
cuando llegamos. Debido al error del Chino, decidí salir por la noche con el mismo rumbo que los arrieros y tratar de llegar a la
primera casa, presumiendo que los soldados fueran pocos y hubieran seguido la retirada, pero salimos muy tarde y sólo cruzamos el
vado a las 3.45 hs. sin encontrar la casa y dormimos en una senda de vaca esperando el día.
La radio trajo una noticia fea sobre el aniquilamiento de un grupo de 10 hombres dirigidos por un cubano llamado Joaquín en la zona de
Camiri; sin embargo, la noticia la dio la voz de las Américas y las emisoras locales no han dicho nada.
Septiembre 3
Como corresponde al día domingo, hubo choque. Al amanecer buscamos Masicuri abajo hasta la desembocadura y luego subimos algo
por el Río Grande; a las 13 horas salieron Inti, Coco, Benigno, Pablito, Julio y León para tratar de llegar a la casa, si no estaba el
Ejército y comprar las mercancías que hagan más pasable nuestra vida. Primero el grupo capturó 2 peones quienes dijeron que no
estaba el dueño ni había soldados y que se podía conseguir bastantes víveres. Otras informaciones: ayer pasaron a galope 5 soldados sin
parar en la casa. Honorato pasó hace dos días para su casa con dos de sus hijos. Al llegar a la casa del latifundista, se encontraron con
que 40 soldados acababan de llegar, produciéndose un encuentro confuso en el que los nuestros mataron por lo menos un soldado, el
que traía un perro; los soldados reaccionaron y los rodearon, pero luego se retiraron ante los gritos; no se pudo coger ni un grano de
arroz. El avión voló por la zona y tiró unos cohetecitos, aparentemente por el Ñacahuazu. Otra información de los campesinos: por esta
zona no han visto guerrilleros y la primera información la tuvieron por los arrieros que pasaron ayer.
Otra vez la voz de los Estados Unidos dio un informe sobre combates con el Ejército y esta vez nombró a José Carrillo como único
sobreviviente de un grupo de 10 hombres.
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Documento XVII
Al Pueblo Boliviano
Comunicado n° 1
Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria
El grupo de gorilas usurpadores, tras asesinar a obreros y preparar el terreno para la entrega total de nuestras riquezas al imperialismo
norteamericano, se burló del pueblo en una farsa comicial. Cuando llega la hora de la verdad y el pueblo se alza en armas, respondiendo
a la usurpación armada con la lucha armada, pretende seguir su torneo de mentiras.
En la madrugada del 23/3, fuerzas de la 4ª división, con acantonamiento en Camiri, en número aproximado de 35 hombres al mando del
mayor Hernán Plata Ríos se internaron en territorio guerrillero por el cauce del río Ñacaguaso. El grupo íntegro cayó en una
emboscada tendida por nuestras fuerzas. Como resultado de la acción, quedaron en nuestro poder 25 armas de todo tipo, incluyendo 3
morteros de 60 mm. con su dotación de obuses, abundante parque y equipo. Las bajas enemigas fueron: 7 muertos, entre ellos un
teniente, y 14 prisioneros, 5 de los cuales resultaron heridos en el choque, siendo atendidos por nuestro servicio sanitario con la
mayor eficiencia que permiten nuestros medios.
Todos los prisioneros fueron puestos en libertad previa explicación de los ideales de nuestro movimiento.
La lista de bajas enemigas es la siguiente:
Muertos: Pedro Romero, Rubén Amenazaga, Juan Alvarado, Cecilio Márquez, Amador Almasán, Santiago Gallardo y el delator y guía
del Ejército, apellidado Vargas.
Prisioneros: Mayor Hernán Plata Ríos, cap. Eugenio Silva, soldados Edgar Torrico Panoso, Lido Machicado Toledo, Gabriel Durán
Escobar, Armando Martínez Sánchez, Felipe Bravo Siles, Juan Ramón Martínez, Leoncio Espinosa Posada, Miguel Rivero, Eleuterio
Sánchez, Adalberto Martínez, Eduardo Rivera y Guido Terceros. Los cinco últimamente nombrados resultaron heridos.
Al hacer pública la primera acción de guerra establecemos lo que será norma de nuestro Ejército: la verdad revolucionaria. Nuestros
hechos demostraron la justeza de nuestras palabras. Lamentamos la sangre inocente derramada por los soldados caídos, pero con
morteros y ametralladoras no se hacen pacíficos viaductos como afirman los fantoches de uniformes galonados, pretendiendo crearnos
la leyenda de vulgares asesinos. Tampoco hubo ni habrá un solo campesino que pueda quejarse de nuestro trato y de la forma de obtener
abastecimiento salvo los que, traicionando su clase, se presten a servir de guías o delatores.
Están abiertas las hostilidades. En comunicados futuros fijaremos nítidamente nuestra posición revolucionaria, hoy hacemos un
llamado a obreros, campesinos, intelectuales; a todos los que sientan que ha llegado la hora de responder a la violencia con la violencia
y de rescatar un país vendido en tajadas a los monopolios yanquis y elevar el nivel de vida de nuestro pueblo, cada día más hambreado.
Ejército de Liberación Nacional de Bolivia
Diario en Bolivia
Documento XXI
Al Pueblo Boliviano
Comunicado n° 2
Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria
El día 10/4/67 en horas de la mañana cayó en una emboscada la patrulla enemiga conducida por el Teniente Luis Saavedra Arombal e
integrada en su mayoría por soldados del CITE. En el encuentro murió el citado oficial y los soldados Angel Flores y Zenón Prada
Mendieta y resultó herido el guía Ignacio Husarima del regimiento Boquerón, hecho prisionero junto con otros 5 soldados y un
suboficial. 4 soldados lograron escapar, llevando la noticia a la base de la compañía del Mayor Sánchez Castro, el que, reforzado con
60 hombres de una unidad vecina, avanzó en auxilio de sus compañeros, siendo sorprendido por otra emboscada que costó la vida al Tte.
Hugo Ayala, al suboficial Raúl Camejo y a los soldados José Vijabriel, Marcelo Maldonado, Jaime Sanabria y dos más no identificados
por nosotros.
En esta acción fueron heridos los soldados Armando Quiroga, Alberto Carvajal, Fredy Alove, Justo Cervantes y Bernabé Mandejara,
aprisionados junto con el Comandante de la Compañía, Mayor Rubén Sánchez Castro y 16 soldados más.
Siguiendo una norma del E.L.N., curamos los heridos, con nuestros escasos medios y pusimos en libertad a todos los prisioneros,
previa explicación de los objetivos de nuestra lucha revolucionaria.
Las pérdidas del ejército enemigo se resumen así: 10 muertos, entre ellos dos tenientes, y 30 prisioneros, incluyendo al Mayor
Sánchez Castro, de los cuales 6 resultaron heridos. El botín de guerra es proporcional a las bajas enemigas e incluye un mortero de 60
mm., fusiles ametralladoras, fusiles y carabinas M-1, y subametralladoras. Todas las armas con su munición.
En nuestro campo debemos lamentar una baja, disparidad de pérdidas comprensible si se tiene en cuenta que en todos los combates
hemos elegido el momento y lugar de desencadenarlo y que los jerarcas del Ejército boliviano están enviando soldados bisoños, casi
niños, al matadero, mientras ellos inventan partes en La Paz y luego se dan golpes de pecho en funerales demagógicos, ocultando el que
son los verdaderos culpables de que la sangre corra en Bolivia. Ahora se quitan la máscara y comienzan a llamar «asesores»
norteamericanos; así se inició la guerra de Viet Nam que desangra a ese pueblo heroico y pone en peligro la paz del mundo. No
sabemos cuántos «asesores» enviarán contra nosotros (sabremos hacerles frente), pero alertamos al pueblo sobre los peligros de esa
acción iniciada por los militares entreguistas.
Hacemos un llamado a los jóvenes reclutas para que sigan las siguientes instrucciones: al iniciarse el combate tiren el arma a un lado y
llévense las manos a La cabeza permaneciendo quietos en el punto donde el fuego los sorprendiera; nunca avancen al frente de la
columna en marchas de aproximación a zonas de combate; obliguen a los oficiales que los incitan a combatir a que ocupen esta
posición de extremo peligro. Contra la vanguardia tiraremos siempre a matar. Por mucho que nos duela ver correr la sangre de
inocentes reclutas, es una imperiosa necesidad de la guerra.
Ejército de Liberación Nacional de Bolivia
Diario en Bolivia
Documento XXII
Al Pueblo Boliviano
Comunicado n° 3
Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria
El día 8 de mayo, en la zona guerrillera de Ñacaguasu, fueron emboscadas tropas de una compañía mixta al mando del subteniente
Henry Laredo. En la acción resultaron muertos el citado oficial y los alumnos de la escuela de clases Román Arroyo Flores y Luis
Peláez y prisioneros los siguientes soldados:
José Camacho Rojas, Reg. Bolívar; Néstor Cuentas, Reg. Bolívar; Waldo Veizaga, Esc. de clases; Hugo Soto Lora, Esc. de clases; Max
Torres León, Esc. de clases; Roger Rojas Toledo, Reg. Braun; Javier Mayan Corella, Reg. Braun; Néstor Sánchez Cuellar, Reg. Braun.
Los dos últimos, heridos al no responder al alto cuando se los interceptó en una operación previa. Como siempre, se los dejó en
libertad tras explicarles los alcances y fines de nuestra lucha. Se capturaron 7 carabinas M-1 y 4 fusiles mauser. Nuestras fuerzas
salieron indemnes.
Son frecuentes los comunicados del ejército represivo en que anuncian muertes guerrilleras; mezclando cierta verdad sobre sus bajas
reconocidas con fantasía sobre las nuestras y, desesperado en su impotencia, recurriendo a mentiras o ensañándose con periodistas
que, por sus características ideológicas, son adversarios naturales del régimen, imputándoles todos los males que sufre.
Dejamos expresa constancia de que el E.L.N. de Bolivia es el único responsable de la lucha armada en que encabeza a su pueblo y que
no podrá acabar sino con la victoria definitiva, oportunidad en que sabremos cobrar todos los crímenes que se cometan en el curso de
la guerra, independientemente de las medidas de represalia que el mando de nuestro Ejército juzgue oportuno tomar ante cualquier
vandalismo de las fuerzas represivas.
Ejército de Liberación Nacional de Bolivia
Diario en Bolivia
Documento XXIV
Al Pueblo Boliviano
Comunicado n° 4
Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria
En recientes partes el Ejército ha reconocido algunas de sus bajas, sufridas en choques de avanzadas, adjudicándonos, como es su
costumbre, una buena cantidad de muertos que nunca exhibe. Aunque nos faltan informes de algunas patrullas, podemos asegurar que
nuestras bajas son muy reducidas y que no sufrimos ninguna en las recientes acciones reconocidas por el Ejército.
Inti Peredo, efectivamente, es miembro de la Jefatura de nuestro Ejército, donde ocupa el cargo de Comisario Político y bajo su mando
estuvieron recientes acciones. Goza de buena salud y no ha sido tocado por las balas enemigas; el infundio de su muerte es el ejemplo
palpable de las mentiras absurdas que riega el Ejército en su impotencia para luchar contra nuestras fuerzas.
En cuanto a los anuncios sobre la presencia de supuestos combatientes de otros países americanos, por razones de secreto militar y de
nuestro lema, el de la verdad revolucionaria, no daremos cifras, aclarando solamente que cualquier ciudadano que acepte nuestro
programa mínimo, conducente a la liberación de Bolivia, es aceptado en las filas revolucionarias con iguales derechos y deberes que
los combatientes bolivianos, los que constituyen, naturalmente, la inmensa mayoría de nuestro movimiento. Todo hombre que luche
con las armas en la mano por la libertad de nuestra Patria merece, y recibe, el honroso título de boliviano, independientemente del
lugar donde haya nacido. Así interpretamos el auténtico internacionalismo revolucionario.
Ejército de Liberación Nacional de Bolivia
Diario en Bolivia
Documento XXV
A los mineros de Bolivia
Comunicado n° 5
Compañeros:
Una vez más corre la sangre proletaria en nuestras minas. En una explotación varias veces secular, se ha alternado la succión de la
sangre esclava del minero con su derramamiento, cuando tanta injusticia produce el estallido de protesta; esa repetición cíclica no ha
variado en el curso de centenares de años.
En los últimos tiempos se rompió transitoriamente el ritmo y los obreros insurrectos fueron el factor fundamental del triunfo del 9 de
abril. Ese acontecimiento trajo la esperanza de que se abría un nuevo horizonte y de que, por fin, los obreros serían dueños de su propio
destino, pero la mecánica del mundo imperialista enseñó, a los que quisieron ver, que en materia de revolución social no hay
soluciones a medias; o se toma todo el poder o se pierden todos los avances logrados con tanto sacrificio y con tanta sangre.
A las milicias armadas del proletariado minero, único factor de fuerza en la primera hora, se fueron agregando milicias de otros
sectores de la clase obrera, de desclasados y de campesinos, cuyos integrantes no supieron ver la comunidad esencial de intereses y
entraron en conflicto, manejados por la demagogia antipopular y, por fin, reapareció el ejército profesional, con piel de cordero y
garras de lobo. Y ese Ejército, pequeño y preterido al principio, se transformó en el brazo armado contra el proletariado y en el
cómplice más seguro del imperialismo; por eso, le dieron el visto bueno al golpe de Estado castrense.
Ahora estamos recuperándonos de una derrota provocada por la repetición de errores tácticos de la clase obrera y preparando al país,
pacientemente, para una revolución profunda que transforme de raíz el sistema.
No se debe insistir en tácticas falsas; heroicas, sí, pero estériles, que sumen en un baño de sangre al proletariado y ralean sus filas,
privándonos de sus más combativos elementos.
En largos meses de lucha, las guerrillas han convulsionado al país, le han producido gran cantidad de bajas al Ejército y lo han
desmoralizado, sin sufrir, casi, pérdidas; en una confrontación de pocas horas, ese mismo Ejército queda dueño del campo y se pavonea
sobre los cadáveres proletarios. De victoria a derrota va la diferencia entre la táctica justa y la errónea.
Compañero minero: no prestes nuevamente oídos a los falsos apóstoles de la lucha de masas, que interpretan ésta como un avance
compacto y frontal del pueblo contra las armas opresoras. ¡Aprendamos de la realidad! Contra las ametralladoras no valen los pechos
heroicos; contra las modernas armas de demolición, no valen las barricadas, por bien construidas que estén. La lucha de masas de los
países subdesarrollados, con gran base campesina y extensos territorios, debe desarrollarla una pequeña vanguardia móvil, la guerrilla,
asentada en el seno del pueblo; que irá adquiriendo fuerza a costillas del ejército enemigo y catalizará el fervor revolucionario de las
masas hasta crear la situación revolucionaria en la que el poder estatal se derrumbará de un solo golpe, bien asestado y en el momento
oportuno.
Entiéndase bien; no llamamos a la inactividad total, sino recomendamos no comprometer fuerzas en acciones que no garanticen el
éxito, pero la presión de las masas trabajadoras debe ejercerse continuamente contra el gobierno pues ésta es una lucha de clases, sin
frentes limitados. Dondequiera que esté, un proletario, tiene la obligación de luchar en la medida de sus fuerzas contra el enemigo
común.
Compañero minero: las guerrillas del E.L.N. te esperan con los brazos abiertos y te invitan a unirte a los trabajadores del subsuelo que
están luchando a nuestro lado. Aquí reconstruiremos la alianza obrero campesina que fue rota por la demagogia antipopular, aquí
convertiremos la derrota en triunfo y el llanto de las viudas proletarias en un himno de victoria. Te esperamos.
Ejército de Liberación Nacional de Bolivia
Diario en Bolivia
Documento III
Instrucciones para los cuadros
destinados al trabajo urbano
La formación de una red de apoyo del carácter de la que queremos formar debe guiarse por una serie de normas cuya generalización
haremos.
La acción sería fundamentalmente clandestina, pero alternará con ciertos tipos de trabajo en que será necesario el contacto con
individuos o entidades que obligará a salir a la superficie a ciertos cuadros. Esto obliga a ser muy estricto en la compartimentación,
aislando cada uno de los frentes en que se trabaje.
Los cuadros deben regirse estrictamente a la línea general de conducta ordenada por la jefatura del Ejército a través de los centros
dirigentes pero tendrán entera libertad en la forma práctica de llevar a cabo esa línea.
Para poder cumplir las difíciles tareas asignadas, y sobrevivir, el cuadro clandestino debe tener muy desarrolladas las cualidades
siguientes: disciplina, hermetismo, disimulo, autocontrol y sangre fría y practicar métodos de trabajo que los pongan a cubierto de
contingencias inesperadas.
Todos los compañeros que hagan trabajos semipúblicos tendrán un escalón superior clandestino que les impartirá las instrucciones y
controlarán su trabajo.
En lo posible, tanto el jefe de la red como los distintos encargados tendrán una sola función y los contactos horizontales se harán a
través del jefe. Los cargos mínimos para una red ya organizada son los siguientes:
El Jefe
I. Un encargado de abastecimientos.
II. Un encargado de Transporte.
III. Un encargado de Información.
IV.. Un encargado de Finanzas.
V. Un encargado de Acción Urbana.
VI. Un encargado de atender a los simpatizantes.
Al desarrollarse, precisará un encargado de comunicaciones, dependiente, en general, del jefe.
El jefe recibirá las instrucciones de la dirección del ejército y las pondrá en práctica a través de los diferentes encargados. Debe ser
conocido sólo de este pequeño núcleo dirigente para evitar poner en peligro a toda la red con su eventual captura. Si los encargados se
conocieran entre sí, de todas maneras su trabajo será conocido del uno para el otro y cualquier cambio no será comunicado.
Se tomarán medidas para que la detención de un miembro importante de la red provoquen el cambio de domicilio o de métodos de
contacto del Jefe y de todos aquellos que lo conocieran.
El encargado de abastecimientos tendrá por tarea el abastecer al Ejército, pero su tarea es organizativa: a partir del centro irá creando
redes menores de apoyo que lleguen a los confines del E.L.N., ya sea una organización puramente campesina, ya con ayuda de
comerciantes u otros individuos u organizaciones que presten su concurso.
El encargado de transporte se ocupará de trasladar los abastecimientos desde los centros de acopio hasta los puntos en que lo tomen las
redes menores o directamente hasta el territorio liberado, según sea el caso.
Estos compañeros deben trabajar bajo mantos sólidos; por ejemplo, organizando pequeñas empresas comerciales que los pongan a
cubierto de sospechas de las autoridades represivas cuando se haga público la magnitud y los fines del movimiento.
El encargado de la información centralizará toda la información militar y política recibida mediante los contactos adecuados (en acción
semi pública de contacto con simpatizantes del Ejército o el gobierno, lo que hace particularmente peligroso el cargo). Todo el
material recogido será remitido al encargado de información de nuestro Ejército. Este encargado estará sujeto a una doble jefatura; la
del jefe de la red y la de nuestro servicio de inteligencia.
El encargado de finanzas debe controlar los gastos de la Organización. Este compañero debe tener una clara visión de lo importante que
es su función, pues el cuadro clandestino, a pesar de estar sujeto a muchos peligros y expuesto a una muerte oscura, por el hecho de
vivir en la ciudad no pasa por las penalidades físicas del guerrillero y se puede acostumbrar a manejar con despreocupación las
cantidades de abastecimientos y de dinero que pase por sus manos corriendo el riesgo de que su estatura revolucionaria decrezca en
contacto permanentes con fuentes de tentación. El encargado de finanzas debe analizar hasta el último peso gastado, evitando que se
entregue un solo centavo sin causa justificada. Además, será el encargado de administrar el dinero producto de colectas o impuestos y
organizar su cobro.
El encargado de finanzas está bajo las órdenes del jefe de la red pero será también su inspector en lo referente a los gastos. De todo
esto se desprende que el encargado de finanzas debe ser ideológicamente muy firme.
La tarea de los encargados de acción urbana se extiende a todo lo que sea acción armada en la ciudad: supresión de algún delator, de
algún connotado torturador o un jerarca del régimen, secuestro de alguna persona con el fin de obtener rescate; el sabotaje a algunos
centros de actividad económica del país, &c.
Todas las acciones serán ordenadas por el Jefe de la red; este compañero no podrá actuar por iniciativa propia, salvo casos de
extraordinaria urgencia.
El encargado de los simpatizantes tendrá las funciones más públicas dentro de la red y estará en contacto con elementos poco firmes,
esos que lavan su conciencia entregando sumas de dinero o haciendo aportes que no lo comprometan. Son gente con las que se puede
trabajar, pero sin olvidar nunca que su apoyo estará condicionado por el peligro que pueda correr y proceder en consecuencia, tratando
de convertirlos lentamente en militantes activos e incitándolos a que hagan aportes sustanciales al movimiento, no sólo de dinero, sino
también de medicamentos, escondites, informaciones, &c.
En este tipo de red hay gente que debe trabajar muy unida; por ejemplo, el encargado de transporte está orgánicamente unido al de
abastecimientos, que será su jefe inmediato; el encargado de los simpatizantes dependerá de finanzas; acción e información actuarán en
directo contacto con el jefe de la red.
Las redes estarán sujetas a la inspección de cuadros enviados directamente por el Ejército, los que no tienen función ejecutiva, sino
que verificarán que se cumplan las instrucciones y normas dictadas al mismo.
Las redes deberán «caminar» al encuentro del Ejército, en la forma siguiente:
La jefatura superior da órdenes al jefe de la red; éste se encarga de organizarla en las ciudades importantes; de éstas parten ramales
hacia los pueblos y de allí a aldeas o casas de campesinos que entrarán en contacto con nuestro Ejército y donde se producirá la entrega
física de abastecimientos, dinero o información.
A medida que la zona de influencia de nuestro Ejército avance, avanzarán hacia la ciudad los puntos de contacto y crecerá
proporcionalmente el área de control directo de éste; en un largo proceso que tendrá altibajos y cuyo desarrollo, como el de toda esta
guerra, se mide en años.
La jefatura de la red residirá en la capital; de allí se organizarán en las ciudades que por el momento son más importantes para nosotros:
Cochabamba, Santa Cruz, Sucre, Camiri, es decir, el rectángulo que engloba nuestra zona de operaciones. Los responsables de estas
cuatro ciudades deben ser cuadros probados, en la medida de lo posible; ellos se encargarán de una organización similar, pero más
simplificada. Abastecimientos y transportes bajo una dirección; finanzas y los simpatizantes bajo otra; una tercera acción urbana y se
puede suprimir información, encargándose el jefe local de ella. La acción urbana irá ligándose más al Ejército a medida que se acerca a
su territorio la ciudad de que se trate; hasta transformarse en guerrillas suburbanas, dependientes de la jefatura militar.
A partir de estas ciudades se irá extendiendo la red en la forma ya descrita.
No se debe descuidar tampoco el desarrollo de la red en ciudades hoy alejadas de nuestro campo de acción, donde se debe requerir el
apoyo de la población y prepararse con tiempo para futuras acciones. Oruro y Potosí pertenecen a este tipo y son las más importantes.
Particular atención hay que prestarle a los puntos fronterizos. Villazón y Tarija para contactos y abastecimientos desde la Argentina;
Santa Cruz para el Brasil; Huaqui o algún otro lugar de la frontera peruana; algún punto de la frontera chilena.
Para la organización de la red de Abastecimientos sería conveniente contar con militantes firmes que ejercieran desde antes un oficio
similar a la actividad que se le pide ahora.
Por ejemplo: un dueño de almacén que organizara los abastecimientos o participara en esta sección de la red; un dueño de alguna
empresa de transporte que organizara esta rama, &c.
En caso de no lograrse esto, debe tratarse de ir formando el aparato con paciencia, sin violentar los acontecimientos, evitando así que
por instalar un puesto de avanzada sin la suficiente garantía, se pierda éste y comprometa otros más.
Se deben organizar las fábricas o negocios siguientes:
Almacenes de víveres (La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Camiri).
Empresas de transporte (La Paz-Santa Cruz; Santa Cruz-Camiri; La Paz-Sucre; Sucre-Camiri).
Zapaterías (La Paz, Santa Cruz, Camiri, Cochabamba).
Confecciones (ídem).
Taller Mecánico (La Paz, Santa Cruz).
Tierras (Chapare-Caranavi).
Los dos primeros permitirían el acopio y traslado de abastecimientos sin llamar la atención y englobados en ellos implementos de
guerra. Las zapaterías y confecciones podrían realizar la doble tarea de comprar sin llamar la atención y fabricar para nosotros. El taller
haría lo mismo en su ramo con los implementos bélicos y las tierras nos servirían de base de apoyo en eventuales traslados y para que
sus colonos comenzaran la propaganda entre los campesinos.
Es conveniente recalcar una vez más la firmeza ideológica que deben tener estos cuadros, recibiendo del movimiento revolucionario
sólo lo estrictamente indispensable a sus necesidades y entregando todo su tiempo y también su libertad o su vida si llega el caso. Sólo
así lograremos la formación efectiva de la red necesaria para consumar nuestros ambiciosos planes: la liberación total de Bolivia.
Diario en Bolivia
Documento VI
Iván:
No se pudo revelar nada de lo que mandaste. Arturo te manda algunas instrucciones por si te sirven. Pedí a Manila nuevas fórmulas para
uso interno. También aviso de la desconexión que ustedes sufren.
Sobre tu mercancía, te daré la instrucción antes de la partida.
No te preocupes demasiado por los negocios; la catástrofe sería que el monto resultara fallido, lo ideal, que no sólo sea bueno sino que
dé ganancias. Eso no impide que se sacrifique dinero a seguridad.
René envió nota con C.
Sobre tu viaje, espera confirmación mía.
En cuanto a tu atención a la gente, debes estudiar el documento adjunto y orientarlos de acuerdo a ello.
El que quede de responsable (por ahora es R.) tendrá algunas reuniones contigo pero debes tener cuidado y reservarte para el futuro
donde tendrás responsabilidades de mayor alcance.
Nota editorial [de la edición de 1977]
Con la publicación de este volumen, la Editorial de Ciencias Sociales del Ministerio de Cultura prosigue el trabajo de recopilación de
escritos y discursos del comandante Ernesto Che Guevara, cuya publicación se inició en 1972. Como se recordará, en ocasión del
quinto aniversario de la caída en combate de Che, al frente de su aguerrido y glorioso ejército internacionalista, fueron publicados los
tres primeros volúmenes de esta colección, dedicados, respectivamente, a escritos militares de carácter teórico, relatos y documentos
relacionados con la guerra de liberación en Cuba y documentos de la lucha revolucionaria en Bolivia.
Con este cuarto volumen se inicia la publicación de los textos relacionados con la construcción del socialismo en Cuba en todos sus
aspectos -ideológico, político, económico, social y cultural-, temas de la historia de las luchas revolucionarias en nuestro país y
materiales relativos a la proyección internacional de la Revolución Cubana.
La gran cantidad de textos localizados e incluidos en esta recopilación, muchos de ellos prácticamente desconocidos, ha obligado a
extender la cantidad de volúmenes de esta colección. En efecto, de seis tomos programados inicialmente, contará de hecho con nueve
volúmenes. De esta forma, el lector tendrá a su disposición la colección más completa publicada hasta la fecha de textos del Che, cuyo
pensamiento encierra valores ideológicos, políticos e históricos de fundamental importancia para todo revolucionario.
Los volúmenes 4 a 8 de esta colección agrupan en riguroso orden cronológico todos los textos del comandante Guevara relacionados
fundamentalmente con la problemática interna de la Revolución Cubana o con la historia de nuestro país. El tomo 9 y final incluye los
textos relacionados con temas internacionales, así como una selección de cartas personales sobre las más variadas materias.
La Editorial de Ciencias Sociales quiere dejar constancia de la valiosa cooperación prestada para la realización de este trabajo por la
Comisión para Perpetuar la Memoria del Comandante Ernesto Guevara, del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Artículos, discursos y conferencias 1959
Lo que aprendimos y lo que enseñamos
1° de enero de 1959
En el mes de diciembre, mes del Segundo Aniversario del desembarco del «Granma», conviene dar una mirada retrospectiva a los años
de lucha armada y a la larga lucha revolucionaria cuyo fermento inicial lo da el 10 de Marzo, con la asonada batistiana, y su campanazo
primero el 26 de Julio en 1953, con la trágica batalla del Moncada.
Largo ha sido el camino y lleno de penurias y contradicciones. Es que en el curso de todo proceso revolucionario, cuando éste es
dirigido honestamente y no frenado desde puestos de responsabilidad, hay una serie de interacciones recíprocas entre los dirigentes y
la masa revolucionaria. El Movimiento 26 de Julio, ha sufrido también la acción de esta ley histórica. Del grupo de jóvenes entusiastas
que asaltaron el Cuartel Moncada en la madrugada del 26 de Julio de 1953, a los actuales directores del movimiento, siendo muchos de
ellos los mismos, hay un abismo. Los cinco años de lucha frontal, dos de los cuales son de una franca guerra, han moldeado el espíritu
revolucionario de todos nosotros en los choques cotidianos con la realidad y con la sabiduría instintiva del pueblo.
Efectivamente, nuestro contacto con las masas campesinas nos ha enseñado la gran injusticia que entraña el actual régimen de
propiedad agraria, nos convencieron de la justicia de un cambio fundamental de ese régimen de propiedad; nos ilustraron en la práctica
diaria sobre la capacidad de abnegación del campesinado cubano, sobre su nobleza y lealtad sin límites. Pero nosotros enseñamos
también; enseñamos a perder el miedo a la represión enemiga, enseñamos la superioridad de las armas populares sobre el batallón
mercenario, enseñamos, en fin, la nunca suficientemente repetida máxima popular: «la unión hace la fuerza».
Y el campesino alertado de su fuerza impuso al Movimiento, su vanguardia combativa, el planteamiento de reivindicaciones que fueron
haciéndose más conscientemente audaces hasta plasmarse en la Ley n° 3 de Reforma Agraria de la Sierra Maestra recientemente
emitida.
Esa Ley es hoy nuestro orgullo, nuestro pendón de combate, nuestra razón de ser como organización revolucionaria. Pero no siempre
fueron así nuestras exposiciones sociales; cercados en nuestro reducto de la Sierra, sin conexiones vitales con la masa del pueblo,
alguna vez creímos que podíamos imponer la razón de nuestras armas con más fuerza de convicción que la razón de nuestras ideas. Por
eso tuvimos nuestro 9 de Abril, fecha de triste recordación que representa en lo social lo que la Alegría de Pío, nuestra única derrota
en el campo bélico, significó en el desarrollo de la lucha armada.
De la Alegría de Pío extrajimos la enseñanza revolucionaria necesaria para no perder una sola batalla más; del 9 de Abril hemos
aprendido también que la estrategia de la lucha de masas responde a leyes definidas que no se pueden burlar ni torcer. La lección está
claramente aprendida. Al trabajo de las masas campesinas, a las que hemos unido sin distinción de banderas en la lucha por la posesión
de la tierra, agregamos hoy la exposición de reivindicaciones obreras que unen a la masa proletaria bajo una sola bandera de lucha, el
Frente Obrero Nacional Unificado (F.O.N.U.), con una sola meta táctica cercana: la huelga general revolucionaria.
No significa esto el uso de tácticas demagógicas como expresión de habilidad política; no investigamos el sentimiento de las masas
como una simple curiosidad científica, respondemos a su llamado, porque nosotros, vanguardia combativa de los obreros y campesinos
que derraman su sangre en las sierras y llanos de Cuba, no somos elementos aislados de la masa popular, somos parte misma del
pueblo. Nuestra función directiva no nos aísla, nos obliga.
Pero nuestra condición de Movimiento de todas las clases de Cuba, nos hace luchar también por los profesionales y comerciantes en
pequeño que aspiran a vivir en un marco de leyes decorosas; por el industrial cubano, cuyo esfuerzo engrandece a la Nación creando
fuentes de trabajo, por todo hombre de bien que quiere ver a Cuba sin su luto diario de estas jornadas de dolor.
Hoy, más que nunca, el Movimiento 26 de Julio, ligado a los más altos intereses de la nación cubana, da su batalla, sin desplantes pero
sin claudicaciones, por los obreros y campesinos, por los profesionales y pequeños comerciantes, por los industriales nacionales, por
la democracia y la libertad, por el derecho de ser hijos libres de un pueblo libre porque el pan de cada día sea la medida exacta de
nuestro esfuerzo cotidiano.
En este segundo aniversario, cambiamos la formulación de nuestro juramento. Ya no seremos «libres o mártires»: seremos libres,
libres por la acción de todo el pueblo de Cuba que está rompiendo cadena tras cadena con la sangre y el sufrimiento de sus mejores
hijos.
[Patria. Organo oficial del Ejército Rebelde «26 de Julio», Las Villas, año I, n° 2, 1° de enero de 1959.]
Artículos, discursos y conferencias 1959
Proyecciones sociales del Ejército Rebelde
27 de enero de 1959
En la noche de hoy se impone la evocación martiana, como ha dicho oportunamente quien me ha presentado ante ustedes, y creo que al
hablar de la proyección social del Ejército Rebelde, nos estamos refiriendo concretamente al sueño que Martí hubiese realizado.
Y como ésta es una noche de recuerdo, antes de entrar de lleno en el tema, en su significación histórica, haremos una breve reseña de
lo que ha sido y es este Movimiento.
No puedo iniciar mis palabras desde el momento en que fue atacado el Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Quiero referirme
solamente a la parte que me corresponde por mi actuación en la serie de sucesos que dieron por resultado el triunfo de la Revolución
el primero de enero pasado.
Comencemos, pues, esta historia como yo la empecé en México.
Para todos nosotros es muy importante conocer el pensamiento actual de quienes componen nuestro Ejército Rebelde: el pensamiento
de aquel grupo que se embarcó en la aventura del Granma y la evolución de ese pensamiento nacido en la entraña del Movimiento 26 de
Julio; y sus cambios sucesivos a través de las etapas de la Revolución, para llegar a la enseñanza final de este último capítulo con que la
parte insurreccional ha terminado.
Les decía que trabé conocimiento con los primeros miembros del 26 de Julio en México. Era muy diferente la proyección social que
tenían aquellos hombres antes de la etapa del Granma, antes que se produjera la primera escisión en el 26 de Julio, cuando estaba en él
todo el núcleo sobreviviente del ataque al Cuartel Moncada. Recuerdo que en una discusión íntima, en una casa en México, exponía la
necesidad de ofrecer al pueblo de Cuba un programa revolucionario; y uno de los asaltantes del Moncada -que afortunadamente se
separó del 26 de Julio- me contestó con unas frases que siempre recuerdo, diciéndome: «La cosa es muy sencilla. Nosotros lo que
tenemos que hacer es dar un golpe. Batista dio un golpe y tomó el poder en un día, hay que dar otro para sacarlo de él. Batista le ha
hecho a los americanos cien concesiones, vamos a darles nosotros ciento una.» La cosa era tomar el poder. Yo le argumentaba que
teníamos que dar ese golpe basados en principios, que lo importante era saber lo que íbamos a hacer en el poder. Esa era la idea de un
miembro de la primera etapa del 26 de julio, que como yo les dije, por fortuna para nosotros, él y quienes mantenían ese criterio se
fueron de nuestro movimiento revolucionario y tomaron otro camino.
Desde ese momento se fue perfilando el grupo que vendría más tarde en el Granma, formado con muchas dificultades, pues sufrimos la
persecución continua de las autoridades mexicanas, que llegaron a poner en peligro el éxito de la expedición. Una serie de factores
internos, como individuos que al principio parecían querer ir a la aventura y después, con un pretexto u otro, se iban separando de ella,
fue limitando la cantidad de expedicionarios. Al final quedaron los 82 hombres que tomamos en Granma. Lo demás es bien conocido
del pueblo cubano.
Lo que a mí me interesa y lo que creo importante es el pensamiento social que teníamos los sobrevivientes de la Alegría de Pío. Este
es el primero y el único desastre que las armas rebeldes tuvimos en el transcurso de la insurrección. Unos quince hombres destruidos
físicamente y hasta moralmente, nos juntamos y sólo pudimos seguir adelante por la enorme confianza que tuvo en esos momentos
decisivos Fidel Castro, por su recia figura de caudillo revolucionario y su fe inquebrantable en el pueblo. Nosotros éramos un grupo de
extracción civil que estábamos pegados pero no injertados en la Sierra Maestra. Andábamos de bohío en bohío; cierto que no
tocábamos nada que no nos perteneciera, incluso no comíamos nada que no pudiéramos pagar y muchas veces pasamos hambre por este
principio. éramos un grupo al que se veía con tolerancia pero que no estaba integrado; y así pasó mucho tiempo... Fueron varios meses
de vida errante en los picos más altos de la Sierra Maestra, dando golpes esporádicos y volviendo a hacer alto. Ibamos de uno a otro
picacho, en donde no había agua y en donde vivir era extraordinariamente difícil.
Poco a poco en el campesino se fue operando un cambio hacia nosotros, impulsado por la acción de las fuerzas represivas de Batista,
que se dedicaban a asesinar y a destruir las casas y que eran hostiles en todas las formas a quienes, aunque fuera ocasionalmente, habían
tenido el más mínimo contacto con nuestro Ejército Rebelde, y ese cambio se tradujo en la incorporación a nuestras guerrillas del
sombrero de yarey, y así nuestro ejército de civiles se fue convirtiendo en un ejército campesino. Simultáneamente a la incorporación
de los campesinos (de los guajiros) a la lucha armada por sus reivindicaciones de libertad y de justicia social, surgió la gran palabra
mágica que fue movilizando a las masas oprimidas de Cuba en la lucha por la posesión de la tierra: por la Reforma Agraria. Ya estaba
así definido el primer gran planteamiento social que sería después la bandera y la divisa predominante de nuestro movimiento, aunque
atravesamos una etapa de mucha intranquilidad debido a las preocupaciones naturales relacionadas con la política y la conducta de
nuestro gran vecino del Norte. En esos momentos era más importante para nosotros la presencia de un periodista extranjero,
preferiblemente norteamericano, que una victoria militar. Era más importante que la incorporación a la lucha de los campesinos que
venían a traer a la Revolución sus ideales y su fe, el que hubiera combatientes norteamericanos que sirvieran para la exportación de
nuestra propaganda revolucionaria.
Por ese tiempo en Santiago de Cuba sucedió un acontecimiento muy trágico, el asesinato de nuestro compañero Frank País, que marcó
un viraje en toda la estructura del movimiento revolucionario. Respondiendo al impacto emocional que produce la muerte de Frank
País, el pueblo de Santiago de Cuba se echó a la calle espontáneamente, produciéndose el primer conato de huelga general política, que
aunque no tuvo dirección, paralizó totalmente a Oriente, repercutiendo en parecida forma en Camagüey y Las Villas. La dictadura
liquidó este movimiento surgido sin preparación y sin control revolucionario. Este fenómeno popular sirvió para que nos diésemos
cuenta que era necesario incorporar a la lucha por la liberación de Cuba al factor social de los trabajadores e inmediatamente
comenzaron las labores clandestinas en los centros obreros para preparar una huelga general que ayudara al Ejército Rebelde a
conquistar el poder.
Fue ese el inicio de una campaña de organizaciones clandestinas llevada a cabo con una mentalidad insurreccional, pero quienes
alentaron estos movimientos no conocían realmente la significación y la táctica de la lucha de masas. Se las llevó por caminos
completamente equivocados al no crearse el espíritu revolucionario ni la unidad de los combatientes y tratar de dirigir la huelga desde
arriba sin vínculos efectivos en la base de los huelguistas.
Las victorias del Ejército Rebelde y los esforzados trabajos clandestinos agitaron el país creando un estado de efervescencia tan grande
que provocó la declaración de una huelga general el 9 de abril pasado, la que fracasó precisamente por errores de organización, entre
ellos principalmente la falta de contactos entre las masas obreras y la dirección, y su equivocada actitud. Pero la experiencia fue
aprovechada y surgió una lucha ideológica en el seno del Movimiento 26 de Julio que provocó un cambio radical en el enfoque de la
realidad del país y en sus sectores de acción. El 26 de Julio salió fortalecido de la fracasada huelga y la experiencia enseñó a sus
dirigentes una verdad preciosa que era -y que es- que la Revolución no pertenecía a tal o a cual grupo sino que debía ser la obra del
pueblo cubano entero; y a esa finalidad se canalizaron todas las energías de los militantes de nuestro Movimiento, tanto en el Llano
como en la Sierra.
En esta época precisamente empezaron en el Ejército Rebelde los primeros pasos para darle una teoría y una doctrina a la Revolución,
dándose demostraciones palpables de que el movimiento insurreccional había crecido y, por tanto, había llegado a su madurez política.
Habíamos pasado de la etapa experimental a la constructiva, de los ensayos a los hechos definidos. Inmediatamente se iniciaron las
obras de «las pequeñas industrias» en la Sierra Maestra. Sucedió un cambio que nuestros antepasados habían visto hace muchos años:
pasamos de la vida nómada a la vida sedentaria; creamos centros de producción de acuerdo con nuestras necesidades más perentorias.
Así fundamos nuestra fábrica de zapatos, nuestra fábrica de armas, nuestro taller en el que reconstruíamos las bombas que la tiranía nos
arrojaba para devolvérselas a los propios soldados de Batista en forma de minas terrestres.
Los hombres y las mujeres del Ejército Rebelde no olvidaron nunca su misión fundamental en la Sierra Maestra ni en otros lugares, que
era la del mejoramiento del campesino, su incorporación a la lucha por la tierra y su contribución llevada a cabo por medio de escuelas
que los maestros improvisados tenían en los lugares más inasequibles de esa región de Oriente. Se hizo allí el primer ensayo de reparto
de tierras con un reglamento agrario redactado fundamentalmente por el doctor Humberto Sorí Marín, por Fidel Castro y en el cual
tuve el honor de colaborar. Se dieron revolucionariamente las tierras a los campesinos, se ocuparon grandes fincas de servidores de la
dictadura, distribuyéndose, y todas las tierras del Estado se comenzaron a dar en posesión a los campesinos de esa zona. Había llegado
el momento en que nos identificaban plenamente como un movimiento campesino ligado estrechamente a la tierra y con la Reforma
Agraria como bandera.
Más tarde recogimos las consecuencias de la fracasada huelga del 9 de abril, pues la represión bárbara de Batista se hizo sentir a fines
de mayo, provocando en todos nuestros cuadros de lucha un decaimiento muy serio que pudo ser de consecuencias catastróficas para
nuestra causa. La dictadura preparó su más fiera ofensiva. Alrededor del 25 de mayo del año pasado, diez mil soldados bien equipados
atacaron nuestras posiciones centralizando su ofensiva sobre la columna número 1, que dirigía personalmente nuestro Comandante en
Jefe Fidel Castro. El Ejército Rebelde ocupaba un área muy pequeña y casi es increíble que a ese grueso de diez mil soldados le
opusiéramos solamente trescientos fusiles de la libertad, pues eran los únicos que había en la Sierra Maestra en ese momento. La
dirección táctica adecuada de esa campaña dio por resultado que sobre el 30 de julio finalizara la ofensiva de Batista, pasando los
rebeldes de la defensiva a la ofensiva y capturamos más de 600 armas nuevas, más del doble de los fusiles con que habíamos iniciado
esta acción y le hicimos al enemigo más de mil bajas entre muertos, heridos, desertores y prisioneros.
El Ejército Rebelde salió de esta campaña preparado para iniciar una ofensiva sobre el llano, ofensiva de carácter táctico y psicológico
porque nuestro armamento no podía competir en calidad y menos aún en cantidad con el de la dictadura. Esta fue una guerra en la que
contamos siempre con ese aliado imponderable de tan extraordinario valor que es el pueblo. Nuestras columnas podían burlar
continuamente al enemigo y situarse en las mejores posiciones, no sólo gracias a las ventajas tácticas y a la moral de nuestros
milicianos, sino en un grado muy importante a la gran ayuda de los campesinos. El campesino era el colaborador invisible que hacía
todo lo que el rebelde no podía hacer; nos suministraba las informaciones, vigilaba al enemigo, descubría sus puntos débiles, traía
rápidamente los mensajes urgentes, espiaba en las mismas filas del ejército batistiano. Y esto no se debía a ningún milagro, sino a que
ya habíamos iniciado con energía nuestra política de reivindicaciones agropecuarias. Ante la amargura del ataque y del cerco de hambre
con que rodearon la Sierra Maestra, de todos los terratenientes de las zonas limítrofes, diez mil reses subieron a las montañas; y no
sólo fueron para abastecer al Ejército Rebelde, sino que se distribuyeron entre los campesinos y, por primera vez los guajiros de la
Sierra, en esa región que está particularmente depauperada, tuvieron su bienestar; por primera vez los niños campesinos tomaron leche
y comieron carne de res. Y por primera vez, también, recibieron los beneficios de la educación, porque la Revolución trae en sus
manos la escuela. Así todos los campesinos llegaron a una conclusión beneficiosa para nuestro régimen.
Del otro lado, la dictadura les daba sistemáticamente el incendio de las casas, el desalojo de la tierra y la muerte; y no sólo la muerte
desde la tierra, sino también la muerte desde el cielo con las bombas de napalm que los democráticos vecinos del Norte dieron
graciosamente a Batista para aterrorizar las poblaciones civiles, esas bombas que pesan 500 kilos y cuando caen abarcan en su área de
destrucción más de cien metros. Una bomba de napalm arrojada sobre un cafetal significa la destrucción de esa riqueza -con los años
de labor acumulados en ella- en un área de cien metros y se necesitan cinco o seis años para reponer lo que en un minuto es destruido.
En este tiempo se abrió la marcha sobre Las Villas. Es importante señalarlo, no por el hecho de ser actor de ella, sino porque al llegar a
Las Villas nos encontramos con un panorama políticosocial nuevo de la Revolución.
Llegamos a Las Villas con la bandera del 26 de Julio, en donde ya luchaban contra la dictadura el Directorio Revolucionario, grupos del
Segundo Frente del Escambray, grupos del Partido Socialista Popular y pequeñas agrupaciones de la Organización Auténtica. Había que
realizar una tarea política importante y entonces más que nunca se vio que la unidad era un factor preponderante de la lucha
revolucionaria. El 26 de Julio con el Ejército Rebelde al frente tuvo que gestionar la unidad de los distintos elementos que estaban
disgustados y que se encontraron como único aglutinante la obra de la Sierra Maestra. Primero hubo que planear esa unidad, que no
debía hacerse sólo entre los grupos combatientes sino también entre las organizaciones del Llano. Tuvimos que hacer la labor
importantísima de clasificar todas las secciones obreras que había en la provincia. Fue una tarea realizada frente a muchos opositores
aun dentro de las filas de nuestro movimiento que todavía padecía la enfermedad del sectarismo.
Acabábamos de llegar a Las Villas y nuestro primer acto de gobierno -antes de establecer la primera escuela- fue dictar un bando
revolucionario estableciendo la Reforma Agraria, en el que se disponía, entre otras cosas, que los dueños de pequeñas parcelas de
tierra dejaran de pagar su renta hasta que la Revolución decidiera en cada caso. De hecho avanzábamos con la Reforma Agraria como
punta de lanza del Ejército Rebelde. Y no era una maniobra demagógica, sino simplemente que en el transcurso de un año y ocho meses
de Revolución, la compenetración entre los dirigentes y las masas campesinas había sido tan grande que muchas veces ésta incitaba a la
Revolución a hacer lo que en un momento no se pensaba. No fue invento nuestro, fue conminación de los campesinos. A ellos los
convencimos de que con las armas en la mano, con una organización, y perdiendo el miedo al enemigo la victoria era segura. Y el
campesino, que tenía en sus entrañas razones poderosas para hacerlo, impuso la Reforma Agraria a la Revolución, impuso la
confiscación del ganado vacuno y todas las medidas de carácter social que se tomaron en la Sierra Maestra.
En la Sierra Maestra se dictó la Ley número 3, en los días de la farsa electoral del 3 de noviembre, que establecía una verdadera
Reforma Agraria, y aunque no era completa tenía disposiciones muy positivas: repartía las tierras del Estado, la de los servidores de la
dictadura y las de quienes las poseyeran con títulos de propiedad adquiridos mediante maniobras dolosas, como los geófagos que se
han engullido miles de caballerías en los deslindes; otorgaba la propiedad a todos los pequeños colonos de no más de dos caballerías
que pagaran renta. Todo gratuitamente. El principio era muy revolucionario. La Reforma Agraria beneficiará a más de doscientas mil
familias. Pero no está completa la revolución agraria con la Ley número 3. Para ello es necesario dictar reglas contra el latifundio
como preceptúa la Constitución. Hay que definir exactamente el concepto de latifundio que caracteriza nuestra estructura agraria y es
fuente indiscutible del atasco del país y de todos los males para las grandes mayorías campesinas y aún no ha sido tocado.
Será la obra de las masas campesinas organizadas imponer la ley que proscriba el latifundio, como compelieron al Ejército Rebelde a
dictar el principio de la Reforma Agraria contenido en la Ley número 3. Hay otro aspecto que debe tenerse en cuenta. La Constitución
establece que toda expropiación de tierra debe de pagarse con dinero antes de hacerse la misma. Si la Reforma Agraria se acomete de
acuerdo con ese precepto quizá sea un poco lenta y onerosa. También es necesaria la acción colectiva de los campesinos que se han
ganado el derecho a la libertad desde el triunfo de la Revolución, para exigir democráticamente la derogación del mismo y poder ir
derechamente a una verdadera y amplia Reforma Agraria.
Estamos ya en las proyecciones sociales del Ejército Rebelde, tenemos una democracia armada. Cuando planeamos la Reforma Agraria
y acatamos las demandas de las nuevas leyes revolucionarias que la complementan y que la harán viable e inmediata, estamos pensando
en la justicia social que significa la redistribución de la tierra y también en la creación de un mercado interno extenso y en la
diversificación de los cultivos, dos objetivos cardinales inseparables del gobierno revolucionario que no pueden ser pospuestos porque
el interés popular está implícito en ellos.
Todas las actividades económicas son conexas. Tenemos que incrementar la industrialización del país, sin ignorar los muchos
problemas que su proceso lleva aparejados. Pero una política de fomento industrial exige ciertas medidas arancelarias que protejan la
industria naciente y un mercado interno capaz de absorber las nuevas mercaderías. Ese mercado no lo podemos aumentar más que
dando acceso a él a las grandes masas campesinas, a los guajiros que no tienen poder adquisitivo pero sí necesidades que cubrir y que
no pueden comprar hoy.
No se nos escapa que estamos empeñados en la persecución de fines que demandan una enorme responsabilidad por nuestra parte, y
que no son los únicos. Debemos esperar la reacción contra ellos de parte de quien domina en más del 75% nuestro intercambio
comercial y nuestro mercado. Frente a ese peligro tenemos que prepararnos con la aplicación de contramedidas, entre las que se
destaca el Arancel y la multiplicación de los mercados exteriores. Necesitamos crear una flota mercante cubana para transportar el
azúcar, el tabaco y otras mercaderías, porque la tenencia de ella influirá muy favorablemente en el tipo de los fletes, de cuya
cooperación depende en alto grado el progreso de los países subdesarrollados como Cuba.
Si vamos al desenvolvimiento de un programa de industrialización, ¿qué es lo más importante para lograrlo? Pues las materias primas
que la Constitución sabiamente defendía y que están entregadas a consorcios extranjeros por la acción e la dictadura de Batista.
Tenemos que ir al rescate de nuestro subsuelo, de nuestros minerales. Otro elemento de la industrialización es la electricidad. Hay que
contar con ella. Vamos a asegurar que la energía eléctrica esté en manos cubanas. Debemos también nacionalizar la Compañía de
Teléfonos, por el mal servicio que presta y lo caro que lo cobra.
¿Con qué resortes contamos para que un programa como el expuesto se lleve a cabo? Tenemos el Ejército Rebelde y éste debe ser
nuestro primer instrumento de lucha, el arma más positiva y más vigorosa y destruir todo lo que queda del ejército del batistato. Y
entiéndase bien que esta liquidación no se hace por venganza no sólo por espíritu de justicia, sino por la necesidad de asegurar que
todas esas conquistas del pueblo puedan lograrse en el plazo más mínimo.
Nosotros derrotamos un ejército numéricamente muy superior con el concurso del pueblo, con una táctica adecuada, con una moral
revolucionaria. Pero ahora tenemos que afrontar la realidad de que nuestro ejército no está aún capacitado para las nuevas
responsabilidades adquiridas, como defender íntegramente el territorio cubano. Tenemos que ir rápidamente a la reestructuración del
Ejército Rebelde, porque al paso hicimos un cuerpo armado de campesinos y de obreros, analfabetos muchos de ellos, incultos y sin
preparación técnica. Tenemos que capacitar este ejército para las altas tareas que tienen que arrostrar sus miembros y capacitarlos
técnica y culturalmente.
El Ejército Rebelde es la vanguardia del pueblo cubano y al referirnos a su progreso técnico y cultural tenemos que saber el significado
de estas cosas en un sentido moderno. Ya hemos comenzado simbólicamente su educación con un recital presidido casi
exclusivamente por el espíritu y las enseñanzas de José Martí.
La recuperación nacional tiene que destruir muchos privilegios y por ello tenemos que estar apercibidos para defender la nación de sus
enemigos declarados o embozados. En ese sentido el nuevo ejército tiene que adaptarse a la nueva modalidad que ha surgido de esta
guerra de liberación, pues sabemos que si somos agredidos por una pequeña isla, lo seríamos con el apoyo de una potencia que es casi
un continente; tendríamos que soportar en nuestro suelo una agresión de proporción inmensa. Y por esa razón debemos prevenirnos y
preparar nuestra avanzada con un espíritu y una estrategia guerrilleras, al efecto de que nuestras defensas no se desintegren al primer
embate y mantengan su unidad central. Todo el pueblo cubano deberá convertirse en un ejército guerrillero, pues el Ejército Rebelde es
un cuerpo en crecimiento cuya capacidad sólo está limitada por el número de seis millones de cubanos de la república. Cada cubano ha
de aprender a manejar las armas y cuándo deberá usarlas en su defensa.
A grandes rasgos he expuesto la proyección social del Ejército Rebelde después de la victoria y su papel impulsando al gobierno a
hacer patentes las aspiraciones revolucionarias.
Hay algo más interesante que decir para acabar esta charla. El ejemplo que nuestra revolución ha significado para la América Latina y
las enseñanzas que implican haber destruido todas las teorías de salón: hemos demostrado que un grupo pequeño de hombres decididos
apoyados por el pueblo y sin miedo a morir si fuera necesario puede llegar a imponerse a un ejército regular disciplinado y derrotarlo
definitivamente. Esa es la enseñanza fundamental. Hay otra que deben de recoger nuestros hermanos de América, situados
económicamente en la misma categoría agraria que nosotros y es que hay que hacer revoluciones agrarias, luchar en los campos, en las
montañas y de aquí llevar la revolución a las ciudades, no pretender hacerla en éstas sin contenido social integral.
Ahora, ante las experiencias que hemos tenido, se plantea cuál será nuestro futuro, que está ligado íntimamente al de todos los países
subdesarrollados de la América Latina. La Revolución no está limitada a la nación cubana pues ha tocado la conciencia de América y ha
alertado gravemente a los enemigos de nuestros pueblos. Por eso hemos advertido claramente que cualquier intento de agresión sería
rechazado con las armas en la mano. El ejemplo de Cuba ha provocado más efervescencia en toda la América Latina y en los países
oprimidos. la Revolución ha puesto en capilla a los tiranos latinoamericanos, porque éstos son enemigos de los regímenes populares
igual que las empresas monopolistas extranjeras. Como somos un país pequeño necesitamos el apoyo de todos los pueblos
democráticos y especialmente de la América Latina.
Artículos, discursos y conferencias
Nota editorial [de la edición de 1977]
Con la publicación de este volumen, la Editorial de Ciencias Sociales del Ministerio de Cultura prosigue el trabajo de recopilación de
escritos y discursos del comandante Ernesto Che Guevara, cuya publicación se inició en 1972. Como se recordará, en ocasión del
quinto aniversario de la caída en combate de Che, al frente de su aguerrido y glorioso ejército internacionalista, fueron publicados los
tres primeros volúmenes de esta colección, dedicados, respectivamente, a escritos militares de carácter teórico, relatos y documentos
relacionados con la guerra de liberación en Cuba y documentos de la lucha revolucionaria en Bolivia.
Con este cuarto volumen se inicia la publicación de los textos relacionados con la construcción del socialismo en Cuba en todos sus
aspectos -ideológico, político, económico, social y cultural-, temas de la historia de las luchas revolucionarias en nuestro país y
materiales relativos a la proyección internacional de la Revolución Cubana.
La gran cantidad de textos localizados e incluidos en esta recopilación, muchos de ellos prácticamente desconocidos, ha obligado a
extender la cantidad de volúmenes de esta colección. En efecto, de seis tomos programados inicialmente, contará de hecho con nueve
volúmenes. De esta forma, el lector tendrá a su disposición la colección más completa publicada hasta la fecha de textos del Che, cuyo
pensamiento encierra valores ideológicos, políticos e históricos de fundamental importancia para todo revolucionario.
Los volúmenes 4 a 8 de esta colección agrupan en riguroso orden cronológico todos los textos del comandante Guevara relacionados
fundamentalmente con la problemática interna de la Revolución Cubana o con la historia de nuestro país. El tomo 9 y final incluye los
textos relacionados con temas internacionales, así como una selección de cartas personales sobre las más variadas materias.
La Editorial de Ciencias Sociales quiere dejar constancia de la valiosa cooperación prestada para la realización de este trabajo por la
Comisión para Perpetuar la Memoria del Comandante Ernesto Guevara, del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Artículos, discursos y conferencias 1959
Lo que aprendimos y lo que enseñamos
1° de enero de 1959
En el mes de diciembre, mes del Segundo Aniversario del desembarco del «Granma», conviene dar una mirada retrospectiva a los años
de lucha armada y a la larga lucha revolucionaria cuyo fermento inicial lo da el 10 de Marzo, con la asonada batistiana, y su campanazo
primero el 26 de Julio en 1953, con la trágica batalla del Moncada.
Largo ha sido el camino y lleno de penurias y contradicciones. Es que en el curso de todo proceso revolucionario, cuando éste es
dirigido honestamente y no frenado desde puestos de responsabilidad, hay una serie de interacciones recíprocas entre los dirigentes y
la masa revolucionaria. El Movimiento 26 de Julio, ha sufrido también la acción de esta ley histórica. Del grupo de jóvenes entusiastas
que asaltaron el Cuartel Moncada en la madrugada del 26 de Julio de 1953, a los actuales directores del movimiento, siendo muchos de
ellos los mismos, hay un abismo. Los cinco años de lucha frontal, dos de los cuales son de una franca guerra, han moldeado el espíritu
revolucionario de todos nosotros en los choques cotidianos con la realidad y con la sabiduría instintiva del pueblo.
Efectivamente, nuestro contacto con las masas campesinas nos ha enseñado la gran injusticia que entraña el actual régimen de
propiedad agraria, nos convencieron de la justicia de un cambio fundamental de ese régimen de propiedad; nos ilustraron en la práctica
diaria sobre la capacidad de abnegación del campesinado cubano, sobre su nobleza y lealtad sin límites. Pero nosotros enseñamos
también; enseñamos a perder el miedo a la represión enemiga, enseñamos la superioridad de las armas populares sobre el batallón
mercenario, enseñamos, en fin, la nunca suficientemente repetida máxima popular: «la unión hace la fuerza».
Y el campesino alertado de su fuerza impuso al Movimiento, su vanguardia combativa, el planteamiento de reivindicaciones que fueron
haciéndose más conscientemente audaces hasta plasmarse en la Ley n° 3 de Reforma Agraria de la Sierra Maestra recientemente
emitida.
Esa Ley es hoy nuestro orgullo, nuestro pendón de combate, nuestra razón de ser como organización revolucionaria. Pero no siempre
fueron así nuestras exposiciones sociales; cercados en nuestro reducto de la Sierra, sin conexiones vitales con la masa del pueblo,
alguna vez creímos que podíamos imponer la razón de nuestras armas con más fuerza de convicción que la razón de nuestras ideas. Por
eso tuvimos nuestro 9 de Abril, fecha de triste recordación que representa en lo social lo que la Alegría de Pío, nuestra única derrota
en el campo bélico, significó en el desarrollo de la lucha armada.
De la Alegría de Pío extrajimos la enseñanza revolucionaria necesaria para no perder una sola batalla más; del 9 de Abril hemos
aprendido también que la estrategia de la lucha de masas responde a leyes definidas que no se pueden burlar ni torcer. La lección está
claramente aprendida. Al trabajo de las masas campesinas, a las que hemos unido sin distinción de banderas en la lucha por la posesión
de la tierra, agregamos hoy la exposición de reivindicaciones obreras que unen a la masa proletaria bajo una sola bandera de lucha, el
Frente Obrero Nacional Unificado (F.O.N.U.), con una sola meta táctica cercana: la huelga general revolucionaria.
No significa esto el uso de tácticas demagógicas como expresión de habilidad política; no investigamos el sentimiento de las masas
como una simple curiosidad científica, respondemos a su llamado, porque nosotros, vanguardia combativa de los obreros y campesinos
que derraman su sangre en las sierras y llanos de Cuba, no somos elementos aislados de la masa popular, somos parte misma del
pueblo. Nuestra función directiva no nos aísla, nos obliga.
Pero nuestra condición de Movimiento de todas las clases de Cuba, nos hace luchar también por los profesionales y comerciantes en
pequeño que aspiran a vivir en un marco de leyes decorosas; por el industrial cubano, cuyo esfuerzo engrandece a la Nación creando
fuentes de trabajo, por todo hombre de bien que quiere ver a Cuba sin su luto diario de estas jornadas de dolor.
Hoy, más que nunca, el Movimiento 26 de Julio, ligado a los más altos intereses de la nación cubana, da su batalla, sin desplantes pero
sin claudicaciones, por los obreros y campesinos, por los profesionales y pequeños comerciantes, por los industriales nacionales, por
la democracia y la libertad, por el derecho de ser hijos libres de un pueblo libre porque el pan de cada día sea la medida exacta de
nuestro esfuerzo cotidiano.
En este segundo aniversario, cambiamos la formulación de nuestro juramento. Ya no seremos «libres o mártires»: seremos libres,
libres por la acción de todo el pueblo de Cuba que está rompiendo cadena tras cadena con la sangre y el sufrimiento de sus mejores
hijos.
[Patria. Organo oficial del Ejército Rebelde «26 de Julio», Las Villas, año I, n° 2, 1° de enero de 1959.]
Artículos, discursos y conferencias 1959
Proyecciones sociales del Ejército Rebelde
27 de enero de 1959
En la noche de hoy se impone la evocación martiana, como ha dicho oportunamente quien me ha presentado ante ustedes, y creo que al
hablar de la proyección social del Ejército Rebelde, nos estamos refiriendo concretamente al sueño que Martí hubiese realizado.
Y como ésta es una noche de recuerdo, antes de entrar de lleno en el tema, en su significación histórica, haremos una breve reseña de
lo que ha sido y es este Movimiento.
No puedo iniciar mis palabras desde el momento en que fue atacado el Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Quiero referirme
solamente a la parte que me corresponde por mi actuación en la serie de sucesos que dieron por resultado el triunfo de la Revolución
el primero de enero pasado.
Comencemos, pues, esta historia como yo la empecé en México.
Para todos nosotros es muy importante conocer el pensamiento actual de quienes componen nuestro Ejército Rebelde: el pensamiento
de aquel grupo que se embarcó en la aventura del Granma y la evolución de ese pensamiento nacido en la entraña del Movimiento 26 de
Julio; y sus cambios sucesivos a través de las etapas de la Revolución, para llegar a la enseñanza final de este último capítulo con que la
parte insurreccional ha terminado.
Les decía que trabé conocimiento con los primeros miembros del 26 de Julio en México. Era muy diferente la proyección social que
tenían aquellos hombres antes de la etapa del Granma, antes que se produjera la primera escisión en el 26 de Julio, cuando estaba en él
todo el núcleo sobreviviente del ataque al Cuartel Moncada. Recuerdo que en una discusión íntima, en una casa en México, exponía la
necesidad de ofrecer al pueblo de Cuba un programa revolucionario; y uno de los asaltantes del Moncada -que afortunadamente se
separó del 26 de Julio- me contestó con unas frases que siempre recuerdo, diciéndome: «La cosa es muy sencilla. Nosotros lo que
tenemos que hacer es dar un golpe. Batista dio un golpe y tomó el poder en un día, hay que dar otro para sacarlo de él. Batista le ha
hecho a los americanos cien concesiones, vamos a darles nosotros ciento una.» La cosa era tomar el poder. Yo le argumentaba que
teníamos que dar ese golpe basados en principios, que lo importante era saber lo que íbamos a hacer en el poder. Esa era la idea de un
miembro de la primera etapa del 26 de julio, que como yo les dije, por fortuna para nosotros, él y quienes mantenían ese criterio se
fueron de nuestro movimiento revolucionario y tomaron otro camino.
Desde ese momento se fue perfilando el grupo que vendría más tarde en el Granma, formado con muchas dificultades, pues sufrimos la
persecución continua de las autoridades mexicanas, que llegaron a poner en peligro el éxito de la expedición. Una serie de factores
internos, como individuos que al principio parecían querer ir a la aventura y después, con un pretexto u otro, se iban separando de ella,
fue limitando la cantidad de expedicionarios. Al final quedaron los 82 hombres que tomamos en Granma. Lo demás es bien conocido
del pueblo cubano.
Lo que a mí me interesa y lo que creo importante es el pensamiento social que teníamos los sobrevivientes de la Alegría de Pío. Este
es el primero y el único desastre que las armas rebeldes tuvimos en el transcurso de la insurrección. Unos quince hombres destruidos
físicamente y hasta moralmente, nos juntamos y sólo pudimos seguir adelante por la enorme confianza que tuvo en esos momentos
decisivos Fidel Castro, por su recia figura de caudillo revolucionario y su fe inquebrantable en el pueblo. Nosotros éramos un grupo de
extracción civil que estábamos pegados pero no injertados en la Sierra Maestra. Andábamos de bohío en bohío; cierto que no
tocábamos nada que no nos perteneciera, incluso no comíamos nada que no pudiéramos pagar y muchas veces pasamos hambre por este
principio. éramos un grupo al que se veía con tolerancia pero que no estaba integrado; y así pasó mucho tiempo... Fueron varios meses
de vida errante en los picos más altos de la Sierra Maestra, dando golpes esporádicos y volviendo a hacer alto. Ibamos de uno a otro
picacho, en donde no había agua y en donde vivir era extraordinariamente difícil.
Poco a poco en el campesino se fue operando un cambio hacia nosotros, impulsado por la acción de las fuerzas represivas de Batista,
que se dedicaban a asesinar y a destruir las casas y que eran hostiles en todas las formas a quienes, aunque fuera ocasionalmente, habían
tenido el más mínimo contacto con nuestro Ejército Rebelde, y ese cambio se tradujo en la incorporación a nuestras guerrillas del
sombrero de yarey, y así nuestro ejército de civiles se fue convirtiendo en un ejército campesino. Simultáneamente a la incorporación
de los campesinos (de los guajiros) a la lucha armada por sus reivindicaciones de libertad y de justicia social, surgió la gran palabra
mágica que fue movilizando a las masas oprimidas de Cuba en la lucha por la posesión de la tierra: por la Reforma Agraria. Ya estaba
así definido el primer gran planteamiento social que sería después la bandera y la divisa predominante de nuestro movimiento, aunque
atravesamos una etapa de mucha intranquilidad debido a las preocupaciones naturales relacionadas con la política y la conducta de
nuestro gran vecino del Norte. En esos momentos era más importante para nosotros la presencia de un periodista extranjero,
preferiblemente norteamericano, que una victoria militar. Era más importante que la incorporación a la lucha de los campesinos que
venían a traer a la Revolución sus ideales y su fe, el que hubiera combatientes norteamericanos que sirvieran para la exportación de
nuestra propaganda revolucionaria.
Por ese tiempo en Santiago de Cuba sucedió un acontecimiento muy trágico, el asesinato de nuestro compañero Frank País, que marcó
un viraje en toda la estructura del movimiento revolucionario. Respondiendo al impacto emocional que produce la muerte de Frank
País, el pueblo de Santiago de Cuba se echó a la calle espontáneamente, produciéndose el primer conato de huelga general política, que
aunque no tuvo dirección, paralizó totalmente a Oriente, repercutiendo en parecida forma en Camagüey y Las Villas. La dictadura
liquidó este movimiento surgido sin preparación y sin control revolucionario. Este fenómeno popular sirvió para que nos diésemos
cuenta que era necesario incorporar a la lucha por la liberación de Cuba al factor social de los trabajadores e inmediatamente
comenzaron las labores clandestinas en los centros obreros para preparar una huelga general que ayudara al Ejército Rebelde a
conquistar el poder.
Fue ese el inicio de una campaña de organizaciones clandestinas llevada a cabo con una mentalidad insurreccional, pero quienes
alentaron estos movimientos no conocían realmente la significación y la táctica de la lucha de masas. Se las llevó por caminos
completamente equivocados al no crearse el espíritu revolucionario ni la unidad de los combatientes y tratar de dirigir la huelga desde
arriba sin vínculos efectivos en la base de los huelguistas.
Las victorias del Ejército Rebelde y los esforzados trabajos clandestinos agitaron el país creando un estado de efervescencia tan grande
que provocó la declaración de una huelga general el 9 de abril pasado, la que fracasó precisamente por errores de organización, entre
ellos principalmente la falta de contactos entre las masas obreras y la dirección, y su equivocada actitud. Pero la experiencia fue
aprovechada y surgió una lucha ideológica en el seno del Movimiento 26 de Julio que provocó un cambio radical en el enfoque de la
realidad del país y en sus sectores de acción. El 26 de Julio salió fortalecido de la fracasada huelga y la experiencia enseñó a sus
dirigentes una verdad preciosa que era -y que es- que la Revolución no pertenecía a tal o a cual grupo sino que debía ser la obra del
pueblo cubano entero; y a esa finalidad se canalizaron todas las energías de los militantes de nuestro Movimiento, tanto en el Llano
como en la Sierra.
En esta época precisamente empezaron en el Ejército Rebelde los primeros pasos para darle una teoría y una doctrina a la Revolución,
dándose demostraciones palpables de que el movimiento insurreccional había crecido y, por tanto, había llegado a su madurez política.
Habíamos pasado de la etapa experimental a la constructiva, de los ensayos a los hechos definidos. Inmediatamente se iniciaron las
obras de «las pequeñas industrias» en la Sierra Maestra. Sucedió un cambio que nuestros antepasados habían visto hace muchos años:
pasamos de la vida nómada a la vida sedentaria; creamos centros de producción de acuerdo con nuestras necesidades más perentorias.
Así fundamos nuestra fábrica de zapatos, nuestra fábrica de armas, nuestro taller en el que reconstruíamos las bombas que la tiranía nos
arrojaba para devolvérselas a los propios soldados de Batista en forma de minas terrestres.
Los hombres y las mujeres del Ejército Rebelde no olvidaron nunca su misión fundamental en la Sierra Maestra ni en otros lugares, que
era la del mejoramiento del campesino, su incorporación a la lucha por la tierra y su contribución llevada a cabo por medio de escuelas
que los maestros improvisados tenían en los lugares más inasequibles de esa región de Oriente. Se hizo allí el primer ensayo de reparto
de tierras con un reglamento agrario redactado fundamentalmente por el doctor Humberto Sorí Marín, por Fidel Castro y en el cual
tuve el honor de colaborar. Se dieron revolucionariamente las tierras a los campesinos, se ocuparon grandes fincas de servidores de la
dictadura, distribuyéndose, y todas las tierras del Estado se comenzaron a dar en posesión a los campesinos de esa zona. Había llegado
el momento en que nos identificaban plenamente como un movimiento campesino ligado estrechamente a la tierra y con la Reforma
Agraria como bandera.
Más tarde recogimos las consecuencias de la fracasada huelga del 9 de abril, pues la represión bárbara de Batista se hizo sentir a fines
de mayo, provocando en todos nuestros cuadros de lucha un decaimiento muy serio que pudo ser de consecuencias catastróficas para
nuestra causa. La dictadura preparó su más fiera ofensiva. Alrededor del 25 de mayo del año pasado, diez mil soldados bien equipados
atacaron nuestras posiciones centralizando su ofensiva sobre la columna número 1, que dirigía personalmente nuestro Comandante en
Jefe Fidel Castro. El Ejército Rebelde ocupaba un área muy pequeña y casi es increíble que a ese grueso de diez mil soldados le
opusiéramos solamente trescientos fusiles de la libertad, pues eran los únicos que había en la Sierra Maestra en ese momento. La
dirección táctica adecuada de esa campaña dio por resultado que sobre el 30 de julio finalizara la ofensiva de Batista, pasando los
rebeldes de la defensiva a la ofensiva y capturamos más de 600 armas nuevas, más del doble de los fusiles con que habíamos iniciado
esta acción y le hicimos al enemigo más de mil bajas entre muertos, heridos, desertores y prisioneros.
El Ejército Rebelde salió de esta campaña preparado para iniciar una ofensiva sobre el llano, ofensiva de carácter táctico y psicológico
porque nuestro armamento no podía competir en calidad y menos aún en cantidad con el de la dictadura. Esta fue una guerra en la que
contamos siempre con ese aliado imponderable de tan extraordinario valor que es el pueblo. Nuestras columnas podían burlar
continuamente al enemigo y situarse en las mejores posiciones, no sólo gracias a las ventajas tácticas y a la moral de nuestros
milicianos, sino en un grado muy importante a la gran ayuda de los campesinos. El campesino era el colaborador invisible que hacía
todo lo que el rebelde no podía hacer; nos suministraba las informaciones, vigilaba al enemigo, descubría sus puntos débiles, traía
rápidamente los mensajes urgentes, espiaba en las mismas filas del ejército batistiano. Y esto no se debía a ningún milagro, sino a que
ya habíamos iniciado con energía nuestra política de reivindicaciones agropecuarias. Ante la amargura del ataque y del cerco de hambre
con que rodearon la Sierra Maestra, de todos los terratenientes de las zonas limítrofes, diez mil reses subieron a las montañas; y no
sólo fueron para abastecer al Ejército Rebelde, sino que se distribuyeron entre los campesinos y, por primera vez los guajiros de la
Sierra, en esa región que está particularmente depauperada, tuvieron su bienestar; por primera vez los niños campesinos tomaron leche
y comieron carne de res. Y por primera vez, también, recibieron los beneficios de la educación, porque la Revolución trae en sus
manos la escuela. Así todos los campesinos llegaron a una conclusión beneficiosa para nuestro régimen.
Del otro lado, la dictadura les daba sistemáticamente el incendio de las casas, el desalojo de la tierra y la muerte; y no sólo la muerte
desde la tierra, sino también la muerte desde el cielo con las bombas de napalm que los democráticos vecinos del Norte dieron
graciosamente a Batista para aterrorizar las poblaciones civiles, esas bombas que pesan 500 kilos y cuando caen abarcan en su área de
destrucción más de cien metros. Una bomba de napalm arrojada sobre un cafetal significa la destrucción de esa riqueza -con los años
de labor acumulados en ella- en un área de cien metros y se necesitan cinco o seis años para reponer lo que en un minuto es destruido.
En este tiempo se abrió la marcha sobre Las Villas. Es importante señalarlo, no por el hecho de ser actor de ella, sino porque al llegar a
Las Villas nos encontramos con un panorama políticosocial nuevo de la Revolución.
Llegamos a Las Villas con la bandera del 26 de Julio, en donde ya luchaban contra la dictadura el Directorio Revolucionario, grupos del
Segundo Frente del Escambray, grupos del Partido Socialista Popular y pequeñas agrupaciones de la Organización Auténtica. Había que
realizar una tarea política importante y entonces más que nunca se vio que la unidad era un factor preponderante de la lucha
revolucionaria. El 26 de Julio con el Ejército Rebelde al frente tuvo que gestionar la unidad de los distintos elementos que estaban
disgustados y que se encontraron como único aglutinante la obra de la Sierra Maestra. Primero hubo que planear esa unidad, que no
debía hacerse sólo entre los grupos combatientes sino también entre las organizaciones del Llano. Tuvimos que hacer la labor
importantísima de clasificar todas las secciones obreras que había en la provincia. Fue una tarea realizada frente a muchos opositores
aun dentro de las filas de nuestro movimiento que todavía padecía la enfermedad del sectarismo.
Acabábamos de llegar a Las Villas y nuestro primer acto de gobierno -antes de establecer la primera escuela- fue dictar un bando
revolucionario estableciendo la Reforma Agraria, en el que se disponía, entre otras cosas, que los dueños de pequeñas parcelas de
tierra dejaran de pagar su renta hasta que la Revolución decidiera en cada caso. De hecho avanzábamos con la Reforma Agraria como
punta de lanza del Ejército Rebelde. Y no era una maniobra demagógica, sino simplemente que en el transcurso de un año y ocho meses
de Revolución, la compenetración entre los dirigentes y las masas campesinas había sido tan grande que muchas veces ésta incitaba a la
Revolución a hacer lo que en un momento no se pensaba. No fue invento nuestro, fue conminación de los campesinos. A ellos los
convencimos de que con las armas en la mano, con una organización, y perdiendo el miedo al enemigo la victoria era segura. Y el
campesino, que tenía en sus entrañas razones poderosas para hacerlo, impuso la Reforma Agraria a la Revolución, impuso la
confiscación del ganado vacuno y todas las medidas de carácter social que se tomaron en la Sierra Maestra.
En la Sierra Maestra se dictó la Ley número 3, en los días de la farsa electoral del 3 de noviembre, que establecía una verdadera
Reforma Agraria, y aunque no era completa tenía disposiciones muy positivas: repartía las tierras del Estado, la de los servidores de la
dictadura y las de quienes las poseyeran con títulos de propiedad adquiridos mediante maniobras dolosas, como los geófagos que se
han engullido miles de caballerías en los deslindes; otorgaba la propiedad a todos los pequeños colonos de no más de dos caballerías
que pagaran renta. Todo gratuitamente. El principio era muy revolucionario. La Reforma Agraria beneficiará a más de doscientas mil
familias. Pero no está completa la revolución agraria con la Ley número 3. Para ello es necesario dictar reglas contra el latifundio
como preceptúa la Constitución. Hay que definir exactamente el concepto de latifundio que caracteriza nuestra estructura agraria y es
fuente indiscutible del atasco del país y de todos los males para las grandes mayorías campesinas y aún no ha sido tocado.
Será la obra de las masas campesinas organizadas imponer la ley que proscriba el latifundio, como compelieron al Ejército Rebelde a
dictar el principio de la Reforma Agraria contenido en la Ley número 3. Hay otro aspecto que debe tenerse en cuenta. La Constitución
establece que toda expropiación de tierra debe de pagarse con dinero antes de hacerse la misma. Si la Reforma Agraria se acomete de
acuerdo con ese precepto quizá sea un poco lenta y onerosa. También es necesaria la acción colectiva de los campesinos que se han
ganado el derecho a la libertad desde el triunfo de la Revolución, para exigir democráticamente la derogación del mismo y poder ir
derechamente a una verdadera y amplia Reforma Agraria.
Estamos ya en las proyecciones sociales del Ejército Rebelde, tenemos una democracia armada. Cuando planeamos la Reforma Agraria
y acatamos las demandas de las nuevas leyes revolucionarias que la complementan y que la harán viable e inmediata, estamos pensando
en la justicia social que significa la redistribución de la tierra y también en la creación de un mercado interno extenso y en la
diversificación de los cultivos, dos objetivos cardinales inseparables del gobierno revolucionario que no pueden ser pospuestos porque
el interés popular está implícito en ellos.
Todas las actividades económicas son conexas. Tenemos que incrementar la industrialización del país, sin ignorar los muchos
problemas que su proceso lleva aparejados. Pero una política de fomento industrial exige ciertas medidas arancelarias que protejan la
industria naciente y un mercado interno capaz de absorber las nuevas mercaderías. Ese mercado no lo podemos aumentar más que
dando acceso a él a las grandes masas campesinas, a los guajiros que no tienen poder adquisitivo pero sí necesidades que cubrir y que
no pueden comprar hoy.
No se nos escapa que estamos empeñados en la persecución de fines que demandan una enorme responsabilidad por nuestra parte, y
que no son los únicos. Debemos esperar la reacción contra ellos de parte de quien domina en más del 75% nuestro intercambio
comercial y nuestro mercado. Frente a ese peligro tenemos que prepararnos con la aplicación de contramedidas, entre las que se
destaca el Arancel y la multiplicación de los mercados exteriores. Necesitamos crear una flota mercante cubana para transportar el
azúcar, el tabaco y otras mercaderías, porque la tenencia de ella influirá muy favorablemente en el tipo de los fletes, de cuya
cooperación depende en alto grado el progreso de los países subdesarrollados como Cuba.
Si vamos al desenvolvimiento de un programa de industrialización, ¿qué es lo más importante para lograrlo? Pues las materias primas
que la Constitución sabiamente defendía y que están entregadas a consorcios extranjeros por la acción e la dictadura de Batista.
Tenemos que ir al rescate de nuestro subsuelo, de nuestros minerales. Otro elemento de la industrialización es la electricidad. Hay que
contar con ella. Vamos a asegurar que la energía eléctrica esté en manos cubanas. Debemos también nacionalizar la Compañía de
Teléfonos, por el mal servicio que presta y lo caro que lo cobra.
¿Con qué resortes contamos para que un programa como el expuesto se lleve a cabo? Tenemos el Ejército Rebelde y éste debe ser
nuestro primer instrumento de lucha, el arma más positiva y más vigorosa y destruir todo lo que queda del ejército del batistato. Y
entiéndase bien que esta liquidación no se hace por venganza no sólo por espíritu de justicia, sino por la necesidad de asegurar que
todas esas conquistas del pueblo puedan lograrse en el plazo más mínimo.
Nosotros derrotamos un ejército numéricamente muy superior con el concurso del pueblo, con una táctica adecuada, con una moral
revolucionaria. Pero ahora tenemos que afrontar la realidad de que nuestro ejército no está aún capacitado para las nuevas
responsabilidades adquiridas, como defender íntegramente el territorio cubano. Tenemos que ir rápidamente a la reestructuración del
Ejército Rebelde, porque al paso hicimos un cuerpo armado de campesinos y de obreros, analfabetos muchos de ellos, incultos y sin
preparación técnica. Tenemos que capacitar este ejército para las altas tareas que tienen que arrostrar sus miembros y capacitarlos
técnica y culturalmente.
El Ejército Rebelde es la vanguardia del pueblo cubano y al referirnos a su progreso técnico y cultural tenemos que saber el significado
de estas cosas en un sentido moderno. Ya hemos comenzado simbólicamente su educación con un recital presidido casi
exclusivamente por el espíritu y las enseñanzas de José Martí.
La recuperación nacional tiene que destruir muchos privilegios y por ello tenemos que estar apercibidos para defender la nación de sus
enemigos declarados o embozados. En ese sentido el nuevo ejército tiene que adaptarse a la nueva modalidad que ha surgido de esta
guerra de liberación, pues sabemos que si somos agredidos por una pequeña isla, lo seríamos con el apoyo de una potencia que es casi
un continente; tendríamos que soportar en nuestro suelo una agresión de proporción inmensa. Y por esa razón debemos prevenirnos y
preparar nuestra avanzada con un espíritu y una estrategia guerrilleras, al efecto de que nuestras defensas no se desintegren al primer
embate y mantengan su unidad central. Todo el pueblo cubano deberá convertirse en un ejército guerrillero, pues el Ejército Rebelde es
un cuerpo en crecimiento cuya capacidad sólo está limitada por el número de seis millones de cubanos de la república. Cada cubano ha
de aprender a manejar las armas y cuándo deberá usarlas en su defensa.
A grandes rasgos he expuesto la proyección social del Ejército Rebelde después de la victoria y su papel impulsando al gobierno a
hacer patentes las aspiraciones revolucionarias.
Hay algo más interesante que decir para acabar esta charla. El ejemplo que nuestra revolución ha significado para la América Latina y
las enseñanzas que implican haber destruido todas las teorías de salón: hemos demostrado que un grupo pequeño de hombres decididos
apoyados por el pueblo y sin miedo a morir si fuera necesario puede llegar a imponerse a un ejército regular disciplinado y derrotarlo
definitivamente. Esa es la enseñanza fundamental. Hay otra que deben de recoger nuestros hermanos de América, situados
económicamente en la misma categoría agraria que nosotros y es que hay que hacer revoluciones agrarias, luchar en los campos, en las
montañas y de aquí llevar la revolución a las ciudades, no pretender hacerla en éstas sin contenido social integral.
Ahora, ante las experiencias que hemos tenido, se plantea cuál será nuestro futuro, que está ligado íntimamente al de todos los países
subdesarrollados de la América Latina. La Revolución no está limitada a la nación cubana pues ha tocado la conciencia de América y ha
alertado gravemente a los enemigos de nuestros pueblos. Por eso hemos advertido claramente que cualquier intento de agresión sería
rechazado con las armas en la mano. El ejemplo de Cuba ha provocado más efervescencia en toda la América Latina y en los países
oprimidos. la Revolución ha puesto en capilla a los tiranos latinoamericanos, porque éstos son enemigos de los regímenes populares
igual que las empresas monopolistas extranjeras. Como somos un país pequeño necesitamos el apoyo de todos los pueblos
democráticos y especialmente de la América Latina.
Artículos, discursos y conferencias
Artículos, discursos y conferencias 1960
Discurso en la conmemoración
del natalicio de José Martí
28 de enero de 1960
Queridos compañeros: niños y adolescentes de hoy, hombres y mujeres de mañana; héroes de mañana, si es necesario, en los rigores
de la lucha armada: héroes, si no, en la construcción pacífica de nuestra nación soberana:
Hoy es un día muy especial, un día que llama a la conversación íntima entre nosotros, los que de alguna manera hemos contribuido con
un esfuerzo directo a la Revolución, y todos ustedes.
Hoy se cumple un nuevo aniversario del Natalicio de José Martí, y antes de entrar en el tema quiero prevenirles una cosa: he escuchado
hace unos momentos: ¡Viva el Che Guevara!, pero a ninguno de ustedes se le ocurrió hoy gritar: ¡Viva Martí!... y eso no está bien...
(Aplausos y gritos de: «¡Viva Martí!»)
Y no está bien por muchas razones. Porque antes que naciera el Che Guevara y todos los hombres que hoy lucharon, que dirigieron
como él dirigió; antes que naciera todo este impulso libertador del pueblo cubano, Martí había nacido, había sufrido y había muerto en
aras del ideal que hoy estamos realizando.
Más aún, Martí fue el mentor directo de nuestra Revolución, el hombre a cuya palabra había que recurrir siempre para dar la
interpretación justa de los fenómenos históricos que estábamos viviendo y el hombre cuya palabra y cuyo ejemplo había que recordar
cada vez que se quisiera decir o hacer algo trascendente en esta Patria... porque José Martí es mucho más que cubano: es americano;
pertenece a todos los veinte países de nuestro continente y su voz se escucha y se respeta no sólo aquí en Cuba sino en toda América.
Cúmplenos a nosotros el haber tenido el honor de hacer vivas las palabras de José Martí en su Patria, en el lugar donde nació. Pero hay
muchas formas de honrar a Martí. Se puede honrarlo cumpliendo religiosamente con las festividades que indican cada año la fecha de
su nacimiento, o con el recordatorio del nefasto 19 de mayo de 1895. Se puede honrar a Martí citando sus frases, frases bonitas, frases
perfectas, y además, y sobre todo, frases justas. Pero se puede y se debe honrar a Martí en la forma en que él querría que se le hiciera,
cuando decía a pleno pulmón: «La mejor manera de decir, es hacer.»
Por eso nosotros tratamos de honrarlo haciendo lo que él quiso hacer y lo que las circunstancias políticas y las balas de la colonia se lo
impidieron.
Y no todos, ni muchos -y quizás ninguno- pueda ser Martí, pero todos podemos tomar el ejemplo de Martí y tratar de seguir su camino
en la medida de nuestros esfuerzos. Tratar de comprenderlo y de revivirlo por nuestra acción y nuestra conducta de hoy, porque aquella
Guerra de Independencia, aquella larga guerra de liberación, ha tenido su réplica hoy y ha tenido cantidad de héroes modestos,
escondidos, fuera de las páginas de la historia, y que, sin embargo, han cumplido con absoluta cabalidad los preceptos y los mandatos
del Apóstol.
Yo quiero presentarles hoy a un muchacho que quizás muchos de ustedes conozcan ya, y hacer una pequeña historia de aquellos días
difíciles de la Sierra.
¿Ustedes lo conocen o no lo conocen? (Aplausos.) Es el comandante Joel Iglesias, del Ejército Rebelde y el jefe de la Asociación de
Jóvenes Rebeldes. (Aplausos.)
Ahora les voy a explicar por qué razones está en ese puesto y por qué lo presento con orgullo en un día como hoy.
El comandante Joel Iglesias tiene 17 años. (Aplausos.) Cuando llegó a la Sierra tenía 15 años. (Aplausos.) Y cuando me lo presentaron
no lo quise admitir porque era muy niño. En aquel momento había un saco de peines de ametralladora -la ametralladora que usaba en
aquella época- y nadie lo quería cargar. Se le puso como tarea y como prueba el que llevara ese saco por las empinadas lomas de la
Sierra Maestra. El hecho de que esté hoy aquí indica que lo pudo llevar bien. (Aplausos.)
Pero hay mucho más que eso. Ustedes no habrán tenido tiempo, por el poco espacio que caminó, de ver que cojea de una pierna;
ustedes no han podido ver, no han podido oír tampoco, porque no los ha saludado, que tiene la voz ronca y que no se le escucha bien.
Ustedes no han podido ver que tiene en su cuerpo 10 cicatrices de balas enemigas (aplausos) y que esa ronquera que tiene, esa cojera
gloriosa, son los recuerdos de las balas enemigas, pues siempre estuvo en primer lugar en el combate y en los puestos de mayor
responsabilidad.
Yo recuerdo que había un soldado -que después también fue comandante- que murió hace poco por una equivocación trágica.
Ese comandante se llamaba Cristino Naranjo. Tenía cerca de cuarenta años, y el teniente que lo mandaba era el teniente Joel Iglesias, de
quince años. Cristino le hablaba de tú a Joel, y Joel, que lo mandaba, le hablaba de usted, Sin embargo, Cristino Naranjo nunca dejó de
obedecer una orden, porque en nuestro Ejército Rebelde, siguiendo las orientaciones de Martí, no nos importaban ni los años, ni el
pasado, ni la trayectoria política, ni la religión, ni la ideología anterior de un combatiente. Nos importaban los hechos en ese momento
y su devoción a la causa revolucionaria.
Nosotros sabíamos también, por Martí, que no importaba el número de armas en la mano, sino el número de estrellas en la frente. Y
Joel Iglesias, ya en aquella época, era de los que tenían muchas estrellas en la frente, no esa sola que hoy tiene como comandante del
Ejército. (Aplausos.)
Por eso quería presentárselo en un día como hoy, para que supieran que el Ejército Rebelde se preocupa de la juventud, y de darle a esa
juventud que hoy asoma a la vida, lo mejor de sus hombres, lo mejor de sus ejemplos combatientes y de sus ejemplos de trabajo.
Porque creemos que así se honra a Martí.
Quisiera decirles a ustedes muchas cosas como esta hoy. Quisiera explicarles, para que me entiendan, para que lo sientan en lo más
hondo de sus corazones, el porqué de esta lucha, de la que pasamos con las armas en la mano, de la que hoy sostenemos contra los
poderes imperiales, y de la que quizás tengamos todavía que sostener mañana en el campo económico, o aún en el campo armado.
De todas las frases de Martí, hay una que creo que define como ninguna ese espíritu de Apóstol. Es aquella que dice: «Todo hombre
verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre.» (Aplausos.)
Eso era, y es, el Ejército Rebelde y la Revolución cubana. Un Ejército y una Revolución que sienten en conjunto y en cada uno de sus
miembros, la afrenta que significa el bofetón dado a cualquier mejilla de hombre en cualquier lugar de la tierra.
Es una Revolución hecha para el pueblo y mediante el esfuerzo del pueblo, que nació de abajo, que se nutrió de obreros y de
campesinos, que exigió el sacrificio de obreros y de campesinos en todos los campos y en todas las ciudades de la Isla. Pero que ha
sabido también recordarlos en el momento del triunfo.
«CON LOS POBRES DE LA TIERRA QUIERO YO MI SUERTE ECHAR», decía Martí,... y así mismo, interpretando sus palabras, lo
hicimos nosotros.
Hemos venido puestos por el pueblo y dispuestos a seguir aquí hasta que el pueblo lo quiera, a destruir todas las injusticias y a
implantar un nuevo orden social.
No le tenemos miedo a palabras, ni a acusaciones, como no tuvo miedo Martí. Aquella vez que en un primero de Mayo, creo que de
1872, en que varios héroes de la clase obrera norteamericana rendían su vida por defenderla y por defender los derechos del pueblo,
Martí señalaba con valentía y emoción esa fecha, y marcaba el rostro de quien había vulnerado los derechos humanos, llevando al
patíbulo a los defensores de la clase obrera. Y ese primero de Mayo que Martí apuntó en aquella época, es el mismo que la clase obrera
del mundo entero, salvo los Estados Unidos, que tienen miedo de recordar esa fecha, recuerdan todos los años en todos los pueblos, y
en todas las capitales del mundo, y Martí fue el primero en señalarlo, como siempre era el primero en señalar las injusticias. Como se
levantó junto con los primeros patriotas y como sufrió la cárcel a los quince años; y como toda su vida no fue nada más que una vida
destinada al sacrificio, pensando en el sacrificio y sabiendo que el sacrificio de él era necesario para la realidad futura, para esta
realidad revolucionaria que todos ustedes viven hoy.
Martí nos enseñó esto a nosotros también. Nos enseñó que un revolucionario y un gobernante no pueden tener ni goces ni vida privada,
que debe destinarlo todo a su pueblo, al pueblo que lo eligió, y lo manda a una posición de responsabilidad y de combate.
Y también cuando nos dedicamos todas las horas posibles del día y de la noche a trabajar por nuestro pueblo, pensamos en Martí y
sentimos que estamos haciendo vivo el recuerdo del Apóstol... (Aplausos.)
Si de esta conversación entre ustedes y nosotros quedara algo, si no se esfumara, como se van las palabras, me gustaría que todos
ustedes en el día de hoy... pensaran en Martí. Pensaran como en un ser vivo, no como un dios ni como una cosa muerta; como algo que
está presente en cada manifestación de la vida cubana, como está presente en cada manifestación de la vida cubana la voz, el aire, los
gestos de nuestro gran y nunca bien llorado compañero Camilo Cienfuegos. (Aplausos.) Porque a los héroes, compañeros, a los héroes
del pueblo, no se les puede separar del pueblo, no se les puede convertir en estatuas, en algo que está fuera de la vida de ese pueblo para
el cual la dieron, El héroe popular debe ser una cosa viva y presente en cada momento de la historia de un pueblo.
Así como ustedes recuerdan a nuestro Camilo, así deben recordar a Martí, al Martí que habla y que piensa hoy, con el lenguaje de hoy,
porque eso tienen de grande los grandes pensadores y revolucionarios: su lenguaje no envejece. Las palabras de Martí de hoy no son de
museo, están incorporadas a nuestra lucha y son nuestro emblema, son nuestra bandera de combate.
Esa es mi recomendación final, que se acerquen a Martí sin pena, sin pensar que se acercan a un dios, sino a un hombre más grande que
los demás hombres, más sabio y más sacrificado que los demás hombres, y pensar que lo reviven un poco cada vez que piensan en él y
lo reviven mucho cada vez que actúan como él quería que actuaran.
Recuerden ustedes que de todos los amores de Martí, su amor más grande estaba en la niñez y en la juventud, que a ellas dedicó sus
páginas más tiernas y más sentidas y muchos años de su vida combatiendo.
Para acabar, les pido que me despidan como empezaron, pero al revés: con un Viva Martí, ¡que está vivo!
(Todo el público en pie grita: ¡Viva Martí! y se producen grandes ovaciones.)
[Comisión para perpetuar la memoria del comandante Che Guevara.]
Artículos, discursos y conferencias 1960
Discurso en el Banco Nacional
29 de enero de 1960
Antes de hablar del tema esencial para el que he sido invitado, deseo expresar en conjunto mi saludo y mi deseo de relaciones
armónicas y de compañerismo con los integrantes de las instituciones económicas vinculadas con el Banco Nacional. A muchos no he
podido visitar por falta de tiempo. Pero todo eso es adjetivo, porque lo que importa es trabajar unidos para el bien de Cuba.
Entrando en el tema, voy a referirme al 4% no como número, no como un porcentaje, sino como un símbolo. Ese 4% de ustedes y de
otros empleados y trabajadores que ya lo han ofrecido, es el símbolo de identificación absoluta del Gobierno y las clases productoras;
es el vínculo entre los gobernantes y su pueblo. No es el caso referirnos a su importancia económica, que la tiene, sino machacar sobre
la importancia de su simbolismo. Y es eso muy importante porque estamos en la época que los viejos conceptos se están destruyendo.
Hemos tenido una economía floreciente, en términos económicos. Cuba logró un producto: el azúcar, que fue el centro de nuestra
riqueza. La desarrollaron quienes pretendieron ser nuestros amigos y después se convirtieron en nuestros explotadores. Se hizo una
economía de una sola mercancía de alta productividad y que competía fácilmente en el mercado extranjero pero todo lo demás quedó
en cero.
Sabemos cómo los gobernantes impuestos o mediatizados por los intereses ajenos a Cuba impusieron tratados. Mientras se hablara de
azúcar, parecía que no había peligro alguno para la economía cubana, y sin embargo la entrada de otros productos procedentes de
afuera, impedían todo desarrollo económico. Solamente la privilegiada posición geográfica de Cuba, su clima envidiable y otros
factores le permitieron seguir viviendo, mientras que poco a poco los intereses azucareros no sólo dominaban en el país, sino que eran
una prolongación de Wall Street en Cuba.
Los usurpadores se dedicaron no sólo a comprar azúcar, sino también a asegurarse la materia prima en forma de cañas de
administración. Fue entonces que surgió la ambición latifundista y se dieron a la tarea de coger las tierras, los ingenios y todo cuanto
pudieron, mientras el que la cultivaba tenía que buscar sustento en las montañas o echarse por los caminos.
La belleza de La Habana -evidentemente una de las ciudades más ricas y más bellas de América-, se hizo con el sudor y la sangre de los
campesinos cubanos. Ya en el proceso de la Revolución, la presión del campesino sobre la tierra empezaba a dar sus frutos y el primer
bosquejo de Reforma Agraria se hizo en el año 1957. A finales del año 1958, se estableció por el Decreto n° 3 de la Sierra Maestra, la
Reforma Agraria, que reconocía a todos los trabajadores agrícolas que tuvieran menos de dos caballerías, el derecho a su posesión
gratuita. Después, ustedes conocen la historia de nuestra Reforma Agraria, su promulgación en la Sierra Maestra y las luchas y ataques
que hemos debido sostener por mantener intactos los postulados de esta ley y por llevarla a cabo. Se pensó muchas veces y mucha
gente pensó que la Reforma Agraria era simplemente una palabra más en el vocabulario de la demagogia politiquera. Solamente cuando
los hechos demostraron hasta la saciedad que esta era una Reforma Agraria que se iba a hacer, fue cuando la reacción fue organizando
sus baterías y centrándola en una campaña de propaganda que solamente tiene en América el precedente de la Guatemala democrática
de Jacobo Arbenz. Y si me refiero aquí a la Reforma Agraria con tanta insistencia, no es sólo porque sea la niña mimada de la
Revolución, o porque sea el único tema del que pueda hablar; es porque la Reforma Agraria es la base de todos los acontecimientos que
se han sucedido después y de todos los que se sucederán. En la Reforma Agraria están planteados los términos de la lucha por la
liberación del país y también se plantean los grandes dilemas que esta Revolución ha puesto sobre el tapete.
No hemos ido a averiguar, como quieren todos los técnicos de todos los bancos y de todas las instituciones financieras o
internacionales de nuestra América, cómo financiar nuestra Reforma Agraria, si no después de hacerla. El primer paso es tomar la
tierra; ¿cómo? eso lo dirá el pueblo; el pueblo en armas conquistó su derecho a gobernarse y él, que es mayoría y es fuerza armada,
determinara cómo se hará la Reforma Agraria y como se financiará.
Podrá parecerles a ustedes muy extraño que quien como yo tengo el deber aquí, como Presidente de Banco, del Banco Nacional nada
menos, de defender todos los antiguos derechos establecidos, venga a romper lanzas contra la propiedad; pero es que nuestra
Revolución debe ser entendida así tal como es; nuestra Revolución va contra el antiguo derecho de propiedad; lo va a romper y lo va a
aniquilar, porque nuestra Revolución es por sobre todas las cosas antifeudal y antilatifundista, y debe romper primero estas relaciones
sociales, para después llegar a la segunda etapa, que es la etapa industrial.
Creo que la primera parte de la batalla se ha ganado. Podrá todavía alguno protestar con más o menos vehemencia, por lo que llama el
despojo de la tierra, pero la tierra ya pertenece al campesino. Que tenga el título o no lo tenga, que se le haya dado un bono o no al
antiguo propietario eso es lo que tiene menos importancia. El Gobierno Revolucionario ya ha reconocido el derecho a los antiguos
propietarios a obtener una retribución por estas tierras y ha reconocido el derecho a los campesinos a tener la tierra. Los campesinos
nos creen, saben que la tierra es de ellos, aunque no tengan el título firmado por el Presidente del Instituto Nacional de la Reforma
Agraria, y los antiguos poseedores de la tierra podrán creernos o no, pero son minoría.
Frente al mandato imperativo de la masa, nuestro deber revolucionario no podrá flaquear un minuto ni detenerse en ningún formalismo.
Ahora al hacer esta Reforma Agraria, que fue antifeudal y antilatifundista -porque no siempre el latifundio significa feudalismo-,
tuvimos el primero y muy serio de los choques contra los capitales extranjeros que se habían adueñado del territorio nacional. Primero
se habló de precio justo; no se especificó si precio justo era el precio que habían pagado por estas tierras; es decir, darle un balazo al
campesino que la tenía antes, por ejemplo. Ese precio podríamos pagarlo, no nos costaba mucho hacerlo; pero queríamos llegar a una
fórmula más tranquilizadora para todos. Utilizamos el sistema de considerar el amillaramiento y allí se crisparon los antiguos
poseedores. Todos los episodios de las notas que han ido y han venido, son historia de estos días y no es necesario repetirlas. Lo
importante es que la Reforma Agraria sigue adelante, que los campesinos han tomado la tierra, que a las viejas relaciones sociales
suceden estas nuevas relaciones revolucionarias y que iniciamos el camino de la industrialización.
Y aquí se nos plantea un nuevo interrogante y una fase distinta del único problema de nuestra liberación nacional. Primero, teníamos
que plantearnos el dilema de nuestra actuación siguiente: Seguimos siendo un abastecedor de materias muy buscadas en los mercados
internacionales, es decir, seguimos siendo exportadores, buscadores de divisas, o nos convertimos en productores de las materias
primas y de los productos manufacturados que necesitamos para nuestro consumo interno; es decir, nos convertimos en sustituidores
de divisas. Hemos elegido este segundo camino, porque nos da mucha más garantía en nuestro desarrollo y además, porque
estratégicamente está mucho mejor defendido el país que se basta a sí mismo.
En el campo agrario, hemos iniciado las grandes campañas nacionales para autoabastecernos de arroz, algodón, aceites vegetales y
productos lácteos, como primera parte de nuestra batalla agrícola e industrial.
En el campo industrial puro, se han iniciado ya los estudios serios para crear las grandes fuentes productoras de materia prima para una
industria nacional; se han estudiado las posibilidades de crear la siderurgia y la metalúrgica nacional, utilizando de una vez los grandes
yacimientos que se sabe que existen, pero que no han sido ubicados, sobre todo en la provincia de Oriente.
En el campo de los combustibles, tras de liberar nuestro subsuelo mediante la Ley del Petróleo, estamos trabajando activamente para
establecer por medio del Instituto Nacional del Petróleo -de reciente formación-, nuestra propia fuente de recursos en combustible
ayudados en alguna medida con la producción de alcohol de las mieles finales que sirve como carburante.
En el campo de la industrialización de la caña, también estamos trabajando activamente para transformar nuestra única fuente de
ingreso, que es el azúcar, en una fuente múltiple sin abandonar su base; es decir, para aprovechar bagazos, para aprovechar toda una rama
importantísima de la química orgánica moderna, que ha dado en llamarse sucroquímica y que ofrece perspectivas magníficas; además,
nuestro papel de bagazo ya se vende en el mercado y tiene toda su producción distribuida entre los diversos periódicos del país.
Estamos trabajando activamente en la tarea de crear nuevos productos que sustituyen importación también en esta rama.
En la importantísima rama de toda la industria ligera estamos trabajando en un plan de organización, de planificación de toda ella y de
orientación de la inversión privada.
Ya se han hecho estudios definitivos sobre la industria textil, que nos llevará en 5 años a autoabastecernos de este vital producto.
Está estudiándose la ley para crear la Comisión Nacional de Energía Eléctrica, que se encargue de una organización en todo el
territorio nacional de la red eléctrica y de la fuente de producción de energía eléctrica, necesarias para un desarrollo industrial que
aspiramos sea uno de los más fuertes del mundo en este momento.
Ya hemos citado las principales fuentes de producción agropecuarias; este es pues el cuadro de los grandes rumbos que tomará la
industrialización del país en los próximos años.
No podría hablarles concretamente de la fecha de iniciación y terminación de los planes, del costo final de los mismos y de los medios
de financiamiento. La Revolución no ha avanzando en forma pareja en todas sus fases y mientras ha llevado la Reforma Agraria hasta
sus últimos extremos, hay muchos organismos y muchas estructuras económicas del país que necesariamente tendrán que liquidarse
para poder llevar a buen fin nuestra tarea de desarrollo.
Cuando se haya realizado el nuevo ordenamiento económico que demanda el país en estos momentos, podré venir ante ustedes, o podrá
hacerlo quien esté encargado de ello, a explicar aquí y ante el pueblo entero de Cuba, las características finales de nuestro plan de
industrialización. Sin embargo, hemos aprendido la gran lección de la Reforma Agraria: primero hay que empezar a hacer y después
pensar cómo seguir haciendo. No vamos a sentarnos y hacer un alto en el camino para pensar cuáles serán nuestros próximos pasos.
Vamos a pensar caminando, vamos a aprender creando y también, por qué no decirlo, equivocándonos. Estoy seguro que muchas veces
nos encontraremos con que estamos fuera de la senda, pero eso no será sino en contados momentos y podremos tomar el buen camino
con una mayor dosis de experiencia. Todos nosotros, y el pueblo con nosotros, considera que esta fórmula es mucho más beneficiosa
para el país que la de sentarse a pensar planes maravillosos mientras el tiempo transcurre. Por eso, si hoy me preguntaran, si alguno
tuviera la ocurrencia de pararse y preguntarme: bueno, ¿y en qué va a invertir el Gobierno este 4 % de nuestros salarios que nosotros
damos? Yo tendría que decirle simplemente que no sé, y todavía más irreverentemente, podría decirle que no me importa tampoco. Se
va a emplear en el desarrollo industrial del país. No sabemos siquiera, porque no hay estadísticas, cual será el monto exacto del 4% de
salarios dado por todos los obreros del país, porque no sabemos exactamente cuántos obreros, cuántos trabajadores de todo tipo hay en
el país; no sabemos exactamente cuantos desocupados hay, y, en números redondos, de nuestro país sabemos muy poco.
Todas las estadísticas están en proceso de cambio, en proceso de adaptación, para reflejar la verdad de este momento de Cuba. Creo
que es algo en lo cual no tengo que insistir mucho, porque todos ustedes han estado en estrecho contacto con las cifras y saben que,
fuera de alguna de aquí de La Habana, todas las demás no se pueden considerar. Saben, por ejemplo, que los contrabandos que se
realizaban por el puerto de La Habana eran fabulosos y que hoy no tenemos base ninguna de comparación para hacer un cálculo aunque
sea aproximado. Por eso no puedo venir a ofrecerles una imagen exacta de lo que se va a hacer con este 4%, lo único -no como
presidente del Banco, pero sí como revolucionario-, que les puedo asegurar es que todo el dinero que consigamos por el aporte
voluntario de los factores de producción del país, se va a dedicar a inversiones reproductivas que signifiquen más salarios y mayor
bienestar para nuestro país.
Y queda como final de este esquema de la historia de nuestro desarrollo económico en este año, un punto algo distante del tema central
que nos ocupa. El problema de la agresión extranjera. El problema de la agresión económica extranjera que también ustedes conocen
por estar en estrecho contacto con todos los bancos y todos los agentes comerciales extranjeros que operan dentro y fuera del país.
Saben ustedes bien que los créditos se están restringiendo y que se están preparando las condiciones para tratar de producir una crisis
económica en el país, tanto por medio del sabotaje de la producción, como por medio del sabotaje de las materias primas que vienen de
fuera -algunas tan importantes como el petróleo-, como por el crédito.
Y es por eso que este 4 % vuelve a adquirir su importancia capital. Porque es, como decía al iniciar, la reafirmación de la voluntad total
del pueblo de centralizar sus esfuerzos para convertirnos rápidamente en un país que se autoabastezca dentro de las posibilidades de
esta vida moderna; para convertirnos en un país, cuya agresión económica por parte de una potencia extranjera signifique más en
detrimento de esa potencia extranjera que del nuestro propio; para darnos la potencia suficiente para que nuestra capacidad de
represalia sea sentida y para darnos nuestros márgenes económicos suficientes para poder soportar una agresión continuada, sin que se
llegue a un estado de claudicación del pueblo cubano. Porque estamos en un momento crítico, estamos quizás en el borde donde acaban
las palabras y empiezan los hechos.
Tras la cortina de ataques calumniosos y de quejas hipócritas, se prepara una de las más grandes agresiones contra un pueblo que lucha
por su liberación; y si por un solo momento nos paramos en nuestro camino para meditar en la forma de defendernos, estamos
vencidos.
Nuestra única respuesta debe ser la respuesta revolucionaria que se dio el 26 de octubre: contra avionetas que violen el territorio
nacional, la Ley de Minas y la Ley del Petróleo; contra nuevas agresiones, nuevas leyes; contra más amenazas, más aportes del ahorro
popular para industrializarnos más rápidamente y conseguir esa potencia que buscamos; la potencia pacífica que no permita sobresalir
en América como nación productora y trabajadora o la potencia guerrera que nos permita defender nuestro territorio y mantener
nuestro sitial de vanguardia de la libertad de América.
Este era el pequeño mensaje que quería traerles junto con mi saludo y mi pedido de perdón, porque esta charla ha sido mucho más
encendida que la que el puesto que ocupo hacía suponer; les pido una vez más perdón, pero todavía soy mucho más guerrillero que
Presidente de Banco.
[Comisión para perpetuar la memoria del comandante Ernesto Guevara.]
Artículos, discursos y conferencias 1960
Discurso a los trabajadores del industria textil
7 de febrero de 1960
Mis queridos compañeros:
Debo pedir disculpas, en primer lugar, porque no podré asistir a la terminación de este acto, debido a que también tengo un
compromiso previo con el señor Anastas Mikoyan, en cuya casa tendré el honor de almorzar hoy en compañía de algunos Ministros del
Gobierno. (Aplausos.)
Con respecto a lo que nos ocupa ahora, quiero decirles que están tratando por todos los medios de impedir la zafra. Yo sé que eso es
imposible, y ya hoy hice mi «zafra particular»: más de cien mil pesos directamente de la Federación Textil y de otras federaciones
nacionales y provinciales, vienen a contribuir el gran fondo que ha creado el pueblo para la defensa de su país. Hubiera querido que el
señor Mikoyan viera también esta parte del acto, que viera que nuestro pueblo no se limita solamente a marchar o a empuñar el fusil,
que en cada momento de su vida piensa en la defensa de la Revolución y acorde a los grandes principios que nos han regido, se impone
el sacrificio de quitar parte de sus haberes para contribuir a todas las grandes campañas de nuestro Gobierno Revolucionario.
Esa es la base de nuestro triunfo. Nuestro triunfo no será el triunfo de personalidades aisladas, no puede ser siquiera el triunfo de Fidel
Castro, siendo como es el líder indiscutido de todos nosotros. (Aplausos.) Nuestro triunfo es el triunfo del pueblo entero, y quisiera
yo decirle al señor Mikoyan que si todavía no podemos tirar «Sputniks» a la luna, podemos expander nuestra idea revolucionaria hasta
la luna misma, y mostrar nuestro entusiasmo... (aplausos) y mostrar nuestro entusiasmo constructivo a la cara del mundo.
Hubiera querido que al ilustre huésped no se le obsequiara con maniobras militares, sino simplemente con muestras de nuestra arte y
de nuestra cultura populares. El momento lo ha impedido; debemos prepararnos para cumplir nuestra Revolución pacíficamente o para
defenderla con las armas en la mano. Pensamos que el primero de enero había acabado la historia del fusil aquí en Cuba;
desgraciadamente, debemos seguir empuñándolo para defender lo que conquistamos ese primero de enero, y todas nuestras conquistas
revolucionarias hasta hoy, y las que vendrán, porque una Revolución no se puede parar. En el momento en que se para, retrocede; y
nosotros debemos seguir adelante para profundizarla más, para hacerla más vigorosa y para mantener ante los ojos de América y del
mundo este ejemplo luminoso que es nuestra Revolución de hoy.
Todos los pueblos que han pasado por etapas parecidas en todos los países de Europa y del Asia, nos miran como a hermanos menores
y pujantes que marchamos en el camino absoluto de la liberación; nos miran con simpatía en la República Arabe Unida, en la India...
(aplausos) en Indonesia, en Yugoeslavia, en la Unión Soviética... (aplausos) y nos miran también con simpatía y con renovadas
esperanzas en cada uno de los pueblos asiáticos y africanos que no han logrado todavía su liberación, y en nuestras veinte repúblicas
hermanas, que aunque algunas de ellas están hoy en un plano de evolución económica más adelantado que el nuestro, ninguna ha llegado
a nuestro grado de madurez política y revolucionaria. Podemos decir con orgullo, con todo el sano orgullo, que estamos a la cabeza de
América, que somos hoy... (aplausos) el país que está trazando las grandes pautas de nuestra liberación.
No luchamos solamente contra los poderes coloniales, no luchamos solamente contra nuestros latifundistas de aquí, contra nuestros
criminales de guerra; no luchamos solamente contra las satrapías americanas, como la de Trujillo o la de Somoza: luchamos también
contra la desvergüenza y la traición de falsos gobernantes de América, que se escudan tras una careta democrática para echarle
zancadillas a la Revolución cubana. Pero somos tan fuertes que podremos contra todos ellos, y podremos porque a la unidad absoluta
del pueblo de Cuba se une la unidad y la solidaridad de todos nuestros hermanos de América y de todos los pueblos del mundo que
saben lo que es el sufrimiento y la opresión colonial. Por eso estamos en un momento luminoso. Angustioso quizás, de lucha y de
trabajo, cuyo fin no se ve en un futuro inmediato, pero debemos tener siempre la misma fe que hoy han demostrado ustedes. Y esa fe se
demuestra con los hechos, no sólo con las palabras; se demuestra con los aportes voluntarios, con las milicias obreras, de campesinos
y de estudiantes y se demuestra también con el trabajo fecundo y organizado.
Queremos, sí, esta vez, poder decir sin falsas hipocresías que el Gobierno Revolucionario no tiene un solo problema con sus obreros o
campesinos; que cada vez que se le puede dar una nueva conquista salarial o social, se le dará inmediatamente; y cada vez que se deba
exigir un sacrificio, se podrá contar con la gran masa de compañeros obreros y campesinos. (Aplausos.)
Artículos, discursos y conferencias
Artículos, discursos y conferencias 1961
Comparecencia televisada acerca de la firma
de acuerdos con los países socialistas
6 de enero de 1961
Primero tengo que saludar a los oyentes de toda Cuba, después de un tiempo de ausencia de la vida pública, y anunciarles que el motivo
de esta comparecencia es explicar claramente, dentro de la brevedad de una intervención de este tipo, la magnitud de los acuerdos
firmados en los países socialistas, fundamentalmente con la Unión Soviética, y con la República Popular China; y, además, establecer
exactamente cuál fue la intervención de cada cual en esta negociación, que pudo parecer larga pues estuvimos dos meses, –en la Unión
Soviética estuvimos, en el curso de esos dos meses, durante tres oportunidades diferentes–, y pudo parecer todo el resultado final
como la coronación de unas largas, difíciles negociaciones en las cuales la Delegación cubana salió triunfante, imponiendo las ya
conocidas medidas económicas, de compromisos de compra por parte de la Unión Soviética y de los países socialistas, de cuatro
millones de toneladas a cuatro centavos la libra, es decir, un precio sustancialmente más alto que el que actualmente rige en el mercado
mundial, en cualquiera de las dos Bolsas que están operando a diferentes niveles, o sea, la de Nueva York o la de Londres.
En realidad, no hubo tal cosa. El viaje y las conversaciones en la Unión Soviética, desde el primer momento fueron llevadas con
extraordinaria facilidad, debido al espíritu con que los gobernantes de los países socialistas supieron analizar la petición cubana.
Nosotros, evidentemente, no podíamos pedir al mundo socialista que hiciera el esfuerzo de comprarnos esa cantidad de azúcar y que la
comprara a ese precio y basar esa petición en motivos económicos, porque realmente no hay ninguna razón, dentro de los términos del
comercio mundial, para que se realizara esta compra. Ella se produce, sencillamente, como un planteamiento político.
Cuba está frente a una agresión económica a fondo del imperialismo norteamericano, y todavía es un país de monocultivo. Cuba tiene
que contar, para desarrollarse y para realizar su comercio exterior, con el azúcar. O vende su azúcar, o sufre quebrantos muy grandes en
el comercio exterior. Y, además, la vende a un determinado precio, o lo que se produce es una efectiva descapitalización del país, pues
el principal producto hay que venderlo muy por debajo de su precio de costo.
En estos términos políticos fue planteada la petición cubana, hecha directamente por el Gobierno y firmada por el Primer Ministro,
Fidel Castro, y fue recibida con extraordinaria simpatía y comprensión por los países socialistas. En el primer momento, se convocó
una reunión en Moscú a resueltas de la cual se firmó un Convenio multilateral de pagos. Fue, quizá, un caso único. Mientras nosotros
nos reuníamos, se estaban reuniendo los delegados de ochenta y un países del mundo, de los partidos comunistas de los ochenta y un
países que tiene el partido, para resolver una serie de problemas importantes que llevaron la atención de personalidades tan relevantes
en el mundo socialista como Liu Shao-Chi, y como Jruschov.
Sin embargo, tuvieron tiempo para convocar a una reunión que fue prácticamente, a nivel de Ministros de Comercio Exterior –una
categoría que nosotros no tenemos todavía; ellos dividen su comercio en Comercio Interior y Exterior–. Varios de los Ministros de
Comercio Exterior y otras figuras representativas, se trasladaron a Moscú para tener conversaciones con nosotros, y simplemente el
único tema de discusión era la cantidad de azúcar que cada país podía absorber, para ayudar a Cuba.
La Unión Soviética se compromete a comprar 2 millones 700 mil toneladas de azúcar, en el caso de que los Estados Unidos no nos
compren –lo que parece muy probable–; China compra un millón de toneladas de azúcar, y los demás países socialistas, se
comprometen a comprar 300 mil toneladas. Esos son los países de Europa. Además, como compras adicionales, la República
Democrática Popular de Vietnam cinco mil toneladas; y, como una compra simbólica, para expresar el apoyo monolítico de todo el
bloque socialista a nuestro Gobierno, la República Popular de Mongolia compra mil toneladas de azúcar.
La Misión, que durante una parte del recorrido presidí yo y que actualmente está presidida por el sub-secretario de Relaciones
Exteriores, Rodríguez Llombart, recorrerá todos los países del bloque socialista. Actualmente está en Bulgaria; falta la visita
solamente a Rumania y a Albania. Y llevó como misión suplementaria la de firmar los protocolos de comercio para el año 1961 y para
años posteriores, con todos los países de ese bloque.
Era una tarea sumamente difícil; una tarea difícil, porque nosotros hemos tenido que cambiar la estructura de nuestro comercio en muy
pocos meses. De ser este país aún a finales del año 1959, es decir, hace exactamente un año, un país de estructura totalmente colonial,
con un sistema de comercio interior y exterior dominado totalmente por los grandes importadores dependientes de los capitales
monopolistas, ha pasado a ser en el curso de diez meses, hasta octubre, en que ya se cierra definitivamente el ciclo, un país donde el
Estado ejerce el monopolio absoluto del comercio exterior, y, además, una gran parte del comercio interior.
Este cambio, necesariamente, trae aparejadas violentas conmociones y dificultades muy grandes. Recibimos felicitaciones sinceras de
los países socialistas, no por haber llevado todos nuestros pedidos enormes, eso era imposible, sino por habernos equivocado poco,
dada la magnitud del trabajo. Pudimos, sin embargo, llevar un esquema de las necesidades fundamentales de nuestro país para este año
1961, y afrontamos allí una nueva dificultad. Esta dificultad es que los países socialistas se rigen, en primer lugar, por patrones
métricos, del sistema decimal, y aquí nosotros seguíamos, naturalmente, la práctica colonial de pesar todo en libras, de medirlo en
yardas, o millas, en fin, de realizar todos nuestros sistemas de medidas, de presiones, de los distintos instrumentos, de las cañerías, las
bocas de las bombas, en fin, todo el instrumental industrial que se precisa, era de un tipo diferente. Incluso, en la electricidad, en los
países socialistas es de cincuenta ciclos por segundo; aquí la electricidad es sesenta ciclos por segundo. Hay que adaptar todas las
máquinas a ese ciclaje diferente.
Y todo esto en países con una planificación altamente desarrollada, donde ya tienen previstas las principales producciones para el año
1961; y algunos países, como Checoslovaquia, tienen ya estructurado su plan de desarrollo para 1980. Es decir, que tenían que cambiar,
fundamentalmente tenían que adaptar su comercio exterior a las necesidades de Cuba en muchos artículos que eran fundamentales para
Cuba, que había que suministrárselos, porque si no a Cuba se le detenía su desarrollo, y había que suministrarlos en un determinado
tiempo, y adaptarse a las necesidades cubanas.
Es realmente un caso insólito en estos últimos tiempos, y en los anales del comercio exterior, que todo un bloque de países tenga que
cambiar hasta su tipo de producción para ayudar a un país como el nuestro, tan pequeño territorialmente y en habitantes, tan desvalido
frente al poderío norteamericano.
Sin embargo, encontramos la mejor disposición en todos lo países visitados. Se pudo realizar, en este corto espacio de tiempo, en los
dos meses en que estuve personalmente –y todavía seguimos trabajando–, realmente un trabajo extraordinario. Además, pudimos ver la
insospechada capacidad que tiene Cuba de expandir su comercio exterior en el área socialista, sobre todo en los países asiáticos, y
fundamentalmente en China, donde nuestro producto principal, el azúcar, puede ser absorbido totalmente por ese país, y todavía mucho
más de nuestra producción, si tuviera la posibilidad de trasladarlo, ya que hay la posibilidad de intercambiar productos.
Por ejemplo, China es un país que en este momento tiene un consumo de menos de dos kilos de azúcar por habitante por año. En Cuba,
la cifra es alrededor de 40, y en los países industrializados del mundo es entre 30 y 40 kilos por habitante. Pero a China subir el
consumo un kilo por habitante por año, le significa en estos momentos entre 650 mil y 700 mil toneladas. Es decir, que para China
subir su consumo a 10 kilos, que es bajo todavía, de azúcar, por habitante y por año, consumiría la cosecha de Cuba de siete millones de
toneladas, es decir, consumiría la cosecha actual de seis millones holgadamente, porque serían cerca de siete millones de toneladas.
Simplemente, nosotros podríamos desarrollar nuestro comercio de azúcar intercambiándolo por otros productos con China. La Unión
Soviética es el primer productor de azúcar del mundo en estos momentos; superó a Cuba, precisamente, hace dos años, y ha pasado a
ser el primer productor. Tenía un amplísimo plan de desarrollo industrial del azúcar, para ponerse también en esta materia a la misma
altura que los demás países industriales del mundo, y alcanzar y sobrepasar posteriormente a los Estados Unidos.
Actualmente el consumo de la Unión Soviética es más bajo que el de Estados Unidos en el azúcar, pero piensan alcanzarlo en unos
cuantos años. Nuestra capacidad de venta también es grande, pero precisa todavía, en estos países, conversaciones muy largas para
poder adecuar nuestras economías y poder hacer lo que los norteamericanos llaman complementar las economías, que en realidad
significaba, en la jerga de ellos, absorber todas las riquezas de los países coloniales, pero que significa, en un plano de igualdad, puede
significar el desarrollo armónico de países como el nuestro. El Convenio multilateral de pagos que se firmó, permite a Cuba jugar un
poquito con su capacidad de vender azúcar y comprar materiales industriales y materiales de importación de todo tipo, dentro del área
de los países socialistas europeos, y éstos compensan entre sí esas cantidades; se resuelve todo con ese Convenio multilateral. Es
decir, que, por ejemplo, nosotros les vendemos dos millones setecientas mil toneladas de azúcar a la Unión Soviética y nos queda un
saldo favorable con la Unión Soviética; podemos comprarle a Hungría una cantidad, digamos, de un millón de pesos, y esa cantidad
constituye un saldo negativo para nosotros. Pero Hungría y la Unión Soviética arreglan sus cuentas de tal forma que lo que le sobra a la
Unión Soviética se lo pasa a Hungría, y en esa forma establecemos una paridad entre todos los países del área socialista de Europa, y
Cuba. En ese Convenio intervinieron todos los países socialistas de Europa y, además, la República de Mongolia, del Asia.
Además de eso llevamos ya un Acuerdo para el consumo total del crédito de cien millones de pesos que nos había otorgado la Unión
Soviética en ocasión de la visita del viceprimer ministro Mikoyán a Cuba. Ustedes saben que todos los problemas industriales no son
sencillos; hay que hacer estudios y negociaciones posteriores para poder, definitivamente, realizar los contratos.
Ya han sido firmados los contratos que consumen los cien millones de pesos del primero de esos créditos, y están en marcha los
estudios para instalar la siderúrgica, cuyo lugar exacto no se ha determinado, todavía, depende de la localización de nuestras riquezas
minerales, pero tendrá que estar, muy probablemente, entre Oriente y Las Villas.
Además, firmamos también un Protocolo para que la Unión Soviética se encargara de hacer la prospección geológica de nuestro país, y
descubrirnos, en un tiempo muy corto, las riquezas minerales fundamentales. Tenemos riquezas muy grandes: el cobre, el níquel,
también el manganeso que vamos a desarrollar; además, otras menores como cromo y algunos minerales de menor importancia.
Ya están técnicos de los países socialistas estudiando nuestras minas y trabajando en ellas para desarrollarlas. El plan de inversiones en
minería en este año 61 es de 27 millones de pesos. Es un plan muy ambicioso, y nos permitirá en pocos años aprovechar las riquezas en
cobre, en níquel, en manganeso.
Con respecto al níquel hay una cuestión todavía más importante: todo el mundo sabe que la Nicaro estuvo semiparalizada, y que la Moa,
directamente, está paralizada. ¿Cómo fue el sistema por el cual la Moa la pudieron ellos dejar paralizada al irse, los norteamericanos?
Pues muy sencillo, la Moa constituye el setenta por ciento de la producción del producto final que es el níquel metálico, el otro treinta
por ciento, es decir, el producto final, se hacía en los Estados Unidos y se traían de los Estados Unidos todos los materiales, los
materiales necesarios para la producción del níquel.
De esta forma estábamos presos en una red imposible de cortar en otros tiempos que no fueran los tiempos revolucionarios; incluso,
ahora, nosotros resolvimos simplemente que era preferible que la Moa no produjera a tener que soportar todas las presiones y todos
los chantajes que se nos hacían alrededor de esta mina y de su correspondiente plan. Los soviéticos mandaron técnicos y se
comprometen a ponerla a funcionar en poco tiempo. Eso va a significar un ingreso de divisas muy grande para el país, pero además de
eso se comprometen en adecuar el sistema de producción de tal forma, que en el país, en el curso de algunos años se produzca
totalmente el níquel, y nosotros seamos entonces productores del níquel metálico, que es uno de los minerales fundamentales en la
industria moderna para el desarrollo de la química. Toda la química actualmente, además de todos los tipos de vehículos especiales,
cuentan con el níquel como un componente esencial, prácticamente.
Además, la Nicaro se desarrollará también hasta sus posibilidades máximas. Todo esto trayendo las materias de la Unión Soviética
fundamentalmente, y de Checoslovaquia también, y contando con la asistencia técnica de soviéticos y checos.
También firmamos en la Unión Soviética Protocolos de menor importancia, algunas fábricas, una fábrica de limas y una fábrica de
repuestos que en el monto no tienen importancia, pero que son estratégicamente fundamentales para el país. Porque nosotros tenemos
que producir aquí nuestro propio repuesto, por una causa muy sencilla: porque los países socialistas que están dispuestos
constantemente a brindarnos toda su ayuda no tienen el tipo de repuesto que corresponde a la maquinaria norteamericana, que es la que
nosotros tenemos en su gran mayoría en el país. De tal forma tenemos un programa para ir desarrollando plantas que produzcan
repuestos específicos. Esta que viene de la Unión Soviética será para la reposición industrial en general; habrá otra para la reposición
de piezas de ómnibus, piezas de automóviles, &c. Además, la Unión Soviética nos instalará una refinería completa, con una capacidad
de un millón de toneladas anuales aproximadamente, también en un lugar a fijarse, y se compromete a hacer la búsqueda necesaria para
nuestro petróleo, que hasta ahora ha sido infructuosa la búsqueda; hemos logrado pequeñas cantidades en algunas áreas como en la de
Jatibonico, otra cerca de La Habana, pero son cantidades que no llegan a uno por ciento de nuestro consumo nacional.
Tenemos esperanzas de que los nuevos trabajos del Instituto Cubano del Petróleo y los trabajos de los técnicos soviéticos nos permitan
conseguir cantidades considerables de petróleo.
En Checoslovaquia, que fue el primer país visitado, firmamos, como cosa importante, un aumento del crédito de veinte millones de
pesos que se había dado en un primer momento, en ocasión de la visita del Ministro Kracji, del Comercio Exterior, a cuarenta millones
y, además, se dispuso que esos cuarenta millones de pesos estuvieran destinados a la construcción de toda la primera etapa de los
talleres para la construcción de vehículos, como tractores, camiones, motores en general, motocicletas y, posteriormente ampliar esas
líneas también a ómnibus y a automóviles.
Este complejo industrial, que será uno de los importantes de Cuba, muy probablemente, podemos ya decirlo, aunque no es una
seguridad absoluta, muy probablemente estará instalado en Santiago de Cuba.
Además, hemos firmado con Checoslovaquia protocolos para comprar una gran cantidad de plantas pequeñas, plantas que ya han
empezado a venir. En Santiago de Cuba se está construyendo ya una de tornillos, que está acabada la construcción de mampostería, y en
todo el país empezarán a surgir durante este año 61 las plantas compradas en los países socialistas. Actualmente ya hay más de cien
plantas cuyos contratos se han firmado en firme para establecerlas durante el quinquenio 61-65, y hay otro número igual o mayor de
plantas que están en discusión para ser adquiridas también durante el curso del quinquenio.
Nuestra generación de corriente eléctrica, que es fundamental, para la industria, será aumentada de un sesenta por ciento la capacidad
instalada, en aproximadamente un ciento por ciento del suministro durante el quinquenio, también con compras fundamentalmente de la
Unión Soviética y Checoslovaquia. Es para nosotros sumamente importante el desarrollo de la energía eléctrica; sin energía eléctrica
en los momentos actuales no se puede desarrollar una industria.
Esto trae aparejado problemas también, porque nosotros tenemos que producir energía eléctrica a partir de petróleo. No se puede
producir a partir de agua energía eléctrica, porque nuestras corrientes son pequeñas. De tal forma tenemos que asegurar nuestro
suministro de petróleo, y aun cuando estamos buscándolo, también ya tenemos asegurado el suministro con la Unión Soviética, y
vamos a firmar en algún tiempo protocolos que aseguran la venta del petróleo a Cuba durante varios años, de forma de tener asegurado
nuestro abastecimiento. Y además, tenemos asegurada la venta con esto de una cantidad considerable de azúcar que es el pago que
nosotros damos por ese petróleo.
Con los otros países de Europa, con la Alemania Oriental, el otro país de Europa visitado, también fue grande la cosecha de plantas
industriales que se lograron. Se logró, además, un crédito en principio, la promesa de un crédito de diez millones de pesos, que será
firmado en La Habana con la representación comercial que la República Popular de Alemania mantiene aquí en Cuba.
Es muy significativo este préstamo, porque Alemania no solamente está pasando por un período muy difícil, puesto que Alemania
Occidental que era su principal cliente en el área occidental ha resuelto no comprarle nada este año 61, ha denunciado el tratado que
tenía ya desde hace varios años, y Alemania se ve en la necesidad de guardarse ya una serie de materias que solamente las consume la
otra parte de Alemania que no tiene otro mercado en el mundo, y que ya está programada su producción. A pesar de eso resolvieron
también darnos un crédito pequeño, pero que demuestra la disposición de Alemania también a ayudarnos. Además, ellos son
productores fuertes de azúcar y exportadores de azúcar, sin embargo, nos compraron sesenta mil toneladas a cuatro centavos, y
públicamente anunciaron que esas toneladas de azúcar las guardarán en sus depósitos, es decir, no entrarán para nada en el mercado
mundial.
Por supuesto, la Unión Soviética está en la misma disposición, y todo el azúcar que no consume este año la guardará para años
posteriores, además de incrementar mucho el consumo dentro del país.
La República Popular China no tiene esos problemas, porque tiene gran carencia de azúcar. El millón de toneladas que hemos firmado,
y el acuerdo por cien millones de pesos se cumplirá fácilmente.
Es bueno puntualizar el extraordinario grado de desarrollo que ha alcanzado China, que es increíble para todos los que conocen la
historia de los países atrasados del mundo, y cómo habían dos países que eran el símbolo del hambre, el símbolo de la miseria y el
oprobio colonial, que eran China y la India.
En el viaje que nosotros realizamos durante el año antes pasado, el 59, tuvimos oportunidad de visitar la India. Evidentemente es un
gobierno popular, un gobierno que ha tomado una serie de medidas para mejorar el nivel de vida de su población, pero todavía se ve un
hambre espantosa, miseria inmensa, un grado de explotación terrible y, sobre todo, se nota que la estructura actual es incapaz de dar lo
que ansía toda esa masa de seres humanos que están verdaderamente famélicos.
En China todo el mundo recuerda que era hace poco el paraíso de los traficantes de opio; hace relativamente muy pocos años era el país
donde se vendían las mujeres, donde, incluso, los campesinos mataban a sus mujeres hembras, exactamente igual como hacen los
campesinos con las hembras que nacen de un animalito, de un perro o de un gato. Así se hacía en China hasta hace pocos años. Incluso
llegaban a cosas tan terribles como comerse los seres humanos.
Para el que conoce todas esas antiguas realidades de China, es realmente extraordinario ver lo que pasa ahora. China tiene más de
seiscientos cincuenta millones de habitantes. Ellos no saben bien la cantidad exacta de sus habitantes; les pasa como a nosotros, pero
nosotros no sabemos porque todavía no hemos podido hacer el censo, y antes se habían encargado de que no supiéramos bien, de que
no tuviéramos censo, de nada. A ellos no, para ellos el problema es que son demasiados, un país muy grande, y todavía no tienen
suficientes medios de comunicación. Pueden calcularse alrededor de seiscientos setenta millones de habitantes.
Naturalmente, no se va a pretender decir que el nivel de vida de China alcanza al de los países desarrollados del mundo capitalista, pero
no se ve absolutamente ninguno de los síntomas de miseria que se ve en otros países del Asia que hemos tenido oportunidad de
recorrer; incluso mucho más desarrollados, como el mismo Japón. Y se ve a todo el mundo comiendo, todo el mundo vestido –vestido
uniformemente, es cierto, pero todo el mundo correctamente vestido–, todo el mundo con trabajo, y un espíritu extraordinario.
Verdaderamente, China es uno de esos países donde uno encuentra que la Revolución cubana no es un hecho único y que es un hecho
normal en la historia de los pueblos encontrar esa efervescencia que uno encuentra en Cuba. China está viviendo esa parte de su historia
revolucionaria similar a la cubana; todo el mundo está entusiasmado, todo el mundo trabaja horas extras, todo el mundo tiene interés en
la producción, en aumentar la productividad, en ir mejorándose en todos los sentidos. No hay trabajador, prácticamente, que no esté
con un libro bajo el brazo, estudiando alguna materia técnica; se está luchando contra el analfabetismo, pero muy vigorosamente, y en
pocos años se dominará; en fin...
Yo sé que hace un tiempo, hace como unos cuatro o cinco meses, el compañero Núñez Jiménez hizo un viaje por los países socialistas;
vino una comparecencia, empezó a decir lo que había visto por allá; y después la gente le puso «Alicia en el País de las Maravillas».
Realmente, yo puedo decir que como he recorrido más aún, he recorrido todo el continente socialista, a mi me pueden decir «Alicia en
el Continente de las Maravillas». (Risas.) Pero uno debe decir realmente lo que ve, y ser honesto; y las realizaciones de los países
socialistas, de los que ya han alcanzado un alto grado de desarrollo o de los que todavía están en procesos muy similares al de Cuba,
son extraordinarias. No puede haber comparación ninguna, en sus sistemas de vida, en sus sistemas de desarrollo, con los de los países
capitalistas; y, sobre todo, no hay comparación ninguna entre la forma en que la gente ve un hecho como nuestra Revolución en esos
países y en cualquier país capitalista del mundo. El entusiasmo es extraordinario en todos ellos.
Quizás la Unión Soviética sea donde se pueda palpar más. Han pasado cuarenta y tres años de Revolución, todo el mundo tiene un
altísimo grado de cultura política; y es realmente emocionante ver cómo personas desconocidas lo conocían a uno –dos o tres de los
que llevábamos algo de barba–, inmediatamente empezaban a dar vivas a la Revolución cubana, empezaban a hacer afirmaciones de su
solidaridad. Y al llegar a cualquier acto o cualquier espectáculo, las demostraciones fervientes de todos los asistentes eran cosas que
entusiasmaban, realmente.
Nosotros fuimos invitados el día del informe del viceprimer ministro de la Unión Soviética, Koslov, un informe anual que se hace.
Nosotros entramos primero, y al reconocernos el público: un aplauso enorme; después se nos invitó a subir al Presidium, y al
nombrarse a Cuba por parte del informante hubo una ovación que duró varios minutos, que fue la más entusiasta de todo el informe, aun
cuando se trataba de problemas fundamentales en la Unión Soviética, problemas que estaban directamente en relación con el pueblo
soviético y con el porvenir del pueblo soviético y del mundo; lo que más entusiasmó fue el nombre de Cuba.
Además, tuvieron extraordinaria gentileza –algo que yo, personalmente, no olvidaré nunca– de invitarme, como Jefe de la Delegación
Cubana, a estar en el Presidium del desfile del 7 de Noviembre, un lugar donde solamente estaban presentes los Jefes de Estado de los
países socialistas y los miembros del Presidium del Soviet Supremo, es decir un total de veinte o veinticinco personas. Y allí, al
reconocernos la gente –porque eso es lo extraordinario que en ese país se conozca tanto la Revolución cubana– eran atronadores los
gritos vivando a Cuba. Quizás ese sea uno de los momentos más emocionantes de nuestro viaje; allí, y también en China, y en Corea, el
ver el entusiasmo con que la gente ve a la Revolución cubana, la capacidad de sacrificio que tiene ese pueblo es consciente para
ayudarnos a nosotros.
En China, naturalmente, ocurrió un hecho parecido. También tuvimos que hablar en varias reuniones importantes, y se le dio mucha
trascendencia a la visita de la Delegación cubana, que era la primer delegación económica oficial. Además, en China nos dieron un
crédito de sesenta millones de pesos, o de dólares, que no llevan interés, y para ser devueltos durante los quince años siguientes a la
ejecución del préstamo.
Además, tuvimos algunas conversaciones con altos dirigentes socialistas, que nos demostraron la forma en que esta ayuda –porque no
se puede catalogar de otra forma– ha sido dada a Cuba.
Con el primer ministro, Chou En-Lai, tuvimos una discusión, porque se firmó un Comunicado Conjunto; en ese Comunicado Conjunto,
la Delegación cubana puso, en un párrafo: «la ayuda desinteresada de los países socialistas». Eso provocó una larga discusión casi
filosófica, porque ellos se negaron absolutamente a admitir la palabra «desinteresada». Ellos dijeron que de ninguna manera, que ellos
daban un ayuda, pero una ayuda interesada; y que era una ayuda interesada, aun cuando no tuviera intereses monetarios, porque Cuba era
en este momento uno de los países que estaban en la vanguardia de la lucha contra el imperialismo y el imperialismo es enemigo
común de todos los pueblos, que el ayudar a Cuba era el interés de todos los países socialistas. Ni que decir que la frase «ayuda
desinteresada» quedó cambiada por «ayuda» solamente.
Además, nos explicaron que todos esos préstamos tienen que hacerse bajo la forma de préstamo, porque es lo que indica el Derecho
Internacional, el respeto entre dos países soberanos, pero que Cuba no tenía obligación de pagarlo si no hasta el momento en que
pudiera pagarlo, que si se veía precisada a no pagarlo no tenía importancia ninguna. (Aplausos prolongados.)
Esa es la forma en que los países socialistas recibieron nuestras peticiones, peticiones que, por supuesto, si las hubiéramos hecho en
los Estados Unidos, en tiempos normales, no digamos ahora, hubieran provocado la carcajada de todos los gobernantes y de todos los
comerciantes del país.
Eso, y el espíritu de humanidad de esos pueblos, es algo que realmente convence de que definitivamente no podemos contar como
Gobiernos amigos sino, en primer lugar, con esos países del mundo. Y, además, la fuerza, la tasa de desarrollo económico tan grande,
la pujanza que demuestran, el desarrollo de todas las fuerzas del pueblo, nos hacen a nosotros estar convencidos de que el porvenir es
definitivamente de todos los países que luchan, como ellos, por la paz del mundo y por la justicia, distribuida entre todos los seres
humanos.
Esto no quiere decir, de ninguna manera, que lo que se haya visto es nada más que maravillas. Naturalmente que hay cosas que para un
cubano, viviendo en el siglo veinte, con todas las comodidades con que el imperialismo nos ha acostumbrado a rodearnos en las
ciudades, podrían parecer como faltas de civilización incluso; son países que tienen que emplear hasta el último centavo de su
producción en su desarrollo.
Nosotros aquí teníamos que plantear algunos problemas que nos daban algo de vergüenza, realmente; porque, por ejemplo,
planteábamos el problema de que el pueblo cubano necesitaba materias primas para hacer desodorantes, y en esos países no entendían
eso, porque son países que desarrollan toda su producción para el bienestar general del pueblo, y que tienen todavía que superar atrasos
enormes, y quieren alcanzar a los países más desarrollados del mundo capitalista en la producción de los artículos fundamentales; no se
pueden ocupar de esas cosas. En nuestro país sí... yo sé que por aquí siempre hay problemas por la «Gillette», y por el desodorante, y
por otros artículos de consumo de este tipo, que suelen faltar porque, naturalmente, nosotros también tenemos que ocuparnos ya de
cosas más importantes. Al fin y al cabo, el jabón y esas cosas no se comen, y primero tenemos que asegurar la comida de la gente; la
comida, porque estamos en guerra.
Estamos en una guerra económica, y casi casi en una guerra que no es económica ya; contra un poder enorme, apoyados también por un
poder enorme, pero nosotros tenemos que desempeñar nuestro papel, nosotros no somos espectadores en esta lucha entre dos grandes
colosos, alrededor de Cuba, nosotros somos una parte importantísima de esa lucha. Y nosotros tenemos que mantener la unidad de
nuestro pueblo, el espíritu de nuestro pueblo, la capacidad de sacrificio de nuestro pueblo, desarrollarla mucho más; porque todavía
aquí, verdaderamente, cuando uno conoce la historia de todos esos países, aquí no se ha pasado, afortunadamente, no se ha pasado nada.
Uno habla de veinte mil muertos, pero allá se habla de veinte millones de muertos; y es realmente extraordinario también ver cómo
esos países, que han tenido veinte millones de muertos –que no es una palabra, ni es un cifra, son veinte millones de personas que faltan
de sus casas, a las que todavía se recuerda, que fueron perdidas en la última guerra, hace quince años– sin embargo, en ese país que
quiere tan profundamente la paz, como la Unión Soviética, que está saturado de la idea de la paz y del convencimiento de que por
medios pacíficos llega a todas las metas que se ha propuesto. Sin embargo, está dispuestos a arriesgarlo todo en una guerra de
características atómicas, de destrucción inimaginable, donde la cifra de muertos puede superarse muchísimo, simplemente por
mantener un principio y defender a Cuba.
Eso lo hemos visto en todos los países, pero, naturalmente, siempre los países grandes, los que tienen que llevar el peso de la guerra,
una guerra de esa magnitud, son en los que uno puede medir realmente la importancia que tenemos en este momento, y lo que nosotros
tenemos que desarrollar para ser dignos de esa confianza.
De los países socialistas que visitamos personalmente, Corea es uno de los más extraordinarios. Quizás es el que nos ha impresionara
más de todos ellos.
Artículos, discursos y conferencias
Artículos, discursos y conferencias 1964
Discurso en la Asamblea de Emulación
del Ministerio de Industrias
22 de octubre de 1964
Compañeros:
Cuando discutíamos sobre el lugar en que debía realizarse este acto, los compañeros habían tenido la idea de que se hiciera en el
Palacio de los Deportes. Yo me opuse porque pensé que era un local muy grande y que, además, la movilización excesiva podría traer
complicaciones en el transporte y otra serie de problemas. Sin embargo, la serie de gente que ha quedado afuera hoy, y el lleno total
del teatro, nos indican que vamos a tener que buscar un escenario mayor a fin de año.
Además, cuando discutíamos también sobre el acto, planteé que fuera un acto cerrado entre los obreros de las distintas ramas del
Ministerio de Industrias, por dos razones: la primera, porque creo que no es lícito y de buenos emulantes el que un acto del Ministerio
de Industrias, con la participación además del Secretario de la CTC, sea radiado, sea del dominio público; la segunda, porque quería
tener un pequeño intercambio de opiniones sobre algunos puntos con los compañeros, y eso es muy difícil hacerlo cuando sale al
exterior la transmisión. Sin embargo, en estos momentos -no sé por qué emisora- sale a todo el país, por Radio Rebelde, de manera que
tendremos que limitar una de las partes que me interesaba más, que era la discusión con ustedes de algunos puntos.
Bueno, vamos a tratar de hacer una conversación ordenada, corta, para evitar también que algunos oyentes corten la radio, o la cambien
de estación, cosa que no es agradable aun cuando uno no se dé cuenta desde aquí, ¿no?
Yo quisiera saber si ustedes son capaces de subir aquí al estrado, a la tribuna, un obrero de cada una de las Empresas; uno sólo por
Empresa, cualquiera, y en orden; uno, y en orden, para tener un pequeño intercambio. Se me paran por ahí; vayan diciendo de dónde son
para que no haya muchos de la misma Empresa, porque Artes Gráficas ha dado un golpe de Estado y ha llenado esto casi. Vayan
subiendo en orden, de distintas Empresas; uno de cada Empresa, ¿eh?
Bien: vamos a esperar que llegue uno de cada Empresa; mientras les voy a decir algunas cositas. Quería referirme a uno de los puntos
más importantes para nosotros.
Quería decirles una cosa: ustedes saben que el año pasado en la Emulación Nacional la Empresa ganadora fue una Empresa industrial
del Ministerio de la Construcción. Nosotros estuvimos chequeando ahora la relación entre esta emulación que nosotros hacemos y la
emulación nacional socialista que es la que realmente vale.
Nosotros aquí para esta emulación hemos apuntado los puntos más importantes, las tareas más graves para el Ministerio, y sobre ellas
se estableció un puntaje, mejor o peor, siempre hay problemas, siempre el que no gana se queja de que el puntaje está mal hecho, mal
distribuido pero un puntaje que ha dado una serie de resultados.
Como ustedes saben, la Empresa de Artes Gráficas ocupó el primer lugar ampliamente. Espérense, que ahí está la cosa. Estábamos
buscando en los resultados del mes de septiembre, es decir, ya el Tercer Chequeo de la Emulación Socialista -de la Emulación
Socialista, la que vale- y la Empresa de Artes Gráficas no figura entre el grupo de las primeras. Es decir, que hay una diferencia entre
uno y otro que hay que superar; y no sólo la Empresa de Artes Gráficas, sino todas las Empresas.
Porque los puntos que se califican en la Emulación Socialista son casi todos los puntos que se califican aquí: producción, calidad,
ahorro, ausentismo, capacitación, trabajo voluntario, trabajadores emulando; todos forman parte de importantes aspectos del trabajo en
nuestro país. Las Empresas tienen que vigilar este aspecto porque tenemos que demostrar si es verdad lo que muchas veces hemos
dicho; que nuestro Ministerio es de vanguardia, que estamos adelante en la organización, que tenemos una serie de iniciativas; sin
embargo, cuando se trata de chequear la emulación sucede que no es así y hay otras Empresas que ganan, y ganan en buena lid.
Entonces, hay que chequear esos puntos.
Y precisamente, yo quería tener aquí una conversación con una serie de compañeros de las distintas Empresas, para ver, realmente qué
es lo que saben de los frentes de trabajo, y que me expliquen qué quieren decir algunas palabritas que el locutor no podía descifrar
cuando estaba leyendo hace un rato, porque no está versado en la materia, y están con abreviaturas aquí; entonces, a ver si los
trabajadores realmente lo saben.
Quería hacerles ver una cosa peligrosa para nosotros. La Empresa que ganó la Emulación Socialista, la otra, hasta el chequeo de
septiembre, es la Metalurgia no Ferrosa, y en el puntaje de esta Emulación nuestra ocupa el lugar 19, hay 18 por delante; de manera que
hay diferencias grandes en el puntaje que hay que estudiar y amarrar para que se note el avance no solamente en nuestras tareas, sino en
todas las tareas planteadas por la Revolución.
Quería también señalar, los aspectos positivos y negativos hasta el momento; como aspectos positivos, el avance de una serie de
Empresas.
Cervezas y Maltas ocupaban, en su Viceministerio, en el primer trimestre, es decir, no en el primer trimestre, sino hasta la emulación
de mayo, el lugar 16 y ahora ocupan el tercero; Envases Metálicos ocupaba el lugar 19 y ahora el cuarto; Recuperación de Materias
Primas ocupaba el lugar 22 y ahora el quinto; y en el Viceministerio de Industrias Básicas, el Níquel ocupaba el 16, y se llevó un
guanajo, y ahora el cuarto, un avance muy notable; Petróleo estaba en el séptimo y ahora está en el segundo.
Entre las cosas negativas, en el Viceministerio de Industria Ligera, Jabonería y Perfumería -que fue la Empresa ganadora por nuestro
Ministerio el año pasado- del segundo lugar pasó al once; Fibras Duras, que estaba en el 11, pasó al 26; y Harina, que estaba en el 13
pasó al 25. Ahora, la falta de pan no se refleja aquí, eso es otra cosa aparte; no le vayan a cargar la culpa de la falta de pan. En Industrias
Básicas, Equipos Agrícolas en el primer trimestre estaba en el octavo lugar y pasó al 14.
Además, quería decirles una cosa: nosotros estamos tratando de luchar, de emular por ser en todos los aspectos los mejores. También
se han creado emulaciones entre organismos y, por ejemplo, en la emulación entre la rama alimenticia nuestra y la del INRA, ha
habido... En términos generales, considerando todas las Empresas, ganamos nosotros por un pequeño margen, pero considerando las
emulaciones individuales entre Empresas y los distintos frentes de trabajo, nosotros perdimos muchas Empresas y muchos frentes de
trabajo. De manera que ahí hay que tomar medidas también, porque no es que nosotros vayamos despacio, sino que todo el mundo va
ligero y aquí nadie puede dormir.
Ahora vamos a ver si hacemos este interrogatorio pequeño. A ver: ¿hay alguien de Automotriz ahí?... Bueno, suba uno, suba uno. ¿No
hay nadie de Automotriz? Bueno, ¿de Metalurgia Ferrosa hay alguno?, ¿no Ferrosa? (Una persona le dice: «Mire, ahí hay uno de la
Ferrosa.») ¿De la Ferrosa eres tú? Bueno, explícame qué quiere decir esto de disciplina financiera. Porque ustedes están emulando,
tienen que conocer toda una serie de puntos aquí, en los cuales se han sacado una buena puntuación, qué es, y los obreros tienen que
saber qué es eso de disciplina financiera.
(El compañero comienza a contestar, pero no se oye.)
Espérense, no importa que no se oiga, no empiece aquí el choteo criollo, que estamos preguntando para ver una cosa que anda mal, y es
que hay que conocer lo que quiere decir cada palabra; pues, si no uno dice ganador de tal frente, de tal otro frente, los obreros se paran,
se arma mucho ruido, se sabe que son ganadores de un frente, y no saben qué cosa es lo que han ganado. Entonces ahí hay una falla.
La disciplina financiera es uno de los aspectos más importantes de la gestión de las empresas de las fábricas. Y consiste en todo lo que
se refiere a la gestión en cuanto a las finanzas, tenerlo al día, por ejemplo los pagos y los cobros, todos los problemas con los
contratos, por ejemplo, un arbitraje que haya que hacer por un producto malo que llega; todas esas cosas constituyen la disciplina
financiera, los controles, bueno, aquí está Control de Inventario como un punto especial.
Todas esas cosas hay que saberlas, y hay que saber la importancia que tienen, cómo nosotros tenemos que estar cuidando ese dinero,
que es el dinero de la nación.
Yo les voy a preguntar una serie de cosas a los compañeros que no las van a saber, pero no importa, no se pongan tristes por eso. El
problema es que hay que tener la conciencia de que estas cosas no se saben y aprenderlas y saberlas y saber lo que significa no sólo la
palabra, sino el contenido de las palabras.
Entonces vamos a ver: ¿quién levantó la mano? ¿por ahí? ¿Tú levantaste la mano? ¿Tú sabías lo que era disciplina financiera? Bueno, a
ver explícame ¿qué son los fondos básicos entonces? ¿De qué Empresa eres tú? ... Vamos a ver ... (Hay uno que levanta la mano), ¡ya
te va a tocar otra pregunta si sabes ésta! De oficina no -¿aquí hay de oficina?- trabajadores de producción solamente.
Bueno, ustedes ven que esas cosas son importantes. Hay que saber qué son los fondos básicos, la importancia que tienen todo el
análisis de la gestión de la Empresa, una correcta contabilización de los fondos básicos. Porque en todo esto está incluido la
depreciación, es decir, la parte del fondo básico que se va incorporando al producto y que produce el desgaste, y hay que hacer normas
de depreciación; cosas muy complicadas. Porque ya tenemos que salir de la etapa en que nosotros solamente nos ocupábamos de la
producción, pero tenemos que salir todos juntos; no que la emulación sea ganada por la eficiencia de las oficinas de las Empresas
solamente, sino que sea un movimiento de todos los trabajadores.
¡Ah!, pero ahí uno levantó la mano y se fue; era de oficina.
Vamos a ver esa compañera que era muy entusiasta, de la Madera. ¿No?
Un compañero. El de la madera soy yo.
Comandante Guevara. ¡Ah!, tú eres de la Madera.
Vamos a ver, ¿tú me puedes explicar lo que es una inversión?
Un compañero. ¿Inversión?
Comandante Guevara. Inversión, sí.
Un compañero. Inversión viene de la palabra invertir.
Comandante Guevara. El, que dice que inversión viene de la palabra invertir, hasta ahí va bien. (Risas.)
(La respuesta del compañero no se oye.)
Bueno, contestó regular, regular; tiene cierta idea, pero no todos los gastos son inversiones. El hablaba de los gastos. No, por ejemplo,
un gasto para una materia prima para producir, eso no es una inversión, en un edificio sí, en una máquina sí, ¿comprenden?
¿Pero qué es lo importante, por qué hay que saber todas estas cosas? Porque la inversión, compañeros, es una parte del consumo del
pueblo que no va directamente al pueblo, sino que se transforma en una maquinaria, en un edificio, en algo que va después a crear
nuevas riquezas, pero después en el futuro, hoy no. Entonces, la inversión de hoy es también la que quita, digamos, el pan, las cosas de
consumo de hoy. Y por eso hay que meditar mucho sobre una inversión, si es correcta o no, porque nosotros no podemos invertir si no
es quitando de los bienes que producimos, transformando los bienes que producimos para el consumo directo en otra forma, que van a
servir para un consumo a largo plazo, o en otros casos van a servir para el bienestar de la población, como puede ser un hospital -por
ejemplo-, o una escuela. Pero todo eso el Gobierno tiene que estudiarlo y tiene que balancearlo, para que no vaya a haber demasiadas
escuelas, por ejemplo, y demasiado poca comida, o vestidos, cosas de consumo; y también al revés; que por dar demasiado consumo
nos quedemos sin ir haciendo inversiones en escuelas, o en hospitales, o en las fábricas.
Por eso, yo quería simplemente mostrarles una cosa: que los conceptos que están detrás de esto tienen una representación, y que esos
conceptos hay que manejarlos en lo que quieren decir, porque entonces es cuando se sienten. Cuando se sabe bien que cuando uno está
tratando una maquinaria, está tratando un bien que produce para el pueblo, pero que además ha costado sacrificios al pueblo,
independientemente de que en ese momento no se pueda establecer quién es el que con su sudor ha creado ese bien; eso se reparte
después, es el esfuerzo de toda la sociedad.
Pero cada vez que se deja de hacer un esfuerzo y cada vez que se deja de cumplir una tarea en un punto, eso se refleja sobre toda la
sociedad, y se refleja después sobre el mismo que deja de cumplir sus tarea, o sobre sus hijos, o sobre su familia.
Esos son los conceptos que nosotros tenemos que tener; que la industria no es simplemente el hecho de pararse frente a una
maquinaria, o estar en una oficina, o estar en un proceso cualquiera, cumplir las horas, vigilarlo; hay que estar pensando constantemente
en que hay que ir superando todos los problemas que nosotros tenemos.
Nosotros heredamos una industria muy mala por un lado, artesanal completamente, y una industria bastante desarrollada por otro. Y esa
industria desarrollada, con maquinarias de alta tecnología capitalista, era manejada por dirigentes entrenados, por técnicos
especializados, y muchos de ellos se han ido, en los sectores de la dirigencia casi todos, en los sectores técnicos desgraciadamente
muchos. Los hemos dejado ir nosotros, porque consideramos que un técnico que está en contra de la Revolución es peligroso por lo
menos; que si se quiere ir, es mejor dejarlo ir y no convertirlo en un desesperado si no es capaz de entender una sociedad nueva que se
está creando. Pero los técnicos que quedaron, los administradores y directores y todos nosotros que tuvimos que improvisarnos,
somos gente que tiene muchas debilidades; tenemos que estar conscientes de esas debilidades y superarlas todos los días con la
capacitación, con el estudio directo de los procesos.
Y la gran fuente de donde tienen que salir nuestros administradores, nuestros directores, nuestros técnicos, es la clase obrera.
Entonces, los obreros tienen que estar más conscientes de cuáles son los problemas de la industria en todo su conjunto; no solamente
el problema de la producción, o el problema del ausentismo. Pero aun el problema del ausentismo, vamos a ver.
¿De qué empresa eres tú compañero?
Un compañero. De Fibras Duras.
Comandante Guevara. Fibras Duras. ¿Qué ausentismo hay en tu empresa?
Un compañero. ¿En la empresa? ... Ocho.
Comandante Guevara. ¿Ocho?... ¿Tanto? ¿Y eso es bueno o malo?
Un compañero. Eso es malo.
Comandante Guevara. ¿Cuánto sería aceptable?
Un compañero. Un dos.
Comandante Guevara. ¿Quién tiene un dos en las empresas de ustedes? ... A ver. ¿Cuál es la suya?
Un compañero. Los Gráficos, 2,30.
Comandante Guevara. ¿Envases Metálicos cuánto? ... ¿Tú cuánto tienes?
Un compañero. El Plástico, dos.
Comandante Guevara. ¿Dos nada más el Plástico?
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Ustedes han visto una cosa: que no saben bien. Y el compañero, por ejemplo, tiene divergencia con el Director
de la Empresa. El dice que un ocho y el Director de la Empresa dice que 3,48. En este caso el Director de la Empresa debe tener razón;
si no supiera esas cosas, a él sí que no se las podemos admitir.
Pero ustedes ven cómo estas cosas tienen que manejarlas. Siempre va a existir algo de ausentismo; además hay distintos tipos de
ausentismo; además, cuando el ausentismo, o -digamos- las ausencias aumentan por accidentes, hay que ver por qué, qué pasa con esos
accidentes, por qué se producen, quién es el culpable, si es la falta de seguridad intrínseca de la fábrica, o si es la falta de atención de
los trabajadores, o la falta de atención de la administración de esa fábrica a determinadas condiciones malas que se crean. Todas esas
cosas hay que analizarlas. Por eso hay que participar activamente en la conducción de la fábrica.
Voy a hacer una o dos pregunticas más nada más, no quiero ponerme pesado.
Vamos a ver quién tiene cara de saber... Bueno, compañera, ¿tú no me contestaste, no? La compañera de Textil. Bueno ¿qué cosa es el
Control de Inventario?
Una compañera. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Dice que sabe que produce mucho, pero no sabe bien lo que es Control de Inventario. Ahí está el problema,
¿ven?, que hay que producir mucho y hay que saber qué es el Control de Inventario, porque precisamente allí es donde está la base de la
disciplina tecnológica, en que se tengan bien controlados ... ¿Qué son los inventarios? La cantidad de materias primas que hay, la
cantidad de productos en proceso, la cantidad de productos terminados. Productos en proceso son esos productos que están en el
medio del camino en toda la línea de producción; de cada uno de ellos hay que tener un inventario para saber si no se amontona mucha
materia prima o falta materia prima; y de cada materia prima hay que saber si hay mucha o poca; de los productos terminados, para saber
si hay demasiados productos terminados, o si está correcto. Y todo eso hay que aprenderlo, todas esas cosas.
Eso es lo que yo quería hacer con ustedes aquí en círculo cerrado, porque naturalmente es un poco aburrido afuera, a lo mejor aquí
también, pero aquí es un poquito más vivo por lo menos, y uno se da cuenta de que le fallan muchas cosas, de que todavía falta mucho
por aprender.
Bueno, la última pregunta que voy a hacer.
Una compañera. ¿Y cómo se aprende eso?
Comandante Guevara. ¿Eso?, eso hay que aprenderlo en cada lugar. Por ejemplo, al dirigente sindical le pregunta y le hace un examen
de paso a ver si él sabe; si no, se lo pregunta al administrador y le hace otro examen a ver si él sabe también.
Y los responsable de emulación tienen que saber esas cosas. Todos, todos tienen que saber; el dirigente obrero tiene que saber; el
administrador, por supuesto que tiene que saber; el de la emulación tiene que saber. Todos tienen que saber esas cosas y explicarlas.
Porque miren, a ustedes que están emulando y ustedes, por ejemplo, estoy seguro que si a ustedes les dijeran que en la A ganó
Metalúrgica Ferrosa, en la B ganó Electricidad, sería casi igual porque a ustedes lo mismo les da que le nombre A, B, C, que los
distintos frentes de trabajo. Porque hay un concepto, más o menos, de lo que es, porque no hay un concepto real, claro, de qué y sobre
todo de por qué hay que insistir en esto. Eso es lo importante.
Y en eso, pues, está mucho mejor la emulación socialista, porque son cosas más claras: Producción, Calidad, Ahorro, Ausentismo,
Capacitación, Trabajo Voluntario, Trabajadores Emulando; esas son cosas más simples.
Nosotros tratamos de dar un paso de avance porque nos interesa, porque tenemos que ir más lejos, pero, hay que saber.
Bueno, la última pregunta.
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. ¿Y cómo te paraste ahí? ¿De dónde eres tú? ¿Del plástico? Bueno, eso después me lo tratas, eso es una tiñosa
aparte, es una tiñosa que después tenemos que ver.
Buen, ¿dónde está el de Artes Gráficas? ¡Ah! El de Artes Gráficas. Vamos a ver una cosa. Fíjate lo que dice en las tareas a cumplir la
Empresa: «Concluir con la aplicación del nomenclador, la tarea de control de inventario, no permitiendo que esta decaiga en ninguna
fábrica.» ¿Qué quiere decir eso?
Un compañero. No oí bien. ¿Cómo es la pregunta?
Comandante Guevara. ¿No oyó? «Concluir con la aplicación del nomenclador, la tarea de control de inventario, no permitiendo que
esta decaiga en ninguna fábrica.» No, no le soplen, ¿a ver?
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Bueno. Entonces, miren: la Empresa de Artes Gráficas se apresuró a poner aquí en un periódico «extra, última
hora», dice que es lo mejor, pone las tareas a cumplir, pero no se ocupa de explicarles a sus trabajadores bien qué quiere decir cada
cosa. Hay que trabajar en eso también.
La Emulación prende bien cuando cada uno sabe qué es lo que significa cada cosa, prende mucho mejor.
Bueno, la última pregunta. Siempre los estoy amenazando con la última.
Un compañero. Comandante...
Comandante Guevara. Bueno, ¿qué es lo que tu vas a preguntar?
Un compañero. En el centro de trabajo donde yo trabajo, no hay ausentismo.
Comandante Guevara. ¿No hay ausentismo? ¿De dónde eres tú?
Un compañero. De la Unidad 207 de la Harina, Taller de Mantenimiento.
Comandante Guevara. ¿Cuánta gente trabaja ahí?
Un compañero. Trabajamos 49 compañeros, todos estamos organizados correctamente.
Comandante Guevara. ¿Y no hay nada de ausentismo, cero?
Un compañero. Nada, nada, cero.
Comandante Guevara. Yo te aplaudo, pero lo dudo ¿eh?
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. óyeme una cosa: y en la Empresa, ¿cuál es el índice de ausentismo?
Un compañero. ¿En la Empresa?
Comandante Guevara. Sí. ¿Qué índice de ausentismo hay en general? En la Empresa en total, es decir, todo.
Un compañero. Bueno, habrá un cinco, un seis, un siete.
Comandante Guevara. O un ocho, o un cuatro, o un dos.
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Sí, yo sé; yo sé que tú me hablaste de tu taller, claro. Y yo lo que quería era mostrarles que estas cosas hay que
saberlas, además, preocuparse en general; y en los lugares donde hagan un buen trabajo, ir a difundirlo a otros lados. Yo voy a hablar un
poquito más largo de eso, no va a ser muy largo.
Bueno, ahora sí es la última pregunta.
Un compañero. Si me permite, yo quiero hacerle una pregunta. Ya que se habla de producción, y nosotros estamos en el sistema
emulativo, yo quería hacerle una pregunta para yo estar firme, más o menos, porque yo soy el orientador de aquí. Yo quería que usted
nos explicara, más o menos, aquí a todos los compañeros, sobre el diploma que se les da a los obreros por las 240 horas. Entonces hay
compañeros que en los lugares donde estamos no tenemos el tiempo suficiente para hacer las 240 horas. Así que yo quería saber si
nosotros, los que no tenemos el tiempo ese, si las horas nos valen nada más que por el Centro de Trabajo, o si podemos ir por una
organización, por un Seccional o por un Distrito, o por el Partido, a una Granja...
Comandante Guevara. El dice que en su centro de trabajo no puede, no hay oportunidad de hacer las 240 horas de trabajo voluntario, y
preguntaba si era posible inscribirse en otro centro a través del Seccional, o a través del Sindicato, o del Partido, o en otros organismos
para hacer las 240 horas.
Nosotros tenemos todas unas instrucciones dadas sobre eso. Incluso a la gente que fue a cortar caña, que estuvo un tiempo allá, se le
contó, en determinados casos, las horas. Además, el trabajo voluntario es una cosa que hay que desarrollarla al máximo -también voy a
hablar de eso, un poquito-, pero no hay que hacerse tampoco un especialista en trabajo voluntario nada más. El trabajo voluntario es
parte de esa tarea de educación, de que hemos hablado, de los compañeros. En los lugares donde no se pueda hacer no hay que
inventarlo. Si cerca se puede hacer, se hace. Se puede ir al corte de caña, a la limpia de caña -como vamos nosotros- a una gran cantidad
de trabajos que se pueden organizar dentro de la rama del Ministerio, o dentro de la Empresa, o dentro de la rama, o dentro del
Viceministerio. Y de esa manera se compensa en los lugares donde falta, por alguna causa, un poco de trabajo, con los lugares donde
hay compañeros que quieren trabajar y no pueden. Esa es la forma en que se ha estado haciendo; y eso hay que consultarlo ahí en la
Unidad o en la Empresa, que ellos tienen que resolver ese problema.
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Bueno, el compañero fue al que yo le leí lo del nomenclador, para ver si me lo explicaba, y él dice que no sabe,
y que se lo explique.
Entonces, este nomenclador es una lista completa que se hace de todos los productos, o de todos los semiproductos también, o
materias primas que la Empresa tiene; es una lista que se hace con un orden numérico, alfabético, y que entonces por esa lista se va
controlando después, en unas tarjetas, cada una de las materias primas que hay. Por ejemplo, si tú vas al almacén de tu unidad, tú vas a
ver un estante y si está bien organizado está cualquier materia prima y tiene una tarjeta que tiene un número. Entonces el nomenclador
es quien se encarga de que todos los productos del mismo tipo tengan el mismo nombre y el mismo número en las unidades, de manera
que es mucho más fácil controlar, hacer el control después de todo aquello. Porque muchas veces la materia prima, incluso con la
costumbre, se va nombrando distinto en distintos lugares y hay que tener una denominación común para todas ellas. Esa es la función
que cumple.
Bueno la última pregunta. (El público le dice algo.)
Bueno, es una pregunta: levanten la mano todos los compañeros que están estudiando ahora. (Los compañeros del público levantan la
mano.) ¿Qué les pasa a ustedes dos que no estudian?
Un compañero. Yo llego muy tarde a mi casa, yo vivo muy lejos de donde trabajo.
Comandante Guevara. ¿Y tu compañero?
Un compañero. Estoy estudiando en la fábrica.
Comandante Guevara. Ah, estás estudiando, bien. Hay un compañero de los aquí presentes que no estudia y explicó que tiene
problema, vive muy lejos y llega muy tarde a su casa, y además aquí otro... ¿por qué tú no estudias?
Un compañero. No, yo sí estudio.
Comandante Guevara. Uno aporta aquí que el transporte es muy malo. Está mejorando el transporte un poco, ya hay bastantes
Leylands y todo eso (Exclamaciones del público.) Bueno, bueno, está bien.
Bueno, entonces ya acabamos este pequeño interrogatorio. Yo hubiera querido preguntarles unas cositas más pero mejor vamos a
seguir con dos o tres puntos que me interesa tocar nada más. Así que los compañeros se pueden retirar y muchas gracias por la atención
dispensada.
Bien; ya habíamos hablado de un tema de los que tenía para hoy. Silencio, escúchenme un poquito, es poca cosa, es una descarguita
corta y ya. Bueno: habíamos hablado de la emulación y de las dos emulaciones más, también, todas importantes siempre que sirvan para
movilizar, siempre que tengan un contenido, siempre que los compañeros trabajadores en la producción comprendan bien qué es lo que
quiere decir. Hemos detectado que aquí hay una falla en nuestra emulación y hay que corregirla.
Quería hablarles de este punto de la capacitación. Ahí es donde está el futuro nuestro. En la capacitación nuestra y de nuestros hijos
está la posibilidad de adquirir en el futuro una capacidad técnica que nos permita figurar entre los países desarrollados del mundo. Pero
muchos de nuestros hijos todavía son muy pequeños y, mientras, somos nosotros los que tenemos la obligación de salir de nuestro
estado de semiignorancia y todos los días ir agregando algo nuevo.
La batalla por el sexto grado es una batalla muy importante a la cual le tenemos que dar todo el trabajo, toda la atención necesaria. Y
aquí una vez lo dijimos que el sexto grado será, en una época que esperamos de un futuro muy cercano, el sexto grado será el
analfabetismo de Cuba, es decir, quien tenga sólo sexto grado podrá considerarse analfabeto. A eso tenemos que aspirar. Es decir que
sexto grado no es nada más que un momento del estudio.
Hay que buscar todas las formas posibles de que la gente estudie, sin que la producción caiga ni un gramo ni un peso en valores; con
esas condiciones.
Entre todas las distintas iniciativas, a nosotros nos llegó una muy interesante de los compañeros de Envases Metálicos, de la unidad
número 1, incluso me nombraron a mí ahí miembro voluntario del batallón del sexto grado. Todavía no he ido, pero voy a ir por allí.
Entonces, el sistema que tienen los compañeros es que trabajan -aquellos que ya han llegado a sexto grado-, una hora en otro turno para
que los compañeros que no han llegado a sexto grado puedan estudiar.
En esta forma se identifican dos cosas; primero hay un trabajador que recibe un beneficio directo de otro compañero trabajador; una
hora de su trabajo que le da para que estudie; después, se realiza el trabajo voluntario, el compañero que da la hora recibe también el
beneficio de la sociedad.
Esta es una de las iniciativas más bonitas que nosotros hemos visto y no es nada más que una de las tantas que pueden existir cuando
todo el mundo piensa en el problema, lo considera como un problema suyo y busca las formas de resolverlo.
La capacitación, la lucha por alcanzar el sexto grado como una etapa, ésa es una lucha nuestra, de todos. Entonces hay que ir buscando
también soluciones en cada lugar para que más rápidamente se avance y se llegue a la meta que estamos buscando...
Quería decirles, además, que también es importante el trabajo voluntario. Ya lo hemos repetido, no se trata de que se convierta a la
gente en especialistas del trabajo voluntario, se trata de esa parte del trabajo que cada uno da a la sociedad sin ninguna retribución,
como una parte de su esfuerzo que se difunde entre todos, que llega a una millonésima parte devuelta después al propio individuo, pero
que va creando la nueva conciencia, y no debemos olvidar nunca ese aspecto.
Nosotros en el Ministerio de Industrias estamos al iniciar ahora un plan piloto, este año es piloto, en el cual se van a probar una serie
de iniciativas. El plan se llama, más o menos, de integración al trabajo y en determinados niveles del Ministerio, en el caso de la
producción, es decir, en las fábricas, del administrador hacia arriba, o sea, administrador, directores de empresas y después de los
directores -de nuestro Ministerio- hacia arriba, será obligatorio, es decir, será parte del trabajo del funcionario, estar un mes en un
puesto inferior, de inferior jerarquía.
¿Para qué? para que cada uno que tiene la responsabilidad de dirigir y de ordenar determinadas cosas pueda ver, ya como dirigido,
cuáles son los problemas que se crean, las contradicciones, las faltas de coordinación que se crean en los lugares que están bajo su
propio nivel de dirección.
Por ejemplo, un viceministro que está dando órdenes constantes: «haga esto, lo demás allá, las empresas...», tiene agitado a todo el
mundo. Naturalmente, a los viceministros los agito yo pero ellos tienen que echar la agitación a su nivel. Entonces: ir a una empresa
por ejemplo, y empezar a recibir del viceministro remplazante, el director de rama en nivel superior, todas las agitaciones y ver cómo
se siente, cuáles son reales, cuáles se pueden cumplir, cuáles no, cuáles crean muchos problemas a la empresa, cuáles la empresa no las
cumple por fallas organizativas; corregir las fallas que se puedan corregir, y aprender de esa manera. Y así también los directores de
empresa, como administradores de fábricas, o como jefes de uno de los departamentos de la fábrica.
Y naturalmente, esto que es obligatorio también nosotros tratamos de insistir para que se llegue más abajo y para que una parte, al
menos, de las vacaciones, una semana aunque sea, los funcionarios estén en contacto directo con la producción, sepan lo que es la
producción, lo que es producir, los problemas que hay, todos los problemas que vive nuestro pueblo, o una parte por lo menos ya
mucho más considerable. Para que no se establezcan capas, estructuras, niveles diferentes, que vayan creando una burocracia insensible
a los problemas que tiene el pueblo, sino que constantemente vayan intercambiándose experiencias.
Pasajes de la guerra revolucionaria
Pasajes de la guerra revolucionaria
A Fidel Castro (sobre la invasión)
Fidel te escribo desde pleno llano, sin aviones, con relativamente pocos mosquitos y sin comer por la libre sólo debido al rápido tren
de marcha que llevo. Te haré un corto relato: salimos por la noche del 31 con 4 caballos, pues era imposible salir en camiones debido a
que a Magadan le cogieron toda la gasolina y se temía una emboscada en Jibacoa. Pasamos sin novedad por ese punto, que estaba
abandonado por los guardias, pero no pudimos seguir más de un par de leguas, durmiendo en un cayito de monte de aquel lado de la
carretera. Recomiendo establecer un pelotón permanente en Jibacoa que permitiría el abastecimiento desde esta zona, hasta ahora
bastante controlada. El primero de septiembre pasamos la carretera y tomamos tres carros que se descomponían con una frecuencia
aterradora, llegando hasta una estancia llamada Cayo Redondo, donde pasamos el día con el huracán acercándose. Los guardias llegaron
cerca, en número de 40, pero se retiraron sin combatir. Seguimos con los camiones, ayudados por 4 tractores, pero fue imposible y
debimos renunciar a ellos para el día siguiente, 2 de septiembre, día en que seguimos a pie con unos cuantos caballos llegando a las
orillas del Cauto, que no se pudo pasar por la noche debido a una extraordinaria crecida. Pasamos de día empleando 8 horas en hacerlo
y esta noche salimos de casa del Coronel para seguir la ruta estudiada. Estamos sin caballos pero podemos conseguir más en el camino
y pienso llegar con todo el mundo montado a la zona de operaciones asignada. No se puede hacer cálculos exactos sobre el tiempo que
tardaré debido a múltiples inconvenientes que van surgiendo por los caminos endemoniados. Trataré de seguir informándote en el
camino para ir creándote correos eficientes y dándote informes de la gente que hay. De esta zona recomiendo solamente a dos hasta
ahora: Pepín Magadan, que tiene sus defectos pero es de una efectividad asombrosa, al que se puede encargar de conseguir mercancías
y dinero, y Concepción Rivero, que es un hombre serio, por lo que se ve.
Por ahora nada más, un gran abrazo al lejano mundo que apenas se dibuja en el horizonte, desde aquí.
Septiembre 8/58, 1:50 am
Después de agotadoras jornadas nocturnas, te escribo al fin desde Camagüey y sin perspectivas inmediatas de acelerar la marcha que
lleva un promedio de 3-4 leguas diarias, con la tropa montada a medias y sin monturas. Camilo está en las inmediaciones y lo esperaba
aquí, en la arrocera Bartles, pero no llegó. El Llano es formidable; no hay tantos mosquitos, no se ha visto ni un casquito y los aviones
parecen inofensivas palomas; Radio Rebelde es escuchada con muchas dificultades a través de Venezuela.
Todo indica que los guardias no quieren guerra y nosotros tampoco; te confieso que le tengo miedo a una retirada con 150 inexpertos
reclutas en estas zonas desconocidas, pero una guerrilla armada de 30 hombres puede hacer maravillas en la zona y revolucionarla. Yo
de paso dejé las bases de un sindicato arrocero en Leonero y hablé del impuesto pero se me tiraron al suelo. No es que haya claudicado
frente a la patronal pero me parece que la cuota es excesiva, les dije que eso se podría conversar y lo dejé para el próximo que caiga.
Un tipo con conciencia social puede hacer maravillas en esta zona y hay bastante monte para esconderse. De mis planes futuros no te
puedo decir nada, en cuanto a camino se refiere, porque yo mismo no lo sé; depende más bien de circunstancias especiales y aleatorias,
como ahora que estamos esperando unos camiones para ver si nos libramos de los caballos, perfectos para los tiempos anaviónicos de
Maceo, pero muy visibles desde el aire. Si no fuera por la caballería podríamos caminar de día tranquilamente. El fango y el agua están
por la libre y los fidelazos que he tenido que tirar para llegar con los obuses en buen estado son de película; hemos tenido que atravesar
varios arroyos a nado con un trabajo bárbaro, pero la tropa se porta bien aunque ya la escuadra de castigo está funcionando a todo tren y
promete ser la más nutrida de la columna. El próximo informe irá por vías mecanizadas, si es posible de la ciudad de Camagüey. Nada
más que la reiteración del fraterno abrazo a los de la «Sierra», que ya no se ve.
Septiembre 13/58, 9:50 pm
Después de algunas accidentadas jornadas te escribo todavía en pleno Camagüey, a punto hoy de cruzar la parte más peligrosa o una de
las dos más peligrosas del recorrido. Camilo ya cruzó anteanoche con bastantes dificultades técnicas pero sin problemas militares.
Desde el último informe que te rendí pasaron algunas cosas desagradables pues, debido al fallo de los prácticos caímos en una
emboscada en la finca de Remigio Fernández, en la Federal, muriendo Marcos Borrero, el que fuera capitán; redujimos a los guardias
que eran ocho, haciéndoles tres muertos y cuatro prisioneros que conservamos con nosotros hasta encontrar la oportunidad de
soltarlos; uno escapó y dio el pitazo. Llegaron unos 60 guardias y, por consejo de Camilo que estaba cerca, nos retiramos sin combatir
casi, pero perdimos otro hombre, Dalcio Gutiérrez, de la Sierra. Herman fue herido en una pierna, levemente, y Enriquito Acevedo de
cierta gravedad en ambos brazos. Se distinguieron el mismo Acevedo, el capitán Angel Frías y el teniente Roberto Rodríguez
Vaquerito. Posteriormente, trataron nuevamente de avanzar y sorprendimos un camión pero con sólo cuatro hombres nuestros en la
emboscada, haciéndole dos bajas por lo menos. Nos retiramos a la Federal y rápidamente nos fuimos, sacando a Enrique para su
curación, al día siguiente ametrallaron los B-26. Camilo pudo seguir más aprisa y nosotros estamos esperando el resultado de unos
camiones que mandé coger.
Por aquí están pasando cosas muy raras que indican la conveniencia inmediata de que venga un jefe de experiencia y «bicho» a estos
contornos. No debe de ninguna manera tener más de 30 hombres armados, pero puede colectar aquí lo que le parezca en todos sentidos.
Conviene trabajar la zona de las Naboas donde hay muy buen clima debido a los despojos del central Francisco. Hay monte firme hasta
Santa Cruz, desde Santa Beatriz, bueno para ese número de hombres. Deben atender lo que hace la dirección en Camagüey pues están
haciendo promesas de incorporación a todo el mundo y nos vemos asaltados por cuadrillas de desarmados pidiendo ingreso. Averigüé
el asunto del loco y efectivamente el hombre tenía una psicosis de guerra terrible.
Hay muchos problemas más que quisiera plantearte, pero el tiempo no me alcanza, pues debo salir ya. Dicen que hay mucho guardia en
el camino pero cuando este informe llegue sabrás por otros rumbos.
Marcha sobre Las Villas
Día 13 de septiembre. La noche de este día te envié el último informe anunciando los peligros a que estábamos expuestos. Los
contactos con el Movimiento 26 de Julio habían asegurado la llegada de los prácticos, cosa que no sucedió. Viendo esta situación,
resolví de todas maneras seguir con un práctico improvisado. El resultado final fue que nos metió al amanecer en una posta de Cuatro
Compañeros. Las precauciones aconsejables no se habían podido tomar íntegramente y, aunque no tuvimos bajas, se creó un estado de
confusión. Desconociendo totalmente la zona ordenamos marchar hacia un monte que se veía en la media luz del alba, pero para llegar a
él había que cruzar una línea sobre la cual los guardias avanzaron en dos direcciones diferentes. Hubo que entablar combate para
permitir el paso de los compañeros más retrasados. Allí fue herido el capitán Silva, quien ha continuado con estoicismo ejemplar al
frente de sus hombres a pesar de haber sufrido la fractura de la región articular del hombro derecho. Tuvimos que seguir combatiendo
sobre la línea férrea en una extensión de no más de 200 metros, conteniendo el avance del enemigo, pues nos faltaban hombres. Esa
situación duró dos horas y media, hasta que a las 9 y 30 de la mañana di orden de retirada, habiendo perdido al compañero Juan, al que
una bomba de 100 libras le destrozó la pierna derecha; tuvimos otros heridos pero a resultas del bombardeo y ametrallamiento
efectuado por dos B-26, dos C-47 y dos avionetas a ras del monte y durante 45 minutos.
En días subsiguientes fue haciéndose la reagrupación de la gente, constatando por último que diez hombres dispersados estaban en la
columna de Camilo y solamente desaparecido uno apodado Morenito cuyo nombre y apellido incluiré al final. Sin permitirnos un solo
día de descanso fuimos pasando sucesivamente por Remedios, una arrocera, Cadenas, algunos cayos de menor importancia, Laguna de
Guano. Todo esto sin práctico, recogiendo a veces algún campesino y funcionando a brújula otras. La conciencia social del
campesinado camagüeyano en las zonas ganaderas es mínima y debimos arrostrar las consecuencias de numerosos chivatazos.
20 de septiembre. Escuchamos este día por el radio informe de Tabernilla sobre la columna destrozada del Che Guevara. Sucedió que
en una de las mochilas encontraron la libreta donde estaba apuntado el nombre, la dirección, las armas, balas y pertrechos de toda la
columna, miembro por miembro. Además, un miembro de esta columna, que es miembro también del PSP, dejó su mochila con
documentos de esa organización. Cruzamos en días sucesivos el río de San Pedro, y el Durán o Altamira, llegando hasta un lugar
denominado El Chicharrón. Allí desertó un individuo incorporado en Camagüey y poco después en el cruce de una línea peligrosa se
perdió José Pérez, incorporado a la columna antes de marchar de Oriente, el que sospecho desertó con su fusil.
Cruzamos un terraplén de cierto peligro y nos internamos en la zona arrocera donde están las grandes fincas de los hermanos Aguilera.
No teníamos prácticos e íbamos tras las huellas esporádicas del compañero Camilo. Desde el día 20 caminamos casi
ininterrumpidamente entre cenagales. Hubimos de abandonar los pocos caballos que llevábamos más de una vez; la mazamorra empezó
a hacer estragos entre la tropa.
29 de septiembre. Habíamos dejado atrás la última arrocera Aguilera y entrado en terrenos del central Baraguá, cuando nos
encontramos con que el ejército tenía bloqueada totalmente la línea que había que cruzar. Nos descubrieron en la marcha y de la
retaguardia se repelió a los guardias con un par de tiros. Pensando que los tiros provenían de los guardias emboscados en la línea,
siguiendo su inveterada costumbre, ordené esperar la noche, pensando que podríamos pasar. Cuando me enteré de la escaramuza, es
decir, que el enemigo tenía pleno conocimiento de nuestra posición, ya era tarde para intentar el paso, pues era una noche oscura y
lluviosa y no teníamos reconocimiento alguno de la posición enemiga, muy reforzada. Hubo que retroceder a brújula, permaneciendo
en la zona cenagosa y de monte ralo para despistar a los aviones que, efectivamente, volcaron su ataque sobre un monte frondoso a
cierta distancia de nuestra posición. Los exploradores encabezados por el teniente Acevedo descubrieron un paso en la extremidad de
la línea enemiga, pues descuidaron una laguna por la que creyeron imposible el tránsito. Por esa laguna cenagosa, tratando de
amortiguar en lo posible el ruido de 140 hombres chapaleando fango caminamos cerca de 2 kilómetros hasta cruzar la línea a cerca de
100 metros de la última posta de la que escuchábamos su conversación. El chapaleo, imposible de evitar totalmente, y la luna clara me
hacen pensar con visos de certeza que el enemigo se dio cuenta de nuestra presencia, pero el bajo nivel combativo que en todo
momento han demostrado los soldados de la dictadura los hicieron sordos a todo rumor sospechoso.
Caminamos toda la noche entre cenagales de agua marina, y parte del día siguiente. Una cuarta parte de la tropa estaba sin zapatos o con
ellos en malas condiciones.
3 de octubre. En un cayo cercano al central Baraguá, fue capturado el carnicero de ese central a cuya familia se le notificó que no le
pasaría nada, pero que debía permanecer con nosotros como práctico, un par de días. Parece que la mujer quería cambiar de marido y
mandó un chivatazo, flor de resultas del cual tuvimos la visita de los B-26 con su cargamento acostumbrado; no hubo novedad, pero
debimos caminar toda la noche en una laguna llena de unas matas con hojas filosas que lastimaron los pies de algunos descalzos. La
moral de la tropa iba sufriendo los impactos del hambre y la mazamorra. No podíamos descansar nunca pues los guardias seguían tras
nuestro rastro con la ayuda principalísima de los aviones. En cada campesino veíamos el presunto chivato, en una situación psíquica
similar a los primeros tiempos de la Sierra Maestra. No pudimos establecer contacto con la organización del 26 de Julio, pues un par
de supuestos miembros se negaron a la hora en que pedí ayuda, y sólo la recibí, monetaria, nylons, algunos zapatos, medicinas, comida
y guías, de parte de los miembros del PSP, que me dijeron haber solicitado ayuda de los organismos del Movimiento, recibiendo la
contestación siguiente que debe tomarse con beneficio de inventario, pues no me consta: «Si el Che, manda un papel escrito, nosotros
le ayudamos; si no, que se joda el Che.»
7 de octubre. Hacemos contacto con tres prácticos del Escambray, que traen un rosario de quejas por la actuación de Gutiérrez
Menoyo, informándome que Bordón había sido tomado preso y había existido una situación que llegó a estar cerca de una batalla
campal entre los grupos. Me pareció que había muchos trapos sucios que sacar al sol en toda esta cuestión y mandé a uno de ellos
ordenándole a Bordón que avanzara a mi encuentro. Este día, para tratar de limpiar la escoria de la columna, ordené el licenciamiento
de todo el que lo solicitara; siete aprovecharon la oportunidad y doy sus nombres para la historia negativa de esta revolución: Victor
Sarduy, Juan Noguera, Ernesto Magaña, Rigoberto Solís, Oscar Macías, Teodoro Reyes y Rigoberto Alarcón. Un día antes se había
extraviado y sospecho que desertó Pardillo, del pelotón de Joel.
A partir de este momento la aviación siguió matemáticamente nuestros pasos, bombardeando el monte que habíamos dejado el día
anterior, mientras salían a cortarnos el paso por el río Jatibonico. En uno de esos bombardeos estalló en el aire un Jet de
retropropulsión cuya noticia habrás oído por el radio. El día 10 de octubre nos alcanzó la aviación ametrallando el monte en que
estábamos. Fueron las avionetas y no hubo víctimas. La vanguardia tomó al día siguiente un batey que comunicaba con una arrocera
próxima y nos enteramos que el ejército conocía nuestra situación por las conversaciones telefónicas que interceptamos. «Las ratas»
estaban perfectamente localizadas (aunque, previendo esto, hicimos abandono del monte y nos encerramos en una casa rodeada de
potreros donde permanecimos todo el día sin movernos). Según los informes recogidos de las conversaciones del ejército, éstos no
nos creían capaces de caminar las dos leguas que nos separaban del Jatibonico. Por supuesto, las hicimos esa noche, cruzamos el río a
nado, aunque mojando casi todo el armamento e hicimos una legua más hasta llegar al refugio seguro de un monte. El paso del
Jatibonico fue como el símbolo de un pasaje de las tinieblas a la luz. Ramiro dice que fue como un conmutador eléctrico que
encendiera la luz y es una imagen exacta. Pero desde el día anterior azulaban las sierras a lo lejos y hasta el más remiso lomero sentía
unas ansias terribles de llegar.
Caminamos luego una jornada agotadora entre fangales, cruzamos arroceras y cañaverales, cruzamos el río Zaza, que debe ser uno de
los más anchos de Cuba, cruzamos el último cordón de guardias en la carretera de Trinidad a Sancti Spíritus, el día 15 por la noche, y
comenzó nuestra fatigosa tarea política.
He oído el desastre de Vega, evidentemente, es producto de la impericia, a Ramiro no le hubiera pasado eso; pero déjenos un tiempo y
demostraremos que su presencia aquí es positiva para la Revolución.
Sierra del Escambray, octubre 23 de 1958
[en Carlos Franqui, Libro de los doce, México 1966.]
Pasajes de la guerra revolucionaria
Un pecado de la revolución
Las revoluciones, transformaciones sociales radicales y aceleradas, hechas de las circunstancias; no siempre, o casi nunca, o quizás
nunca, maduradas y previstas científicamente en sus detalles; hechas de las pasiones, de la improvisación de hombres en su lucha por
las reivindicaciones sociales, no son nunca perfectas. La nuestra tampoco lo fue. Cometió errores y algunos de esos errores se pagan
caros. Hoy se nos muestra la evidencia de otro, que no ha tenido repercusión, pero que demuestra cómo es muy cierto el lenguaje
popular cuando expresa una vez que «la cabra tira al monte» y otra, que «Dios los hace y ellos se juntan».
Cuando las tropas de la invasión, doloridas, con los pies llagados, ensangrentados y ulcerados por las afecciones provocadas por los
hongos, manteniendo indemne solamente la fe, después de cuarenta y cinco días de camino llegaron a las estribaciones del Escambray,
fueron alcanzadas por una carta insólita. Era firmada por el comandante Carrera y en ella se prevenía a la columna del Ejército
Revolucionario por mi comandada, que no podía subir al Escambray sin aclarar bien a qué iba y que, antes de subir, debía detenerme
para explicárselo. ¡Detenernos en las zonas de llanos, en las condiciones en que íbamos, y amenazados de cerco todos los días, del cual
podíamos escapar sólo por nuestra rapidez de movimiento! Esa fue la esencia de una larga e insolente carta. Seguimos adelante,
extrañados, lastimados porque no esperábamos eso de quienes se decían nuestros compañeros de lucha, pero decididos a solucionar
cualquier problema cumpliendo las órdenes expresas del Comandante en Jefe Fidel Castro ordenando claramente trabajar para lograr la
unidad de todos los combatientes. Llegamos al Escambray y acampamos cerca del pico denominado Del Obispo, que se ve de la ciudad
de Sancti Spíritus y tiene una cruz en su cima. Allí pudimos establecer nuestro primer campamento e inmediatamente indagamos por
una casa donde debía esperarnos uno de los artículos más preciados del guerrillero: los zapatos. No había zapatos; se los habían llevado
las fuerzas del Segundo Frente del Escambray, a pesar de que habían sido logrados por la organización del 26 de Julio. Todo amenazaba
tormenta; sin embargo, logramos mantenernos serenos, conversar con algún capitán, del que luego nos enteramos que había asesinado
cuatro combatientes del pueblo que quisieron ir a ocupar su lugar en las filas revolucionarias del 26 de Julio abandonando el Segundo
Frente, y tuvimos una entrevista, inamistosa pero no borrascosa, con el comandante Carrera. Este había ingerido ya la mitad de una
botella de licor, que era también aproximadamente la mitad de su cuota diaria. Personalmente no fue tan grosero y agresivo como en su
misiva de días anteriores, pero se adivinaba un enemigo.
Después conocimos al comandante Peña, famoso en la región por sus correrías detrás de las vacas de los campesinos, que nos prohibió
enfáticamente atacar Güinía de Miranda porque el pueblo pertenecía a su zona; al argumentarle que la zona era de todos, que había que
luchar y que nosotros teníamos más y mejores armas y más experiencia, nos dijo simplemente que nuestra bazooka era balanceada por
200 escopetas y que 200 escopetas hacían el mismo agujero que una bazooka. Terminante. Güinía de Miranda estaba destinada a ser
tomada por el Segundo Frente y no podíamos atacar. Naturalmente que no hicimos caso; pero sabíamos que estábamos frente a
peligrosos «aliados».
Tras de muchas depredaciones, muy largas de contar, donde nuestra paciencia fue puesta a prueba infinitas veces y donde aguantamos
más de lo debido, según la justa crítica del compañero Fidel, se llegó a un «statu quo» donde se nos permitía hacer la Reforma Agraria
en toda la zona perteneciente al Segundo Frente siempre y cuando se les permitiera a ellos cobrar tributos. ¡Cobrar tributos, la palabra
de orden!
La historia es larga. Nosotros ocupamos en una lucha sangrienta y continua las principales ciudades del país y contamos con buenos
aliados en el Directorio Revolucionario, cuyos hombres, en menor número y también de menor experiencia, hicieron todo lo posible
por coadyuvar a nuestro éxito común. El primero de enero el mando revolucionario exigía que todas las tropas combatientes se
pusieran bajo mis órdenes en Santa Clara. El Segundo Frente Nacional del Escambray, por boca de su jefe Gutiérrez Menoyo,
inmediatamente se ponía a mis órdenes. No había problema alguno. Dimos entonces la instrucción de que nos esperaran porque
teníamos que arreglar los asuntos civiles de la primera gran ciudad conquistada.
En aquellos días era difícil controlar las cosas y cuando caímos en cuenta el Segundo Frente, detrás de Camilo Cienfuegos, había
entrado «heroicamente» en La Habana. Pensamos que podía ser alguna maniobra para tratar de hacerse fuertes, de tomar algo, de
impulsar alguna cosa. Ya lo conocíamos, pero cada día los conocimos más. Ellos tomaron efectivamente las posiciones estratégicas
más importantes, para su mentalidad... A los pocos días llegaba la primera cuenta del Hotel Capri, firmaba Fleitas; $15.000 en comida y
bebida para un reducido número de aprovechados.
Cuando llegó la hora de los grados, casi un centenar de capitanes y un buen número de comandantes aspiraban a las canonjías estatales,
además de un gran y «selecto» núcleo de hombres presentados por los inseparables Menoyo y Fleitas, que aspiraban a toda una serie de
cargos en el aparato estatal. No eran cargos extremadamente remunerados; todos tenían una característica: eran los puestos donde se
robaba en la administración prerrevolucionaria. Los inspectores de Hacienda, los recaudadores de impuestos, todos los lugares donde
el dinero caminaba y pasaba por sus ávidos dedos, eran el fruto de sus aspiraciones. Esa era una parte del Ejército Rebelde con la que
debíamos convivir.
Desde los primeros días se plantearon divergencias serías que culminaran a veces en cambios de palabras violentos; pero siempre
nuestra aparente cordura revolucionaria primaba y cedíamos en bien de la unidad. Manteníamos el principio. No permitíamos robar ni
dábamos puestos claves a quienes sabíamos aspirantes a traidores; pero no los eliminábamos, contemporizábamos, todo en beneficio
de una unidad que no estaba totalmente comprendida. Ese fue un pecado de la Revolución.
El mismo pecado que hizo pagarle suculentos sueldos a los Barquín, a los Felipe Pazos, a las Teté Casuso y a tantos y tantos botelleros
internos y externos que la Revolución mantenía eludiendo el conflicto, tratando de comprar su silencio con un tácito entendimiento
entre un sueldo que era ya una botella y un gobierno que ellos esperaban el momento para traicionar. Pero el enemigo tiene más dinero
y más medios de sobornar a la gente. Al fin y al cabo, ¿qué podíamos ofrecer a un Fleitas o a un Menoyo sino un puesto de trabajo y de
sacrificio?
Ellos, que vivieron del cuento de una lucha que no hicieron, embaucando a la gente, buscando puestos, tratando siempre de acercarse a
los lugares donde el dinero estaba a flor de tierra, «empujando» en todos los gabinetes ministeriales, despreciados por todos los
revolucionarios puros, pero admitidos, aunque a regañadientes, eran un insulto a nuestra conciencia de revolucionarios.
Constantemente con su presencia nos mostraban nuestro pecado; el pecado de la transigencia frente a la falta de espíritu
revolucionario, frente al traidor en potencia o de hecho, frente al débil de espíritu, al cobarde, al ladrón, al «comevaca».
Nuestra conciencia se ha limpiado porque se han ido todos juntos, los que Dios hizo, en unos barquitos, hacia Miami. Muchas gracias,
«comevacas» del Segundo Frente. Muchas gracias por aliviarnos de la presencia execrable de los comandantes de dedo, de los
capitanes de mentirijilla, de los héroes que desconocen el rigor de las campañas, pero no el abrigo fácil de las casas campesinas.
Muchas gracias por darnos esta lección, por demostrarnos que no se puede comprar conciencias con la dádiva revolucionaria, que es
exigua y exigente para con todos, por demostrarnos que tenemos que ser inflexibles frente al error, la debilidad, el dolor, la mala fe de
cualquiera y levantarnos y denunciar y castigar en cualquier lugar en que asome algún vicio que vaya contra los altos postulados de la
Revolución.
Que el ejemplo del Segundo Frente, que el ejemplo de nuestro querido y buen amigo, el ex ladrón Prío, nos llame a la realidad. Que no
nos cueste llamarle ladrón al ladrón, porque nosotros mismos, en honor a lo que bautizamos cómodamente como «táctica
revolucionaria» le llamamos «ex Presidente» al ladrón, en tiempos en que el «ex Presidente» no nos llamaba como ahora, «comunistas
despreciables», sino salvadores de Cuba.
El ladrón es ladrón y se morirá ladrón. Por lo menos, el ladrón de altura; no el que en algunos países, desesperado, tiene que quitar una
migaja para dar de comer a sus hijos. éste, el que roba para lograr mujeres y drogas o licores, para lograr la satisfacción de los bajos
instintos que lo animan, será ladrón toda su vida.
Allí están juntos los que golpean nuestra conciencia, los Felipe Pazos, que venden su honestidad como una alta moneda para ponerla al
frente de las «serias» instituciones; los Rufo López o Justo Carrillos, que dan su saltico para acomodarse a la situación y buscar un
peldaño más; los Miró Cardona, optimistas eternos; los ladrones irremediables, complicados en asesinatos del pueblo, los
«comevacas» cuyas «hazañas» se produjeron entre la masa campesina que asesinaron en la zona del Escambray, sembrando un terror
más grande que el de los propios guardias. Ellos son nuestra conciencia. Ellos nos dicen nuestro pecado, un pecado de la Revolución,
el que no debe repetirse, el de la enseñanza que debemos aprender.
La conducta revolucionaria es espejo de la fe revolucionaria y cuando alguien que se dice revolucionario no se conduce como tal, no
puede ser más que un desfachatado. Estréchense en los mismos brazos, Venturas y Tony Varona que tanto pelean entre sí, Príos y
Batistas, Gutiérrez Menoyo y Sánchez Mosqueras; asesinos que mataban para satisfacer algún deseo inmediato, en nombre de su
codicia y asesinos que mataban para saciar una codicia, en nombre de la libertad; ladrones y vendedores de honradez, oportunistas de
toda laya, candidatos a la presidencia... bonito conjunto.
¡Cuánto nos han enseñado! Muchas gracias.
[Verde Olivo, 12 de febrero de 1961.]
Pasajes de la guerra revolucionaria
Lidia y Clodomira
Conocí a Lidia, apenas a unos seis meses de iniciada la gesta revolucionaria. Estaba recién estrenado como comandante de la Cuarta
Columna y bajábamos, en una incursión relámpago, a buscar víveres al pueblecito de San Pablo de Yao, cerca de Bayamo, en las
estribaciones de la Sierra Maestra. Una de las primeras casas de la población pertenecía a una familia de panaderos. Lidia, mujer de
unos cuarenta y cinco años, era uno de los dueños de la panadería. Desde el primer momento, ella, cuyo único hijo había pertenecido a
nuestra columna, se unió entusiastamente y con una devoción ejemplar a los trabajos de la Revolución.
Cuando evoco su nombre, hay algo más que una apreciación cariñosa hacia la revolucionaria sin tacha, pues tenía ella una devoción
particular por mi persona que la conducía a trabajar preferentemente a mis órdenes, cualquiera que fuera el frente de operaciones al
cual yo fuera asignado. Incontables son los hechos en que Lidia intervino en calidad de mensajera especial, mía o del Movimiento.
Llevó a Santiago de Cuba y a La Habana los más comprometedores papeles, todas las comunicaciones de nuestra columna, los números
del periódico El Cubano Libre; traía también el papel, traía medicinas, traía, en fin, lo que fuera necesario, y todas las veces que fuera
necesario.
Su audacia sin límites hacía que los mensajeros varones eludieran su compañía. Recuerdo siempre las apreciaciones, entre
administrativas y ofuscadas, de uno de ellos que me decía: «Esa mujer tiene más... que Maceo, pero nos va a hundir a todos; las cosas
que hace son de loco, este momento no es de juego.» Lidia, sin embargo, seguía cruzando una y otra vez las líneas enemigas.
Me trasladaron a la zona de la Mina del Frío, en las Vegas de Jibacoa, y allí fue ella dejando el campamento auxiliar del cual había sido
jefa, durante un tiempo, y a los hombres a los que mandó gallardamente y, hasta un poco, tiránicamente, provocando cierto resquemor
entre los cubanos no acostumbrados a estar bajo el mando de una mujer. Ese puesto era el más avanzado de la Revolución, situado en un
lugar denominado la Cueva, entre Yao y Bayamo. Hube de quitarle el mando porque era una posición demasiado peligrosa y, después de
localizada, eran muchas las veces que los muchachos tenían que salir a punta de bala de ese lugar. Traté de quitarla definitivamente de
allí pero sólo lo conseguí cuando me siguió al nuevo frente de combate.
Entre las anécdotas demostrativas del carácter de Lidia recuerdo ahora el día en que murió un gran combatiente imberbe de apellido
Geilín, de Cárdenas. Este muchacho integraba nuestra avanzada en el campamento cuando Lidia estaba allí. Al ella ir hacia el mismo,
retornando de una misión, vio a los guardias que avanzaban sigilosamente sobre el puesto, respondiendo sin duda a algún «chivatazo».
La reacción de Lidia fue inmediata; sacó su pequeño revólver 32 para dar la alarma con un par de tiros al aire; manos amigas se lo
impidieron a tiempo, pues les hubiera costado la vida a todos; sin embargo, los soldados avanzaron y sorprendieron la posta del
campamento. Guillermo Geilín se defendió bravamente hasta que, herido dos veces, sabiendo lo que le pasaría después si caía vivo en
manos de los esbirros, se suicidó. Los soldados llegaron, quemaron lo que había quemable y se fueron. Al día siguiente encontré a
Lidia. Su gesto indicaba la más grande desesperación por la muerte del pequeño combatiente y también la indignación contra la persona
que le había impedido dar la alarma. A mí me mataban, decía, pero se hubiera salvado el muchacho; yo, ya soy vieja, él no tenía 20 años.
Ese era el tema central de sus conversaciones. A veces parecía que había un poco de alarde en su continuo desprecio verbal por la
muerte, sin embargo, todos los trabajos encomendados eran cumplidos a perfección.
Ella conocía como me gustaban los cachorros y siempre estuvo prometiéndome traer uno de La Habana sin poder cumplir su promesa.
En los días de la gran ofensiva del ejército, llevó Lidia, a cabalidad, su misión. Entró y salió de la Sierra, trajo y llevó documentos
importantísimos, estableciendo nuestras conexiones con el mundo exterior. La acompañaba otra combatiente de su estirpe, de quien no
recuerdo más que el nombre, como casi todo el Ejército Rebelde que la conoce y la venera: Clodomira. Lidia y Clodomira ya se habían
hecho inseparables compañeras de peligro, iban y venían juntas de un lado a otro.
Había ordenado a Lidia que, apenas llegada a Las Villas, después de la invasión, se pusiera en contacto conmigo, pues debía ser el
principal medio de comunicación con La Habana y con la Comandancia General de la Sierra Maestra. Llegué, y a poco encontramos su
carta en la cual me anunciaba que me tenía un cachorro listo para regalármelo y que me lo traería en el próximo viaje. Ese fue el viaje
que Lidia y Clodomira nunca realizaron.
La guerra de guerrillas
A Camilo
Este trabajo pretende colocarse bajo la advocación de Camilo Cienfuegos, quien debía leerlo y corregirlo pero cuyo destino le ha
impedido esa tarea. Todas estas líneas y las que siguen pueden considerarse como un homenaje del Ejército Rebelde a su gran Capitán,
al más grande jefe de guerrillas que dio esta revolución, al revolucionario sin tacha y al amigo fraterno.
Camilo fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador
abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa. Creo que él hubiera aprobado
este manual donde se sintetizan nuestras experiencias guerrilleras, porque son el producto de la vida misma, pero él le dio a la armazón
de letras aquí expuesta la vitalidad esencial de su temperamento, de su inteligencia y de su audacia, que sólo se logran en tan exacta
medida en ciertos personajes de la Historia.
Pero no hay que ver a Camilo como un héroe aislado realizando hazañas maravillosas al solo impulso de su genio, sino como una parte
misma del pueblo que lo formó, como forma sus héroes, sus mártires o sus conductores en la selección inmensa de la lucha, con la
rigidez de las condiciones bajo las cuales se efectuó.
No sé si Camilo conocía la máxima de Dantón sobre los movimientos revolucionarios, «audacia, audacia y más audacia»; de todas
maneras, la practicó con su acción, dándole además el condimento de las otras condiciones necesarias al guerrillero: el análisis preciso
y rápido de la situación y la meditación anticipada sobre los problemas a resolver en el futuro.
Aunque estas líneas, que sirven de homenaje personal y de todo un pueblo a nuestro héroe, no tienen el objeto de hacer su biografía o
de relatar sus anécdotas, Camilo era hombre de ellas, de mil anécdotas, las creaba a su paso con naturalidad. Es que unía a su
desenvoltura y a su aprecio por el pueblo, su personalidad; eso que a veces se olvida y se desconoce, eso que imprimía el sello de
Camilo a todo lo que le pertenecía: el distintivo precioso que tan pocos hombres alcanzan de dejar marcado lo suyo en cada acción. Ya
lo dijo Fidel: no tenía la cultura de los libros, tenía la inteligencia natural del pueblo, que lo había elegido entre miles para ponerlo en
el lugar privilegiado a donde llegó, con golpes de audacia, con tesón, con inteligencia y devoción sin pares.
Camilo practicaba la lealtad como una religión; era devoto de ella; tanto de la lealtad personal hacia Fidel, que encarna como nadie la
voluntad del pueblo, como la de ese mismo pueblo; pueblo y Fidel marchan unidos y así marchaban las devociones del guerrillero
invicto.
¿Quién lo mató?
Podríamos mejor preguntarnos: ¿quién liquidó su ser físico? porque la vida de los hombres como él tiene su más allá en el pueblo; no
acaba mientras éste no lo ordene.
Lo mató el enemigo, lo mató porque quería su muerte, lo mató porque no hay aviones seguros, porque los pilotos no pueden adquirir
toda la experiencia necesaria, porque, sobrecargado de trabajo, quería estar en pocas horas en La Habana... y lo mató su carácter.
Camilo, no medía el peligro, lo utilizaba como una diversión, jugaba con él, lo toreaba, lo atraía y lo manejaba; en su mentalidad de
guerrillero no podía una nube detener o torcer una línea trazada.
Fue allí, cuando todo un pueblo lo conocía, lo admiraba y lo quería; pudo haber sido antes y su historia sería la simple de un capitán
guerrillero. Habrá muchos Camilos, dijo Fidel; y hubo Camilos, puedo agregar, Camilos que acabaron su vida antes de completar el
ciclo magnífico que él ha cerrado para entrar en la Historia, Camilo y los otros Camilos (los que no llegaron y los que vendrán), son el
índice de las fuerzas del pueblo, son la expresión más alta de lo que puede llegar a dar una nación, en pie de guerra para la defensa de
sus ideales más puros y con la fe puesta en la consecución de sus metas más nobles.
No vamos a encasillarlo, para aprisionarlo en moldes, es decir matarlo. Dejémoslo así, en líneas generales, sin ponerle ribetes precisos
a su ideología socio-económica que no estaba perfectamente definida; recalquemos sí, que no ha habido en esta guerra de liberación un
soldado comparable a Camilo. Revolucionario cabal, hombre del pueblo, artífice de esta revolución que hizo la nación cubana para sí,
no podía pasar por su cabeza la más leve sombra del cansancio o de la decepción. Camilo, el guerrillero, es objeto permanente de
evocación cotidiana, es el que hizo esto o aquello, «una cosa de Camilo», el que puso su señal precisa e indeleble a la Revolución
cubana, el que está presente en los otros que no llegaron y en aquellos que están por venir.
En su renuevo continuo e inmortal, Camilo es la imagen del pueblo.
Diario en Bolivia
Fidel Castro
Diario en Bolivia
Una introducción necesaria (1968)
Era costumbre del Che en su vida guerrillera anotar cuidadosamente en un Diario personal sus observaciones de cada día. En las largas
marchas por terrenos abruptos y difíciles, en medio de los bosques húmedos, cuando las filas de los hombres, siempre encorvados por
el peso de las mochilas, las municiones y las armas, se detenían un instante a descansar, o la columna recibía la orden de alto para
acampar al final de la fatigosa jornada, se veía al Che -como cariñosamente lo bautizaron desde el principio los cubanos- extraer una
pequeña libreta y con su letra menuda y casi ilegible de médico, escribir sus notas.
Lo que pudo conservar de esos apuntes le sirvió luego para escribir sus magníficas narraciones históricas de la guerra revolucionaria en
Cuba, llenas de contenido revolucionario, pedagógico y humano.
Esta vez, gracias a aquel invariable hábito suyo de ir anotando los principales hechos de cada día, podemos disponer de una información
pormenorizada, rigurosamente exacta e inapreciable de aquellos heroicos meses finales de su vida en Bolivia.
Esas anotaciones, no escritas propiamente para la publicación, le servían como instrumento de trabajo para la evaluación constante de
los hechos, las situaciones y los hombres, a la vez que daban cauce a las expresiones de su espíritu profundamente observador,
analítico, y muchas veces matizado de fino humorismo. Están sobriamente redactadas y poseen ininterrumpida coherencia desde el
principio hasta el fin.
Téngase en cuenta que fueron escritas en los ratos escasísimos de descanso, en medio de épico y sobrehumano esfuerzo físico y de sus
agotadoras obligaciones como jefe de un destacamento guerrillero en la difícil etapa de los comienzos de una lucha de esta naturaleza,
que se desenvolvía en condiciones materiales increíblemente duras, lo que revela una vez más su estilo de trabajo y su voluntad de
hierro.
En este Diario, al analizar en detalle los incidentes de cada día, se hacen constar faltas, críticas y recriminaciones que son propias e
inevitables en el desarrollo de una guerrilla revolucionaria.
En el seno de un destacamento guerrillero esas críticas se tienen que producir incesantemente, sobre todo en la etapa en que está
constituido sólo por un pequeño núcleo, enfrentados a condiciones materiales sumamente adversas y a un enemigo infinitamente
superior en número, cuando el menor descuido o la más insignificante falta pueden resultar fatales y el jefe debe ser exhaustivamente
exigente, a la vez que utilizar cada hecho o episodio, por insignificante que parezca, para educar a los combatientes y futuros cuadros de
los nuevos destacamentos guerrilleros.
El proceso de formación de la guerrilla es un incesante llamado a la conciencia y al honor de cada hombre. El Che sabía tocar las fibras
más sensibles de los revolucionarios. Cuando Marcos, reiteradamente amonestado por el Che, fue advertido de que podía ser expulsado
deshonrosamente de la guerrilla respondió: «¡Antes fusilado!» Más adelante dio su vida heroicamente. Similar fue el comportamiento
de todos los hombres en los que puso su confianza y a los cuales se vio en la necesidad de amonestar por alguna u otra causa en el
transcurso de la lucha. Jefe fraternal y humano sabía también ser exigente y en ocasiones severo; pero lo era en primer lugar y en
mayor grado que con los demás, consigo mismo. Che basaba la disciplina en la conciencia moral del guerrillero y en la fuerza tremenda
de su propio ejemplo.
El Diario contiene también numerosas referencias a Debray y evidencian la enorme preocupación que suscitó en el Che el arresto y
encarcelamiento del escritor revolucionario a quien había encomendado una misión en Europa, aunque en el fondo habría deseado que
aquél permaneciera en la guerrilla. Por eso manifiesta cierta inconformidad, y en ocasiones algunas dudas, sobre su comportamiento.
Che no tuvo posibilidad de conocer la odisea vivida por Debray en las garras de los cuerpos represivos y la actividad firme y valerosa
mantenida por éste ante sus captores y torturadores.
Destacó, sin embargo, la enorme importancia política del proceso, y, el 3 de octubre, seis días antes de su muerte, en medio de
amargos y tensos sucesos, consigna: «Se escuchó una entrevista de Debray muy valiente frente a un estudiante provocador», siendo ésta
su última referencia al escritor.
Como en este Diario la Revolución cubana y sus relaciones con el movimiento guerrillero aparecen reiteradamente señaladas, algunos
pudieran interpretar que su publicación por nuestra parte constituye un acto de provocación que dará argumentos a los enemigos de la
Revolución y a los imperialistas yanquis y sus aliados, los oligarcas de América Latina, para redoblar sus planes de bloqueo,
aislamiento y agresión a Cuba.
A los que así juzgan los hechos, es bueno recordarles que el imperialismo yanqui no ha necesitado nunca de pretextos para perpetrar
sus fechorías en cualquier lugar del mundo y que sus esfuerzos para aplastar la Revolución cubana se iniciaron desde la primera ley
revolucionaria promulgada en nuestro país, por el obvio y conocido hecho de que ese imperialismo es el gendarme de la reacción
mundial, promotor sistemático de la contrarrevolución y protector de las estructuras sociales más retrógradas e inhumanas que
subsisten en el mundo.
La solidaridad con el movimiento revolucionario puede ser tomada como pretexto, pero nunca será la causa de las agresiones yanquis.
Negar la solidaridad para negar el pretexto es ridícula política de avestruz que nada tiene que ver con el carácter internacionalista de las
revoluciones sociales contemporáneas. Dejar de solidarizarse con el movimiento revolucionario no es negarle un pretexto sino
solidarizarse de hecho con el imperialismo yanqui y su política de dominio y esclavización del mundo.
Cuba es un pequeño país de economía subdesarrollada, como todos los que fueron durante siglos dominados y explotados por el
colonialismo y el imperialismo, situada sólo a 90 millas de las costas de Estados Unidos, con una base naval yanqui en su propio
territorio, que se enfrenta a numerosos obstáculos por llevar a cabo su desarrollo económico-social. Grandes peligros se han cernido
sobre nuestra Patria desde el triunfo de la Revolución, pero no por ello conseguirá el imperialismo doblegarla, sin que deban
importarnos las dificultades que una línea revolucionaria consecuente pueda conllevar.
Desde el punto de vista revolucionario la publicación del Diario del Che en Bolivia no admite alternativa. El Diario del Che quedó en
poder de Barrientos, que de inmediato entregó copia a la CIA, al Pentágono y al gobierno de Estados Unidos. Periodistas allegados a la
CIA tuvieron acceso al documento en la propia Bolivia y sacaron copias fotostáticas del mismo, aunque con el compromiso de
abstenerse, por el momento, de publicarlo.
El gobierno de Barrientos y los más altos jefes militares tienen sobradas razones para no publicar el Diario, donde se puede constatar
la inmensa incapacidad de su ejército y las incontables derrotas que sufrieron en manos de un puñado de guerrilleros decididos que en
unas pocas semanas le arrebató en combate cerca de doscientas armas.
Che describe además a Barrientos y su régimen en los términos a que es acreedor con palabras que no podrán borrarse de la historia.
Por otro lado, el imperialismo tenía también sus razones: Che y su ejemplo extraordinario cobran fuerza cada vez mayor en el mundo.
Sus ideas, su retrato, su nombre, son banderas de lucha contra las injusticias entre los oprimidos y los explotados y suscitan interés
apasionado entre los estudiantes y los intelectuales de todo el mundo.
En los propios Estados Unidos el movimiento negro y los estudiantes progresistas, que son cada vez más numerosos, han convertido en
algo suyo la figura del Che. En las manifestaciones más combativas por los derechos civiles y contra la agresión a Viet Nam, sus
retratos son esgrimidos como emblemas de lucha. Pocas veces en la historia, o tal vez nunca, una figura, un nombre, un ejemplo, se han
universalizado con tal celeridad y apasionante fuerza. Es que el Che encarna en su forma más pura y desinteresada el espíritu
internacionalista que caracteriza al mundo de hoy y cada vez más al de mañana.
De un continente oprimido ayer por las potencias coloniales, explotado hoy y mantenido en el retraso y en el subdesarrollo más inicuo
por el imperialismo yanqui, surge esa singular figura que se convierte en aliento universal de lucha revolucionaria hasta en las propias
metrópolis imperialistas y colonialistas.
Los imperialistas yanquis temen la fuerza de ese ejemplo y todo lo que pueda contribuir a divulgarlo. Es el valor intrínseco del Diario,
expresión viva de una personalidad extraordinaria, lección guerrillera escrita al calor y la tensión de cada día, pólvora inflamable,
demostración real de que el hombre latinoamericano no es impotente frente a los esclavizadores de pueblos y sus ejércitos
mercenarios, lo que les ha impedido hasta hoy darlo a la publicidad.
Pudieran estar también interesados en que en este Diario no se conociera nunca los pseudorrevolucionarios, oportunistas y charlatanes
de toda laya, que autoconceptuándose marxistas, comunistas y otros títulos por el estilo, no han vacilado en calificar al Che de
equivocado, aventurero, y cuando más benignamente, idealista, cuya muerte es el canto de cisne de la lucha armada revolucionaria en
América Latina. «¡Si el Che -exclaman-, máximo exponente de esas ideas y experimentado guerrillero, fue muerto en las guerrillas y su
movimiento no liberó a Bolivia, eso demuestra cuán equivocado estaba...!» ¡Cuántos de estos miserables se habrán alegrado de la
muerte del Che, sin sonrojarse siquiera de pensar que sus posiciones y razonamientos coinciden por entero con los de los oligarcas
más reaccionarios y el imperialismo!
De este modo se justifican a sí mismos, o justifican a dirigentes traidores que en determinado momento no vacilaron en jugar a la lucha
armada con el verdadero propósito -según se pudo ver luego- de destruir a los destacamentos guerrilleros, frenar la acción
revolucionaria e imponer sus vergonzosas y ridículas componendas políticas, porque eran absolutamente incapaces de ninguna otra
línea; o a los que no quieren combatir, ni combatirán jamás, por el pueblo y su liberación y han caricaturizado las ideas revolucionarias
haciendo de ellas opio dogmático sin contenido ni mensaje a las masas, y convertido las organizaciones de lucha del pueblo en
instrumentos de conciliación con los explotadores internos y externos, y propugnadoras de políticas que no tienen nada que ver con los
intereses reales de los pueblos explotados en este continente.
Che contemplaba su muerte como algo natural y probable en el proceso y se esforzó en recalcar, muy especialmente en sus últimos
documentos, que esa eventualidad no impediría la marcha inevitable de la revolución en América Latina. En su mensaje a la
Tricontinental reiteró ese pensamiento: «Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo... En cualquier lugar que nos
sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ese, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se
tienda para empuñar nuestras armas.»
Se consideró a sí mismo soldado de esa revolución, sin preocuparle en absoluto sobrevivir a ella. Los que ven en el desenlace de su
lucha en Bolivia el fracaso de sus ideas, con el mismo simplismo pudieran negar la validez de las ideas y las luchas de todos los grandes
precursores y pensadores revolucionarios, incluidos los fundadores del marxismo, que no pudieron culminar la obra y contemplar en
vida los frutos de sus nobles esfuerzos.
En Cuba, ni la muerte en combate de Martí y de Maceo, a las que siguió más tarde la intervención yanqui cuando finalizaba la Guerra de
Independencia, frustrando en lo inmediato el objetivo de sus luchas, ni la de brillantes propugnadores de la revolución socialista como
Julio Antonio Mella, asesinado por agentes al servicio del imperialismo, pudieron impedir a la larga el triunfo de un proceso que
comenzó hace cien años, y nadie en absoluto podría poner en duda la profunda justeza de la causa y la línea de lucha de aquellos
próceres, ni la vigencia de sus ideas esenciales que inspiraron siempre a los revolucionarios cubanos.
En el Diario del Che se pueden apreciar cuán reales eran sus posibilidades de éxito y cuán extraordinario el poder catalizador de la
guerrilla, como él consigna en sus apuntes. En cierta ocasión, ante los evidentes síntomas de debilidad y rápido deterioro del régimen
boliviano, expresó: «El gobierno se desintegra rápidamente, lástima no tener cien hombres más en este momento.»
Che conocía por su experiencia en Cuba cuántas veces nuestro pequeño destacamento guerrillero estuvo a punto de ser exterminado.
Pudo ocurrir así en dependencia casi absoluta de los azares e imponderables de la guerra, mas, tal eventualidad, ¿habría dado a nadie el
derecho a considerar errónea nuestra línea y tomarla además como ejemplo para desalentar a la revolución e inculcar en los pueblos la
impotencia? ¡Muchas veces en la historia los procesos revolucionarios estuvieron precedidos de episodios adversos! Nosotros en
Cuba, ¿no tuvimos acaso la experiencia del Moncada apenas seis años antes del triunfo definitivo de la lucha armada del pueblo?
Para muchos, entre el 26 de julio de 1953, ataque al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba, y el 2 de diciembre de 1956, desembarco
del «Granma», la lucha revolucionaria en Cuba frente a un ejército moderno y bien armado carecía de toda perspectiva y la acción de un
puñado de luchadores era vista como quimera de idealistas e ilusos «que estaban profundamente equivocados». La derrota aplastante y
la dispersión total del inexperto destacamento guerrillero el 5 de diciembre de 1956 pareció confirmar por entero los pesimistas
augurios... Pero, sólo 25 meses después, los restos de aquella guerrilla habían desarrollado ya la fuerza y experiencia necesarias para
aniquilar aquel ejército.
Para no luchar habrá siempre sobrados pretextos en todas las épocas y en todas las circunstancias, pero será el único camino de no
obtener jamás la libertad. El Che no sobrevivió a sus ideas, pero supo fecundarlas con su sangre. Con toda seguridad sus críticos
pseudorrevolucionarios, con su cobardía política y su eterna falta de acción, sobrevivirán a la evidencia de su propia estupidez.
Es notable, como se verá en el Diario, que uno de esos especímenes revolucionarios que ya van siendo típicos en América Latina,
Mario Monje, esgrimiendo el título de Secretario del Partido Comunista de Bolivia, pretendió discutirle al Che la jefatura política y
militar del movimiento. Y puesto que alegó, además, el propósito de renunciar previamente para ello a su cargo partidista, a su juicio,
por lo visto, le bastaba el título de haberlo sido para reclamar tal prerrogativa.
Mario Monje, por supuesto, no tenía ninguna experiencia guerrillera ni había librado jamás un combate, sin que por otro lado su
autoconceptuación de comunista lo obligase siquiera a prescindir del grosero y mundano chovinismo que ya habían logrado superar los
próceres que lucharon por la primera independencia.
Con semejante concepto de lo que debe ser la lucha antiimperialista en este continente, tales «jefes comunistas» no han rebasado
siquiera el nivel internacionalista de las tribus aborígenes que sojuzgaron los colonizadores europeos en la época de la conquista.
Así, el jefe del Partido Comunista de un país que se llama Bolivia, y su capital histórica, Sucre, en honor de sus primeros libertadores
que eran venezolanos uno y otro, que tuvo la posibilidad de contar para la definitiva liberación de su pueblo con la cooperación del
talento político, organizador y militar de un verdadero titán revolucionario, cuya causa por demás no se limitaba a las fronteras
estrechas, artificiales e incluso injustas de ese país, no hizo otra cosa que entrar en vergonzosos, ridículos e inmerecidos reclamos de
mando.
Bolivia, por no tener salida al mar necesita más que ningún otro país, para su propia liberación, sin tener que exponerse a un atroz
bloqueo, del triunfo revolucionario de los vecinos. Che era, además, por su prestigio enorme, su capacidad y su experiencia, el hombre
que habría podido acelerar ese proceso.
Che había establecido relaciones con dirigentes y militantes del Partido Comunista boliviano, desde antes de producirse en el mismo la
escisión, recabando de ellos la ayuda para el movimiento revolucionario en América del Sur. Algunos de esos militantes, autorizados
por el Partido, trabajaron con él durante años en diversas tareas. Al producirse la escisión en dicho Partido, se creó una situación
especial puesto que varios militantes de los que habían estado trabajando con él quedaron ubicados en uno u otro grupo. Pero Che no
concebía la lucha en Bolivia como un hecho aislado sino como parte de un movimiento revolucionario de liberación que no tardaría en
extenderse a otros países de América del Sur. Era su propósito organizar un movimiento sin espíritu sectario, para que a él se
incorporasen todos los que quisieran luchar por la liberación de Bolivia y demás pueblos sojuzgados por el imperialismo en América
Latina. Pero en la fase inicial de preparación de la base guerrillera venía dependiendo fundamentalmente de la ayuda de un grupo de
valiosos y discretos colaboradores que al producirse la escisión habían permanecido en el Partido de Monje. Fue por deferencia con
ellos que invitó, en primer término, a éste, a visitar su campamento, aunque ciertamente no experimentaba hacia él ninguna simpatía.
Después invitó a Moisés Guevara, líder minero y político que se había separado de aquel Partido para cooperar en la formación de otra
organización, y que luego también se había marginado de ella inconforme con Oscar Zamora, otro Monje que hacía algún tiempo se
había comprometido con el Che a trabajar en la organización de la lucha armada guerrillera en Bolivia, rehuyendo después los
compromisos y cruzándose cobardemente de brazos a la hora de la acción, para convertirse con posterioridad a su muerte en uno de sus
más venenosos críticos, en nombre del «marxismo-leninismo». Moisés Guevara se unió sin vacilación al Che, como le había ofrecido
desde mucho antes de que éste llegara a Bolivia, le brindó su apoyo y entregó su vida heroicamente a la causa revolucionaria.
Otro tanto hizo el grupo de guerrilleros bolivianos que había permanecido hasta entonces en la organización de Monje. Dirigidos por
Inti y Coco Peredo, que después demostraron ser valerosos y destacados combatientes, se apartaron de aquél y respaldaron
decididamente al Che. Pero Monje, no satisfecho del resultado, se dedicó a sabotear el movimiento, interceptando en La Paz a
militantes comunistas bien entrenados que iban a unirse a las guerrillas. Estos hechos demuestran cómo existen en las filas
revolucionarias hombres bien dotados de todas las condiciones necesarias para lucha, cuyo desarrollo es criminalmente frustrado por
dirigentes incapaces, charlatanes y maniobreros.
Che fue hombre al que nunca le interesaron personalmente cargos, mandos ni honores pero estaba firmemente convencido de que en la
lucha revolucionaria guerrillera -fundamental forma de acción para la liberación de los pueblos de América Latina, partiendo de la
situación económica, política y social de casi todos los países latinoamericanos- el mando militar y político de la guerrilla debía estar
unificado y que la lucha sólo podía ser dirigida desde la guerrilla y no desde cómodas y burocráticas oficinas urbanas. Y en este punto
no estaba dispuesto a transigir, ni a entregarle a un inexperto seso-hueco de estrechas miras chovinistas el mando de un núcleo
guerrillero destinado a desenvolver en su ulterior desarrollo una lucha de amplia dimensión en América del Sur. Che consideraba que
ese chovinismo, que muchas veces infecta a los propios elementos revolucionarios de los diversos países de América Latina, debía ser
combatido como un sentimiento reaccionario ridículo y estéril. «Que se desarrolle un verdadero internacionalismo proletario -dijo en
su mensaje a la Tricontinental-... la bandera bajo la que se luche sea la causa sagrada de la redención de la humanidad, de tal modo que
morir bajo las enseñas de Viet Nam, de Venezuela, de Guatemala, de Laos, de Guinea, de Colombia, de Bolivia..., para citar sólo los
escenarios actuales de la lucha armada, sea igualmente gloriosa y deseable para un americano, un asiático, un africano, y aun, un
europeo. Cada gota de sangre derramada en un territorio bajo cuya bandera no se ha nacido, es experiencia que recoge quien sobrevive
para aplicarla luego a la lucha por la liberación de su lugar de origen. Y cada pueblo que se libere es una fase de la batalla por la
liberación del propio pueblo que se ha ganado.»
Che pensaba igualmente que en el destacamento guerrillero participasen combatientes de distintos países latinoamericanos y que la
guerrilla en Bolivia fuese escuela de revolucionarios que harían su aprendizaje en los combates. A su lado quiso tener para ayudarlo en
esa tarea, junto a los bolivianos, un pequeño núcleo de guerrilleros con experiencia, que habían sido casi todos compañeros suyos en la
Sierra Maestra, durante la lucha revolucionaria en Cuba, cuya capacidad, valor y espíritu de sacrificio conocía. De esos hombres
ninguno vaciló en responder a su solicitud, ninguno lo abandonó y ninguno se rindió.
Che actuó en su campaña de Bolivia con el tesón, la maestría, el estoicismo y la ejemplar actitud que eran proverbiales en él. Puede
decirse que impregnado de la importancia de la misión que se había asignado a si mismo, procedió en todo instante con un espíritu de
responsabilidad irreprochable. En aquellas ocasiones en que la guerrilla cometía algún descuido, se apresuraba en advertirlo y
enmendarlo, consignándolo en su Diario.
Factores adversos se combinaron increíblemente en su contra. La separación -que debía ser por unos breves días- de una parte de la
guerrilla, donde se encontraba un grupo valioso de hombres, algunos de ellos enfermos o convalecientes, al perderse el contacto entre
ambos en un terreno sumamente accidentado, se prolongó durante interminables meses, que ocuparon el esfuerzo de Che en su
búsqueda. En ese período el asma -una dolencia que solía dominar fácilmente con sencillos medicamentos, pero que faltando éstos se
convertía para él en un terrible enemigo- lo atacó despiadadamente, deviniendo esto en un problema serio por el hecho de que las
medicinas que previsoramente había acumulado para la guerrilla fueron descubiertas y ocupadas por el enemigo. Este hecho, unido al
aniquilamiento a fines de agosto de la parte de la guerrilla con la que había perdido el contacto, fueron factores que gravitaron
considerablemente en el desarrollo de los acontecimientos. Pero Che, con voluntad de acero, se sobrepuso al malestar físico y en
ningún instante su acción aminoró, ni decayó su ánimo.
Fueron numerosos sus contactos con los campesinos bolivianos. El carácter de éstos, sumamente desconfiados y cautelosos, no podía
sorprender al Che, que conocía perfectamente bien su mentalidad por haberlos tratado en otras ocasiones, y sabía que para ganarlos a su
causa se requería una labor prolongada, ardua y paciente, pero no albergaba ninguna duda de que a la larga lo obtendría.
Si se sigue con cuidado el hilo de los acontecimientos se verá que aun cuando el número de hombres con que contaba en el mes de
septiembre, algunas semanas antes de su muerte, era muy reducido, todavía la guerrilla mantenía su capacidad de desarrollo y algunos
cuadros bolivianos, como los hermanos Inti y Coco Peredo, se iban ya destacando con magníficas perspectivas de jefes. Fue la
emboscada de Higueras, única acción exitosa del ejército contra el destacamento que mandaba el Che, matándole la vanguardia e
hiriéndole varios hombres más en pleno día, cuando se trasladaban a una zona campesina de mayor desarrollo político -objetivo éste
que no aparece consignado en el Diario, pero que se sabe por los sobrevivientes-, lo que les creó una situación insuperable. Ese avance
de día por la misma ruta que venían siguiendo durante varias jornadas en inevitablemente amplio contacto con los moradores de aquella
zona que cruzaban por primera vez, y la obvia certeza de que el ejército debería interceptarlos en algún punto, era sin duda peligroso.
Pero el Che, plenamente consciente de esto, decidió correr el riesgo para ayudar al médico que venía en muy mal estado físico.
El día anterior a la emboscada, escribe: «Llegamos a Pujio, pero allí había gente que nos había visto abajo el día anterior, vale decir:
estamos siendo previstos por Radio Bemba...» «El caminar en mulo se hace peligroso, pero trato que el médico vaya lo mejor posible
pues viene muy débil.»
Al día siguiente escribió: «A las 13 salió la vanguardia para tratar de llegar a Jagüey y allí tomar una decisión sobre las mulas y el
médico.» Es decir, buscaba una solución para el enfermo, a fin de abandonar aquella ruta y tomar las precauciones necesarias. Pero
aquella misma tarde, antes de que la vanguardia llegara a Jagüey se produjo la fatal emboscada que llevó al destacamento a una situación
insostenible.
Días después, cercado en la quebrada del Yuro, libró su último combate.
Impresiona profundamente la proeza realizada por este puñado de revolucionarios. La sola lucha contra la naturaleza hostil en que
desenvolvían su acción constituye una insuperable página de heroísmo. Nunca en la historia un número tan reducido de hombres
emprendió una tarea tan gigantesca. La fe y la convicción absoluta en que la inmensa capacidad revolucionaria de los pueblos de
América Latina podía ser despertada, la confianza en sí mismo y la decisión con que se entregaron a ese objetivo, nos da la justa
dimensión de estos hombres.
Che dijo un día a los guerrilleros en Bolivia: «Este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el escalón
más alto de la especie humana, pero también nos permite graduarnos de hombres; los que no puedan alcanzar ninguno de estos dos
estadíos deben decirlo y dejar la lucha.»
Los que con él lucharon hasta el final se hicieron acreedores a estos honrosos calificativos. Ellos simbolizan el tipo de revolucionarios
y de hombres a quienes la historia en esta hora convoca para una tarea verdaderamente dura y difícil: la transformación revolucionaria
de América Latina.
El enemigo que enfrentaron los próceres de la primera lucha por la independencia, era un poder colonial decadente. Los
revolucionarios de hoy tienen por enemigo al baluarte más poderoso del campo imperialista, equipado con la técnica y la industria más
moderna. Ese enemigo no sólo organizó y equipó de nuevo un ejército en Bolivia, donde el pueblo había destruido la anterior fuerza
militar represiva y le brindó inmediatamente el auxilio de sus armas y asistentes militares para la lucha contra la guerrilla, sino que
brinda su aporte militar y técnico en la misma medida a todas las fuerzas represivas de este continente. Y cuando no bastan esas
medidas, interviene directamente con sus tropas, como hizo en Santo Domingo.
Para luchar contra ese enemigo se requiere el tipo de revolucionarios y de hombres de que habló el Che. Sin ese tipo de
revolucionarios y de hombres, dispuestos a hacer lo que ellos hicieron; sin el ánimo de enfrentarse a enormes obstáculos que ellos
tuvieron; sin la decisión de morir que a ellos los acompañó en todo instante; sin la convicción profunda de la justicia de su causa y la fe
inconmovible en la fuerza invencible de los pueblos que ellos albergaron, frente a un poder, como el imperialismo yanqui, cuyos
recursos militares, técnicos y económicos, se hacen sentir en todo el mundo, la liberación de los pueblos de este continente no sería
alcanzada.
El propio pueblo norteamericano, que empieza a tomar conciencia de que la monstruosa superestructura política que rige su país no es
ya hace mucho rato la idílica república burguesa que sus fundadores establecieron hace casi doscientos años, está sufriendo en un grado
cada vez más alto la barbarie moral de un sistema irracional, enajenante, deshumanizado y brutal, que cobra en el pueblo
norteamericano cada vez más víctimas de sus guerras agresivas, sus crímenes políticos, sus aberraciones raciales, su mezquina
jerarquización del ser humano y el repugnante derroche de recursos económicos, científicos y humanos de su desmesurado aparato
militar, reaccionario y represivo, en medio de un mundo en sus tres cuartas partes subdesarrollado y hambriento.
Pero sólo la transformación revolucionaria de América Latina permitiría al pueblo de Estados Unidos ajustar sus propias cuentas con
ese mismo imperialismo, a la vez que en la misma medida la lucha creciente del pueblo norteamericano contra la política imperialista
podría convertirlo en aliado decisivo del movimiento revolucionario en América Latina.
Y si esta parte del hemisferio no sufre una profunda transformación revolucionaria, la enorme diferencia y desequilibrio que se
produjo a principios de este siglo entre la pujante nación que se industrializaba rápidamente, al mismo paso que marchaba por la propia
ley de su dinámica social y económica hacia cumbres imperiales, y el haz de países débiles y estancados, sometidos a la coyunda de
oligarquías feudales y sus ejércitos reaccionarios, en el balcanizado resto del continente americano, será apenas un pálido reflejo no ya
del enorme desnivel actual en la economía, en la ciencia y en la técnica, sino del espantoso desequilibrio que, a pasos cada vez más
acelerados, en veinte años más, la superestructura imperialista impondrá a los pueblos de América Latina.
Por ese camino estamos llamados a ser cada vez más pobres, más débiles, más dependientes y más esclavos de ese imperialismo. Esta
sombría perspectiva afecta en grado igual a los pueblos subdesarrollados de áfrica y Asia.
Si las naciones industrializadas e instruidas de Europa, con su Mercado Común y sus instituciones científicas supranacionales, se
inquietan ante las posibilidades de quedarse rezagadas y contemplan con temor la perspectiva de convertirse en colonias económicas
del imperialismo yanqui, ¿qué le depara el futuro a los pueblos de América Latina?
Si frente al cuadro de esta situación real e incuestionable, que decisivamente afecta el destino de nuestros pueblos, algún liberal o
reformista burgués, o pseudorrevolucionario charlatán, incapaz de la acción, tiene una respuesta que no sea una profunda y urgente
transformación revolucionaria que pueda hacer acopio de todas las fuerzas morales, materiales y humanas de esta parte del mundo y
lanzarlas hacia adelante, para recuperar el atraso económico y científico técnico de siglos, cada vez mayor, con el mundo
industrializado, del que somos tributarios y lo seremos cada vez más, y en especial de Estados Unidos; y además de la fórmula, el
camino mágico de llevarla a cabo, diferente a la concebida por Che, que barra oligarquías, déspotas, politicastros, es decir: criados, y a
monopolios yanquis, es decir: amos, y lo haga con toda la urgencia que las circunstancias requieren, que levante entonces la mano para
impugnar al Che.
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Noviembre 1966
Noviembre 7
Hoy comienza una nueva etapa. Por la noche llegamos a la finca. El viaje fue bastante bueno. Luego de entrar, convenientemente
disfrazados, por Cochabamba, Pachungo [aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Pachungo o Pacho] y yo hicimos los
contactos y viajamos en jeep, en dos días y dos vehículos.
Al llegar cerca de la finca detuvimos las máquinas y una sola llegó a ella para no atraer las sospechas de un propietario cercano, que
murmura sobre la posibilidad de que nuestra empresa esté dedicada a la fabricación de cocaína. Como dato curioso, el inefable Tumaini
[aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Tumaini o Tuma] es indicado como el químico del grupo. Al seguir hacia la finca,
en el segundo viaje, Bigotes [aparecerá indistintamente como Bigotes, el Loro o Jorge], que acababa de enterarse de mi identidad, casi
se va por un barranco, dejando el jeep varado en el borde del precipicio. Caminamos algo así como 20 kilómetros, llegando a la finca,
donde hay tres trabajadores del partido, pasada la media noche.
Bigotes se mostró dispuesto a colaborar con nosotros, haga lo que haga el partido, pero se muestra leal a Monje [aparecerá
indistintamente como Estanislao, el Negro, Mario o Monje; no debe confundirse con el guerrillero el Negro, del grupo de Joaquín,
que aparece más adelante] a quien respeta y parece querer. Según él, Rodolfo está en la misma disposición y otro tanto sucede con el
Coco, pero hay que tratar de que el partido se decida a luchar. Le pedí que no informara al partido hasta la llegada de Monje, que está de
viaje para Bulgaria y que nos ayudara, accedió a ambas cosas.
Noviembre 8
Pasamos el día en la manigua, a escasos 100 metros de la casa y junto al arroyo. Nos dieron su batida una especie de yaguasas muy
molestas aunque no pican. Las especies que hay, hasta ahora, son: la yaguasa, el jején, el mariguí, el mosquito y la garrapata.
Bigote sacó su jeep con ayuda de Argañaraz y quedó en comprarle algunas cosas, como puercos y gallinas.
Pensaba escribir informando las peripecias, pero lo dejé para la próxima semana, en que esperamos recibir al segundo grupo.
Noviembre 9
Día sin novedades. Con Tumaini, hicimos una exploración siguiendo el curso del río Ñacahuasu (un arroyo en realidad), pero no
llegamos a su nacimiento. Corre encajonado y la región, aparentemente es poco frecuentada. Con una disciplina conveniente se puede
estar allí mucho tiempo.
Por la tarde, una lluvia fuerte nos sacó de la manigua hacia la casa. Me saqué 6 garrapatas del cuerpo.
Noviembre 10
Pachungo y Pombo salieron de exploración; con uno de los compañeros bolivianos, Serafín. Llegaron algo más lejos que nosotros y
encontraron la bifurcación del arroyo, una quebradita que parece estar buena. Al regreso se quedaron haraganeando en la casa y el
chofer de Argañaraz, que venía a traer los hombres con unas compras que le habían hecho, los vio. Tremenda bronca eché y decidimos
trasladarnos mañana a la manigua, donde haremos campamento perenne. Tumaini se dejará ver porque ya lo conocen y figurará como un
empleado más de la finca. Esto se deteriora rápidamente; hay que ver si nos permiten traer, aunque sea a nuestros hombres. Con ellos
estaré tranquilo.
Noviembre 11
Día sin novedad pasado en un nuevo campamento, al otro lado de la casa, donde dormimos.
La plaga está infernal y obliga a resguardarse en la hamaca con mosquitero (que sólo yo tengo).
Tumaini fue a visitar a Argañaraz y le compraron algunas cosas: gallinas, pavos. Parece que todavía no hay grandes sospechas por su
parte.
Noviembre 12
Día sin novedad alguna. Hicimos una breve exploración para preparar el terreno destinado a campamento cuando lleguen los 6 del
segundo grupo. La zona elegida está a unos 100 metros del principio de la tumba, sobre un montículo y cerca hay una hondonada en la
que se pueden hacer cuevas para guardar comida y otros objetos. A estas alturas debe estar llegando el primero de los tres grupos de a
dos en que se divide la partida. A fines de la semana que empieza deben llegar a la finca. Mi pelo está creciendo, aunque muy ralo y las
canas se vuelven rubias y comienzan a desaparecer; me nace la barba. Dentro de un par de meses volveré a ser yo.
Noviembre 13
Domingo. Algunos cazadores pasan por nuestra vivienda; peones de Argañaraz. Son hombres de monte, jóvenes y solteros; ideales para
ser reclutados y que le tienen un odio concentrado a su patrón. Informaron que a 8 leguas, por el río hay casas y que éste tiene algunas
quebradas con agua. No hay otra novedad.
Noviembre 14
Una semana de campamento. Pachungo luce algo inadaptado y triste, pero debe recuperarse. Hoy comenzamos una excavación para
hacer un túnel y meter en él todo lo que pueda ser comprometedor; lo disimularemos con un enrejado de palos y defenderemos de la
humedad lo más posible. Ya está hecho el pozo de metro y medio y comenzado el túnel.
Noviembre 15
Seguimos en la tarea del túnel; por la mañana Pombo y Pachungo, por la tarde Tumaini y yo. A las 6, cuando dejamos el trabajo, ya había
alcanzado los 2 metros de hondo el túnel. Mañana pensamos acabarlo y meter todas las cosas comprometedoras en él. Por la noche una
lluvia me obligó a huir de mi hamaca, que se moja, pues el nylon es chico. No hubo otra novedad.
Noviembre 16
El túnel quedó terminado y camuflado; solo falta disimular el camino; trasladaremos las cosas a nuestra casita y mañana la
guardaremos, tapando la boca con un enrejado de palos y barro. El esquema de este túnel que lleva el No. 1 está en el documento I. Lo
demás sin novedad; desde mañana podemos razonablemente esperar novedades de la Paz.
Noviembre 17
El túnel está ocupado con los artículos que pudieran ser comprometedores para los de la casa y algo de comida en lata y ha quedado
bastante disimulado.
No hubo novedad alguna desde La Paz. Los muchachos de la casa hablaron con Argañaraz, a quien compraron algunas cosas y éste les
volvió a insistir en su participación en la fábrica de cocaína.
Noviembre 18
Sin novedad de la Paz. Pachungo y Pombo volvieron a explorar el arroyo pero no están muy convencidos de que sea el campamento
indicado. El lunes lo exploraremos con Tumaini. Argañaraz vino a arreglar el camino para sacar piedras del río y estuvo un buen rato en
ese trabajo. Al parecer, no sospecha de nuestra presencia aquí. Todo transcurre monótonamente; los mosquitos y las garrapatas están
empezando a crear llagas molestas en las picaduras infectadas. El frío se hace sentir un poco en la madrugada.
Noviembre 19
Sin novedad de la Paz. Sin novedad aquí; pasamos recluidos por ser sábado, día en que se mueven los cazadores.
Noviembre 20
A medio día llegaron Marcos y Rolando. Ahora somos seis. Enseguida se procedió al anecdotario del viaje. Tardaron tanto porque el
aviso les llegó hace una semana. Son los que viajaron más rápido por la vía de Sao Paolo. Hasta la semana que viene no es de esperar la
llegada de los otros cuatro.
Vino con ellos Rodolfo, que me hizo muy buena impresión. Al parecer, está más decidido que Bigote a romper con todo. Papi
[aparecerá indistintamente como Papi, Ricardo o Chinchu] le informó de mi presencia, así como al Coco, violando las instrucciones;
al parecer es un caso de celos de autoridad. Escribí a Manila [Manila: Cuba] con algunas recomendaciones (documentos I y II) y Papi
contestando sus preguntas. Rodolfo retornó en la madrugada.
Noviembre 21
Primer día del grupo ampliado. Llovió bastante y el traslado a nuestro nuevo punto nos costó una buena mojadura. Ya estamos
instalados. La carpa resultó ser una lona de camión que se moja, pero protege algo. Nosotros tenemos nuestra hamaca con nylon. Han
llegado algunas armas más; Marcos tiene un Garand, a Rolando se le dará un M-1 del depósito. Jorge se quedó con nosotros, pero en la
casa; allí dirigirá trabajos encaminados a mejorar la finca. A Rodolfo le pedí un agrónomo de confianza. Trataremos de que esto dure lo
más posible.
Noviembre 22
Tuma, Jorge y yo hicimos recorrido por el río (Ñacahuasu) para inspeccionar el arroyo descubierto. Con la lluvia del día anterior el río
estaba desconocido y nos costó bastante trabajo llegar al punto deseado. Este es un hilito de agua que tiene bien cerrada la
desembocadura, convenientemente preparada se puede utilizar para un campamento permanente. Volvimos a las 9 y pico de la noche.
Aquí sin novedad.
Noviembre 23
Inauguramos un observatorio que domina la casita de la finca para estar prevenidos en caso de alguna inspección o visita molesta. Como
dos salen de exploración, a los restantes les tocan tres horas de guardia. Pombo y Marcos exploraron el firme de nuestro campamento
hasta el arroyo que todavía está crecido.
Noviembre 24
Pacho y Rolando salieron para hacer una exploración en el arroyo; deben volver mañana.
Por la noche, dos peones de Argañaraz llegaron «de paseo» en una visita insólita. No había nada extraño, pero faltaban Antonio
[aparecerá indistintamente como Antonio u Olo], que estaba con los exploradores y Tuma, que oficialmente pertenece a la casa.
Pretexto: cacería. Cumpleaños de Aliucha.
Noviembre 25
Desde el observatorio informaron que había venido un jeep con 2 o tres tripulantes. Resultaron ser de un servicio de lucha contra el
paludismo; se fueron inmediatamente que sacaron muestras de sangre, Pacho y Rolando llegaron por la noche, muy tarde. Encontraron
el arroyo del mapa y lo exploraron, además siguieron por el curso principal del río hasta encontrar campos abandonados.
Noviembre 26
Por ser sábado, todos quedamos acantonados. Pedí a Jorge que hiciera una exploración a caballo por el cauce del río para ver hasta
dónde llegaba; el caballo no estaba y salió a pie a pedir uno a Don Remberto (20 a 25 Kms.). A la noche no había regresado. Sin
novedad de la Paz.
Noviembre 27
Jorge seguía sin aparecer. Di orden de hacer posta toda la noche pero a las 9 llegó el primer jeep de La Paz. Con el Coco venían
Joaquín [aparecerá indistintamente como Joaquín o Vilo] y Urbano y un boliviano a quedarse: Ernesto, estudiante de medicina. Viró el
Coco y trajo a Ricardo con Braulio y Miguel y otro boliviano, Inti, también a quedarse. Ahora somos 12 alzados y Jorge que funge de
dueño; Coco y Rodolfo se encargarán de los contactos. Ricardo trajo una noticia incómoda: El Chino está en Bolivia y quiere mandar
20 hombres y verme. Esto trae inconvenientes porque internacionalizaremos la lucha antes de contar con Estanislao. Quedamos en que
le enviaría a Santa Cruz y allí lo recogerá Coco trayéndolo aquí. Coco salió por la madrugada con Ricardo que tomaría el otro jeep para
seguir a la Paz. Coco debe pasar por lo de Remberto para averiguar de Jorge. En conversación preliminar con el Inti, éste opina que
Estanislao no se alzará, pero parece decidido a cortar amarras.
Noviembre 28
Por la mañana no había aparecido Jorge y el Coco tampoco había regresado. Después llegaron y todo lo que pasó es que se había
quedado en lo de Remberto.
Un poco irresponsable. Por la tarde convoqué al grupo boliviano para plantearle el pedido peruano de enviar 20 hombres y todos
estuvieron de acuerdo en que los mandaran, pero después de empezar acciones.
Noviembre 29
Salimos a hacer el catastro del río y explorar el arroyo que será nuestro próximo campamento. Tumaini, Urbano, Inti y yo formamos el
grupo. El arroyo es muy seguro pero muy lóbrego. Trataremos de buscar en otro que está a una hora. Tumaini se cayó y aparentemente
sufrió una fractura en el tarso. Llegamos al campamento por la noche, luego de hacer la medición del río. Aquí sin novedad; Coco salió
a Santa Cruz para esperar al Chino.
Noviembre 30
Marcos, Pacho, Miguel y Pombo salieron con la instrucción de explorar un arroyo más lejano; deben estar dos días fuera. Llovió
bastante. En la casa, sin novedad.
Análisis del mes
Todo ha salido bastante bien: mi llegada sin inconvenientes; la mitad de la gente está aquí también sin inconvenientes, aunque se
demoraron algo; los principales colaboradores de Ricardo se alzan contra viento y marea. El panorama se perfila bueno en esta región
apartada donde todo indica que podremos pasarnos prácticamente el tiempo que estimemos conveniente. Los planes son: esperar el
resto de la gente, aumentar el número de bolivianos por lo menos hasta 20 y comenzar a operar. Falta averiguar la reacción de Monje y
cómo se comportará la gente de Guevara.
Diario en Bolivia
Diciembre 1966
Diciembre 1
Pasa el día sin novedad. Por la noche llegan Marcos y sus compañeros quienes han hecho un recorrido mayor del especificado,
correteando lomas. A las dos de la mañana me informan que llegó Coco con un compañero; lo dejo para mañana.
Diciembre 2
Temprano llega el Chino, muy efusivo. Nos pasamos el día charlando. Lo sustancial: irá a Cuba e informará personalmente de la
situación, dentro de dos meses podrán incorporarse 5 peruanos, es decir, cuando hayamos comenzado a actuar; por ahora vendrán dos,
un técnico en radio y un médico que estarán algún tiempo con nosotros. Pidió armas y accedí a darle una Bz, algunos mausers, y
granadas y comprar M-1 para ellos. También decidí darles apoyo para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar las armas
para una región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca. Me contó de sus cuitas en el Perú, incluso un audaz plan para liberar a
Calixto que me parece un poco fantasioso. Cree que algunos sobrevivientes de la guerrilla están actuando en la zona, pero no lo saben a
ciencia cierta, pues no pudieron llegar hasta la zona.
Lo demás de la conversación fue anecdótico. Se despidió con el mismo entusiasmo partiendo para la Paz; lleva fotos nuestras. Coco
tiene instrucciones de preparar contactos con Sánchez (a quien veré posteriormente) y de contactar al jefe de informaciones de la
presidencia, que se ha brindado para darlas pues es cuñado de Inti. La red todavía está en pañales.
Diciembre 3
Sin novedad. No hay exploración por ser sábado. Los tres peones de la finca salen para Lagunillas para hacer mandados.
Diciembre 4
Sin novedad. Todo el mundo quieto debido al domingo. Doy una charla sobre nuestra actitud hacia los bolivianos que vendrán y hacia la
guerra.
Diciembre 5
Sin novedad. Pensábamos salir pero el día fue de agua completo. Hubo una pequeña alarma motivada por unos tiros del Loro sin avisar.
Diciembre 6
Salimos a comenzar la segunda cueva en el primer arroyo. Somos Apolinar [aparecerá indistintamente como Apolinar o Polo], Inti,
Urbano, Miguel y yo.
Miguel viene a reemplazar a Tuma que no está repuesto de su caída. Apolinar ha planteado que se incorpora a la guerrilla pero quiere ir
a arreglar asuntos particulares a la Paz; se le contesta que sí, pero que debía esperar un poco. Cerca de las 11 llegamos al arroyo,
hicimos un trillo disimulado y exploramos para buscar un lugar adecuado para la cueva, pero todo es piedra y el arroyo, luego de
secarse, sigue su cauce entre derriscos de piedra pura. Dejamos la exploración para mañana. Inti y Urbano salieron a tratar de cazar
venados, pues la comida es muy escasa y tenemos que aguantar hasta el viernes con ella.
Diciembre 7
Miguel y Apolinar localizaron un lugar propicio y se dedicaron a hacer el túnel; las herramientas son ineficientes. Inti y Urbano
volvieron sin lograr nada, pero al anochecer Urbano cazó una pava con el M-1, como ya teníamos comida, la dejamos para el desayuno
de mañana. Hoy se cumple, en realidad, el primer mes de nuestra estancia aquí, pero, por razones de comodidad, daré las síntesis todos
los fines de mes.
Diciembre 8
Con Inti fuimos hasta un firme que corona el arroyo. Miguel y Urbano continuaron el pozo. Por la tarde, Apolinar reemplazó a Miguel.
Al anochecer, llegaron Marcos, Pombo y Pacho, éste muy atrasado y cansado. Marcos me pidió que lo sacara de la vanguardia si no
mejoraba. Marqué el camino de la cueva que está en el esquema II. Les dejé las tareas más importantes para hacer durante su estadía.
Miguel se quedará con ellas y nosotros regresaremos mañana.
Diciembre 9
Regresamos lentamente por la mañana, llegando cerca de las 12. Pacho recibió la orden de quedarse cuando el grupo regrese. Tratamos
de hacer contacto con el campamento 2 pero no se pudo. No hubo otra novedad.
Diciembre 10
El día pasó sin novedad, salvo la primera horneada de pan hecho en la casa. Conversé con Jorge e Inti sobre algunas tareas urgentes. No
hubo novedad de la Paz.
Diciembre 11
El día transcurrió sin novedad, pero a la noche apareció Coco con Papi. Traía a Alejandro y Arturo y a un boliviano, Carlos. El otro jeep
se quedó, como es habitual, en el camino. Luego trajeron al médico, Moro [aparecerá indistintamente en lo adelante como Moro,
Morogoro, Muganga o el Médico] y Benigno y a dos bolivianos; ambos «cambas» [camba: oriundo de la región oriental de Bolivia] de
la finca de Caranavi. Transcurrió la noche en los habituales comentarios de viaje y sobre la ausencia de Antonio y Félix [aparecerá
indistintamente como Félix o el Rubio], que ya debían estar aquí. Se discutió con Papi, resolviéndose que todavía tiene que hacer dos
viajes para traer a Renán [aparecerá indistintamente como Renán o Iván] y Tania. Se liquidarán las casas y los depósitos, dándosele
$1.000 de ayuda a Sánchez. Este se quedará con la camioneta y venderemos un jeep a Tania, quedándonos con el otro. Falta por hacer un
viaje de armas y le di orden de que cargara todo en un jeep para no insistir en el trasbordo que puede ser descubierto más rápido. El
Chino salió para Cuba, aparentemente muy entusiasmado y piensa volver por aquí cuando esté de regreso. Coco se quedó aquí para ir a
buscar alimentos a Camiri y Papi salió para La Paz. Sucedió un incidente peligroso: el vallegrandino, cazador, descubrió una pisada
hecha por nosotros, vio las huellas, aparentemente vio a alguno y encontró un guante perdido por Pombo. Eso cambia nuestros planes y
debemos ser muy cuidadosos.
El vallegrandino saldrá mañana con Antonio para mostrarle dónde puso sus armadillas contra las antas [anta: tapir americano]. Inti me
manifestó sus reservas contra el estudiante, Carlos, que, al llegar, ya planteó la discusión de la participación cubana y antes había
manifestado que no se alzaba sin la participación del partido. Rodolfo le mandó porque dijo que todo se debía a una mala interpretación.
Diciembre 12
Le hablé a todo el grupo, «leyéndole la cartilla» sobre la realidad de la guerra. Hice hincapié en la unicidad del mando y en la disciplina
y advertí a los bolivianos sobre la responsabilidad que tenían al violar la disciplina de su partido para adoptar otra línea. Hice los
nombramientos que recayeron en: Joaquín, como segundo jefe militar; Rolando e Inti, como comisarios; Alejandro, como jefe de
operaciones; Pombo, de servicios; Inti, finanzas; Ñato, abastecimientos y armamentos; por ahora, Moro de servicios médicos.
Rolando y Braulio salieron para avisar al grupo que se quedara quieto allí, esperando que el vallegrandino pusiera sus trampas o hiciera
la exploración con Antonio. A la noche volvieron; la trampa no está muy lejos. Emborracharon al vallegrandino que se fue por la noche,
muy contento con una botella de singani en el cuerpo. Coco volvió de Caranavi donde compró los comestibles necesarios pero fue
visto por algunos de Lagunillas que se asombraron de la cantidad.
Más tarde llegó Marcos con Pombo. El primero sufrió una herida sobre el arco superciliar al cortar un palo; le dieron dos puntos.
Diciembre 13
Salieron Joaquín, Carlos, y el médico para unirse a Rolando y Braulio. Pombo los acompañaba con la misión de volver hoy mismo.
Mandé tapar el camino y hacer otro que, de ése, desembocara en el río, con tan buen éxito que Pombo, Miguel y Pacho se perdieron al
regresar y siguieron por él.
Se habló con Apolinar que irá unos días a su casa en Viacha, dándole dinero para su familia y recomendándole hermetismo absoluto.
Coco se despidió al anochecer, pero a las 3 horas se dio la alarma porque se escucharon silbidos y ruidos y la perra ladró; resultó él
mismo, perdido en el monte.
Diciembre 14
Día sin novedad. El vallegrandino pasó por la casa a ver la trampa, porque la había armado ayer, contra lo que dijo antes. Se le indicó a
Antonio el camino abierto en el monte para que lleve al vallegrandino por él, para evitar sospechas.
Diciembre 15
Sin novedad. Se tomaron las previsiones para salir (8 hombres) a instalarnos definitivamente en el campamento 2.
Diciembre 16
Salimos, por la mañana, Pombo, Urbano, Tuma, Alejandro, Moro, Arturo, Inti y yo para quedarnos; fuertemente cargados. El recorrido
se hizo en 3 horas.
Rolando quedó con nosotros y volvieron Joaquín, Braulio, Carlos y el Médico. Carlos se ha mostrado como un buen caminador y buen
trabajador. Moro y Tuma descubrieron una cueva del río con pescados bastante grandes y cogieron 17 lo que da para una buena comida;
Moro se hirió en la mano con un bagre [bagre: pescado fluvial característico de la zona, tiene bigotes]. Se buscó el lugar para hacer la
cueva secundaria, ya que la primaria quedó acabada y se suspendieron las actividades hasta mañana. El mismo Moro e Inti trataron de
cazar el anta y salieron para pasar la noche en acecho.
Diciembre 17
Moro e Inti sólo cazaron una pava. Nosotros, Tuma, Rolando y yo, nos dedicamos a hacer la cueva secundaria que puede quedar lista
mañana. Arturo y Pombo exploraron un lugar para emplazar el radio y luego se dedicaron a arreglar el camino de entrada que está
bastante malo. Por la noche comenzó a llover y lo hizo continuadamente hasta la mañana.
Diciembre 18
El día siguió de agua pero se continuó la cueva, a la que le falta poco para alcanzar los 2.5 requeridos. Inspeccionamos una loma para
instalar la planta de radio. Parece bastante buena pero las pruebas lo dirán.
Diciembre 19
También el día fue lluvioso y no invitaba a la caminata, pero cerca de las 11 llegaron Braulio y el Ñato con noticias de que el río daba
paso aunque estaba hondo. Al salir nosotros, nos encontramos con Marcos y su vanguardia que llegaban a instalarse. Se quedará al
mando y se le ordenó enviar de 3 a 5 hombres según las posibilidades. En poco más de 3 horas hicimos la caminata.
Por la noche, a las 12, llegaban Ricardo y Coco, trayendo a Antonio y el Rubio (no consiguieron pasaje el jueves pasado) y a Apolinar,
que viene a incorporarse definitivamente. Además, llegó Iván, para tratar toda una serie de asuntos.
Prácticamente, quedó la noche en claro.
Diciembre 20
Se procedió a discutir varios puntos y se estaba ordenando todo, cuando apareció el grupo del campamento II dirigidos por Alejandro,
con la noticia de que había en el camino cerca del campamento, un venado muerto de un tiro, con una cinta en la pata. Joaquín había
pasado una hora antes por el lugar y no había comentado nada. Se supuso que el vallegrandino lo había llevado hasta allí y por alguna
razón desconocida lo arrojó, huyendo. Se puso una guardia por la parte trasera y se mandaron dos hombres para que cogieran al cazador
si aparecía. Al rato vino la noticia de que el venado estaba muerto desde tiempo atrás agusanado y después Joaquín, de vuelta,
confirmaba que lo había visto. Coco y el Loro trajeron al vallegrandino para que viera al animalito y éste dictaminó que era un animal
herido por él varios días atrás. Allí quedó concluso el incidente.
Se resolvió apurar los contactos con el hombre de información que Coco ha descuidado y hablar con Megía para que sirviera de
contacto entre Iván y el de información. éste mantendrá relaciones con Megía, Sánchez, Tania y el del partido, que no ha sido
nombrado. Existe la posibilidad de que sea uno de Villamontes, pero falta concretar. Se recibe un telegrama de Manila indicando que
Monje viene por el sur.
Inventaron un sistema de contacto, pero no me satisface porque indica una clara suspicacia hacia Monje por parte de sus propios
compañeros.
A la una de la madrugada informarán de la Paz si ya se fue a buscar a Monje.
Iván tiene posibilidades de hacer negocios pero el pasaporte chueco no se lo permite; la próxima etapa es mejorar el documento y debe
escribir a Manila para que lo apuren con los amigos.
Tania vendrá en la próxima para recibir instrucciones; probablemente la mande a Bs. As.
En definitiva, se resuelve que Ricardo, Iván y Coco salgan en avión desde Camiri y el jeep se quede aquí. Cuando vuelvan, hablarán por
teléfono a Lagunillas e informarán que están allí; Jorge irá por la noche para requerir noticias y los buscará si hay algo positivo. A la
una no se pudo captar nada desde la Paz. Por la madrugada salieron para Camiri.
Diciembre 21
El Loro no me había dejado los planos que hizo el explorador de modo que me quedé sin saber el tipo de camino que hay hasta Yaqui.
Salimos por la mañana haciendo el camino sin contratiempos. Se tratará de tener todo aquí para el 24, día en que hay fiesta programada.
Nos cruzamos con Pacho, Miguel, Benigno y el Camba que iban a cargar la planta. A las 5 de la tarde, Pacho y el Camba volvieron sin
traer la planta, que dejaron escondida en el monte, por lo pesada que era. Mañana saldrán 5 hombres desde aquí para traerla. Se acabó la
cueva de las mercancías; mañana comenzaremos la del radio.
Diciembre 22
Comenzamos la cueva del radista. Al principio con mucho éxito en tierra floja, pero pronto encontramos una laja durísima que no nos
dejó avanzar.
Trajeron la planta, que es bastante pesada, pero no se ha probado por falta de gasolina. El Loro anunció que no mandaba mapas porque el
informe era verbal y vendría mañana a darlo.
Diciembre 23
Salimos con Pombo y Alejandro a explorar el firme de la izquierda. Tendremos que abrirlo pero da la impresión de que se puede
caminar cómodamente por él. Joaquín llegó con dos compañeros, anunciando que el Loro no venía porque se le había escapado un
puerco y salió a buscarlo.
No hay nada del recorrido del lagunillero.
Por la tarde llegó el puerco, bastante grande pero faltan las bebidas. El Loro es incapaz hasta de conseguir estas cosas, luce muy
desorganizado.
Diciembre 24
Día dedicado a noche buena. Hubo gente que dio dos viajes y llegó tarde pero al final nos reunimos todos y la pasamos bien, con
algunos pasaditos. El Loro explicó que el viaje del lagunillero no había resultado fructífero y sólo logró el pequeño resultado del
apunte, muy impreciso.
Diciembre 25
Retorno al trabajo, no hubo viajes al campamento de arrancada. Este ha quedado bautizado C26 por una proposición del médico
boliviano. Marcos, Benigno y el Camba salieron a hacer el camino por el firme de nuestra derecha, volvieron por la tarde con la noticia
de que avistaron una especie de pampa pelada a dos horas de camino; mañana llegarán a ella. El Camba volvió con fiebre. Miguel y
Pacho hicieron unos caminos de distracción por la banda izquierda y una senda de acceso a la cueva del radio. Inti, Antonio, Tuma y yo
continuamos la cueva del radio, que está muy difícil porque es pura piedra. La retaguardia se encargó de hacer su campamento y buscar
una atalaya que domine ambos extremos del río de acceso; el lugar está muy bueno.
Diciembre 26
Inti y Carlos salieron para explorar hasta el punto denominado Yaki en el mapa; es un viaje calculado en dos días. Rolando, Alejandro y
Pombo siguieron en la cueva que está durísima. Pacho y yo salimos a inspeccionar los caminos hechos por Miguel, no vale la pena
seguir el del firme. El camino de acceso a la cueva está bastante bien y difícil de encontrar. Se mataron dos víboras y ayer otra; parece
que hay bastantes. Tuma, Arturo, el Rubio y Antonio salieron a cazar y Braulio y el Ñato a quedarse de posta en el otro campamento.
Vinieron con la noticia de que el Loro se había volcado y la nota explicatoria en que anuncia la llegada de Monje. Marcos, Miguel y
Benigno salieron a desarrollar el camino del firme, pero no regresaron en toda la noche.
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Noviembre 1966
Noviembre 7
Hoy comienza una nueva etapa. Por la noche llegamos a la finca. El viaje fue bastante bueno. Luego de entrar, convenientemente
disfrazados, por Cochabamba, Pachungo [aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Pachungo o Pacho] y yo hicimos los
contactos y viajamos en jeep, en dos días y dos vehículos.
Al llegar cerca de la finca detuvimos las máquinas y una sola llegó a ella para no atraer las sospechas de un propietario cercano, que
murmura sobre la posibilidad de que nuestra empresa esté dedicada a la fabricación de cocaína. Como dato curioso, el inefable Tumaini
[aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Tumaini o Tuma] es indicado como el químico del grupo. Al seguir hacia la finca,
en el segundo viaje, Bigotes [aparecerá indistintamente como Bigotes, el Loro o Jorge], que acababa de enterarse de mi identidad, casi
se va por un barranco, dejando el jeep varado en el borde del precipicio. Caminamos algo así como 20 kilómetros, llegando a la finca,
donde hay tres trabajadores del partido, pasada la media noche.
Bigotes se mostró dispuesto a colaborar con nosotros, haga lo que haga el partido, pero se muestra leal a Monje [aparecerá
indistintamente como Estanislao, el Negro, Mario o Monje; no debe confundirse con el guerrillero el Negro, del grupo de Joaquín,
que aparece más adelante] a quien respeta y parece querer. Según él, Rodolfo está en la misma disposición y otro tanto sucede con el
Coco, pero hay que tratar de que el partido se decida a luchar. Le pedí que no informara al partido hasta la llegada de Monje, que está de
viaje para Bulgaria y que nos ayudara, accedió a ambas cosas.
Noviembre 8
Pasamos el día en la manigua, a escasos 100 metros de la casa y junto al arroyo. Nos dieron su batida una especie de yaguasas muy
molestas aunque no pican. Las especies que hay, hasta ahora, son: la yaguasa, el jején, el mariguí, el mosquito y la garrapata.
Bigote sacó su jeep con ayuda de Argañaraz y quedó en comprarle algunas cosas, como puercos y gallinas.
Pensaba escribir informando las peripecias, pero lo dejé para la próxima semana, en que esperamos recibir al segundo grupo.
Noviembre 9
Día sin novedades. Con Tumaini, hicimos una exploración siguiendo el curso del río Ñacahuasu (un arroyo en realidad), pero no
llegamos a su nacimiento. Corre encajonado y la región, aparentemente es poco frecuentada. Con una disciplina conveniente se puede
estar allí mucho tiempo.
Por la tarde, una lluvia fuerte nos sacó de la manigua hacia la casa. Me saqué 6 garrapatas del cuerpo.
Noviembre 10
Pachungo y Pombo salieron de exploración; con uno de los compañeros bolivianos, Serafín. Llegaron algo más lejos que nosotros y
encontraron la bifurcación del arroyo, una quebradita que parece estar buena. Al regreso se quedaron haraganeando en la casa y el
chofer de Argañaraz, que venía a traer los hombres con unas compras que le habían hecho, los vio. Tremenda bronca eché y decidimos
trasladarnos mañana a la manigua, donde haremos campamento perenne. Tumaini se dejará ver porque ya lo conocen y figurará como un
empleado más de la finca. Esto se deteriora rápidamente; hay que ver si nos permiten traer, aunque sea a nuestros hombres. Con ellos
estaré tranquilo.
Noviembre 11
Día sin novedad pasado en un nuevo campamento, al otro lado de la casa, donde dormimos.
La plaga está infernal y obliga a resguardarse en la hamaca con mosquitero (que sólo yo tengo).
Tumaini fue a visitar a Argañaraz y le compraron algunas cosas: gallinas, pavos. Parece que todavía no hay grandes sospechas por su
parte.
Noviembre 12
Día sin novedad alguna. Hicimos una breve exploración para preparar el terreno destinado a campamento cuando lleguen los 6 del
segundo grupo. La zona elegida está a unos 100 metros del principio de la tumba, sobre un montículo y cerca hay una hondonada en la
que se pueden hacer cuevas para guardar comida y otros objetos. A estas alturas debe estar llegando el primero de los tres grupos de a
dos en que se divide la partida. A fines de la semana que empieza deben llegar a la finca. Mi pelo está creciendo, aunque muy ralo y las
canas se vuelven rubias y comienzan a desaparecer; me nace la barba. Dentro de un par de meses volveré a ser yo.
Noviembre 13
Domingo. Algunos cazadores pasan por nuestra vivienda; peones de Argañaraz. Son hombres de monte, jóvenes y solteros; ideales para
ser reclutados y que le tienen un odio concentrado a su patrón. Informaron que a 8 leguas, por el río hay casas y que éste tiene algunas
quebradas con agua. No hay otra novedad.
Noviembre 14
Una semana de campamento. Pachungo luce algo inadaptado y triste, pero debe recuperarse. Hoy comenzamos una excavación para
hacer un túnel y meter en él todo lo que pueda ser comprometedor; lo disimularemos con un enrejado de palos y defenderemos de la
humedad lo más posible. Ya está hecho el pozo de metro y medio y comenzado el túnel.
Noviembre 15
Seguimos en la tarea del túnel; por la mañana Pombo y Pachungo, por la tarde Tumaini y yo. A las 6, cuando dejamos el trabajo, ya había
alcanzado los 2 metros de hondo el túnel. Mañana pensamos acabarlo y meter todas las cosas comprometedoras en él. Por la noche una
lluvia me obligó a huir de mi hamaca, que se moja, pues el nylon es chico. No hubo otra novedad.
Noviembre 16
El túnel quedó terminado y camuflado; solo falta disimular el camino; trasladaremos las cosas a nuestra casita y mañana la
guardaremos, tapando la boca con un enrejado de palos y barro. El esquema de este túnel que lleva el No. 1 está en el documento I. Lo
demás sin novedad; desde mañana podemos razonablemente esperar novedades de la Paz.
Noviembre 17
El túnel está ocupado con los artículos que pudieran ser comprometedores para los de la casa y algo de comida en lata y ha quedado
bastante disimulado.
No hubo novedad alguna desde La Paz. Los muchachos de la casa hablaron con Argañaraz, a quien compraron algunas cosas y éste les
volvió a insistir en su participación en la fábrica de cocaína.
Noviembre 18
Sin novedad de la Paz. Pachungo y Pombo volvieron a explorar el arroyo pero no están muy convencidos de que sea el campamento
indicado. El lunes lo exploraremos con Tumaini. Argañaraz vino a arreglar el camino para sacar piedras del río y estuvo un buen rato en
ese trabajo. Al parecer, no sospecha de nuestra presencia aquí. Todo transcurre monótonamente; los mosquitos y las garrapatas están
empezando a crear llagas molestas en las picaduras infectadas. El frío se hace sentir un poco en la madrugada.
Noviembre 19
Sin novedad de la Paz. Sin novedad aquí; pasamos recluidos por ser sábado, día en que se mueven los cazadores.
Noviembre 20
A medio día llegaron Marcos y Rolando. Ahora somos seis. Enseguida se procedió al anecdotario del viaje. Tardaron tanto porque el
aviso les llegó hace una semana. Son los que viajaron más rápido por la vía de Sao Paolo. Hasta la semana que viene no es de esperar la
llegada de los otros cuatro.
Vino con ellos Rodolfo, que me hizo muy buena impresión. Al parecer, está más decidido que Bigote a romper con todo. Papi
[aparecerá indistintamente como Papi, Ricardo o Chinchu] le informó de mi presencia, así como al Coco, violando las instrucciones;
al parecer es un caso de celos de autoridad. Escribí a Manila [Manila: Cuba] con algunas recomendaciones (documentos I y II) y Papi
contestando sus preguntas. Rodolfo retornó en la madrugada.
Noviembre 21
Primer día del grupo ampliado. Llovió bastante y el traslado a nuestro nuevo punto nos costó una buena mojadura. Ya estamos
instalados. La carpa resultó ser una lona de camión que se moja, pero protege algo. Nosotros tenemos nuestra hamaca con nylon. Han
llegado algunas armas más; Marcos tiene un Garand, a Rolando se le dará un M-1 del depósito. Jorge se quedó con nosotros, pero en la
casa; allí dirigirá trabajos encaminados a mejorar la finca. A Rodolfo le pedí un agrónomo de confianza. Trataremos de que esto dure lo
más posible.
Noviembre 22
Tuma, Jorge y yo hicimos recorrido por el río (Ñacahuasu) para inspeccionar el arroyo descubierto. Con la lluvia del día anterior el río
estaba desconocido y nos costó bastante trabajo llegar al punto deseado. Este es un hilito de agua que tiene bien cerrada la
desembocadura, convenientemente preparada se puede utilizar para un campamento permanente. Volvimos a las 9 y pico de la noche.
Aquí sin novedad.
Noviembre 23
Inauguramos un observatorio que domina la casita de la finca para estar prevenidos en caso de alguna inspección o visita molesta. Como
dos salen de exploración, a los restantes les tocan tres horas de guardia. Pombo y Marcos exploraron el firme de nuestro campamento
hasta el arroyo que todavía está crecido.
Noviembre 24
Pacho y Rolando salieron para hacer una exploración en el arroyo; deben volver mañana.
Por la noche, dos peones de Argañaraz llegaron «de paseo» en una visita insólita. No había nada extraño, pero faltaban Antonio
[aparecerá indistintamente como Antonio u Olo], que estaba con los exploradores y Tuma, que oficialmente pertenece a la casa.
Pretexto: cacería. Cumpleaños de Aliucha.
Noviembre 25
Desde el observatorio informaron que había venido un jeep con 2 o tres tripulantes. Resultaron ser de un servicio de lucha contra el
paludismo; se fueron inmediatamente que sacaron muestras de sangre, Pacho y Rolando llegaron por la noche, muy tarde. Encontraron
el arroyo del mapa y lo exploraron, además siguieron por el curso principal del río hasta encontrar campos abandonados.
Noviembre 26
Por ser sábado, todos quedamos acantonados. Pedí a Jorge que hiciera una exploración a caballo por el cauce del río para ver hasta
dónde llegaba; el caballo no estaba y salió a pie a pedir uno a Don Remberto (20 a 25 Kms.). A la noche no había regresado. Sin
novedad de la Paz.
Noviembre 27
Jorge seguía sin aparecer. Di orden de hacer posta toda la noche pero a las 9 llegó el primer jeep de La Paz. Con el Coco venían
Joaquín [aparecerá indistintamente como Joaquín o Vilo] y Urbano y un boliviano a quedarse: Ernesto, estudiante de medicina. Viró el
Coco y trajo a Ricardo con Braulio y Miguel y otro boliviano, Inti, también a quedarse. Ahora somos 12 alzados y Jorge que funge de
dueño; Coco y Rodolfo se encargarán de los contactos. Ricardo trajo una noticia incómoda: El Chino está en Bolivia y quiere mandar
20 hombres y verme. Esto trae inconvenientes porque internacionalizaremos la lucha antes de contar con Estanislao. Quedamos en que
le enviaría a Santa Cruz y allí lo recogerá Coco trayéndolo aquí. Coco salió por la madrugada con Ricardo que tomaría el otro jeep para
seguir a la Paz. Coco debe pasar por lo de Remberto para averiguar de Jorge. En conversación preliminar con el Inti, éste opina que
Estanislao no se alzará, pero parece decidido a cortar amarras.
Noviembre 28
Por la mañana no había aparecido Jorge y el Coco tampoco había regresado. Después llegaron y todo lo que pasó es que se había
quedado en lo de Remberto.
Un poco irresponsable. Por la tarde convoqué al grupo boliviano para plantearle el pedido peruano de enviar 20 hombres y todos
estuvieron de acuerdo en que los mandaran, pero después de empezar acciones.
Noviembre 29
Salimos a hacer el catastro del río y explorar el arroyo que será nuestro próximo campamento. Tumaini, Urbano, Inti y yo formamos el
grupo. El arroyo es muy seguro pero muy lóbrego. Trataremos de buscar en otro que está a una hora. Tumaini se cayó y aparentemente
sufrió una fractura en el tarso. Llegamos al campamento por la noche, luego de hacer la medición del río. Aquí sin novedad; Coco salió
a Santa Cruz para esperar al Chino.
Noviembre 30
Marcos, Pacho, Miguel y Pombo salieron con la instrucción de explorar un arroyo más lejano; deben estar dos días fuera. Llovió
bastante. En la casa, sin novedad.
Análisis del mes
Todo ha salido bastante bien: mi llegada sin inconvenientes; la mitad de la gente está aquí también sin inconvenientes, aunque se
demoraron algo; los principales colaboradores de Ricardo se alzan contra viento y marea. El panorama se perfila bueno en esta región
apartada donde todo indica que podremos pasarnos prácticamente el tiempo que estimemos conveniente. Los planes son: esperar el
resto de la gente, aumentar el número de bolivianos por lo menos hasta 20 y comenzar a operar. Falta averiguar la reacción de Monje y
cómo se comportará la gente de Guevara.
Diario en Bolivia
Diciembre 1966
Diciembre 1
Pasa el día sin novedad. Por la noche llegan Marcos y sus compañeros quienes han hecho un recorrido mayor del especificado,
correteando lomas. A las dos de la mañana me informan que llegó Coco con un compañero; lo dejo para mañana.
Diciembre 2
Temprano llega el Chino, muy efusivo. Nos pasamos el día charlando. Lo sustancial: irá a Cuba e informará personalmente de la
situación, dentro de dos meses podrán incorporarse 5 peruanos, es decir, cuando hayamos comenzado a actuar; por ahora vendrán dos,
un técnico en radio y un médico que estarán algún tiempo con nosotros. Pidió armas y accedí a darle una Bz, algunos mausers, y
granadas y comprar M-1 para ellos. También decidí darles apoyo para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar las armas
para una región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca. Me contó de sus cuitas en el Perú, incluso un audaz plan para liberar a
Calixto que me parece un poco fantasioso. Cree que algunos sobrevivientes de la guerrilla están actuando en la zona, pero no lo saben a
ciencia cierta, pues no pudieron llegar hasta la zona.
Lo demás de la conversación fue anecdótico. Se despidió con el mismo entusiasmo partiendo para la Paz; lleva fotos nuestras. Coco
tiene instrucciones de preparar contactos con Sánchez (a quien veré posteriormente) y de contactar al jefe de informaciones de la
presidencia, que se ha brindado para darlas pues es cuñado de Inti. La red todavía está en pañales.
Diciembre 3
Sin novedad. No hay exploración por ser sábado. Los tres peones de la finca salen para Lagunillas para hacer mandados.
Diciembre 4
Sin novedad. Todo el mundo quieto debido al domingo. Doy una charla sobre nuestra actitud hacia los bolivianos que vendrán y hacia la
guerra.
Diciembre 5
Sin novedad. Pensábamos salir pero el día fue de agua completo. Hubo una pequeña alarma motivada por unos tiros del Loro sin avisar.
Diciembre 6
Salimos a comenzar la segunda cueva en el primer arroyo. Somos Apolinar [aparecerá indistintamente como Apolinar o Polo], Inti,
Urbano, Miguel y yo.
Miguel viene a reemplazar a Tuma que no está repuesto de su caída. Apolinar ha planteado que se incorpora a la guerrilla pero quiere ir
a arreglar asuntos particulares a la Paz; se le contesta que sí, pero que debía esperar un poco. Cerca de las 11 llegamos al arroyo,
hicimos un trillo disimulado y exploramos para buscar un lugar adecuado para la cueva, pero todo es piedra y el arroyo, luego de
secarse, sigue su cauce entre derriscos de piedra pura. Dejamos la exploración para mañana. Inti y Urbano salieron a tratar de cazar
venados, pues la comida es muy escasa y tenemos que aguantar hasta el viernes con ella.
Diciembre 7
Miguel y Apolinar localizaron un lugar propicio y se dedicaron a hacer el túnel; las herramientas son ineficientes. Inti y Urbano
volvieron sin lograr nada, pero al anochecer Urbano cazó una pava con el M-1, como ya teníamos comida, la dejamos para el desayuno
de mañana. Hoy se cumple, en realidad, el primer mes de nuestra estancia aquí, pero, por razones de comodidad, daré las síntesis todos
los fines de mes.
Diciembre 8
Con Inti fuimos hasta un firme que corona el arroyo. Miguel y Urbano continuaron el pozo. Por la tarde, Apolinar reemplazó a Miguel.
Al anochecer, llegaron Marcos, Pombo y Pacho, éste muy atrasado y cansado. Marcos me pidió que lo sacara de la vanguardia si no
mejoraba. Marqué el camino de la cueva que está en el esquema II. Les dejé las tareas más importantes para hacer durante su estadía.
Miguel se quedará con ellas y nosotros regresaremos mañana.
Diciembre 9
Regresamos lentamente por la mañana, llegando cerca de las 12. Pacho recibió la orden de quedarse cuando el grupo regrese. Tratamos
de hacer contacto con el campamento 2 pero no se pudo. No hubo otra novedad.
Diciembre 10
El día pasó sin novedad, salvo la primera horneada de pan hecho en la casa. Conversé con Jorge e Inti sobre algunas tareas urgentes. No
hubo novedad de la Paz.
Diciembre 11
El día transcurrió sin novedad, pero a la noche apareció Coco con Papi. Traía a Alejandro y Arturo y a un boliviano, Carlos. El otro jeep
se quedó, como es habitual, en el camino. Luego trajeron al médico, Moro [aparecerá indistintamente en lo adelante como Moro,
Morogoro, Muganga o el Médico] y Benigno y a dos bolivianos; ambos «cambas» [camba: oriundo de la región oriental de Bolivia] de
la finca de Caranavi. Transcurrió la noche en los habituales comentarios de viaje y sobre la ausencia de Antonio y Félix [aparecerá
indistintamente como Félix o el Rubio], que ya debían estar aquí. Se discutió con Papi, resolviéndose que todavía tiene que hacer dos
viajes para traer a Renán [aparecerá indistintamente como Renán o Iván] y Tania. Se liquidarán las casas y los depósitos, dándosele
$1.000 de ayuda a Sánchez. Este se quedará con la camioneta y venderemos un jeep a Tania, quedándonos con el otro. Falta por hacer un
viaje de armas y le di orden de que cargara todo en un jeep para no insistir en el trasbordo que puede ser descubierto más rápido. El
Chino salió para Cuba, aparentemente muy entusiasmado y piensa volver por aquí cuando esté de regreso. Coco se quedó aquí para ir a
buscar alimentos a Camiri y Papi salió para La Paz. Sucedió un incidente peligroso: el vallegrandino, cazador, descubrió una pisada
hecha por nosotros, vio las huellas, aparentemente vio a alguno y encontró un guante perdido por Pombo. Eso cambia nuestros planes y
debemos ser muy cuidadosos.
El vallegrandino saldrá mañana con Antonio para mostrarle dónde puso sus armadillas contra las antas [anta: tapir americano]. Inti me
manifestó sus reservas contra el estudiante, Carlos, que, al llegar, ya planteó la discusión de la participación cubana y antes había
manifestado que no se alzaba sin la participación del partido. Rodolfo le mandó porque dijo que todo se debía a una mala interpretación.
Diciembre 12
Le hablé a todo el grupo, «leyéndole la cartilla» sobre la realidad de la guerra. Hice hincapié en la unicidad del mando y en la disciplina
y advertí a los bolivianos sobre la responsabilidad que tenían al violar la disciplina de su partido para adoptar otra línea. Hice los
nombramientos que recayeron en: Joaquín, como segundo jefe militar; Rolando e Inti, como comisarios; Alejandro, como jefe de
operaciones; Pombo, de servicios; Inti, finanzas; Ñato, abastecimientos y armamentos; por ahora, Moro de servicios médicos.
Rolando y Braulio salieron para avisar al grupo que se quedara quieto allí, esperando que el vallegrandino pusiera sus trampas o hiciera
la exploración con Antonio. A la noche volvieron; la trampa no está muy lejos. Emborracharon al vallegrandino que se fue por la noche,
muy contento con una botella de singani en el cuerpo. Coco volvió de Caranavi donde compró los comestibles necesarios pero fue
visto por algunos de Lagunillas que se asombraron de la cantidad.
Más tarde llegó Marcos con Pombo. El primero sufrió una herida sobre el arco superciliar al cortar un palo; le dieron dos puntos.
Diciembre 13
Salieron Joaquín, Carlos, y el médico para unirse a Rolando y Braulio. Pombo los acompañaba con la misión de volver hoy mismo.
Mandé tapar el camino y hacer otro que, de ése, desembocara en el río, con tan buen éxito que Pombo, Miguel y Pacho se perdieron al
regresar y siguieron por él.
Se habló con Apolinar que irá unos días a su casa en Viacha, dándole dinero para su familia y recomendándole hermetismo absoluto.
Coco se despidió al anochecer, pero a las 3 horas se dio la alarma porque se escucharon silbidos y ruidos y la perra ladró; resultó él
mismo, perdido en el monte.
Diciembre 14
Día sin novedad. El vallegrandino pasó por la casa a ver la trampa, porque la había armado ayer, contra lo que dijo antes. Se le indicó a
Antonio el camino abierto en el monte para que lleve al vallegrandino por él, para evitar sospechas.
Diciembre 15
Sin novedad. Se tomaron las previsiones para salir (8 hombres) a instalarnos definitivamente en el campamento 2.
Diciembre 16
Salimos, por la mañana, Pombo, Urbano, Tuma, Alejandro, Moro, Arturo, Inti y yo para quedarnos; fuertemente cargados. El recorrido
se hizo en 3 horas.
Rolando quedó con nosotros y volvieron Joaquín, Braulio, Carlos y el Médico. Carlos se ha mostrado como un buen caminador y buen
trabajador. Moro y Tuma descubrieron una cueva del río con pescados bastante grandes y cogieron 17 lo que da para una buena comida;
Moro se hirió en la mano con un bagre [bagre: pescado fluvial característico de la zona, tiene bigotes]. Se buscó el lugar para hacer la
cueva secundaria, ya que la primaria quedó acabada y se suspendieron las actividades hasta mañana. El mismo Moro e Inti trataron de
cazar el anta y salieron para pasar la noche en acecho.
Diciembre 17
Moro e Inti sólo cazaron una pava. Nosotros, Tuma, Rolando y yo, nos dedicamos a hacer la cueva secundaria que puede quedar lista
mañana. Arturo y Pombo exploraron un lugar para emplazar el radio y luego se dedicaron a arreglar el camino de entrada que está
bastante malo. Por la noche comenzó a llover y lo hizo continuadamente hasta la mañana.
Diciembre 18
El día siguió de agua pero se continuó la cueva, a la que le falta poco para alcanzar los 2.5 requeridos. Inspeccionamos una loma para
instalar la planta de radio. Parece bastante buena pero las pruebas lo dirán.
Diciembre 19
También el día fue lluvioso y no invitaba a la caminata, pero cerca de las 11 llegaron Braulio y el Ñato con noticias de que el río daba
paso aunque estaba hondo. Al salir nosotros, nos encontramos con Marcos y su vanguardia que llegaban a instalarse. Se quedará al
mando y se le ordenó enviar de 3 a 5 hombres según las posibilidades. En poco más de 3 horas hicimos la caminata.
Por la noche, a las 12, llegaban Ricardo y Coco, trayendo a Antonio y el Rubio (no consiguieron pasaje el jueves pasado) y a Apolinar,
que viene a incorporarse definitivamente. Además, llegó Iván, para tratar toda una serie de asuntos.
Prácticamente, quedó la noche en claro.
Diciembre 20
Se procedió a discutir varios puntos y se estaba ordenando todo, cuando apareció el grupo del campamento II dirigidos por Alejandro,
con la noticia de que había en el camino cerca del campamento, un venado muerto de un tiro, con una cinta en la pata. Joaquín había
pasado una hora antes por el lugar y no había comentado nada. Se supuso que el vallegrandino lo había llevado hasta allí y por alguna
razón desconocida lo arrojó, huyendo. Se puso una guardia por la parte trasera y se mandaron dos hombres para que cogieran al cazador
si aparecía. Al rato vino la noticia de que el venado estaba muerto desde tiempo atrás agusanado y después Joaquín, de vuelta,
confirmaba que lo había visto. Coco y el Loro trajeron al vallegrandino para que viera al animalito y éste dictaminó que era un animal
herido por él varios días atrás. Allí quedó concluso el incidente.
Se resolvió apurar los contactos con el hombre de información que Coco ha descuidado y hablar con Megía para que sirviera de
contacto entre Iván y el de información. éste mantendrá relaciones con Megía, Sánchez, Tania y el del partido, que no ha sido
nombrado. Existe la posibilidad de que sea uno de Villamontes, pero falta concretar. Se recibe un telegrama de Manila indicando que
Monje viene por el sur.
Inventaron un sistema de contacto, pero no me satisface porque indica una clara suspicacia hacia Monje por parte de sus propios
compañeros.
A la una de la madrugada informarán de la Paz si ya se fue a buscar a Monje.
Iván tiene posibilidades de hacer negocios pero el pasaporte chueco no se lo permite; la próxima etapa es mejorar el documento y debe
escribir a Manila para que lo apuren con los amigos.
Tania vendrá en la próxima para recibir instrucciones; probablemente la mande a Bs. As.
En definitiva, se resuelve que Ricardo, Iván y Coco salgan en avión desde Camiri y el jeep se quede aquí. Cuando vuelvan, hablarán por
teléfono a Lagunillas e informarán que están allí; Jorge irá por la noche para requerir noticias y los buscará si hay algo positivo. A la
una no se pudo captar nada desde la Paz. Por la madrugada salieron para Camiri.
Diciembre 21
El Loro no me había dejado los planos que hizo el explorador de modo que me quedé sin saber el tipo de camino que hay hasta Yaqui.
Salimos por la mañana haciendo el camino sin contratiempos. Se tratará de tener todo aquí para el 24, día en que hay fiesta programada.
Nos cruzamos con Pacho, Miguel, Benigno y el Camba que iban a cargar la planta. A las 5 de la tarde, Pacho y el Camba volvieron sin
traer la planta, que dejaron escondida en el monte, por lo pesada que era. Mañana saldrán 5 hombres desde aquí para traerla. Se acabó la
cueva de las mercancías; mañana comenzaremos la del radio.
Diciembre 22
Comenzamos la cueva del radista. Al principio con mucho éxito en tierra floja, pero pronto encontramos una laja durísima que no nos
dejó avanzar.
Trajeron la planta, que es bastante pesada, pero no se ha probado por falta de gasolina. El Loro anunció que no mandaba mapas porque el
informe era verbal y vendría mañana a darlo.
Diciembre 23
Salimos con Pombo y Alejandro a explorar el firme de la izquierda. Tendremos que abrirlo pero da la impresión de que se puede
caminar cómodamente por él. Joaquín llegó con dos compañeros, anunciando que el Loro no venía porque se le había escapado un
puerco y salió a buscarlo.
No hay nada del recorrido del lagunillero.
Por la tarde llegó el puerco, bastante grande pero faltan las bebidas. El Loro es incapaz hasta de conseguir estas cosas, luce muy
desorganizado.
Diciembre 24
Día dedicado a noche buena. Hubo gente que dio dos viajes y llegó tarde pero al final nos reunimos todos y la pasamos bien, con
algunos pasaditos. El Loro explicó que el viaje del lagunillero no había resultado fructífero y sólo logró el pequeño resultado del
apunte, muy impreciso.
Diciembre 25
Retorno al trabajo, no hubo viajes al campamento de arrancada. Este ha quedado bautizado C26 por una proposición del médico
boliviano. Marcos, Benigno y el Camba salieron a hacer el camino por el firme de nuestra derecha, volvieron por la tarde con la noticia
de que avistaron una especie de pampa pelada a dos horas de camino; mañana llegarán a ella. El Camba volvió con fiebre. Miguel y
Pacho hicieron unos caminos de distracción por la banda izquierda y una senda de acceso a la cueva del radio. Inti, Antonio, Tuma y yo
continuamos la cueva del radio, que está muy difícil porque es pura piedra. La retaguardia se encargó de hacer su campamento y buscar
una atalaya que domine ambos extremos del río de acceso; el lugar está muy bueno.
Diciembre 26
Inti y Carlos salieron para explorar hasta el punto denominado Yaki en el mapa; es un viaje calculado en dos días. Rolando, Alejandro y
Pombo siguieron en la cueva que está durísima. Pacho y yo salimos a inspeccionar los caminos hechos por Miguel, no vale la pena
seguir el del firme. El camino de acceso a la cueva está bastante bien y difícil de encontrar. Se mataron dos víboras y ayer otra; parece
que hay bastantes. Tuma, Arturo, el Rubio y Antonio salieron a cazar y Braulio y el Ñato a quedarse de posta en el otro campamento.
Vinieron con la noticia de que el Loro se había volcado y la nota explicatoria en que anuncia la llegada de Monje. Marcos, Miguel y
Benigno salieron a desarrollar el camino del firme, pero no regresaron en toda la noche.
Diciembre 27
Salimos con Tuma para tratar de encontrar a Marcos; caminamos 2.30 horas hasta llegar al nacimiento de una quebrada que bajaba del
lado izquierdo, dirección oeste; seguimos las huellas por allí bajando
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Noviembre 1966
Noviembre 7
Hoy comienza una nueva etapa. Por la noche llegamos a la finca. El viaje fue bastante bueno. Luego de entrar, convenientemente
disfrazados, por Cochabamba, Pachungo [aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Pachungo o Pacho] y yo hicimos los
contactos y viajamos en jeep, en dos días y dos vehículos.
Al llegar cerca de la finca detuvimos las máquinas y una sola llegó a ella para no atraer las sospechas de un propietario cercano, que
murmura sobre la posibilidad de que nuestra empresa esté dedicada a la fabricación de cocaína. Como dato curioso, el inefable Tumaini
[aparecerá indistintamente con los sobrenombres de Tumaini o Tuma] es indicado como el químico del grupo. Al seguir hacia la finca,
en el segundo viaje, Bigotes [aparecerá indistintamente como Bigotes, el Loro o Jorge], que acababa de enterarse de mi identidad, casi
se va por un barranco, dejando el jeep varado en el borde del precipicio. Caminamos algo así como 20 kilómetros, llegando a la finca,
donde hay tres trabajadores del partido, pasada la media noche.
Bigotes se mostró dispuesto a colaborar con nosotros, haga lo que haga el partido, pero se muestra leal a Monje [aparecerá
indistintamente como Estanislao, el Negro, Mario o Monje; no debe confundirse con el guerrillero el Negro, del grupo de Joaquín,
que aparece más adelante] a quien respeta y parece querer. Según él, Rodolfo está en la misma disposición y otro tanto sucede con el
Coco, pero hay que tratar de que el partido se decida a luchar. Le pedí que no informara al partido hasta la llegada de Monje, que está de
viaje para Bulgaria y que nos ayudara, accedió a ambas cosas.
Noviembre 8
Pasamos el día en la manigua, a escasos 100 metros de la casa y junto al arroyo. Nos dieron su batida una especie de yaguasas muy
molestas aunque no pican. Las especies que hay, hasta ahora, son: la yaguasa, el jején, el mariguí, el mosquito y la garrapata.
Bigote sacó su jeep con ayuda de Argañaraz y quedó en comprarle algunas cosas, como puercos y gallinas.
Pensaba escribir informando las peripecias, pero lo dejé para la próxima semana, en que esperamos recibir al segundo grupo.
Noviembre 9
Día sin novedades. Con Tumaini, hicimos una exploración siguiendo el curso del río Ñacahuasu (un arroyo en realidad), pero no
llegamos a su nacimiento. Corre encajonado y la región, aparentemente es poco frecuentada. Con una disciplina conveniente se puede
estar allí mucho tiempo.
Por la tarde, una lluvia fuerte nos sacó de la manigua hacia la casa. Me saqué 6 garrapatas del cuerpo.
Noviembre 10
Pachungo y Pombo salieron de exploración; con uno de los compañeros bolivianos, Serafín. Llegaron algo más lejos que nosotros y
encontraron la bifurcación del arroyo, una quebradita que parece estar buena. Al regreso se quedaron haraganeando en la casa y el
chofer de Argañaraz, que venía a traer los hombres con unas compras que le habían hecho, los vio. Tremenda bronca eché y decidimos
trasladarnos mañana a la manigua, donde haremos campamento perenne. Tumaini se dejará ver porque ya lo conocen y figurará como un
empleado más de la finca. Esto se deteriora rápidamente; hay que ver si nos permiten traer, aunque sea a nuestros hombres. Con ellos
estaré tranquilo.
Noviembre 11
Día sin novedad pasado en un nuevo campamento, al otro lado de la casa, donde dormimos.
La plaga está infernal y obliga a resguardarse en la hamaca con mosquitero (que sólo yo tengo).
Tumaini fue a visitar a Argañaraz y le compraron algunas cosas: gallinas, pavos. Parece que todavía no hay grandes sospechas por su
parte.
Noviembre 12
Día sin novedad alguna. Hicimos una breve exploración para preparar el terreno destinado a campamento cuando lleguen los 6 del
segundo grupo. La zona elegida está a unos 100 metros del principio de la tumba, sobre un montículo y cerca hay una hondonada en la
que se pueden hacer cuevas para guardar comida y otros objetos. A estas alturas debe estar llegando el primero de los tres grupos de a
dos en que se divide la partida. A fines de la semana que empieza deben llegar a la finca. Mi pelo está creciendo, aunque muy ralo y las
canas se vuelven rubias y comienzan a desaparecer; me nace la barba. Dentro de un par de meses volveré a ser yo.
Noviembre 13
Domingo. Algunos cazadores pasan por nuestra vivienda; peones de Argañaraz. Son hombres de monte, jóvenes y solteros; ideales para
ser reclutados y que le tienen un odio concentrado a su patrón. Informaron que a 8 leguas, por el río hay casas y que éste tiene algunas
quebradas con agua. No hay otra novedad.
Noviembre 14
Una semana de campamento. Pachungo luce algo inadaptado y triste, pero debe recuperarse. Hoy comenzamos una excavación para
hacer un túnel y meter en él todo lo que pueda ser comprometedor; lo disimularemos con un enrejado de palos y defenderemos de la
humedad lo más posible. Ya está hecho el pozo de metro y medio y comenzado el túnel.
Noviembre 15
Seguimos en la tarea del túnel; por la mañana Pombo y Pachungo, por la tarde Tumaini y yo. A las 6, cuando dejamos el trabajo, ya había
alcanzado los 2 metros de hondo el túnel. Mañana pensamos acabarlo y meter todas las cosas comprometedoras en él. Por la noche una
lluvia me obligó a huir de mi hamaca, que se moja, pues el nylon es chico. No hubo otra novedad.
Noviembre 16
El túnel quedó terminado y camuflado; solo falta disimular el camino; trasladaremos las cosas a nuestra casita y mañana la
guardaremos, tapando la boca con un enrejado de palos y barro. El esquema de este túnel que lleva el No. 1 está en el documento I. Lo
demás sin novedad; desde mañana podemos razonablemente esperar novedades de la Paz.
Noviembre 17
El túnel está ocupado con los artículos que pudieran ser comprometedores para los de la casa y algo de comida en lata y ha quedado
bastante disimulado.
No hubo novedad alguna desde La Paz. Los muchachos de la casa hablaron con Argañaraz, a quien compraron algunas cosas y éste les
volvió a insistir en su participación en la fábrica de cocaína.
Noviembre 18
Sin novedad de la Paz. Pachungo y Pombo volvieron a explorar el arroyo pero no están muy convencidos de que sea el campamento
indicado. El lunes lo exploraremos con Tumaini. Argañaraz vino a arreglar el camino para sacar piedras del río y estuvo un buen rato en
ese trabajo. Al parecer, no sospecha de nuestra presencia aquí. Todo transcurre monótonamente; los mosquitos y las garrapatas están
empezando a crear llagas molestas en las picaduras infectadas. El frío se hace sentir un poco en la madrugada.
Noviembre 19
Sin novedad de la Paz. Sin novedad aquí; pasamos recluidos por ser sábado, día en que se mueven los cazadores.
Noviembre 20
A medio día llegaron Marcos y Rolando. Ahora somos seis. Enseguida se procedió al anecdotario del viaje. Tardaron tanto porque el
aviso les llegó hace una semana. Son los que viajaron más rápido por la vía de Sao Paolo. Hasta la semana que viene no es de esperar la
llegada de los otros cuatro.
Vino con ellos Rodolfo, que me hizo muy buena impresión. Al parecer, está más decidido que Bigote a romper con todo. Papi
[aparecerá indistintamente como Papi, Ricardo o Chinchu] le informó de mi presencia, así como al Coco, violando las instrucciones;
al parecer es un caso de celos de autoridad. Escribí a Manila [Manila: Cuba] con algunas recomendaciones (documentos I y II) y Papi
contestando sus preguntas. Rodolfo retornó en la madrugada.
Noviembre 21
Primer día del grupo ampliado. Llovió bastante y el traslado a nuestro nuevo punto nos costó una buena mojadura. Ya estamos
instalados. La carpa resultó ser una lona de camión que se moja, pero protege algo. Nosotros tenemos nuestra hamaca con nylon. Han
llegado algunas armas más; Marcos tiene un Garand, a Rolando se le dará un M-1 del depósito. Jorge se quedó con nosotros, pero en la
casa; allí dirigirá trabajos encaminados a mejorar la finca. A Rodolfo le pedí un agrónomo de confianza. Trataremos de que esto dure lo
más posible.
Noviembre 22
Tuma, Jorge y yo hicimos recorrido por el río (Ñacahuasu) para inspeccionar el arroyo descubierto. Con la lluvia del día anterior el río
estaba desconocido y nos costó bastante trabajo llegar al punto deseado. Este es un hilito de agua que tiene bien cerrada la
desembocadura, convenientemente preparada se puede utilizar para un campamento permanente. Volvimos a las 9 y pico de la noche.
Aquí sin novedad.
Noviembre 23
Inauguramos un observatorio que domina la casita de la finca para estar prevenidos en caso de alguna inspección o visita molesta. Como
dos salen de exploración, a los restantes les tocan tres horas de guardia. Pombo y Marcos exploraron el firme de nuestro campamento
hasta el arroyo que todavía está crecido.
Noviembre 24
Pacho y Rolando salieron para hacer una exploración en el arroyo; deben volver mañana.
Por la noche, dos peones de Argañaraz llegaron «de paseo» en una visita insólita. No había nada extraño, pero faltaban Antonio
[aparecerá indistintamente como Antonio u Olo], que estaba con los exploradores y Tuma, que oficialmente pertenece a la casa.
Pretexto: cacería. Cumpleaños de Aliucha.
Noviembre 25
Desde el observatorio informaron que había venido un jeep con 2 o tres tripulantes. Resultaron ser de un servicio de lucha contra el
paludismo; se fueron inmediatamente que sacaron muestras de sangre, Pacho y Rolando llegaron por la noche, muy tarde. Encontraron
el arroyo del mapa y lo exploraron, además siguieron por el curso principal del río hasta encontrar campos abandonados.
Noviembre 26
Por ser sábado, todos quedamos acantonados. Pedí a Jorge que hiciera una exploración a caballo por el cauce del río para ver hasta
dónde llegaba; el caballo no estaba y salió a pie a pedir uno a Don Remberto (20 a 25 Kms.). A la noche no había regresado. Sin
novedad de la Paz.
Noviembre 27
Jorge seguía sin aparecer. Di orden de hacer posta toda la noche pero a las 9 llegó el primer jeep de La Paz. Con el Coco venían
Joaquín [aparecerá indistintamente como Joaquín o Vilo] y Urbano y un boliviano a quedarse: Ernesto, estudiante de medicina. Viró el
Coco y trajo a Ricardo con Braulio y Miguel y otro boliviano, Inti, también a quedarse. Ahora somos 12 alzados y Jorge que funge de
dueño; Coco y Rodolfo se encargarán de los contactos. Ricardo trajo una noticia incómoda: El Chino está en Bolivia y quiere mandar
20 hombres y verme. Esto trae inconvenientes porque internacionalizaremos la lucha antes de contar con Estanislao. Quedamos en que
le enviaría a Santa Cruz y allí lo recogerá Coco trayéndolo aquí. Coco salió por la madrugada con Ricardo que tomaría el otro jeep para
seguir a la Paz. Coco debe pasar por lo de Remberto para averiguar de Jorge. En conversación preliminar con el Inti, éste opina que
Estanislao no se alzará, pero parece decidido a cortar amarras.
Noviembre 28
Por la mañana no había aparecido Jorge y el Coco tampoco había regresado. Después llegaron y todo lo que pasó es que se había
quedado en lo de Remberto.
Un poco irresponsable. Por la tarde convoqué al grupo boliviano para plantearle el pedido peruano de enviar 20 hombres y todos
estuvieron de acuerdo en que los mandaran, pero después de empezar acciones.
Noviembre 29
Salimos a hacer el catastro del río y explorar el arroyo que será nuestro próximo campamento. Tumaini, Urbano, Inti y yo formamos el
grupo. El arroyo es muy seguro pero muy lóbrego. Trataremos de buscar en otro que está a una hora. Tumaini se cayó y aparentemente
sufrió una fractura en el tarso. Llegamos al campamento por la noche, luego de hacer la medición del río. Aquí sin novedad; Coco salió
a Santa Cruz para esperar al Chino.
Noviembre 30
Marcos, Pacho, Miguel y Pombo salieron con la instrucción de explorar un arroyo más lejano; deben estar dos días fuera. Llovió
bastante. En la casa, sin novedad.
Análisis del mes
Todo ha salido bastante bien: mi llegada sin inconvenientes; la mitad de la gente está aquí también sin inconvenientes, aunque se
demoraron algo; los principales colaboradores de Ricardo se alzan contra viento y marea. El panorama se perfila bueno en esta región
apartada donde todo indica que podremos pasarnos prácticamente el tiempo que estimemos conveniente. Los planes son: esperar el
resto de la gente, aumentar el número de bolivianos por lo menos hasta 20 y comenzar a operar. Falta averiguar la reacción de Monje y
cómo se comportará la gente de Guevara.
Diario en Bolivia
Diciembre 1966
Diciembre 1
Pasa el día sin novedad. Por la noche llegan Marcos y sus compañeros quienes han hecho un recorrido mayor del especificado,
correteando lomas. A las dos de la mañana me informan que llegó Coco con un compañero; lo dejo para mañana.
Diciembre 2
Temprano llega el Chino, muy efusivo. Nos pasamos el día charlando. Lo sustancial: irá a Cuba e informará personalmente de la
situación, dentro de dos meses podrán incorporarse 5 peruanos, es decir, cuando hayamos comenzado a actuar; por ahora vendrán dos,
un técnico en radio y un médico que estarán algún tiempo con nosotros. Pidió armas y accedí a darle una Bz, algunos mausers, y
granadas y comprar M-1 para ellos. También decidí darles apoyo para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar las armas
para una región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca. Me contó de sus cuitas en el Perú, incluso un audaz plan para liberar a
Calixto que me parece un poco fantasioso. Cree que algunos sobrevivientes de la guerrilla están actuando en la zona, pero no lo saben a
ciencia cierta, pues no pudieron llegar hasta la zona.
Lo demás de la conversación fue anecdótico. Se despidió con el mismo entusiasmo partiendo para la Paz; lleva fotos nuestras. Coco
tiene instrucciones de preparar contactos con Sánchez (a quien veré posteriormente) y de contactar al jefe de informaciones de la
presidencia, que se ha brindado para darlas pues es cuñado de Inti. La red todavía está en pañales.
Diciembre 3
Sin novedad. No hay exploración por ser sábado. Los tres peones de la finca salen para Lagunillas para hacer mandados.
Diciembre 4
Sin novedad. Todo el mundo quieto debido al domingo. Doy una charla sobre nuestra actitud hacia los bolivianos que vendrán y hacia la
guerra.
Diciembre 5
Sin novedad. Pensábamos salir pero el día fue de agua completo. Hubo una pequeña alarma motivada por unos tiros del Loro sin avisar.
Diciembre 6
Salimos a comenzar la segunda cueva en el primer arroyo. Somos Apolinar [aparecerá indistintamente como Apolinar o Polo], Inti,
Urbano, Miguel y yo.
Miguel viene a reemplazar a Tuma que no está repuesto de su caída. Apolinar ha planteado que se incorpora a la guerrilla pero quiere ir
a arreglar asuntos particulares a la Paz; se le contesta que sí, pero que debía esperar un poco. Cerca de las 11 llegamos al arroyo,
hicimos un trillo disimulado y exploramos para buscar un lugar adecuado para la cueva, pero todo es piedra y el arroyo, luego de
secarse, sigue su cauce entre derriscos de piedra pura. Dejamos la exploración para mañana. Inti y Urbano salieron a tratar de cazar
venados, pues la comida es muy escasa y tenemos que aguantar hasta el viernes con ella.
Diciembre 7
Miguel y Apolinar localizaron un lugar propicio y se dedicaron a hacer el túnel; las herramientas son ineficientes. Inti y Urbano
volvieron sin lograr nada, pero al anochecer Urbano cazó una pava con el M-1, como ya teníamos comida, la dejamos para el desayuno
de mañana. Hoy se cumple, en realidad, el primer mes de nuestra estancia aquí, pero, por razones de comodidad, daré las síntesis todos
los fines de mes.
Diciembre 8
Con Inti fuimos hasta un firme que corona el arroyo. Miguel y Urbano continuaron el pozo. Por la tarde, Apolinar reemplazó a Miguel.
Al anochecer, llegaron Marcos, Pombo y Pacho, éste muy atrasado y cansado. Marcos me pidió que lo sacara de la vanguardia si no
mejoraba. Marqué el camino de la cueva que está en el esquema II. Les dejé las tareas más importantes para hacer durante su estadía.
Miguel se quedará con ellas y nosotros regresaremos mañana.
Diciembre 9
Regresamos lentamente por la mañana, llegando cerca de las 12. Pacho recibió la orden de quedarse cuando el grupo regrese. Tratamos
de hacer contacto con el campamento 2 pero no se pudo. No hubo otra novedad.
Diciembre 10
El día pasó sin novedad, salvo la primera horneada de pan hecho en la casa. Conversé con Jorge e Inti sobre algunas tareas urgentes. No
hubo novedad de la Paz.
Diciembre 11
El día transcurrió sin novedad, pero a la noche apareció Coco con Papi. Traía a Alejandro y Arturo y a un boliviano, Carlos. El otro jeep
se quedó, como es habitual, en el camino. Luego trajeron al médico, Moro [aparecerá indistintamente en lo adelante como Moro,
Morogoro, Muganga o el Médico] y Benigno y a dos bolivianos; ambos «cambas» [camba: oriundo de la región oriental de Bolivia] de
la finca de Caranavi. Transcurrió la noche en los habituales comentarios de viaje y sobre la ausencia de Antonio y Félix [aparecerá
indistintamente como Félix o el Rubio], que ya debían estar aquí. Se discutió con Papi, resolviéndose que todavía tiene que hacer dos
viajes para traer a Renán [aparecerá indistintamente como Renán o Iván] y Tania. Se liquidarán las casas y los depósitos, dándosele
$1.000 de ayuda a Sánchez. Este se quedará con la camioneta y venderemos un jeep a Tania, quedándonos con el otro. Falta por hacer un
viaje de armas y le di orden de que cargara todo en un jeep para no insistir en el trasbordo que puede ser descubierto más rápido. El
Chino salió para Cuba, aparentemente muy entusiasmado y piensa volver por aquí cuando esté de regreso. Coco se quedó aquí para ir a
buscar alimentos a Camiri y Papi salió para La Paz. Sucedió un incidente peligroso: el vallegrandino, cazador, descubrió una pisada
hecha por nosotros, vio las huellas, aparentemente vio a alguno y encontró un guante perdido por Pombo. Eso cambia nuestros planes y
debemos ser muy cuidadosos.
El vallegrandino saldrá mañana con Antonio para mostrarle dónde puso sus armadillas contra las antas [anta: tapir americano]. Inti me
manifestó sus reservas contra el estudiante, Carlos, que, al llegar, ya planteó la discusión de la participación cubana y antes había
manifestado que no se alzaba sin la participación del partido. Rodolfo le mandó porque dijo que todo se debía a una mala interpretación.
Diciembre 12
Le hablé a todo el grupo, «leyéndole la cartilla» sobre la realidad de la guerra. Hice hincapié en la unicidad del mando y en la disciplina
y advertí a los bolivianos sobre la responsabilidad que tenían al violar la disciplina de su partido para adoptar otra línea. Hice los
nombramientos que recayeron en: Joaquín, como segundo jefe militar; Rolando e Inti, como comisarios; Alejandro, como jefe de
operaciones; Pombo, de servicios; Inti, finanzas; Ñato, abastecimientos y armamentos; por ahora, Moro de servicios médicos.
Rolando y Braulio salieron para avisar al grupo que se quedara quieto allí, esperando que el vallegrandino pusiera sus trampas o hiciera
la exploración con Antonio. A la noche volvieron; la trampa no está muy lejos. Emborracharon al vallegrandino que se fue por la noche,
muy contento con una botella de singani en el cuerpo. Coco volvió de Caranavi donde compró los comestibles necesarios pero fue
visto por algunos de Lagunillas que se asombraron de la cantidad.
Más tarde llegó Marcos con Pombo. El primero sufrió una herida sobre el arco superciliar al cortar un palo; le dieron dos puntos.
Diciembre 13
Salieron Joaquín, Carlos, y el médico para unirse a Rolando y Braulio. Pombo los acompañaba con la misión de volver hoy mismo.
Mandé tapar el camino y hacer otro que, de ése, desembocara en el río, con tan buen éxito que Pombo, Miguel y Pacho se perdieron al
regresar y siguieron por él.
Se habló con Apolinar que irá unos días a su casa en Viacha, dándole dinero para su familia y recomendándole hermetismo absoluto.
Coco se despidió al anochecer, pero a las 3 horas se dio la alarma porque se escucharon silbidos y ruidos y la perra ladró; resultó él
mismo, perdido en el monte.
Diciembre 14
Día sin novedad. El vallegrandino pasó por la casa a ver la trampa, porque la había armado ayer, contra lo que dijo antes. Se le indicó a
Antonio el camino abierto en el monte para que lleve al vallegrandino por él, para evitar sospechas.
Diciembre 15
Sin novedad. Se tomaron las previsiones para salir (8 hombres) a instalarnos definitivamente en el campamento 2.
Diciembre 16
Salimos, por la mañana, Pombo, Urbano, Tuma, Alejandro, Moro, Arturo, Inti y yo para quedarnos; fuertemente cargados. El recorrido
se hizo en 3 horas.
Rolando quedó con nosotros y volvieron Joaquín, Braulio, Carlos y el Médico. Carlos se ha mostrado como un buen caminador y buen
trabajador. Moro y Tuma descubrieron una cueva del río con pescados bastante grandes y cogieron 17 lo que da para una buena comida;
Moro se hirió en la mano con un bagre [bagre: pescado fluvial característico de la zona, tiene bigotes]. Se buscó el lugar para hacer la
cueva secundaria, ya que la primaria quedó acabada y se suspendieron las actividades hasta mañana. El mismo Moro e Inti trataron de
cazar el anta y salieron para pasar la noche en acecho.
Diciembre 17
Moro e Inti sólo cazaron una pava. Nosotros, Tuma, Rolando y yo, nos dedicamos a hacer la cueva secundaria que puede quedar lista
mañana. Arturo y Pombo exploraron un lugar para emplazar el radio y luego se dedicaron a arreglar el camino de entrada que está
bastante malo. Por la noche comenzó a llover y lo hizo continuadamente hasta la mañana.
Diciembre 18
El día siguió de agua pero se continuó la cueva, a la que le falta poco para alcanzar los 2.5 requeridos. Inspeccionamos una loma para
instalar la planta de radio. Parece bastante buena pero las pruebas lo dirán.
Diciembre 19
También el día fue lluvioso y no invitaba a la caminata, pero cerca de las 11 llegaron Braulio y el Ñato con noticias de que el río daba
paso aunque estaba hondo. Al salir nosotros, nos encontramos con Marcos y su vanguardia que llegaban a instalarse. Se quedará al
mando y se le ordenó enviar de 3 a 5 hombres según las posibilidades. En poco más de 3 horas hicimos la caminata.
Por la noche, a las 12, llegaban Ricardo y Coco, trayendo a Antonio y el Rubio (no consiguieron pasaje el jueves pasado) y a Apolinar,
que viene a incorporarse definitivamente. Además, llegó Iván, para tratar toda una serie de asuntos.
Prácticamente, quedó la noche en claro.
Diciembre 20
Se procedió a discutir varios puntos y se estaba ordenando todo, cuando apareció el grupo del campamento II dirigidos por Alejandro,
con la noticia de que había en el camino cerca del campamento, un venado muerto de un tiro, con una cinta en la pata. Joaquín había
pasado una hora antes por el lugar y no había comentado nada. Se supuso que el vallegrandino lo había llevado hasta allí y por alguna
razón desconocida lo arrojó, huyendo. Se puso una guardia por la parte trasera y se mandaron dos hombres para que cogieran al cazador
si aparecía. Al rato vino la noticia de que el venado estaba muerto desde tiempo atrás agusanado y después Joaquín, de vuelta,
confirmaba que lo había visto. Coco y el Loro trajeron al vallegrandino para que viera al animalito y éste dictaminó que era un animal
herido por él varios días atrás. Allí quedó concluso el incidente.
Se resolvió apurar los contactos con el hombre de información que Coco ha descuidado y hablar con Megía para que sirviera de
contacto entre Iván y el de información. éste mantendrá relaciones con Megía, Sánchez, Tania y el del partido, que no ha sido
nombrado. Existe la posibilidad de que sea uno de Villamontes, pero falta concretar. Se recibe un telegrama de Manila indicando que
Monje viene por el sur.
Inventaron un sistema de contacto, pero no me satisface porque indica una clara suspicacia hacia Monje por parte de sus propios
compañeros.
A la una de la madrugada informarán de la Paz si ya se fue a buscar a Monje.
Iván tiene posibilidades de hacer negocios pero el pasaporte chueco no se lo permite; la próxima etapa es mejorar el documento y debe
escribir a Manila para que lo apuren con los amigos.
Tania vendrá en la próxima para recibir instrucciones; probablemente la mande a Bs. As.
En definitiva, se resuelve que Ricardo, Iván y Coco salgan en avión desde Camiri y el jeep se quede aquí. Cuando vuelvan, hablarán por
teléfono a Lagunillas e informarán que están allí; Jorge irá por la noche para requerir noticias y los buscará si hay algo positivo. A la
una no se pudo captar nada desde la Paz. Por la madrugada salieron para Camiri.
Diciembre 21
El Loro no me había dejado los planos que hizo el explorador de modo que me quedé sin saber el tipo de camino que hay hasta Yaqui.
Salimos por la mañana haciendo el camino sin contratiempos. Se tratará de tener todo aquí para el 24, día en que hay fiesta programada.
Nos cruzamos con Pacho, Miguel, Benigno y el Camba que iban a cargar la planta. A las 5 de la tarde, Pacho y el Camba volvieron sin
traer la planta, que dejaron escondida en el monte, por lo pesada que era. Mañana saldrán 5 hombres desde aquí para traerla. Se acabó la
cueva de las mercancías; mañana comenzaremos la del radio.
Diciembre 22
Comenzamos la cueva del radista. Al principio con mucho éxito en tierra floja, pero pronto encontramos una laja durísima que no nos
dejó avanzar.
Trajeron la planta, que es bastante pesada, pero no se ha probado por falta de gasolina. El Loro anunció que no mandaba mapas porque el
informe era verbal y vendría mañana a darlo.
Diciembre 23
Salimos con Pombo y Alejandro a explorar el firme de la izquierda. Tendremos que abrirlo pero da la impresión de que se puede
caminar cómodamente por él. Joaquín llegó con dos compañeros, anunciando que el Loro no venía porque se le había escapado un
puerco y salió a buscarlo.
No hay nada del recorrido del lagunillero.
Por la tarde llegó el puerco, bastante grande pero faltan las bebidas. El Loro es incapaz hasta de conseguir estas cosas, luce muy
desorganizado.
Diciembre 24
Día dedicado a noche buena. Hubo gente que dio dos viajes y llegó tarde pero al final nos reunimos todos y la pasamos bien, con
algunos pasaditos. El Loro explicó que el viaje del lagunillero no había resultado fructífero y sólo logró el pequeño resultado del
apunte, muy impreciso.
Diciembre 25
Retorno al trabajo, no hubo viajes al campamento de arrancada. Este ha quedado bautizado C26 por una proposición del médico
boliviano. Marcos, Benigno y el Camba salieron a hacer el camino por el firme de nuestra derecha, volvieron por la tarde con la noticia
de que avistaron una especie de pampa pelada a dos horas de camino; mañana llegarán a ella. El Camba volvió con fiebre. Miguel y
Pacho hicieron unos caminos de distracción por la banda izquierda y una senda de acceso a la cueva del radio. Inti, Antonio, Tuma y yo
continuamos la cueva del radio, que está muy difícil porque es pura piedra. La retaguardia se encargó de hacer su campamento y buscar
una atalaya que domine ambos extremos del río de acceso; el lugar está muy bueno.
Diciembre 26
Inti y Carlos salieron para explorar hasta el punto denominado Yaki en el mapa; es un viaje calculado en dos días. Rolando, Alejandro y
Pombo siguieron en la cueva que está durísima. Pacho y yo salimos a inspeccionar los caminos hechos por Miguel, no vale la pena
seguir el del firme. El camino de acceso a la cueva está bastante bien y difícil de encontrar. Se mataron dos víboras y ayer otra; parece
que hay bastantes. Tuma, Arturo, el Rubio y Antonio salieron a cazar y Braulio y el Ñato a quedarse de posta en el otro campamento.
Vinieron con la noticia de que el Loro se había volcado y la nota explicatoria en que anuncia la llegada de Monje. Marcos, Miguel y
Benigno salieron a desarrollar el camino del firme, pero no regresaron en toda la noche.
Diciembre 27
Salimos con Tuma para tratar de encontrar a Marcos; caminamos 2.30 horas hasta llegar al nacimiento de una quebrada que bajaba del
lado izquierdo, dirección oeste; seguimos las huellas por allí bajando
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Febrero 1967
Febrero 1
Se realizó la primera etapa. La gente llegó algo cansada, pero en general, se cumplió bien. Antonio y el Ñato subieron a convenir la
contraseña y arriaron con mi mochila y la de Moro que está convaleciente de la palúdica.
Se estableció un sistema de alarma dentro de una botella, bajo una mata cercana al camino.
En la retaguardia, Joaquín, se resistió del peso y se retrasó todo el grupo.
Febrero 2
Día trabajoso y lento. El Médico retrasa un poco la marcha pero el ritmo general es lento. A las 4 llegamos al último lugar con agua y
acampamos. La vanguardia recibió la orden de llegar al río (presumiblemente el Frías) pero tampoco llevaba un ritmo bueno. Llovió por
la noche.
Febrero 3
El día amaneció lluvioso, por lo que retardamos la salida hasta las 8. Cuando comenzábamos a caminar, llegó Aniceto con la soga para
ayudarnos en los pasos difíciles, y poco después se reiniciaba la lluvia. Llegamos al arroyo a las 10, empapados y se resolvió no seguir
en el día de hoy. El arroyo no puede ser el río Frías; simplemente, no está en el mapa.
Mañana, la vanguardia saldrá con Pacho en la punta y nos comunicaremos cada hora.
Febrero 4
Caminamos desde la mañana hasta las 4 de la tarde, con parada de 2 horas para tomar una sopa a mediodía. El camino fue siguiendo el
Ñacahuasu; relativamente bueno pero fatal para los zapatos pues ya hay varios compañeros casi descalzos.
La tropa está fatigada pero todos han respondido bastante bien. Yo estoy liberado de casi 15 libras y puedo caminar con soltura aunque
el dolor en los hombros se hace a ratos insoportable.
No se han encontrado señales recientes del paso de gente por el río pero debemos toparnos con zonas habitadas de un momento a otro,
según el mapa.
Febrero 5
Inesperadamente, luego de caminar 5 horas por la mañana (12-14 kms) nos avisaron de la vanguardia que habían encontrado animales
(resultó una yegua y su potrillo). Nos detuvimos ordenando una exploración para evitar el presunto lugar poblado. La discusión era si
estábamos en el Iripiti o en la confluencia con el Saladillo, marcada en el mapa. Pacho volvió con la noticia de que había un río grande
varias veces mayor que el Ñacahuasu y que no daba paso. Nos trasladamos allí y nos encontramos con el auténtico Río Grande crecido
además. Hay señales de vida pero un poco viejas y los caminos que se siguieron mueren en yerbazales donde no hay señales de tránsito.
Acampamos en un lugar malo, cerca del Ñacahuasu para aprovechar su agua y mañana haremos exploraciones de ambos lados del río
(este y oeste) para conocer los parajes y otro grupo tratará de cruzarlo.
Febrero 6
Día de calma y reposición de fuerzas. Joaquín sale con Walter y el Médico a explorar el Río Grande siguiendo su cauce; caminan 8
kilómetros sin encontrar vados y sólo un arroyo con agua salada. Marcos camina poco contra la corriente y no llega al Frías; lo
acompañan Aniceto y el Loro. Alejandro, Inti y Pacho tratan de atravesar el río a nado sin conseguirlo. Nosotros nos trasladamos cerca
de un kilómetro hacia atrás buscando mejor ubicación. Pombo está algo enfermo.
Mañana comenzaremos la balsa para intentar atravesarlo.
Febrero 7
Se hizo la balsa bajo la dirección de Marcos; quedó muy grande y poco maniobrable. A la 1.30 comenzamos a trasladarnos hacia el
lugar del cruce y a las 2.30 comenzó el mismo. En dos viajes cruzó la vanguardia y en el tercero la mitad de la gente del centro y mi
ropa, pero no mi mochila; cuando lo cruzaban de nuevo para trasladar el resto del centro, el Rubio calculó mal y el río se la llevó muy
abajo, no pudiendo recuperarla. Se deshizo y Joaquín comenzó otra que estuvo lista a las 9 de la noche, pero no fue necesario cruzar de
noche porque no llovió y el río siguió bajando. Del centro quedamos Tuma, Urbano, Inti, Alejandro y yo. Tuma y yo dormimos en el
suelo.
Febrero 8
A las 6.30 se inició el cruce del resto del centro. A las seis salió la punta de vanguardia, y cuando llegó al centro, salió toda. A las 8.30
salió el centro, cuando toda la retaguardia estaba en ese lado. Se les encargó escondieran la balsa y siguieran. El camino se hizo
accidentado y hubo que abrirse paso a machete. A las seis, sedientos y hambrientos, llegamos a un arroyo con una pequeña poza, donde
se decidió acampar. Muchas huellas de puerco. Braulio, Aniceto y Benigno fueron hasta el río, a unos tres kilómetros, y volvieron con
la noticia de que se han visto huellas de abarcas y de tres animales, uno de ellos herrado, todas recientes.
Febrero 9
Cuando habíamos caminado algo más de media hora, se me ocurrió dejar la senda que subía y seguir por el arroyal. Al poco rato
apareció un maizal. Mandé a Inti y Ricardo a explorar y todo se convirtió en un pandemónium. La marca que habíamos dejado para los
de detrás no fue vista por éstos y me creyeron perdido. Las comisiones iban y venían. La vanguardia había visto la casa y esperaban mi
llegada. Inti y Ricardo encontraron a unos muchachitos y fueron a la casa de un campesino joven, con seis hijos, que los recibió muy
bien y dio multitud de datos. En una segunda entrevista, Inti le dijo que era el jefe de las guerrillas y compró dos puercos. Nos
quedamos en el mismo lugar comiendo maíz y puerco. El ponche estuvo en la madrugada, pero lo dejamos para el día siguiente.
Febrero 10
Convertido en ayudante de Inti fui a hablar con los campesinos. Creo que la comedia no fue muy efectiva debido a la cortedad de aquél.
El campesino está dentro del tipo; incapaz de ayudarnos, pero incapaz de preveer los peligros que acarrea y por ello potencialmente
peligroso. Dio una serie de indicaciones sobre los campesinos pero no se pudo precisar por cierta inseguridad.
El Médico curó los hijos, engusanados y otro pateado por una yegua y nos despedimos.
La tarde y la noche la invertimos en preparar huminta [huminta: panecillo horneado preparado con harina de maíz tierno] (no está
buena). Por la noche hice algunas observaciones a todos los compañeros reunidos, sobre los 10 días siguientes. En principio, pienso
caminar 10 días más rumbo a Masicuri y hacer que todos los compañeros vean físicamente los soldados, luego trataremos de llegar por
el Frías para dejar otro camino explorado.
(El campesino se llama Rojas.)
Febrero 11
cumpleaños del viejo; 67.
Seguimos una senda claramente marcada por la orilla del río, hasta que se hizo poco transitable y a ratos se perdía, con la característica
de que por allí no había pasado nadie en mucho tiempo. Al medio día llegamos a un punto en que se cerraba totalmente junto a un río
grande, que, de pronto nos hizo surgir la duda sobre si sería o no el Masicuri. Hicimos alto en un arroyo, mientras Marcos y Miguel
iban de exploración río arriba, el Inti, con Carlos y Pedro lo hacían río abajo, tratando de localizar la desembocadura. Así fue y se
confirmó que éste es el Masicuri, cuyo primer vado parece estar más abajo y donde vieron de lejos a varios campesinos que cargaban
unos caballos. Probablemente hayan visto nuestras huellas, de ahora en adelante hay que extremar las precauciones. Estamos una o dos
leguas de Arenales, según los informes del campesino. h - 760.
Febrero 12
Los dos kilómetros hechos ayer por la vanguardia se caminaron rápidamente. A partir de ese momento las picadas se hicieron muy
lentamente. A las 4 de la tarde caímos en un camino real que lucía ser el buscado. En frente, del otro lado del río, nos quedaba una casa
que decidimos desechar y buscarnos otra de este lado que debía ser la de Montaño, un recomendado de Rojas. Inti y el Loro fueron
hasta allí pero no encontraron a nadie, aunque las características indicaban que ésa era.
A las 7.30 salimos en una marcha nocturna que sirvió para demostrar lo mucho que queda por aprender.
A las 10, aproximadamente, Inti y el Loro volvieron a ir a la casa trayendo noticias no muy buenas: el hombre estaba borracho y muy
poco acogedor; no tiene más que maíz. Se había emborrachado en la casa de Caballero, del otro lado del río, cuyo vado pasa por allí.
Decidimos quedarnos a dormir en un bosquecito cercano. Tenía un cansancio atroz, pues las humintas me habían caído mal y llevaba un
día sin comer.
Febrero 13
En la madrugada se desató una lluvia fuerte que duró toda la mañana, creciendo el río. Las noticias mejoraron: Montaño, es el hijo del
dueño, de unos 16 años. El padre no estaba y tardaría una semana en volver. Dio bastante información precisa hasta los bajos, para el
que falta una legua. Un pedazo de camino va por la margen izquierda, pero es pequeño. En esta banda sólo vive un hermano de Pérez, un
campesino medio cuya hija es novia de un miembro del ejército.
Nos trasladamos hasta un nuevo campamento, al lado del arroyo y de un maizal -Marcos y Miguel hicieron una trocha hasta el camino
real. h - 650 (tiempo tormentoso).
Febrero 14
Día de tranquilidad, pasado en el mismo campamento. El muchacho de la casa vino 3 veces, una de ellas a avisar que alguna gente había
cruzado del otro lado del río a buscar unos puercos, pero no pasó de allí. Se le pagó más por el destrozo hecho al maizal.
Todo el día se lo pasaron los macheteros chapeando, sin encontrar casa; calculan haber preparado unos 6 kilómetros que será la mitad
de la tarea de mañana.
Se descifra un largo mensaje de La Habana cuyo núcleo es la noticia de la entrevista con Kolle. Este dijo allá que no se le había
informado de la magnitud continental de la tarea, que en ese caso estarían dispuestos a colaborar en un plano cuyas características
pidieron discutir conmigo; vendrían el mismo Kolle, Simón Rodríguez y Ramírez. Se me informa además que Simón ha manifestado su
decisión de ayudarnos independientemente de lo que resuelva el partido.
Informan además, que el francés viajando con su pasaporte llega el 23 a la Paz y se alojará en casa de Pareja o Rhea. Falta un pedazo
indescifrable hasta ahora. Veremos cómo afrontamos esta nueva ofensiva conciliadora. Otras noticias: Merci apareció sin plata,
alegando robo, se sospecha malversación aunque no se descarta algo más grave. Lechín va a pedir dinero y entrenamiento.
Febrero 15 cumpleaños de Hildita (11).
Día de marcha tranquila. A las 10 de ]a mañana habíamos alcanzado el punto a donde llegaron los picadores. Luego todo fue marchando
lentamente. A las 5 de la tarde informaron haber encontrado un sembrado y a las 6 se confirmaba. Mandamos a Inti, Loro y Aniceto para
que hablaran con el campesino; éste resultó ser Miguel Pérez, hermano de Nicolás, un campesino rico, pero él es pobre y explotado
por el hermano, de modo que se mostró dispuesto a colaborar. No comimos debido a lo avanzado de la hora.
Febrero 16
Caminamos unos metros para ponernos a cubierto de la curiosidad del hermano y acampamos en un alto que da al río, 50 metros abajo.
La posición es buena en cuanto a estar cubierto de sorpresas, pero un poco incómoda. Comenzamos la tarea de preparar una buena
cantidad de comida para la travesía, que haremos cruzando la sierra hacia el Rosita.
Por la tarde, una lluvia violenta y pertinaz, que siguió sin pausas toda la noche, entorpeció nuestros planes, pero hizo crecer el río y nos
dejó nuevamente aislados. Se le prestará $1.000 al campesino para que compre y engorde puercos; tiene ambiciones capitalistas.
Febrero 17
La lluvia siguió toda la mañana, 18 horas de lluvia. Todo está mojado y el río muy crecido. Mandé a Marcos, con Miguel y Braulio a que
busque un camino para ir al Rosita. Volvió a la tarde luego de hacer 4 kilómetros de trocha. Informó que se levanta un firme pelado
similar a lo que llamamos la Pampa del Tigre. Inti se siente mal, producto del atracón. h - 720 (condiciones atmosféricas anormales).
Febrero 18
cumpleaños de Josefina (33).
Fracaso parcial. Caminamos lentamente siguiendo el ritmo de los macheteros, pero a las 2 éstos habían arribado al firme llano donde
no se precisa machete; nosotros nos demoramos algo más y a las 3 llegamos a una aguada donde acampamos, esperando cruzar el firme
por la mañana. Marcos y Tuma fueron de exploración, pero volvieron con muy malas noticias; toda la loma es cortada por farallones
cortados a pico, imposibles de bajar. No hay más remedio que retroceder. h - 980 m.
Febrero 19
Día perdido. Bajamos la loma hasta encontrar el arroyo e intentamos subir por él, pero fue imposible. Mandé a Miguel y Aniceto para
que subieran por el nuevo estribo y trataran de pasar al otro lado, sin resultado. Consumimos el día esperándolos y retornaron
anunciando que los farallones eran del mismo tipo: impasables. Mañana intentaremos subir por el último firme después del arroyo que
cae en dirección oeste (los otros lo hacen en dirección sur y allí se quiebra la loma). h - 760 m.
Febrero 20
Día de lenta marcha, pero accidentado; Miguel y Braulio salieron por el viejo camino para llegar al arroyito del maizal; y allí perdieron
el rumbo y volvieron al arroyo al anochecer. Al llegar al siguiente arroyo mandé a Rolando y Pombo a explorarlo hasta que se
encontraron con el farallón, pero no volvieron hasta las 3, por lo que seguimos por el camino que Marcos iba haciendo, dejando a
Pedro y el Rubio a esperarlos.
Llegamos a las 4.30 al arroyo del maíz, donde hicimos campamento. No volvieron los exploradores. h - 720 m.
Febrero 21
Lenta caminata arroyo arriba. Pombo y Rolando volvieron con la noticia de que el otro arroyo daba paso, pero Marcos exploró éste y
lucía lo mismo. A las 11 salimos, pero a las 13.30 nos encontramos con unos pozos de agua muy fría que no se podían vadear. Se
mandó a Loro a explorar y tardó mucho por lo que envié por la retaguardia a Braulio y Joaquín. Loro volvió con la noticia de que el
arroyo ensanchaba más arriba y era más practicable por lo que se resolvió seguir sin esperar los resultados de Joaquín. A las 6
acampamos cuando aquél traía la noticia de que se podía subir el firme y había bastante camino practicable. Inti está mal; «aventado»
por segunda vez en una semana. h - 860.
Febrero 22
Todo el día se invirtió en subir por firmes bastante difíciles y de mucha manigua. Tras un día agotador nos tomó la hora de acampar sin
coronar, mandé a Joaquín y Pedro para que trataran de hacerlo solos y volvieron a las 7 con la noticia de que faltaban por lo menos tres
horas de chaqueo. h - 1.180. Estamos en las cabezas del arroyo que desemboca en el Masicuri, pero con rumbo sur.
Febrero 23
Día negro para mí; lo hice a pulmón pues me sentía muy agotado. Por la mañana salieron Marcos, Braulio y Tuma para preparar el
camino, mientras nosotros esperábamos en el campamento. Allí desciframos un nuevo mensaje que anuncia el recibo del mío al buzón
francés. A las 12 salimos, con un sol que rajaba piedras y poco después me daba una especie de desmayo al coronar la loma más alta y a
partir de ese momento caminé a fuerza de determinación. La altura máxima de la zona está a 1.420 m.; de allí se domina una amplia
zona incluido el Río Grande, la desembocadura del Ñacahuasu y una parte de Rosita. La topografía es distinta de la que marca el mapa:
luego de una clara línea divisoria, se baja abruptamente a una especie de meseta arbolada de 8 a 10 kilómetros de ancho en cuyo
extremo corre el Rosita; luego se eleva otro macizo con alturas equivalentes a la de esta cadena y a lo lejos se ve el llano.
Decidimos bajar por un lugar practicable, aunque muy pendiente, para tomar un arroyo que conduce a Río Grande y de allí al Rosita.
Luce que no hay casas en la orilla, contra lo que marca el mapa. Acampamos a 900 m., luego de un camino infernal, sin agua y ya
anocheciendo.
En la madrugada anterior oí a Marcos mandando a la mierda a un cro. y por el día a otro. Hay que hablar con él.
Febrero 24
cumpleaños de Ernestico (2).
Día trabajoso y desganado. Se avanzó muy poco, sin agua, pues el arroyo que llevamos está seco. A las 12 se cambiaron los macheteros
por el agotamiento; a las 2 de la tarde llovía un poco y se cargaban las cantimploras; poco después encontramos una poceta y a las 5
acampábamos en un rellano, al lado del agua. Marcos y Urbano siguieron la exploración y Marcos volvió con la noticia de que el río
estaba a un par de kilómetros pero el camino por el arroyo era muy malo, pues se convertía en una ciénaga. h - 680 m.
Febrero 25
Día negro. Se avanzó muy poco, y, para colmo Marcos equivocó la ruta y se perdió la mañana; había salido con Miguel y el Loro. A las
12 comunicó esto y pidió relevo y la comunicación; fueron Braulio, Tuma y Pacho. A las 2 horas retornó Pacho diciendo que Marcos
lo había enviado porque ya no se escuchaba bien. A las 4.30 envié a Benigno para que avisara a Marcos que si a las 6 no encontraba el
río retornara; después de la salida de Benigno, Pacho me llamó para decirme que Marcos y el habían tenido una discusión y que Marcos
le había dado órdenes perentorias amenazándolo con un machete y dándole con el cabo en la cara; al volver Pacho y decirle que no
seguía más, lo volvió a amenazar con el machete, zarandeándolo y rompiéndole la ropa.
Ante la gravedad del hecho, llamé a Inti y Rolando, quienes confirmaron el mal clima que existía en la vanguardia par el carácter de
Marcos, pero también informaron de algunos desplantes de Pacho.
Febrero 26
Por la mañana tuve una explicación con Marcos y Pacho, de la que salí convencido de que existió por parte de Marcos la injuria y el
maltrato y, quizás, la amenaza con el machete, pero no el golpe; de parte de Pacho, contestaciones injuriosas y una tendencia a la
bravuconería innata en él, con algunos antecedentes aquí. Esperé que todo el mundo estuviera reunido y hablé entonces de lo que
significaba este esfuerzo por llegar al Rosita, explicando como este tipo de privaciones era una introducción a lo que sufriríamos y
explicando que, producto de la falta de adaptación, se producían incidentes vergonzosos, como éste, protagonizado entre dos cubanos;
critiqué a Marcos par sus actitudes y aclaré a Pacho que otro incidente como este provocaría su baja deshonrosa de la guerrilla. Pacho,
además de negarse a seguir con el comunicador, volvió sin avisarme nada del incidente, y luego, según todas las probabilidades me
mintió sobre los golpes de Marcos.
Le pedí a los bolivianos que el que se sintiera flojo no apelara a métodos torcidos, me lo dijera a mí y lo licenciábamos en paz.
Seguimos caminando, tratando de alcanzar el Río Grande, para seguir por él; lo logramos y se pudo seguir durante un poco más de 1
km., pero hubo que volver a subir pues el río no daba paso en un farallón. Benjamín se había quedado atrás, por dificultades en su
mochila y agotamiento físico; cuando llegó a nuestro lado le di órdenes de que siguiera y así lo hizo; caminó unos 50 ms. y perdió el
trillo de subida, poniéndose a buscarlo arriba de una laja; cuando le ordenaba a Urbano que le advirtiera la pérdida, hizo un movimiento
brusco y cayó al agua. No sabía nadar. La corriente era intensa y lo fue arrastrando mientras hizo pie; corrimos a tratar de auxiliarlo y,
cuando nos quitábamos la ropa desapareció en un remanso. Rolando nadó hacia allí y trató de bucear, pero la corriente lo arrastró lejos.
A los 5 minutos renunciamos a toda esperanza. Era un muchacho débil y absolutamente inhábil, pero con una gran voluntad de vencer; la
prueba fue más fuerte que él, el físico no lo acompañó y tenemos ahora nuestro bautismo de muerte a orillas del Río Grande, de una
manera absurda. Acampamos sin llegar al Rosita a las 5 de la tarde. Nos comimos la última ración de frijoles.
Febrero 27
Tras otro día fatigoso, marchando por !a ribera y subiendo farallas, llegamos al río Rosita. Este es más grande que el Ñacahuasu y
menor que el Masicuri, y tiene las aguas rojizas. Nos comimos la última ración de reserva y no se encontraron señales de vida próxima,
a pesar de lo cerca que estamos de lugares poblados y carreteras. h - 600.
Febrero 28
Día de semidescanso. Después del desayuno (té) di una corta charla, analizando la muerte de Benjamín y contando algunas anécdotas de
la Sierra Maestra. A continuación salieron las exploraciones, Miguel, Inti, y el Loro Rosita arriba, con la instrucción de caminar tres
horas y media, lo que yo creía fuera necesario para alcanzar el río Abaposito, pero no fue así por la falta de senda; no encontraron
señales de vida reciente. Joaquín y Pedro subieron a los montes de enfrente, pero no vieron nada ni encontraron senda alguna o restos
de ella. Alejandro y Rubio cruzaron el río pero no encontraron senda, aunque la exploración fue superficial. Marcos dirigió la
construcción de la balsa y se inició el cruce apenas terminada, en un recodo del río donde desemboca el Rosita. Pasaron las mochilas
de 5 hombres, pero pasó la de Miguel y quedó la de Benigno, mientras que sucedía al revés con ellos, y para colmo, Benigno dejó los
zapatos.
La balsa no pudo ser recuperada y la segunda no estaba terminada, de modo que suspendimos el cruce hasta mañana.
Análisis del mes
Aunque no tengo noticias de lo ocurrido en el campamento, todo marcha aproximadamente bien, con las debidas excepciones, fatales
en estos casos.
En lo externo, no hay noticias de los dos hombres que debían mandarme para completar el conjunto; el francés ya debe estar en la Paz y
cualquier día en el campamento; no tengo noticias de los argentinos ni del Chino; los mensajes se reciben bien en ambas direcciones; la
actitud del partido sigue siendo vacilante y doble, lo menos que se puede decir de ella, aunque queda una aclaración, que puede ser
definitiva, cuando hable con la nueva delegación.
La marcha se cumplió bastante bien, pero fue empañada por el accidente que costó la vida a Benjamín; la gente está débil todavía y no
todos los bolivianos resistirán. Los últimos días de hambre han mostrado una debilitación del entusiasmo, caída que se hace más
patente al quedar divididos.
De los cubanos, dos de los de poca experiencia, Pacho y el Rubio no han respondido todavía, Alejandro lo ha hecho a plenitud; de los
viejos, Marcos da continuos dolores de cabeza y Ricardo no está cumpliendo cabalmente. Los demás bien.
La próxima etapa será de combate y decisiva.
Diario en Bolivia
Marzo 1967
Marzo 1
A las 6 de la mañana comenzó a llover. Pospusimos el cruce hasta que pasara, pero la lluvia arreció y siguió hasta las 3 de la tarde, hora
en que llegó la crecida y no consideramos prudente intentar el cruce. Ahora está muy crecido y sin trazas de bajar pronto. Yo me
trasladé a una tapera [tapera: bohío abandonado o cabaña para uso provisional] abandonada para huirle al agua y allí hice el nuevo
campamento. Joaquín quedó en su mismo lugar. Por la noche me informó que Polo se había tomado su lata de leche y Eusebio la de
leche y las sardinas, por ahora, como sanción, no comerán cuando toquen esas cosas. Mal síntoma.
Marzo 2
El día amaneció lluvioso y la gente disparada, empezando por mí. El río más crecido aún. Se decide dejar el campamento apenas
escampe y seguir paralelo al río por el camino que trajimos. Salimos a las 12 e hicimos buena provisión de palmitos de corojo
[palmito de corojo: corazón del corojo]. A las 4.30 nos detuvimos, pues habíamos dejado nuestro camino en un intento por aprovechar
una vieja senda que se perdió. No se tiene noticias de la vanguardia.
Marzo 3
Empezamos con entusiasmo, caminando bien, pero las horas nos fueron moderando y hubo que enderezar el camino por el firme, pues
temí que se produjera algún accidente en la zona por donde cayó Benjamín. Tardamos cuatro horas en hacer el camino que nos tomó
menos de 1/2 hora por abajo. A las 6 llegamos a la orilla del arroyo donde hicimos campamento, pero como sólo teníamos dos
palmitos, Miguel y Urbano, luego Braulio fueron a buscar unos lejanos, volviendo a las 9 de la noche. Cerca de las 12 comimos; el
palmito y el corojo (totai en Bolivia) están salvando la situación. h - 600 m.
Marzo 4
Miguel y Urbano salieron por la mañana y estuvieron todo el día macheteando, retornando a las 6 de la tarde; avanzaron unos 5
kilómetros y ven un llano que debe permitir avanzar; pero no hay lugar para campamento, por lo que decidimos quedarnos aquí hasta
alargar el trillo. Los cazadores lograron dos monitos, una cotorra y una paloma, que fue nuestra comida junto con el palmito, abundante
en este arroyo.
El ánimo de la gente está bajo y el físico se deteriora día a día; yo tengo comienzo de edemas en las piernas.
Marzo 5
Joaquín y Braulio salieron de macheteros, con lluvia, pero ambos están flojos y no avanzaron mucho. Se colectaron 12 palmitos y se
cazaron algunos pajaritos, lo que permite guardar las latas un día más y hacer reserva de palmito para dos días.
Marzo 6
Día de caminata intermitente hasta las 5 de la tarde. Miguel, Urbano y Tuma son los macheteros. Se avanzó algo y se ven a lo lejos unos
firmes que parecen ser los del Ñacahuasu. Sólo se cazó un lorito entregado a la retaguardia. Hoy comemos palmito con carne. Nos
quedan tres comidas muy escasas. h - 600 m.
Marzo 7
4 meses. La gente está cada vez más desanimada, viendo llegar el fin de las provisiones, pero no del camino. Hoy avanzamos entre 4 y 5
kilómetros por la orilla del río y dimos al final con un trillo prometedor. La comida: 3 pajaritos y medio y el resto del palmito; a partir
de mañana, lata pelada, a un tercio por cabeza, durante dos días; luego la leche que es la despedida. Para Ñacahuasu deben faltar dos a 3
jornadas. h- 610 m.
Marzo 8
Días de poco camino, de sorpresa y tensiones. A las 10 de la mañana salimos del campamento sin esperar a Rolando que estaba
cazando. Caminamos sólo hora y media y nos encontramos con los macheteros y los cazadores (Urbano, Miguel, Tuma - Médico y
Chinchu, respectivamente) tenían un montón de loros pero se habían encontrado con que había una toma de agua y se detuvieron. Fui a
ver el lugar luego de ordenar un campamento y lució una estación de bombeo de petróleo. Inti y Ricardo se tiraron al agua; debían
simular ser cazadores. Se tiraron vestidos a pasar en dos etapas pero Inti tuvo dificultades y casi se ahoga; Ricardo lo auxilió y por fin
salieron a la orilla llamando la atención de todo el mundo. La contraseña si había peligro no se produjo y desaparecieron. Habían
iniciado el cruce a las 12 y a las 15.15 me retiré sin que dieran señales de vida. Pasó toda la tarde y no aparecieron. La última posta se
retiró a las 21 y no se habían dado nuevas señales.
Me preocupé mucho, dos valiosos compañeros estaban expuestos y no se sabía lo que había pasado. Se resolvió que Alejandro y
Rolando, los mejores nadadores, crucen mañana al aclarar.
Comimos mejor que otros días, a pesar de la falta de palmito por la abundancia de loros y dos monitos que mató Rolando.
Marzo 9
Temprano iniciamos la tarea del cruce, pero fue necesario hacer una balsa, lo que demoró bastante. La posta anunció que se veían
gentes semidesnudas del otro lado; eran las 8.30 y se suspendió el cruce. Se ha hecho un caminito que sale al otro lado pero a un claro
desde donde nos ven, por lo que hay que salir de mañanita aprovechando la niebla del río. Cerca de las 16, tras un desesperante
observatorio que para mí duró desde las 10.30, se tiraron al río los proveedores (Inti y Chinchu), saliendo muy abajo. Trajeron un
puerco, pan, arroz, azúcar, café, algunas latas, maíz sarazo, &c. Nos dimos un pequeño festín de café, pan y se autorizó a consumir la
lata de leche condensada hecha dulce que traíamos en reserva. Explicaron que habían salido cada hora para que los vieran pero
infructuosamente para nosotros. Marcos y su gente pasaron hace 3 días y parece que Marcos hizo de las suyas mostrando las armas.
Los ingenieros de yacimientos no saben bien cuánto hay al Ñacahuasu, pero suponen 5 días de camino; los víveres nos alcanzan si fuera
así. La bomba pertenece a una planta de bombeo que se está construyendo.
Marzo 10
Salimos a las 6.30 caminando 45 minutos hasta alcanzar a los macheteros. A las 8 comenzó a llover siguiendo hasta las 11. Caminamos,
efectivos, unas 3 horas acampando a las 5. Se ven unas lomas que podría ser el Ñacahuasu. Braulio salió a explorar y regresó con la
noticia de que hay una senda y el río sigue recto al oeste. h - 600.
Marzo 11
El día comenzó bajo buenos auspicios. Caminamos más de 1 hora por un camino perfecto, pero éste se perdió sin transición. Braulio
tomó el machete y siguió trabajosamente hasta encontrar una playa. Les dejamos tiempo a él y Urbano para que abrieran camino y
cuando íbamos a seguir, la creciente nos cortó el camino, fue cosa fulminante y el río creció cerca de un par de metros.
Quedamos aislados de los macheteros y constreñidos a hacer camino en el monte. A las 13.30 paramos y mandé a Miguel y Tuma con
el encargo de conectar con los vanguardistas y dar orden de regresar si no se lograba llegar al Ñacahuasu o a un lugar bueno.
A las 18 volvieron; habían caminado unos 3 kilómetros llegando a un farallón cortado
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Febrero 1967
Febrero 1
Se realizó la primera etapa. La gente llegó algo cansada, pero en general, se cumplió bien. Antonio y el Ñato subieron a convenir la
contraseña y arriaron con mi mochila y la de Moro que está convaleciente de la palúdica.
Se estableció un sistema de alarma dentro de una botella, bajo una mata cercana al camino.
En la retaguardia, Joaquín, se resistió del peso y se retrasó todo el grupo.
Febrero 2
Día trabajoso y lento. El Médico retrasa un poco la marcha pero el ritmo general es lento. A las 4 llegamos al último lugar con agua y
acampamos. La vanguardia recibió la orden de llegar al río (presumiblemente el Frías) pero tampoco llevaba un ritmo bueno. Llovió por
la noche.
Febrero 3
El día amaneció lluvioso, por lo que retardamos la salida hasta las 8. Cuando comenzábamos a caminar, llegó Aniceto con la soga para
ayudarnos en los pasos difíciles, y poco después se reiniciaba la lluvia. Llegamos al arroyo a las 10, empapados y se resolvió no seguir
en el día de hoy. El arroyo no puede ser el río Frías; simplemente, no está en el mapa.
Mañana, la vanguardia saldrá con Pacho en la punta y nos comunicaremos cada hora.
Febrero 4
Caminamos desde la mañana hasta las 4 de la tarde, con parada de 2 horas para tomar una sopa a mediodía. El camino fue siguiendo el
Ñacahuasu; relativamente bueno pero fatal para los zapatos pues ya hay varios compañeros casi descalzos.
La tropa está fatigada pero todos han respondido bastante bien. Yo estoy liberado de casi 15 libras y puedo caminar con soltura aunque
el dolor en los hombros se hace a ratos insoportable.
No se han encontrado señales recientes del paso de gente por el río pero debemos toparnos con zonas habitadas de un momento a otro,
según el mapa.
Febrero 5
Inesperadamente, luego de caminar 5 horas por la mañana (12-14 kms) nos avisaron de la vanguardia que habían encontrado animales
(resultó una yegua y su potrillo). Nos detuvimos ordenando una exploración para evitar el presunto lugar poblado. La discusión era si
estábamos en el Iripiti o en la confluencia con el Saladillo, marcada en el mapa. Pacho volvió con la noticia de que había un río grande
varias veces mayor que el Ñacahuasu y que no daba paso. Nos trasladamos allí y nos encontramos con el auténtico Río Grande crecido
además. Hay señales de vida pero un poco viejas y los caminos que se siguieron mueren en yerbazales donde no hay señales de tránsito.
Acampamos en un lugar malo, cerca del Ñacahuasu para aprovechar su agua y mañana haremos exploraciones de ambos lados del río
(este y oeste) para conocer los parajes y otro grupo tratará de cruzarlo.
Febrero 6
Día de calma y reposición de fuerzas. Joaquín sale con Walter y el Médico a explorar el Río Grande siguiendo su cauce; caminan 8
kilómetros sin encontrar vados y sólo un arroyo con agua salada. Marcos camina poco contra la corriente y no llega al Frías; lo
acompañan Aniceto y el Loro. Alejandro, Inti y Pacho tratan de atravesar el río a nado sin conseguirlo. Nosotros nos trasladamos cerca
de un kilómetro hacia atrás buscando mejor ubicación. Pombo está algo enfermo.
Mañana comenzaremos la balsa para intentar atravesarlo.
Febrero 7
Se hizo la balsa bajo la dirección de Marcos; quedó muy grande y poco maniobrable. A la 1.30 comenzamos a trasladarnos hacia el
lugar del cruce y a las 2.30 comenzó el mismo. En dos viajes cruzó la vanguardia y en el tercero la mitad de la gente del centro y mi
ropa, pero no mi mochila; cuando lo cruzaban de nuevo para trasladar el resto del centro, el Rubio calculó mal y el río se la llevó muy
abajo, no pudiendo recuperarla. Se deshizo y Joaquín comenzó otra que estuvo lista a las 9 de la noche, pero no fue necesario cruzar de
noche porque no llovió y el río siguió bajando. Del centro quedamos Tuma, Urbano, Inti, Alejandro y yo. Tuma y yo dormimos en el
suelo.
Febrero 8
A las 6.30 se inició el cruce del resto del centro. A las seis salió la punta de vanguardia, y cuando llegó al centro, salió toda. A las 8.30
salió el centro, cuando toda la retaguardia estaba en ese lado. Se les encargó escondieran la balsa y siguieran. El camino se hizo
accidentado y hubo que abrirse paso a machete. A las seis, sedientos y hambrientos, llegamos a un arroyo con una pequeña poza, donde
se decidió acampar. Muchas huellas de puerco. Braulio, Aniceto y Benigno fueron hasta el río, a unos tres kilómetros, y volvieron con
la noticia de que se han visto huellas de abarcas y de tres animales, uno de ellos herrado, todas recientes.
Febrero 9
Cuando habíamos caminado algo más de media hora, se me ocurrió dejar la senda que subía y seguir por el arroyal. Al poco rato
apareció un maizal. Mandé a Inti y Ricardo a explorar y todo se convirtió en un pandemónium. La marca que habíamos dejado para los
de detrás no fue vista por éstos y me creyeron perdido. Las comisiones iban y venían. La vanguardia había visto la casa y esperaban mi
llegada. Inti y Ricardo encontraron a unos muchachitos y fueron a la casa de un campesino joven, con seis hijos, que los recibió muy
bien y dio multitud de datos. En una segunda entrevista, Inti le dijo que era el jefe de las guerrillas y compró dos puercos. Nos
quedamos en el mismo lugar comiendo maíz y puerco. El ponche estuvo en la madrugada, pero lo dejamos para el día siguiente.
Febrero 10
Convertido en ayudante de Inti fui a hablar con los campesinos. Creo que la comedia no fue muy efectiva debido a la cortedad de aquél.
El campesino está dentro del tipo; incapaz de ayudarnos, pero incapaz de preveer los peligros que acarrea y por ello potencialmente
peligroso. Dio una serie de indicaciones sobre los campesinos pero no se pudo precisar por cierta inseguridad.
El Médico curó los hijos, engusanados y otro pateado por una yegua y nos despedimos.
La tarde y la noche la invertimos en preparar huminta [huminta: panecillo horneado preparado con harina de maíz tierno] (no está
buena). Por la noche hice algunas observaciones a todos los compañeros reunidos, sobre los 10 días siguientes. En principio, pienso
caminar 10 días más rumbo a Masicuri y hacer que todos los compañeros vean físicamente los soldados, luego trataremos de llegar por
el Frías para dejar otro camino explorado.
(El campesino se llama Rojas.)
Febrero 11
cumpleaños del viejo; 67.
Seguimos una senda claramente marcada por la orilla del río, hasta que se hizo poco transitable y a ratos se perdía, con la característica
de que por allí no había pasado nadie en mucho tiempo. Al medio día llegamos a un punto en que se cerraba totalmente junto a un río
grande, que, de pronto nos hizo surgir la duda sobre si sería o no el Masicuri. Hicimos alto en un arroyo, mientras Marcos y Miguel
iban de exploración río arriba, el Inti, con Carlos y Pedro lo hacían río abajo, tratando de localizar la desembocadura. Así fue y se
confirmó que éste es el Masicuri, cuyo primer vado parece estar más abajo y donde vieron de lejos a varios campesinos que cargaban
unos caballos. Probablemente hayan visto nuestras huellas, de ahora en adelante hay que extremar las precauciones. Estamos una o dos
leguas de Arenales, según los informes del campesino. h - 760.
Febrero 12
Los dos kilómetros hechos ayer por la vanguardia se caminaron rápidamente. A partir de ese momento las picadas se hicieron muy
lentamente. A las 4 de la tarde caímos en un camino real que lucía ser el buscado. En frente, del otro lado del río, nos quedaba una casa
que decidimos desechar y buscarnos otra de este lado que debía ser la de Montaño, un recomendado de Rojas. Inti y el Loro fueron
hasta allí pero no encontraron a nadie, aunque las características indicaban que ésa era.
A las 7.30 salimos en una marcha nocturna que sirvió para demostrar lo mucho que queda por aprender.
A las 10, aproximadamente, Inti y el Loro volvieron a ir a la casa trayendo noticias no muy buenas: el hombre estaba borracho y muy
poco acogedor; no tiene más que maíz. Se había emborrachado en la casa de Caballero, del otro lado del río, cuyo vado pasa por allí.
Decidimos quedarnos a dormir en un bosquecito cercano. Tenía un cansancio atroz, pues las humintas me habían caído mal y llevaba un
día sin comer.
Febrero 13
En la madrugada se desató una lluvia fuerte que duró toda la mañana, creciendo el río. Las noticias mejoraron: Montaño, es el hijo del
dueño, de unos 16 años. El padre no estaba y tardaría una semana en volver. Dio bastante información precisa hasta los bajos, para el
que falta una legua. Un pedazo de camino va por la margen izquierda, pero es pequeño. En esta banda sólo vive un hermano de Pérez, un
campesino medio cuya hija es novia de un miembro del ejército.
Nos trasladamos hasta un nuevo campamento, al lado del arroyo y de un maizal -Marcos y Miguel hicieron una trocha hasta el camino
real. h - 650 (tiempo tormentoso).
Febrero 14
Día de tranquilidad, pasado en el mismo campamento. El muchacho de la casa vino 3 veces, una de ellas a avisar que alguna gente había
cruzado del otro lado del río a buscar unos puercos, pero no pasó de allí. Se le pagó más por el destrozo hecho al maizal.
Todo el día se lo pasaron los macheteros chapeando, sin encontrar casa; calculan haber preparado unos 6 kilómetros que será la mitad
de la tarea de mañana.
Se descifra un largo mensaje de La Habana cuyo núcleo es la noticia de la entrevista con Kolle. Este dijo allá que no se le había
informado de la magnitud continental de la tarea, que en ese caso estarían dispuestos a colaborar en un plano cuyas características
pidieron discutir conmigo; vendrían el mismo Kolle, Simón Rodríguez y Ramírez. Se me informa además que Simón ha manifestado su
decisión de ayudarnos independientemente de lo que resuelva el partido.
Informan además, que el francés viajando con su pasaporte llega el 23 a la Paz y se alojará en casa de Pareja o Rhea. Falta un pedazo
indescifrable hasta ahora. Veremos cómo afrontamos esta nueva ofensiva conciliadora. Otras noticias: Merci apareció sin plata,
alegando robo, se sospecha malversación aunque no se descarta algo más grave. Lechín va a pedir dinero y entrenamiento.
Febrero 15 cumpleaños de Hildita (11).
Día de marcha tranquila. A las 10 de ]a mañana habíamos alcanzado el punto a donde llegaron los picadores. Luego todo fue marchando
lentamente. A las 5 de la tarde informaron haber encontrado un sembrado y a las 6 se confirmaba. Mandamos a Inti, Loro y Aniceto para
que hablaran con el campesino; éste resultó ser Miguel Pérez, hermano de Nicolás, un campesino rico, pero él es pobre y explotado
por el hermano, de modo que se mostró dispuesto a colaborar. No comimos debido a lo avanzado de la hora.
Febrero 16
Caminamos unos metros para ponernos a cubierto de la curiosidad del hermano y acampamos en un alto que da al río, 50 metros abajo.
La posición es buena en cuanto a estar cubierto de sorpresas, pero un poco incómoda. Comenzamos la tarea de preparar una buena
cantidad de comida para la travesía, que haremos cruzando la sierra hacia el Rosita.
Por la tarde, una lluvia violenta y pertinaz, que siguió sin pausas toda la noche, entorpeció nuestros planes, pero hizo crecer el río y nos
dejó nuevamente aislados. Se le prestará $1.000 al campesino para que compre y engorde puercos; tiene ambiciones capitalistas.
Febrero 17
La lluvia siguió toda la mañana, 18 horas de lluvia. Todo está mojado y el río muy crecido. Mandé a Marcos, con Miguel y Braulio a que
busque un camino para ir al Rosita. Volvió a la tarde luego de hacer 4 kilómetros de trocha. Informó que se levanta un firme pelado
similar a lo que llamamos la Pampa del Tigre. Inti se siente mal, producto del atracón. h - 720 (condiciones atmosféricas anormales).
Febrero 18
cumpleaños de Josefina (33).
Fracaso parcial. Caminamos lentamente siguiendo el ritmo de los macheteros, pero a las 2 éstos habían arribado al firme llano donde
no se precisa machete; nosotros nos demoramos algo más y a las 3 llegamos a una aguada donde acampamos, esperando cruzar el firme
por la mañana. Marcos y Tuma fueron de exploración, pero volvieron con muy malas noticias; toda la loma es cortada por farallones
cortados a pico, imposibles de bajar. No hay más remedio que retroceder. h - 980 m.
Febrero 19
Día perdido. Bajamos la loma hasta encontrar el arroyo e intentamos subir por él, pero fue imposible. Mandé a Miguel y Aniceto para
que subieran por el nuevo estribo y trataran de pasar al otro lado, sin resultado. Consumimos el día esperándolos y retornaron
anunciando que los farallones eran del mismo tipo: impasables. Mañana intentaremos subir por el último firme después del arroyo que
cae en dirección oeste (los otros lo hacen en dirección sur y allí se quiebra la loma). h - 760 m.
Febrero 20
Día de lenta marcha, pero accidentado; Miguel y Braulio salieron por el viejo camino para llegar al arroyito del maizal; y allí perdieron
el rumbo y volvieron al arroyo al anochecer. Al llegar al siguiente arroyo mandé a Rolando y Pombo a explorarlo hasta que se
encontraron con el farallón, pero no volvieron hasta las 3, por lo que seguimos por el camino que Marcos iba haciendo, dejando a
Pedro y el Rubio a esperarlos.
Llegamos a las 4.30 al arroyo del maíz, donde hicimos campamento. No volvieron los exploradores. h - 720 m.
Febrero 21
Lenta caminata arroyo arriba. Pombo y Rolando volvieron con la noticia de que el otro arroyo daba paso, pero Marcos exploró éste y
lucía lo mismo. A las 11 salimos, pero a las 13.30 nos encontramos con unos pozos de agua muy fría que no se podían vadear. Se
mandó a Loro a explorar y tardó mucho por lo que envié por la retaguardia a Braulio y Joaquín. Loro volvió con la noticia de que el
arroyo ensanchaba más arriba y era más practicable por lo que se resolvió seguir sin esperar los resultados de Joaquín. A las 6
acampamos cuando aquél traía la noticia de que se podía subir el firme y había bastante camino practicable. Inti está mal; «aventado»
por segunda vez en una semana. h - 860.
Febrero 22
Todo el día se invirtió en subir por firmes bastante difíciles y de mucha manigua. Tras un día agotador nos tomó la hora de acampar sin
coronar, mandé a Joaquín y Pedro para que trataran de hacerlo solos y volvieron a las 7 con la noticia de que faltaban por lo menos tres
horas de chaqueo. h - 1.180. Estamos en las cabezas del arroyo que desemboca en el Masicuri, pero con rumbo sur.
Febrero 23
Día negro para mí; lo hice a pulmón pues me sentía muy agotado. Por la mañana salieron Marcos, Braulio y Tuma para preparar el
camino, mientras nosotros esperábamos en el campamento. Allí desciframos un nuevo mensaje que anuncia el recibo del mío al buzón
francés. A las 12 salimos, con un sol que rajaba piedras y poco después me daba una especie de desmayo al coronar la loma más alta y a
partir de ese momento caminé a fuerza de determinación. La altura máxima de la zona está a 1.420 m.; de allí se domina una amplia
zona incluido el Río Grande, la desembocadura del Ñacahuasu y una parte de Rosita. La topografía es distinta de la que marca el mapa:
luego de una clara línea divisoria, se baja abruptamente a una especie de meseta arbolada de 8 a 10 kilómetros de ancho en cuyo
extremo corre el Rosita; luego se eleva otro macizo con alturas equivalentes a la de esta cadena y a lo lejos se ve el llano.
Decidimos bajar por un lugar practicable, aunque muy pendiente, para tomar un arroyo que conduce a Río Grande y de allí al Rosita.
Luce que no hay casas en la orilla, contra lo que marca el mapa. Acampamos a 900 m., luego de un camino infernal, sin agua y ya
anocheciendo.
En la madrugada anterior oí a Marcos mandando a la mierda a un cro. y por el día a otro. Hay que hablar con él.
Febrero 24
cumpleaños de Ernestico (2).
Día trabajoso y desganado. Se avanzó muy poco, sin agua, pues el arroyo que llevamos está seco. A las 12 se cambiaron los macheteros
por el agotamiento; a las 2 de la tarde llovía un poco y se cargaban las cantimploras; poco después encontramos una poceta y a las 5
acampábamos en un rellano, al lado del agua. Marcos y Urbano siguieron la exploración y Marcos volvió con la noticia de que el río
estaba a un par de kilómetros pero el camino por el arroyo era muy malo, pues se convertía en una ciénaga. h - 680 m.
Febrero 25
Día negro. Se avanzó muy poco, y, para colmo Marcos equivocó la ruta y se perdió la mañana; había salido con Miguel y el Loro. A las
12 comunicó esto y pidió relevo y la comunicación; fueron Braulio, Tuma y Pacho. A las 2 horas retornó Pacho diciendo que Marcos
lo había enviado porque ya no se escuchaba bien. A las 4.30 envié a Benigno para que avisara a Marcos que si a las 6 no encontraba el
río retornara; después de la salida de Benigno, Pacho me llamó para decirme que Marcos y el habían tenido una discusión y que Marcos
le había dado órdenes perentorias amenazándolo con un machete y dándole con el cabo en la cara; al volver Pacho y decirle que no
seguía más, lo volvió a amenazar con el machete, zarandeándolo y rompiéndole la ropa.
Ante la gravedad del hecho, llamé a Inti y Rolando, quienes confirmaron el mal clima que existía en la vanguardia par el carácter de
Marcos, pero también informaron de algunos desplantes de Pacho.
Febrero 26
Por la mañana tuve una explicación con Marcos y Pacho, de la que salí convencido de que existió por parte de Marcos la injuria y el
maltrato y, quizás, la amenaza con el machete, pero no el golpe; de parte de Pacho, contestaciones injuriosas y una tendencia a la
bravuconería innata en él, con algunos antecedentes aquí. Esperé que todo el mundo estuviera reunido y hablé entonces de lo que
significaba este esfuerzo por llegar al Rosita, explicando como este tipo de privaciones era una introducción a lo que sufriríamos y
explicando que, producto de la falta de adaptación, se producían incidentes vergonzosos, como éste, protagonizado entre dos cubanos;
critiqué a Marcos par sus actitudes y aclaré a Pacho que otro incidente como este provocaría su baja deshonrosa de la guerrilla. Pacho,
además de negarse a seguir con el comunicador, volvió sin avisarme nada del incidente, y luego, según todas las probabilidades me
mintió sobre los golpes de Marcos.
Le pedí a los bolivianos que el que se sintiera flojo no apelara a métodos torcidos, me lo dijera a mí y lo licenciábamos en paz.
Seguimos caminando, tratando de alcanzar el Río Grande, para seguir por él; lo logramos y se pudo seguir durante un poco más de 1
km., pero hubo que volver a subir pues el río no daba paso en un farallón. Benjamín se había quedado atrás, por dificultades en su
mochila y agotamiento físico; cuando llegó a nuestro lado le di órdenes de que siguiera y así lo hizo; caminó unos 50 ms. y perdió el
trillo de subida, poniéndose a buscarlo arriba de una laja; cuando le ordenaba a Urbano que le advirtiera la pérdida, hizo un movimiento
brusco y cayó al agua. No sabía nadar. La corriente era intensa y lo fue arrastrando mientras hizo pie; corrimos a tratar de auxiliarlo y,
cuando nos quitábamos la ropa desapareció en un remanso. Rolando nadó hacia allí y trató de bucear, pero la corriente lo arrastró lejos.
A los 5 minutos renunciamos a toda esperanza. Era un muchacho débil y absolutamente inhábil, pero con una gran voluntad de vencer; la
prueba fue más fuerte que él, el físico no lo acompañó y tenemos ahora nuestro bautismo de muerte a orillas del Río Grande, de una
manera absurda. Acampamos sin llegar al Rosita a las 5 de la tarde. Nos comimos la última ración de frijoles.
Febrero 27
Tras otro día fatigoso, marchando por !a ribera y subiendo farallas, llegamos al río Rosita. Este es más grande que el Ñacahuasu y
menor que el Masicuri, y tiene las aguas rojizas. Nos comimos la última ración de reserva y no se encontraron señales de vida próxima,
a pesar de lo cerca que estamos de lugares poblados y carreteras. h - 600.
Febrero 28
Día de semidescanso. Después del desayuno (té) di una corta charla, analizando la muerte de Benjamín y contando algunas anécdotas de
la Sierra Maestra. A continuación salieron las exploraciones, Miguel, Inti, y el Loro Rosita arriba, con la instrucción de caminar tres
horas y media, lo que yo creía fuera necesario para alcanzar el río Abaposito, pero no fue así por la falta de senda; no encontraron
señales de vida reciente. Joaquín y Pedro subieron a los montes de enfrente, pero no vieron nada ni encontraron senda alguna o restos
de ella. Alejandro y Rubio cruzaron el río pero no encontraron senda, aunque la exploración fue superficial. Marcos dirigió la
construcción de la balsa y se inició el cruce apenas terminada, en un recodo del río donde desemboca el Rosita. Pasaron las mochilas
de 5 hombres, pero pasó la de Miguel y quedó la de Benigno, mientras que sucedía al revés con ellos, y para colmo, Benigno dejó los
zapatos.
La balsa no pudo ser recuperada y la segunda no estaba terminada, de modo que suspendimos el cruce hasta mañana.
Análisis del mes
Aunque no tengo noticias de lo ocurrido en el campamento, todo marcha aproximadamente bien, con las debidas excepciones, fatales
en estos casos.
En lo externo, no hay noticias de los dos hombres que debían mandarme para completar el conjunto; el francés ya debe estar en la Paz y
cualquier día en el campamento; no tengo noticias de los argentinos ni del Chino; los mensajes se reciben bien en ambas direcciones; la
actitud del partido sigue siendo vacilante y doble, lo menos que se puede decir de ella, aunque queda una aclaración, que puede ser
definitiva, cuando hable con la nueva delegación.
La marcha se cumplió bastante bien, pero fue empañada por el accidente que costó la vida a Benjamín; la gente está débil todavía y no
todos los bolivianos resistirán. Los últimos días de hambre han mostrado una debilitación del entusiasmo, caída que se hace más
patente al quedar divididos.
De los cubanos, dos de los de poca experiencia, Pacho y el Rubio no han respondido todavía, Alejandro lo ha hecho a plenitud; de los
viejos, Marcos da continuos dolores de cabeza y Ricardo no está cumpliendo cabalmente. Los demás bien.
La próxima etapa será de combate y decisiva.
Diario en Bolivia
Marzo 1967
Marzo 1
A las 6 de la mañana comenzó a llover. Pospusimos el cruce hasta que pasara, pero la lluvia arreció y siguió hasta las 3 de la tarde, hora
en que llegó la crecida y no consideramos prudente intentar el cruce. Ahora está muy crecido y sin trazas de bajar pronto. Yo me
trasladé a una tapera [tapera: bohío abandonado o cabaña para uso provisional] abandonada para huirle al agua y allí hice el nuevo
campamento. Joaquín quedó en su mismo lugar. Por la noche me informó que Polo se había tomado su lata de leche y Eusebio la de
leche y las sardinas, por ahora, como sanción, no comerán cuando toquen esas cosas. Mal síntoma.
Marzo 2
El día amaneció lluvioso y la gente disparada, empezando por mí. El río más crecido aún. Se decide dejar el campamento apenas
escampe y seguir paralelo al río por el camino que trajimos. Salimos a las 12 e hicimos buena provisión de palmitos de corojo
[palmito de corojo: corazón del corojo]. A las 4.30 nos detuvimos, pues habíamos dejado nuestro camino en un intento por aprovechar
una vieja senda que se perdió. No se tiene noticias de la vanguardia.
Marzo 3
Empezamos con entusiasmo, caminando bien, pero las horas nos fueron moderando y hubo que enderezar el camino por el firme, pues
temí que se produjera algún accidente en la zona por donde cayó Benjamín. Tardamos cuatro horas en hacer el camino que nos tomó
menos de 1/2 hora por abajo. A las 6 llegamos a la orilla del arroyo donde hicimos campamento, pero como sólo teníamos dos
palmitos, Miguel y Urbano, luego Braulio fueron a buscar unos lejanos, volviendo a las 9 de la noche. Cerca de las 12 comimos; el
palmito y el corojo (totai en Bolivia) están salvando la situación. h - 600 m.
Marzo 4
Miguel y Urbano salieron por la mañana y estuvieron todo el día macheteando, retornando a las 6 de la tarde; avanzaron unos 5
kilómetros y ven un llano que debe permitir avanzar; pero no hay lugar para campamento, por lo que decidimos quedarnos aquí hasta
alargar el trillo. Los cazadores lograron dos monitos, una cotorra y una paloma, que fue nuestra comida junto con el palmito, abundante
en este arroyo.
El ánimo de la gente está bajo y el físico se deteriora día a día; yo tengo comienzo de edemas en las piernas.
Marzo 5
Joaquín y Braulio salieron de macheteros, con lluvia, pero ambos están flojos y no avanzaron mucho. Se colectaron 12 palmitos y se
cazaron algunos pajaritos, lo que permite guardar las latas un día más y hacer reserva de palmito para dos días.
Marzo 6
Día de caminata intermitente hasta las 5 de la tarde. Miguel, Urbano y Tuma son los macheteros. Se avanzó algo y se ven a lo lejos unos
firmes que parecen ser los del Ñacahuasu. Sólo se cazó un lorito entregado a la retaguardia. Hoy comemos palmito con carne. Nos
quedan tres comidas muy escasas. h - 600 m.
Marzo 7
4 meses. La gente está cada vez más desanimada, viendo llegar el fin de las provisiones, pero no del camino. Hoy avanzamos entre 4 y 5
kilómetros por la orilla del río y dimos al final con un trillo prometedor. La comida: 3 pajaritos y medio y el resto del palmito; a partir
de mañana, lata pelada, a un tercio por cabeza, durante dos días; luego la leche que es la despedida. Para Ñacahuasu deben faltar dos a 3
jornadas. h- 610 m.
Marzo 8
Días de poco camino, de sorpresa y tensiones. A las 10 de la mañana salimos del campamento sin esperar a Rolando que estaba
cazando. Caminamos sólo hora y media y nos encontramos con los macheteros y los cazadores (Urbano, Miguel, Tuma - Médico y
Chinchu, respectivamente) tenían un montón de loros pero se habían encontrado con que había una toma de agua y se detuvieron. Fui a
ver el lugar luego de ordenar un campamento y lució una estación de bombeo de petróleo. Inti y Ricardo se tiraron al agua; debían
simular ser cazadores. Se tiraron vestidos a pasar en dos etapas pero Inti tuvo dificultades y casi se ahoga; Ricardo lo auxilió y por fin
salieron a la orilla llamando la atención de todo el mundo. La contraseña si había peligro no se produjo y desaparecieron. Habían
iniciado el cruce a las 12 y a las 15.15 me retiré sin que dieran señales de vida. Pasó toda la tarde y no aparecieron. La última posta se
retiró a las 21 y no se habían dado nuevas señales.
Me preocupé mucho, dos valiosos compañeros estaban expuestos y no se sabía lo que había pasado. Se resolvió que Alejandro y
Rolando, los mejores nadadores, crucen mañana al aclarar.
Comimos mejor que otros días, a pesar de la falta de palmito por la abundancia de loros y dos monitos que mató Rolando.
Marzo 9
Temprano iniciamos la tarea del cruce, pero fue necesario hacer una balsa, lo que demoró bastante. La posta anunció que se veían
gentes semidesnudas del otro lado; eran las 8.30 y se suspendió el cruce. Se ha hecho un caminito que sale al otro lado pero a un claro
desde donde nos ven, por lo que hay que salir de mañanita aprovechando la niebla del río. Cerca de las 16, tras un desesperante
observatorio que para mí duró desde las 10.30, se tiraron al río los proveedores (Inti y Chinchu), saliendo muy abajo. Trajeron un
puerco, pan, arroz, azúcar, café, algunas latas, maíz sarazo, &c. Nos dimos un pequeño festín de café, pan y se autorizó a consumir la
lata de leche condensada hecha dulce que traíamos en reserva. Explicaron que habían salido cada hora para que los vieran pero
infructuosamente para nosotros. Marcos y su gente pasaron hace 3 días y parece que Marcos hizo de las suyas mostrando las armas.
Los ingenieros de yacimientos no saben bien cuánto hay al Ñacahuasu, pero suponen 5 días de camino; los víveres nos alcanzan si fuera
así. La bomba pertenece a una planta de bombeo que se está construyendo.
Marzo 10
Salimos a las 6.30 caminando 45 minutos hasta alcanzar a los macheteros. A las 8 comenzó a llover siguiendo hasta las 11. Caminamos,
efectivos, unas 3 horas acampando a las 5. Se ven unas lomas que podría ser el Ñacahuasu. Braulio salió a explorar y regresó con la
noticia de que hay una senda y el río sigue recto al oeste. h - 600.
Marzo 11
El día comenzó bajo buenos auspicios. Caminamos más de 1 hora por un camino perfecto, pero éste se perdió sin transición. Braulio
tomó el machete y siguió trabajosamente hasta encontrar una playa. Les dejamos tiempo a él y Urbano para que abrieran camino y
cuando íbamos a seguir, la creciente nos cortó el camino, fue cosa fulminante y el río creció cerca de un par de metros.
Quedamos aislados de los macheteros y constreñidos a hacer camino en el monte. A las 13.30 paramos y mandé a Miguel y Tuma con
el encargo de conectar con los vanguardistas y dar orden de regresar si no se lograba llegar al Ñacahuasu o a un lugar bueno.
A las 18 volvieron; habían caminado unos 3 kilómetros llegando a un farallón cortado
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Febrero 1967
Febrero 1
Se realizó la primera etapa. La gente llegó algo cansada, pero en general, se cumplió bien. Antonio y el Ñato subieron a convenir la
contraseña y arriaron con mi mochila y la de Moro que está convaleciente de la palúdica.
Se estableció un sistema de alarma dentro de una botella, bajo una mata cercana al camino.
En la retaguardia, Joaquín, se resistió del peso y se retrasó todo el grupo.
Febrero 2
Día trabajoso y lento. El Médico retrasa un poco la marcha pero el ritmo general es lento. A las 4 llegamos al último lugar con agua y
acampamos. La vanguardia recibió la orden de llegar al río (presumiblemente el Frías) pero tampoco llevaba un ritmo bueno. Llovió por
la noche.
Febrero 3
El día amaneció lluvioso, por lo que retardamos la salida hasta las 8. Cuando comenzábamos a caminar, llegó Aniceto con la soga para
ayudarnos en los pasos difíciles, y poco después se reiniciaba la lluvia. Llegamos al arroyo a las 10, empapados y se resolvió no seguir
en el día de hoy. El arroyo no puede ser el río Frías; simplemente, no está en el mapa.
Mañana, la vanguardia saldrá con Pacho en la punta y nos comunicaremos cada hora.
Febrero 4
Caminamos desde la mañana hasta las 4 de la tarde, con parada de 2 horas para tomar una sopa a mediodía. El camino fue siguiendo el
Ñacahuasu; relativamente bueno pero fatal para los zapatos pues ya hay varios compañeros casi descalzos.
La tropa está fatigada pero todos han respondido bastante bien. Yo estoy liberado de casi 15 libras y puedo caminar con soltura aunque
el dolor en los hombros se hace a ratos insoportable.
No se han encontrado señales recientes del paso de gente por el río pero debemos toparnos con zonas habitadas de un momento a otro,
según el mapa.
Febrero 5
Inesperadamente, luego de caminar 5 horas por la mañana (12-14 kms) nos avisaron de la vanguardia que habían encontrado animales
(resultó una yegua y su potrillo). Nos detuvimos ordenando una exploración para evitar el presunto lugar poblado. La discusión era si
estábamos en el Iripiti o en la confluencia con el Saladillo, marcada en el mapa. Pacho volvió con la noticia de que había un río grande
varias veces mayor que el Ñacahuasu y que no daba paso. Nos trasladamos allí y nos encontramos con el auténtico Río Grande crecido
además. Hay señales de vida pero un poco viejas y los caminos que se siguieron mueren en yerbazales donde no hay señales de tránsito.
Acampamos en un lugar malo, cerca del Ñacahuasu para aprovechar su agua y mañana haremos exploraciones de ambos lados del río
(este y oeste) para conocer los parajes y otro grupo tratará de cruzarlo.
Febrero 6
Día de calma y reposición de fuerzas. Joaquín sale con Walter y el Médico a explorar el Río Grande siguiendo su cauce; caminan 8
kilómetros sin encontrar vados y sólo un arroyo con agua salada. Marcos camina poco contra la corriente y no llega al Frías; lo
acompañan Aniceto y el Loro. Alejandro, Inti y Pacho tratan de atravesar el río a nado sin conseguirlo. Nosotros nos trasladamos cerca
de un kilómetro hacia atrás buscando mejor ubicación. Pombo está algo enfermo.
Mañana comenzaremos la balsa para intentar atravesarlo.
Febrero 7
Se hizo la balsa bajo la dirección de Marcos; quedó muy grande y poco maniobrable. A la 1.30 comenzamos a trasladarnos hacia el
lugar del cruce y a las 2.30 comenzó el mismo. En dos viajes cruzó la vanguardia y en el tercero la mitad de la gente del centro y mi
ropa, pero no mi mochila; cuando lo cruzaban de nuevo para trasladar el resto del centro, el Rubio calculó mal y el río se la llevó muy
abajo, no pudiendo recuperarla. Se deshizo y Joaquín comenzó otra que estuvo lista a las 9 de la noche, pero no fue necesario cruzar de
noche porque no llovió y el río siguió bajando. Del centro quedamos Tuma, Urbano, Inti, Alejandro y yo. Tuma y yo dormimos en el
suelo.
Febrero 8
A las 6.30 se inició el cruce del resto del centro. A las seis salió la punta de vanguardia, y cuando llegó al centro, salió toda. A las 8.30
salió el centro, cuando toda la retaguardia estaba en ese lado. Se les encargó escondieran la balsa y siguieran. El camino se hizo
accidentado y hubo que abrirse paso a machete. A las seis, sedientos y hambrientos, llegamos a un arroyo con una pequeña poza, donde
se decidió acampar. Muchas huellas de puerco. Braulio, Aniceto y Benigno fueron hasta el río, a unos tres kilómetros, y volvieron con
la noticia de que se han visto huellas de abarcas y de tres animales, uno de ellos herrado, todas recientes.
Febrero 9
Cuando habíamos caminado algo más de media hora, se me ocurrió dejar la senda que subía y seguir por el arroyal. Al poco rato
apareció un maizal. Mandé a Inti y Ricardo a explorar y todo se convirtió en un pandemónium. La marca que habíamos dejado para los
de detrás no fue vista por éstos y me creyeron perdido. Las comisiones iban y venían. La vanguardia había visto la casa y esperaban mi
llegada. Inti y Ricardo encontraron a unos muchachitos y fueron a la casa de un campesino joven, con seis hijos, que los recibió muy
bien y dio multitud de datos. En una segunda entrevista, Inti le dijo que era el jefe de las guerrillas y compró dos puercos. Nos
quedamos en el mismo lugar comiendo maíz y puerco. El ponche estuvo en la madrugada, pero lo dejamos para el día siguiente.
Febrero 10
Convertido en ayudante de Inti fui a hablar con los campesinos. Creo que la comedia no fue muy efectiva debido a la cortedad de aquél.
El campesino está dentro del tipo; incapaz de ayudarnos, pero incapaz de preveer los peligros que acarrea y por ello potencialmente
peligroso. Dio una serie de indicaciones sobre los campesinos pero no se pudo precisar por cierta inseguridad.
El Médico curó los hijos, engusanados y otro pateado por una yegua y nos despedimos.
La tarde y la noche la invertimos en preparar huminta [huminta: panecillo horneado preparado con harina de maíz tierno] (no está
buena). Por la noche hice algunas observaciones a todos los compañeros reunidos, sobre los 10 días siguientes. En principio, pienso
caminar 10 días más rumbo a Masicuri y hacer que todos los compañeros vean físicamente los soldados, luego trataremos de llegar por
el Frías para dejar otro camino explorado.
(El campesino se llama Rojas.)
Febrero 11
cumpleaños del viejo; 67.
Seguimos una senda claramente marcada por la orilla del río, hasta que se hizo poco transitable y a ratos se perdía, con la característica
de que por allí no había pasado nadie en mucho tiempo. Al medio día llegamos a un punto en que se cerraba totalmente junto a un río
grande, que, de pronto nos hizo surgir la duda sobre si sería o no el Masicuri. Hicimos alto en un arroyo, mientras Marcos y Miguel
iban de exploración río arriba, el Inti, con Carlos y Pedro lo hacían río abajo, tratando de localizar la desembocadura. Así fue y se
confirmó que éste es el Masicuri, cuyo primer vado parece estar más abajo y donde vieron de lejos a varios campesinos que cargaban
unos caballos. Probablemente hayan visto nuestras huellas, de ahora en adelante hay que extremar las precauciones. Estamos una o dos
leguas de Arenales, según los informes del campesino. h - 760.
Febrero 12
Los dos kilómetros hechos ayer por la vanguardia se caminaron rápidamente. A partir de ese momento las picadas se hicieron muy
lentamente. A las 4 de la tarde caímos en un camino real que lucía ser el buscado. En frente, del otro lado del río, nos quedaba una casa
que decidimos desechar y buscarnos otra de este lado que debía ser la de Montaño, un recomendado de Rojas. Inti y el Loro fueron
hasta allí pero no encontraron a nadie, aunque las características indicaban que ésa era.
A las 7.30 salimos en una marcha nocturna que sirvió para demostrar lo mucho que queda por aprender.
A las 10, aproximadamente, Inti y el Loro volvieron a ir a la casa trayendo noticias no muy buenas: el hombre estaba borracho y muy
poco acogedor; no tiene más que maíz. Se había emborrachado en la casa de Caballero, del otro lado del río, cuyo vado pasa por allí.
Decidimos quedarnos a dormir en un bosquecito cercano. Tenía un cansancio atroz, pues las humintas me habían caído mal y llevaba un
día sin comer.
Febrero 13
En la madrugada se desató una lluvia fuerte que duró toda la mañana, creciendo el río. Las noticias mejoraron: Montaño, es el hijo del
dueño, de unos 16 años. El padre no estaba y tardaría una semana en volver. Dio bastante información precisa hasta los bajos, para el
que falta una legua. Un pedazo de camino va por la margen izquierda, pero es pequeño. En esta banda sólo vive un hermano de Pérez, un
campesino medio cuya hija es novia de un miembro del ejército.
Nos trasladamos hasta un nuevo campamento, al lado del arroyo y de un maizal -Marcos y Miguel hicieron una trocha hasta el camino
real. h - 650 (tiempo tormentoso).
Febrero 14
Día de tranquilidad, pasado en el mismo campamento. El muchacho de la casa vino 3 veces, una de ellas a avisar que alguna gente había
cruzado del otro lado del río a buscar unos puercos, pero no pasó de allí. Se le pagó más por el destrozo hecho al maizal.
Todo el día se lo pasaron los macheteros chapeando, sin encontrar casa; calculan haber preparado unos 6 kilómetros que será la mitad
de la tarea de mañana.
Se descifra un largo mensaje de La Habana cuyo núcleo es la noticia de la entrevista con Kolle. Este dijo allá que no se le había
informado de la magnitud continental de la tarea, que en ese caso estarían dispuestos a colaborar en un plano cuyas características
pidieron discutir conmigo; vendrían el mismo Kolle, Simón Rodríguez y Ramírez. Se me informa además que Simón ha manifestado su
decisión de ayudarnos independientemente de lo que resuelva el partido.
Informan además, que el francés viajando con su pasaporte llega el 23 a la Paz y se alojará en casa de Pareja o Rhea. Falta un pedazo
indescifrable hasta ahora. Veremos cómo afrontamos esta nueva ofensiva conciliadora. Otras noticias: Merci apareció sin plata,
alegando robo, se sospecha malversación aunque no se descarta algo más grave. Lechín va a pedir dinero y entrenamiento.
Febrero 15 cumpleaños de Hildita (11).
Día de marcha tranquila. A las 10 de ]a mañana habíamos alcanzado el punto a donde llegaron los picadores. Luego todo fue marchando
lentamente. A las 5 de la tarde informaron haber encontrado un sembrado y a las 6 se confirmaba. Mandamos a Inti, Loro y Aniceto para
que hablaran con el campesino; éste resultó ser Miguel Pérez, hermano de Nicolás, un campesino rico, pero él es pobre y explotado
por el hermano, de modo que se mostró dispuesto a colaborar. No comimos debido a lo avanzado de la hora.
Febrero 16
Caminamos unos metros para ponernos a cubierto de la curiosidad del hermano y acampamos en un alto que da al río, 50 metros abajo.
La posición es buena en cuanto a estar cubierto de sorpresas, pero un poco incómoda. Comenzamos la tarea de preparar una buena
cantidad de comida para la travesía, que haremos cruzando la sierra hacia el Rosita.
Por la tarde, una lluvia violenta y pertinaz, que siguió sin pausas toda la noche, entorpeció nuestros planes, pero hizo crecer el río y nos
dejó nuevamente aislados. Se le prestará $1.000 al campesino para que compre y engorde puercos; tiene ambiciones capitalistas.
Febrero 17
La lluvia siguió toda la mañana, 18 horas de lluvia. Todo está mojado y el río muy crecido. Mandé a Marcos, con Miguel y Braulio a que
busque un camino para ir al Rosita. Volvió a la tarde luego de hacer 4 kilómetros de trocha. Informó que se levanta un firme pelado
similar a lo que llamamos la Pampa del Tigre. Inti se siente mal, producto del atracón. h - 720 (condiciones atmosféricas anormales).
Febrero 18
cumpleaños de Josefina (33).
Fracaso parcial. Caminamos lentamente siguiendo el ritmo de los macheteros, pero a las 2 éstos habían arribado al firme llano donde
no se precisa machete; nosotros nos demoramos algo más y a las 3 llegamos a una aguada donde acampamos, esperando cruzar el firme
por la mañana. Marcos y Tuma fueron de exploración, pero volvieron con muy malas noticias; toda la loma es cortada por farallones
cortados a pico, imposibles de bajar. No hay más remedio que retroceder. h - 980 m.
Febrero 19
Día perdido. Bajamos la loma hasta encontrar el arroyo e intentamos subir por él, pero fue imposible. Mandé a Miguel y Aniceto para
que subieran por el nuevo estribo y trataran de pasar al otro lado, sin resultado. Consumimos el día esperándolos y retornaron
anunciando que los farallones eran del mismo tipo: impasables. Mañana intentaremos subir por el último firme después del arroyo que
cae en dirección oeste (los otros lo hacen en dirección sur y allí se quiebra la loma). h - 760 m.
Febrero 20
Día de lenta marcha, pero accidentado; Miguel y Braulio salieron por el viejo camino para llegar al arroyito del maizal; y allí perdieron
el rumbo y volvieron al arroyo al anochecer. Al llegar al siguiente arroyo mandé a Rolando y Pombo a explorarlo hasta que se
encontraron con el farallón, pero no volvieron hasta las 3, por lo que seguimos por el camino que Marcos iba haciendo, dejando a
Pedro y el Rubio a esperarlos.
Llegamos a las 4.30 al arroyo del maíz, donde hicimos campamento. No volvieron los exploradores. h - 720 m.
Febrero 21
Lenta caminata arroyo arriba. Pombo y Rolando volvieron con la noticia de que el otro arroyo daba paso, pero Marcos exploró éste y
lucía lo mismo. A las 11 salimos, pero a las 13.30 nos encontramos con unos pozos de agua muy fría que no se podían vadear. Se
mandó a Loro a explorar y tardó mucho por lo que envié por la retaguardia a Braulio y Joaquín. Loro volvió con la noticia de que el
arroyo ensanchaba más arriba y era más practicable por lo que se resolvió seguir sin esperar los resultados de Joaquín. A las 6
acampamos cuando aquél traía la noticia de que se podía subir el firme y había bastante camino practicable. Inti está mal; «aventado»
por segunda vez en una semana. h - 860.
Febrero 22
Todo el día se invirtió en subir por firmes bastante difíciles y de mucha manigua. Tras un día agotador nos tomó la hora de acampar sin
coronar, mandé a Joaquín y Pedro para que trataran de hacerlo solos y volvieron a las 7 con la noticia de que faltaban por lo menos tres
horas de chaqueo. h - 1.180. Estamos en las cabezas del arroyo que desemboca en el Masicuri, pero con rumbo sur.
Febrero 23
Día negro para mí; lo hice a pulmón pues me sentía muy agotado. Por la mañana salieron Marcos, Braulio y Tuma para preparar el
camino, mientras nosotros esperábamos en el campamento. Allí desciframos un nuevo mensaje que anuncia el recibo del mío al buzón
francés. A las 12 salimos, con un sol que rajaba piedras y poco después me daba una especie de desmayo al coronar la loma más alta y a
partir de ese momento caminé a fuerza de determinación. La altura máxima de la zona está a 1.420 m.; de allí se domina una amplia
zona incluido el Río Grande, la desembocadura del Ñacahuasu y una parte de Rosita. La topografía es distinta de la que marca el mapa:
luego de una clara línea divisoria, se baja abruptamente a una especie de meseta arbolada de 8 a 10 kilómetros de ancho en cuyo
extremo corre el Rosita; luego se eleva otro macizo con alturas equivalentes a la de esta cadena y a lo lejos se ve el llano.
Decidimos bajar por un lugar practicable, aunque muy pendiente, para tomar un arroyo que conduce a Río Grande y de allí al Rosita.
Luce que no hay casas en la orilla, contra lo que marca el mapa. Acampamos a 900 m., luego de un camino infernal, sin agua y ya
anocheciendo.
En la madrugada anterior oí a Marcos mandando a la mierda a un cro. y por el día a otro. Hay que hablar con él.
Febrero 24
cumpleaños de Ernestico (2).
Día trabajoso y desganado. Se avanzó muy poco, sin agua, pues el arroyo que llevamos está seco. A las 12 se cambiaron los macheteros
por el agotamiento; a las 2 de la tarde llovía un poco y se cargaban las cantimploras; poco después encontramos una poceta y a las 5
acampábamos en un rellano, al lado del agua. Marcos y Urbano siguieron la exploración y Marcos volvió con la noticia de que el río
estaba a un par de kilómetros pero el camino por el arroyo era muy malo, pues se convertía en una ciénaga. h - 680 m.
Febrero 25
Día negro. Se avanzó muy poco, y, para colmo Marcos equivocó la ruta y se perdió la mañana; había salido con Miguel y el Loro. A las
12 comunicó esto y pidió relevo y la comunicación; fueron Braulio, Tuma y Pacho. A las 2 horas retornó Pacho diciendo que Marcos
lo había enviado porque ya no se escuchaba bien. A las 4.30 envié a Benigno para que avisara a Marcos que si a las 6 no encontraba el
río retornara; después de la salida de Benigno, Pacho me llamó para decirme que Marcos y el habían tenido una discusión y que Marcos
le había dado órdenes perentorias amenazándolo con un machete y dándole con el cabo en la cara; al volver Pacho y decirle que no
seguía más, lo volvió a amenazar con el machete, zarandeándolo y rompiéndole la ropa.
Ante la gravedad del hecho, llamé a Inti y Rolando, quienes confirmaron el mal clima que existía en la vanguardia par el carácter de
Marcos, pero también informaron de algunos desplantes de Pacho.
Febrero 26
Por la mañana tuve una explicación con Marcos y Pacho, de la que salí convencido de que existió por parte de Marcos la injuria y el
maltrato y, quizás, la amenaza con el machete, pero no el golpe; de parte de Pacho, contestaciones injuriosas y una tendencia a la
bravuconería innata en él, con algunos antecedentes aquí. Esperé que todo el mundo estuviera reunido y hablé entonces de lo que
significaba este esfuerzo por llegar al Rosita, explicando como este tipo de privaciones era una introducción a lo que sufriríamos y
explicando que, producto de la falta de adaptación, se producían incidentes vergonzosos, como éste, protagonizado entre dos cubanos;
critiqué a Marcos par sus actitudes y aclaré a Pacho que otro incidente como este provocaría su baja deshonrosa de la guerrilla. Pacho,
además de negarse a seguir con el comunicador, volvió sin avisarme nada del incidente, y luego, según todas las probabilidades me
mintió sobre los golpes de Marcos.
Le pedí a los bolivianos que el que se sintiera flojo no apelara a métodos torcidos, me lo dijera a mí y lo licenciábamos en paz.
Seguimos caminando, tratando de alcanzar el Río Grande, para seguir por él; lo logramos y se pudo seguir durante un poco más de 1
km., pero hubo que volver a subir pues el río no daba paso en un farallón. Benjamín se había quedado atrás, por dificultades en su
mochila y agotamiento físico; cuando llegó a nuestro lado le di órdenes de que siguiera y así lo hizo; caminó unos 50 ms. y perdió el
trillo de subida, poniéndose a buscarlo arriba de una laja; cuando le ordenaba a Urbano que le advirtiera la pérdida, hizo un movimiento
brusco y cayó al agua. No sabía nadar. La corriente era intensa y lo fue arrastrando mientras hizo pie; corrimos a tratar de auxiliarlo y,
cuando nos quitábamos la ropa desapareció en un remanso. Rolando nadó hacia allí y trató de bucear, pero la corriente lo arrastró lejos.
A los 5 minutos renunciamos a toda esperanza. Era un muchacho débil y absolutamente inhábil, pero con una gran voluntad de vencer; la
prueba fue más fuerte que él, el físico no lo acompañó y tenemos ahora nuestro bautismo de muerte a orillas del Río Grande, de una
manera absurda. Acampamos sin llegar al Rosita a las 5 de la tarde. Nos comimos la última ración de frijoles.
Febrero 27
Tras otro día fatigoso, marchando por !a ribera y subiendo farallas, llegamos al río Rosita. Este es más grande que el Ñacahuasu y
menor que el Masicuri, y tiene las aguas rojizas. Nos comimos la última ración de reserva y no se encontraron señales de vida próxima,
a pesar de lo cerca que estamos de lugares poblados y carreteras. h - 600.
Febrero 28
Día de semidescanso. Después del desayuno (té) di una corta charla, analizando la muerte de Benjamín y contando algunas anécdotas de
la Sierra Maestra. A continuación salieron las exploraciones, Miguel, Inti, y el Loro Rosita arriba, con la instrucción de caminar tres
horas y media, lo que yo creía fuera necesario para alcanzar el río Abaposito, pero no fue así por la falta de senda; no encontraron
señales de vida reciente. Joaquín y Pedro subieron a los montes de enfrente, pero no vieron nada ni encontraron senda alguna o restos
de ella. Alejandro y Rubio cruzaron el río pero no encontraron senda, aunque la exploración fue superficial. Marcos dirigió la
construcción de la balsa y se inició el cruce apenas terminada, en un recodo del río donde desemboca el Rosita. Pasaron las mochilas
de 5 hombres, pero pasó la de Miguel y quedó la de Benigno, mientras que sucedía al revés con ellos, y para colmo, Benigno dejó los
zapatos.
La balsa no pudo ser recuperada y la segunda no estaba terminada, de modo que suspendimos el cruce hasta mañana.
Análisis del mes
Aunque no tengo noticias de lo ocurrido en el campamento, todo marcha aproximadamente bien, con las debidas excepciones, fatales
en estos casos.
En lo externo, no hay noticias de los dos hombres que debían mandarme para completar el conjunto; el francés ya debe estar en la Paz y
cualquier día en el campamento; no tengo noticias de los argentinos ni del Chino; los mensajes se reciben bien en ambas direcciones; la
actitud del partido sigue siendo vacilante y doble, lo menos que se puede decir de ella, aunque queda una aclaración, que puede ser
definitiva, cuando hable con la nueva delegación.
La marcha se cumplió bastante bien, pero fue empañada por el accidente que costó la vida a Benjamín; la gente está débil todavía y no
todos los bolivianos resistirán. Los últimos días de hambre han mostrado una debilitación del entusiasmo, caída que se hace más
patente al quedar divididos.
De los cubanos, dos de los de poca experiencia, Pacho y el Rubio no han respondido todavía, Alejandro lo ha hecho a plenitud; de los
viejos, Marcos da continuos dolores de cabeza y Ricardo no está cumpliendo cabalmente. Los demás bien.
La próxima etapa será de combate y decisiva.
Diario en Bolivia
Marzo 1967
Marzo 1
A las 6 de la mañana comenzó a llover. Pospusimos el cruce hasta que pasara, pero la lluvia arreció y siguió hasta las 3 de la tarde, hora
en que llegó la crecida y no consideramos prudente intentar el cruce. Ahora está muy crecido y sin trazas de bajar pronto. Yo me
trasladé a una tapera [tapera: bohío abandonado o cabaña para uso provisional] abandonada para huirle al agua y allí hice el nuevo
campamento. Joaquín quedó en su mismo lugar. Por la noche me informó que Polo se había tomado su lata de leche y Eusebio la de
leche y las sardinas, por ahora, como sanción, no comerán cuando toquen esas cosas. Mal síntoma.
Marzo 2
El día amaneció lluvioso y la gente disparada, empezando por mí. El río más crecido aún. Se decide dejar el campamento apenas
escampe y seguir paralelo al río por el camino que trajimos. Salimos a las 12 e hicimos buena provisión de palmitos de corojo
[palmito de corojo: corazón del corojo]. A las 4.30 nos detuvimos, pues habíamos dejado nuestro camino en un intento por aprovechar
una vieja senda que se perdió. No se tiene noticias de la vanguardia.
Marzo 3
Empezamos con entusiasmo, caminando bien, pero las horas nos fueron moderando y hubo que enderezar el camino por el firme, pues
temí que se produjera algún accidente en la zona por donde cayó Benjamín. Tardamos cuatro horas en hacer el camino que nos tomó
menos de 1/2 hora por abajo. A las 6 llegamos a la orilla del arroyo donde hicimos campamento, pero como sólo teníamos dos
palmitos, Miguel y Urbano, luego Braulio fueron a buscar unos lejanos, volviendo a las 9 de la noche. Cerca de las 12 comimos; el
palmito y el corojo (totai en Bolivia) están salvando la situación. h - 600 m.
Marzo 4
Miguel y Urbano salieron por la mañana y estuvieron todo el día macheteando, retornando a las 6 de la tarde; avanzaron unos 5
kilómetros y ven un llano que debe permitir avanzar; pero no hay lugar para campamento, por lo que decidimos quedarnos aquí hasta
alargar el trillo. Los cazadores lograron dos monitos, una cotorra y una paloma, que fue nuestra comida junto con el palmito, abundante
en este arroyo.
El ánimo de la gente está bajo y el físico se deteriora día a día; yo tengo comienzo de edemas en las piernas.
Marzo 5
Joaquín y Braulio salieron de macheteros, con lluvia, pero ambos están flojos y no avanzaron mucho. Se colectaron 12 palmitos y se
cazaron algunos pajaritos, lo que permite guardar las latas un día más y hacer reserva de palmito para dos días.
Marzo 6
Día de caminata intermitente hasta las 5 de la tarde. Miguel, Urbano y Tuma son los macheteros. Se avanzó algo y se ven a lo lejos unos
firmes que parecen ser los del Ñacahuasu. Sólo se cazó un lorito entregado a la retaguardia. Hoy comemos palmito con carne. Nos
quedan tres comidas muy escasas. h - 600 m.
Marzo 7
4 meses. La gente está cada vez más desanimada, viendo llegar el fin de las provisiones, pero no del camino. Hoy avanzamos entre 4 y 5
kilómetros por la orilla del río y dimos al final con un trillo prometedor. La comida: 3 pajaritos y medio y el resto del palmito; a partir
de mañana, lata pelada, a un tercio por cabeza, durante dos días; luego la leche que es la despedida. Para Ñacahuasu deben faltar dos a 3
jornadas. h- 610 m.
Marzo 8
Días de poco camino, de sorpresa y tensiones. A las 10 de la mañana salimos del campamento sin esperar a Rolando que estaba
cazando. Caminamos sólo hora y media y nos encontramos con los macheteros y los cazadores (Urbano, Miguel, Tuma - Médico y
Chinchu, respectivamente) tenían un montón de loros pero se habían encontrado con que había una toma de agua y se detuvieron. Fui a
ver el lugar luego de ordenar un campamento y lució una estación de bombeo de petróleo. Inti y Ricardo se tiraron al agua; debían
simular ser cazadores. Se tiraron vestidos a pasar en dos etapas pero Inti tuvo dificultades y casi se ahoga; Ricardo lo auxilió y por fin
salieron a la orilla llamando la atención de todo el mundo. La contraseña si había peligro no se produjo y desaparecieron. Habían
iniciado el cruce a las 12 y a las 15.15 me retiré sin que dieran señales de vida. Pasó toda la tarde y no aparecieron. La última posta se
retiró a las 21 y no se habían dado nuevas señales.
Me preocupé mucho, dos valiosos compañeros estaban expuestos y no se sabía lo que había pasado. Se resolvió que Alejandro y
Rolando, los mejores nadadores, crucen mañana al aclarar.
Comimos mejor que otros días, a pesar de la falta de palmito por la abundancia de loros y dos monitos que mató Rolando.
Marzo 9
Temprano iniciamos la tarea del cruce, pero fue necesario hacer una balsa, lo que demoró bastante. La posta anunció que se veían
gentes semidesnudas del otro lado; eran las 8.30 y se suspendió el cruce. Se ha hecho un caminito que sale al otro lado pero a un claro
desde donde nos ven, por lo que hay que salir de mañanita aprovechando la niebla del río. Cerca de las 16, tras un desesperante
observatorio que para mí duró desde las 10.30, se tiraron al río los proveedores (Inti y Chinchu), saliendo muy abajo. Trajeron un
puerco, pan, arroz, azúcar, café, algunas latas, maíz sarazo, &c. Nos dimos un pequeño festín de café, pan y se autorizó a consumir la
lata de leche condensada hecha dulce que traíamos en reserva. Explicaron que habían salido cada hora para que los vieran pero
infructuosamente para nosotros. Marcos y su gente pasaron hace 3 días y parece que Marcos hizo de las suyas mostrando las armas.
Los ingenieros de yacimientos no saben bien cuánto hay al Ñacahuasu, pero suponen 5 días de camino; los víveres nos alcanzan si fuera
así. La bomba pertenece a una planta de bombeo que se está construyendo.
Marzo 10
Salimos a las 6.30 caminando 45 minutos hasta alcanzar a los macheteros. A las 8 comenzó a llover siguiendo hasta las 11. Caminamos,
efectivos, unas 3 horas acampando a las 5. Se ven unas lomas que podría ser el Ñacahuasu. Braulio salió a explorar y regresó con la
noticia de que hay una senda y el río sigue recto al oeste. h - 600.
Marzo 11
El día comenzó bajo buenos auspicios. Caminamos más de 1 hora por un camino perfecto, pero éste se perdió sin transición. Braulio
tomó el machete y siguió trabajosamente hasta encontrar una playa. Les dejamos tiempo a él y Urbano para que abrieran camino y
cuando íbamos a seguir, la creciente nos cortó el camino, fue cosa fulminante y el río creció cerca de un par de metros.
Quedamos aislados de los macheteros y constreñidos a hacer camino en el monte. A las 13.30 paramos y mandé a Miguel y Tuma con
el encargo de conectar con los vanguardistas y dar orden de regresar si no se lograba llegar al Ñacahuasu o a un lugar bueno.
A las 18 volvieron; habían caminado unos 3 kilómetros llegando a un farallón cortado
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Mayo 1967
Mayo 1
Celebramos la fecha abriendo picadas pero caminando muy poco; todavía no hemos llegado a la divisoria de las aguas.
En La habana habló Almeida, pasándome la mano a mí y las famosas guerrillas bolivianas. El discurso fue un poco largo pero bueno.
Nos queda comida aceptable para tres días; hoy el Ñato mató a un pajarito con la honda, entramos a la era del pájaro.
Mayo 2
Día de lento avance y confusión sobre la situación geográfica. Se caminó efectivamente dos horas, debido a la dificultad de la chapea.
Desde un alto pude precisar un punto cercano al Ñacahuasu que indica que estamos muy al norte, pero no hay rastros del Iquiri. Di
orden a Miguel y Benigno de chapear todo el día para tratar de llegar al Iquiri o, al menos, al agua. Ya que estamos sin ella. Queda
comida para 5 días, pero muy escasa.
Radio Habana sigue con su ofensiva de información sobre Bolivia, con noticias exageradas. h - alcanzada 1.760 ms., dormimos a 1.730.
Mayo 3
Después de un día de continuo chapeo, que arrojó una caminata útil de poco más de 2 horas, llegamos a un arroyo de bastante agua que
parece tener rumbo norte. Para mañana haremos simultáneamente la exploración a ver si tuerce el rumbo y continuaremos la chapea.
Nos queda comida para dos días solamente y escasa. Estamos a una altura de 1.080 metros, 200 sobre el nivel del Ñacahuasu. Se oye un
ruido lejano de motor cuya dirección es inidentificable.
Mayo 4
Por la mañana continuó el camino, mientras Coco y Aniceto exploraban el arroyo. Volvieron cerca de las 13 afirmando que el arroyo
giraba al este y sur, con lo que parecía ser el Iquiri. Ordené buscar los macheteros y seguir aguas abajo. Salimos a las 13.30 y a las 17
paramos, seguros ya de que el rumbo general era este-nordeste, por lo que no puede ser el Iquiri, a menos que cambie de rumbo. Los
macheteros, informaron que no habían encontrado agua y seguían viendo firmes; se resolvió seguir adelante con la impresión de que
vamos al Río Grande. Se cazó sólo un cacaré [cacaré: pajarito de monte, nombrado así porque denuncia la llegada de hombre o animal
con su cacareo] que se repartió a los macheteros, dado su diminuto tamaño; nos queda comida floja para dos días.
La radio dio la noticia del arresto del Loro, herido en una pierna, sus declaraciones son buenas hasta ahora. Según todo parece indicar,
no fue herido en la casa sino en otro lado, presumiblemente tratando de escapar. h - 980 m.
Mayo 5
Caminamos efectivamente 5 horas, unos 12-14 kilómetros llegando a un campamento hecho por Inti y Benigno. Estamos, pues en el
arroyo del Congrí, que no figura en el mapa, muy al norte de donde pensábamos. Esto plantea varias interrogantes: ¿Dónde está el
Iquiri?; ¿no sería aquél donde Benigno y Aniceto fueron sorprendidos?; ¿los agresores, no serían gente de Joaquín? Por ahora pensamos
dirigirnos al Oso, donde debe quedar desayuno para dos días y, de allí al campamento viejo. Hoy se mataron 2 pájaros grandes y un
cacaré, con lo que ahorramos la comida y seguimos con reservas para dos días: sopas en sobre y carne enlatada. Inti, Coco y el Médico
están emboscados para cazar. Se dio noticias de que Debray será juzgado por un tribunal militar en Camiri como presunto jefe u
organizador de las guerrillas; su madre llega mañana y hay bastante ruido en torno al asunto. Del Loro nada. h - 840 m.
Mayo 6
Los cálculos sobre la llegada al Oso resultaron fallidos, pues la distancia a la casita del arroyo resultó mayor de la prevista y el camino
estaba cerrado, por lo que hubo que abrir camino. Llegamos a la casita a las 16.30 tras de pasar alturas de 1.400 metros con la gente
desganada para caminar. Se comió la penúltima comida, muy pobre; sólo se cazó una perdiz que dimos al machetero (Benigno) y los
dos que le seguían en el orden de marcha.
Las noticias se centran en el caso Debray. h - 1.100 m.
Mayo 7
Llegamos temprano al Campamento del Oso y allí nos esperaban las 8 latas de leche, con lo que hicimos un desayuno reconfortante. Se
sacaron algunas cosas de la cueva cercana, entre ellas, un mauser para el Ñato, que será nuestro bazuquero, contando con 5 proyectiles
antitanque. Este viene mal, luego de un ataque de vómitos. Apenas llegados al campamento, salieron a explorar la finquita Benigno,
Urbano, León, Aniceto y Pablito. Nosotros nos comimos las últimas sopas y carne, pero tenemos provisión de manteca que había en la
cueva. Se vieron huellas de pies y hay algunos pequeños destrozos que indican que estuvieron por aquí soldados. A la madrugada
llegaron los exploradores con las manos vacías: los soldados están en la finquita y han tumbado el maíz. (Se cumplen 6 meses del
inicio oficial de la guerrilla, con mi llegada.) h - 880 m.
Mayo 8
Insistí desde temprano en que se hicieran los arreglos de las cuevas y se bajara la otra lata de manteca para ir rellenando botellas, pues
es todo lo que tenemos de comer. A eso de las 10.30 se oyeron disparos aislados en la emboscada; dos soldados desarmados venían
Ñacahuasu arriba, Pacho creyó que era una vanguardia y los hirió en una pierna y a sedal en el vientre. Se les dijo que se había disparado
porque no se pararon ante el alto, ellos, naturalmente, no oyeron nada. La emboscada estuvo mal coordinada y la actuación de Pacho no
fue buena; muy nervioso. Se mejoró enviando a Antonio y algunos más al lado derecho. Las declaraciones de los soldados establecen
que están situados cerca del Iquiri, pero en realidad mentían. A las 12 se capturaron dos que venían a toda carrera Ñacahuasu abajo,
declarando que venían rápido porque habían salido a cazar y al volver, por el Iquiri, se encontraron con que la compañía había
desaparecido y salieron en su búsqueda; también mentían; en realidad, estaban acampados en el llano de cazar y se escapaban a buscar
comida a nuestra finca porque el helicóptero no venía a abastecerlos. A los dos primeros se les capturaron cargas de maíz tostado y
crudo y 4 latas de cebolla, más azúcar y café; nos resolvieron el problema del día con auxilio de la manteca que comimos en grandes
cantidades; algunos se enfermaron.
Más tarde informó la posta de repetidas exploraciones de guardias que llegaban a la esquina del río y volvían. Todo el mundo estaba en
tensión cuando llegaron, al parecer 27 guardias. Habían visto algo raro y el grupo comandado por el subteniente Laredo avanzó; él
mismo inició el fuego y cayó muerto en el acto, junto con dos reclutas más. Ya caía la noche y los nuestros avanzaron capturando 6
soldados; el resto se retiró.
El resultado total arroja: 3 muertos y 10 prisioneros, dos de ellos heridos; 7 M-1 y 4 mausers, equipo personal, parque y un poco de
comida que nos sirvió junto con la manteca, para mitigar el hambre. Dormimos allí.
Mayo 9
Nos levantamos a las 4 (yo no dormí) y liberamos a los soldados, previa charla. Se les quitaron los zapatos, se les cambió la ropa y a los
mentirosos se les envió en calzoncillos. Partieron hacia la finquita llevando al herido. A las 6.30 completamos la retirada rumbo al
arroyo de los monos por el camino de la cueva, donde guardamos el botín. Sólo nos queda la manteca como alimento, me sentía
desfallecer y debí dormir 2 horas para poder seguir a paso lento y vacilante; la marcha en general se hizo así. Comimos sopa de
manteca en la primer aguada. La gente está débil y ya habemos varios con edema. Por la noche, el ejército dio el parte de la acción
nombrando a sus muertos y heridos, pero no a sus prisioneros y anuncia grandes combates con fuertes pérdidas por nuestra parte.
Mayo 10
Seguimos avanzando lentamente. Al llegar al campamento donde está la tumba del Rubio encontramos charqui que habíamos dejado en
mal estado y sebo; recogimos todo, no había señales de guardias. Cruzamos el Ñacahuazú con precaución e iniciamos el camino hacia
Pirirenda por una quebrada explorada por Miguel pero cuyo camino no está terminado. Paramos a las 17 y comimos el pedazo de
charqui y el sebo.
Mayo 11
La vanguardia salió primero; yo me quedé escuchando el noticiero. Al rato vino Urbano a avisar que Benigno había muerto un puerco de
tropa (pecarí) y pedían autorización para hacer fuego y pelarlo; decidimos quedarnos a comer el animal mientras Benigno, Urbano y
Miguel seguían haciendo la senda rumbo a la laguna. A las 14 horas reemprendimos la marcha, haciendo campamento a las 18. Miguel y
los otros siguieron adelante.
Debo hablar seriamente con Benigno y Urbano, pues el primero se comió una lata el día del combate y lo negó y Urbano se comió una
parte del charqui del campamento del Rubio.
Dieron la noticia del relevo del coronel Rocha, Jefe de la 4ª división que opera en la zona. h - 1.050 ms.
Mayo 12
Se caminó lentamente. Urbano y Benigno abrían la senda. A las 15 se vio la laguna a unos 5 kms. y poco después se encontró una senda
vieja. A la hora se dio con un tremendo maizal con zapallos, pero no hay agua. Se preparó joco asado y saltado con manteca y
desgranamos maíz; además se hizo maíz tostado. Los exploradores llegaron con la noticia de que habían caído a la casa de Chicho, el
mismo de la otra vez, que es nombrado como buen amigo en el diario del Tte. Henry Laredo; no estaba en la casa pero sí 4 peones y una
sirvienta; el marido de la cual vino a buscarla y quedó retenido. Se hizo un puerco grande con arroz y frituras, además de zapallo.
Pombo, Arturo, Willy y Darío quedaron custodiando las mochilas. Lo malo es que no hemos localizado el agua, fuera de la casa.
Nos retiramos a las 5.30, a paso lento y con casi todo el mundo enfermo. El dueño de casa no había llegado y se le dejó una nota
especificando los daños o gastos; a los peones y la sirvienta se les pagó $10 a cada uno por su trabajo. h - 950 m.
Mayo 13
Día de eruptos, pedos y vómitos y diarreas; un verdadero concierto de órgano. Permanecimos en una inmovilidad absoluta tratando de
asimilar el puerco. Tenemos dos latas de agua. Yo estuve muy mal hasta que vomité y me compuse. Por la noche comimos frituras de
maíz y zapallo asado, más los restos del festín anterior, los que estaban en condiciones de ello.
Todos los radios estuvieron dando con insistencia la noticia de que se había frustrado un desembarco cubano en Venezuela y el
gobierno de Leoni presentó dos hombres, con sus nombres y grados; no los conozco, pero todo indica que algo salió mal.
Mayo 14
Temprano, salimos con pocas ganas, para llegar a la laguna de Pirirenda por un sendero que encontraron Benigno y Camba en una
exploración. Antes de salir reuní a todo el mundo y les tiré una descarga sobre los problemas confrontados; fundamentalmente, el de la
comida, haciendo críticas a Benigno por comerse una lata y negarlo; Urbano, por comerse un charqui a escondidas y Aniceto por su
afán de colaborar en todo lo que sea comida y su renuencia a hacerlo cuando se trata de otra cosa. En el curso de la reunión se
escucharon ruidos de camiones acercándose. En un escondite cercano guardamos una cincuentena de jocos y dos quintales de maíz
desgranado para eventuales necesidades.
Cuando estábamos fuera del camino, ocupados en recoger frijoles, sonaron descargas cerca y, poco después, vimos la aviación
«bombardeándonos ferozmente», pero como a 2 ó 3 kms. de nuestras posiciones. Seguimos subiendo una lomita y apareció la laguna,
mientras los guardias continuaban su tiradera. Al anochecer nos acercamos a una casa cuyos ocupantes la habían abandonado poco
antes, la que estaba muy bien surtida y con agua. Comimos un sabroso fricasé de gallina con arroz, y permanecimos hasta las 4.00.
Mayo 15
Día sin novedad.
Mayo 16
Al comenzar la caminata, se me inició un cólico fortísimo con vómitos y diarrea. Me lo cortaron con demerol y perdí la noción de
todo mientras me llevaban en hamaca; cuando desperté estaba muy aliviado pero cagado como un niño de pecho. Me prestaron un
pantalón, pero sin agua, hiedo a mierda a una legua. Pasamos todo el día allí, yo adormilado. Coco y el Ñato hicieron una exploración
encontrando un camino que tiene rumbo sur-norte. Por la noche lo seguimos mientras hubo luna y luego descansamos. Se recibió el
mensaje No. 36, de donde se desprende el total aislamiento en que estamos.
Mayo 17
Proseguimos la marcha hasta las 13, hora en que llegamos a un aserradero con trazas de haber sido abandonado hace unos 3 días. Tenía
azúcar, maíz, manteca, harina y agua en turriles, al parecer, transportada desde lejos. Nos quedamos acampados aquí, mientras se hacían
exploraciones por los caminos que salen del campamento, los que mueren en el monte. Raúl presentó una tumoración en una rodilla
con intenso dolor que no lo deja caminar; se le aplicó un antibiótico fuerte y mañana se le hará una punción. Caminamos unos 15 kms. h
- 920 ms.
Mayo 18
Roberto - Juan Martín
Quedamos el día emboscados por si vienen los trabajadores o el ejército; sin novedad. Miguel salió con Pablito y encontró el agua a
unas dos horas del campamento por un camino transversal. Se le hizo la punción a Raúl, extrayéndole 50 c.c. de líquido purulento; se le
hace tratamiento general antiinfeccioso; no puede, prácticamente, dar un paso. Extraigo mi primera muela en esta guerrilla; víctima
propiciatoria: Camba; todo marchó bien. Comimos pan hecho en un pequeño hornito y, por la noche, un potaje bárbaro, que me puso al
parir.
Mayo 19
La vanguardia salió temprano ocupando posiciones en la emboscada del cruce de caminos, después salimos nosotros, reemplazando una
parte a la vanguardia mientras ésta retornaba a buscar a Raúl y lo llevaba hasta el cruce; la otra parte del centro siguió hasta la aguada a
dejar mochilas y retornó a buscar a Raúl, quien mejora lentamente. Antonio hizo una pequeña exploración arroyo abajo y encontró un
campamento abandonado de guardias; aquí también hay restos de ración seca. El Ñacahuasu no debe estar lejos y calculo que debemos
salir debajo del arroyo del Congrí. Llovió toda la noche, sorprendiendo a los expertos.
Tenemos comidas para diez días y en las inmediaciones hay zapallo y maíz. h - 780 m.
Mayo 20
Camilo
Día sin movimiento. Por la mañana se emboscó el centro y por la tarde la vanguardia, siempre al mando de Pombo, quien opina que es
muy mala la posición elegida por Miguel. éste exploró arroyo abajo, encontrando el Ñacahuasu a 2 horas de camino sin mochila. Se
escuchó nítido un disparo que no se sabe quién lo disparó; en las orillas del Ñacahuasu hay huellas de otro campamento militar de un
par de pelotones. Incidente con Luis por protestón que fue sancionado con la orden de no ir a la emboscada; parece que reaccionó bien.
En conferencia de prensa, Barrientos negó la condición de periodista de Debray y anunció que pedirá al congreso el restablecimiento
de la pena de muerte. Casi todos los periodistas, y todos los extranjeros, le preguntaron sobre Debray; se defendió con una pobreza de
recursos increíble. Es lo más incapaz que se puede pedir.
Mayo 21
Domingo. Sin movimiento. Se continuó con la emboscada, rotándola de 10 en 10, al medio día. Raúl mejora lentamente; se le hizo una
segunda punción extrayéndole unos 40 c.c. de líquido purulento. Ya no tiene fiebre pero está adolorido y no puede caminar casi; es mi
preocupación actual. Por la noche comimos opíparamente: potaje, harina, charqui aporreado y zapallo regado con mote [mote: maíz
seco sancochado en grano, sin sal].
Mayo 22
Como era de esperar, a medio día apareció el encargado del aserrío, Guzmán Robles, con el chofer, y un hijo en un jeep destartalado.
Al principio parecía una avanzada del ejército, para ver qué había, pero se fue abriendo y consintió en salir a Gutiérrez por la noche
dejando su hijo de rehén; debe volver mañana. La vanguardia permanecerá toda la noche emboscada y mañana esperaremos hasta las 15.
Luego será preciso retirarse pues la situación se tornaría peligrosa. Da la impresión de que el hombre no traicionará, pero no sabemos
de su habilidad para comprar sin levantar sospechas. Se le pagó todo el consumo que se hizo en el batey. Dio informes sobre la
situación en Tatarenda, Limón, Ipitá, donde no hay guardias, salvo un teniente en este último punto. En Tatarenda habla de oídos, pues
no ha estado allí.
Mayo 23
Día de tensión. El encargado no apareció en todo al día y, aunque no hubo actividad, resolvimos retirarnos por la noche con el rehén, un
muchachón de 17 años. Caminamos una hora por la senda, a la luz de la luna, durmiendo en el camino. Salimos con carga de comida
para unos 10 días.
Mayo 24
En dos horas llegamos al Ñacahuasu, que estaba libre. Salimos como a las 4 horas aguas abajo del arroyo del Congrí. Caminamos
lentamente soportando el paso lento y desganado de Ricardo y, hoy también de Moro. Llegamos al campamento que usamos el primer
día de caminata en el primer viaje. No dejamos huella ni se vieron recientes. La radio dio la noticia de que no habrá lugar al pedido de
Habeas corpus sobre Debray. Calculo que estamos a una o dos horas del Saladillo; al llegar a la cima decidiremos qué hacer.
Mayo 25
En hora y media llegamos al Saladillo, sin dejar huellas. Caminamos unas dos horas arroyo arriba, hasta donde nacen las aguas. Allí
comimos y seguimos a las 15.30, caminando otro par de horas hasta las 18 en que acampamos a 1.100 ms., sin coronar el firme
todavía. Después nos quedan, según el muchacho, un par de leguas hasta el chaco [chaco: terreno cultivado con frutos menores] del
abuelo o, según Benigno, un día entero de camino hasta la casa de Vargas, sobre el Río Grande. Mañana tomaremos la decisión.
Mayo 26
Tras dos horas de recorrido y pasar la cumbre de 1.200 ms., llegamos al chaco del tío abuelo del muchacho. Estaban trabajando dos
peones que debieron ser aprehendidos ya que caminaban en nuestra dirección; resultaron cuñados del viejo, casado con una hermana de
ellos. Sus edades: 16 y 20 años. Dieron la información de que el padre del muchacho hizo las compras pero fue detenido y confesó
todo. Hay 30 guardias en Ipita y patrullan el poblado. Nos comimos un puerco frito con zapallos en carbonada con manteca, pues no
había agua en la zona y se traslada en turril desde el propio Ipitá. Por la noche salimos rumbo al chaco que tienen los muchachos, a 8
kms., 4 hacia el propio Ipitá y 4 hacia el oeste. Llegamos al amanecer. h - 1.100 ms.
Mayo 27
Día de holganza y, un poco, de desesperación: De todas las maravillas prometidas, sólo tenían un poco de caña vieja y el trapiche estaba
inútil. Como era de esperar, el viejo dueño del chaco vino a medio día con su carretón con agua para los chanchos y vio algo raro
regresando donde estaba la retaguardia emboscada, la que lo apresó junto con un peón. Estuvieron presos hasta las 18 horas en que los
soltamos, conjuntamente con el menor de los hermanos; con encargo de que permanecieran hasta el lunes por ahí y no comentaran
nada. Caminamos dos horas, y dormimos en un maizal, ya orientados en el camino que nos llevará a Caraguatarenda.
Mayo 28
Domingo. Nos levantamos temprano y comenzamos a marchar; en hora y media estábamos en los límites de los chacos de
Caraguatarenda y se mandó a Benigno y Coco para explorar, pero fueron vistos por un campesino y lo apresaron. Al poco tiempo
teníamos una colonia prisionera, sin mayores signos de temor, hasta que una vieja comenzó a gritar junto con sus hijos, al darle el alto,
y ni Pacho ni Pablo se animaron a detenerla, huyendo hacia el poblado. Lo tomamos a las 14, apostándonos en ambas puntas del
poblado. Poco después caía un jeep de yacimientos; en total, cayeron dos jeeps y dos camiones, mitad y mitad particulares y de
yacimientos. Comimos algo; tomamos café y tras 50 broncas, salimos a las 19.30 rumbo a Ipitacito; allí violentamos una tienda y
sacamos $500 en mercancía, que dejamos a la custodia de dos campesinos, levantando un acta muy ceremoniosa. Seguimos nuestro
peregrinar, llegando a Itay donde nos recibieron muy bien en una casa en la que resultó estar la maestra dueña de la tienda de Ipitacito y
confrontamos los precios. Yo alterné y me parece que me conocieron; tenían un queso y un poco de pan y nos regalaron eso y café,
pero hay una nota falsa en el recibimiento. Seguimos rumbo a Espino, en la vía férrea a Santa Cruz, pero el camión, un Ford al que le
quitaron la tracción delantera, se quedó y nos tomó la mañana a tres leguas de Espino y el vehículo se fundió definitiva y totalmente a
dos de ese lugar. La vanguardia tomó el rancho y el jeep hizo 4 viajes hasta transportarnos a todos. h - 880 m.
Mayo 29
El caserío del Espino es relativamente nuevo, pues el viejo, fue arrasado por el aluvión del 58. Es una comunidad guaraní cuyos
integrantes, muy tímidos, hablan o simulan hablar, muy poco español. Cerca había gente de petróleo trabajando y heredamos otro
camión en el que podíamos embarcar todos, pero se malogró la oportunidad, pues Ricardo lo empantanó y no se pudo sacar. La
tranquilidad fue absoluta, como si estuviéramos en mundo aparte. Coco fue encargado de la información sobre los caminos y la trajo
deficiente y contradictoria, al punto que ya salíamos para hacer una jornada algo peligrosa pero que nos llevaría cerca del Río Grande,
cuando a último momento resulta que no y que debemos ir a Muchiri, lugar donde hay agua. Con todos los problemas de organización
existentes, salimos a las 3.30, el grupo de vanguardia en el jeep (6, 7 con Coco) y los demás a pie.
La radio nos trae la noticia de la fuga del Loro, que estaba en Camiri.
Mayo 30
De día llegamos a la línea del ferrocarril, encontrándonos con que no existía el camino señalado que nos debía llevar a Michuri.
Buscando, se encontró a 500 ms. del cruce un camino recto, petrolero y la vanguardia siguió por él en jeep. Cuando Antonio se
retiraba, un jovencito venía con una escopeta y un perro por la vía y al darle el alto huyó. Ante esa noticia, dejé a Antonio emboscado a
la entrada del camino y nosotros nos apartamos unos 500 ms. A las 11.45 apareció Miguel con la noticia de que había caminado 12
Kms. con rumbo este sin encontrar casa ni agua; sólo un camino que apartaba al norte. Le di orden de explorar con tres hombres en el
jeep ese camino hasta 10 kms. al norte y volver antes del anochecer. A las 15, cuando dormía plácidamente, me despertó un tiroteo de
la emboscada. Pronto llegaron las noticias: el ejército había avanzado y cayó en la trampa. 3 muertos y un herido parece ser el saldo.
Actuaron: Antonio, Arturo, Ñato, Luis, Willy y Raúl; este último flojo. Nos retiramos a pie caminando los 12 kms. hasta el cruce sin
encontrar a Miguel en este punto, tuvimos noticias de que el jeep se encangrejaba por falta de agua. A unos 3 kms. de allí lo
encontramos: orinamos todos en él y con una cantimplora de agua pudimos llegar al punto máximo alcanzado, donde esperaban Julio y
Pablo. A las 2, ya estaba todo el mundo reunido allí, alrededor de un fuego en el que asamos 3 pavos y freímos la carne de puerco.
Guardamos un animal para que tome agua en las aguadas, por las dudas.
Estamos bajando: desde 750 ms. llegamos ahora a 650 ms.
Mayo 31
El jeep seguía braveando con sus orines y alguna cantimplora de agua. Sucedieron dos hechos que cambiaron el ritmo: el camino con
rumbo norte se acabó, por lo que Miguel suspendió la marcha y uno de los grupos de seguridad detuvo en un camino lateral al
campesino Gregorio Vargas, que venía en su bicicleta a preparar unas trampas, su oficio. La actitud del hombre no era del todo clara
pero dio valiosas informaciones sobre las aguadas. Una de ellas nos quedaba atrás y mandé a un grupo a buscar agua y cocinar. Con él
como guía; cuando estaban llegando, avistaron dos camiones del ejército y se les hizo una emboscada apresurada, tumbando, al parecer,
dos hombres. El Ñato, al fallarle la primera bala de salva de su granada antitanque, le puso una de guerra y el aparato le explotó en las
narices, sin hacerle nada personalmente, pero destruyendo el trombón. Seguimos retirándonos, sin hostigamiento de la aviación,
caminando unos 15 kms. antes de encontrar la segunda aguada, ya de noche. El jeep dio sus últimos estertores por falta de gasolina y
recalentamiento. Pasamos la noche comiendo. El Ejército dio un comunicado reconociendo un subteniente y un soldado muertos en el
día de ayer y atribuyéndonos muertos «vistos». Para mañana, tengo la intención de cruzar la línea férrea, buscando las montañas. h - 620
m.
Resumen del mes
El punto negativo es la imposibilidad de hacer contacto con Joaquín, pese a nuestro peregrinar por las serranías. Hay indicios de que
éste se ha movido hacia el norte.
Desde el punto de vista militar, tres nuevos combates, causándoles bajas al Ejército y sin sufrir ninguna, además de las penetraciones en
Pirirenda y Caraguatarenda, indican el buen éxito. Los perros se han declarado incompetentes y son retirados de la circulación.
Las características más importantes son:
1°) Falta total de contacto con Manila, la Paz, y Joaquín, lo que nos reduce a los 25 hombres que constituyen el grupo.
2°) Falta completa de incorporación campesina, aunque nos van perdiendo el miedo y se logra la admiración de los campesinos. Es una
tarea lenta y paciente.
3°) El partido, a través de Kolle, ofrece su colaboración, al parecer, sin reservas.
4°) El clamoreo del caso Debray ha dado más beligerancia a nuestro movimiento que 10 combates victoriosos.
5°) La guerrilla va adquiriendo una moral prepotente y segura que, bien administrada, es una garantía de éxito.
6°) El Ejército sigue sin organizarse y su técnica no mejora substancialmente.
Noticia del mes: el apresamiento y fuga del Loro, que ahora deberá incorporarse o dirigirse a la Paz a hacer contacto.
El Ejército dio el parte de la detención de todos los campesinos que colaboraron con nosotros en la zona de Masicuri: ahora viene una
etapa en la que el terror sobre los campesinos se ejercerá desde ambas partes, aunque con calidades diferentes; nuestro triunfo
significará el cambio cualitativo necesario para su salto en el desarrollo.
Diario en Bolivia
Junio 1967
Junio 1
Envié la vanguardia a apostarse en el camino y hacer una exploración hasta el cruce del camino petrolero, a unos 3 kms. La aviación
comenzó a moverse por la zona, de acuerdo con la información de la radio en el sentido de que el mal tiempo había dificultado las
acciones los días anteriores y ahora las reiniciarían. Dieron un parte extraño sobre dos muertos y tres heridos, que no se sabe si son los
viejos o nuevos. Después de comer, a las 5, salimos rumbo a la vía. Fueron 7-8 kms. hechos sin novedad, caminamos 1 1/2 por la vía y
tomamos un callejón abandonado que nos debe llevar a un chaco 7 kms., pero ya estaba todo el mundo cansado y nos dormimos a mitad
del camino. En todo el trayecto, sólo se escuchó un tiro lejano. h - 880 m.
Junio 2
h - 800.
Se cumplieron los 7 kms. previstos por Gregorio y llegamos al chaco, allí cogimos un chancho robusto y lo matamos, pero en ese
momento aparecieron el vaquero de Braulio Robles, su hijo y dos peones, uno de los cuales resultó ser un «achacao» [achacao: en
Bolivia, hijo de la mujer, hijastro] del dueño, Symuní. En sus caballos transportamos los 3 kms. hasta el arroyo, al chancho
descuartizado y allí los retuvimos, mientras escondíamos a Gregorio, cuya desaparición se conocía. Casi al llegar al centro, pasó un
camión del ejército con dos soldaditos y unos turriles, un bocado fácil, pero era día de holgorio y puerco. Pasamos la noche cocinando
y a las 3.30 soltamos los cuatro guajiros, pagándole $10 a cada uno por su día. A las 4.30 se iba Gregorio, que esperó comida y
reenganche y recibió $100. El agua del arroyo es amarga.
Junio 3
Salimos a las 6.30 por la margen izquierda del arroyo caminando hasta las 12, hora en que se mandó a Benigno y Ricardo de
exploración al camino, encontrando un buen lugar para emboscada. A las 13 ocupamos posiciones, Ricardo y yo con un grupo cada uno
en el centro, Pombo en un extremo y Miguel, con toda la vanguardia en el punto ideal. A las 14.30 pasó un camión con chanchos que
dejamos pasar, a las 16.20 una camioneta con botellas vacías y a las 17 un camión del ejército, el mismo de ayer, con dos soldaditos
envueltos en frazada en la cama del vehículo. No tuve coraje para tirarles y no me funcionó el cerebro lo suficientemente rápido como
para detenerlo, lo dejamos pasar. A las 18 levantamos la emboscada y seguimos camino abajo hasta encontrar el arroyo de nuevo.
Apenas llegados pasaron 4 camiones en fila y luego 3 más al parecer sin ejército.
Junio 4
Seguimos caminando por la margen del arroyo, con la intención de hacer otra emboscada si las condiciones se presentaban, pero
apareció una senda que nos llevaba al oeste y la tomamos; luego siguió por un cauce seco y tomó rumbo al sur. A las 14.45 paramos a
hacer café y avena. En un charquito de agua fangosa, pero se demoró mucho y acampamos allí mismo. Por la noche se desató el surazo
con agua finita toda la noche.
Junio 5
Dejamos la senda y fuimos partiendo monte bajo el «chinchín» constante del surazo. Caminamos hasta las 17, efectivamente 2 1/4
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Mayo 1967
Mayo 1
Celebramos la fecha abriendo picadas pero caminando muy poco; todavía no hemos llegado a la divisoria de las aguas.
En La habana habló Almeida, pasándome la mano a mí y las famosas guerrillas bolivianas. El discurso fue un poco largo pero bueno.
Nos queda comida aceptable para tres días; hoy el Ñato mató a un pajarito con la honda, entramos a la era del pájaro.
Mayo 2
Día de lento avance y confusión sobre la situación geográfica. Se caminó efectivamente dos horas, debido a la dificultad de la chapea.
Desde un alto pude precisar un punto cercano al Ñacahuasu que indica que estamos muy al norte, pero no hay rastros del Iquiri. Di
orden a Miguel y Benigno de chapear todo el día para tratar de llegar al Iquiri o, al menos, al agua. Ya que estamos sin ella. Queda
comida para 5 días, pero muy escasa.
Radio Habana sigue con su ofensiva de información sobre Bolivia, con noticias exageradas. h - alcanzada 1.760 ms., dormimos a 1.730.
Mayo 3
Después de un día de continuo chapeo, que arrojó una caminata útil de poco más de 2 horas, llegamos a un arroyo de bastante agua que
parece tener rumbo norte. Para mañana haremos simultáneamente la exploración a ver si tuerce el rumbo y continuaremos la chapea.
Nos queda comida para dos días solamente y escasa. Estamos a una altura de 1.080 metros, 200 sobre el nivel del Ñacahuasu. Se oye un
ruido lejano de motor cuya dirección es inidentificable.
Mayo 4
Por la mañana continuó el camino, mientras Coco y Aniceto exploraban el arroyo. Volvieron cerca de las 13 afirmando que el arroyo
giraba al este y sur, con lo que parecía ser el Iquiri. Ordené buscar los macheteros y seguir aguas abajo. Salimos a las 13.30 y a las 17
paramos, seguros ya de que el rumbo general era este-nordeste, por lo que no puede ser el Iquiri, a menos que cambie de rumbo. Los
macheteros, informaron que no habían encontrado agua y seguían viendo firmes; se resolvió seguir adelante con la impresión de que
vamos al Río Grande. Se cazó sólo un cacaré [cacaré: pajarito de monte, nombrado así porque denuncia la llegada de hombre o animal
con su cacareo] que se repartió a los macheteros, dado su diminuto tamaño; nos queda comida floja para dos días.
La radio dio la noticia del arresto del Loro, herido en una pierna, sus declaraciones son buenas hasta ahora. Según todo parece indicar,
no fue herido en la casa sino en otro lado, presumiblemente tratando de escapar. h - 980 m.
Mayo 5
Caminamos efectivamente 5 horas, unos 12-14 kilómetros llegando a un campamento hecho por Inti y Benigno. Estamos, pues en el
arroyo del Congrí, que no figura en el mapa, muy al norte de donde pensábamos. Esto plantea varias interrogantes: ¿Dónde está el
Iquiri?; ¿no sería aquél donde Benigno y Aniceto fueron sorprendidos?; ¿los agresores, no serían gente de Joaquín? Por ahora pensamos
dirigirnos al Oso, donde debe quedar desayuno para dos días y, de allí al campamento viejo. Hoy se mataron 2 pájaros grandes y un
cacaré, con lo que ahorramos la comida y seguimos con reservas para dos días: sopas en sobre y carne enlatada. Inti, Coco y el Médico
están emboscados para cazar. Se dio noticias de que Debray será juzgado por un tribunal militar en Camiri como presunto jefe u
organizador de las guerrillas; su madre llega mañana y hay bastante ruido en torno al asunto. Del Loro nada. h - 840 m.
Mayo 6
Los cálculos sobre la llegada al Oso resultaron fallidos, pues la distancia a la casita del arroyo resultó mayor de la prevista y el camino
estaba cerrado, por lo que hubo que abrir camino. Llegamos a la casita a las 16.30 tras de pasar alturas de 1.400 metros con la gente
desganada para caminar. Se comió la penúltima comida, muy pobre; sólo se cazó una perdiz que dimos al machetero (Benigno) y los
dos que le seguían en el orden de marcha.
Las noticias se centran en el caso Debray. h - 1.100 m.
Mayo 7
Llegamos temprano al Campamento del Oso y allí nos esperaban las 8 latas de leche, con lo que hicimos un desayuno reconfortante. Se
sacaron algunas cosas de la cueva cercana, entre ellas, un mauser para el Ñato, que será nuestro bazuquero, contando con 5 proyectiles
antitanque. Este viene mal, luego de un ataque de vómitos. Apenas llegados al campamento, salieron a explorar la finquita Benigno,
Urbano, León, Aniceto y Pablito. Nosotros nos comimos las últimas sopas y carne, pero tenemos provisión de manteca que había en la
cueva. Se vieron huellas de pies y hay algunos pequeños destrozos que indican que estuvieron por aquí soldados. A la madrugada
llegaron los exploradores con las manos vacías: los soldados están en la finquita y han tumbado el maíz. (Se cumplen 6 meses del
inicio oficial de la guerrilla, con mi llegada.) h - 880 m.
Mayo 8
Insistí desde temprano en que se hicieran los arreglos de las cuevas y se bajara la otra lata de manteca para ir rellenando botellas, pues
es todo lo que tenemos de comer. A eso de las 10.30 se oyeron disparos aislados en la emboscada; dos soldados desarmados venían
Ñacahuasu arriba, Pacho creyó que era una vanguardia y los hirió en una pierna y a sedal en el vientre. Se les dijo que se había disparado
porque no se pararon ante el alto, ellos, naturalmente, no oyeron nada. La emboscada estuvo mal coordinada y la actuación de Pacho no
fue buena; muy nervioso. Se mejoró enviando a Antonio y algunos más al lado derecho. Las declaraciones de los soldados establecen
que están situados cerca del Iquiri, pero en realidad mentían. A las 12 se capturaron dos que venían a toda carrera Ñacahuasu abajo,
declarando que venían rápido porque habían salido a cazar y al volver, por el Iquiri, se encontraron con que la compañía había
desaparecido y salieron en su búsqueda; también mentían; en realidad, estaban acampados en el llano de cazar y se escapaban a buscar
comida a nuestra finca porque el helicóptero no venía a abastecerlos. A los dos primeros se les capturaron cargas de maíz tostado y
crudo y 4 latas de cebolla, más azúcar y café; nos resolvieron el problema del día con auxilio de la manteca que comimos en grandes
cantidades; algunos se enfermaron.
Más tarde informó la posta de repetidas exploraciones de guardias que llegaban a la esquina del río y volvían. Todo el mundo estaba en
tensión cuando llegaron, al parecer 27 guardias. Habían visto algo raro y el grupo comandado por el subteniente Laredo avanzó; él
mismo inició el fuego y cayó muerto en el acto, junto con dos reclutas más. Ya caía la noche y los nuestros avanzaron capturando 6
soldados; el resto se retiró.
El resultado total arroja: 3 muertos y 10 prisioneros, dos de ellos heridos; 7 M-1 y 4 mausers, equipo personal, parque y un poco de
comida que nos sirvió junto con la manteca, para mitigar el hambre. Dormimos allí.
Mayo 9
Nos levantamos a las 4 (yo no dormí) y liberamos a los soldados, previa charla. Se les quitaron los zapatos, se les cambió la ropa y a los
mentirosos se les envió en calzoncillos. Partieron hacia la finquita llevando al herido. A las 6.30 completamos la retirada rumbo al
arroyo de los monos por el camino de la cueva, donde guardamos el botín. Sólo nos queda la manteca como alimento, me sentía
desfallecer y debí dormir 2 horas para poder seguir a paso lento y vacilante; la marcha en general se hizo así. Comimos sopa de
manteca en la primer aguada. La gente está débil y ya habemos varios con edema. Por la noche, el ejército dio el parte de la acción
nombrando a sus muertos y heridos, pero no a sus prisioneros y anuncia grandes combates con fuertes pérdidas por nuestra parte.
Mayo 10
Seguimos avanzando lentamente. Al llegar al campamento donde está la tumba del Rubio encontramos charqui que habíamos dejado en
mal estado y sebo; recogimos todo, no había señales de guardias. Cruzamos el Ñacahuazú con precaución e iniciamos el camino hacia
Pirirenda por una quebrada explorada por Miguel pero cuyo camino no está terminado. Paramos a las 17 y comimos el pedazo de
charqui y el sebo.
Mayo 11
La vanguardia salió primero; yo me quedé escuchando el noticiero. Al rato vino Urbano a avisar que Benigno había muerto un puerco de
tropa (pecarí) y pedían autorización para hacer fuego y pelarlo; decidimos quedarnos a comer el animal mientras Benigno, Urbano y
Miguel seguían haciendo la senda rumbo a la laguna. A las 14 horas reemprendimos la marcha, haciendo campamento a las 18. Miguel y
los otros siguieron adelante.
Debo hablar seriamente con Benigno y Urbano, pues el primero se comió una lata el día del combate y lo negó y Urbano se comió una
parte del charqui del campamento del Rubio.
Dieron la noticia del relevo del coronel Rocha, Jefe de la 4ª división que opera en la zona. h - 1.050 ms.
Mayo 12
Se caminó lentamente. Urbano y Benigno abrían la senda. A las 15 se vio la laguna a unos 5 kms. y poco después se encontró una senda
vieja. A la hora se dio con un tremendo maizal con zapallos, pero no hay agua. Se preparó joco asado y saltado con manteca y
desgranamos maíz; además se hizo maíz tostado. Los exploradores llegaron con la noticia de que habían caído a la casa de Chicho, el
mismo de la otra vez, que es nombrado como buen amigo en el diario del Tte. Henry Laredo; no estaba en la casa pero sí 4 peones y una
sirvienta; el marido de la cual vino a buscarla y quedó retenido. Se hizo un puerco grande con arroz y frituras, además de zapallo.
Pombo, Arturo, Willy y Darío quedaron custodiando las mochilas. Lo malo es que no hemos localizado el agua, fuera de la casa.
Nos retiramos a las 5.30, a paso lento y con casi todo el mundo enfermo. El dueño de casa no había llegado y se le dejó una nota
especificando los daños o gastos; a los peones y la sirvienta se les pagó $10 a cada uno por su trabajo. h - 950 m.
Mayo 13
Día de eruptos, pedos y vómitos y diarreas; un verdadero concierto de órgano. Permanecimos en una inmovilidad absoluta tratando de
asimilar el puerco. Tenemos dos latas de agua. Yo estuve muy mal hasta que vomité y me compuse. Por la noche comimos frituras de
maíz y zapallo asado, más los restos del festín anterior, los que estaban en condiciones de ello.
Todos los radios estuvieron dando con insistencia la noticia de que se había frustrado un desembarco cubano en Venezuela y el
gobierno de Leoni presentó dos hombres, con sus nombres y grados; no los conozco, pero todo indica que algo salió mal.
Mayo 14
Temprano, salimos con pocas ganas, para llegar a la laguna de Pirirenda por un sendero que encontraron Benigno y Camba en una
exploración. Antes de salir reuní a todo el mundo y les tiré una descarga sobre los problemas confrontados; fundamentalmente, el de la
comida, haciendo críticas a Benigno por comerse una lata y negarlo; Urbano, por comerse un charqui a escondidas y Aniceto por su
afán de colaborar en todo lo que sea comida y su renuencia a hacerlo cuando se trata de otra cosa. En el curso de la reunión se
escucharon ruidos de camiones acercándose. En un escondite cercano guardamos una cincuentena de jocos y dos quintales de maíz
desgranado para eventuales necesidades.
Cuando estábamos fuera del camino, ocupados en recoger frijoles, sonaron descargas cerca y, poco después, vimos la aviación
«bombardeándonos ferozmente», pero como a 2 ó 3 kms. de nuestras posiciones. Seguimos subiendo una lomita y apareció la laguna,
mientras los guardias continuaban su tiradera. Al anochecer nos acercamos a una casa cuyos ocupantes la habían abandonado poco
antes, la que estaba muy bien surtida y con agua. Comimos un sabroso fricasé de gallina con arroz, y permanecimos hasta las 4.00.
Mayo 15
Día sin novedad.
Mayo 16
Al comenzar la caminata, se me inició un cólico fortísimo con vómitos y diarrea. Me lo cortaron con demerol y perdí la noción de
todo mientras me llevaban en hamaca; cuando desperté estaba muy aliviado pero cagado como un niño de pecho. Me prestaron un
pantalón, pero sin agua, hiedo a mierda a una legua. Pasamos todo el día allí, yo adormilado. Coco y el Ñato hicieron una exploración
encontrando un camino que tiene rumbo sur-norte. Por la noche lo seguimos mientras hubo luna y luego descansamos. Se recibió el
mensaje No. 36, de donde se desprende el total aislamiento en que estamos.
Mayo 17
Proseguimos la marcha hasta las 13, hora en que llegamos a un aserradero con trazas de haber sido abandonado hace unos 3 días. Tenía
azúcar, maíz, manteca, harina y agua en turriles, al parecer, transportada desde lejos. Nos quedamos acampados aquí, mientras se hacían
exploraciones por los caminos que salen del campamento, los que mueren en el monte. Raúl presentó una tumoración en una rodilla
con intenso dolor que no lo deja caminar; se le aplicó un antibiótico fuerte y mañana se le hará una punción. Caminamos unos 15 kms. h
- 920 ms.
Mayo 18
Roberto - Juan Martín
Quedamos el día emboscados por si vienen los trabajadores o el ejército; sin novedad. Miguel salió con Pablito y encontró el agua a
unas dos horas del campamento por un camino transversal. Se le hizo la punción a Raúl, extrayéndole 50 c.c. de líquido purulento; se le
hace tratamiento general antiinfeccioso; no puede, prácticamente, dar un paso. Extraigo mi primera muela en esta guerrilla; víctima
propiciatoria: Camba; todo marchó bien. Comimos pan hecho en un pequeño hornito y, por la noche, un potaje bárbaro, que me puso al
parir.
Mayo 19
La vanguardia salió temprano ocupando posiciones en la emboscada del cruce de caminos, después salimos nosotros, reemplazando una
parte a la vanguardia mientras ésta retornaba a buscar a Raúl y lo llevaba hasta el cruce; la otra parte del centro siguió hasta la aguada a
dejar mochilas y retornó a buscar a Raúl, quien mejora lentamente. Antonio hizo una pequeña exploración arroyo abajo y encontró un
campamento abandonado de guardias; aquí también hay restos de ración seca. El Ñacahuasu no debe estar lejos y calculo que debemos
salir debajo del arroyo del Congrí. Llovió toda la noche, sorprendiendo a los expertos.
Tenemos comidas para diez días y en las inmediaciones hay zapallo y maíz. h - 780 m.
Mayo 20
Camilo
Día sin movimiento. Por la mañana se emboscó el centro y por la tarde la vanguardia, siempre al mando de Pombo, quien opina que es
muy mala la posición elegida por Miguel. éste exploró arroyo abajo, encontrando el Ñacahuasu a 2 horas de camino sin mochila. Se
escuchó nítido un disparo que no se sabe quién lo disparó; en las orillas del Ñacahuasu hay huellas de otro campamento militar de un
par de pelotones. Incidente con Luis por protestón que fue sancionado con la orden de no ir a la emboscada; parece que reaccionó bien.
En conferencia de prensa, Barrientos negó la condición de periodista de Debray y anunció que pedirá al congreso el restablecimiento
de la pena de muerte. Casi todos los periodistas, y todos los extranjeros, le preguntaron sobre Debray; se defendió con una pobreza de
recursos increíble. Es lo más incapaz que se puede pedir.
Mayo 21
Domingo. Sin movimiento. Se continuó con la emboscada, rotándola de 10 en 10, al medio día. Raúl mejora lentamente; se le hizo una
segunda punción extrayéndole unos 40 c.c. de líquido purulento. Ya no tiene fiebre pero está adolorido y no puede caminar casi; es mi
preocupación actual. Por la noche comimos opíparamente: potaje, harina, charqui aporreado y zapallo regado con mote [mote: maíz
seco sancochado en grano, sin sal].
Mayo 22
Como era de esperar, a medio día apareció el encargado del aserrío, Guzmán Robles, con el chofer, y un hijo en un jeep destartalado.
Al principio parecía una avanzada del ejército, para ver qué había, pero se fue abriendo y consintió en salir a Gutiérrez por la noche
dejando su hijo de rehén; debe volver mañana. La vanguardia permanecerá toda la noche emboscada y mañana esperaremos hasta las 15.
Luego será preciso retirarse pues la situación se tornaría peligrosa. Da la impresión de que el hombre no traicionará, pero no sabemos
de su habilidad para comprar sin levantar sospechas. Se le pagó todo el consumo que se hizo en el batey. Dio informes sobre la
situación en Tatarenda, Limón, Ipitá, donde no hay guardias, salvo un teniente en este último punto. En Tatarenda habla de oídos, pues
no ha estado allí.
Mayo 23
Día de tensión. El encargado no apareció en todo al día y, aunque no hubo actividad, resolvimos retirarnos por la noche con el rehén, un
muchachón de 17 años. Caminamos una hora por la senda, a la luz de la luna, durmiendo en el camino. Salimos con carga de comida
para unos 10 días.
Mayo 24
En dos horas llegamos al Ñacahuasu, que estaba libre. Salimos como a las 4 horas aguas abajo del arroyo del Congrí. Caminamos
lentamente soportando el paso lento y desganado de Ricardo y, hoy también de Moro. Llegamos al campamento que usamos el primer
día de caminata en el primer viaje. No dejamos huella ni se vieron recientes. La radio dio la noticia de que no habrá lugar al pedido de
Habeas corpus sobre Debray. Calculo que estamos a una o dos horas del Saladillo; al llegar a la cima decidiremos qué hacer.
Mayo 25
En hora y media llegamos al Saladillo, sin dejar huellas. Caminamos unas dos horas arroyo arriba, hasta donde nacen las aguas. Allí
comimos y seguimos a las 15.30, caminando otro par de horas hasta las 18 en que acampamos a 1.100 ms., sin coronar el firme
todavía. Después nos quedan, según el muchacho, un par de leguas hasta el chaco [chaco: terreno cultivado con frutos menores] del
abuelo o, según Benigno, un día entero de camino hasta la casa de Vargas, sobre el Río Grande. Mañana tomaremos la decisión.
Mayo 26
Tras dos horas de recorrido y pasar la cumbre de 1.200 ms., llegamos al chaco del tío abuelo del muchacho. Estaban trabajando dos
peones que debieron ser aprehendidos ya que caminaban en nuestra dirección; resultaron cuñados del viejo, casado con una hermana de
ellos. Sus edades: 16 y 20 años. Dieron la información de que el padre del muchacho hizo las compras pero fue detenido y confesó
todo. Hay 30 guardias en Ipita y patrullan el poblado. Nos comimos un puerco frito con zapallos en carbonada con manteca, pues no
había agua en la zona y se traslada en turril desde el propio Ipitá. Por la noche salimos rumbo al chaco que tienen los muchachos, a 8
kms., 4 hacia el propio Ipitá y 4 hacia el oeste. Llegamos al amanecer. h - 1.100 ms.
Mayo 27
Día de holganza y, un poco, de desesperación: De todas las maravillas prometidas, sólo tenían un poco de caña vieja y el trapiche estaba
inútil. Como era de esperar, el viejo dueño del chaco vino a medio día con su carretón con agua para los chanchos y vio algo raro
regresando donde estaba la retaguardia emboscada, la que lo apresó junto con un peón. Estuvieron presos hasta las 18 horas en que los
soltamos, conjuntamente con el menor de los hermanos; con encargo de que permanecieran hasta el lunes por ahí y no comentaran
nada. Caminamos dos horas, y dormimos en un maizal, ya orientados en el camino que nos llevará a Caraguatarenda.
Mayo 28
Domingo. Nos levantamos temprano y comenzamos a marchar; en hora y media estábamos en los límites de los chacos de
Caraguatarenda y se mandó a Benigno y Coco para explorar, pero fueron vistos por un campesino y lo apresaron. Al poco tiempo
teníamos una colonia prisionera, sin mayores signos de temor, hasta que una vieja comenzó a gritar junto con sus hijos, al darle el alto,
y ni Pacho ni Pablo se animaron a detenerla, huyendo hacia el poblado. Lo tomamos a las 14, apostándonos en ambas puntas del
poblado. Poco después caía un jeep de yacimientos; en total, cayeron dos jeeps y dos camiones, mitad y mitad particulares y de
yacimientos. Comimos algo; tomamos café y tras 50 broncas, salimos a las 19.30 rumbo a Ipitacito; allí violentamos una tienda y
sacamos $500 en mercancía, que dejamos a la custodia de dos campesinos, levantando un acta muy ceremoniosa. Seguimos nuestro
peregrinar, llegando a Itay donde nos recibieron muy bien en una casa en la que resultó estar la maestra dueña de la tienda de Ipitacito y
confrontamos los precios. Yo alterné y me parece que me conocieron; tenían un queso y un poco de pan y nos regalaron eso y café,
pero hay una nota falsa en el recibimiento. Seguimos rumbo a Espino, en la vía férrea a Santa Cruz, pero el camión, un Ford al que le
quitaron la tracción delantera, se quedó y nos tomó la mañana a tres leguas de Espino y el vehículo se fundió definitiva y totalmente a
dos de ese lugar. La vanguardia tomó el rancho y el jeep hizo 4 viajes hasta transportarnos a todos. h - 880 m.
Mayo 29
El caserío del Espino es relativamente nuevo, pues el viejo, fue arrasado por el aluvión del 58. Es una comunidad guaraní cuyos
integrantes, muy tímidos, hablan o simulan hablar, muy poco español. Cerca había gente de petróleo trabajando y heredamos otro
camión en el que podíamos embarcar todos, pero se malogró la oportunidad, pues Ricardo lo empantanó y no se pudo sacar. La
tranquilidad fue absoluta, como si estuviéramos en mundo aparte. Coco fue encargado de la información sobre los caminos y la trajo
deficiente y contradictoria, al punto que ya salíamos para hacer una jornada algo peligrosa pero que nos llevaría cerca del Río Grande,
cuando a último momento resulta que no y que debemos ir a Muchiri, lugar donde hay agua. Con todos los problemas de organización
existentes, salimos a las 3.30, el grupo de vanguardia en el jeep (6, 7 con Coco) y los demás a pie.
La radio nos trae la noticia de la fuga del Loro, que estaba en Camiri.
Mayo 30
De día llegamos a la línea del ferrocarril, encontrándonos con que no existía el camino señalado que nos debía llevar a Michuri.
Buscando, se encontró a 500 ms. del cruce un camino recto, petrolero y la vanguardia siguió por él en jeep. Cuando Antonio se
retiraba, un jovencito venía con una escopeta y un perro por la vía y al darle el alto huyó. Ante esa noticia, dejé a Antonio emboscado a
la entrada del camino y nosotros nos apartamos unos 500 ms. A las 11.45 apareció Miguel con la noticia de que había caminado 12
Kms. con rumbo este sin encontrar casa ni agua; sólo un camino que apartaba al norte. Le di orden de explorar con tres hombres en el
jeep ese camino hasta 10 kms. al norte y volver antes del anochecer. A las 15, cuando dormía plácidamente, me despertó un tiroteo de
la emboscada. Pronto llegaron las noticias: el ejército había avanzado y cayó en la trampa. 3 muertos y un herido parece ser el saldo.
Actuaron: Antonio, Arturo, Ñato, Luis, Willy y Raúl; este último flojo. Nos retiramos a pie caminando los 12 kms. hasta el cruce sin
encontrar a Miguel en este punto, tuvimos noticias de que el jeep se encangrejaba por falta de agua. A unos 3 kms. de allí lo
encontramos: orinamos todos en él y con una cantimplora de agua pudimos llegar al punto máximo alcanzado, donde esperaban Julio y
Pablo. A las 2, ya estaba todo el mundo reunido allí, alrededor de un fuego en el que asamos 3 pavos y freímos la carne de puerco.
Guardamos un animal para que tome agua en las aguadas, por las dudas.
Estamos bajando: desde 750 ms. llegamos ahora a 650 ms.
Mayo 31
El jeep seguía braveando con sus orines y alguna cantimplora de agua. Sucedieron dos hechos que cambiaron el ritmo: el camino con
rumbo norte se acabó, por lo que Miguel suspendió la marcha y uno de los grupos de seguridad detuvo en un camino lateral al
campesino Gregorio Vargas, que venía en su bicicleta a preparar unas trampas, su oficio. La actitud del hombre no era del todo clara
pero dio valiosas informaciones sobre las aguadas. Una de ellas nos quedaba atrás y mandé a un grupo a buscar agua y cocinar. Con él
como guía; cuando estaban llegando, avistaron dos camiones del ejército y se les hizo una emboscada apresurada, tumbando, al parecer,
dos hombres. El Ñato, al fallarle la primera bala de salva de su granada antitanque, le puso una de guerra y el aparato le explotó en las
narices, sin hacerle nada personalmente, pero destruyendo el trombón. Seguimos retirándonos, sin hostigamiento de la aviación,
caminando unos 15 kms. antes de encontrar la segunda aguada, ya de noche. El jeep dio sus últimos estertores por falta de gasolina y
recalentamiento. Pasamos la noche comiendo. El Ejército dio un comunicado reconociendo un subteniente y un soldado muertos en el
día de ayer y atribuyéndonos muertos «vistos». Para mañana, tengo la intención de cruzar la línea férrea, buscando las montañas. h - 620
m.
Resumen del mes
El punto negativo es la imposibilidad de hacer contacto con Joaquín, pese a nuestro peregrinar por las serranías. Hay indicios de que
éste se ha movido hacia el norte.
Desde el punto de vista militar, tres nuevos combates, causándoles bajas al Ejército y sin sufrir ninguna, además de las penetraciones en
Pirirenda y Caraguatarenda, indican el buen éxito. Los perros se han declarado incompetentes y son retirados de la circulación.
Las características más importantes son:
1°) Falta total de contacto con Manila, la Paz, y Joaquín, lo que nos reduce a los 25 hombres que constituyen el grupo.
2°) Falta completa de incorporación campesina, aunque nos van perdiendo el miedo y se logra la admiración de los campesinos. Es una
tarea lenta y paciente.
3°) El partido, a través de Kolle, ofrece su colaboración, al parecer, sin reservas.
4°) El clamoreo del caso Debray ha dado más beligerancia a nuestro movimiento que 10 combates victoriosos.
5°) La guerrilla va adquiriendo una moral prepotente y segura que, bien administrada, es una garantía de éxito.
6°) El Ejército sigue sin organizarse y su técnica no mejora substancialmente.
Noticia del mes: el apresamiento y fuga del Loro, que ahora deberá incorporarse o dirigirse a la Paz a hacer contacto.
El Ejército dio el parte de la detención de todos los campesinos que colaboraron con nosotros en la zona de Masicuri: ahora viene una
etapa en la que el terror sobre los campesinos se ejercerá desde ambas partes, aunque con calidades diferentes; nuestro triunfo
significará el cambio cualitativo necesario para su salto en el desarrollo.
Diario en Bolivia
Junio 1967
Junio 1
Envié la vanguardia a apostarse en el camino y hacer una exploración hasta el cruce del camino petrolero, a unos 3 kms. La aviación
comenzó a moverse por la zona, de acuerdo con la información de la radio en el sentido de que el mal tiempo había dificultado las
acciones los días anteriores y ahora las reiniciarían. Dieron un parte extraño sobre dos muertos y tres heridos, que no se sabe si son los
viejos o nuevos. Después de comer, a las 5, salimos rumbo a la vía. Fueron 7-8 kms. hechos sin novedad, caminamos 1 1/2 por la vía y
tomamos un callejón abandonado que nos debe llevar a un chaco 7 kms., pero ya estaba todo el mundo cansado y nos dormimos a mitad
del camino. En todo el trayecto, sólo se escuchó un tiro lejano. h - 880 m.
Junio 2
h - 800.
Se cumplieron los 7 kms. previstos por Gregorio y llegamos al chaco, allí cogimos un chancho robusto y lo matamos, pero en ese
momento aparecieron el vaquero de Braulio Robles, su hijo y dos peones, uno de los cuales resultó ser un «achacao» [achacao: en
Bolivia, hijo de la mujer, hijastro] del dueño, Symuní. En sus caballos transportamos los 3 kms. hasta el arroyo, al chancho
descuartizado y allí los retuvimos, mientras escondíamos a Gregorio, cuya desaparición se conocía. Casi al llegar al centro, pasó un
camión del ejército con dos soldaditos y unos turriles, un bocado fácil, pero era día de holgorio y puerco. Pasamos la noche cocinando
y a las 3.30 soltamos los cuatro guajiros, pagándole $10 a cada uno por su día. A las 4.30 se iba Gregorio, que esperó comida y
reenganche y recibió $100. El agua del arroyo es amarga.
Junio 3
Salimos a las 6.30 por la margen izquierda del arroyo caminando hasta las 12, hora en que se mandó a Benigno y Ricardo de
exploración al camino, encontrando un buen lugar para emboscada. A las 13 ocupamos posiciones, Ricardo y yo con un grupo cada uno
en el centro, Pombo en un extremo y Miguel, con toda la vanguardia en el punto ideal. A las 14.30 pasó un camión con chanchos que
dejamos pasar, a las 16.20 una camioneta con botellas vacías y a las 17 un camión del ejército, el mismo de ayer, con dos soldaditos
envueltos en frazada en la cama del vehículo. No tuve coraje para tirarles y no me funcionó el cerebro lo suficientemente rápido como
para detenerlo, lo dejamos pasar. A las 18 levantamos la emboscada y seguimos camino abajo hasta encontrar el arroyo de nuevo.
Apenas llegados pasaron 4 camiones en fila y luego 3 más al parecer sin ejército.
Junio 4
Seguimos caminando por la margen del arroyo, con la intención de hacer otra emboscada si las condiciones se presentaban, pero
apareció una senda que nos llevaba al oeste y la tomamos; luego siguió por un cauce seco y tomó rumbo al sur. A las 14.45 paramos a
hacer café y avena. En un charquito de agua fangosa, pero se demoró mucho y acampamos allí mismo. Por la noche se desató el surazo
con agua finita toda la noche.
Junio 5
Dejamos la senda y fuimos partiendo monte bajo el «chinchín» constante del surazo.
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Agosto 1967
Agosto 1
Día tranquilo: Miguel y Camba iniciaron la senda pero avanzaron poco más de un kilómetro debido a las dificultades del terreno y la
vegetación. Matamos un potro bellaco que nos debe dar carne para 5-6 días. Se hicieron las trincheritas para tender una emboscada al
Ejército si viniera por aquí. La idea es dejarlos pasar si vinieran mañana o pasado y no descubrieran el campamento y meterles bala
después. h - 650 m.
Agosto 2
La senda parece haber avanzado bien gracias a Benigno y Pablo que la siguieron. Tardaron casi dos horas en llegar de vuelta al
campamento desde la punta del camino. No dan noticias nuestras por la radio, luego de anunciar el traslado del cadáver de un
«antisocial». El asma me sonó muy duro y ya agoté la última inyección antiasmática; no quedan sino tabletas para unos 10 días.
Agosto 3
Lo del camino resultó un fiasco; Miguel y Urbano tardaron 57 minutos en regresar hoy; se avanza muy lentamente. No hay noticias.
Pacho se recupera bien, yo, en cambio estoy mal; el día y la noche estuvieron duros para mí y no se vislumbra salida a corto plazo.
Probé la inyección endovenosa de novocaína sin resultado.
Agosto 4
La gente llegó a un cañón que toma rumbo suroeste y puede ser que desagüe en los arroyos que van al Río Grande. Para mañana irán dos
parejas a chapear y Miguel subirá por el nuestro a explorar lo que parecen ser chacos viejos. Mi asma mejoró algo.
Agosto 5
Benigno, Camba, Urbano y León se repartieron en parejas para avanzar más, pero fueron a dar a un arroyo que desagua en el Rosita y
hay seguido a campo traviesa. Miguel fue a explorar el chaco pero no lo encontró. Se acabó la carne de caballo; mañana trataremos de
pescar y pasado mañana sacrificaremos otro bicho. Mañana avanzaremos hasta la nueva aguada. Mi asma estuvo implacable; a pesar de
mi repugnancia a la separación, tendré que mandar un grupo por delante; Benigno y Julio se ofrecieron de voluntarios; falta examinar la
disposición del Ñato.
Agosto 6
Se hizo el traslado de campamento; desgraciadamente no eran 3 horas de camino sino una, lo que indica que todavía estamos lejos.
Benigno, Urbano, Camba y León siguieron macheteando, mientras Miguel y Aniceto salían a explorar el nuevo arroyo hasta su
confluencia con el Rosita. A la noche no había retornado por lo que se tomaron precauciones, máxime que yo había oído algo así como
un morterazo lejano. Inti, Chapaco y luego yo, dijimos algunas palabras referentes al día de hoy, de la Independencia Boliviana. h- 720.
Agosto 7
A las 11 de la mañana había dado por perdidos a Miguel y Aniceto, habiéndole ordenado a Benigno que avanzara con muchas
precauciones hasta la desembocadura en el Rosita e investigara un poco la dirección que tomaron, si es que habían llegado hasta allí.
Sin embargo a las 13 aparecieron los perdidos, que simplemente encontraron dificultades en el camino y se les hizo noche sin llegar al
Rosita. Fue un trago amargo el que me hizo pasar Miguel. Permanecimos en el mismo sitio pero los chapeadores encontraron otro
arroyo y hacia él nos trasladaremos mañana. Hoy murió Anselmo, el caballo viejo y ya no nos queda más que uno de carga; mi asma
sigue sin variantes, pero las medicinas se acaban. Mañana tomaré una decisión sobre el envío de un grupo al Ñacahuazu.
Hoy se cumplen 9 meses exactos de la constitución de la guerrilla con nuestra llegada. De los 6 primeros, dos están muertos, uno
desaparecido y dos heridos; yo con asma que no sé cómo cortarla.
Agosto 8
Caminamos algo así como una hora efectiva, que para mi fueron dos por el cansancio de la yegüita; en una de ésas, le metí un cuchillazo
en el cuello abriéndole una buena herida. El nuevo campamento debe ser el último con agua hasta la llegada al Rosita o al Río Grande;
los macheteros están a 40 minutos de aquí (2-3 kms.). Designé un grupo de 8 hombres para cumplir la siguiente misión: Salen mañana
de aquí caminando todo el día; al día siguiente, Camba retorna con las noticias de lo que hay; al otro día, retornan Pablito y Darío con
las noticias de ese día; los 5 restantes siguen hasta la casa de Vargas y allí retornan Coco y Aniceto con la noticia de cómo está la cosa;
Benigno, Julio y el Ñato siguen el Ñacahuazu para buscar medicinas mías. Deben ir con mucho cuidado para evitar emboscadas;
nosotros los seguiremos y los puntos de reunión son: la casa de Vargas o más arriba, según nuestra velocidad, el arroyo que está frente
a la cueva en el Río Grande, el Masicuru (Honorato) o el Ñacahuazu. Hay una noticia del ejército en el sentido de haber descubierto un
depósito de armas en uno de nuestros campamentos.
Por la noche reuní a todo el mundo haciéndole la siguiente descarga: Estamos en una situación difícil; el Pacho se recupera pero yo
soy una piltrafa humana y el episodio de la yegüita prueba que en algunos momentos he llegado a perder el control; eso se modificará
pero la situación debe pesar exactamente sobre todos y quien no se sienta capaz de sobrellevarla debe decirlo. Es uno de los momentos
en que hay que tomar decisiones grandes; este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el escalón más
alto de la especie humana, pero también nos permite graduarnos de hombres; los que no puedan alcanzar ninguno de estos dos estadíos
deben decirlo y dejar la lucha. Todos los cubanos y algunos bolivianos plantearon seguir hasta el final; Eustaquio hizo lo mismo pero
planteó una crítica a Muganga por llevar su mochila en el mulo y no cargar leña, lo que provocó una respuesta airada de éste; Julio
fustigó a Moro y a Pacho por parecidas circunstancias, y una nueva respuesta airada, esta vez de Pacho. Cerré la discusión diciendo que
aquí se debatían dos cosas de muy distinta jerarquía: una era si se estaba o no dispuesto a seguir; la otra era de pequeñas rencillas o
problemas internos de la guerrilla, lo que le quitaba grandeza a la decisión mayor. No me gustaba el planteamiento de Eustaquio y Julio
pero tampoco la respuesta de Moro y Pacho, en definitiva, tenemos que ser más revolucionarios y ser ejemplo.
Agosto 9
h - 780.
Salieron por la mañana los 8 exploradores. Los macheteros, Miguel, Urbano y León se alejaron 50 minutos más del campamento. Me
abrieron un ántrax en el talón, lo que me permite apoyar el pie, pero todavía muy dolorido y con fiebre. Pacho, muy bien.
Agosto 10
Antonio y Chapaco salieron de caza hacia atrás logrando una urina o guaso y una pava; exploraron el primer campamento donde no hay
novedad y trajeron una carga de naranjas. Comí dos y me dio asma inmediatamente, pero poca. A las 13.30 llegó Camba, uno de los 8
con las siguientes noticias: ayer durmieron sin agua y hoy siguieron hasta las 9 sin hallarla. Benigno ha reconocido el lugar y se tirará
hacia el Rosita para lograr agua, Pablo y Darío volverán en caso de llegar al agua.
Largo discurso de Fidel en que arremete contra los partidos tradicionales y, sobre todo, contra el venezolano; parece que la bronca
entre bastidores fue grande. Me volvieron a curar el pie; estoy mejorando, pero no estoy bien. Con todo, mañana debemos partir para
acercar más nuestra base a los macheteros que sólo avanzaron 35 minutos en el día.
Agosto 11
Los chapeadores avanzan muy lentamente. A las 16 llegaron Pablo y Darío con nota de Benigno en la que anuncia que está cerca del
Rosita y que calcula 3 días más a casa de Vargas. Pablito salió a las 8,15 de la aguada donde pernoctaron y a las 15 aproximadamente
topó con Miguel, de modo que falta harto para llegar. Parece que la pava me hace mal para el asma, pues me dio un poco y se la regalé a
Pacho. Cambiamos campamento para situarnos en un nuevo arroyo que desaparece a medio día y reaparece a media noche. Llovió y no
hace frío, mucho marigüi. h - 740 m.
Agosto 12
Día gris. Los macheteros avanzaron poco. Aquí no hubo novedad ni mucha comida; mañana sacrificaremos otro caballo que deberá
durar 6 días. Mi asma está estacionada a un nivel conveniente. Barrientos anunció el ocaso de los guerrilleros y volvió a amenazar con
una intervención en Cuba; fue tan estúpido como siempre.
La radio anunció un combate cerca de Monteagudo con el resultado de un muerto de parte nuestra: Antonio Fernández, de Tarata. Se
parece bastante al nombre real de Pedro, que es de Tarata.
Agosto 13
Miguel, Urbano, León y Camba salieron para acampar en la aguada descubierta por Benigno y avanzar desde allí. Llevan comida para 3
días, vale decir, trozos del caballo de Pacho, sacrificado hoy. Quedan 4 animales y todo parece indicar que habrá que sacrificar otro
antes de llegar a la comida. Si todo ha marchado bien, Coco y Aniceto deben llegar aquí mañana. Arturo cazó dos pavas que me fueron
adjudicadas en razón de que ya casi no queda maíz. El Chapaco está dando pruebas crecientes de desequilibrio, Pacho mejora a buen
ritmo y mi asma tiene tendencias a aumentar desde ayer; ahora tomo 3 tabletas al día. El pie está casi bien.
Agosto 14
Día negro. Fue gris en las actividades y no hubo ninguna novedad, pero a la noche el noticiero dio noticias de la toma de la cueva
adonde iban los enviados, con señales tan precisas que no es posible dudar. Ahora estoy condenado a padecer asma por un tiempo no
definible. También nos tomaron documentos de todo tipo y fotografías. Es el golpe más duro que nos hayan dado; alguien habló.
¿Quién?, es la incógnita.
Agosto 15
Temprano envié a Pablito con un mensaje a Miguel para que dispusiera dos hombres en busca de Benigno, siempre que Coco y Aniceto
no hubieran llegado, pero se topó con ellos por el camino y volvieron los tres. Miguel mandaba decir que se iba a quedar donde lo
sorprendiera la noche y que le mandara un poco de agua. Se envió a Darío, con la advertencia de que mañana temprano saldremos de
todas maneras, pero ahora se cruzó con León que venía a avisar que estaba completo el camino.
Una emisora de Santa Cruz informó, de pasada, de dos prisioneros hechos por el Ejército al grupo de Muyupampa que, ya no cabe duda,
es el de Joaquín y debe estar muy acosado, amén de que esos dos prisioneros hablaron. Hizo frío pero no pasé una noche mala; hay que
abrirme otro absceso en el mismo pie. Pacho está dado de alta.
Se anunció otro choque en Chuyuyako sin bajas para el ejército.
Agosto 16
Caminamos efectivamente 3.40 horas y una de descanso, por un camino relativamente bueno; la mula me sacó limpio de la montura al
pincharse con un palo pero no me hice nada; el pie mejora. Miguel, Urbano y Camba siguieron el macheteo y llegaron al Rosita. Hoy
era el día en que debían llegar a la cueva Benigno y sus compañeros y los aviones volaron varias veces por la zona. Puede deberse a
alguna huella que ellos hayan dejado cerca de Vargas o a una tropa que esté bajando por el Rosita o avanzando por el Río Grande. Por la
noche previne a la gente sobre el peligro del cruce y se tomaron previsiones para mañana. h - 600 m.
Agosto 17
Salimos temprano llegando al Rosita a las 9. Allí Coco creyó oír dos tiros y se dejó una emboscada, pero no hubo novedad. El resto del
camino fue lento por continuas pérdidas y malas interpretaciones, llegando al Río Grande a las 16.30 y acampando allí. Pensaba seguir
con la luna, pero la gente venía muy cansada. Nos queda carne de caballo para dos días, racionada; a mí, mote para uno. Habrá que
sacrificar otro animal, según todos los indicios. La radio anunció que presentará documentos y pruebas de las 4 cuevas del Ñacahuazu,
lo que indica que también cayó la de los monos. El asma me trató bastante bien, dadas las circunstancias. h - 640 m. (una cosa ilógica,
si se considera que ayer fueron 600).
Agosto 18
Salimos más temprano que de costumbre, pero hubo que pasar cuatro vados, uno de ellos poco profundo y hacer sendas en algunos
puntos. Por todo ello, llegamos a las 14 al arroyo y la gente quedó como muerta, descansando. No hubo más actividad. Hay nubes de
nibarigüises por la zona y sigue el frío por las noches. Inti me planteó que Camba quiere irse; según el, sus condiciones físicas no le
permiten seguir, además no ve perspectiva a la lucha. Naturalmente, es un caso típico de cobardía y es un saneamiento dejarlo ir, pero
ahora conoce nuestra ruta futura para tratar de unirnos a Joaquín y no puede salir. Mañana hablaré con él y con Chapaco. h - 680 m.
Agosto 19
Miguel, Coco, Inti y Aniceto salieron a explorar para tratar de encontrar el mejor camino a casa de Vargas donde parece haber un
destacamento, pero no hay nada nuevo y parece que debemos seguir la senda vieja. Arturo y Chapaco fueron a cazar y lograron una urina
y el mismo Arturo, estando de posta con Urbano cazó un anta, lo que puso en tensión al campamento pues fueron 7 tiros. El animal dará
carne para 4 días, uno la urina y hay una reserva de frijoles y sardinas; total, 6 días. Parece que el caballo blanco, el siguiente en la lista
tiene chance de salvarse. Hablé con Camba, manifestándole que no se podrá salir hasta que se defina nuestro próximo paso que es la
reunión con Joaquín. Chapaco manifestó que no se iría pues eso es una cobardía, pero que quiere una esperanza de poder salir dentro de
6 meses-1 año; se la di, habló una serie de cosas inconexas. No está bien.
Las noticias están llenas de Debray, de los otros acusados ni se habla. Ninguna noticia de Benigno; ya podría estar aquí.
Agosto 20
Los macheteros Miguel y Urbano, mis «obras públicas» Willy y Darío, avanzaron poco, por lo que resolvimos quedarnos otro día más
aquí mismo. Coco e Inti no cazaron nada, pero Chapaco cazó un mono y una urina. Yo comí urina y a la media noche me dio un fuerte
ataque de asma. El Médico sigue enfermo de un aparente lumbago con toma del estado general que lo convierte en un inválido. No hay
noticias de Benigno, a partir de este momento es de preocuparse.
La radio informa de la presencia de guerrilleros a 85 kilómetros de Sucre.
Agosto 21
Otro día más en el mismo lugar y otro día sin noticias de Benigno y sus compañeros. Se cazaron 5 monos: 4 Eustaquio como cazador y
1 Moro, al pasar cerca; éste sigue mal de su lumbago y se le puso una meperidina. Mi asma no funciona con la urina.
Agosto 22
Por fin nos movimos, pero antes hubo una alarma porque vieron un hombre que, al parecer, huía por la playa; resultó ser Urbano,
perdido. Le hice una anestesia regional al Médico y con eso pudo viajar, en la yegua, aunque llegó dolorido; parece un poco mejorado;
Pacho hizo el camino a pie. Hicimos campamento sobre la margen derecha y sólo falta un pedazo de macheteo para tener listo el
camino hasta casa de Vargas; nos queda carne de anta para mañana y pasado y a partir de mañana no se podrá cazar. No hay noticias de
Benigno, hace 10 días que se separaron de Coco. h - 580 m.
Agosto 23
El día fue muy trabajoso, pues hubo que bordear una faralla muy mala; el caballo blanco se negó a seguir y lo dejaron enterrado en el
fango, sin aprovecharle ni los huesos. Llegamos a una cabañita de cazadores con huellas de estar habitada recientemente, nos
emboscamos y al poco rato cayeron dos. Su coartada es que tienen 10 trampas puestas y salieron a revisarlas; según ellos, hay ejército
en casa de Vargas, en Tatarenda, Caraguatarenda, Ipitá, Yumon y hace un par de días hubo un encuentro en Caraguatarenda con un militar
herido. Puede ser Benigno empujado por el hambre o el cerco. Los hombres anunciaron que mañana vendría Ejército a pescar, vienen
en grupos de 15-20 hombres. Se distribuyó anta y algunos pescados que lograron con un cartucho, yo comí arroz, que me vino muy
bien; el Médico está algo mejor. Se anunció la postergación del juicio de Debray para setiembre. h - 580 m.
Agosto 24
La diana se dio a las 5.30 y nos encaminamos a la quebrada que pensábamos seguir. La vanguardia inició la marcha y había recorrido
algunos metros cuando aparecieron 3 campesinos por la otra banda, se llamó a Miguel con su gente y se emboscó todo el mundo,
apareciendo 8 soldados. Las instrucciones eran dejarlos cruzar el río por el vado que está enfrente y tirarles cuando estuvieran
llegando, pero los soldados no cruzaron; se limitaron a dar unas vueltas y pasaron junto a nuestros fusiles, sin que les tiráramos. Los
civiles presos, dicen no ser otra cosa que cazadores. Se envió a Miguel y Urbano con Camba y Darío y Hugo Guzmán, el cazador, para
que siguieran una senda que toma rumbo oeste, pero cuyo fin no se sabe cuál es. Nosotros permanecimos emboscados todo el día. Al
anochecer volvieron los macheteros con las trampas, un cóndor y un gato podrido, todo fue a parar adentro junto con el último pedazo
de anta; quedan los frijoles y lo que se cace. El Camba está llegando al último extremo de su degradación moral; ya tiembla ante el solo
anuncio de los guardias. El Médico sigue dolorido y administrándose talamonal; yo bastante bien pero con un hambre atroz. El Ejército
dio un parte comunicando haber logrado otra cueva y que hay dos heridos leves de su parte y «bajas de los guerrilleros». Radio Habana
da la noticia de un combate sin confirmar en Taparillas con un herido de parte del ejército.
Agosto 25
El día transcurre sin novedad. La diana se dio a las 5 y los macheteros salieron temprano; el Ejército, 7 hombres, llegó hasta algunos
pasos de nuestra posición pero no trataron de cruzar. Parecen estar llamando a los cazadores con sus tiros; mañana los atacaremos, si la
ocasión se presenta. La senda no avanzó lo suficiente pues Miguel mandó hacer una consulta con Urbano y éste la trasmitió mal y a una
hora en que no se podía hacer nada.
La radio anunció un combate en Monte Dorado, que parece ser la jurisdicción de Joaquín y la presencia de guerrilleros a 3 kms. de
Camiri.
Agosto 26
Todo salió mal: Vinieron los 7 hombres pero se repartieron, 5 río abajo y dos a cruzar, Antonio, que era responsable de la emboscada
tiró antes de tiempo y erró, permitiendo que los dos hombres salieran a la carrera a buscar refuerzos; los otros 5 se retiraron a la
carrera, a saltos, e Inti y Coco les cayeron atrás pero se parapetaron y los rechazaron. Mientras observaba la caza vi cómo le picaban las
balas cerca, por efecto de tiros de nuestro lado, salí corriendo y me encontré con que Eustaquio les estaba tirando, pues Antonio no le
había avisado nada. Tenía una furia tan grande que perdí el control y maltraté a Antonio.
Salimos con paso cansino, pues el Médico no da mucho, mientras el ejército, recuperado avanzaba por la isla de enfrente en número de
20-30; no valía la pena hacerle frente. Pueden tener hasta 2 heridos, máximo. Se distinguieron Coco e Inti por su decisión.
La cosa fue bien hasta que el Médico se agotó y comenzó a retrasar la marcha. A las 18.30 paramos sin haber alcanzado a Miguel, que
estaba no obstante, a escasos metros e hizo contacto con nosotros. Moro quedó en una quebrada sin poder subir el último tramo y
dormimos separados en 3 partes. No hay indicios de persecución. h - 900 m.
Agosto 27
El día transcurre en una desesperada búsqueda de salida, cuyo resultado no es claro todavía; estamos cerca del Río Grande y ya pasamos
Yumon, pero no hay nuevos vados, según noticias, de modo que se podría ir allí para seguir por el farallón de Miguel pero las mulas no
podrán hacerlo. Hay una posibilidad de cruzar una cadenita de montañas y seguir luego hacia Río Grande-Masicuri, pero sólo sabremos
mañana si es factible. Hemos cruzado altura de 1.300 ms., aproximadamente las alturas máximas de la zona y dormimos a 1.240 ms,
con bastante frío. Yo estoy muy bien, pero el Médico bastante mal y ya se acabó el agua, quedándole a él un poco.
La noticia buena, o el acontecimiento bueno, fue la aparición de Benigno, Ñato y Julio. Su odisea fue grande pues hay soldados en
Vargas y Yumon y casi chocan con ellos, luego siguieron una tropa que bajó por el Saladillo y subió por el Ñacahuasu y se encontraron
con que el arroyo del Congrí tiene 3 subidas hechas por los soldados. La cueva del Oso, adonde llegaron el día 18, es un campamento
antiguerrillero que tiene como 150 soldados, casi fueron sorprendidos allí pero lograron retornar sin ser vistos. Estuvieron en el chaco
del abuelo, donde consiguieron jocos, lo único que hay, pues está abandonado todo y pasaron nuevamente entre los soldados,
escuchando el tiroteo nuestro y quedándose a dormir cerca para seguir luego nuestras huellas hasta alcanzarnos. Según Benigno, el
Ñato se portó muy bien pero Julio se perdió 2 veces y le tenía un poco de miedo a los soldados. Benigno opina que alguna gente de
Joaquín anduvo por allí hace unos días.
Agosto 28
Día gris y algo angustioso. Mitigamos la sed con panes de caracoré [caracoré: higo chumbo], que es más bien un engañito a la garganta.
Miguel envió a Pablito solo con uno de los cazadores a buscar agua, y para más, con sólo un revolvito. A las 16.30 no había llegado y
envié a Coco y Aniceto a buscarlo; no regresaron en toda la noche. La retaguardia quedó en el lugar del descenso y no se pudo escuchar
radio; parece que hay un nuevo mensaje. Por fin, se sacrificó la yegüita, luego de acompañarnos dos penosos meses; hice todo lo
posible por salvarla, pero el hambre arreciaba y, por lo menos, ahora sólo se sufre sed. Parece que mañana tampoco llegaremos al agua.
La radio dio la información de un soldado herido en la zona de Tatarenda. La incógnita para mí es ésta: ¿Por qué, si son tan
escrupulosos en anunciar sus bajas, van a mentir en el resto de los partes?, y, si no mienten, ¿quiénes son los que les están haciendo
bajas en lugares tan apartados como Caraguatarenda y Taperillas? Salvo que Joaquín esté dividido en dos partes o existen nuevos focos
independientes. h - 1.200 m.
Agosto 29
Día pesado y bastante angustioso. Los macheteros avanzaron muy poco y en una oportunidad equivocaron la ruta creyendo ir hacia el
Masicuri. Hicimos campamento a 1.600 ms. de altura, en un lugar relativamente húmedo que tiene una cañita cuya pulpa mitiga la sed.
Algunos compañeros: Chapaco, Eustaquio, Chino, se están desmoronando por falta de agua. Mañana habrá que enderezar adonde ésta se
vea más cerca. Los muleros aguantan bastante bien.
Por la radio no hubo grandes noticias; lo más es el juicio de Debray que se prolonga de una semana a otra.
Agosto 30
Ya la situación se tornaba angustiosa; los macheteros sufrían desmayos, Miguel y Darío se tomaban los orines y otro tanto hacía el
Chino, con resultados nefastos de diarreas y calambres. Urbano, Benigno y Julio bajaron a un cañón y encontraron agua. Me avisaron
que los mulos no podían bajar, y decidí quedarme con el Ñato, pero Inti subió nuevamente con agua y quedamos los 3, comiendo yegua.
La radio quedó abajo de manera que no hubieron noticias. h - 1.200 m.
Agosto 31
Por la mañana salieron de exploración hacia abajo Aniceto y León, volviendo a las 16 horas con la noticia de que había paso para los
mulos del campamento del agua en adelante; lo feo estaba antes, pero yo lo vi y sí pueden pasar los animales, de modo que ordené a
Miguel que mañana nos haga un desvío en la última faralla y siga abriendo camino hacia adelante, que nosotros bajaremos las mulas.
Hay mensaje de Manila pero no se pudo copiar.
Resumen del mes
Fue, sin lugar a dudas, el mes más malo que hemos tenido en lo que va de guerra. La pérdida de todas las cuevas con sus documentos y
medicamentos fue un golpe duro, sobre todo psicológico. La pérdida de 2 hombres en las postrimerías del mes, y la subsiguiente
marcha a carne de caballo desmoralizó a la gente, planteándose el primer caso de abandono, el Camba, lo que no constituye sino una
ganancia neta, pero no en esta circunstancia. La falta de contacto con el exterior y con Joaquín y el hecho de que prisioneros hechos a
éste hayan hablado, también desmoralizó un poco a la tropa. Mi enfermedad sembró la incertidumbre en varios más y todo esto se
reflejó en nuestro único encuentro, en que debíamos haber causado varias bajas al enemigo y sólo le hicimos un herido. Por otra parte
la difícil marcha por las lomas sin agua, hizo salir a flote algunos rasgos negativos de la gente.
Las características más importantes:
1°) Seguimos sin contacto de ninguna especie y sin razonable esperanza de establecerlo en fecha próxima.
2°) Seguimos sin incorporación campesina, cosa lógica además si se tiene en cuenta el poco trato que hemos tenido con estos en los
últimos tiempos.
3°) Hay un decaimiento, espero que momentáneo, de la moral combativa.
4°) El ejército no aumenta su efectividad ni acometividad.
Estamos en un momento de baja de nuestra moral y de nuestra leyenda revolucionaria. Las tareas más urgentes siguen siendo las
mismas del mes pasado, a saber: Restablecer los contactos, incorporar combatientes, abastecernos de medicina y equipo.
Hay que considerar que despuntan cada vez más firmemente como cuadros revolucionarios y militares Inti y Coco.
Diario en Bolivia
Septiembre 1967
Septiembre 1
Temprano bajamos las mulas, tras algunas peripecias que incluyeron espectacular desbarranque del macho. El Médico no se halla
repuesto pero yo sí y camino perfectamente llevando a la mula. El camino se extendió más de lo pensado y sólo a las 18.15 caímos en
la cuenta de que estábamos en el arroyo de casa de Honorato. Miguel siguió a toda velocidad pero sólo llegó al camino real y ya era
completamente de noche: Benigno y Urbano avanzaron con precaución y no notaron nada anormal, por lo que tomó la casa que estaba
vacía, pero se había aumentado en varios barracones para el Ejército, a la sazón abandonadas. Encontramos harina, manteca, sal y chivos,
matando a dos, los que configuraron un festín junto con la harina, aunque la cocinada nos consumió toda la noche a la espectativa. Por
la madrugada nos retiramos dejando posta en la casita y en la entrada del camino. h - 740 m.
Septiembre 2
Temprano en la mañana nos retiramos hasta los chacos, dejando una emboscada en la casa, a cargo de Miguel y con Coco, Pablo y
Benigno. Del otro lado quedó una posta. A las 8 Coco vino a avisar que había pasado un arriero a buscar a Honorato; son 4 y se le
ordenó que hiciera pasar a los otros 3. Todo esto tardó, pues había una hora de nuestro punto a la casa. A las 13:30 sonaron varios
disparos y luego se supo que venía un campesino con un soldado y un caballo, Chino, que estaba de posta junto con Pombo y Eustaquio,
lanzó un grito: Un soldado, y palanqueó el fusil; el soldado le tiró y salió huyendo y Pombo tiró, matando el caballo. Mi bronca fue
espectacular, pues es ya el colmo de la incapacidad; el pobre Chino está anonadado. Liberamos a los 4, que en el interín habían pasado y
a los dos prisioneros nuestros enviando todo el mundo Masicuri arriba. A los arrieros se les compró un torete en $700 y a Hugo se le
dio $100 por su trabajo y $50 por algunas cosas que se le cogieron. El caballo muerto resultó ser uno que habían dejado en casa de
Honorato porque estaba baldado. Los arrieros contaron que la mujer de Honorato se había quejado del ejército por los golpes que le
habían propinado al marido y porque se comieron todo lo que tenía. Cuando los arrieros pasaron, hace 8 días, Honorato estaba en Valle
Grande reponiéndose de una mordedura de tigre. De todas maneras, alguien había en la casa, ya que se encontró fuego encendido
cuando llegamos. Debido al error del Chino, decidí salir por la noche con el mismo rumbo que los arrieros y tratar de llegar a la
primera casa, presumiendo que los soldados fueran pocos y hubieran seguido la retirada, pero salimos muy tarde y sólo cruzamos el
vado a las 3.45 hs. sin encontrar la casa y dormimos en una senda de vaca esperando el día.
La radio trajo una noticia fea sobre el aniquilamiento de un grupo de 10 hombres dirigidos por un cubano llamado Joaquín en la zona de
Camiri; sin embargo, la noticia la dio la voz de las Américas y las emisoras locales no han dicho nada.
Septiembre 3
Como corresponde al día domingo, hubo choque. Al amanecer buscamos Masicuri abajo hasta la desembocadura y luego subimos algo
por el Río Grande; a las 13 horas salieron Inti, Coco, Benigno, Pablito, Julio y León para tratar de llegar a la casa, si no estaba el
Ejército y comprar las mercancías que hagan más pasable nuestra vida. Primero el grupo capturó 2 peones quienes dijeron que no
estaba el dueño ni había soldados y que se podía conseguir bastantes víveres. Otras informaciones: ayer pasaron a galope 5 soldados sin
parar en la casa. Honorato pasó hace dos días para su casa con dos de sus hijos. Al llegar a la casa del latifundista, se encontraron con
que 40 soldados acababan de llegar, produciéndose un encuentro confuso en el que los nuestros mataron por lo menos un soldado, el
que traía un perro; los soldados reaccionaron y los rodearon, pero luego se retiraron ante los gritos; no se pudo coger ni un grano de
arroz. El avión voló por la zona y tiró unos cohetecitos, aparentemente por el Ñacahuazu. Otra información de los campesinos: por esta
zona no han visto guerrilleros y la primera información la tuvieron por los arrieros que pasaron ayer.
Otra vez la voz de los Estados Unidos dio un informe sobre combates con el Ejército y esta vez nombró a José Carrillo como único
sobreviviente de un grupo de 10 hombres. Como este Carrillo es Paco, uno de la resaca y el aniquilamiento se produjo en Masicuri,
todo parece indicar que es un
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Agosto 1967
Agosto 1
Día tranquilo: Miguel y Camba iniciaron la senda pero avanzaron poco más de un kilómetro debido a las dificultades del terreno y la
vegetación. Matamos un potro bellaco que nos debe dar carne para 5-6 días. Se hicieron las trincheritas para tender una emboscada al
Ejército si viniera por aquí. La idea es dejarlos pasar si vinieran mañana o pasado y no descubrieran el campamento y meterles bala
después. h - 650 m.
Agosto 2
La senda parece haber avanzado bien gracias a Benigno y Pablo que la siguieron. Tardaron casi dos horas en llegar de vuelta al
campamento desde la punta del camino. No dan noticias nuestras por la radio, luego de anunciar el traslado del cadáver de un
«antisocial». El asma me sonó muy duro y ya agoté la última inyección antiasmática; no quedan sino tabletas para unos 10 días.
Agosto 3
Lo del camino resultó un fiasco; Miguel y Urbano tardaron 57 minutos en regresar hoy; se avanza muy lentamente. No hay noticias.
Pacho se recupera bien, yo, en cambio estoy mal; el día y la noche estuvieron duros para mí y no se vislumbra salida a corto plazo.
Probé la inyección endovenosa de novocaína sin resultado.
Agosto 4
La gente llegó a un cañón que toma rumbo suroeste y puede ser que desagüe en los arroyos que van al Río Grande. Para mañana irán dos
parejas a chapear y Miguel subirá por el nuestro a explorar lo que parecen ser chacos viejos. Mi asma mejoró algo.
Agosto 5
Benigno, Camba, Urbano y León se repartieron en parejas para avanzar más, pero fueron a dar a un arroyo que desagua en el Rosita y
hay seguido a campo traviesa. Miguel fue a explorar el chaco pero no lo encontró. Se acabó la carne de caballo; mañana trataremos de
pescar y pasado mañana sacrificaremos otro bicho. Mañana avanzaremos hasta la nueva aguada. Mi asma estuvo implacable; a pesar de
mi repugnancia a la separación, tendré que mandar un grupo por delante; Benigno y Julio se ofrecieron de voluntarios; falta examinar la
disposición del Ñato.
Agosto 6
Se hizo el traslado de campamento; desgraciadamente no eran 3 horas de camino sino una, lo que indica que todavía estamos lejos.
Benigno, Urbano, Camba y León siguieron macheteando, mientras Miguel y Aniceto salían a explorar el nuevo arroyo hasta su
confluencia con el Rosita. A la noche no había retornado por lo que se tomaron precauciones, máxime que yo había oído algo así como
un morterazo lejano. Inti, Chapaco y luego yo, dijimos algunas palabras referentes al día de hoy, de la Independencia Boliviana. h- 720.
Agosto 7
A las 11 de la mañana había dado por perdidos a Miguel y Aniceto, habiéndole ordenado a Benigno que avanzara con muchas
precauciones hasta la desembocadura en el Rosita e investigara un poco la dirección que tomaron, si es que habían llegado hasta allí.
Sin embargo a las 13 aparecieron los perdidos, que simplemente encontraron dificultades en el camino y se les hizo noche sin llegar al
Rosita. Fue un trago amargo el que me hizo pasar Miguel. Permanecimos en el mismo sitio pero los chapeadores encontraron otro
arroyo y hacia él nos trasladaremos mañana. Hoy murió Anselmo, el caballo viejo y ya no nos queda más que uno de carga; mi asma
sigue sin variantes, pero las medicinas se acaban. Mañana tomaré una decisión sobre el envío de un grupo al Ñacahuazu.
Hoy se cumplen 9 meses exactos de la constitución de la guerrilla con nuestra llegada. De los 6 primeros, dos están muertos, uno
desaparecido y dos heridos; yo con asma que no sé cómo cortarla.
Agosto 8
Caminamos algo así como una hora efectiva, que para mi fueron dos por el cansancio de la yegüita; en una de ésas, le metí un cuchillazo
en el cuello abriéndole una buena herida. El nuevo campamento debe ser el último con agua hasta la llegada al Rosita o al Río Grande;
los macheteros están a 40 minutos de aquí (2-3 kms.). Designé un grupo de 8 hombres para cumplir la siguiente misión: Salen mañana
de aquí caminando todo el día; al día siguiente, Camba retorna con las noticias de lo que hay; al otro día, retornan Pablito y Darío con
las noticias de ese día; los 5 restantes siguen hasta la casa de Vargas y allí retornan Coco y Aniceto con la noticia de cómo está la cosa;
Benigno, Julio y el Ñato siguen el Ñacahuazu para buscar medicinas mías. Deben ir con mucho cuidado para evitar emboscadas;
nosotros los seguiremos y los puntos de reunión son: la casa de Vargas o más arriba, según nuestra velocidad, el arroyo que está frente
a la cueva en el Río Grande, el Masicuru (Honorato) o el Ñacahuazu. Hay una noticia del ejército en el sentido de haber descubierto un
depósito de armas en uno de nuestros campamentos.
Por la noche reuní a todo el mundo haciéndole la siguiente descarga: Estamos en una situación difícil; el Pacho se recupera pero yo
soy una piltrafa humana y el episodio de la yegüita prueba que en algunos momentos he llegado a perder el control; eso se modificará
pero la situación debe pesar exactamente sobre todos y quien no se sienta capaz de sobrellevarla debe decirlo. Es uno de los momentos
en que hay que tomar decisiones grandes; este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el escalón más
alto de la especie humana, pero también nos permite graduarnos de hombres; los que no puedan alcanzar ninguno de estos dos estadíos
deben decirlo y dejar la lucha. Todos los cubanos y algunos bolivianos plantearon seguir hasta el final; Eustaquio hizo lo mismo pero
planteó una crítica a Muganga por llevar su mochila en el mulo y no cargar leña, lo que provocó una respuesta airada de éste; Julio
fustigó a Moro y a Pacho por parecidas circunstancias, y una nueva respuesta airada, esta vez de Pacho. Cerré la discusión diciendo que
aquí se debatían dos cosas de muy distinta jerarquía: una era si se estaba o no dispuesto a seguir; la otra era de pequeñas rencillas o
problemas internos de la guerrilla, lo que le quitaba grandeza a la decisión mayor. No me gustaba el planteamiento de Eustaquio y Julio
pero tampoco la respuesta de Moro y Pacho, en definitiva, tenemos que ser más revolucionarios y ser ejemplo.
Agosto 9
h - 780.
Salieron por la mañana los 8 exploradores. Los macheteros, Miguel, Urbano y León se alejaron 50 minutos más del campamento. Me
abrieron un ántrax en el talón, lo que me permite apoyar el pie, pero todavía muy dolorido y con fiebre. Pacho, muy bien.
Agosto 10
Antonio y Chapaco salieron de caza hacia atrás logrando una urina o guaso y una pava; exploraron el primer campamento donde no hay
novedad y trajeron una carga de naranjas. Comí dos y me dio asma inmediatamente, pero poca. A las 13.30 llegó Camba, uno de los 8
con las siguientes noticias: ayer durmieron sin agua y hoy siguieron hasta las 9 sin hallarla. Benigno ha reconocido el lugar y se tirará
hacia el Rosita para lograr agua, Pablo y Darío volverán en caso de llegar al agua.
Largo discurso de Fidel en que arremete contra los partidos tradicionales y, sobre todo, contra el venezolano; parece que la bronca
entre bastidores fue grande. Me volvieron a curar el pie; estoy mejorando, pero no estoy bien. Con todo, mañana debemos partir para
acercar más nuestra base a los macheteros que sólo avanzaron 35 minutos en el día.
Agosto 11
Los chapeadores avanzan muy lentamente. A las 16 llegaron Pablo y Darío con nota de Benigno en la que anuncia que está cerca del
Rosita y que calcula 3 días más a casa de Vargas. Pablito salió a las 8,15 de la aguada donde pernoctaron y a las 15 aproximadamente
topó con Miguel, de modo que falta harto para llegar. Parece que la pava me hace mal para el asma, pues me dio un poco y se la regalé a
Pacho. Cambiamos campamento para situarnos en un nuevo arroyo que desaparece a medio día y reaparece a media noche. Llovió y no
hace frío, mucho marigüi. h - 740 m.
Agosto 12
Día gris. Los macheteros avanzaron poco. Aquí no hubo novedad ni mucha comida; mañana sacrificaremos otro caballo que deberá
durar 6 días. Mi asma está estacionada a un nivel conveniente. Barrientos anunció el ocaso de los guerrilleros y volvió a amenazar con
una intervención en Cuba; fue tan estúpido como siempre.
La radio anunció un combate cerca de Monteagudo con el resultado de un muerto de parte nuestra: Antonio Fernández, de Tarata. Se
parece bastante al nombre real de Pedro, que es de Tarata.
Agosto 13
Miguel, Urbano, León y Camba salieron para acampar en la aguada descubierta por Benigno y avanzar desde allí. Llevan comida para 3
días, vale decir, trozos del caballo de Pacho, sacrificado hoy. Quedan 4 animales y todo parece indicar que habrá que sacrificar otro
antes de llegar a la comida. Si todo ha marchado bien, Coco y Aniceto deben llegar aquí mañana. Arturo cazó dos pavas que me fueron
adjudicadas en razón de que ya casi no queda maíz. El Chapaco está dando pruebas crecientes de desequilibrio, Pacho mejora a buen
ritmo y mi asma tiene tendencias a aumentar desde ayer; ahora tomo 3 tabletas al día. El pie está casi bien.
Agosto 14
Día negro. Fue gris en las actividades y no hubo ninguna novedad, pero a la noche el noticiero dio noticias de la toma de la cueva
adonde iban los enviados, con señales tan precisas que no es posible dudar. Ahora estoy condenado a padecer asma por un tiempo no
definible. También nos tomaron documentos de todo tipo y fotografías. Es el golpe más duro que nos hayan dado; alguien habló.
¿Quién?, es la incógnita.
Agosto 15
Temprano envié a Pablito con un mensaje a Miguel para que dispusiera dos hombres en busca de Benigno, siempre que Coco y Aniceto
no hubieran llegado, pero se topó con ellos por el camino y volvieron los tres. Miguel mandaba decir que se iba a quedar donde lo
sorprendiera la noche y que le mandara un poco de agua. Se envió a Darío, con la advertencia de que mañana temprano saldremos de
todas maneras, pero ahora se cruzó con León que venía a avisar que estaba completo el camino.
Una emisora de Santa Cruz informó, de pasada, de dos prisioneros hechos por el Ejército al grupo de Muyupampa que, ya no cabe duda,
es el de Joaquín y debe estar muy acosado, amén de que esos dos prisioneros hablaron. Hizo frío pero no pasé una noche mala; hay que
abrirme otro absceso en el mismo pie. Pacho está dado de alta.
Se anunció otro choque en Chuyuyako sin bajas para el ejército.
Agosto 16
Caminamos efectivamente 3.40 horas y una de descanso, por un camino relativamente bueno; la mula me sacó limpio de la montura al
pincharse con un palo pero no me hice nada; el pie mejora. Miguel, Urbano y Camba siguieron el macheteo y llegaron al Rosita. Hoy
era el día en que debían llegar a la cueva Benigno y sus compañeros y los aviones volaron varias veces por la zona. Puede deberse a
alguna huella que ellos hayan dejado cerca de Vargas o a una tropa que esté bajando por el Rosita o avanzando por el Río Grande. Por la
noche previne a la gente sobre el peligro del cruce y se tomaron previsiones para mañana. h - 600 m.
Agosto 17
Salimos temprano llegando al Rosita a las 9. Allí Coco creyó oír dos tiros y se dejó una emboscada, pero no hubo novedad. El resto del
camino fue lento por continuas pérdidas y malas interpretaciones, llegando al Río Grande a las 16.30 y acampando allí. Pensaba seguir
con la luna, pero la gente venía muy cansada. Nos queda carne de caballo para dos días, racionada; a mí, mote para uno. Habrá que
sacrificar otro animal, según todos los indicios. La radio anunció que presentará documentos y pruebas de las 4 cuevas del Ñacahuazu,
lo que indica que también cayó la de los monos. El asma me trató bastante bien, dadas las circunstancias. h - 640 m. (una cosa ilógica,
si se considera que ayer fueron 600).
Agosto 18
Salimos más temprano que de costumbre, pero hubo que pasar cuatro vados, uno de ellos poco profundo y hacer sendas en algunos
puntos. Por todo ello, llegamos a las 14 al arroyo y la gente quedó como muerta, descansando. No hubo más actividad. Hay nubes de
nibarigüises por la zona y sigue el frío por las noches. Inti me planteó que Camba quiere irse; según el, sus condiciones físicas no le
permiten seguir, además no ve perspectiva a la lucha. Naturalmente, es un caso típico de cobardía y es un saneamiento dejarlo ir, pero
ahora conoce nuestra ruta futura para tratar de unirnos a Joaquín y no puede salir. Mañana hablaré con él y con Chapaco. h - 680 m.
Agosto 19
Miguel, Coco, Inti y Aniceto salieron a explorar para tratar de encontrar el mejor camino a casa de Vargas donde parece haber un
destacamento, pero no hay nada nuevo y parece que debemos seguir la senda vieja. Arturo y Chapaco fueron a cazar y lograron una urina
y el mismo Arturo, estando de posta con Urbano cazó un anta, lo que puso en tensión al campamento pues fueron 7 tiros. El animal dará
carne para 4 días, uno la urina y hay una reserva de frijoles y sardinas; total, 6 días. Parece que el caballo blanco, el siguiente en la lista
tiene chance de salvarse. Hablé con Camba, manifestándole que no se podrá salir hasta que se defina nuestro próximo paso que es la
reunión con Joaquín. Chapaco manifestó que no se iría pues eso es una cobardía, pero que quiere una esperanza de poder salir dentro de
6 meses-1 año; se la di, habló una serie de cosas inconexas. No está bien.
Las noticias están llenas de Debray, de los otros acusados ni se habla. Ninguna noticia de Benigno; ya podría estar aquí.
Agosto 20
Los macheteros Miguel y Urbano, mis «obras públicas» Willy y Darío, avanzaron poco, por lo que resolvimos quedarnos otro día más
aquí mismo. Coco e Inti no cazaron nada, pero Chapaco cazó un mono y una urina. Yo comí urina y a la media noche me dio un fuerte
ataque de asma. El Médico sigue enfermo de un aparente lumbago con toma del estado general que lo convierte en un inválido. No hay
noticias de Benigno, a partir de este momento es de preocuparse.
La radio informa de la presencia de guerrilleros a 85 kilómetros de Sucre.
Agosto 21
Otro día más en el mismo lugar y otro día sin noticias de Benigno y sus compañeros. Se cazaron 5 monos: 4 Eustaquio como cazador y
1 Moro, al pasar cerca; éste sigue mal de su lumbago y se le puso una meperidina. Mi asma no funciona con la urina.
Agosto 22
Por fin nos movimos, pero antes hubo una alarma porque vieron un hombre que, al parecer, huía por la playa; resultó ser Urbano,
perdido. Le hice una anestesia regional al Médico y con eso pudo viajar, en la yegua, aunque llegó dolorido; parece un poco mejorado;
Pacho hizo el camino a pie. Hicimos campamento sobre la margen derecha y sólo falta un pedazo de macheteo para tener listo el
camino hasta casa de Vargas; nos queda carne de anta para mañana y pasado y a partir de mañana no se podrá cazar. No hay noticias de
Benigno, hace 10 días que se separaron de Coco. h - 580 m.
Agosto 23
El día fue muy trabajoso, pues hubo que bordear una faralla muy mala; el caballo blanco se negó a seguir y lo dejaron enterrado en el
fango, sin aprovecharle ni los huesos. Llegamos a una cabañita de cazadores con huellas de estar habitada recientemente, nos
emboscamos y al poco rato cayeron dos. Su coartada es que tienen 10 trampas puestas y salieron a revisarlas; según ellos, hay ejército
en casa de Vargas, en Tatarenda, Caraguatarenda, Ipitá, Yumon y hace un par de días hubo un encuentro en Caraguatarenda con un militar
herido. Puede ser Benigno empujado por el hambre o el cerco. Los hombres anunciaron que mañana vendría Ejército a pescar, vienen
en grupos de 15-20 hombres. Se distribuyó anta y algunos pescados que lograron con un cartucho, yo comí arroz, que me vino muy
bien; el Médico está algo mejor. Se anunció la postergación del juicio de Debray para setiembre. h - 580 m.
Agosto 24
La diana se dio a las 5.30 y nos encaminamos a la quebrada que pensábamos seguir. La vanguardia inició la marcha y había recorrido
algunos metros cuando aparecieron 3 campesinos por la otra banda, se llamó a Miguel con su gente y se emboscó todo el mundo,
apareciendo 8 soldados. Las instrucciones eran dejarlos cruzar el río por el vado que está enfrente y tirarles cuando estuvieran
llegando, pero los soldados no cruzaron; se limitaron a dar unas vueltas y pasaron junto a nuestros fusiles, sin que les tiráramos. Los
civiles presos, dicen no ser otra cosa que cazadores. Se envió a Miguel y Urbano con Camba y Darío y Hugo Guzmán, el cazador, para
que siguieran una senda que toma rumbo oeste, pero cuyo fin no se sabe cuál es. Nosotros permanecimos emboscados todo el día. Al
anochecer volvieron los macheteros con las trampas, un cóndor y un gato podrido, todo fue a parar adentro junto con el último pedazo
de anta; quedan los frijoles y lo que se cace. El Camba está llegando al último extremo de su degradación moral; ya tiembla ante el solo
anuncio de los guardias. El Médico sigue dolorido y administrándose talamonal; yo bastante bien pero con un hambre atroz. El Ejército
dio un parte comunicando haber logrado otra cueva y que hay dos heridos leves de su parte y «bajas de los guerrilleros». Radio Habana
da la noticia de un combate sin confirmar en Taparillas con un herido de parte del ejército.
Agosto 25
El día transcurre sin novedad. La diana se dio a las 5 y los macheteros salieron temprano; el Ejército, 7 hombres, llegó hasta algunos
pasos de nuestra posición pero no trataron de cruzar. Parecen estar llamando a los cazadores con sus tiros; mañana los atacaremos, si la
ocasión se presenta. La senda no avanzó lo suficiente pues Miguel mandó hacer una consulta con Urbano y éste la trasmitió mal y a una
hora en que no se podía hacer nada.
La radio anunció un combate en Monte Dorado, que parece ser la jurisdicción de Joaquín y la presencia de guerrilleros a 3 kms. de
Camiri.
Agosto 26
Todo salió mal: Vinieron los 7 hombres pero se repartieron, 5 río abajo y dos a cruzar, Antonio, que era responsable de la emboscada
tiró antes de tiempo y erró, permitiendo que los dos hombres salieran a la carrera a buscar refuerzos; los otros 5 se retiraron a la
carrera, a saltos, e Inti y Coco les cayeron atrás pero se parapetaron y los rechazaron. Mientras observaba la caza vi cómo le picaban las
balas cerca, por efecto de tiros de nuestro lado, salí corriendo y me encontré con que Eustaquio les estaba tirando, pues Antonio no le
había avisado nada. Tenía una furia tan grande que perdí el control y maltraté a Antonio.
Salimos con paso cansino, pues el Médico no da mucho, mientras el ejército, recuperado avanzaba por la isla de enfrente en número de
20-30; no valía la pena hacerle frente. Pueden tener hasta 2 heridos, máximo. Se distinguieron Coco e Inti por su decisión.
La cosa fue bien hasta que el Médico se agotó y comenzó a retrasar la marcha. A las 18.30 paramos sin haber alcanzado a Miguel, que
estaba no obstante, a escasos metros e hizo contacto con nosotros. Moro quedó en una quebrada sin poder subir el último tramo y
dormimos separados en 3 partes. No hay indicios de persecución. h - 900 m.
Agosto 27
El día transcurre en una desesperada búsqueda de salida, cuyo resultado no es claro todavía; estamos cerca del Río Grande y ya pasamos
Yumon, pero no hay nuevos vados, según noticias, de modo que se podría ir allí para seguir por el farallón de Miguel pero las mulas no
podrán hacerlo. Hay una posibilidad de cruzar una cadenita de montañas y seguir luego hacia Río Grande-Masicuri, pero sólo sabremos
mañana si es factible. Hemos cruzado altura de 1.300 ms., aproximadamente las alturas máximas de la zona y dormimos a 1.240 ms,
con bastante frío. Yo estoy muy bien, pero el Médico bastante mal y ya se acabó el agua, quedándole a él un poco.
La noticia buena, o el acontecimiento bueno, fue la aparición de Benigno, Ñato y Julio. Su odisea fue grande pues hay soldados en
Vargas y Yumon y casi chocan con ellos, luego siguieron una tropa que bajó por el Saladillo y subió por el Ñacahuasu y se encontraron
con que el arroyo del Congrí tiene 3 subidas hechas por los soldados. La cueva del Oso, adonde llegaron el día 18, es un campamento
antiguerrillero que tiene como 150 soldados, casi fueron sorprendidos allí pero lograron retornar sin ser vistos. Estuvieron en el chaco
del abuelo, donde consiguieron jocos, lo único que hay, pues está abandonado todo y pasaron nuevamente entre los soldados,
escuchando el tiroteo nuestro y quedándose a dormir cerca para seguir luego nuestras huellas hasta alcanzarnos. Según Benigno, el
Ñato se portó muy bien pero Julio se perdió 2 veces y le tenía un poco de miedo a los soldados. Benigno opina que alguna gente de
Joaquín anduvo por allí hace unos días.
Agosto 28
Día gris y algo angustioso. Mitigamos la sed con panes de caracoré [caracoré: higo chumbo], que es más bien un engañito a la garganta.
Miguel envió a Pablito solo con uno de los cazadores a buscar agua, y para más, con sólo un revolvito. A las 16.30 no había llegado y
envié a Coco y Aniceto a buscarlo; no regresaron en toda la noche. La retaguardia quedó en el lugar del descenso y no se pudo escuchar
radio; parece que hay un nuevo mensaje. Por fin, se sacrificó la yegüita, luego de acompañarnos dos penosos meses; hice todo lo
posible por salvarla, pero el hambre arreciaba y, por lo menos, ahora sólo se sufre sed. Parece que mañana tampoco llegaremos al agua.
La radio dio la información de un soldado herido en la zona de Tatarenda. La incógnita para mí es ésta: ¿Por qué, si son tan
escrupulosos en anunciar sus bajas, van a mentir en el resto de los partes?, y, si no mienten, ¿quiénes son los que les están haciendo
bajas en lugares tan apartados como Caraguatarenda y Taperillas? Salvo que Joaquín esté dividido en dos partes o existen nuevos focos
independientes. h - 1.200 m.
Agosto 29
Día pesado y bastante angustioso. Los macheteros avanzaron muy poco y en una oportunidad equivocaron la ruta creyendo ir hacia el
Masicuri. Hicimos campamento a 1.600 ms. de altura, en un lugar relativamente húmedo que tiene una cañita cuya pulpa mitiga la sed.
Algunos compañeros: Chapaco, Eustaquio, Chino, se están desmoronando por falta de agua. Mañana habrá que enderezar adonde ésta se
vea más cerca. Los muleros aguantan bastante bien.
Por la radio no hubo grandes noticias; lo más es el juicio de Debray que se prolonga de una semana a otra.
Agosto 30
Ya la situación se tornaba angustiosa; los macheteros sufrían desmayos, Miguel y Darío se tomaban los orines y otro tanto hacía el
Chino, con resultados nefastos de diarreas y calambres. Urbano, Benigno y Julio bajaron a un cañón y encontraron agua. Me avisaron
que los mulos no podían bajar, y decidí quedarme con el Ñato, pero Inti subió nuevamente con agua y quedamos los 3, comiendo yegua.
La radio quedó abajo de manera que no hubieron noticias. h - 1.200 m.
Agosto 31
Por la mañana salieron de exploración hacia abajo Aniceto y León, volviendo a las 16 horas con la noticia de que había paso para los
mulos del campamento del agua en adelante; lo feo estaba antes, pero yo lo vi y sí pueden pasar los animales, de modo que ordené a
Miguel que mañana nos haga un desvío en la última faralla y siga abriendo camino hacia adelante, que nosotros bajaremos las mulas.
Hay mensaje de Manila pero no se pudo copiar.
Resumen del mes
Fue, sin lugar a dudas, el mes más malo que hemos tenido en lo que va de guerra. La pérdida de todas las cuevas con sus documentos y
medicamentos fue un golpe duro, sobre todo psicológico. La pérdida de 2 hombres en las postrimerías del mes, y la subsiguiente
marcha a carne de caballo desmoralizó a la gente, planteándose el primer caso de abandono, el Camba, lo que no constituye sino una
ganancia neta, pero no en esta circunstancia. La falta de contacto con el exterior y con Joaquín y el hecho de que prisioneros hechos a
éste hayan hablado, también desmoralizó un poco a la tropa. Mi enfermedad sembró la incertidumbre en varios más y todo esto se
reflejó en nuestro único encuentro, en que debíamos haber causado varias bajas al enemigo y sólo le hicimos un herido. Por otra parte
la difícil marcha por las lomas sin agua, hizo salir a flote algunos rasgos negativos de la gente.
Las características más importantes:
1°) Seguimos sin contacto de ninguna especie y sin razonable esperanza de establecerlo en fecha próxima.
2°) Seguimos sin incorporación campesina, cosa lógica además si se tiene en cuenta el poco trato que hemos tenido con estos en los
últimos tiempos.
3°) Hay un decaimiento, espero que momentáneo, de la moral combativa.
4°) El ejército no aumenta su efectividad ni acometividad.
Estamos en un momento de baja de nuestra moral y de nuestra leyenda revolucionaria. Las tareas más urgentes siguen siendo las
mismas del mes pasado, a saber: Restablecer los contactos, incorporar combatientes, abastecernos de medicina y equipo.
Hay que considerar que despuntan cada vez más firmemente como cuadros revolucionarios y militares Inti y Coco.
Diario en Bolivia
Septiembre 1967
Septiembre 1
Temprano bajamos las mulas, tras algunas peripecias que incluyeron espectacular desbarranque del macho. El Médico no se halla
repuesto pero yo sí y camino perfectamente llevando a la mula. El camino se extendió más de lo pensado y sólo a las 18.15 caímos en
la cuenta de que estábamos en el arroyo de casa de Honorato. Miguel siguió a toda velocidad pero sólo llegó al camino real y ya era
completamente de noche: Benigno y Urbano avanzaron con precaución y no notaron nada anormal, por lo que tomó la casa que estaba
vacía, pero se había aumentado en varios barracones para el Ejército, a la sazón abandonadas. Encontramos harina, manteca, sal y chivos,
matando a dos, los que configuraron un festín junto con la harina, aunque la cocinada nos consumió toda la noche a la espectativa. Por
la madrugada nos retiramos dejando posta en la casita y en la entrada del camino. h - 740 m.
Septiembre 2
Temprano en la mañana nos retiramos hasta los chacos, dejando una emboscada en la casa, a cargo de Miguel y con Coco, Pablo y
Benigno. Del otro lado quedó una posta. A las 8 Coco vino a avisar que había pasado un arriero a buscar a Honorato; son 4 y se le
ordenó que hiciera pasar a los otros 3. Todo esto tardó, pues había una hora de nuestro punto a la casa. A las 13:30 sonaron varios
disparos y luego se supo que venía un campesino con un soldado y un caballo, Chino, que estaba de posta junto con Pombo y Eustaquio,
lanzó un grito: Un soldado, y palanqueó el fusil; el soldado le tiró y salió huyendo y Pombo tiró, matando el caballo. Mi bronca fue
espectacular, pues es ya el colmo de la incapacidad; el pobre Chino está anonadado. Liberamos a los 4, que en el interín habían pasado y
a los dos prisioneros nuestros enviando todo el mundo Masicuri arriba. A los arrieros se les compró un torete en $700 y a Hugo se le
dio $100 por su trabajo y $50 por algunas cosas que se le cogieron. El caballo muerto resultó ser uno que habían dejado en casa de
Honorato porque estaba baldado. Los arrieros contaron que la mujer de Honorato se había quejado del ejército por los golpes que le
habían propinado al marido y porque se comieron todo lo que tenía. Cuando los arrieros pasaron, hace 8 días, Honorato estaba en Valle
Grande reponiéndose de una mordedura de tigre. De todas maneras, alguien había en la casa, ya que se encontró fuego encendido
cuando llegamos. Debido al error del Chino, decidí salir por la noche con el mismo rumbo que los arrieros y tratar de llegar a la
primera casa, presumiendo que los soldados fueran pocos y hubieran seguido la retirada, pero salimos muy tarde y sólo cruzamos el
vado a las 3.45 hs. sin encontrar la casa y dormimos en una senda de vaca esperando el día.
La radio trajo una noticia fea sobre el aniquilamiento de un grupo de 10 hombres dirigidos por un cubano llamado Joaquín en la zona de
Camiri; sin embargo, la noticia la dio la voz de las Américas y las emisoras locales no han dicho nada.
Septiembre 3
Como corresponde al día domingo, hubo choque. Al amanecer buscamos Masicuri abajo hasta la desembocadura y luego subimos algo
por el Río Grande; a las 13 horas salieron Inti, Coco, Benigno, Pablito, Julio y León para tratar de llegar a la casa, si no estaba el
Ejército y comprar las mercancías que hagan más pasable nuestra vida. Primero el grupo capturó 2 peones quienes dijeron que no
estaba el dueño ni había soldados y que se podía conseguir bastantes víveres. Otras informaciones: ayer pasaron a galope 5 soldados sin
parar en la casa. Honorato pasó hace dos días para su casa con dos de sus hijos. Al llegar a la casa del latifundista, se encontraron con
que 40 soldados acababan de llegar, produciéndose un encuentro confuso en el que los nuestros mataron por lo menos un soldado, el
que traía un perro; los soldados reaccionaron y los rodearon, pero luego se retiraron ante los gritos; no se pudo coger ni un grano de
arroz. El avión voló por la zona y tiró unos cohetecitos, aparentemente por el Ñacahuazu. Otra información de los campesinos: por esta
zona no han visto guerrilleros y la primera información la tuvieron por los arrieros que pasaron ayer.
Otra vez la voz de los Estados Unidos dio un informe sobre combates con el Ejército y esta vez nombró a José Carrillo como único
sobreviviente de un grupo de 10 hombres.
Diario en Bolivia
Diario en Bolivia
Documento XVII
Al Pueblo Boliviano
Comunicado n° 1
Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria
El grupo de gorilas usurpadores, tras asesinar a obreros y preparar el terreno para la entrega total de nuestras riquezas al imperialismo
norteamericano, se burló del pueblo en una farsa comicial. Cuando llega la hora de la verdad y el pueblo se alza en armas, respondiendo
a la usurpación armada con la lucha armada, pretende seguir su torneo de mentiras.
En la madrugada del 23/3, fuerzas de la 4ª división, con acantonamiento en Camiri, en número aproximado de 35 hombres al mando del
mayor Hernán Plata Ríos se internaron en territorio guerrillero por el cauce del río Ñacaguaso. El grupo íntegro cayó en una
emboscada tendida por nuestras fuerzas. Como resultado de la acción, quedaron en nuestro poder 25 armas de todo tipo, incluyendo 3
morteros de 60 mm. con su dotación de obuses, abundante parque y equipo. Las bajas enemigas fueron: 7 muertos, entre ellos un
teniente, y 14 prisioneros, 5 de los cuales resultaron heridos en el choque, siendo atendidos por nuestro servicio sanitario con la
mayor eficiencia que permiten nuestros medios.
Todos los prisioneros fueron puestos en libertad previa explicación de los ideales de nuestro movimiento.
La lista de bajas enemigas es la siguiente:
Muertos: Pedro Romero, Rubén Amenazaga, Juan Alvarado, Cecilio Márquez, Amador Almasán, Santiago Gallardo y el delator y guía
del Ejército, apellidado Vargas.
Prisioneros: Mayor Hernán Plata Ríos, cap. Eugenio Silva, soldados Edgar Torrico Panoso, Lido Machicado Toledo, Gabriel Durán
Escobar, Armando Martínez Sánchez, Felipe Bravo Siles, Juan Ramón Martínez, Leoncio Espinosa Posada, Miguel Rivero, Eleuterio
Sánchez, Adalberto Martínez, Eduardo Rivera y Guido Terceros. Los cinco últimamente nombrados resultaron heridos.
Al hacer pública la primera acción de guerra establecemos lo que será norma de nuestro Ejército: la verdad revolucionaria. Nuestros
hechos demostraron la justeza de nuestras palabras. Lamentamos la sangre inocente derramada por los soldados caídos, pero con
morteros y ametralladoras no se hacen pacíficos viaductos como afirman los fantoches de uniformes galonados, pretendiendo crearnos
la leyenda de vulgares asesinos. Tampoco hubo ni habrá un solo campesino que pueda quejarse de nuestro trato y de la forma de obtener
abastecimiento salvo los que, traicionando su clase, se presten a servir de guías o delatores.
Están abiertas las hostilidades. En comunicados futuros fijaremos nítidamente nuestra posición revolucionaria, hoy hacemos un
llamado a obreros, campesinos, intelectuales; a todos los que sientan que ha llegado la hora de responder a la violencia con la violencia
y de rescatar un país vendido en tajadas a los monopolios yanquis y elevar el nivel de vida de nuestro pueblo, cada día más hambreado.
Ejército de Liberación Nacional de Bolivia
Diario en Bolivia
Documento XXI
Al Pueblo Boliviano
Comunicado n° 2
Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria
El día 10/4/67 en horas de la mañana cayó en una emboscada la patrulla enemiga conducida por el Teniente Luis Saavedra Arombal e
integrada en su mayoría por soldados del CITE. En el encuentro murió el citado oficial y los soldados Angel Flores y Zenón Prada
Mendieta y resultó herido el guía Ignacio Husarima del regimiento Boquerón, hecho prisionero junto con otros 5 soldados y un
suboficial. 4 soldados lograron escapar, llevando la noticia a la base de la compañía del Mayor Sánchez Castro, el que, reforzado con
60 hombres de una unidad vecina, avanzó en auxilio de sus compañeros, siendo sorprendido por otra emboscada que costó la vida al Tte.
Hugo Ayala, al suboficial Raúl Camejo y a los soldados José Vijabriel, Marcelo Maldonado, Jaime Sanabria y dos más no identificados
por nosotros.
En esta acción fueron heridos los soldados Armando Quiroga, Alberto Carvajal, Fredy Alove, Justo Cervantes y Bernabé Mandejara,
aprisionados junto con el Comandante de la Compañía, Mayor Rubén Sánchez Castro y 16 soldados más.
Siguiendo una norma del E.L.N., curamos los heridos, con nuestros escasos medios y pusimos en libertad a todos los prisioneros,
previa explicación de los objetivos de nuestra lucha revolucionaria.
Las pérdidas del ejército enemigo se resumen así: 10 muertos, entre ellos dos tenientes, y 30 prisioneros, incluyendo al Mayor
Sánchez Castro, de los cuales 6 resultaron heridos. El botín de guerra es proporcional a las bajas enemigas e incluye un mortero de 60
mm., fusiles ametralladoras, fusiles y carabinas M-1, y subametralladoras. Todas las armas con su munición.
En nuestro campo debemos lamentar una baja, disparidad de pérdidas comprensible si se tiene en cuenta que en todos los combates
hemos elegido el momento y lugar de desencadenarlo y que los jerarcas del Ejército boliviano están enviando soldados bisoños, casi
niños, al matadero, mientras ellos inventan partes en La Paz y luego se dan golpes de pecho en funerales demagógicos, ocultando el que
son los verdaderos culpables de que la sangre corra en Bolivia. Ahora se quitan la máscara y comienzan a llamar «asesores»
norteamericanos; así se inició la guerra de Viet Nam que desangra a ese pueblo heroico y pone en peligro la paz del mundo. No
sabemos cuántos «asesores» enviarán contra nosotros (sabremos hacerles frente), pero alertamos al pueblo sobre los peligros de esa
acción iniciada por los militares entreguistas.
Hacemos un llamado a los jóvenes reclutas para que sigan las siguientes instrucciones: al iniciarse el combate tiren el arma a un lado y
llévense las manos a La cabeza permaneciendo quietos en el punto donde el fuego los sorprendiera; nunca avancen al frente de la
columna en marchas de aproximación a zonas de combate; obliguen a los oficiales que los incitan a combatir a que ocupen esta
posición de extremo peligro. Contra la vanguardia tiraremos siempre a matar. Por mucho que nos duela ver correr la sangre de
inocentes reclutas, es una imperiosa necesidad de la guerra.
Ejército de Liberación Nacional de Bolivia
Diario en Bolivia
Documento XXII
Al Pueblo Boliviano
Comunicado n° 3
Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria
El día 8 de mayo, en la zona guerrillera de Ñacaguasu, fueron emboscadas tropas de una compañía mixta al mando del subteniente
Henry Laredo. En la acción resultaron muertos el citado oficial y los alumnos de la escuela de clases Román Arroyo Flores y Luis
Peláez y prisioneros los siguientes soldados:
José Camacho Rojas, Reg. Bolívar; Néstor Cuentas, Reg. Bolívar; Waldo Veizaga, Esc. de clases; Hugo Soto Lora, Esc. de clases; Max
Torres León, Esc. de clases; Roger Rojas Toledo, Reg. Braun; Javier Mayan Corella, Reg. Braun; Néstor Sánchez Cuellar, Reg. Braun.
Los dos últimos, heridos al no responder al alto cuando se los interceptó en una operación previa. Como siempre, se los dejó en
libertad tras explicarles los alcances y fines de nuestra lucha. Se capturaron 7 carabinas M-1 y 4 fusiles mauser. Nuestras fuerzas
salieron indemnes.
Son frecuentes los comunicados del ejército represivo en que anuncian muertes guerrilleras; mezclando cierta verdad sobre sus bajas
reconocidas con fantasía sobre las nuestras y, desesperado en su impotencia, recurriendo a mentiras o ensañándose con periodistas
que, por sus características ideológicas, son adversarios naturales del régimen, imputándoles todos los males que sufre.
Dejamos expresa constancia de que el E.L.N. de Bolivia es el único responsable de la lucha armada en que encabeza a su pueblo y que
no podrá acabar sino con la victoria definitiva, oportunidad en que sabremos cobrar todos los crímenes que se cometan en el curso de
la guerra, independientemente de las medidas de represalia que el mando de nuestro Ejército juzgue oportuno tomar ante cualquier
vandalismo de las fuerzas represivas.
Ejército de Liberación Nacional de Bolivia
Diario en Bolivia
Documento XXIV
Al Pueblo Boliviano
Comunicado n° 4
Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria
En recientes partes el Ejército ha reconocido algunas de sus bajas, sufridas en choques de avanzadas, adjudicándonos, como es su
costumbre, una buena cantidad de muertos que nunca exhibe. Aunque nos faltan informes de algunas patrullas, podemos asegurar que
nuestras bajas son muy reducidas y que no sufrimos ninguna en las recientes acciones reconocidas por el Ejército.
Inti Peredo, efectivamente, es miembro de la Jefatura de nuestro Ejército, donde ocupa el cargo de Comisario Político y bajo su mando
estuvieron recientes acciones. Goza de buena salud y no ha sido tocado por las balas enemigas; el infundio de su muerte es el ejemplo
palpable de las mentiras absurdas que riega el Ejército en su impotencia para luchar contra nuestras fuerzas.
En cuanto a los anuncios sobre la presencia de supuestos combatientes de otros países americanos, por razones de secreto militar y de
nuestro lema, el de la verdad revolucionaria, no daremos cifras, aclarando solamente que cualquier ciudadano que acepte nuestro
programa mínimo, conducente a la liberación de Bolivia, es aceptado en las filas revolucionarias con iguales derechos y deberes que
los combatientes bolivianos, los que constituyen, naturalmente, la inmensa mayoría de nuestro movimiento. Todo hombre que luche
con las armas en la mano por la libertad de nuestra Patria merece, y recibe, el honroso título de boliviano, independientemente del
lugar donde haya nacido. Así interpretamos el auténtico internacionalismo revolucionario.
Ejército de Liberación Nacional de Bolivia
Diario en Bolivia
Documento XXV
A los mineros de Bolivia
Comunicado n° 5
Compañeros:
Una vez más corre la sangre proletaria en nuestras minas. En una explotación varias veces secular, se ha alternado la succión de la
sangre esclava del minero con su derramamiento, cuando tanta injusticia produce el estallido de protesta; esa repetición cíclica no ha
variado en el curso de centenares de años.
En los últimos tiempos se rompió transitoriamente el ritmo y los obreros insurrectos fueron el factor fundamental del triunfo del 9 de
abril. Ese acontecimiento trajo la esperanza de que se abría un nuevo horizonte y de que, por fin, los obreros serían dueños de su propio
destino, pero la mecánica del mundo imperialista enseñó, a los que quisieron ver, que en materia de revolución social no hay
soluciones a medias; o se toma todo el poder o se pierden todos los avances logrados con tanto sacrificio y con tanta sangre.
A las milicias armadas del proletariado minero, único factor de fuerza en la primera hora, se fueron agregando milicias de otros
sectores de la clase obrera, de desclasados y de campesinos, cuyos integrantes no supieron ver la comunidad esencial de intereses y
entraron en conflicto, manejados por la demagogia antipopular y, por fin, reapareció el ejército profesional, con piel de cordero y
garras de lobo. Y ese Ejército, pequeño y preterido al principio, se transformó en el brazo armado contra el proletariado y en el
cómplice más seguro del imperialismo; por eso, le dieron el visto bueno al golpe de Estado castrense.
Ahora estamos recuperándonos de una derrota provocada por la repetición de errores tácticos de la clase obrera y preparando al país,
pacientemente, para una revolución profunda que transforme de raíz el sistema.
No se debe insistir en tácticas falsas; heroicas, sí, pero estériles, que sumen en un baño de sangre al proletariado y ralean sus filas,
privándonos de sus más combativos elementos.
En largos meses de lucha, las guerrillas han convulsionado al país, le han producido gran cantidad de bajas al Ejército y lo han
desmoralizado, sin sufrir, casi, pérdidas; en una confrontación de pocas horas, ese mismo Ejército queda dueño del campo y se pavonea
sobre los cadáveres proletarios. De victoria a derrota va la diferencia entre la táctica justa y la errónea.
Compañero minero: no prestes nuevamente oídos a los falsos apóstoles de la lucha de masas, que interpretan ésta como un avance
compacto y frontal del pueblo contra las armas opresoras. ¡Aprendamos de la realidad! Contra las ametralladoras no valen los pechos
heroicos; contra las modernas armas de demolición, no valen las barricadas, por bien construidas que estén. La lucha de masas de los
países subdesarrollados, con gran base campesina y extensos territorios, debe desarrollarla una pequeña vanguardia móvil, la guerrilla,
asentada en el seno del pueblo; que irá adquiriendo fuerza a costillas del ejército enemigo y catalizará el fervor revolucionario de las
masas hasta crear la situación revolucionaria en la que el poder estatal se derrumbará de un solo golpe, bien asestado y en el momento
oportuno.
Entiéndase bien; no llamamos a la inactividad total, sino recomendamos no comprometer fuerzas en acciones que no garanticen el
éxito, pero la presión de las masas trabajadoras debe ejercerse continuamente contra el gobierno pues ésta es una lucha de clases, sin
frentes limitados. Dondequiera que esté, un proletario, tiene la obligación de luchar en la medida de sus fuerzas contra el enemigo
común.
Compañero minero: las guerrillas del E.L.N. te esperan con los brazos abiertos y te invitan a unirte a los trabajadores del subsuelo que
están luchando a nuestro lado. Aquí reconstruiremos la alianza obrero campesina que fue rota por la demagogia antipopular, aquí
convertiremos la derrota en triunfo y el llanto de las viudas proletarias en un himno de victoria. Te esperamos.
Ejército de Liberación Nacional de Bolivia
Diario en Bolivia
Documento III
Instrucciones para los cuadros
destinados al trabajo urbano
La formación de una red de apoyo del carácter de la que queremos formar debe guiarse por una serie de normas cuya generalización
haremos.
La acción sería fundamentalmente clandestina, pero alternará con ciertos tipos de trabajo en que será necesario el contacto con
individuos o entidades que obligará a salir a la superficie a ciertos cuadros. Esto obliga a ser muy estricto en la compartimentación,
aislando cada uno de los frentes en que se trabaje.
Los cuadros deben regirse estrictamente a la línea general de conducta ordenada por la jefatura del Ejército a través de los centros
dirigentes pero tendrán entera libertad en la forma práctica de llevar a cabo esa línea.
Para poder cumplir las difíciles tareas asignadas, y sobrevivir, el cuadro clandestino debe tener muy desarrolladas las cualidades
siguientes: disciplina, hermetismo, disimulo, autocontrol y sangre fría y practicar métodos de trabajo que los pongan a cubierto de
contingencias inesperadas.
Todos los compañeros que hagan trabajos semipúblicos tendrán un escalón superior clandestino que les impartirá las instrucciones y
controlarán su trabajo.
En lo posible, tanto el jefe de la red como los distintos encargados tendrán una sola función y los contactos horizontales se harán a
través del jefe. Los cargos mínimos para una red ya organizada son los siguientes:
El Jefe
I. Un encargado de abastecimientos.
II. Un encargado de Transporte.
III. Un encargado de Información.
IV.. Un encargado de Finanzas.
V. Un encargado de Acción Urbana.
VI. Un encargado de atender a los simpatizantes.
Al desarrollarse, precisará un encargado de comunicaciones, dependiente, en general, del jefe.
El jefe recibirá las instrucciones de la dirección del ejército y las pondrá en práctica a través de los diferentes encargados. Debe ser
conocido sólo de este pequeño núcleo dirigente para evitar poner en peligro a toda la red con su eventual captura. Si los encargados se
conocieran entre sí, de todas maneras su trabajo será conocido del uno para el otro y cualquier cambio no será comunicado.
Se tomarán medidas para que la detención de un miembro importante de la red provoquen el cambio de domicilio o de métodos de
contacto del Jefe y de todos aquellos que lo conocieran.
El encargado de abastecimientos tendrá por tarea el abastecer al Ejército, pero su tarea es organizativa: a partir del centro irá creando
redes menores de apoyo que lleguen a los confines del E.L.N., ya sea una organización puramente campesina, ya con ayuda de
comerciantes u otros individuos u organizaciones que presten su concurso.
El encargado de transporte se ocupará de trasladar los abastecimientos desde los centros de acopio hasta los puntos en que lo tomen las
redes menores o directamente hasta el territorio liberado, según sea el caso.
Estos compañeros deben trabajar bajo mantos sólidos; por ejemplo, organizando pequeñas empresas comerciales que los pongan a
cubierto de sospechas de las autoridades represivas cuando se haga público la magnitud y los fines del movimiento.
El encargado de la información centralizará toda la información militar y política recibida mediante los contactos adecuados (en acción
semi pública de contacto con simpatizantes del Ejército o el gobierno, lo que hace particularmente peligroso el cargo). Todo el
material recogido será remitido al encargado de información de nuestro Ejército. Este encargado estará sujeto a una doble jefatura; la
del jefe de la red y la de nuestro servicio de inteligencia.
El encargado de finanzas debe controlar los gastos de la Organización. Este compañero debe tener una clara visión de lo importante que
es su función, pues el cuadro clandestino, a pesar de estar sujeto a muchos peligros y expuesto a una muerte oscura, por el hecho de
vivir en la ciudad no pasa por las penalidades físicas del guerrillero y se puede acostumbrar a manejar con despreocupación las
cantidades de abastecimientos y de dinero que pase por sus manos corriendo el riesgo de que su estatura revolucionaria decrezca en
contacto permanentes con fuentes de tentación. El encargado de finanzas debe analizar hasta el último peso gastado, evitando que se
entregue un solo centavo sin causa justificada. Además, será el encargado de administrar el dinero producto de colectas o impuestos y
organizar su cobro.
El encargado de finanzas está bajo las órdenes del jefe de la red pero será también su inspector en lo referente a los gastos. De todo
esto se desprende que el encargado de finanzas debe ser ideológicamente muy firme.
La tarea de los encargados de acción urbana se extiende a todo lo que sea acción armada en la ciudad: supresión de algún delator, de
algún connotado torturador o un jerarca del régimen, secuestro de alguna persona con el fin de obtener rescate; el sabotaje a algunos
centros de actividad económica del país, &c.
Todas las acciones serán ordenadas por el Jefe de la red; este compañero no podrá actuar por iniciativa propia, salvo casos de
extraordinaria urgencia.
El encargado de los simpatizantes tendrá las funciones más públicas dentro de la red y estará en contacto con elementos poco firmes,
esos que lavan su conciencia entregando sumas de dinero o haciendo aportes que no lo comprometan. Son gente con las que se puede
trabajar, pero sin olvidar nunca que su apoyo estará condicionado por el peligro que pueda correr y proceder en consecuencia, tratando
de convertirlos lentamente en militantes activos e incitándolos a que hagan aportes sustanciales al movimiento, no sólo de dinero, sino
también de medicamentos, escondites, informaciones, &c.
En este tipo de red hay gente que debe trabajar muy unida; por ejemplo, el encargado de transporte está orgánicamente unido al de
abastecimientos, que será su jefe inmediato; el encargado de los simpatizantes dependerá de finanzas; acción e información actuarán en
directo contacto con el jefe de la red.
Las redes estarán sujetas a la inspección de cuadros enviados directamente por el Ejército, los que no tienen función ejecutiva, sino
que verificarán que se cumplan las instrucciones y normas dictadas al mismo.
Las redes deberán «caminar» al encuentro del Ejército, en la forma siguiente:
La jefatura superior da órdenes al jefe de la red; éste se encarga de organizarla en las ciudades importantes; de éstas parten ramales
hacia los pueblos y de allí a aldeas o casas de campesinos que entrarán en contacto con nuestro Ejército y donde se producirá la entrega
física de abastecimientos, dinero o información.
A medida que la zona de influencia de nuestro Ejército avance, avanzarán hacia la ciudad los puntos de contacto y crecerá
proporcionalmente el área de control directo de éste; en un largo proceso que tendrá altibajos y cuyo desarrollo, como el de toda esta
guerra, se mide en años.
La jefatura de la red residirá en la capital; de allí se organizarán en las ciudades que por el momento son más importantes para nosotros:
Cochabamba, Santa Cruz, Sucre, Camiri, es decir, el rectángulo que engloba nuestra zona de operaciones. Los responsables de estas
cuatro ciudades deben ser cuadros probados, en la medida de lo posible; ellos se encargarán de una organización similar, pero más
simplificada. Abastecimientos y transportes bajo una dirección; finanzas y los simpatizantes bajo otra; una tercera acción urbana y se
puede suprimir información, encargándose el jefe local de ella. La acción urbana irá ligándose más al Ejército a medida que se acerca a
su territorio la ciudad de que se trate; hasta transformarse en guerrillas suburbanas, dependientes de la jefatura militar.
A partir de estas ciudades se irá extendiendo la red en la forma ya descrita.
No se debe descuidar tampoco el desarrollo de la red en ciudades hoy alejadas de nuestro campo de acción, donde se debe requerir el
apoyo de la población y prepararse con tiempo para futuras acciones. Oruro y Potosí pertenecen a este tipo y son las más importantes.
Particular atención hay que prestarle a los puntos fronterizos. Villazón y Tarija para contactos y abastecimientos desde la Argentina;
Santa Cruz para el Brasil; Huaqui o algún otro lugar de la frontera peruana; algún punto de la frontera chilena.
Para la organización de la red de Abastecimientos sería conveniente contar con militantes firmes que ejercieran desde antes un oficio
similar a la actividad que se le pide ahora.
Por ejemplo: un dueño de almacén que organizara los abastecimientos o participara en esta sección de la red; un dueño de alguna
empresa de transporte que organizara esta rama, &c.
En caso de no lograrse esto, debe tratarse de ir formando el aparato con paciencia, sin violentar los acontecimientos, evitando así que
por instalar un puesto de avanzada sin la suficiente garantía, se pierda éste y comprometa otros más.
Se deben organizar las fábricas o negocios siguientes:
Almacenes de víveres (La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Camiri).
Empresas de transporte (La Paz-Santa Cruz; Santa Cruz-Camiri; La Paz-Sucre; Sucre-Camiri).
Zapaterías (La Paz, Santa Cruz, Camiri, Cochabamba).
Confecciones (ídem).
Taller Mecánico (La Paz, Santa Cruz).
Tierras (Chapare-Caranavi).
Los dos primeros permitirían el acopio y traslado de abastecimientos sin llamar la atención y englobados en ellos implementos de
guerra. Las zapaterías y confecciones podrían realizar la doble tarea de comprar sin llamar la atención y fabricar para nosotros. El taller
haría lo mismo en su ramo con los implementos bélicos y las tierras nos servirían de base de apoyo en eventuales traslados y para que
sus colonos comenzaran la propaganda entre los campesinos.
Es conveniente recalcar una vez más la firmeza ideológica que deben tener estos cuadros, recibiendo del movimiento revolucionario
sólo lo estrictamente indispensable a sus necesidades y entregando todo su tiempo y también su libertad o su vida si llega el caso. Sólo
así lograremos la formación efectiva de la red necesaria para consumar nuestros ambiciosos planes: la liberación total de Bolivia.
Diario en Bolivia
Documento VI
Iván:
No se pudo revelar nada de lo que mandaste. Arturo te manda algunas instrucciones por si te sirven. Pedí a Manila nuevas fórmulas para
uso interno. También aviso de la desconexión que ustedes sufren.
Sobre tu mercancía, te daré la instrucción antes de la partida.
No te preocupes demasiado por los negocios; la catástrofe sería que el monto resultara fallido, lo ideal, que no sólo sea bueno sino que
dé ganancias. Eso no impide que se sacrifique dinero a seguridad.
René envió nota con C.
Sobre tu viaje, espera confirmación mía.
En cuanto a tu atención a la gente, debes estudiar el documento adjunto y orientarlos de acuerdo a ello.
El que quede de responsable (por ahora es R.) tendrá algunas reuniones contigo pero debes tener cuidado y reservarte para el futuro
donde tendrás responsabilidades de mayor alcance.
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